2. LA CONDUCCION COMO TOMA DE
DECISIONES
La conducción de un vehículo se lleva a cabo en un
entorno en constante cambio. La señalización, los
otros vehículos, las indicaciones en el tablero de
mandos o los peatones, entre otros, son elementos del
tráfico que pueden cambiar con rapidez y pueden
ponernos en un grave riesgo en apenas unos
segundos.
3. De tras de cada una de sus
reacciones como conductor hay
todo un complejo proceso de toma
de decisiones que determinará su
comportamiento al volante y las
consecuencias de su conducta.
4. Para realizar este proceso de toma de decisiones de
una forma adecuada cuenta con la ayuda de unos
recursos psicológicos tales como:
La percepción (vista y oído, principalmente).
El pensamiento y el razonamiento.
Las motivaciones y actitudes hacia la conducción
y la seguridad vial.
Además de las reacciones emocionales, que
también influyen en este proceso de toma de
decisiones.
5. Cualquier alteración en algunos de estos
sistemas puede tener consecuencias muy
perjudiciales para su seguridad vial. Por
ejemplo:
Si ha ingerido alcohol, las luces le
deslumbrarán con mayor facilidad y se
reducirá la información visual que llega a su
cerebro.
Los mitos y falsas creencias respecto a lo que
es seguro al volante pueden llevarle a tomar
decisiones incorrectas.
6. Un estado de ansiedad elevada (como por
ejemplo, por problemas en el trabajo) puede
hacer que le precipite en su respuesta ante una
situación de tráfico determinada.
Una actitud negativa hacia el cumplimiento
de las normas y señales de circulación hará su
conducta imprevisible para los demás usuarios
de la vía.
7.
8. Su comportamiento ante las
diferentes situaciones de tráfico está
determinado principalmente por dos
niveles psicológicos básicos: la
predisposición para la conducción y
el proceso de toma de decisiones.
9. La predisposición para la conducción
le capacita para conducir. Aquí entran
en juego dos aspectos
importantes, como:
Sus capacidades
psicofisiológicas, tales como la
percepción, la atención, el tiempo de
reacción, etc. Estas capacidades le
permiten captar lo que ocurre en su
entorno.
10. Los conocimientos aprendidos, tales
como el manejo y el control del
vehículo, el conocimiento de la Ley y
el Reglamento General de Tránsito, de
los elementos de seguridad, de las
conductas de riesgo, de las medidas
preventivas y el respeto a las normas
de convivencia en el tráfico.
11. El proceso de toma de decisiones. En este
proceso se destacan tres momentos:
•Asimilación de la información
•Decisión
•Acción
Además, en el desarrollo de este proceso de
toma de decisiones son importantes:
12. Sus pensamientos y razonamientos para procesar la
información que recibe del entorno y del vehículo.
Las motivaciones y emociones que tenga ante la
tarea de la conducción.
13. Las habilidades sensorio motrices (por
ejemplo, la coordinación entre lo que ve y las
acciones motoras que realiza en
consecuencia, como frenar o mover el
volante).
14. Cuando afronta una situación de
tráfico determinada (por ejemplo,
cuando se dispone a adelantar)
deberá evaluarla y hacer una
interpretación correcta de la misma.
15. Para ello, primero debe asimilar y
procesar rápidamente la información
que le llega del entorno (por
ejemplo, el comportamiento del
vehículo que le precede y de otros
que puedan venir por el carril
contrario o por detrás de usted).
16. A continuación debe tomar una
decisión acerca de la maniobra o
acción más adecuada (adelantar o
no) y, finalmente, ejecutarla de la
forma más adecuada (señalizar con
tiempo suficiente y maniobrar sin
brusquedad).
17. Como ve, la toma de decisiones es un
proceso muy complejo para el que
debe estar en las mejores
condiciones físicas y psíquicas. Una
decisión errónea en un mal
momento puede tener consecuencias
fatales para usted y para los demás.