2.
Los exantemas en la práctica pediátrica son parte de la historia de
las enfermedades infecciosas.
Una gran variedad de agentes microbiológicos se han asociado con
manifestaciones cutáneas, entre ellas virus, bacterias, parásitos y
hongos.
En la edad pediátrica los virus son las etiologías que lideran las
enfermedades con manifestaciones exantemáticas (erupción de la
piel con manchas rojas o rosadas) y con otras lesiones cutáneas de
diferentes morfologías (máculas, pápulas, vesículas, pústulas,
petequias).
La mayoría de estos exantemas son autolimitados y quedan
catalogados como "virales" sin haberse alcanzado un diagnóstico
etiológico. Otros exantemas son más característicos de un cuadro
clínico y la semiología basta para hacer un diagnóstico certero
(varicela, escarlatina).
3. Existen tres modalidades que explican la mayoría de los
exantemas:
Diseminación hematógena y siembra de la dermis, epidermis o el
endotelio vascular de los vasos de la piel. (ej: varicela), o bien una
reacción inmunológica del huésped manifestada en la piel como es
el caso del sarampión y la rubéola.
Acción de toxinas bacterianas que se diseminan también por la
sangre hasta la piel (ej: la escarlatina, el síndrome de shock tóxico,
síndrome de piel escaldada estafilocócico.)
Mecanismo menos definido, de orden inmunológico, como es el
que se observa en enfermedades sistémicas como el síndrome de
Stevens Johnson asociado a infecciones por Mycoplasma
pneumoniae o Herpes simplex, el eritema nodoso con la
tuberculosis y la enfermedad de Kawasaki.
4.
El enfrentamiento de un paciente con exantema u otras lesiones de
piel, que se piensan son de origen infeccioso, debe incluir una
buena historia clínica precisando la duración de las lesiones, su
localización, distribución de ellas en los días sucesivos, prurito
(picazón), síntomas generales como fiebre, cefalea, odinofagia
(dolor garganta), fotofobia y compromiso de otros sistemas, por
ejemplo, el tracto respiratorio en el sarampión.
En la investigación de los antecedentes epidemiológicos preguntar
por contacto con otros enfermos y el tiempo que ha mediado entre
el contacto y la aparición de los síntomas (período de incubación),
la edad del paciente, las vacunas, asistencia a jardín infantil o sala
cuna, viajes a otras zonas geográficas.
5.
6.
SARAMPION: Es una enfermedad aguda, caracterizada por
fiebre alta, tos, coriza, conjuntivitis, y exantema máculo papular que
se inicia alrededor de los pabellones auriculares y en el borde de
implantación del pelo, extendiéndose en forma centrífuga para
hacerse luego confluente.
El exantema no es pruriginoso, dura alrededor de 4 a 7 días y se
descama en láminas finas.
Las complicaciones más frecuentes son las respiratorias, como
bronconeumonía, laringitis, otitis media de origen viral o bacteriano
(sobreinfección).
7.
Manifestaciones clínicas : es un cuadro febril de rápida
instalación, con temperatura de hasta 40ºC, odinofagia, cefalea,
calofríos, vómitos y dolor abdominal.
El exantema generalmente aparece 12 a 48 hrs después de la
fiebre, como placas eritematosas, semejantes a quemaduras de
sol, de superficie rugosa que al tacto se aprecian como ásperas.
El exantema se generaliza dentro de 24 hrs, la cara está roja en la
frente y mejillas pero alrededor de la boca se conserva la piel
pálida .
El eritema de la piel es más intenso en la zona de los pliegues,
axilas e ingle. Las primeras placas eritematosas aparecen bajo las
orejas, en el tórax y axilas; dentro de pocas horas se extiende al
abdomen las extremidades y cara.
El exantema dura alrededor de una semana y es seguido por
descamación en escamas gruesas, que dura alrededor de tres
semanas siendo manos y pies lo último en descamarse.
8.
Manifestaciones clínicas : es una enfermedad infecciosa leve que evoluciona
de manera subclínica u oligosintomática en alrededor del 50% de los niños
pequeños.
Los síntomas prodrómicos, como aumento de volumen doloroso (adenomegalia)
en ganglios retroauriculares, cervicales posteriores y occipitales son más
frecuentes entre los adolescentes y adultos jóvenes.
El exantema puede ser también el signo inicial, con máculas y pápulas rosadas
pálidas que aparecen inicialmente en la cara y cuello y se generalizan en 2 a 3
días.
El exantema puede ser intensamente eritematoso y descamarse finamente. Los
síntomas generales, como fiebre, cefalea, mialgias, artralgias y ocasionalmente
artritis, son más frecuentes entre las mujeres adolescentes y adultos jóvenes. Las
articulaciones más afectadas son las muñecas y las interfalángicas.
9.
Manifestaciones clínicas : conocida también como "roséola infantum" o "fiebre de los tres
días", comienza con fiebre alta - en ocasiones hasta de 40,5°C - siendo característico en estos
niños que conservan un relativo buen estado general, pese a la fiebre.
No es infrecuente que consulten en el servicio de urgencia por convulsiones febriles.
Actualmente se sabe que el virus tiene tropismo hacia el sistema nervioso central y las
convulsiones pueden representar un efecto directo del virus sobre el tejido cerebral.
Después de 3 a 4 días de fiebre, aparece el exantema que es macular o papular y se palpa
granuloso; es de color rosado pálido y no es pruriginoso.
Se observa primero en el tronco, cuello y en la región retroauricular; su generalización es
infrecuente. El exantema dura alrededor de 2 a 3 días.
10.
Manifestaciones clínicas : se caracteriza por síntomas
generales leves, como fiebre en un tercio de los casos y la
aparición de un exantema intensamente rojo en una o ambas
mejillas: "signo de la cachetada".
En las extremidades, tronco y nalgas es posible apreciar exantema
macular confluente, como un encaje, que se exacerba con los
cambios de temperatura y que puede durar semanas.
11.
Manifestaciones clínicas : la infección primaria produce fiebre
moderada, y un exantema vesicular genereralizado y pruriginoso.
Las lesiones se observan en distintos estados (mácula, pápula,
vesícula y costras) y duran alrededor de una semana. Es posible
también apreciar vesículas o úlceras en la mucosa oral. La
reactivación del virus es responsable del herpes zoster.
12.
Manifestaciones Clínicas:
fiebre de cuantía variable que puede acompañarse de una amplia
gama de síntomas como rinorrea, faringitis, herpangina, neumonía,
pleurodinia, exantema, manifestaciones neurológicas desde
meningitis a encefalitis, diarrea, pericarditis, miocarditis.
En muchas de estas situaciones clínicas es posible apreciar
manifestaciones cutáneas, pero el síndrome pié-mano-boca
asociado a Coxsackie A16 o enterovirus 71 (vesículas en la lengua
y mucosa oral, pápulas eritematosas en las palmas y plantas de
manos y pies), y el echovirus 9 con exantema petequial y
meningitis son los mejor caracterizados clínicamente.