1. NOVELA: TRILOGIA SOBRE EL CAMINO DEL AMOR
TÍTULO PROVISIONAL:
1. AQUELLA FUERZA INVISIBLE
2. PODER DE ATRACCIÓN
3. UN PRINCIPIO SIN FIN
Si quieres colaborar en la redacción de esta novela, puedes leer
este apartado, si no, pasa al siguiente, al inicio de la novela.
FASES DE LA REDACCIÓN. DESARROLLO
1.- Planificar:
- Tiempo: se dispone de tiempo limitado para el trabajo de la
novela debido a que los participantes tienen otras
responsabilidades. En cuanto al plazo para terminar la novela, es
ilimitado.
- Características del texto:
Destinatarios: lectores en general
Finalidades: lograr que el lector descubra, a través de la
lectura, su propio camino de búsqueda, ya sea guiado por el
amor, el misticismo o la historia. Que comprenda lo que
significa “viajar ligero de equipaje”
Dar a conocer parte de la historia de corrientes del
Medioevo y más atrás, como los celtas, templarios, cátaros.
Mostrar, en la medida de lo posible, el Camino de Santiago
Compostela y el de los cátaros. (por ejemplo, la presencia
de los caballeros del Temple en Argentina, o la dura vida
que le imponen a la mujer las tradiciones en Rwanda…).
- Género: novela ficción
- Papel del escritor:
Durante el desarrollo de la novela los narradores serán
múltiples. En algunos episodios actuará como narrador
involucrado en los hechos o tal vez omnisciente,
dependiendo de las necesidades del texto.
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2. - Objeto tratado:
La búsqueda del verdadero sentido de la vida.
- Evaluación: se irá evaluando el trabajo de acuerdo con
La pauta que determinen los participantes en ella.
- Plan de trabajo:
Cada coautor desarrolla dos o más personajes con sus
características propias, un escenario acorde con la trama
que va a desarrollar, siempre respetando el tema central:
LA BÚSQUEDA DEL CAMINO, EN UN VIAJE POR
UNA RUTA QUE, INDEPENDIENTE DE CUAL SEA,
IMPLICARÁ UN PROFUNDO VIAJE HACIA SU
INTERIOR.
- Objetivo central:
Sensibilizar al lector respecto al vacío que provoca la forma
de vida actual. Insertos en una sociedad enferma, débil en
la capacidad de entrega de amor, con valores que poco o
nada tiene que ver con el ser humano: el consumismo, la
competencia y la búsqueda del poder, entre muchas otras.
- Objetivos secundarios:
Dar a conocer parte de la historia.
Tocar temas como la telepatía, la existencia de almas
gemelas.
Mostrar la belleza que se encuentra en todas partes.
Hacer un recorrido por las más significativas obras de arte
a través de Europa
La estadía de los Templarios en América del sur.
JUSTIFICACIÓN
La idea de escribir esta novela nace de la observación global e
individualizada de los valores que rigen al hombre en la
actualidad.
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3. Muchos han perdido la capacidad de ver, observar las pequeñas y
grandes maravillas que nos han sido regaladas sin pedir nada a
cambio. Su capacidad de asombro murió junto con su niñez y
corren por la vida como si fuese eterna.
La angustia y el estrés, enfermedades de la época, son pan de cada
día y la industria farmacéutica los dota de drogas dando pie a un
círculo vicioso del que difícilmente saldrán a menos que un hecho
impactante en su vida les descorra la cortina que cubre su mente y
sus ojos. Quizás entonces puedan descubrir que hay un mundo
que no conocen, despertándoseles el deseo de ir más allá de la
oficina, los ordenadores, la telefonía de última generación y la
enfermiza necesidad de vivir por y para obtener dinero y poder.
Éstas y otras razones llevaron a juntarse tres escritores, algunos
incipientes, otros más avanzados, pero con la misma mirada
crítica, a la vez que de profunda pena por esos hombres y mujeres
cuyo tiempo no retrocederá para que puedan disfrutar de todo lo
que dejaron ir.
Hemos querido hacer un pequeño aporte que esperamos plasmar
entre las páginas de un libro que muestre a individuos que han
sido capaces de romper la rutina que los agobia y lanzarse al
camino, camino que, sea cual sea la razón inicial, siempre va en
busca de su propia identidad, del verdadero sentido de sus vidas.
- Producir ideas: En base a lo que justifica esta obra, las
ideas van surgiendo del flujo de la escritura.
*El amor
*Camino Santiago Compostela
*Enclave templario: Ponferrada
*Encuentro con los Templarios,
*Símbolos y rituales (magia)
*Cátaros y su ruta
*Recorrido desde Santiago de Chile,
*La búsqueda del Camino (España, Vaticano y la Capilla
Sixtina siguiendo la ruta del arte).
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4. *Almas gemelas
*Los Celtas parte de su historia y su encuentro (magia)
ESBOZO DEL TEXTO
Personajes de diversos lugares y situaciones socio económicas,
sienten que ha llegado su momento de “emprender su camino”.
Cada cual tiene sus razones, pero en el fondo todos quieren
encontrar paz, encontrarse consigo mismo y con los demás en un
plano de igualdad, exento de convenciones sociales, unidos por la
ruta. Algunos buscan al ser humano que fueron, antes de que la
vorágine de la modernidad los atrapara.
Grandes temas rondarán la novela: el Camino de Santiago de
Compostela, sembrada de ricas experiencias que brinda el viajar
“ligero de equipaje”, con la certeza que nada más necesitan, el
agua y el vino se brindan al peregrino en todas partes. Escritos en
el camino refuerzan esa seguridad: “La gente está dispuesta a
ayudarte en todo”
El encuentro con La Orden del Temple, sus símbolos y su
historia. Ligado a ellos, caminando hacia el pasado encuentran la
cultura celta que ha quedado impresa desde tiempos
inmemoriales. Sus huellas se topan a cada paso.
La magia tiene un papel preponderante en esta etapa.
La búsqueda del arte, el éxtasis del personaje frente a cada una de
las maravillas que ofrece Europa.
La llegada a Roma, el Vaticano, La Capilla Sixtina y el fresco de
Miguel Ángel. La belleza y al mismo tiempo la pompa y la
ostentación de tanta riqueza material llevan a la protagonista a
buscar lo opuesto, la sencillez, la pobreza material junto con el
amor, único escudo y estandarte de los Cátaros. Emprende el
camino buscando sus pasos.
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5. Los Templarios en Argentina y la protagonista que descubre su
presencia por esas tierras desenterrando su historia y sus
símbolos.
Las almas gemelas. Cada una en un espacio y tiempo diferentes
pero que por la fuerza de la telepatía logran encontrarse.
Aquel que toma el camino en busca del amor que le ha sido
esquivo en su vida.
Un personaje es una chica de Rwanda que, habiendo vivido las
traumáticas guerras, además de las prácticas que la tradición
impone (la ablación), se encuentra en España por razones de
estudios. La dureza y el dolor vividos son una herida abierta que
sangra aunque la experiencia se encuentre en su pasado y su
presente le brinde expectativas que podrían cambiar el curso de su
vida. El suyo también es un camino cuyos obstáculos son la
incomprensión y el racismo.
Todos se inician en la búsqueda con un fin, el desarrollo de los
hechos determinará el resultado de ella.
Parten desde países diferentes, con culturas propias con la única
certeza de que el camino aguarda y lo llama.
Producir el texto: Investigación acerca de los lugares y
temas a tratar. Revisión de fuentes y todos los recursos de que
dispongamos para enriquecer el texto y darle credibilidad. Poner
en práctica la argumentación, la ortografía, la sintaxis y la forma
de citar a los autores consultados.
Corregir: cada coautor hará todas las correcciones pertinentes
hasta sentir que su texto es aceptable, puesto que difícilmente
estará 100% conforme. Esto sucede porque todo escrito es
siempre perfectible. Los pasos definitorios de la corrección, junto
con la concordancia de estilos la conducirá Ilda, maestra y
coautora de esta obra.
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6. [esto es de Alejandra Gallero U. 5 de noviembre 2010,
luego hemos de quitar lo que lleve corchetes, de cara a
publicación, serán comentarios para nosotros].
INTRODUCCIÓN
“En el momento en que
dejamos de caminar, comenzamos a morir.”
Fragmento de entrevista a Rebecca Costa,
socio – bióloga argentina, por Alex Smith para Radio Ecoshock
El sedentarismo es el virus del hombre de hoy. Desde
pequeños todo se nos da envasado, la televisión, el
computador, múltiples juegos en los que sólo necesita
mover una mano para sostener una batalla campal, o peor
aún, matar tantas imitaciones de hombres como pueda, eso
le da puntaje. El asesinato como motivo de premio.
Cada día, bombardeados por la publicidad necesitamos
adquirir más bienes. Muestran una familia feliz con una
casa nueva, un coche del año o simplemente viajando en
un crucero por el Caribe. Una cadena interminable de
cosas que debemos tener para ser exitosos frente a una
sociedad enferma.
El costo de todo esto es tan grande que podríamos llenar
páginas y páginas describiéndolos. Centrémonos en el
deterioro de la familia, ya que para obtener capacidad de
compra, ambos padres deben trabajar todo el día fuera de
casa. La madre es mal sustituida por “la nana”, los
almuerzos familiares reemplazados por bandejas
individuales con una comida a la que ni siquiera se
disfruta, pendientes de la pantalla del televisor.
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7. No hace tantos años en que no contábamos con toda esa
tecnología y los niños inventábamos juegos en los que
nunca nos aburríamos. Los paseos al parque los fines de
semana nos daban toda la felicidad con solo un globo, un
columpio y un resbalín.
Algunos hombres y mujeres sienten el vacío interior que
los mantiene deprimidos, malhumorados, infelices. Tienen
la fuerza para tomar las riendas de sus vidas y dar un
vuelco completo reemplazando todo por lo que tanto han
trabajado por una mochila con lo esencial y se aventuran a
tomar un camino en busca del verdadero sentido de la
vida: son los peregrinos.
A esos seres atormentados por tenerlo todo y a los que han
aceptado el reto de ser peregrinos es a quienes está
dedicada esta obra [Alejandra].
Preámbulos de la novela del Camino y del amor…
Explicació. Si no quieres leerla te la saltas. Si te lías, puedes volver y leerla…
Haré un mapa mental, pero primero pinto un poco mis personajes.
Estamos en el mismo escenario histórico: la ruta Santiago de Compostela. Hay
2 niveles, en nuestro tiempo y el pasado. Almas que se encuentran…
Luego iremos poniendo ajustes.
Hay un relato [de Alejandra,] ya sea por la magia del camino, la fantasía o
simplemente un sueño, que nos traslada en el tiempo y el espacio al interior del
castillo Ponferrada, en pleno siglo XII. Ellos –los personajes- ven, con lo que
puedo describir lo que he recabado de lo que fue dicho enclave, pero no son
vistos por los caballeros del Temple. Veremos n rito de iniciación que nada
tiene que ver con las aberraciones que cuentan muchos documentos, pero que
es altamente simbólico y nos instala en el marco de la Torre de Homenaje.
Esto lo vemos al inicio de la novela para luego volver al presente y mostrar el
cómo y porqué esos personajes están en el Camino de Santiago. Un personaje
femenino va en busca del arte, al encontrarse en la Capilla Sixtina, junto con
admirar la obra, le queda la inquietud de si siempre la Iglesia ha abandonado la
7
8. pobreza y humildad de Cristo e investiga. Ahí descubre los cátaros y decide
hacer su ruta, buscar algún vestigio que sobreviva de esos cristianos que
predicaban para los pobres, viviendo como ellos y compartiendo su vida para
mejorar la calidad de vida de los que vivían en peores condiciones. [Todavía no
sé en que punto pueden converger el personaje masculino y el femenino por
más que he revisado mapas. Más o menos esa es la idea.]
[Los personajes de Llucià, Juan y Myriam: la idea es esta:] Vemos también una
chica desengañada de amor (Sevilla) va hacia el camino de santiago y se
encuentra un chico de Huesca que vive en Barcelona que busca el sentido de
la vida, pero tardan un poco... son almas gemelas. A él se le murió un amor,
pero buscaba algo, y sigue buscando, lleva consigo la angustia, por un tiempo
ha estado desengañado, quiere olvidar haciendo el Camino de Santiago.
Myriam piensa también hacerlo, que seguro que pasado algunos meses, y
conociendo algunas otras personas se olvidaría del hombre que lo ha
engañado. A ella le abandonó un amor, él lo perdió, pero hay algo, telepático,
de que lo mejor está por llegar, una vez más en medio de todo el mal, un
espíritu de esperanza, hasta llegar al encuentro. Llevan su bagaje de estudios
(ella, historia de América), él de genealogía o algo así, puede hundir sus raíces
en distintos sitios, está por ver. Ella va por Portugal, la ruta de la Plata; él
puede ir por Castilla, Burgos, León y Galicia pasando antes por Zaragoza pero
lo podemos hacer ir por dónde queramos.
Luego vamos cruzando los personajes… en primer lugar está Estrella, en la
mente de Juan. Luego, van saliendo Bernardo (siglo XI), aparece Manolo en
Granada (ya en nuestro tiempo).
[He hecho un resumen, ahora en el texto estoy escribiendo un montón de
páginas del perfil psicológico. Faltan descripciones del viaje]
Pero aun no tengo el relato, yo dejo para luego la parte histórica, luego relleno,
ahora estoy con la parte humana: me gustaría hablar de Lisboa, Batalhia,
Leiria...
Bibliografía: [la pondré al final luego]:
Luis Carandell y otros, El camino de Santiago, Lunwerg ed., 1991.
C. Arroh, Cercant l’amor, 1986.
Ibn ‘Arabî, Tratado del amor (para la conversación, tomamos frases de esta
obra).
Me dice una persona al leer estas páginas: maravilloso canto al amor y a la vida,
entretenidisima y llega al corazón, la tengo impresa y la he dejado por la mesa
de mi marido para que la lea.
Lo que más me ha gustado es que habla de amor, tan dulce en ocasiones y
tan amargo y doloroso en otras, de historia...
Los personajes buscan dar sentido a la vida de una forma u otra y en esa
busqueda aparece continamente el amor, por el que la vida no seria nada si no
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9. existiera. Juan, el soñador, Bernardo, la curiosa historia de San Virila, Manolo el
granadino, todas historias marcadas por el amor.
Estrella es un personaje precioso y con el que me identifico en su manera
de ver las cosas, una enamorada del amor y de la vida y eso me gusta. Es
espontanea y actua como siente.
Que casualidad lo del Codex Calixtinus, el dia que leia sobre él en su
novela daban la noticia del su robo por las noticias, casualidades de la vida que
no dejan de ser curiosas.
Me encanta la trama, y no puedo negar que me han emocionado algunos
párrafos, hace pensar sobre muchas cosas. Las pinceladas de historia, geografia o
arte preciosas te entran ganas de ir hacer el camino, te hacen casi sentir que estás
allí.
¿Que misterio guarda esa peregrinación que el que va, parece que se le
curan los males del alma?
Aquella fuerza invisible…
Francisco de Asís le pusieron sus padres. Él se hacía llamar Francisco. Hijo de un
diplomático chileno con un cargo en la Embajada de su país en España, a sus 37 años
su vida parecía perfecta. Ingeniero de profesión podía subsistir por años sin desvelos
económicos. Propietario de mansiones, pisos en diversas localidades de España, un
trabajo de 24 horas que le reportaba buenas ganancias y una novia deseosa de contraer
matrimonio. Lo tenía todo y le faltaba todo.
Lo sentía en la piel, en el pecho y en la taciturna imagen que le devolvía el espejo.
Cuando sintió que ya no podía sobrellevar por más tiempo aquello, llamó a su mejor
amigo, Julián, para juntarse a beber y conversar en un lujoso bar de Madrid.
Llegó puntual a la cita a la que se sumó minutos después su invitado.
- Julian, me conoces desde siempre y debes darte cuenta que no soy feliz, me
siento incompleto, no puedo continuar así…
- Pues, cásate hombre y te habrás completado con tu hermosa pareja.
- Justamente, ¿qué puedo ofrecerle a mi futura esposa que no sea dinero, joyas y
mansiones?
- ¡Hombre! Cualquier mujer estaría feliz con ello.
- Pues no, hay algo que no atino a expresar que ella merece y no tengo, para
comenzar tiempo…Enredado en agendas que cubren cada minuto del día entre
negocios, reuniones, viajes relámpagos, más toda esa tecnología de la que
dependo. He perdido el romanticismo, la capacidad de soñar, de sentir
profundo…
- ¿Y qué quieres hacer, tirar los negocios por la borda?
- No creo que sea esa la solución, pero con dejar a cargo gente de mi confianza,
bien podría ausentarme un tiempo…hasta que encuentre al hombre que fui
antaño.
- Ah, ya veo, la idea es viajar, ¡Estupendo! Puedo sugerirte cientos de lugares
interesantes y con buenos hoteles.
- Sí, la idea es viajar, pero no es un viaje cualquiera: quiero peregrinar por el
Camino de Santiago de Compostela.
- ¿Te has vuelto loco?, ni siquiera eres tan creyente. Además de que bien sabes
que los restos que están en la Catedral de Compostela podrían ser de cualquiera
9
10. y lo menos probable es que pertenezcan a Santiago el Mayor. ¡Y son cientos de
kilómetros!
- Me da igual llegar o no a la Catedral, por supuesto no aspiro a ninguna
indulgencia plenaria - dijo sonriendo - Lo que me importa es el camino ya veré
cual es mi meta. Quiero despojarme de toda esa carga que trae la modernidad.
Caminar con lo esencial, ir lentamente absorbiendo la belleza y las
complejidades del camino. Espero encontrar el pasado histórico y de leyenda en
cada templo, hostal o símbolos donde quiera que estén. El paso de los
Templarios por esas tierras fue un tema que me apasionó cuando niño. Quiero
recuperar esa pasión. Quiero sentir profundo.
- Reconozco que me sorprendes, Francisco y siento convicción en tus palabras.
Quizás tengas razón en querer realizar algo tan radical y significativo. Son
posibilidades que se dan una sola vez en la vida. Luego te enredas con los hijos
que, queramos o no, nos enamoran y vivimos para y por ellos. Es tú momento.
- Me alegra que me entiendas, Julián, tendré que hablar con Josefina y explicarle
mi ausencia por meses, no será nada fácil que me comprenda. Ella nada sabe de
mis planes y espera con ansias fijar la fecha de la boda. También lo hago por ella
– dijo como para sí mismo – estoy segura que a mi regreso podré ofrecerle lo
mejor de mí como ser humano.
- Pues adelante, amigo, al mal paso dadle prisa.
Aquella noche tiene un sueño…
1º CAPÍTULO (1º INTENTO)
EN EL CAMINO
Estamos en una cueva. Penumbra y humedad traspasan mis
huesos; siento como penetramos en un túnel. Del otro lado,
inexplicablemente, nos espera un castillo medieval.
El viento aúlla entre los bloques de piedra de la fortaleza y en él
percibo el eco de voces del pasado. Estamos en el Castillo de
Ponferrada, el enclave templario más importante de la ruta
Santiago de Compostela.
Somos dos fantasmas que la magia del tiempo ha devuelto al siglo
XII. Traspasamos el patio de armas para acceder al castillo.
Suspendidos en nuestra nube, vemos el movimiento de los
caballeros de la orden. Su cota de malla ajustada al cuerpo
cubierta con el manto blanco que contrasta con la roja cruz de
malta en el pecho. Rostros que apenas se adivinan entre la espesa
barba y el casco. Hay polvo y huellas del camino sobre sus
vestiduras.
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11. Patricia y yo recordamos haber visto el foso que protege el
ingreso, salvo en la parte noroeste en donde el río Sil cumple esa
función y la triple muralla que lo rodea, símbolo de los votos de
castidad, pobreza y obediencia. Una piedra recibe al visitante en
donde la Tau, que se repite en puertas y murallas, está inscrita en
una estrella geométrica de ocho puntas y rodeada por un sol
hecoloidal y por una estrella.
La estructura octogonal del edificio comprobamos que se repite
en las construcciones templarias. Doce torres desiguales se alzan
y que, en su conjunto, representan las constelaciones zodiacales.
Nos recuerda un observatorio astronómico. Pero ¿cómo, pudimos
ver todo el conjunto como si fuese una fotografía aérea? La
información que ahora tenemos ¿Acaso hay telepatía dentro de
toda esta fantasía que estamos viviendo?
Carecemos de capacidad de analizar lo que nos ocurre. Si de algo
estamos seguros es que este regalo nos ha sido dado para
absorberlo gota a gota; sin desperdiciar nada pues hay un objetivo
trascendente detrás de lo que parece un sueño.
Anochece y, entre al atardecer colmado de tonos rojizos, los
caballeros, ajenos a nuestra presencia, marchan hacia la Torre de
Homenaje. Constituye la estructura central y la más importante,
tanto, que cuenta con protecciones
que la separan del resto del castillo,
seguramente previendo un posible
ataque.
Una extraña figura se encuentra al
fondo de la sala. Escuchamos que lo
llaman Baphomet. Es un ser
andrógino, con pechos femeninos y
falo masculino, que representa la
dualidad.
Según algunas corrientes gnósticas,
(Gnosis significa Sabiduría,
Conocimiento, es la luz que ilumina
la senda de todo aquel que busca la
autorrealización del Ser) Baphomet es
el dios de la luz, el que permite que se
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12. lleve a cabo el rito de iniciación, dándole al hombre la
oportunidad de convertirse en el dios mismo.
Asistiremos a un rito de iniciación. Patricia y yo apenas
respiramos ante el temor de que la escena se esfume, quedando
truncados nuestros sueños.
Un paraíso perdido…
1. Myriam está en Sevilla, haciendo las maletas... el humo de tantos cigarrillos
acabó por llenar el vacío de su estómago… su corazón estaba sin embargo
vacío, solo quedaba el recuerdo, nostalgia de abrazos ya mustios. Borracha de
una cosa y otra, mira su ropa mientras piensa en su vida, regresa en el tiempo:
“los últimos diez años son para tirar a la basura, se dice. ¿Qué es el mundo,
para una mujer? El hombre que ama... Lo demás es pasatiempo, pero... ¿por
qué se pierde el amor? ¿Sera que no se lo ha cuidado? ¿Por qué, cuando nos
damos cuenta, es ya un poco tarde para lamentarse? ¿Por qué suele ocurrir o
muy al principio de la relación, o cuando todo está en su sitio, asentado,
rodado? ¿Cuándo comienza ese principio del fin? ¿Es posible rastrearlo desde
el presente, para hallar ese momento, esa traición oculta, ese paso en falso,
ese desliz...? Muchas preguntas rondaron por su cabeza en apenas unos
minutos".
En Sevilla, en otoño hace soñar. Los mil colores de las hojas le han hecho
melancólica hoy, se encuentra ella en la cama leyendo a Iris Murdoch, su
novela "El mar, el mar", donde habla de una autobiografía-diario novelada que
le recuerda "El cuaderno dorado" de Doris Lessing, de otra manera pero
también dividido en planos de la realidad. Esto le gusta bastante porque la
realidad no la tenemos nunca entera ante la vista, podemos hacer sólo como
los cubistas. No vemos nunca lo que las cosas son, sino que se desarrolla en
planos, captamos ciertas perspectivas... como un juego de luces… en la
película “Azul” de Kieslowsky se ve muy bien eso en la mirada de Juliette
Binoche en la lámpara del techo hecha de lágrimas de cristal… por eso mucha
gente discute, porque no ve lo mismo, al menos en ese momento. Este es el
motivo de las guerras y malentendidos, y piensa: "tendría que escribir sobre
todo esto... Esto de escribir es para los que tienen cosas que decir", ella misma
pensó eso hace poco, está ávida de leer para escapar de “su realidad”, terminó
apenas el primer volumen de memorias de Sándor Márai (Memorias de un
burgués) y ya pensó: "Tengo que leer enseguida la segunda parte, porque está
para salir la tercera, la del suicidio". Allí le vino a la cabeza lo de escribir, con
más insistencia: “... Hay gente que dice lo que debe decir y luego calla, o ya no
es tan importante... es una pena que Joseph Conrad se quedara sin nada que
decir en su fase final... Y yo,... qué puedo decir? ¿Qué he hecho en la vida?
Esto está pensando Myriam Fernández, tumbada en la cama, mirando la pared,
cansada a los 49 años y una vida que ha vivido a medias... y eso que ama la
vida profundamente. Mira atrás y ve tantos recuerdos, cosas bonitas, sobre
12
13. todo el vínculo con las personas que ama y que lleva en el corazón, pero le ha
sabido a tan poco... ella siempre ha querido más, lo quiere todo... es buscadora
de fantasías, un pescador en el río de la vida, una eterna enamorada que está
continuamente a la espera de la media naranja... viviendo su vida entre libros y
películas, con cierto miedo a la vida del día a día; y está siempre allí, contenta
pero insatisfecha.
Dice que con ello tiene suficiente, que la alegría no es incompatible en no tener
nunca suficiente. De hecho, esta palabra, "satisfecho", es "satisfacer": fuerza-
plenitud, y "hecho": la vida no es como un asado, que está "bastante hecha",
nunca tendremos suficiente...
"Y de ello se aprovechan los que se dedican a vender, esta es la base de la
eficacia de la publicidad"... piensa. Es un tiempo de inventario, de dejar
amarres, de soltar la barca. Estuvo mucho tiempo buscando la verdad, como
una obsesión, intentando encontrar aquella persona que era sincera,
coherente, justa… iba por el mundo como Sócrates, preguntando sin parar, y la
tomaban por loca. Recuerda cómo se entusiasmó con aquel amigo del Instituto,
lo vio hace poco después de 30 años… Piensa en su último viaje a Huesca,
donde viven sus padres. Quedó con Manuel, con el que hacía tanto que no se
veía, desde que acabaron en el Instituto. Era su modelo, de persona íntegra,
sincera, un líder que escogían siempre como delegado, que es como decían
entonces al representante de la clase. "¿Qué deprisa han pasado los años!
Verdaderamente es el río de la vida. ¿Cuántos amigos han quedado atrás, y
puede ser nunca jamás veré... la vida es como una ginkana, vas yendo de una
pista a otra, te van saliendo en el momento oportuno las personas y las
circunstancias. Pasas de la infancia a una adolescencia que quieres pronto
pasar, viajas rápido y conoces lugares y personas diversas y hay ciertos sitios y
hay ciertas personas en las que vas dejando una parte del corazón... es como
un sueño, que pasa deprisa y no recuerdas muy bien qué has soñado. Hay que
detenerse, desfragmentar el disco duro, procesar la información, habría que
tener un cuaderno de viaje, para ir marcando la ruta... creo que estoy a mitad
del camino, quizás más de la mitad, ¿quién sabe si ya me acerco hacia el
final?, no me quejo de lo que he vivido, todo lo contrario". Un día Manuel le
contó algo que la escandalizó. Le abrió su corazón y le hizo ver que no era tan
puro. Se sinceró pero a ella le hizo daño… Perdió el angelismo y le sirvió de
excusa para pensar, en aquella etapa, que no valía la pena, que era mejor
divertirse, pasarse “al otro bando”, que no existía la bondad y lo que buscaba,
la verdad era un cuento… se dejó llevar y ahora pensaba que no fue buena
experiencia…
Días de inventario. Recoger el piso, cerrar etapas… Piensa cuando vino su
abuela a verle, en su época de estudiante de Historia, orgullosa de visitar a su
nieta. La llevó al Hotel Alfonso XIII: "es un buen lugar para tomar un café en el
restaurante", se quedó impresionada de la belleza del patio interior, galerías y
ventanales. Luego, visitaron la "fábrica de tabaco", un edificio majestuoso
donde está la sede central de la Universidad de Sevilla, y que efectivamente
acogió la Real Fábrica de Tabaco. “Le conté de las revueltas estudiantiles,
aunque en mi época ya no eran peligrosas”, recordaba Myriam.
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14. Noche toledana, no puede dormir pensando en lo que deja. La cabeza va por
un lado mientras la música sigue a ritmo aleatorio, dentro de la opción
“sentimental” que le dio al programa de Internet, y que manda “sus
preferidos”... suena “Canción de otoño”: "te recuerdo hoy / a ti / que eres mi
vida entera / la brisa de primavera / la Claridad / a ti / que sufres cuando me
esperas / que miras las estrellas / y que suspiras por mí // Estos días de otoño
me ponen triste / y al calor del fuego de mi hoguera te recuerdo hoy".
Si, piensa en esa persona que lo ha marcado... hoy también llueve. Junto a
estos momentos de delicia, hay también miedos, como cuando era niña en el
pueblo, después de una peli de terror, cuando en la habitación, que aunque
está sobre el hogar y la chimenea pasa por la pared hace frío, y le han puesto
una manta eléctrica, que se abrazaba a ella buscando calor, esto antes de que
se le quemara con un cortocircuito, y ya le hacía un cierto respeto el tema
eléctrico... pero aquella noche no dormía por miedo a la película, recordando
que era una casa parecida, donde habían sucesivos asesinatos, y se van
encontrando los cuerpos escondidos en pasillos tras puertas falsas, cuando de
noche una mano aparece sobre el cabezal de la cama del protagonista, aquella
mano le hizo temblar de miedo en la oscuridad, y soñar en aquella escena. Son
miedos infantiles que marcan, que llevamos dentro y forman nuestros
pequeños cuartos oscuros donde no queremos entrar... ¿De dónde vienen
esos miedos? Dicen que de la educación… no será la nuestra, pues la
oscuridad y el perro y lo desconocido nos da miedo antes de que nos
eduquen… será la educación de nuestros antecesores, que llevamos en un
chip dentro de nosotros, como las anguilas llevan dentro cómo ir al mar de los
sargazos…
Esta noche tiene que dormir, y preparar esta nueva etapa, seguir el viaje más
ligera de equipaje. Con las puntas de los dedos levanta en el aire, al lado de la
cama, sujeto por los hombros, el vestido verde, el que llevaba puesto aquella
noche, cuando se dieron cuenta de que estaban enamorados mientras
paseaban por la Alhambra... Ese traje que ahora parece querer desvanecerse
como su propia existencia, sin rumbo. ¿Qué es el amor: enamorarse? En-amor-
darse. En inglés dicen "caer en el amor"...como si fuera una trampa, un hoyo
escondido bajo la hojarasca de palabras bonitas, de miradas encendidas de
deseo. O como si quisieran poner de relieve que no se puede volver a la
superficie, una vez que caes.
Como movida por un resorte, tomó su diario de la mesita y se puso a escribir: -
”yo quiero escribir la historia de un amor que empezó por el tejado, sin
cimientos, ni mucho menos paredes”...
Mientras escribe le parece oír una voz, no sabe de quién: -”Sigue, que es lo
más difícil, la trama”.
Sigue escribiendo: -”que sea una historia que se va descomplicando según
avanza”.
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15. Sigue en su interior: -”Tú tienes estudios de historia, literatura, etc., estoy
viendo que sí tienes imaginación, sigue... yo intenté algo, algo así como de
búsqueda del sentido de la vida, el buscador”...
A la mañana, no sabrá si esto lo soñó o lo sintió en su interior, porque el límite
entre lo real y el subconsciente a veces no lo vemos claro, y estaba dando
vueltas a todo y se había cansado. Amaneció decidida de una vez a irse del
todo. Bueno, le daba un poco de risa pensar cuántas veces se había ido
"definitivamente" y había vuelto, la vida parece dividida siempre en capítulos, y
en medio de tantos caminos parece que uno se pierde, y que al final siempre
había un motivo para regresar...
Pero esta vez, estaba decidida a conseguir el divorcio: “Nunca más. Nunca
más tendré que soportar la vergüenza que sus aventurillas me producían, qué
bochorno presentarme así delante de los amigos, de los compañeros de
trabajo, los vecinos, los padres del colegio, sentir sus miradas…”
Hacía ya muchos años que se habían conocido. Formaba parte de su ser como
también la forman los recuerdos entretejidos con los primeros aprendizajes de
la vida. Sentía el frío en sus espaldas, el que se siente al dar un paso hacia lo
desconocido, al cerrar una etapa y comenzar otra nueva... sonaba mientras la
canción “Viatge a Ítaca”, la que más le gustaba de Lluís Llach, y se acordó que
también el cantante la dejó para el final de su última gira, antes de retirarse, no
recuerda si en el concierto de Centelles o el de Verges, su pueblo natal. Les
gustaba veranear en pueblos de Cataluña, y allí despidieron al cantante.
2. Juan se encuentra en su piso de Barcelona, leyendo El Ulises de Joyce, que
requiere unos días de paz, ahora se siente como en el exilio, ha vuelto de
nuevo a sus raíces, y está aún en las nubes... sabe que para meterse dentro de
algunos libros es necesario tener disponibles horas seguidas, es como una
cueva grande, que para poder entrar se necesita tiempo. Durante muchos años
no ha leído mucho, ni en la carrera universitaria -hizo Letras, y se especializó
en estudios genealógicos- ni después, cuando los años de hacer cosas le
impedían "perder el tiempo", tenía que demostrar al mundo que podía estar en
la altura de las circunstancias.
Ahora se ha hecho mayor, tiene tiempo... vuelve a cuando era pequeño, que
leyendo descubría cosas, entonces el mundo, ahora se descubre a sí mismo,
leyendo se encuentra... necesita leer. Alguien le recomendó leer mucho antes
de escribir, pero ha visto que es lo mismo, también al escribir se encuentra...
Su cuerpo está dolorido... hace días que le duele el brazo, y cuando duerme ya
no puede ponerlo debajo de la cabeza. El médico dice que debe ser ir en bici
de montaña, que el bache hace resentir la clavícula, pero que es mejor el
deporte que estar parado... que está gordo y tiene que hacer... a veces parece
que el cuerpo se resiente de pasar de él durante tiempo: no cuidar los hombros
y hacerlos trabajar hasta que se atrofian, y dejarse llevar por las ansias que
llevan a comer y estar insatisfecho, engañando al cerebro que da órdenes de
seguir comiendo. Tanto archivo, tanta inactividad, está pasando factura.
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16. Piensa que igual tiene cáncer de hueso, pero los análisis dicen que está todo
bien, excepto algo de ácido úrico: evitar vino, dice el médico, y carnes rojas y
pescado azul, y mariscos y carne de caza... recuerda una película de Woddy
Allen que -neurótico como siempre- piensa que tiene cáncer y cuando ve que
los resultados dan negativos en lugar de alegrarse se deprime, piensa en la
fragilidad humana y todo eso... que dependemos de un hilo. Los dolores nos
hacen filósofos. Una peli mala de ficción, "Crono", hablaba de uno que le nace
en las axilas una pequeña protuberancia que es la fuente de los problemas de
una especie de Alien... el director debía tener un grano allí: el dolor nos hace
pensar, es creativo ... En "Blade Runer", cuando el ultimo Andrómeda vive está
a punto de matar a Harrison Ford, y ve que se le acaba el tiempo, se clava un
clavo atravesando su mano, para detener la desaparición con el dolor, allí vive
los límites entre el hombre-lobo y a través del sufrimiento renace a un hombre-
filósofo, que tiene corazón.
Hace unos días Juan ha acabado de leer los Buddenbrook, y eso le hace
pensar en su familia, a lo largo de las generaciones, los arrieros... han quedado
tras los años de infancia, donde podía leer todo el tiempo que quería (siempre
quería más, nunca le bastaba...). Tiempo de inocencia, de creer en los Reyes...
los veía en el teatro donde podía recibir unos buenos regalos, ya la cabalgata
por el pueblo, los pajes tirando caramelos por la calle... en Bescanó, y más
pequeño, en Tortellà, haciendo “cagar el tió” aun inocente, sin saber que eran
con los abuelos que preparaban todo mientras salíamos a rezar un
padrenuestro en la habitación de al lado, y -oh maravilla!- cada vez que
cantaban la canción - "tío tío, caga turrón, de avellanas y de almendra, si cages
be...! "- al retirar la cubierta que tapaba la caja, aparecían todo tipo de viandas
y turrones y botellas de champán y otras cosas... “yo sólo quería que junto a
tanto comer apareciera algún juego –pensaba-. Ya con el tiempo, como
hermano mayor me ‘conseguí’ que los Reyes se anticipa en algún regalo el día
de Navidad, ya que después de Reyes no había mucho tiempo de jugar,
empezaba el cole... La vida pasa demasiado deprisa, aunque no sé qué quería
hacer, pero me va llevando, va saliendo lo que tenía dentro... lástima que de
golpe, de forma imprevisible, hay cosas que cambian todo... parece aquello de
que los tiburones están allí, pero no atacan... a menos que vean sangre,
entonces se lanzan y hacen destrozo. Otras veces nos enganchamos a cosas,
y lo perdemos todo... he visto mucha gente que perdió por una pegajosa droga,
o una persona que les da una influencia mala, o una idea obsesiva que los
lleva al abismo, perder todo por lo que habían luchado... me hablaron de un
mar del caribe donde se reúnen los pulpos gigantes. Allí quiso ir un explorador
con una jaula muy fuerte para hacer fotos. Se instaló allí en medio, y al hacer la
primera foto se lo comieron, desapareció la jaula y él, mientras el filmaban
desde arriba, el barco. Así de golpe, por el sobresalto del flash, salen todos los
males”.
Esta noche Juan ha soñado que estaba en guerra, cuando de repente supo
que al día siguiente tendrían un ataque fuerte, que morirían seguro. Dejaron ir a
las familias, amigos... se quedaron los que quisieron. Y se pusieron a jugar una
partida de billar. Pero en la noche, de madrugada, pensó que no era posible,
que no se imaginaba morir, que no lo habían programado para morir, que no lo
tenía previsto, que no se sentía preparado... esa sensación la había tenido
16
17. otros veces, pero nunca había pasado por la muerte. Siempre despertaba, o
cambiaba de sueño. Juan piensa que no podemos soñar lo que no podemos
imaginar. No es que piense que se va a morir pronto, no se preocupa: sólo
sabemos vivir, y eso es imprevisible, porque también de vez en cuando salen
los bienes cuando no los esperas, como aquellos cubanos que llegan a
Estados unidos que es su sueño, y sacan la lotería que les otorga la
nacionalidad... como explica aquel libro de "las nueve revelaciones" la vida nos
va preparando, por lo que vendrá.
Hacía ya muchos años que se habían conocido. Formaba parte de su ser como
también la forman los recuerdos entretejidos con los primeros aprendizajes de
la vida.
Sí, piensa que todo ha valido la pena, que no sirve decir: -no volvería a cometer
el mismo error..., pues sin la experiencia de hoy quizá haría lo mismo, es hoy
que puedo aprender del pasado, la riqueza de la memoria me permite gozar del
néctar que he ido recogiendo al caminar.
Ha sido confidente de tantos, médico de intimidades, psicólogo de la escucha,
ayuda en bares para terapia de grupo. Pero está solo. Se ha convertido en una
voz interior. Aun ausente la tiene presente. La conoció en Barcelona, era amiga
de una compañera de la facultad... escribe en su cuaderno: “se convirtió en un
amiga más del grupo, amiga con la que bromear, decía ella, porque yo le caía
mal por mi aire prepotente y liante, soñador y seguro de mi mismo... pero aquel
día se abrió la caja de los truenos, de los sentimientos y las esencias...” Ahora
se ha distraído, no sabe cómo seguir mientras embobado recuerda el día en
que intimó con ella. Quiere escribir algo sobre ella, pero demasiadas ideas se
agolpan en sus recuerdos...
Se pone un poco de música para inspirarse, Amaral... escucha: "Esa mirada
tuya, / tan profunda y tierna / que lo dice todo / en medio del silencio"... Sí,
hablaban de arte, y por los jardines del zoológico descubrió que cada cosa que
él decía era algo en lo que ella había pensado, qué bonito escucharle, sentirse
mirada por él: "Esa mirada tuya, / que eleva mi alma / e inunda mi ser / sin
tocar aún mi piel". Eran dos almas gemelas que se estaban descubriendo en la
conversación. Hablaron hasta tarde. Se les ocurrió tomarse unas copas, cosa
que les desinhibió, y estaban bastante sueltos... Se pusieron a jugar luego a las
cartas, mezclando con el juego de las prendas pero "para adentro": quien
perdía tenía que desnudar su alma, pintando un personaje, o definir el
personaje con las cualidades de los demás. Ella fue perdiendo, se definió como
una chica soñadora... "Había una chica que vivía intensamente la magia del
momento presente, no recordaba los otros momentos pasados... Por eso, subía
hasta el cielo y hacía subir a los demás, y también bajaba hasta el infierno con
una facilidad asombrosa, sufriendo como nadie los momentos de pena. Ella
sufría, además, una cierta sensación de insatisfacción, sólo quería
desaparecer, como si no hubiera existido nunca".
Juan pensaba: “¿Es posible que no la hubiera descubierto antes, que no haya
podido antes admirarla y quererla? Mi mente se eleva ante su delicada
femineidad… ¡he sido un ciego hasta ahora, negándome
17
18. al amor!” Su corazón, propenso y necesitado de ternura, se sentía lleno. El
néctar que había probado era como un abejorro de paso, que no se para ante
la belleza. Así había estado él, en su obsesión de encontrar una mujer a quien
poder amar, pero las mujeres en su belleza le movían al deseo de besar, de
apretar, de poseer, turbándose en su imaginación, como leía hace poco, entre
pieles blancas, pieles doradas, de sedas y satenes, brazos redondos y
suaves, bocas frescas, bocas anhelantes, y dientes blancos, guardianas y
incentivas a la vez de más profundas intimidades; senos suaves que hacen
pensar en almohadas de plumas sedosas, y piernas desnudas, evocadoras de
columnas perfectas, bellas cariátides turbadoras. En otros casos, de admirar
como unas divinidades. Su alma vibra ahora con nuevas sensaciones y
contempla todo con ojos luminosos, y lo ve todo con colores más vivos, y su
actuar es más vivo también, amoroso, y si ya de por sí su carácter emotivo
manifiesta su alma de poeta, ahora se expande su ser en fantasías
apasionadas, y ella le llama ya “el soñador”…
Oye voces finas en su corazón, suenan como cantos de pájaro y de niños; los
rizos de oro de Estrella, flotantes al viento y meciéndose como orégano de
amor, perfumada selva donde se pierden los dedos del hombre en el afán de
encontrar algo impreciso, impalpable, que en toda la posesión no ha podido
captar, eran música de paz. Amanecía un proyecto de algo que no era un
juego, sino un “soy tuyo”, que estaba diciendo Juan a la mujer que compartiría
su vida, con quien tendría unos objetivos mutuos, unos mismos deseos, un
mismo interés para todas las cosas; “reiríamos con las mismas alegrías y
lloraríamos con las mismas penas, sus hijos serán mis hijos…” Aquella chica
que soñaba en cada chica que conocía, que proyectaba en cada una que
pasaba cerca de mí, incluso transformando la realidad para decirle a alguien
“qué bonito, pensamos igual, sentimos igual, es como si nos conociéramos de
toda la vida”… pera luego ver que no era más que una proyección de esa idea
que llevaba dentro… ahora ¡por fin! ¡Era algo real!, ¡existía! Aquella tarea, que
juzgaba tan difícil por la que había hecho de galante en tantas fiestas, la
experiencia amorosa esperada estaba presente, sin la investigación de buscar
unos “parámetros” de que, además de sus encantos físicos y una delicada
sensibilidad, alguna otra cosa más interior adornara a la mujer esperada, que
no fuera un estar embelesado por la aureola con que uno mismo las había
rodeado… de golpe, “el amor impaciente, exaltado, llamaba fuerte, sin
miramientos, en mi corazón y en Estrella hecha mía”. ¡Oh, amor!, ¡Fuera
dudas y estar como la mariposa dando vueltas a las flores, con aquel: ¿qué?,
¿ésta?, ¿aquélla?! La indecisión que me ligaba, aquel ansiar la más hermosa,
contemplar si su cara era bellísima y su cuerpo perfecto, si su voz era dulce,
aquel ver, sí, un defecto, pero verla… la veía dúctil como el barro en las
manos del escultor y decirme: en ella podré modelar una a una todas las
cualidades de la mi mujer ideal..., todo había desaparecido con las dudas: ella
tenía que ser mía.”
-Estrella, ¡me gustas!… como la criatura elegida, tus ventanas están abiertas
como las de una casa en verano. Y me siento bien, y me he metido dentro… y
te estoy queriendo de un modo especial…
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19. Eso fue lo que le dijo en aquel encuentro, cuando descubrió todo esto de ella.
Y ella puso aire de coquetería, para decir sonriente: -«El amor es mío, yo soy
el amor». Lo decía elevándose con su vestido blanco recortada en la
oscuridad del fondo de la habitación, y más parecía una deidad surgiendo
como el nacimiento de Venus, un ser inmaterial que evocaba un éxtasis de
amor. (Vamos a meternos en el personaje, vamos a pasar del “él” al “yo”,
porque estamos con “él”)…
Yo no sabía qué decir de mí... Días más tarde le leí a Pirandello, El difunto
Matías Pascal: "Las almas tienen su particular manera de entenderse, de
intimar hasta tutearse mientras los sujetos siguen cohibidos por los
formalismos, aprisionados en el corsé de las normas establecidas. Las almas
tienen necesidades suyas propias, aspiraciones a las que el cuerpo hará oídos
sordos a poco que crea imposible satisfacerlas o realizarlas. Y cada vez que
dos personas que se comunican de esta forma entre sí se encuentran a solas
en algún lugar, experimentan turbación, angustia y casi una violenta repulsión
al mínimo contacto exterior, sufrimiento éste que las aleja y que desaparece
en cuanto interviene un tercero. Entonces, pasado el mal rato, las dos almas,
aliviadas, se buscan otra vez la una a la otra y vuelven a sonreírse desde
lejos".
Uno de esos ratos deliciosos, Estrella me miró, y me preguntó: "¿-Cuál es el
secreto de una mujer?" Me enfadé, porque no "pillaba" la pregunta.
Le contesté algo así como: "-Difícil responder, porque el secreto de una mujer
no lo conoce ni ella misma..."
–“Si, en el fondo eso pienso, me veo algo así como has dicho... un mar de
dudas”.
Pero esto no se veía por fuera: era alegre, y no sólo esto: habitualmente era
mágica en todo el que hacía. “-Sí, respondía cuando se lo insinué: mi mundo
interior, ese punto de tristeza e insatisfacción, muy pocos la conocen... sólo tú,
con quien comparto lo que siento”. No es que ella no tuviera confianza en todo
el mundo, no: hablaba, necesitaba estar con gente y hablar, pero abría mi
mundo interior a pedazos, según fuera bien a la gente o yo lo necesitara, es
como si voy repartiendo un puzzle, que a trozos voy enseñando algo de mí,
que yo llenaba a los demás de ilusión y esperanza porque sabía escuchar y
hacer que el otro se sintiera importante, acogido y sobre todo alguien que era
amado, que su existencia importaba, que importaba a alguien... "Como si fuera
un puzzle"... “si, quizá, decía, porque a éste le explico esto, y con esa otra
amiga lo otro... o con mi madre aquello... aun cuando veo las amigas algo
celosas, de aquellos sentimientos íntimos que no comparto, porque hay
temas que prefiero hablarlos con amigos, con los que me entiendo mejor para
algunos asuntos: tú, Juan, el primero”...
Estrella vive el "momento mágico", existe en presente y esto es bueno, es la
vida en esencia… “y que los otros me quieren así... -seguía ella- pero me veo
débil e inestable, como Margarita... ésa sí es inestable... un corazón con
patas”. Margarita es una colega, profesora de instituto, compañera con la que
19
20. tenía un cine fórum, en el pueblo, y hacen muchas otras actividades juntas:
clubs de lectura, ayuda a madres solteras, cursos de alimentación con leche
materna…
Un día Juan le preguntó: -“Estrella… recuerdas qué es lo primero que te fijaste
en mí?”
-“Sí, yo era entonces muy tímida, no sabía cómo comunicar mi mundo interior,
pero aquel día, vi una mirada... aquello fue una revolución, descubrí que lo
sabías todo de mí, que me aceptabas... una alma gemela, alguien con quien
hablar... esto fue para mí un terremoto... A partir de entonces tuve con quien
hablar de todo, ya no me sentí más sola, no pasé más por aquel vacío que
siempre había sentido, abrí los ojos y vi mi misión: vi que todos necesitamos
sentirnos comprendidos y queridos, que no basta que te quieran sino que lo
has de "sentir", y al ir por la calle me parecía que muchas miradas eran tristes,
que los demás se sentían incompletos, que podían tener también esta
necesidad...”
Juan tenía experiencia que en sus clases, las alumnas respondían ante la
pregunta de qué es ser feliz: “sentirse querido”. Pensaba que el papel de la
mujer en el mundo es llevar el fuego del amor, la antorcha olímpica de la vida,
el hogar en el sentido de familia: no la vanidad de sentirse halagado, sino
querido: y ahí está la madre.
Estrella le decía: “pero también los amigos tienen un papel especial, ciertos
amigos especiales...” Aquel día me dejó escrito esto en una carta, en un
sobre, al despedirse:
“Hoy has abierto tu corazón, y tu casa, a los que lo han necesitado. Y no has
pedido nada a cambio. Dicho así, suena como algo extraordinario, y difícil de
llevar a cabo, en este mundo individualista en que vivimos, en esta sociedad
egoísta que busca satisfacciones instantáneas, como si de un servicio de
messenger se tratara: quiero sentir amor hoy entre 11 y 12 de la noche, le doy
al correspondiente botón, el de teleamor, y...voilà! Necesito ayuda para
mudarme y...un momento, ese botón de teleamigos de alquiler, sí, estupendo,
si no tienes a nadie, no te preocupes, no estás solo en el mundo (aunque en
realidad sí que lo estás, si no tienes dinero para pagar...), en seguida te llegan
a casa tres nuevos "amigos" dispuestos, por un módico precio, a ayudarte con
los trastos de la mudanza...
¿Es que acaso te despiertas ahora de un mal sueño? No, el mundo, muchas
veces, no ve más allá de sus propias narices...
Pero tú has roto el círculo: has dado tu tiempo, has dado tu fuerza física, has
dado tu conocimiento y tu información, has dado tu compañía, has dado tu
sonrisa, todo aquello que la mayoría nos guardamos tan celosamente, como
si lo fuéramos a necesitar en momentos de vacas flacas, como si
estuviéramos de por vida obsesionados con tener la despensa bien
aprovisionada.
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21. Y no nos damos cuenta de que, algún día, nos llegará el momento del último
viaje, aquel que se hace sin equipaje, todos viajando en la misma clase, y sin
billete de vuelta...
Tú no has calculado que hoy te quedabas sin nada, no has reservado nada
para mañana, por si acaso... no has sido previsor como la hormiga, para
muchos habrás sido un imprudente, por abrir tu corazón, por abrir tu casa.
¿Cómo es posible ir tan contracorriente? ¿Hay que estar hecho de una pasta
especial? ¿Es necesario ser diferente, mejor, más santo? ¿No te das cuenta
de que la gente te mira con recelo, de que asustas a algunos, de que podrías
quedarte solo?
Tú conoces el secreto: el secreto está en Su Paz. La que nos anunció ya
antes de irse, y que nos dejó como el mejor don. Sin esa paz en el corazón, es
inútil esforzarse en ser feliz, o intentar hacer feliz a alguien. Esa paz que se
contagia, que se escapa por los poros, que está hecha de un material cuya
densidad la hace capaz de ser recortada en pequeños bombones, bombones
que regalar luego en bonitas cajas decoradas con enormes y vistosos lazos de
colores, con tarjeta y dedicatoria, acompañando cada latido de tu corazón, tu
corazón lleno de paz.
Hoy has vivido el mejor regalo, Su Paz. No quieres que termine el día sin dejar
constancia de lo que has sentido en tu tejido más íntimo. Y mucho menos
podrías irte a dormir sin antes haber abierto todas esas cajas llenas de paz
empaquetada y lista para regalar. Pasen y vean. Pero no sólo miren: pasen y
sírvanse, por favor, compartan esa paz que tú has recibido en tu corazón,
simplemente por vivir de fe, por creer creyéndote lo que crees, por imaginar,
aun sólo por un momento, que lo que crees ya es realidad, una hermosa y
“real” realidad, sí, que se superpone a los momentos bajos que todavía
vendrán, que los viste de blanco, de blanca paz…”
Pasaron los días y vivían felices sus paseos y charlas… Juan cada día estaba
más entusiasmado con Estrella, aquella criatura, físicamente adorable,
exuberancia de amor colmada, sobre todo porque para compartir su vida
necesitaba una mujer –le decía- de “mi especie, de mi clase. Más o menos
culta, más o menos perfecta, pera una mujer íntegra: inteligente, espiritual y
sensible hasta el apasionamiento, que pudiera seguirme en los lejanos confines
de mi ser y de mi pensamiento. Yo no puedo soportar una conversación de diez
minutos con ciertas personas, imagina como aguantaría, a una mujer con la
que no pudiera congeniar, toda una vida… las cualidades intelectuales, pero
sobre todo el corazón, sintonía de afectos, sensaciones, emociones… ¿no es
esto unirse para toda la vida?”
Cada día aquella luminosa figura de la mujer ideal era más viva dentro de Juan,
pero todas estas palabras sobre el amor perfecto hacían mella dentro de
Estrella, de un modo que Juan no sospechaba… y mientras era para él más
querida, ella también profundizaba en un amor más alto.
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22. Como vela en la nave que acompaña, así es la vida una barca, parafraseando
la canción, “con dos remos en el mar, un remo aprieta mi mano… el otro lo
mueve…” el Señor… aunque parezca el azar… y empujaba en sus
pensamientos, deseos, lo que llamamos voluntad y en realidad es el corazón.
Ella sabía adorar como Juan, en la maravillosa naturaleza, en una hermosa
figura, en una buena música, en su alma y la de los demás, el Dios Creador.
Rezaban juntos, y Juan le explicaba, le leía, le abría el corazón:
-“El alma, errante, debe buscar infatigable aquella luz y verdad interior que la
ilumina, que la mueve a comprender, porque si no, fatigada de buscar y
desesperanzada, se echa a perder”.
Estrella hacía su camino interior… se había enamorado del amor, sabía que el
amor es lo más alto y lo más peligroso, que podía ser el comienzo de su
lanzarse al vacío... como en la película "Agua para el chocolate" prefería vivir la
vida con emoción, aunque fuera más corta, que consumirla aburrida… tenía la
magia del instante: buscando la piedra filosofal descubrió el fósforo. Me leyó un
día de esa película: “Mi abuela tenía una teoría muy interesante; decía que
todos nacemos con una caja de fósforos adentro, pero que no podemos
encenderlos solos... necesitamos la ayuda del oxígeno y una vela. En este
caso el oxígeno, por ejemplo, vendría del aliento de la persona que amamos; la
luz de la vela podría ser cualquier cosa: una melodía, una palabra, una
melodía... tipo de comida, música, caricia, sonido, palabra o sonido que dispare
el detonador y encienda, engendre la explosión que encenderá uno de los
fósforos. La combustión que genera que se encienda uno, eso es lo que nutre
de energía al alma... Por un momento, nos deslumbra una emoción intensa.
Una tibieza placentera crece dentro de nosotros, desvaneciéndose a medida
que pasa el tiempo, hasta que llega una nueva explosión a revivirla. Cada
persona tiene que descubrir qué disparará esas explosiones para poder vivir,
puesto que la combustión que ocurre cuando uno de los fósforos se enciende
es lo que nutre al alma. Ese fuego, en resumen, es su alimento. Si uno no
averigua a tiempo qué cosa inicia esas explosiones, la caja de fósforos se
humedece y ni uno solo de los fósforos se encenderá nunca. También es
importante encenderlos uno a uno, porque si por una intensa emoción se
encienden todos de golpe aparece un fulgor impresionante, un resplandor tan
fuerte y aparece ante nuestros ojos un túnel esplendoroso que nos muestra el
camino que olvidamos al nacer y que a la vez nos llama para encontrar nuestro
perdido origen divino” (Laura Esquivel).
Un día, Estrella le dijo a Juan que necesitaba hacer un viaje, tomar distancia…
fue a hacer una experiencia espiritual a la India, con las monjas misioneras de
la Caridad, las de Teresa de Calcuta. Ya no volvió. Breves cartas pusieron fin a
tantos proyectos. La amistad se volvió de otra manera, en la distancia. Para
Juan fue un duro golpe, pero no protestó. No quería competir con nada ni con
nadie, y menos con ese amor más alto. Pero le asaltó el desconcierto, le faltó el
“hacer pie”, se sintió “pedalear en el vacío” y que lo que ayer era, hoy ya no es,
que cuando te dicen “sí”, mañana puede ser “no”…
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23. Juan se encuentra ahora en su piso de Barcelona, y cansado de los estilos
rebuscados del Ulises, duda, y en estos casos hizo lo que solía, leer aquellos
versos que siempre le habían cautivado: "Cuando emprendas tu viaje hacia
Ítaca / debes rogar que el viaje sea largo, / lleno de peripecias, lleno de
experiencias. / No has de temer... si tu pensamiento es elevado, si una
exquisita / emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo... / Debes rogar que el
viaje sea largo, / que sean muchos los días de verano; / que te vean arribar con
gozo, alegremente, / a puertos que tú antes ignorabas... / para aprender, y
aprender de quienes saben. / Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca: /
llegar allí, he aquí tu destino. / Mas no hagas con prisas tu camino; / mejor será
que dure muchos años, / y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla, / rico de
cuanto habrás ganado en el camino. / No has de esperar que Ítaca te
enriquezca: / Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje. / Sin ella, jamás
habrías partido; / mas no tiene otra cosa que ofrecerte. / Y si la encuentras
pobre, Ítaca no te ha engañado. / Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia, /
sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas" (Κonstantínos Pétrov Kabáfes)
Caminos de amor...
3. Myriam lleva su equipaje a una agencia de transporte y lo manda a casa de
sus padres; piensa: cierro capítulo… “Sí, esta etapa ha valido la pena, no sirve
decir: no volvería a cometer el mismo error..., pues sin la experiencia de hoy
quizá haría lo mismo, es hoy que puedo aprender del pasado, la riqueza de la
memoria me permite gozar del néctar que he ido recogiendo al caminar, y
preparar esta nueva etapa, seguir el viaje más ligera de equipaje”... pero está
triste, no se convence. Con las puntas de los dedos vuelve a levantar en el aire,
sujeto por los hombros, el vestido verde, el que llevaba puesto aquella noche,
cuando se dieron cuenta de que estaban enamorados mientras paseaban por
la calle Sierpes... Ese traje que ahora parece querer desvanecerse como su
propia existencia, sin rumbo. ¿Qué es el amor: enamorarse? En-amor-darse.
En inglés dicen "caer en el amor"...como si fuera una trampa, un hoyo
escondido bajo la hojarasca de palabras bonitas, de miradas encendidas de
deseo. O como si quisieran poner de relieve que no se puede volver a la
superficie, una vez que caes.
Como movida por un resorte, se puso a escribir en el diario: “esto ha sido la
historia de un amor que empezó por el tejado, sin cimientos, ni mucho menos
paredes... que se va complicando según avanza”. Recuerda que había
terminado Historia, hacía el doctorado, tenía una inquietud, búsqueda del
sentido de la vida, y apareció él, que era también el buscador... se convirtió en
su confidente, médico y psicólogo, y casi en una voz interior.
Ahora entendía que quizá esto forma parte de la mentalidad del perverso,
adecuarse a lo que el otro desea, para después cazarlo… "Lo mataría... lo
peor era que la miraba con descaro, como el que no quiere la cosa y está
contando una historia de piratas... es curiosa la canción: 'Esa mirada tuya / tan
indescriptible / que llena de amor / a este libre corazón. / Esa mirada tuya, /
tan profunda y tierna / que me lleva a entender / que aún estoy viva y siento. /
Esa mirada tuya...' Seguimos paseando hasta tarde, a pesar del complot para
23
24. que intimáramos, y yo disimulando mi interés, pensando si sería mi alma
gemela, mostrándole sin querer el fondo de mi alma.
Oye otra vez la voz interior, que le dice que el secreto de la vida es vivirla,
sabiendo que lo mejor siempre está por llegar, y que tiene que cumplir los
deberes, y es que ella, siendo única en su esencia, maravillosa, inteligente y
encantadora, tenía un defecto: no se valoraba. Tanto era así, que pensaba que
no era lo suficientemente buena o inteligente, o que no quería lo suficiente a los
demás o a Dios... su espíritu negativo le hacía ver las cosas que no
funcionaban, aquello de cuánto le falta a la botella para estar llena, veía que
estaba todavía algo vacía, y no sólo se tiraba al agua y se hundía en estos
pensamientos, sino que no teniendo lo suficiente con sumergirse iba a fondo
inmediatamente, y rascaba al fondo para hundirse aún más...
Ya mandó la ropa a casa de sus padres. Hace la mochila y se decide a hacer el
Camino de Santiago. Ha visto que es año jubilar y que mucha gente tiene allí
experiencias, y ella necesita desconectar… Así lo comunica a sus padres, que
naturalmente la apoyan, y sale al amanecer en autoestop… rumbo al norte.
Quiere pasar por algunos sitios que no conoce…
4. Juan va de excursión al Vignamale con unos amigos. Es el glaciar más
bonito que tiene los Pirineos. A finales de junio, cerca de su santo, es cuando
mejor se puede andar por esos sitios peligrosos, porque la nieve está en su
mejor momento, y el hielo no traiciona: no se abren grietas que te tragan
hundiéndote bajo la nieve. No es que no le guste estar estos días en la
verbena, que tanto se celebra con ruido de petardos al fuego en honor de la
noche más corta, pero no está de humor… prefiere huir, la soledad de las
estrellas. Duermen al lado de un embalse, después de cinco horas de viaje, por
el sur francés yendo rumbo oeste; después de un sueño reparador, se levantan
temprano y comienzan a subir, pasan de madrugada al lado de un refugio
donde saludan a los montañeros que prefieren dormir a cubierto en lugar del
campo. Ellos han dormido haciendo vivac, siempre con la tienda igloo a punto
de desplegar en caso de lluvia, pero se pasó Juan mucho rato mirando las
estrellas. Mirar las estrellas, desde lo alto, tiene un efecto mágico. En una
excursión a los Biciberris, otro monte cercano, le despertó un compañero a
media noche para que saliera a contemplar el cielo, pues había cometas, las
llamadas lágrimas de San Lorenzo, alrededor del 10 de agosto. A más de 2500
metros, la transparencia de la atmosfera es deliciosa, y mirar el cielo tumbado
produce vértigo, la sensación de que te caes hacia las estrellas. Un cometa se
abrió en su esplendor como dejando una capa desplegada, como las que
ponemos en navidad, fue maravillosa la visión, aunque duró solo un instante. El
duerme caído en Estrella…
Ahora al caminar no notaba el cansancio, sino que llevaba las estrellas dentro.
Seguía la estrella… eran tres horas y media de glaciar las que ahora tenían por
delante, seguirían luego hacia la punta de la izquierda. Subirían por ese pico,
para hacer la corona de los tres mil metros, unos cuantos, hasta la Punta Midie,
la más alta, y después de hacer el semicírculo, la “olla” del glaciar, bajarían por
el otro lado, al mediodía… fue entonces, al ver la luz del sol en lo alto, cuando
Juan se decidió: no volvería a Barcelona, sino que haría el Camino de
24
25. Santiago. No volvería por la parte francesa, sino que al bajar, a media altura,
tomaría el camino francés que por allí pasaba, cruzaría la Brecha de Roland, y
pasaría al Pirineo español, en este tiempo fácilmente transitable… ya no
necesitamos ir a buscar una bolsa de monedas de oro para el viaje, con la
tarjeta de crédito podemos hacer lo mismo sin desplazarnos al banco ni llevar
peso…
Se despidió de los demás, que volverían en coche. Él, andando, tomó un atajo
para la Brecha… entre hielos y nieve, trochas y escarpados, conectó con el
Camino. Recordó la película “Donde los pies te lleven”… y con gusto se dejó
llevar por los pies, pues necesitaba eso, soledad y caminar por un camino
donde la meta no fuera el destino sino el mismo caminar, el camino interior que
se creaba al andar, esa magia que genera un destino por la proyección que
uno va creando en su interior… “caminante no hay camino… son tus huellas al
andar”. Caminando hacia Compostela, se sentía parte de una historia
milenaria, de millones de personas de tantos sitios de Europa, un río de vida
que aúna y entremezcla tantas historias, y le parecía oír el murmullo de alguien
en su interior. Sí, no era un itinerario como otros, de tipo cultural: del barroco,
del cister, seda o de los vikingos…
Las luchas internas de ese camino se van jalonando con las que se encuentran
en el caminar, enriquecidas por la imaginación épica. Se encontró con las
ruinas del hospital de Santa Cristina, que en su tiempo fue una de las columnas
para sostener a los pobres peregrinos, tan importante como los hospitales de
Roma y Jerusalén. Por el Summum Portus que llaman la Brecha de Roland,
Puerto Áspero también lo llaman, le parece oír el resonar de los pasos de los
peregrinos de antaño del centro y este de Europa, que proceden de Arles,
Montpelier y Tolosa y Oloron (los que venían del Norte pasaban por París y
Burdeos, y atravesaban los Pirineos entrando por Roncesvalles). Así, llega a
Somport, y contempla el impresionante circo de montañas. La carretera está
llena de hoteles, restaurantes y chalets de las urbanizaciones de la estación de
esquí de Candanchú. Pasa por Canfranc, antiguo campo de los francos. La
Torre de Felipe II muestra su temple defensivo… contempla el esplendor de lo
que fue y ha vuelto ahora a tener con la reapertura del Camino, ya antes con la
restauración por el turismo, pero se cerró el flujo de peregrinos con la caída de
devoción en la época de la reforma protestante, que limitó mucho el flujo de
peregrinos de muchos sitios de Europa… llegó luego a Jaca, donde el Maestro
Bernardo plasmó aquella maravilla del románico. El arte de taller le gusta,
sabían trabajar en equipo, sin figurar… comienza a ver Juan, al salir de
Cataluña, el papel de Santiago en la cultura de los antiguos Reinos del Norte
de España, y es que con la irrupción del islam en el siglo VIII pasó de
evangelizador a protector celestial, y en el Codex Calixtinus, la primera guía del
Camino, lee Juan que el apóstol se aparece en sueños a Carlomagno, le
explica el sentido de la Vía Láctea, como clave para encontrar su sepulcro en
Galicia, y le invita a liberarlo y a rescatar España del dominio islámico,
reintegrándola al conjunto de la Cristiandad occidental. Es verdad que en la
España omeya los obispos de la iglesia visigoda miran mucho hacia Roma,
pero los de los nuevos Reinos del Norte, miran a la fuente apostólica del
evangelizador Santiago… “¡aquella ruta poblada de riesgos y trabajos que la
sandalia del peregrino iba labrando piadosa en el polvo de la tierra!”, dirá Valle
25
26. Inclán. Juan también se entretuvo en leer, en una de las posadas de San Juan
de la Peña, del famoso Códice, que el prefacio lo escribió el Papa Calixto II:
que es muy hermoso, porque narra como él, que tuvo que emprender un largo
viaje, fue despojado de sus bienes por salteadores pero pudo conservar al
menos el códice; encerrado en prisión, lo perdió todo menos el códice;
naufragó varias veces y a punto de muerte, al salir a tierra firme, con él se
salvó el códice. Ya conocía una copia antigua que había visto en Barcelona,
que en el siglo XII copió un monje de Ripoll y que se conserva en el Archivo de
la Corona de Aragón. Juan estaba metiéndose y como conectando con el siglo
XII, le gustaba estar entre templarios y caballeros de Santiago, le parecía que
sintonizaba con ellos y con los peregrinos, con los que construían templos y
casas, y los que hacían penitencia la que Roncesvalles ofrece el escenario de
la gran batalla con la roca que Roldán quiso quebrar su espada y la sepultura
de sus compañeros mártires. Leyendas varias dejan colgadas en santuarios el
olifante que Roldán hizo sonar en balde antes de su muerte, y que a Juan le
recuerdan el gemido de su corazón herido. Le parecía caminar junto a los
caminantes del siglo XII…
Luego de Pamplona, la conmemoración de su combate con Ferragut, en un
capitel del palacio Real de Estella, le hará pensar en su combate silencioso con
Estrella. Borracho de historia y de cultura, dentro de la corriente cultural y
cultual del itinerario, se olvidó de nuestro siglo y, como en aquella película de
“la momia”, tenía ya visiones del pasado, en las que él era protagonista del
mundo del Cister, de los tiempos de Leonor de Aquitania o de las chansons de
geste. Se sentía conectado a Cluny a través de los prioratos del mediodía
francés, lo notaba por la corriente artística a través de capiteles y grabados,
escultura y pintura, arquitectura y caminar. Dormía donde podía, comía y
hablaba con quien encontraba. Estaba a gusto. Veía las tumbas de los que
murieron al andar. Iconografías y corazonadas, locuras y afán de libertad,
promesas y penitencia, búsqueda y afán de olvidar… románico y eternidad. Un
tiempo que se detiene. El reloj se vuelve obsoleto. No hay prisa. Toma el carnet
y comienza a sellarlo por donde pasa, pues lo quiere de recuerdo, no sabe si
para la famosa jacobea o para saber que ha sido real todo aquello que está
viviendo, pues en la memoria encontramos nuestra identidad, y quiere hacer
memoria de estos momentos, grabarlos en papel para sellar cada paso que ha
dado en esa nueva identidad que está cobrando en su interior. También ese
Camino se fue forjando desde Conques, Toulouse y Gascuña allá por 1075 a
1125 y aunque no pasará ahora por la catedral de Jaca se siente unido a todas
esas iglesias majestuosas que se levantaron en San Martín de Frómista, San
Saturnino de Toulouse y Santa Fe de Conques… ya pasará por las de San
Isidoro de León y finalmente la maravilla de Santiago, aunque tiene el
Obradoiro ya barroco. Un espacio “integrado”, lo podríamos llamar… con
hospitales y todo tipo de servicios en el camino, ahora marcados con el signo
europeo que hasta un tonto puede hacerlo sin perderse. Como es año jubilar,
Juan sabe que aunque ahora está solo, en la parte final se encontrará con
mucha gente, pues como en aquellos siglos de antaño más de 250. 000 y aún
500. 000 personas también hoy hacen el camino cada año. Quizá muchas
más… un río de gente, sobre todo al acercarse el verano y la fiesta del Apóstol.
26
27. No hay un gótico, un renacimiento o un barroco “del Camino de Santiago”,
aunque los encontremos “en el Camino”. Es un arte que coincide en que enlaza
también las capitales de los reinos hispanos: León, Burgos, Nájera, Pamplona y
Jaca, y a su vez ellas con el resto de Europa. Se está desarrollando la reforma
romana, dejando el culto toledano o hispalense, y el románico es el cauce para
esa “cristianitas” emergente. Toda la economía, además de la política, y los
demás aspectos sociales, vertebran en torno a este Camino francés, el Camino
de Santiago. Por tanto, el aspecto religioso se ve revalorizado por la cultura y el
arte, la sociedad y la reconquista, en una época en que el antiguo reino de
Toledo tiene fronteras indecisas. No fue sólo cauce de maestros y talleres con
las consiguientes fábricas catedralicias y monasteriales, canteras y gremios
artesanales, sino que interactuaba todo esto con los tributos que los reinos
cristianos pedían a los taifas musulmanes, cuantiosos dineros que revertían en
arte y prosperidad que generaba riqueza en este Camino cada vez más bien
surtido de servicios, eje vertebrador del resurgir de la vida urbana a lo largo del
Camino.
5. En el comienzo del Camino…
Viatores o camineros llenan el camino a Santiago, todo a medio a hacer, lleno
de andamiajes. Bernardo Gilduino ha venido de Frómista, llamado por Sancho
Ramírez rey de Aragón para trabajar en la catedral de Jaca. Estuvo en la
portada occidental plasmando el escenario y decorado del ritual de la
penitencia pública, con alegorías inspiradas en el Bestiario y ejemplos bíblicos.
A su muerte, en 1094, se queda sin trabajo, y se acoge a Alfonso VI de Castilla
y León, por eso viaja a Compostela, para construir su catedral. Por el camino
va viendo las construcciones que se levantan en el camino, la más imponente
la de Burgos, también la de Astorga, pero como tantas desaparecerán con el
tiempo, también la de Pamplona no verá el paso de los siglos. El románico
cederá al gótico, en esas ciudades prósperas… el paso del tiempo, el río de la
vida, hará que después de una cosa venga otra… la vida continúa. Los
capiteles que nos han quedado conectan todo ese itinerario, ese río del
románico, que conectaba el camino de Santiago. Alguna capilla de San Nicolás
nos confirma que ese santo andariego era también buen patrono del Camino.
León, con su catedral e iglesias, está también en los cimientos del Itinerario, de
ese comenzar de la aventura del andar del caminante.
La introducción del rito romano por mandato de Gregorio VII fue traumática en
Castilla y León, a diferencia de Aragón que se desarrolló pacíficamente. En sus
cartas, el Papa instaba a la reforma recriminando cómo la iglesia de Hispania
se había desviado desde la evangelización por parte de los siete varones
apostólicos enviados por Pedro y Pablo. No hay mención a la tradición jacobea,
y la construcción y magnificencia de la catedral de Santiago será una manera
de reparar tal omisión por parte de Roma, una forma de reivindicación: una
peregrinación que dará sombra a la de Roma, o será una alternativa, ante la
imposibilidad de ir a Tierra Santa.
Bernardo ha de plasmar también en la portada norte de la catedral de Santiago
el tema penitencial, programa de los peregrinos que entrarán ahora triunfantes
27
28. al final de su caminar. No todos, pues algunos quedan en la ruta, y allí son
enterrados. A lo largo del camino, se muestran por el Maestro los medios para
alimentarse, como el Bautismo y Eucaristía, ejes argumentales de la Puerta del
Cordero de San Isidro de León (aunque enmarcados en la realidad actual de la
lucha contra el Islam). Otros, enfermos, siguen en los hospitales, esperando. El
pecado y expulsión de Adán y Eva evocarán en esa puerta el destino de la
humanidad hacia la redención, expuesta en la portada de las Platerías.
Siempre una referencia a Cluny, pero espiritual, porque aunque éste intenta
dominar con su hegemonía el Camino, o crear una peregrinación en torno a
ese monasterio, no conseguirá nada de eso… cada cual tiene su papel en la
historia. Tierra de Campos será foco original de la expansión de Cluny en
Castilla y León; y Sahagún, a imagen de Cluny y corte y panteón familiar de
Alfonso VI, será un lugar especial de esa expansión artística de la abadía
borgoñona. Serán obras de taller, en el que el maestro, como Bernardo, da los
últimos toques. Bernardo destaca como escultor, era el mejor de Frómista. Su
taller alcanza a León, Compostela y la misma Toulouse, lo que se llama un
retour d’influences. Aunque Bernardo vaya de un sitio a otro, restos de su taller
sigue en su sitio, con lo que ha aprendido siguen su obra, en las puertas de la
catedral de Pamplona y tantos otros sitios.
Bernardo se extasiaba ante la grandeza de los templos, entonces de tres naves
rematadas en ábsides semicirculares. Sobre todo Santiago será la niña de sus
ojos, que con San Martín de tours, Santa Fe de Conques, San Marcial de
Limoges y San Saturnino de Toulouse compondrá el selecto grupo de
santuarios que serán términos de peregrinación, y sin duda la primera del
mundo será la que ahora tiene que esculpir. Contempla el plan del
ininterrumpido camino de ronda que componen las naves laterales del cuerpo y
transepto con el deambulatorio, permite que pasen los peregrinos sin interferir
en el culto central. Las naves laterales irán poblándose de cultos alusivos a los
otros santuarios: Bari, Roma, Conques, Vézelay, Tours, Jerusalén…
En medio de tanta construcción, Bernardo hacía su camino interior, al querer
plasmar esa penitencia que veía en los peregrinos. Adán fue el primer
peregrino, Cristo dirigió su caminar hacia Jerusalén, en un cumplir su misión, la
Pascua. El camino pascual había de ser también el nuestro, el de cada uno.
Tenía dentro la pena reseca de tiempo atrás, producida por una desventura
que había intuido desde pequeño, cuando sabemos que cierta cosa pasará,
algo que se adelanta a su día y se hace presente en el corazón, se hace
sensible.
En medio de tanta construcción, Bernardo iba con los atributos del peregrino de
un sitio a otro con parte de su gente y enseñando a otros; viajaba con la
ennegrecida calabaza, el sombrero de ala ancha, el bordón, las conchas
sujetas en la esclavina que, de regreso a su patria, le servirán de recuerdo para
demostrar no ya que estuvo en Compostela, sino que hizo su camino interior, al
querer plasmar esa penitencia que veía en los peregrinos.
Especialmente en la fiesta del Apóstol, la catedral en construcción era una
maravillosa fiesta en torno a la memoria del descubrimiento del sepulcro de
28
29. Santiago, corolario del papel jugado por el culto jacobeo en el restablecimiento
de la unidad tras la crisis adopcionista; los documentos que aparecían o se
escribían en torno a la aparición del sepulcro y su traslado a Galicia, tal como
se recogía en la epístola de León, pasaron a los martirologios de los países de
occidente, y así leemos ya antes del 860 en las anotaciones del 25 de julio:
“natividad de Santiago… sus sagrados huesos, trasladados a España y
sepultados en sus regiones occidentales, hacia el mar Británico, son objeto de
una celebérrima veneración por parte de aquellas gentes”. Si en el siglo IX no
se puede hablar de “el camino”, en el X hay distintas rutas ya trazadas, y en el
915 Ordoño II de León concede a la Iglesia de Santiago el dominio, con
carácter de ingenuos, sobre los siervos que residieran junto al sepulcro durante
cuarenta días, sin ser reclamados por sus dueños. Se trata de un calco de la
costumbre que Gregorio de Tours se refiere sobre el sepulcro de San Martín en
el siglo VI. Por estos años, comenzamos a tener referencia de peregrinos
insignes que vienen de más allá de los Pirineos, comienza una reacción en
cadena… es lo que dirá el poema de Fernán González: “fuertemente quiso
Dios a España honrar; / cuando al Santo Apóstol quiso y enviar: / De Inglaterra
e Francia quísola mejorar, / sabet non yaz apóstol en todo aquel logar…”
El Códice Calixtino, o Liber Sancti Iacobi, manuscrito del siglo XII está lleno de
historias del peregrino. De hecho, toda la vida del peregrino es ya una historia,
pues muchos de ellos son desplazados, tuvieron que salir de su pueblo o
ciudad por un crimen, por un pecado, y la penitencia mejor era desaparecer un
tiempo, quitarse de en medio para que la memoria olvidara aquello, y la mejor
forma de que todos se olviden de todo es mandar un peregrinaje, o
autoimponérselo. Así se redimía la persona, y en ese caminar surgían milagros
que probaban su conversión, el cambio de vida. Las leyendas se iban
enriqueciendo con otras leyendas, y algunas son maravillosas. San Virila fue un
monje de Leyre, monasterio benedictino, promovido a abad el 928 y lo gobernó
hasta el 944, pero ya desde unos años antes tuvo una crisis espiritual, dudaba
de la Eternidad, se preguntó cómo es posible que el tiempo, que vemos pasar
en días y noches, estaciones y años, no tenga fin ni principio, y pidió al Señor
que le mostrara si transcurre el tiempo o si es el tiempo el que está quieto y
somos nosotros los que pasamos. Un día, en un frondoso paraje del robledal
que está detrás del monasterio, Virila se sentó en una piedra para escuchar el
canto de un pajarillo. Cuando volvió al monasterio, ¡oh sorpresa!, no conocía a
nadie, y nadie le conocía. Ya no vestían de negro, sino de blanco. No eran
benedictinos, sino cistercienses, habían pasado 300 años, y el Císter sustituyó
a la Orden de San Benito en 1239 en Leyre. Consultaron los archivos y vieron
que en el 944 un abad de nombre Virila desapareció en el monte, creyendo
todos que fue devorado por los lobos.
“¡Aquella ruta poblada de riesgos y trabajos que la sandalia del peregrino iba
labrando piadosa en el polvo de la tierra!” Viejos con perfil monástico, con boca
grande semejantes a sandía abierta, aficionados a crearse aficionadas como
fauno viejo entre sus ninfas, cuentan los libros que cuentan esos personajes
historias de amor mientras le invitan a tomar un bol de leche caliente con sopas
de pan: “Un ciego mendicante y ladino, que arrastra luenga capa y cubre su
cabeza con parda y puntiaguda montera, refiere historias de divertimento a las
29
30. mozas sentadas en torno suyo…” mientras el número de peregrinos iban a
visitar la tumba del Apóstol ya ha subido a unos 500. 000 al año.
6. Cada caminante es una historia andante
Manolo está en Granada. Triste. Solo. Desconsolado. Un amigo suyo le cuenta
historias, todas bonitas… en la terraza de un bar de la plaza de Puerta Elvira,
entre ensueños le escucha: “Vuelvo del Camino de Santiago con un grupo de
jóvenes, hemos acabado en la Misa del peregrino, en la magnífica catedral
donde se venera la tumba del Apóstol. He podido concelebrar con el párroco de
la catedral y otros sacerdotes venidos de Salerno y de Salamanca. Desde la
bajada del último tramo, el monte donde se domina la meta final (por eso se
llama el Monte del Gozo) el cansancio se juntaba a la alegría de conseguir el
objetivo; por eso ahora en la Eucaristía había algo especial, también por
compartirla con tantos peregrinos venidos de los lugares más distantes, los de
mi grupo, unidos a tantos compañeros de camino esporádicos, con los que ha
habido un tiempo de conversación o nos hemos ido encontrando en los
albergues, los que nos han contando historias magníficas, pensamientos
sublimes, o penas muy duras de llevar... aquí estamos todos, también los que
no han entrado, tantos que no conocen la fe pero que han hecho el camino
guiados por esta luz de aquel primer apóstol, es la luz de Jesús que ilumina de
algún modo todo, que marca el camino también para los errantes, como el que
decía: “estoy confuso. Hay demasiadas interpretaciones de la existencia
humana. Del cómo y el por qué estamos aquí”.
Su amigo se llama Luís, y es sacerdote, ha ido con un grupo de jóvenes de la
parroquia de al lado, de S. Ildefonso. Son muchachos del Albayzín. Antonio es
uno de ellos, y le acompoaña. Dice: “La sociedad está enferma. Padece una
grave desviación de su estado natural”. Añade que a cada paso aparecen los
síntomas del constipado del planeta: las drogas, las sectas, u otras vías de
escape como el afán convulsivo de placer, de tener, de dominar. Ante todo
esto, sentencia como peregrino: “el camino es el mejor antibiótico.” Él tiene su
experiencia de ex-drogadicto… Esto hace que entre ensueños Manolo vaya
pensando en tres cosas: que la vida de cada uno es un camino, que lo que
importa no es caminar sino saber a dónde ir, tener objetivos, y que en este
caminar está Jesús, a quien muchas veces no vemos pero que nos acompaña
en silencio hasta que lo descubrimos a nuestro lado. Y así lo dice, animado,
quizá por la cerveza. Antonio, también animado como todos los conversos, le
anima: “Como Santiago, cuando remendaba las redes con su hermano: Jesús
los llamó. Y dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se
fueron tras Él, dice el Evangelio”.
Le enseñan material, para animarle a hacer el camino. Manolo ve que desde el
siglo IV hay tradición de la tumba del Apóstol, pero se escondió por el miedo a
profanaciones de invasores, y en el 813 se trasladan los restos a Compostela y
comienza ese peregrinar del orbe católico a la tumba de Sant Iago. La primera
guía de 1139 dice: “allí van innumerables gentes de todas las naciones... no
hay lengua ni dialecto cuyas voces no resuenen allí... las puertas de la Basílica
no se cierran ni de día ni de noche”. Hay un auge en la pereginación, y en la
30
31. época de mayor esplendor, se cuentan entre 200.000 y 500.000 peregrinos en
un año; en los últimos años santos (cuando la fiesta coincide en domingo es
año jubilar) se va llegando a esas cifras. Las últimas etapas las hemos vivido
en un río de gente, también porque esta semana era la grande, la de la fiesta
del Apóstol, con una afluencia especial de peregrinos.
Las dificultades son múltiples en el caminar y tienen un tono penitencial, como
dice otro: “depurarse de males psíquicos y físicos”. Pero hemos de pensar en
las que tenían hace años cuando no había coches de apoyo ni móviles, ni
puestos de socorro... y se ven a lo largo del camino muchos cementerios... En
la Cruz de Ferro, los peregrinos van depositando piedras que van haciendo un
montículo. Recuerda aquellos que transportaron así piedras para construir la
catedral de Santiago. Es el sentido de la cruz en la vida, de los cruceiros,
aprovechar las dificultades para unirlas al sacrificio redentor. Cada caminante
es una historia andante, como la que leo en un periódico que he tomado en el
camino: como tantos y tantos huérfanos del 11-S, Garbin se convirtió en hija
adoptiva del Prozac. Sumida en una especie de nebulosa psicotrópica un buen
día decidió romper con la química absurda que disfraza la realidad. Vendió su
piso de Manhatan y cedió su puesto en la bolsa a un joven de Colorado... antes
de partir hacia Europa hacia el Camino.
Peregrinos hacia Santiago
-¿Se puede sentir uno en casa, en medio de un río de gente desconocida?
-Sí, Manuel… -le respondía Luis: Para cada uno de los que peregrinamos estos
días hacia Santiago, todo ha empezado en los lugares de partida, algunos con
preparativos especiales, largas caminatas… mira, te leo lo que ha hecho uno
de Zaragoza: “mis hijos se lo han tomado como si fuera a la guerra”. En su
diario anota, en Roncesvalles: “nunca me imaginé que esto fuese así. Fíjate en
el cartel de la pared: ‘toma lo que necesites y deja lo que no vayas a usar’”.
Esto me recuerda que he encontrado sobre un mojón un periódico con noticias
del camino, con una piedra encima para que no se lo llevara el viento. También
me ha impresionado ver en los portales de las casas, en los pueblos, bidones
de agua para los caminantes. En El Hospital vi en la ventana del atrio de una
antigua iglesia que a modo de albergue tiene pisos para acoger a los
peregrinos, unas botellas de agua y vino. Y en el Monte del Gozo, en el parque,
en una piedra cercana a la iglesia, junto a unos folletos de la Virgen de Fátima
había dinero que habían dejado como donativo. No es normal, en una sociedad
donde cada uno va a lo suyo, preocupado sólo por los de su casa, que se
sienta la gente como en casa. Así, en los muros del histórico edificio de
Roncesvalles, cuelgan dichos como aquel tibetano que recibe al peregrino al
entrar a su puerta: “si te sientes en casa, estás en tu casa. Si el entorno es
agradable, también estás en casa”.
-¿Se puede sentir uno en casa, en medio de un río de gente desconocida?
-No son ya desconocidos, sino peregrinos. Los pueblos abren sus pabellones
para acogernos gratis, un pastor se me acerca cuando me ve dudar y me indica
por donde seguir, en medio de un monte. Aunque las marcas amarillas en
31
32. forma de flecha o de concha guían al caminante, también podemos
aventurarnos por sitios no marcados, yendo hacia donde se pone el sol, que
cada vez es más tarde porque cambiamos de franja horaria.
Sigue leyendo estas revistas que te he traido: “Quien realmente quiere
encontrar el camino, ha de olvidar supersticiones”, dice una joven holandesa.
Como señala Juan Pablo II, “este camino expresa un profundo espíritu de
conversión. Un deseo de volver a Dios. Un camino de purificación y de
penitencia, de renovación y de reconciliación”. Así, nos preguntamos al
caminar: ¿qué he de cambiar en mi vida? ¿cómo mejorar en mi coherencia de
vida? Es una fuerza misteriosa, una gracia la que mueve ese “camino” interior,
que es el más importante... Dice uno: “al salir de mi casa no era más que un
caminante. Al llegar a Santiago era un peregrino. A lo largo del Camino
experimenté una mutación profunda: perdí 11 kilos inútiles, consideré a
distancia mi vida pasada, separé el grano de la paja, pensé mucho, medité,
imaginé, pregunté, vi, entendí... admiré muchas maravillas, conocí gente de
todo tipo, profesiones y creencias, me demostré a mí mismo que era capaz...”
Son experiencias comunes a muchos que he visto estos días por el Camino,
una transformación, renovación humana y espiritual, un madurar como
persona. Josep “quería escapar del orden, del despertador que suena a las 8
de la mañana, de su jefe, de una empresa que no paga lo suficiente, de una
novia que le dice cómo vestirse, de las apariencias, de la obsesión de ponerse
moreno en verano... de la tortura de su madre que quería que se casase de
una vez y se comprase un piso”.
Para otro, el ímpetu de la juventud y la competitividad que definen los negocios
de hoy le llevaron a replantearse un montón de cosas, abandonó su puesto de
trabajo y comenzó el peregrinaje. En todo caso, el camino es interiorizar
aspectos como dejar el tener y ahondar en el ser, ser capaz de darse sin
pensar que somos superiores a los demás, aprender a tener un trato sincero y
confidencias con alguien que quizá no volveremos a vernos pero con quien en
aquel momento nos sentimos profundamente vinculados. Antonio decía: “me ha
encantado sorprenderme de cosas tan sencillas como una sonrisa, un gesto.
Me he dado cuenta de la cantidad de gente buena que hay repartida por el
mundo, capaz de darte incluso todo lo que tiene, de animarte...” Estos amigos
son especialmente importantes cuando la lluvia y las contrariedades hacen
pensar en recular. Son experiencias que nos hacen sentir aquel ¡viva la gente!,
nos dan deseos de convivir, y de rezar, como aquella bendición de peregrinos
que le pide a Dios para ese camino que es la vida: “sé compañero en la
marcha, guía en las encrucijadas, aliento en el cansancio, defensa en los
peligros, albergue en el camino, sombra en el calor, luz en la oscuridad,
consuelo en los desalientos y firmeza en los propósitos para que, por tu guía,
lleguemos incólumes al término del camino”.
Al comenzar el tercer milenio, 500. 000 peregrinos hacen el Camino de
Santiago, como hace más de 700 años. “Caminaba rostro a la venta uno de
esos peregrinos que van en romería a todos los santuarios y recorren los
caminos salmodiando una historia sombría…” (R. del Valle Inclán). Manolo era
portador de esas nubes negras, ese mal de amor del que habla el autor en
32
33. otros versos: “hilando silenciosa, la rueca a la cintura, / Adega, en cuyos ojos la
llama azul fulgura / de la piedad humilde, en el romero ha visto, / al declinar la
tarde, la pálida figura, / la frente gloriosa de luz y la amargura / de amor que
tuvo un día el Salvador Dom. Cristo”. Llevaba un tiempo prometido con una
chica, compañera del colegio, y ya al final de la universidad se
comprometieron, estaban a punto de casarse. Pero cortó con todo: con ella,
deshizo la boda ya planeada por la familia… un día le abrió el corazón y se dio
cuenta de que ella no le entendía. Todos los indicios de que pensaban igual,
tenían gustos comunes, pasión por la literatura, música, ganas de trabajar en
proyectos comunes… eran como proyección de que fuera así, ganas de que
sintonizaran, deseos de que ella no fuera sólo belleza sino que tuviera ese
mundo interior que anhelaba. Pero ahora veía a las claras que aquella criatura,
físicamente adorable, no respondía a la que él en la exuberancia de su amor
había creado en su interior, fue una proyección de su interior, había creado una
imagen de ella falsa. ¡Qué diferencia, verla como era en realidad! “¡Para
compartir MI vida necesito una mujer de MI especie, que ME entienda, que
tenga alma. Más o menos culta, más o menos inteligente, y no perfecta, pera
una mujer íntegra, espiritual y sensible, con amor y si puede ser apasionada,
que pudiera seguirme en los lejanos confines de mi pensamiento y yo en los
suyos. ¡Qué puedo hacer con esta hermosa chica cuando la posesión, la
convivencia y la costumbre hubieran apagado el deseo y hubieran borrado la
ilusión? ¿Cómo llevar adelante una conversación toda una vida, si no puedo
llevar una conversación de unos minutos sobre temas esenciales? ¿Cómo he
sido tan ciego, que fuera a ir al matrimonio sin preocuparme antes de congeniar
con sus cualidades psíquicas? ¿Cómo es posible que yo comparta mis afectos,
mis sensaciones, todas mis emociones y vida, con una criatura que no tiene
esa vida interior, solo belleza exterior que con el paso del tiempo se puede
marchitar y no es lo que veo me llena? ¿Cómo escoger como amiga para toda
la vida alguien con quien yo no pueda compartir la confianza que tengo con mis
amigos? Y para madre de mis hijos, me gustaría que fuera la mujer que
sueño… Buscaré la mujer de mis sueños, si es que existe... No podía seguir
fingiendo con ella, nunca he podido mentir mis sentimientos. Con una excusa
elegante, aunque quede mal, anularé todo y haré el camino de Santiago, así
estaré fuera un par de meses, con esto me quitaré del medio y tendré tiempo
de pensar”.
Efectivamente no entendieron la ruptura, Angustias y su familia quedaron
tristes, decepcionados, enfadados, incapaces de comprender los motivos por
los que rompía Manolo un buen partido, la palabra dada…
Se encomendó a la Virgen de las Angustias, pasó por las Comendadoras, las
Santiagas, donde está la inscripción que marca el inicio del Camino desde la
ciudad de la luz andaluza. Sigue el Camino por la iglesia de Santiago pasando
por el Centro y por la Avenida de la Constitución sale por la Avenida de
Andalucía hacia Córdoba. Podía tomar en la estación de autobuses un billete
hacia Madrid e ir por el Centro, pero al final se decidió ir hacia Extremadura,
tomar el Camino de la Plata. En Mérida durmió en el hotel Cervantes, antes por
la noche pasearía por la ciudad. Por la mañana, la visita de rigor al teatro y
demás ruinas: anfiteatro y ciudad romana. Quiso ver otra ciudad también
Patrimonio de la Humanidad (antes de 1985, cuando la UNESCO era más
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