El documento describe los cambios en la ciudad durante el Barroco. Las ciudades se convirtieron en capitales del Estado y los espacios urbanos estuvieron subordinados al poder político. Los arquitectos utilizaron nuevas técnicas como perspectivas y distribuciones de espacios más escénicas para enfatizar el poder político. El Barroco francés se caracterizó por su carácter cortesano, con palacios reales como Versalles que crearon escenarios para eventos reales y nobles.