6. Los rasgos de
nuestro rostro
deberán
marcarse
lentamente con
el lápiz sin
presionar sobre la
hoja, de manera
de no cometer
errores que
marquen el
papel, y de tener
la posibilidad de
ir ajustando
detalles a medida
que nos
aseguramos.
7.
8. A medida que nos
aseguramos,
acentuamos las líneas
predominantes, y las
líneas de expresión, que
darán vida al rostro.