2. La liturgia de
este día tiene
dos partes.
Primero
actualizamos
la entrada
triunfante de
Jesús en
Jerusalén.
Pero en el trasfondo, como en este cuadro,
está la pasión y muerte de Jesús, que se leerá
en el evangelio de la misa.
3. Comienza la liturgia
con la bendición de los
ramos.
Con ellos testimoniamos
nuestra fe
y nuestro
amor a
Jesucristo
4. Antes de la procesión
se lee el evangelio
sobre la entrada de
Jesús en Jerusalén.
Este año, al ser ciclo
B, es del evangelista
san Marcos.
Dice así:
Mc 11, 1-10
5. Se acercaban a Jerusalén, por Betfagé y
Betania, junto al monte de los olivos.
7. “Id a la aldea de
enfrente y, en
cuanto entréis,
encontraréis un
borrico atado, que
nadie ha montado
todavía. Desatadlo y
traedlo.
Y si alguien os pregunta por qué lo hacéis,
contestadle: “El Señor lo necesita y lo devolverá
pronto”.
17. Jesús nunca
había querido
alabanzas. Y
ahora no sólo lo
permite, sino que
parece que Él
mismo las ha
suscitado. Era un
signo profético
antes de padecer.
18. Jesús se regocija con las alabanzas de los niños.
Hoy también le siguen agradando las alabanzas
de los que se hacen como niños.
19. En este
día
sintámo-
nos como
niños
aclamando al Señor, dándole los vivas al
mismo tiempo que le damos el corazón.
23. Negros nubarrones venían sobre el
alma de Jesús, quien iba a Jerusalén
a morir por nosotros.
En el evangelio de este día se lee la
Pasión según san Marcos.
24. Comienza el relato con la reunión de los princi-
pales judíos. Querían dar muerte a Jesús cuanto
antes, pero no querían que coincidiera con la
pascua “para que no se alborote el pueblo”.
25. Una mujer unge a Jesús con perfume de gran valor. Con ello
demuestra mucho amor y agradecimiento.
Algunos protestan pensando en la pérdida material de dinero.
Jesús la defiende, pues hay valores superiores. Además ya sirve
como unción para su sepultura.
26. Judas, que era quien más sentía lo del dinero
“perdido”, fue a ver a los principales sacerdotes
para traicionar a Jesús.
27. Jesús envía a dos discípulos para preparar la sala
para la cena de pascua. Para ello deben seguir a
un hombre con un cántaro de agua.
Esto no era
normal, pues los
cántaros de
agua solían ser
llevados por
mujeres.
28. En la cena Jesús anuncia que uno de los
doce le va a entregar.
Y pronuncia
la frase
terrible:
“Mejor le
fuera a ese
hombre no
haber
nacido.”
31. Jesús sale con los apóstoles hacia el monte de los
olivos y predice a Pedro que le negará tres veces.
Todos somos
débiles. No
prometamos por
encima de
nuestras
fuerzas. Estemos
siempre
apoyados en
Dios.
33. Llegan los sicarios, enviados por los
jefes de los sacerdotes.
Al frente
viene
Judas que
rubrica
con un
beso su
traición.
34. Jesús es llevado
ante el sumo
sacerdote.
Ante las
acusaciones falsas
que le hacen,
Jesús calla.
35. A Caifás, que le pregunta si es el Mesías, hijo del
Bendito, Jesús responde: “Yo soy”. Caifás
condenando
a Jesús,
rasga
hipócrita-
mente sus
vestiduras y
da pie para
que
comiencen
los
escarnios.
36. Entonces Pedro
reniega de Jesús.
Muchas veces
san Marcos se lo
oiría contar para
humillarse y
llorar por el
pecado.
37. Jesús es entregado a los romanos, ya que Pilato es quien tiene
poder de dictar sentencia de muerte, especialmente de cruz.
A Pilato le interesa el lado político: si pretende hacerse
rey. Jesús responde sencillamente, pero no se defiende.
Jesús
entregará
su vida
libremente
por
nosotros.
38. Pilato busca la
manera de no
condenar a
Jesús; pero
ante la
insistencia de
los judíos,
cobardemente
dicta la
sentencia de
cruz para
Jesús.
39. Antes de aplicar la
sentencia, los
soldados se burlan
de Jesús de una
manera macabra: es
azotado y coronado
de espinas.
40. En el camino hacia el Calvario, obligan al
Cirineo a llevar la cruz de Jesús.
Debió ser
luego buen
cristiano,
pues san
Marcos
nombra aquí
a sus dos
hijos.
42. La gente que
pasaba le
insultaba. Y los
príncipes de los
sacerdotes se
reían porque
“no podía bajar
de la cruz”.
43. En medio de una
oscuridad, Jesús
gritó: “Dios mío,
Dios mío ¿Por
qué me has
abandonado”.
Algunos creían
que llamaba a
Elías.
44. Dando un grito,
Jesús murió,
ante el asombro
del centurión y
la mirada de
unas mujeres
que le habían
seguido.
45. José de Arimatea es
principalmente quien
se encarga de la
sepultura de Jesús:
Siempre hay y
habrá personas
buenas que
acompañan a la
Virgen María en
su dolor.
46. San Pablo nos dice en
la 2ª lectura que
Cristo, “siendo de
condición divina”, se
rebajó por nosotros
hasta morir en la
cruz.
Pero luego fue
exaltado hasta
constituirse Señor de
cielo y tierra.