1. CONCLUSIONES
Como conclusiones del trabajo, principalmente destacar la versatilidad del proceso de
orientación seguido con ambas orientadas. A pesar de partir de una misma planificación
se ha ido flexibilizando la intervención según las demandas y objetivos marcados por
cada una de las orientadas. Esto ha enriquecido el proceso de construcción del proyecto
profesional y vital, adquiriendo una personalidad propia definida por las características,
pensamientos y acciones de ellas.
El objetivo principal que perseguíamos en este proceso, el de participación activa de las
personas asesoradas, parece haberse cumplido, ya que en todo momento hemos atendido
a sus necesidades y ellas han sido las que han marcado las pautas de intervención,
aunque nosotras hemos aportado nuestro conocimiento para ofrecerles una mirada más
amplia de la realidad. Ello quiere decir que a pesar de respetar sus decisiones hemos
participado en el proceso de concienciación de búsqueda de nuevas oportunidades
laborales, dando luz a algunos caminos que ellas no habían contemplado.
Nuestro rol por tanto, se ha situado en un contexto de ayuda y apertura a nuevos ángulos
de visión. En este aspecto ha sido muy enriquecedor puesto que hemos visto una parte
de la orientación, muy relacionada con el “coaching”, que nos enriquece más como
profesionales pues nuestra función no se sitúa sólo en el rol de facilitador de recursos,
como en otros procesos que hemos participados, sino en el de acompañamiento y
creación de la conciencia de estas en referencia a algunas dimensiones personales.
Por otro lado, hemos de resaltar que ambos procesos al tener ese carácter tan personal
ha sido totalmente diferentes en referencia a la reflexión que cada una a hecho y a la
dirección que ha seguido, a pesar del uso de instrumentos comunes en algunas fases. En
uno de los casos, el uso de la matriz Dafo ha ayudado bastante a la conscienciación de
las facetas personales y del entorno, para tomar futuras decisiones. En el otro caso, ha
sido relevante el análisis del entorno laboral para ampliar las metas de la persona.
Como podemos observar, la fase de exploración del entorno y de sí mismo ha sido las
más decisivas en el proceso y las que han permitido el paso al desarrollo personal y
profesional de ambas orientadas. En esta etapa no sólo han enriquecido a ambas
personas, sino que a nosotros también, ya que hemos aprendido a utilizar diferentes
instrumentos estandarizados, y a tomar decisiones en situaciones de imprevistos.
Además hemos desarrollado competencias como la adaptabilidad a la incertidumbre y a
las necesidades que iban apareciendo.
Otro de los puntos que hemos aprendido como grupo de orientación ha sido la
capacidad de trabajo conjunto y coordinación, donde el apoyo de unos compañeros y
otros ha sido esencial para darle sentido al proceso.