1. La historia del águila
El águila es el ave que posee mayor longevidad de su especie. Llega a vivir hasta setenta
años.
Pero para llegar a esa edad, a los cuarenta años tiene que tomar una seria y difícil
decisión. A los cuarenta ella está con sus uñas largas y flexibles, no consigue agarrar
más a sus presas de las cuales se alimenta. Su pico largo y puntiagudo se curva.
Apuntando hacia el pecho están las alas, envejecidas y pesadas en función del grosor de
las plumas, y volar se le hace muy difícil.
Entonces el águila sólo tiene dos alternativas: morir o enfrentarse a un doloroso proceso
de renovación que dura ciento cincuenta días.
Ese proceso consiste en volar a lo alto de una montaña y recogerse en un nido próximo a
un acantilado donde no necesite volar. Entonces, después de encontrar ese lugar, el
águila empieza a golpear su pico contra una pared hasta conseguir arrancárselo.
Después de arrancárselo, espera a que le nazca un nuevo pico, con el cual después se
arrancará las uñas. Cuando las nuevas uñas comienzan a nacer, comienza a arrancarse
las viejas plumas. Sólo cinco meses después sale en un hermoso vuelo de renovación
para vivir durante treinta años más.
En nuestra vida, muchas veces, tenemos que recogernos durante un tiempo y comenzar
un proceso de renovación. Para poder continuar volando en un vuelo de victoria,
tenemos que desprendernos de recuerdos, costumbres, viejos hábitos…que nos causan
dolor.
Solamente libres del peso del pasado, podemos aprovechar el valioso resultado que la
renovación siempre nos trae.