Marcos Rodríguez Pantoja fue abandonado en la Sierra Morena a los 7 años después de haber sido vendido por su padre. Vivió durante 12 años aislado en el monte, sobreviviendo gracias a su inteligencia y conviviendo con lobos, con los que aprendió a comunicarse y cazar. Fue rescatado por la Guardia Civil a los 19 años y tuvo dificultades para readaptarse a la vida en sociedad. Aún hoy mantiene un vínculo especial con los lobos.