Cinco cirujanos puertorriqueños discutían sobre qué tipo de pacientes son mejores para operar, con el primero prefiriendo a los contables porque sus órganos están ordenados por números, el segundo a los electricistas porque están codificados por colores, y el tercero a los bibliotecarios porque están ordenados alfabéticamente; sin embargo, el quinto cirujano opinó que los políticos son los mejores porque no tienen corazón, estómago ni intestinos, y se puede intercambiar su cerebro por su trasero sin que nadie