Fases y pasos ilustrados y documentados que he seguido para la creación de la escultura "Ruinas de torre fortificada”, perteneciente al proyecto de exposición “Es-cultura”. Ver vídeo en: https://www.youtube.com/watch?v=r1-cz004tms
Ver otros procesos de construcción: http://luisjferreira.es/1-obra-plastica-exposiciones/1-proceso-de-realizacion-de-una-escultura-en-relieve/
BIOGRAFIA MARIANO MELGAR presentacion en power point
Ruinas de torre fortificada. Proceso de realización
1.
2. 1. Afronto esta nueva construcción escultórica con algunos restos de un pie cerámi-
co de lavabo y un retal de madera. Parto de una idea constructiva poco definida,
pero se cómo iniciarla, y de la convicción de que iré encontrando las soluciones téc-
nicas que precise en cada paso que dé.
2.1.1. En una primera fase en la que trabajaré con las dos piezas grandes, una vez
ideada la parte inferior de la escultura, preparo la base de madera en dos partes, la
que requiere esa parte baja de los dos trozos montados (la 1) y la del hueco que
queda entre ambos (la 2), que servirá de tope.
3. 2.1.2. A continuación, encolo la pieza 2 en la base de madera 1 (ver imagen ante-
rior), y luego introduzco un par de tornillos en ella y en cada trozo cerámico que ser-
virán de anclajes para la unión firme de los tres componentes.
2.1.3. Seguidamente, su-
jeto la pieza cerámica de
más altura mediante fibra
de vidrio con poliéster, en
la zona de unión, y un tor-
nillo con arandelas de go-
ma y metal (ver flecha),
que atraviesa la cerámica
anteriormente horadada.
Después, para ensamblar
las piezas, corto varios
hierros de ferralla.
4. 2.1.4. Posteriormente, co-
loco la pieza más corta
sobre la base y la apoyo
en la larga, sujetándolas
provisionalmente con cin-
ta adhesiva resistente.
Acto seguido, uno por el
interior con alambre los
dos tornillos de ambas
con sendos hierros de
ferralla, y los de la base
con la estructura de hie-
rros (ver detalle). Luego,
para cohesionar y cerrar
todas las fisuras, relleno
la parte baja que está en
contacto con la madera
con trocitos de toalla im-
pregnados en poliéster.
2.1.5. Con el propósito de
colocar un pie interior de
apoyo a una tercera pieza
de cerámica más peque-
ña que las anteriores,
corto un trozo de soporte
metálico y lo relleno con
listoncillos de madera
respetando sus aberturas
(ver detalle).
5. 2.1.6. Para cohesionar más aún la estructura creada, cubro todavía más con poliés-
ter y retales de toalla la parte interior hasta tapar la barra de hierro más baja; des-
pués, hago lo mismo con mortero hasta rebasar la superior, introduciendo trozos de
tela metálica para armar la mezcla (ver detalle). La tercera pieza cerámica referida
aparece a la izquierda y su soporte en su lugar, señalados con flechas.
2.1.7. En este momento, escofino y lijo los salientes de la base de madera de las
piezas cerámicas (verlos en la imagen anterior). Al fondo se observa sobrepuesta la
tercera pieza cerámica sobre la cuarta que llevará de fondo.
6. 2.1.8. Continúo con la pri-
mera fase de trabajo con
las dos piezas cerámicas
más grandes, rellenando
con trocitos de toalla y
poliéster los lugares que
lo requieren para recibir
la cuarta pieza (ver flecha
superior), y para hacer
remates (ver flecha infe-
rior y detalle pertenecien-
te a la otra cara).
2.1.9. Seguidamente, con
una masilla preparada
con poliéster y polvos de
talco, completo las partes
que lo precisen (ver fle-
chas y detalle, dos de
ellas son zonas completa-
das anteriormente con
trapo). Una vez seca, la
pulo con lija gruesa y fina.
7. 2.1.10. Concluyo esta parte inicial de la primera fase constructiva rellenando con
mortero la mayor parte de los huecos señalados con las flechas (dejo sin cubrir, por
consiguiente, algo de sus aberturas).
2.1.11. En la segunda
parte y última de esta pri-
mera fase, mucho más
breve y sencilla que la
anterior, coloco las otras
dos piezas de cerámica,
más pequeñas, que apa-
recen en las imágenes
2.1.7. y 2.1.10. Primero
fijo la pieza que hará de
soporte de la otra me-
diante poliéster y masilla
de esta resina con polvos
de talco. Ver la otra cara
en el detalle.
8. 2.1.12. Posterior y final-
mente, hago lo propio con
la otra pieza, pero ade-
más del poliéster con los
polvos de talco hago uso
de fibra de vidrio. La pe-
go, como anuncio en el
texto de la imagen 2.1.5.,
sobre el soporte metálico
(ver flecha) y en el frag-
mento cerámico anterior
que hace de pared. Ver
en el detalle una vista
desde otro ángulo.
2.2.1. Resuelta la primera
fase de construcción con
las dos piezas cerámicas
grandes y las dos peque-
ñas de remate superior,
cuerpo sobre el que colo-
caré el resto de compo-
nentes que crearé, abor-
do la segunda con algu-
nos de los materiales pre-
sentes. Las ideas que
desarrollaré están esbo-
zadas aunque sin concre-
tar todavía.
9. 2.2.2. Con el plantea-
miento constructivo claro
ya para esta segunda fa-
se, en la que colocaré
más elementos en el inte-
rior de esta torre recrea-
da, selecciono y preparo
los materiales que apare-
cen en primer término:
maderitas, retal de poliu-
retano y resto cerámico
de taza.
2.2.3. Primero sujeto con
fibra de vidrio y poliéster
las maderitas alargadas
(ver detalle izquierdo y
flecha superior); acto se-
guido encolo la otra ma-
derita con masilla de pol-
vos de talco y poliéster
(ver flecha inferior); luego
coloco el poliuretano des-
cribiendo curvas y, por
último, dispongo el resto
de taza (ver detalle dere-
cho). Los dos últimos ele-
mentos los estabilizo y
sujeto rellenando los hue-
cos hasta cierta altura
con mortero y rematándo-
los con poliéster.
10. 2.3.1. Ahora, afronto la
tercera fase de construc-
ción; en ella integro ele-
mentos compositivos en
la parte de la pieza que
carecía de ellos (ver la
imagen 2.2.1.). Comienzo
con un pequeño arco de
madera recortada encola-
do (ver flecha superior y
detalle izquierdo), y con
otra pieza cerámica del
pie de lavabo originario
(flecha inferior y detalle
derecho), sujeta con fibra
de vidrio y masilla de pol-
vos de talco con poliéster.
2.3.2. A continuación, pa-
ra realizar una especie de
tronera, empiezo por en-
colar tres tiras irregulares
de corcho equidistantes;
luego creo tres huecos a
base de pegar maderas
recortadas, sirviéndome
de plantillas de cartón
(ver imagen anterior), y
arreglo las imperfeccio-
nes con masilla de polvos
de talco y poliéster; se-
guidamente, los sujeto
con dicha masilla (ver de-
talle en picado).
11. 2.3.3. Con la intención de
preparar los laterales de
las “troneras”, corto tubos
plásticos de distintas sec-
ciones, de modo que se
ajusten a las curvas late-
rales de las piezas de
madera; los más finos los
engroso encolando varias
formas iguales.
2.3.4. Seguidamente, su-
jeto las piezas plásticas
con masilla de polvos de
talco y poliéster; al tiem-
po, hago lo propio con un
pequeño canal que insta-
lo en el lateral derecho
del arco (ver flecha y de-
talle)
12. 2.3.5. De inmediato, en-
groso la parte alta de las
tiras de corcho con otros
trozos para ajustarlas a la
caída de los huecos de
madera, y lijo las dos par-
tes a conveniencia. Des-
pués, remato algunas zo-
nas del conjunto con ma-
silla de polvos de talco y
poliéster y, una vez seca,
las lijo.
2.3.6. Continúo con esta tercera y última fase de construcción horadando y pulien-
do el pequeño arco de madera. Posteriormente, recorto dos medios platos de cerá-
mica describiendo una curva y valiéndome de una plantilla de cartón.
13. 2.3.7. Acto seguido, uno
las dos piezas con trapillo
y fibra de vidrio tratados
con poliéster, y con la
consabida masilla. Lo eje-
cuto sobre la escultura
para que se ajuste a su
lugar, pero como no quie-
ro que se pegue aún a
ella coloco entre ambos
elementos papel de alu-
minio.
2.3.8. Preparo a continua-
ción el anclaje de la pie-
za introduciendo dos ta-
cos con sendos tornillos
en el lugar apropiado de
la escultura y les corto la
cabeza (ver flechas supe-
riores); luego taladro el
objeto construido buscan-
do el acople (flechas infe-
riores). Por último, mode-
lo a conveniencia su inte-
rior con masilla de polvos
de talco y poliéster.
14. 2.3.9. Finalmente, pego la
pieza construida en el lu-
gar elegido con masilla
de polvos de talco y resi-
na de poliéster; una vez
seca la pulo por los bor-
des adheridos y por el
interior (ver detalle).
2.3.10. La construcción
de la escultura llega a su
fin con la sujeción de un
hueso seccionado en
dos, colocando cada par-
te en las dos caras
opuestas del remate su-
perior, y de un remate de
madera tallada sobre el
arco; para ello empleo la
masilla habitual. Ver deta-
lle de la cara contraria.
15. 2.3.11. Después de practicar algunos remates, la escultura, con los materiales de
construcción a la vista (trozos de pie de lavabo, poliuretano y corcho en plancha,
taza, plato, maderas, tuberías plásticas diversas y hueso), queda concluida como
muestran las dos tomas.
3.1. Con la aplicación de
marmolina rosa espolvo-
reada comienza la última
tarea de coloreado de es-
ta sugerencia de torre for-
tificada en ruinas. Admi-
nistro el material por tiem-
pos dando una mano de
cola blanca a la totalidad
y colándolo sobre ella.
16. 3.2. Una vez eliminadas
las partes no adheridas
con una brocha y luego
con aire comprimido, apli-
co con pincel masilla ela-
borada con tierras marrón
y roja diluidas en cola
blanca que actúa como
aglutinante.
3.3. Cuando está seca,
aplico cola blanca en las
zonas que deseo cubrir y
vuelvo a fijar marmolina
rosa espolvoreada con un
colador, como en el paso
3.1., y después retorno a
eliminar el material no fi-
jado como en el momento
anterior 3.2.
17. 3.4. Seguidamente, repito
las veces necesarias la
operación del paso 3.2. y
después la del preceden-
te 3.3., aumentando la
textura (el granulado de
las superficies) hasta lo-
grar el efecto pretendido
de construcción pétrea en
estado ruinoso.
3.5. Por último, concluyo
el coloreado añadiendo
en algunas zonas a modo
de remates, con el proce-
dimiento anterior, arena
clara de playa y marmoli-
na blanca, eliminando
posteriormente el material
no fijado.
18. FICHA TÉCNICA
TÍTULO:
“Ruinas de torre fortificada”.
MEDIDAS:
26 x 62 x 21 cm.
FECHA DE CONCLUSIÓN:
Junio de 2020.
MATERIALES: Fragmentos de basamento cerámico de lavabo, retales de madera,
soporte de hierro, trozo de poliuretano, taza de cerámica, corcho en lámina, tubos
plásticos diversos, plato, hueso, marmolinas rosa y blanca, tierras roja y marrón,
arena clara de playa y barniz incoloro satinado.
INSTRUMENTOS: Lápiz, rotulador, cartón, tijeras, metro, herramientas eléctricas
(sierra caladora, taladro, radial y compresor con pistola), sargentos, escofinas, lija,
puntas, cola blanca, pinceles, martillo, punzón, botador, tornillos, destornilladores,
listones, hierro de ferralla, tela metálica, resina de poliéster, catalizador, fibra de vi-
drio, polvos de talco, retal de toalla, trapillo, cinta adhesiva resistente, espátulas,
4. De este modo queda
finalizada la sugerente
torre fortificada en ruinas,
habiéndola protegido con
barniz incoloro satinado
previamente.
19. mortero, recipientes, cucharas, formones, cúter, cortaalambres, cola de contacto,
tornillo de banco, papel de aluminio, tacos y aditivo para mortero.
TÉCNICA: Construcción realizada con materiales sólidos texturados y coloreados
con marmolina, arena y tierras.
COMENTARIO:
“Ruinas de torre fortificada” no pretende representar una estructura arquitectóni-
ca defensiva, propia de lugares que se pretenden fortificar, en estado derruido. Evi-
dentemente no lo hace, sino que sencillamente persigue una evocación de ese es-
tado de cosas desde su denominación; es decir, intenta traer a la mente la imagen
que tenemos de una realidad de ese tipo no con una reproducción de ella sino con
la titulación que hace de la realidad que presenta y con la obra en sí; no representa,
pues, sino que busca evocar. Por otra parte, el título reza ruinas de torre fortificada
y no torre fortificada en ruinas porque, al utilizar el vocablo ruina como sustantivo,
pretendo darle más relevancia al estado ruinoso de la torre que a la torre en sí mis-
ma.
Esta torre fortificada sugerida simula una arquitectura que tuvo utilidad en otro
tiempo, y que en el presente ha sido abandonada porque su momento ya pasó y
porque, además, está en ruinas; contó con una función de la que ahora carece, y
por su estado ruinoso no ha podido ser sustituida por otra. Los materiales de des-
hecho que he empleado en su construcción (ruinas de nuestra civilización de con-
sumo) igualmente tuvieron su utilidad, aunque aquí se han reconvertido, y uno, en
concreto el hueso, tuvo también vida como las propias personas que construyeron y
utilizaron las torres en la defensa de las gentes y sus ciudades o, quizá más acerta-
damente, de los poderosos y sus poderes.
Desde que C. N. Namaciano en el s. V diera cuenta en un poema de la deca-
dencia del Imperio Romano ante las ruinas de Populonia, la idea de ruina forma
parte del repertorio artístico. Diez siglos después, con el advenimiento del humanis-
mo renacentista las ruinas tomaron un súbito interés, que se creció y cambió de en-
foque con el barroco, y que con el romanticismo se sobredimensionó igualándolas a
lo sublime. De estas puestas en valor deriva, quizá, el sentimiento de nostalgia o
melancolía que se asocia en el plano artístico a las edificaciones que han venido a
menos en su fisicidad, puesto que la ruina y el vacío remiten a la ausencia del ocu-
pante y a su esencia de lugar abandonado; y posiblemente eso genere añoranza
porque al observar lo que queda de una torre fortificada derrumbada tendemos a
imaginarnos las historias vividas que albergó. En las manifestaciones más matéri-
cas de la modernidad, por ej. de K. SCHWITTERS, el planteamiento es mucho más
existencial, pues en una época de posguerra dicho artista se servía de despojos de
la destrucción -de ruinas- para reconstruir su mundo plástico, expresión de una rui-
na física, intelectual y moral, tanto de los individuos como de la sociedad que los
acoge al tiempo que los margina.
Las ruinas, así, volcado de fantasía del autor plástico, emparentadas con la va-
nitas, poseen una fuerte carga metafórica y alegórica, que al conectar con el pasa-
do permite meditar sobre el carácter perecedero de la existencia, a pesar de que se
pertreche de construcciones fortificadas. Ellas, como los pecios y otros elementos
de perfil fantástico, contribuyen a crear la peculiar sensación de extrañeza de los
espacios mágicos.