3. Salmos 4:4 “Temblad y no
pequéis; meditad en vuestro
corazón estando en vuestra cama y
callad”
4.
5. La receta del Rey David para el manejo
sano de la ira: Introspección y reflexión.
6. Temblad, del hebreo ragáz, literalmente significa
estar lleno de una violenta emoción (ya sea ira o
temor). Estar en estado de conmoción que hace
caer muy bajo el umbral que dispara la ira.
7. Estas palabras fueron dichas por David cuando
estaba huyendo de su hijo Absalón y estaba en
grave peligro de muerte. David estaba muy
indignado a causa de la injusticia de que estaba
siendo objeto por su propio hijo, quien quería
matarlo y quitarle el reino.
8. Sin embargo, él actúa con dominio propio, y se
responde a si mismo: “temblad y no pequéis”,
“meditad (reflexionad) en vuestro corazón
estando en cama, y callad (literalmente, Cesad,
detened y reposad)”.
9. Esta frase se podría traducir: Permanece callado
en vuestro corazón, conversando conmigo
mismo y refrenando tu lengua, abandonando la
queja y el resquemor (el rumiar el enojo).
10. David estaba muy familiarizado con la emoción
de la ira por sus rasgos temperamentales
11. David sabía que el estado de conmoción en que
se encontraba, necesitaba serenarse para evitar
una espiral ascendiente de la ira, que puede ser
desatada como furia o violencia, ante cualquier
detonador.
14. • David sabía lo que expresa experto en
inteligencia emocional Daniel Goleman: “La ira
se construye sobre la ira”
15. • Cuando el organismo está cargado de estrés y
ansiedad acumulada, como en el caso de
David, dado lo experimentado en los días
previos a causa de la rebelión de su hijo
Absalón, la ira puede expresarse con una
intensidad muy marcada.
16. • De ahí la importancia de callar o detener
(dejar de rumiar la situación o problema) el
flujo de pensamientos que alimentan en
forma incremental la ira, evitando así que esta
se intensifique y estalle en forma impulsiva y
violenta.
17. • Una frase ilustrativa de esta estrategia es “no
echarle más leña al fuego”. Un fuego que no
se alimenta y atiza termina por apagarse.
18. • Se requiere, entonces, poner en paréntesis
ese monólogo interno que alimenta y
construye las razones y justificaciones en
forma de argumentos, que refuerzan y
mantienen activo (alargan) el estado de
conmoción emocional.
19. • Esto no es equivalente a negar o reprimir la
ira, sino a canalizarla en forma constructiva.
20. • David también sabia que una vez que la ira se
desata a altos niveles de intensidad, la
persona pierde la cordura o la capacidad de
discernimiento.
21. • Pierde la capacidad de pensar con claridad y
sentido común.
22. • Entonces, la persona es capaz de hacer
locuras, y volverse cruel, implacable, siendo
imposible razonar o negociar con ella.
23. • En tal estado los pensamientos y elecciones de
la persona se encaminan por el sendero de la
venganza, la retaliación y la violencia, sin
ponderar las consecuencias de sus actos.
24. • Hay sabiduría en la exhortación del Rey David.
La idea es enfriar la situación, para no actuar
impulsivamente, bajo el estado de conmoción,
porque “el que fácilmente se enoja hará
locuras” (Proverbios 14:17).
25. • Por el contrario, “el que tarda en airarse es
grande de entendimiento, más el que es
impaciente de espíritu enaltece la
necedad”(Proverbios 14:29).
26. • El llamado de David es un llamado a la
cordura, tal como lo expresa Proverbios 19:11:
“La cordura (discernimiento) del hombre
detiene el furor, y su honra es pasar por alto la
ofensa”
27. • El método de David para manejar la ira e
indignación era la reflexión para evitar “perder
la cabeza”
28. • y poder hacer una valoración diferente de la
situación, pero evitando porfiar en los
pensamientos alimentadores de la ira,
29. • Dice Daniel Goleman, “un periodo de reflexión
no servirá si ese tiempo se utiliza para
continuar la serie de pensamientos
provocadores de ira (rumiar), ya que cada
pensamiento de ese tipo es en si mismo un
disparador menor de nuevas cascadas de ira”.
32. • El manejo adecuado de la ira, preparó a David
para manifestar una actitud perdonadora,
porque “no permitió que el sol se pusiera
sobre su enojo”.
33. • De esta forma David podía mantener su
corazón desintoxicado de estados
emocionales dañinos, y libre de rencores, al
evitar que el enojo hiciera morada en él, y
diera lugar al enquistamiento de sus
manifestaciones tóxicas como lo son el
resentimiento, el odio y la amargura.
34. • Tener las cuentas cortas con el enojo, trae
como ganancia mantener el corazón libre de
resentimiento, que es el ambiente adecuado
para lidiar con las ofensas y los agravios, sin
que éstos desarrollen rencores y raíces de
amarguras.
35. • La falta de perdón y el resentimiento
se retroalimentan mutuamente.
36. • Al dar lugar al resentimiento, me incapacito
para perdonar.
37. • Luego hasta que no me dispongo a perdonar,
no puedo librarme del rencor. Este es un ciclo
tóxico y muy dañino.
38. • Esta disposición a perdonar, como
consecuencia de tener corta las cuentas con el
enojo, caracterizó la vida de David.
39. • Por eso ante los celos, envidias, odio y
violencia experimentado de parte del rey Saúl,
David pudo actuar con una actitud
conciliadora y perdonadora (1 Samuel 18:6-
11; 24:1-12, 26:1-25).
40. • Esta actitud también fue mostrada por David
para con su hijo Absalón y el resto de sus
conspiradores, que se levantaron en rebelión
contra él y querían matarlo para usurpar el
trono (2 Samuel capítulo 15 y 16).
41. • Esa actitud conciliadora y perdonadora
mantuvo en David un corazón sano, alejado
del odio y la venganza. Lo libró asimismo de la
rebelión.
42. • No en balde se dijo de él que tenía un corazón
conforme al corazón de Dios (Hechos 13:22).
43. Para Reflexionar
1. ¿Tienes tus cuentas cortas con el enojo?
2. ¿Permites que “el sol se ponga sobre tu
enojo”?
3. ¿Practicas el arte de serenarte y de la
introspección?
44. ACCION REQUERIDA RESULTADO
Avanzar con resolución en el
proceso de perdón.
Perdonar en forma real
Sanar de las heridas emocionales.
Propiciar la reconciliación.
Resolver la disyuntiva amor
Vs. Odio
Elegir amar y perdonar
Desarrollar el amor
Reparar relaciones
Arreglar las cuentas con mi
enojo
Gestionar constructivamente el enojo
Evitar el resentimiento y la amargura
Practicar la receta del Rey
David
Evitar el odio y la venganza
Desarrollar cordura
Desarrollar la capacidad de reflexión e introspección.
Aprender a manejar las ofensas Evitar la construcción de muros de protección.
Derribar las fortalezas espirituales.
Cultivar la disciplina de vivir sin ofensas.
Evitar disfrazar mi dolor con mi
enojo
Evitar la construcción de historias de ofensas y agravios.
Superar la amargura.
Lidiar con el dolor de la ofensa Aceptar el dolor que hay en el mundo.
Sanar los recuerdos de dolor por la ofensa recibida.