Existe la polémica ante el comportamiento de las dos escuelas conocidas como tradicional y moderna o nueva, su forma de trabajo, las ventajas y desventajas que presentan cada una de ellas y por supuesto los resultados que de ellas se obtienen
1. ESCUELA TRADICIONAL CONTRA LA ESCUELA
ACTUAL.
Existe la polémica ante el comportamiento de las dos escuelas conocidas
como tradicional y moderna o nueva, su forma de trabajo, las ventajas y
desventajas que presentan cada una de ellas y por supuesto los resultados que de
ellas se obtienen. En primer lugar la escuela tradicional, significa método y orden,
palabras que definen sin duda el concepto educativo que tiene. El maestro es la
base y condición del éxito de la educación. A él le corresponde organizar el
conocimiento, aislar y elaborar la materia que ha de ser aprendida, trazar el
camino y llevar por él a sus alumnos. El maestro es el modelo y el guía, al que se
debe imitar y obedecer. La disciplina y el castigo se consideran fundamentales, la
disciplina y los ejercicios escolares son suficientes para desarrollar las virtudes
humanas en los alumnos. El castigo ya sea en forma de reproches o de castigo físico
estimula constantemente el progreso del alumno. El método de enseñanza será el
mismo para todos los niños y en todas las ocasiones. El repaso entendido como la
repetición de lo que el maestro acaba de decir, tiene un papel fundamental en este
método. Por otro lado la escuela moderna o nueva tiene como misión hacer que los
niños y niñas que se le confíen al docente lleguen a ser personas instruidas,
verídicas, justas y libres de todo prejuicio. Para ello, sustituyó el estudio dogmático
por el razonado de las ciencias naturales. Su propósito es coadyuvar rectamente,
sin complacencias con los procedimientos tradicionales, a la enseñanza pedagógica
basada en las ciencias naturales.
Para la escuela tradicional el maestro es quien simplifica, prepara, organiza,
y ordena. Es el guía, el mediador entre los modelos y el niño. Mientras que para la
escuela nueva, tendrían simplemente que cumplir con las siguientes
características: “Los profesores y jóvenes de ambos sexos que deseen dedicarse a la
enseñanza racional y científica y se hallen despojados de preocupaciones,
supersticiones y creencias tradicionales absurdas…”. Consideraban que el profesor
siembra las semillas de las ideas, y éstas, cuando con la edad se vigoriza el cerebro,
entonces dan la flor y el fruto correspondientes, en consonancia con el grado de la
iniciativa y con la fisonomía característica de la inteligencia del educando. Por su
parte el alumno debería: “Excitar, desarrollar y dirigir las aptitudes propias de
cada alumno, a fin de que con la totalidad del propio valer individual no sólo sea un
miembro útil a la sociedad, sino que, como consecuencia, eleve proporcionalmente el
valor de la colectividad”.
Como podemos darnos cuenta el papel que juega el maestro en el proceso
educativo es vital, tanto en la escuela tradicional como moderna, para el logro de
los objetivos escolares; sin embargo de que medios se valen para lograrlos. Para la
2. escuela tradicional todo debe llevar un orden: la clase y la vida colectiva son
organizadas, ordenadas y programadas. El manual escolar es la expresión de esta
organización, orden y programación; todo lo que el niño tiene que aprender se
encuentra en él, nada esta fuera del manual. Todo lo que este o se realice fuera del
manual, es decir transgredir alguna norma o regla, requerirá castigo, pues lo
consideran como fundamental la disciplina como parte del desarrollo de las
virtudes humanas en los alumnos. El castigo practicado ya sea en forma de
reproches o de castigo físico lo consideran provoca estimular constantemente el
progreso del alumno.
Por otro lado la escuela moderna o actual menciona que se educa
íntegramente al hombre disciplinando su inteligencia, haciendo caso omiso del
corazón y relegando la voluntad. Tomando como una de las misiones pedagógica,
que no se den en un solo individuo dualidad de personas: la una, que ve lo
verdadero y lo bueno y lo aprueba, y la otra, que sigue lo malo y lo impone. Por lo
tanto en la escuela moderna no hay premios, ni castigos, ni exámenes en que
hubiera alumnos ensoberbecidos con la nota de sobresaliente, medianías que se
conformaran con la vulgarísima nota de aprobados ni infelices que sufrieran el
oprobio de verse despreciados por incapaces.
Se pueden ver claramente las diferencias existentes entre una y otra escuela,
en su forma de trabajo, pero cuales son sus ventajas o desventajas. Por un lado
tenemos a la escuela tradicional con su régimen casi militar, sus exigencias al
alumno robotizado, su racismo educativo, así como el creer que “la letra por la
sangre entra”. No obstante en su momento la escuela tradicional representó un
cambio importante en el estilo y la orientación de la enseñanza, sin embargo, con el
tiempo se convirtió en un sistema rígido, poco dinámico y nada propicio para la
innovación; llevando inclusive a prácticas pedagógicas no deseadas, por ello, cuando
nuevas corrientes de pensamiento buscaron renovar la práctica educativa,
representaron una importante oxigenación para el sistema; aunque su desarrollo
no siempre haya sido fácil y homogéneo, sin duda abrieron definitivamente el
camino interminable de la renovación pedagógica. Es por ello que la escuela nueva
o moderna vino a ser la manifestación más importante de la enseñanza racional,
dado el atraso intelectual que se vivía, lo que por lo pronto podía chocar más contra
las preocupaciones y las costumbres, era la coeducación de niñas y niños, pues no
había categoría de sexos ni clases, aceptaba niños de ambos sexos, lo que no ocurría
con la escuela tradicional, que estaba echa para varones. No obstante, tanta
libertad podría traer consecuencias en la conducta estudiantil, si bien es de alabar
la libertad de pensamiento, también es de resaltar el hecho de que no se realicen
exámenes a los alumnos, pues creo que es una forma de conocer los avances o
retrocesos que presenta el alumno, así como también una forma de evaluarse el
3. docente, no puede verse la aplicación de un examen como una manera de buscar
humillar o someter al alumno a ser exhibido públicamente, pues no es su finalidad.