1. Muerte y Funeral del Sumo
Pontífice
Golpes en la frente del Papa con un martillo de plata, la destrucción
del anillo pontificio y el tañido de las campanas de San Pedro, son
algunos de los actos protocolares que se realizan luego de la muerte
del Santo Padre, según marca la tradición vaticana. Existen otros
actos que no son dictados por la tradición religiosa, pero que fueron
establecidos por los propios Pontífices a lo largo de la historia.
En los primeros siglos, la comprobación de la muerte del Papa se
hacía acercando una vela encendida a sus labios. Si la llama se movía,
significaba que aún conservaba un hálito de vida, y esa misma
operación se realizaba varias veces hasta que la llama permanecía
inmóvil, lo que significaba que el Papa había muerto. Sin embargo,
actualmente la comprobación de la muerte del Sumo Pontífice se
realiza con los métodos médicos habituales.
2. El camarlengo -quien estará al frente del Vaticano hasta la elección del
próximo Papa- ingresa a la habitación papal vestido de violeta, en señal
de duelo, acompañado por un destacamento de la Guardia Suiza con
alabardas. Golpea tres veces la frente del Pontífice con un martillo de
plata (que figura en el escudo de armas pontificio), como lo indica el
viejo rito vaticano, al tiempo que llama al difunto por su nombre de pila,
para comprobar la muerte
El cadáver de León XIII en sus apartamentos con hábito coral: sotana
blanca roquete, muzeca rojo y camauro .
El mismo camarlengo debera sellar sellar la habitación y el estudio de
papa fallecido , y no podran abrisrse hasta que se elija un sucesor .
3. La puerta de bronce del Vaticano se abre y el notario de la Cámara
Apostólica levanta acta, mientras las campanas de San Pedro 'doblan a
muerto', anunciando públicamente el deceso. Esa puerta se cierra por la
noche, en señal de duelo, luego que el cuerpo del Papa, tras ser preparado
por los médicos, es vestido con los símbolos pontificios: se le coloca la
mitra blanca en la cabeza, la casulla, es decir, el manto rojo (que es el color
de luto papal) que utiliza cuando celebra misa, y el palio, una faja de lana
blanca con cruces negras, símbolo de dignidad.
Los servicios de protocolo de la Santa Sede barajan varias opciones en la
situacion : la primera, siguiendo el orden alfabético –en inglés o francés,
lengua esta última utilizada en la diplomacia vaticana- y la segunda,
tomando como referente la fecha del establecimiento de las relaciones
diplomáticas de cada país con la Santa Sede. El protocolo marca que los
invitados se sitúen por categorías: primero jefes de Estado y después
primeros ministros, embajadores y el resto de las representaciones
diplomáticas.Con respecto a las autoridades de la Iglesia, figuran los
cardenales, los principales Patriarcas orientales, arzobispos, obispos,
párrocos de Roma, canónigos de San Pedro y demás religiosos católicos,
colocados por orden de importancia, desde la zona más cercana al altar
hacia fuera, del lado derecho.
4. Durante la liturgia se pueden utilizar varios idiomas: el latín, el italiano, el
francés, usado durante la homilía –la parte más protocolaria y formalista
donde se saluda a todos los presentes y se hace una sencilla y no
ostentosa biografía del fallecido-, el español, el inglés y otros a elección de
la curia, sobre todo para el momento de las plegarias.
Con respecto a la vestimenta, los miembros del Colegio Cardenalicio
pueden lucir su color protocolario, el morado, propio de los eventos de
gran relevancia o pueden ir de rojo, el color litúrgico propio a la muerte de
un Papa, y la mitra. Obispos, arzobispos y diáconos también portan sus
hábitos violáceos mientras que el resto de sacerdotes y los canónigos –no
ordenados obispos-visten la tradicional sotana con la sobrepelliz negra.
5. La tradición marca que, tras cada votación, los electores
informen a los fieles congregados en la plaza del resultado de
la misma. Para ello se emplea desde hace siglos el mismo
sistema: una columna de humo o fumata, que asciende por
una de las chimeneas. Si los votos aún no han consagrado un
ganador, se quema paja seca para que el humo salga negro.
Pero si la votación ha designado un nuevo Papa, se quema
paja húmeda para producir la famosa fumata bianca, que la
multitud celebra con devoto entusiasmo.
Pero la elección no acaba con este acto. Una vez conocido y
consensuado el resultado se quemarán todas y cada una de
las papeletas en las que los cardenales han escrito el nombre
de su favorito.