1. PARÁBOLA DEL BUEN SAMARITANO EN CLAVE DE
PASTORAL EDUCATIVA ACADÉMICA
¿Quién es ¿Quiénes somos
Nuestro Dios? nosotros?
El verdadero El verdadero
Dios? Ser Humano?
“EL QUE TUVO COMPASIÓN – MISERICORDIA CON ÉL”
Lucas 10, 25 - 37
2. Pretendo trabajar la PARÁBOLA DEL BUEN SAMARITANO – Lucas 10,
25-37 – tratando de descubrir en el texto una propuesta pedagógica y una
espiritualidad para construir en nuestros colegios un nivel de
conciencia de la misericordia - solidaridad ya que aunque sabemos
que es parte intrínseca de nuestro ser cristiano, la misma no se muestra
necesariamente de manera espontánea o por lo menos la acción efectiva hay
que formarla para no pensar que cualquier cosa es solidaridad.
3. EL CÍRCULO HERMENÉUTICO
Re-leer el texto a la luz del con-texto en
búsqueda de un pre-texto: El Reino de Dios
4. LA IMPORTANCIA DE LAS PREGUNTAS SOBRE LAS RESPUESTAS
Si no se da la interpretación aparece la repetición, ya no hay
libertad sino seguridad o lo que es lo mismo, hay respuestas antes
de tener las preguntas, y, en lugar de progreso, regreso, en lugar
de liberar personas se trata es de salvar almas!.
5. En la Iglesia es indispensable la
unidad de fe: El horizonte del
Reino de Dios que todos debemos
aceptar y favorecer; pero no es
aconsejable la uniformidad que
la hace estéril pues la saca de la
historia de sus con-textos
propios y por tanto la coloca fuera
del camino hacia la plenitud de vida:
que es misericordia, justicia,
libertad, pan que se parte y
se reparte.
6. Jesús hizo una propuesta de verdadera Misericordia desde la
ilegabilidad ya que la legalidad estaba corrompida. Y la hizo desde quien no
tenía ataduras legales. El legalismo convertía en mentira toda propuesta que se
hiciera desde la ley. Un samaritano libre del legalismo era el mejor
protagonista para demostrar que la compasión-misericordia era todo lo
contrario de la moral oficial y que el amor-solidaridad con el hermano
necesitado seguía siendo el único medio para demostrar el mandamiento del
amor para con el Padre Dios
7. LA PRÁCTICA DE JESÚS GENERADORA DE
VIDA PLENA Y ABUNDANTE
La Parábola del Buen Samaritano está
indisolublemente unida a la vida y a la
praxis de Jesús. Por eso es más que una
enseñanza. Lucas la presenta para
aprender a comprender el
compromiso de Jesús con el que sufre, con
el excluido, con el que queda tirado al
borde del camino.
La vida de Jesús fue una vida de servicio,
de entrega, un ser para los otros, un
ser para los demás y con los
demás.
Su Espiritualidad fue la de las
entrañas de Misericordia: A pesar
del horror el único perdón posible es
perdonar lo imperdonable
8. Al comenzar esta reflexión confieso que al avanzar en la
meditación de la Parábola del Buen Samaritano, siento crecer la
inadecuación de mis palabras. Para comprender de verdad la
Buena Nueva de Jesús, se necesita penetrar en su
corazón, en su Proyecto de Vida Plena y Abundante.
Les pido que escuchen principalmente lo que
el Señor les sugiere, más allá de mi
explicación. Que estén atentos al Espíritu del
Señor que quiere comunicarse con cada uno
de ustedes.
El Evangelio no es solo verdad, sino que es, ante todo, BUENA
NOTICIA que produce vida pero vida alegre y en plenitud.
9. El Evangelio no es solo verdad, sino que es, ante todo, BUENA
NOTICIA que produce vida pero vida alegre y en plenitud.
“Nuestra fe no es una teoría, una
opinión sobre Dios y sobre el mundo.
Nuestra fe es el impacto del amor de
Dios y de su Proyecto de Vida en nuestro
corazón, en nuestra existencia”
Benedicto XVI
10. Jesús era consciente de que cuando obraba comprometía a Dios
con lo que hacía. Su obrar no era nada inocente. Traía todo un
PROYECTO DE VIDA PLENA Y ABUNDANTE.
“Vayan y díganle a Juan lo que han visto y oído.
Cuéntenle que los ciegos ven, los cojos
andan, los leprosos quedan curados, los
sordos oyen, los muertos vuelven a la vida y
a los pobres se les anuncia el mensaje de
salvación. ¡Y dichoso aquel que no pierda su
confianza en mi!” Lc. 7, 22-23
“El Espíritu del Señor está sobre mi, porque me ha consagrado para llevar la
Buena Noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar libertad a los
presos y dar vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos
a anunciar el año favorable del Señor” Lc. 4, 18-19
11. EL EXPERTO
“Se levantó un doctor de la ley y dijo,
para ponerle a prueba, para tenderle una
trampa.... Maestro qué debo hacer para
conseguir la vida en plenitud” versículo 26
La pregunta del doctor de la ley Encierra una negativa a aceptar que la
forma como obra Jesús, acercándose a los que sufren, sea el camino
para alcanzar la vida en plenitud. Lo central es la ley como lo cree el
escriba o la misericordia como lo vive Jesús?
Qué es lo central en nuestros colegios
la ley, las normas o la misericordia?
12. Jesús no puede soportar a un individuo como aquel, dispuesto a justificarse
más que a dejarse cuestionar e inicia todo un proceso maieutico:
pregunta por pregunta.
“Que está escrito en la ley? Que
lees en ella? Contestó: “ Amarás al
Seńo r tu Dios, con todo tu corazón, con
toda tu alma, con toda tu fuerza, con todo
tu ser y a tu prójimo como a ti mismo”
Versículos 26 – 27.
Su respuesta es perfecta. Es la
fórmula de la oración cotidiana que todos
saben de memoria y que los judíos
observantes tenían que recitar dos veces
al día, pero incompleta y Jesús se lo
hace notar al decirle:
13. “Haz eso y vivirás”... versículo 28. Está indicando Jesús que el saber
28
teológico no sirve de nada, si el amor al prójimo y a Dios no es lo que orienta la
vida. El escriba había venido a discutir, a disputar, a argumentar. Jesús
busca hacerle funcionar el corazón para que sea fiel al Proyecto de su
Dios.
Es una pedagogía que no podemos olvidar como maestros, como
agentes de pastoral.
14. LA PREGUNTA ACERTADA?
El quiso justificar su pregunta y
preguntó a Jesús: “Y quién es mi
prójimo”... versículo 29
El doctor de la ley se pone en el centro y coloca a los demás a su
alrededor. También nosotros en el colegio podemos colocarnos en el
centro, como autoridad, como institución, como poder, con el reglamento y
las calificaciones en las manos.
La motivación del escriba no es aprender, sino poner en jaque el proyecto, la
propuesta de Jesús. El sabe quién es el prójimo. También nosotros
muchas veces sabemos quien es nuestro prójimo en el colegio.
15. Jesús da un vuelco radical a la pregunta: desplaza el centro
de interés. Jesús le dice: “Piensa a partir de aquel que sufre, colócate
en su lugar, pregúntate quién me necesita?
“Quién de estos tres te parece que s e hizo prójimo del que
cayó en manos de los salteadores?”... versículo 36 Aquí está la
clave de lectura de la Parábola:
16. El problema fundamental del discípulo o la discípula de Cristo no es conocer
“quien es mi prójimo” sino “De quién me hago prójimo?”, desplazando el
centro de interés del yo a los otros. Se trata de hacerse próximo.
Existe el peligro de crear distancias inmensas
en nuestro trabajo educativo: estudiantes
antipáticos, fastidiosos, necios, inoportunos,
vulgares, exasperantes, estudiantes que nos
critican con razón o sin ella y que no tragan
entero... Y pasamos de largo, nos
rozamos con ell@s, convencidos de que sus
problemas y sus angustias no tienen nada
que ver con nosotros.
Para esto debo acercarme, hacerme vecino, “próximo” a todos. Anular
distancias para poder escuchar sus gritos, sus clamores oír su angustia
silenciosa, descubrir o al menos intuir sus sufrimientos. Humanizar el
colegio practicando la proximidad, la “projimidad”, la
samaritanidad.
17. “Bajaba un hombre...” versículo 30.
“Que quimera, es el hombre?
Que novedad, que monstruo, que caos, que sujeto de contradicción,
que prodigio!. Juez de todas las cosas, imbécil gusano de la tierra;
depositario de lo verdadero, cloaca de incertezas y de errores; gloria y
refugio del universo” Pascal
18. La Parábola habla de “ un hombre o mujer” sin más detalles. Equivale a decir
cualquier persona en estado de necesidad.
Nosotros los humanos somos criaturas defectuosas, seres finitos que piensan en
el infinito, seres mortales dolorosamente tentados con la eternidad, seres
inacabados que soñamos con la completitud, seres inciertos hambrientos de
certidumbre. Somos desesperadamente insuficientes y por esta razón
irrevocablemente religiosos … Dios es el gran interrogante de los seres humanos.
La “cuestión de las cuestiones es Dios”.
19. Es la condición humana, sabia y demente, dramática y trágica. Dramática,
cuando logramos mantener el difícil y siempre frágil equilibrio entre una cosa y la
otra, entre lo sim-bólico y lo dia-bólico que hay en nosotros, dando la hegemonía a
lo primero. Trágica, cuando permitimos que irrumpa la demencia y predomine lo
dia-bólico. ¿Quién vence: el drama o la tragedia? Las dos opciones son posibles,
y ambas son profundamente humanas.
20. LA AMBIGÜEDAD Y LA AMBIVALENCIA CARACTERÍSTICAS DE LA
CONDICIÓN HUMANA:
Libertad del Miedo: Libertad de la Ley
Gal. 3, 24-25
Miq. 3,8 – Rom 8,15
Libertad del Poder
Mt 20,28
Libertad del Tiempo Mat.
Libertad de la Riqueza 6,34
Lc.12,16-19
21. “de Jerusalén a Jericó...” versículo 30.
Jerusalén: según los
judíos la ciudad de Dios, del
Templo.
Jericó: La ciudad
cismática. Camino
peligroso, inseguro.
El trayecto que va de Jerusalén a Jericó es el horizonte que simboliza todas
las situaciones que se dan en nuestros colegios.
22. VEINTISIETE KILÓMETROS SON SUFICIENTES PARA
CONOCER LA CONDICION HUMANA
Veintisiete kilómetros vigilados por la mirada de Dios que bastan para
conocer la vulnerabilidad de la naturaleza humana, la ambigüedad de la condición
humana que está presente en nuestra ciudad, en nuestros colegios.
Un mundo de Pecado y Y Un mundo de Gracia
Cuando pasamos de largo Cuando nos detenemos
Cuando nos interesa solo lo nuestro. Cuando nos preocupamos por lo de los demás.
Cuando pensamos: “esto no es asunto mío” Cuando nos sentimos responsables de todo y de todos.
Cuando no queremos complicaciones Cuando nos comprometemos con el sufrimiento, con el
dolor que hay en este mundo.
Cuando no le hacemos daño a nadie Cuando sabemos inclinarnos ante cualquier necesidad.
Cuando estamos ocupados en “asuntos Cuando nos preocupamos por la cotidianidad de la
urgentes”. gente.
Cuando tenemos corazón de carne, entrañas de
Cuando tenemos corazón de piedra. Misericordia, vientre materno.
“Corazón cainita” Corazón manso y humilde
23.
24. El hombre que bajaba de Jerusalén a Jericó simboliza a NUESTROS
ESTUDIANTES, que pueden caer heridos víctimas de nuestra indiferencia, al
no tener en cuenta sus heridas: soledad, depresión, droga, embarazos, abortos,
intentos de suicidio, ausencia de vida familiar, no entendimiento con sus padres, malas
relaciones con sus compañeros, pereza ante una ciencia que no les dice nada.
Víctimas de nuestro descuido al no trabajar por el recto uso de su razón
entregándoles una ciencia fragmentada, una ciencia sin conciencia y sin sentido, lejos
del Proyecto del Dios de la Vida.
Víctimas de nuestra falta de horizonte
pues no entroncamos la ciencia dentro del
Proyecto de Dios. No somos capaces de
convertirla en sabiduría, en mediación para el
seguimiento y construcción del Reino de Dios,
para la formación del ciudadano sin indiferencia:
incluyente, participativo, samaritano.
25. TRES CAMINOS EQUIVOCADOS:
“Y cayó en manos de unos bandidos que, después de
robarlo y golpearlo sin piedad, se marcharon dejándolo
medio muerto”... versículo 30. “Dios vio que la maldad del
hombre en la tierra era grande y que todos los
pensamientos que salían de su corazón eran puro mal... Por
esto a causa de él, la tierra se llenó de violencia, de
corrupción – Gén 6,5-6; 6,11-13 -.
26. De los bandidos solo sabemos
que son más de uno. Y dentro
de estos bandidos estamos
todos. La producción de tanto
dolor no solo es debido a la
maldad de unos pocos, sino que
entre todos hemos estructurado
un estilo de vida, de
relaciones y de convivencia, que
favorece la codicia, la ambición y
produce mucha miseria.
27. “Casualmente bajaba por aquel camino un Sacerdote: - El Señor
Obispo, una Religiosa, un padrecito, el capellán del colegio …
• y al verlo, NO le funcionó el corazón, siguió indiferente.
• se desvió NO fue capaz de ponerse en la piel del estudiane
emproblemado.
•Y pasó de largo”. Le ganó el corazón de Piedra. Dejó las cosas como
estaban.
28. “De igual modo un Levita que pasaba por aquel sitio, - un miembro del
equipo de pastoral, un profesor -
• al verlo NO se conmovió. Ve, pero no ve! Luego no siente.
• se desvió lo evita. Se asusta ante el herido.
• Y pasó de largo” Ignoró el dolor del otro, para el lo importante es la ley
no la vida. Versículo 32
29. Son seres dominados por “la razón” que
consideran que el tiempo que dedican al
herido los distrae de sus ocupaciones
religiosas.
1) Caminan por la vida sin contaminarse con
“las impurezas” que encuentran a lo largo
de él.
2) También sin arriesgarse ni compartir la
propia vida con el que sufre. Les da susto
que los asalten
30. El Sacerdote y el Levita “son ministros de la letra que mata no del
Espíritu que da vida” 2 Cor 3,6. “no escucharon ni prestaron oído, seguían sus
planes, la maldad de su corazón obstinado, dandome la espalda y no la cara”
Jer. 7,24
Cumplen todo menos “la única cosa necesaria” Luc 10,42
necesaria
No se conmueven delante de la miseria, del dolor, del sufrimiento humano.
31. Su forma de entender a Dios no les permite sentir que El los
interpela desde el sufrimiento y el dolor del herido. El estricto
cumplimiento de unas reglas, no facilita que aflore la
misericordia. Los hace sordos a los clamores y al sufrimiento del
herido.
32. La actitud del sacerdote del templo y del levita, que bajan de Jerusalén,
lo ven y pasan de largo, expresa algunas dificultades o
tentaciones que el discípul@ de Jesús encuentra para vivir el
amor, la misericordia y el servicio.
La prisa impide que las
relaciones en el colegio sean
auténticas, profundas y libres.
Vivimos en colegios devorados
por la prisa, porque tenemos muchos
papeles que llenar; estamos aturdidos
por Ciencia fragmentada, sin
conciencia, sin horizonte. Cada día
mas solos, incapaces de encontrar
tiempo para nosotros y para los otros, o
para gastar tiempo y vida en los
demás.
33. También los discípulos y las discípulas de Jesús, las profesoras y profesores
tenemos siempre a disposición sólidas razones para sustraernos a los
compromisos del amor. Pero estamos equivocados, por ello el camino
continúa maldito. El colegio se vuelve peligroso por la indiferencia.
No por la presencia de los bandidos sino por la ausencia del amor, porque
hemos hecho callar al corazón con sólidas razones. Es la ilusión
grande y terrible de quien se engaña pensando que puede llegar a Dios pasando
por encima del prójimo.
Lo que hace terrible el camino
no es tanto los salteadores
sino la indiferencia que
puede llegar a ser homicida:
preocupaciones de tipo
ritual: un horario que
respetar, un reglamento que
cumplir... tienen prisa no
pueden perder tiempo. El
corazón se nos vuelve de
piedra.
34. EL CAMINO ACERTADO: UN SAMARITANO
Ejemplo extremo para enfatizar la supremacía de la
Misericordia
Por dificultades que se originaron en el año 721
a.C judíos y samaritanos no se trataban – Jn 4,9.
En dicho año, los asirios conquistaron Samaria.
Los judíos que permanecieron allí y los extranjeros
advenedizos se aliaron en negocios y matrimonios
y cayeron en el sincretismo religioso equiparando y
adorando a Yahvé junto con los “cinco dioses” de
los pueblos paganos – los “cinco maridos” de la
samaritana – Jn 4, 18 -, 2 Rey 17, 30-31.
Por esta razón los judíos del templo de Jesús
consideraban impuros e impíos a los samaritanos.
Los tenían por un pueblo extranjero y
endemoniado y así los trataban – Jn 8,48 -. Se
entiende el profundo malestar de escribas y
fariseos cuando aparece en escena un
“Samaritano”.
35. El Samaritano es un extranjero, un hereje no un hombre religioso. En el Reino
que Jesús predica no hay barreras rígidas entre lo de dentro y los de fuera. El
Reino de Dios está abierto a todos. Gal 3,28. Dios quiere mostrarnos su
misericordia, derribar puertas, ventanas y barreras de todo tipo.
La sensibilidad del “malo” contrasta
con la insensibilidad de “los buenos”.
Y hereje fue el único que se
mostró compasivo como lo ratifica
el doctor de la ley. Jesús está
introduciendo un nuevo concepto
de prójimo como lo veremos a
continuación: Para el seguidor@ de
Jesús no pueden existir seres
distantes. Cualquier indigente es mi
prójimo.
36. “Pero un SAMARITANO que iba de
viaje, al llegar junto a el y al
VERLO:” deja que el dolor del otro entre
a través de sus ojos. Pasa a ver el mundo
a partir del sufrimiento del otro. Y se
estremece al ver al otro sufriendo, no
huye, no levanta teorías que justifican la
exclusión y alivian la conciencia.
Interrumpe sus planes y se deja guiar por lo
que sucede a su alrededor, atiende la voz
de su conciencia. Esta mirada no
produce curiosidad, genera
disponibilidad. Es una manera distinta
de mirar la alteridad. El acto previo
a conmoverse es VER. Se trata de
“un corazón que ve donde falta amor”.
37. El remedio para nuestra locura
sólo puede ofrecérnoslo en una
nueva manera de mirar al otro.
Ese otro tiene una existencia propia y
merece ser mirado con absoluto respeto y
veneración. En vez de dominarlo,
subordinarlo o apropiárnoslo, podemos
establecer con él una verdadera comunión
fraterna.
38. “TUVO COMPASIÓN”: Tuvo entrañas de Misericordia. Se puso en la piel del
otro, comprendió su necesidad. Se le conmovió el corazón. Se enternece y estremece
hasta lo más profundo de su ser. El dolor entró por los ojos e invadió todo su cuerpo,
todo su ser.
El verlo “compadecerse” describe un cariño tierno y profundo que brota de las propias
entrañas que “se revuelven” o se estremecen ante el sufrimiento ajeno.
En griego SPLAGNIZOMAI es enternecerse, vibrar de cariño hasta lo más íntimo del ser,
com-padecerse hasta las entrañas por el sufrimiento ajeno, dolerse por lo que
le pasa al próximo. Supone una fuerte conmoción afectiva, algo así como
“ e s tre c h a rs e e l c o ra z ó n ” y dennota una íntima participación en el
acontecimiento, un com-padecer que no se limita a una conmiseración, sino que se hace
solidaridad concreta, una atención personal. No palabras bonitas, ni sentimientos
efímeros, algo interior que nos cambia totalmente.
La Misericordia, la compasión desató un dinamismo de
solidaridad, de cercanía, de hermandad gratuita.
Compasivo como Dios es aquel que se aproxima para
ofrecer consuelo y cuidar al desvalido hasta que su dignidad y
su vida queden restauradas.
39. El cristianismo muy pronto tuvo serias dificultades con esta sensibilidad
fundamental hacia el sufrimiento del otro, que es inherente a su
mensaje. La inquietante pregunta por la justicia para con el inocente que
sufre, que está en la entraña de las tradiciones bíblicas, se transformó con
demasiada rápidez en la pregunta por la salvación de los pecadores.
El cristianismo pasó de ser una religión sensible ante todo al sufrimiento, a ser
una religión sensible ante todo al pecado. La mirada primordial dejó de
fijarse en el dolor de la criatura, y se fijó en su pecado. Esto paralizó la
sensibilidad fundamental hacia el sufrimiento del otro y eclipsó la visión
bíblica de la justicia, de la que, según Jesús, hay que tener hambre y sed.
40. Olvidó que para Jesús el pecado era la negativa a participar en el dolor
de los otros, era lo que Agustín después llamó “el auto-atrofamiento
del corazón”
41. “Acercándose”: El corazón le puso a funcionar el sentido común para
dar los pasos acertados, para priorizar en su vida lo que hay que hacer.
Se acercó a el: El amor eficaz del
samaritano es acercamiento,
descubrimiento, eficacia.
Se trata de un colocarse en su lugar,
un hacerse vida concreta. Se trata
de entrar en su historia, ser
fermento de liberación para el otro.
El fundamental movimiento de
liberación en el samaritano es el salir
de si, el “dar la vida” como dice
Jesús.
Se bajó del caballo: Se puso en plano de igualdad con el herido, rompió
esquemas.
42. “Cuidó sus heridas echando en ellas vino y aceite”; se hizo
prójimo del herido.
“La parábola del Buen Samaritano nos
lleva a dos aclaraciones importantes:
Se universaliza el concepto de
prójimo: Mi prójimo es cualquiera que
tenga necesidad de mi y que yo pueda
ayudar.
Permaneciendo Concreto:
Requiere mi compromiso práctico aquí y
ahora… Jesús se identifica con los heridos:
los pobres, los hambrientos y sedientos, los
forasteros, los desnudos, enfermos o
encarcelados” Benedicto XVI – Carta Dios
es Amor – No. 15.
43. “Luego lo montó sobre su propia cabalgadura”... Se hizo cargo de
su sufrimiento.
“Según el modelo expuesto en la Parábola del
Buen Samaritano, la caridad cristiana
es ante todo y simplemente la respuesta a
una necesidad inmediata en una determinada
situación: los hambrientos han de ser
saciados, los desnudos vestidos, los enfermos
atendidos, los prisioneros visitados…
En efecto se trata de seres que sufren, de seres
humanos… que necesitan humanidad…
para esto se necesita sobre todo una
“formación del corazón” que el amor
al prójimo sea una consecuencia que se
desprende de la fe, la cual actúa por la
caridad” Benedicto XVI – Carta Dios es Amor
– No. 31.
44. “Lo llevó a una posada y cuidó de él”.
Es el viaje hacia la vida, pues de
permanecer allí, la víctima del
asalto seguramente habría muerto.
Este viaje de la muerte a la vida es
el resumen de la existencia
cristiana.– Rom 7, 20-24.
“Y cuidó de él” Sintetiza la obra
de Cristo. Su práctica debe
constituir el tipo de acción del
Cristiano en el mundo.
No se trata de conducir al hombre al culto, cuanto de revelarle la dimensión
de su profundidad para sanarlo de su egoísmo, sus miedos, su orgullo, su
pereza y su avaricia, su ambición...
45. Al día siguiente sacó dinero y se lo dio al posadero diciendo:
“cuida de él, y lo que gastes de más te lo pagaré a mi vuelta...”
Sacar dinero: La aventura del hombre
asaltado concluye en la posada y
concluye con una operación que sería la
más trivial sino fuese un signo que
resume por entero el amor del
samaritano: la de sacar del bolsillo
dinero para pagar el hospedaje.
En el caso nuestro debemos descubrir
que hemos sido “comprados”, “salvados”
por el AMOR. Se puede tratar de servir
a Dios por temor sin haber descubierto
el AMOR. Quien no ha descubierto el
amor, no ha descubierto todavía a
Nuestro Dios 1 Jn 4, 16. “Nuestro Dios
es Amor”.
46. A la procesión de la muerte Jesús responde con la procesión de la
vida.
1. “El Señor al verla”: Todo empieza por los
ojos. Dichosos los que tienen ojos y ven,
tienen oídos y oyen.
Jesús ve la realidad de muerte, no desvía
la mirada del dolor. La enfrenta. La mira con
benevolencia y ternura. Deja que la realidad
del sufrimiento penetre en Él, lo contagia,
penetra en todo su ser. Los ojos son por
excelencia, la puerta de entrada de la
compasión. La compasión de Jesús entró por
sus ojos, conmovió todo su cuerpo y
puso a funcionar su corazón para traducir en
solidaridad la compasión sentida.
47. 2. “Se compadeció” por la soledad
total de una madre que ya era viuda
y ahora pierde a su único hijo, la
ultima esperanza de apoyo afectivo
y económico.
Cambia la procesión de muerte en
una procesión de vida. se le
conmovieron las entrañas. Salió a
flote su humanidad
48. • “Le dijo no llores”: Dichosos quienes lloráis ahora, porque reiréis.
Jesús dice “no llores”. Quién está conmovido solo puede pronunciar
palabras de consuelo. Pocas, pues la verdadera conmoción coloca en crisis
el discurso y lo pone en el camino de la solidaridad. Se trata por tanto de
palabras comprometidas no por salir simplemente del paso. “No deberíamos
añadir una palabra sobre aquello que hacemos”.
4. “Acercándose”: No pasó de largo, se involucró, en el dolor de la viuda.
Utilizó su capacidad comunicativa. La misericordia supone un salir hacia los
otros gratuitamente. Toda la vida verdadera es encuentro.
49. • “Tocó al muerto”: Una historia truncada en el momento de mayor
vitalidad. Una realidad cruel. La soledad de una madre que pierde su apoyo
afectivo y aún económico.
Jesús se aproxima al muerto y lo toca amorosamente. Toca la raíz del
sufrimiento, de la tristeza, de la muerte. Al tocar amorosamente al muerto,
Jesús interrumpe el ciclo de la muerte. Vuelve a comenzar el ciclo de la vida.
El toque amoroso es como una red eléctrica que lleva la energía del
amor. Necesitamos para ser felices, que alguien nos toque con amor. El
discurso solo no es capaz de interrumpir el ciclo de la muerte. Así Jesús
supera el Proyecto Santidad – Pureza que prohibía tocar un muerto.
50. • “A ti te digo levántate”: Su palabra se realizó de manera puntual. No
solo es devuelto a la vida, también se reintegra al mundo de las relaciones.
Lo devuelve a la procesión de la vida
Jesús recrea la vida “Joven, yo te lo ordeno, levántate” la palabra
gana poder de recrear la vida, es autoridad para “levantar” difuntos cuando
es llevada por alguien que vive la espiritualidad samaritana. Jesús
transforma la muerte en vida, el sufrimiento, la tristeza en alegría.
• “Se lo entregó”: Es la Buena
Nueva de Jesús, es el triunfo de la
vida sobre la muerte.
Jesús entrega la vida nueva a la
persona que sufre. No se queda con
ella para sí. Comparte la vida.
resucitar es reunir personas que se
aman.
51. 1. Cuando aún estaba lejos su Padre lo vio.
“El país lejano” es el ambiente en el cual se
ignora el tesoro sagrado de la propia casa. Somos
libres de dejar el hogar. El Padre lo ha dejado
marchar con plena libertad. No lo obligó a
permanecer en casa a pesar del dolor que le
causaba. Lo deja decidir sobre sus propia historia.
Actúa pedagógicamente.
Lo ve: No como algo, como un objeto sino como alguien como una persona, como
un rostro humano que para el era especialísimo.
El Padre ve de lejos. Es una madre, ve con ternura y benevolencia. Ve con los
ojos, con la cabeza, con el corazón, los brazos, los pies, con el cuerpo todo. Porque el
corazón ve realidades que la cabeza no ve. Los pies ven realidades que el corazón
no percibe. Los brazos ven realidades que los ojos no descubren.
52. 2. “Profundamente conmovido”: El hijo nunca se le ha salido del corazón. La
misericordia rehace la vida del hijo. Supo esconder su decepción a la hora de
la partida más no su emoción a la hora del retorno. La alegría contagia
todo su cuerpo. Es importante resaltar que no solo el dolor y el sufrimiento
conmueven a las personas. La belleza, los bellos recuerdos, los gestos
gratuitos también nos conmueven.
53. • “Salió corriendo a su encuentro”:
Una forma de proceder que no es
común en un anciano pero el corazón
conmovido no se frena ante nada. El
hijo arrepentido va hacia el Padre pero
al final es el Padre quien corre hacia
su hijo impulsado por la conmoción.
La misericordia del padre supera en
mucho las expectativas del hijo y la
cultura oriental. Guarda silencio, no lo
reprende, no pone a funcionar el
sentimiento de culpa, no lo “sermonea”.
La conducta del Padre es algo raro e
insólito contrario a lo tradicional. No lo
acogió como empleado sino
como HIJO.
54. • “Lo abrazó y lo cubrió de besos”: Es un signo de perdón
prolongado. El Padre rompe las barreras. Es un signo de perdón
incondicional. Este Padre es maternal. Dios como Madre recibe a quien
creó a su propia imagen y semejanza. Esta expresión libre de amor está
fuera de lugar para un padre de aquella sociedad patriarcal.
Aquí hay un padre que desestima su honor, la herencia y los parámetros
patriarcales de la época, es un mal padre y actúa como UNA MADRE
muy buena.
55. 5. “Celebremos una fiesta”: No necesita las explicaciones del
hijo, ni las pide, ni las quiere. La fiesta tiene una función
reorientadora:
• Que el hijo se perdone, se ame
• Que saque provecho de la experiencia pasada, que no se
desoriente.
56. El Padre hace fiesta porque el hijo ha vuelto a la vida. En el versículo 22 el
Padre da tres órdenes: “que son comparadas a Gen 41,42 donde José, después de ser
entronizado como gran canciller de Egipto recibe un anillo, un vestido de lino precioso y un collar
de oro. El hijo recibe en primer lugar un vestido de fiesta: significa una alta distinción,
es figura del tiempo de la salvación, el anillo significa plenos poderes y los zapatos son
un lujo; es el hombre libre quien los usa, el hijo no debe andar con los pies descalzos. Las tres
ordenes son una publicación de perdón y de restablecimiento en la
condición de hijo” .
57. El Hijo esperaba ser recibido dentro de una
espiritualidad de la ley que prescribía el
castigo para las transgresiones, pero fue recibido
dentro de una espiritualidad samaritana,
lo que superó muchísimo sus expectativas.
Aquí hay un baño de misericordia. La
misericordia de Dios devuelve la identidad al
Hijo. El vuelve a ser persona, a sentirse amado
y dispuesto a amar. El que pensaba volverse
empleado, descubre que continúa siendo el
hijo de un padre compasivo y
misericordioso: Compasivo, tierno, sin
rencores.
58. 6. “Su Padre salió y trataba de convencerlo” para que participe en la
fiesta. Quiere contagiarle su alegría para que salga de su egoísmo para que
no viva como un extraño sino como un hijo a pesar de su falta de respeto
con él.
La misericordia del Padre se
extiende a los dos hijos.
Se necesita igualmente
desinteresado por la inmoralidad
del menor y por la auto-
justificación del mayor. El
interés del Padre es unir en el amor
a sus dos hijos. Ambos son
culpables de faltas graves y el
quiere perdonar a los dos. La
preocupación del Padre no es
la justicia son la Misericordia, el
triunfo de la compasión.
59. 7. “Todo lo mío es tuyo”: El corazón misericordioso del Padre es la mayor
riqueza.
Esta parábola constituye el fundamento espiritual de la terapia de la
imperfección de ella se saca una nueva forma de conciencia suyo desenlace
es la misericordia y no la condenación
60. • El menor dijo a su padre: Es una conducta
escandalosa
• Reunió todo lo que tenía y partió a un
lugar lejano. Se dedicó a “la buena vida”.
• Allí malgastó y gastó todo. Se va
degradando progresivamente.
• Fue a buscar trabajo. Termina en una
situación desastrosa. Toca fondo, termina en
una ocupación que para los judíos era una
apestación.
• Entra en sí. Toma conciencia de su realidad
• Volveré a mi Padre y le diré … A la
ingratitud ha añadido la injusticia.
• Partió de vuelta donde su padre.
Emprende el camino del retorno cansado y
harapiento, oliendo a perro muerto …
61. La misericordia supone un salir hacia los otros de manera gratuita.
• Lo abraza: El padre rompe las barreras. No
crea distancia. Su inmensa cercanía con
quien está sucio. Lo trata como lo que es: Su
hijo.
• Lo cubre de besos: Expresión del perdón
fraterno. Lo perdido no eran los bienes sino
el hijo.
• Rápido le manda poner el mejor
vestido: El Padre no ve la hora en que el
hijo se repone de sus heridas, que se de
cuenta de lo que había perdido: su dignidad,
el lugar en su familia, su libertad.
4. Le coloca el anillo: Formaba parte de las
insignias reales. Le confirma sus antiguos
privilegios, los poderes del hijo.
62. 5. Le manda poner sandalias:
Privilegio de los hombres libres. El
Padre se adelanta al hijo quien va a
pedir trato de jornalero, quien apela a
la misericordia como única
esperanza.
6. Hace sacrificar el novillo cebado:
El animal alimentado con más
cuidado y reservado para una
celebración especialísima.
7. Convoca una fiesta con todas las de
la ley mejor comida, música, baile.
Parece exagerada pero el Padre
explica el motivo: el gran valor de la
vida del hijo.
63. Escuchemos al profeta Ezequiel: “¡Ay de ustedes, Pastores de Israel:
pastores que sólo se preocupan de ustedes mismos! ¿Acaso el
pastor no tiene que preocuparse del rebaño? Se alimentan de leche, se
visten con lana, se sacrifican los animales gordos, pero no se preocupan
de sus ovejas: No han reanimado la oveja agotada, no se han preocupado
de la que estaba enferma, ni curado a la que estaba herida, ni han traído
de vuelta a la que estaba extraviada, ni buscado a la que estaba perdida.
Y a las que eran fuertes, las han conducido a base de miedo...” (Ez
34,2-4).
“... Sin pastores mis ovejas se han dispersado: siendo así
presa fácil de las fieras salvajes... La culpa es de los
pastores: Se preocuparon de sí mismos pero no del
rebaño...” (Ez 34, 5,8 y 9).
“...Yo mismo me preocuparé de mis ovejas, yo las
llevaré a descansar. Buscaré a la que esté perdida, volveré a
traer a la que esté extraviada, curaré a la que esté herida,
reanimaré a la que esté enferma, velaré por la que esté sana;
las cuidaré con justicia...” (Ez 34, 15-16 ).
64. En el griego de Lucas hay cuatro términos para expresar la misericordia:
Splangnizomai: Compasión
Oiktirmones: Conmoción – ser solidario
Eleos: Bondad
Ilasteti: “Se prójimo conmigo”, “tenga piedad de mí”.
65. Lucas hace coincidir al Dios de Jesús con el Misericordioso
Dios del Éxodo 3,7-10
He visto la humillación de mi pueblo en Egipto Dios ve nuestro sufrimiento, lo experimenta
He escuchado sus gritos cuando los
Dios escucha nuestros clamores, los siente.
maltrataban sus mayordomos
Yo conozco sus sufrimientos Dios comparte lo que le nos pasa.
Estoy bajando para liberarlo y llevarlo a Dios desciende, se aproxima para
una tierra que produce leche y miel conducirnos a un estilo de vida diferente:
Otro lugar geográfico, otra organización social.
El clamor de los Hijos de Israel ha llegado hasta
Dios se hace solidario con nosotros.
mi.
Dios se indigna con lo que nos hacen y nos ayuda
He visto como los egipcios los oprimen para asumir la historia y caminar
solidariamente.
66. Nos vamos a detener tan solo en el primero de estos términos.
Splangnizomai: Ocurre 3
veces solo en Lucas 7,13; 10,33;
15,20. Su mejor traducción
compasión significa el
movimiento de las entrañas
humanas – vísceras, vientre,
corazón, causado por el dolor
del otro al ser visto. Es un
revolver del vientre materno. Es
sufrir con, sentir con,
conmoverme interiormente
por el dolor del otro. El
sufrimiento del otro me
contagia y yo paso a sentir
con él.
67. Para ser discípul@ de Jesús es necesario
tener el coraje de mirar cara a cara
al que sufre. El que desvía la mirada
del otro que está sufriendo no se
conmueve. Quien racionaliza no se
conmueve simplemente busca
justificaciones teóricas. Todo
misericordioso es compasivo pero no
todo compasivo es misericordioso. Hay
personas que se conmueven al ver sufrir
al otro pero no se hacen solidarios con su
dolor.
“La misericordia es una acción, mas exactamente una re-acción frente al
sufrimiento ajeno interiorizado que llegó hasta las propias entrañas, el propio
corazón. Esta re- acción es motivada exclusivamente por este
sufrimiento.
68. El sufrimiento ajeno interiorizado – com - pasión – es el
principio de la re - acción, de la misericordia.
Se convierte en el principio configurador de toda la acción de Dios. La
parcialidad de Dios con las víctimas por el solo hecho de ser
víctimas, la activa defensa que hace de las víctimas y su
designio liberador para con ellas”.
69. Psicológicamente compasión es atender al otro,
comprometerse con el que sufre, asumir con el su dolor.
Es dirigir mi atención a la persona que clama, que grita.
Hacer de esa persona, en ese momento, el absoluto
de la vida de modo que se sienta acogida, valorizada,
comprendida y cobijada.
La sede de la compasión para la madre está en el seno materno, en sus entrañas, para
un padre en el corazón.
La puerta de entrada de la compasión en nuestro cuerpo está en la visión o en
la audición haciendo estremecer todo nuestro cuerpo , sentir escalofrío, agitarse.
El corazón sufre, lo ojos lloran, la cabeza se indigna, las entrañas se conmueven, todo el
cuerpo se estremece y de ahí brota la fuente para tener un corazón de carne.
La compasión es como un volcán que nos va
sacudiendo por dentro hasta irrumpir en las manos y los
pies como invitación para acciones solidarias. La
estructura de la compasión consiste en que el
sufrimiento ajeno se interioriza en la persona al ser
descubierto; este sentimiento interiorizado
genera una re-acción, una acción.
70. La compasión trae consigo la
indignación. Son dos caras de
la misma moneda, son como carne
y uña : están siempre juntas. La
compasión nos invita a la
solidaridad gratuita. La
indignación nos convida a
encontrar las verdaderas causas
del sufrimiento y combatirlas. Nos
hace críticos – creativos.
En otras palabras la justicia y la
Misericordia siempre deben ir
de la mano
72. EL SER HUMANO UN SER QUE REQUIERE SER CUIDADO
Cuidar es preservar la identidad del otro
Cuidar es velar por la autonomía del otro, de sus decisiones libres y
responsables
Cuidar es preocuparse y ocuparse del otro a causa de su vulnerabilidad
Cuidar es velar por las circunstancias del otro
Cuidar es darle herramientas al otro para resolver sus problemas por sí mismo
73. La Misericordia no es lo único que ejercita
Jesús, pero si es lo que está en su
origen y lo que configura toda su
vida, su misión y su destino. Esas
entrañas conmovidas son las que
configuran todo lo que Él es: Su saber, su
esperar, su actuar y su celebrar.
Elevar a principio esta misericordia en nuestros colegios puede parecer un
mínimo; pero, según Jesús sin ella no hay humanidad, ni divinidad, no hay
justicia.
74. “Misericordia es una actitud fundamental ante el sufrimiento ajeno,
en virtud de la cual se reacciona para erradicarlo, por la única razón de
que existe tal sufrimiento y con la convicción de que en esa re-acción ante el no –
deber – ser del sufrimiento ajeno, se juega sin escapatoria posible, el propio
ser”.
La realidad histórica está configurada por
la anti-misericordia activa, que
hiere y da muerte a los seres humanos y
amenaza y da muerte a quienes se rigen
por el principio misericordia. Por trágico
que pueda parecer, Jesús murió
ajusticiado por ejercitar la
misericordia consecuentemente y
hasta el final.
“Quien vive según el principio – Misericordia” realiza lo más
hondo del ser humano, se hace semejante a de Jesús – “homo verus”
y al Padre – Madre Celestial”.
75. El contraste, la actitud radicalmente
opuesta, entre la conducta del personal del
templo – dar un rodeo y seguir de largo – y la
del samaritano - enemigo preocuparse del
herido – salta a la vista.
Pero el contraste de conductas no es
más que el contraste de motivaciones:
Sacerdote y Levita aman intensamente la
Ley de Dios; Jesús en cambio ama
intensamente al Dios de la Le y paciente y
bondadoso, rico en misericordia.
Los dos primeros se preguntan “si me detengo a ayudar a ese hombre, qué podrá
pasarme a mi”. El Samaritano le da la vuelta a la pregunta “si no me detengo
qué podrá ocurrirle a él”. Dos maneras de ver la vida diametralmente opuestas.
La primera centrada en la preocupación de uno mismo; la segunda orientada
al otro.
76. La trascendencia humanizadora, o salida de nosotros mismos para
llegar a ser más de lo que somos, solo se logra en el amor gratuito y
solidario que piensa no tanto en qué será de mi, sino “qué será del
otro”.
El único camino es percibir al hermano y socorrerlo: el modelo es el
samaritano.
77. Y Nosotros?
1. Tenemos un corazón misericordioso compasivo
frente a nuestros estudiantes, frente a sus alegrías, sus
angustias, sus sufrimientos?
2. Nos acercamos a ellos, entramos en su vida,
empatamos con sus sentimientos?
3. Nos bajamos de nuestro caballo, de nuestra seguridad, de nuestra
“superioridad”?
4. Curamos sus heridas con respeto, con ternura, con diálogo, con entrañas de
misericordia, con amor?
5. Los montamos sobre nuestra propia cabalgadura, una cabalgadura llena de
debilidades y ambigüedades pero plena de misericordia y ternura? Realizamos con
ell@s la samaritanidad.
6. Compartimos con ellos nuestra vida, nuestras alegrías y limitaciones;
cuidamos su corazón, su inteligencia, todo su ser?
7. Sacamos de lo nuestro para integrarlos a la sociedad, una sociedad que
deben transformar, a la Iglesia, una Iglesia que deben convertir en Samaritana,
misionera y pobre? Hacemos seguimiento a su trabajo con ellos. Nos interesa lo
puntual o lo procesual?
CONTAGIAMOS A LOS OTROS DE NUESTRA COMPASIÓN - MISERICORDIA?
78. Los pasos egoístas alejaron al sacerdote y al
levita del hombre asaltado, pero los pasos
misericordiosos acercaron al samaritano
a socorrer al necesitado.
El samaritano un cismático, un excomulgado dejó que el corazón hablara y esto le
sugirió el comportamiento acertado. Un desconocido? Pero a el no le
interesaba averiguar su identidad, le bastaba saber que se trataba de un hombre
en necesidad. Ese es su único título. Motivo más que suficiente para detenerse,
acercarse, perder tiempo, renunciar a sus programas de viaje y sacar plata de su
billetera.
El samaritano, ignorante y despreciado, contrario al sacerdote y al levita
encontró a Dios en una curva del camino. No faltó a la cita decisiva. Supo ponerse
en la piel del otro y se dejó interpelar por El, aceptó el contratiempo, la variación.
El amor no abandona nunca al hombre a si mismo. La caridad exige continuidad,
fidelidad. Nada de entusiasmos epidérmicos. La acción del samaritano es, antes
que un acto humanitario, un acto de trasgresión de un modelo cultural. El amor de
esta samaritano es realmente subversivo.
79. Y Nosotros?
2. Cómo es nuestra mirada respecto a nuestras
muchachas y muchachos? Nos fijamos en su pecado,
en su equivocación o en su sufrimiento?
3. Tratamos de colocarnos en su piel? Somos
humanos?
4. Ante sus necesidades nos detenemos o pasamos de
largo? Nos alejamos? Damos respuestas
programadas?
5. Nos dejamos interpelar por sus cuestionamientos,
dudas, equivocaciones? O simplemente nos
acostumbramos a los que les sucede?
6. Tenemos un corazón de carne? O se impone en
nuestros colegios el corazón de piedra? Estamos
convencidos que el gran enemigo es la indiferencia,
la inhumanidad?
6. Les damos nuestro tiempo? Nos aproximamos a
ellos?
80. MODELOS DE SER Y DE VIVIR
En la parábola están representados tres modos de ser y de vivir: el del ladrón, el del
sacerdote y el levita y el del samaritano.
El ladrón piensa: lo tuyo es mío y vive a la
espera continua del robo.
El sacerdote y el levita piensan: lo mío es mío, se
encierran en lo que poseen y dejan que los demás se las
arreglen como puedan.
El Samaritano piensa: lo que es mío es también tuyo
y reparte y comparte no sólo el corázón, sino también su tiempo y
todo lo que posee.
Para ser prójimo es preciso vivir la espiritualidad de la Compasión – Misericordia. No se
trata de dar alguna cosa, sino de darse por entero. Es vivir a partir del otro, ser un
maestro para los demás.
81. El Sujeto – Individuo – Sacerdote y Levita –
afirma: “Si no hay para todos, que por lo
menos haya para mi”.
El Sujeto – Comunidad – El
Samaritano – por el contrario dice:
“Si hay para todos, entonces
también habrá para mi” nos
dice que otro mundo, otro colegio
es posible.
82. “El capitalismo creó una cultura del yo sin el nosotros.
El Socialismo creó una cultura del nosotros sin el yo.
Ahora necesitamos de la síntesis que permita la convivencia del yo con el
nosotros. Ni individualismo, ni colectivismo, sino democracia social y
participativa” Leonardo Boff
83. Y EN NUESTROS COLEGIOS?
Formamos sujetos-individuo o sujetos-comunidad?
Estamos convencidos que “la solidaridad libra de la
muerte e impide caer en la tinieblas”?
De que “don valioso es la solidaridad para cuántos la
practican”?
De qué “mejor es la solidaridad con justicia que la
riqueza con iniquidad”?
En fin que “la Misericordia libra de la muerte y purifica
de todo pecado”? Tobias 4,7-11; 12,8-9.
84. LA PREGUNTA CORRECTA:
La pregunta final de Jesús al escriba es la clave de
lectura de toda la parábola. La pregunta que dio origen
a la parábola fue “quién es mi prójimo”. Quién tiene
derecho a mi amor? Al final Jesús retoma la pregunta,
pero se la cambia: “Quién de los tres... Se hizo
prójimo del que cayó en manos de los salteadores”. A
quién tengo que amar, qué tengo que hacer?
Jesús lleva al escriba a reconocer que “prójimo” no es
aquel que es cercano a uno, sino aquel a quien yo me
aproximo.
Considero como mi prójimo a aquel en cuyo camino yo
me pongo, a quien salgo a buscar. Así mi mundo cambia
y mi vida se complica. No se trata de saber quién es mi
prójimo, se trata de actuar, dejarnos de tonterías e ir a la
práctica – Mt 7,21,24-.
85. El escriba acepta en parte la enseñanza de Jesús y a la pregunta: “Quién de los
se hízo prójimo del que cayó en manos de los asaltantes”
tres te parece que
responde “El que tuvo compasión de el”. Responde bien, pero se ajusta
nuevamente a la ley. Si los personajes de la parábola están bien identificados , no
era más fácil responder “el Samaritano”? Pero esta palabra representaba una
realidad impura y maldita por lo que los labios del judío piadoso no la podían
pronunciar. Una vez más el escriba cumple la ley, pero olvida el perdón y la
misericordia.
Al final Jesús no le pregunta “Has entendido bien”? ni
tampoco le recomienda “preocúpate de no olvidar esta
lección” Le impone un camino “VETE” y un estilo de
vida “Y HAZ TU LO MISMO”. Ten un corazón
MISERICORDIOSO, HUMANO, SOLIDARIO.
En la Parábola del Samaritano la búsqueda y denuncia
de los culpables está totalmente ausente. La atención
se centra en “Haz tu lo mismo”.
86. “VETE Y HAZ TU LO MISMO”
La actitud compasiva solo puede brotar de un hombre
consciente de sus limitaciones, de su fragilidad, de su
vulnerabilidad. La aceptación de nuestra existencia
contradictoria, enigmática, impredecible.
Cambia tu conciencia, tu manera de conocer y tratar la
realidad. Descubre tu propia indigencia.
Toma el camino de la misericordia no el de la perfección. El
perfeccionista es un ser anestesiado, severo consigo
mismo, exigente y riguroso con los otros. Sus esquemas
mentales le impiden cambiar la ley por la compasión.
Busca un esquema alternativo, arriésgate, bájate del
caballo. Aprende otra manera de ver, conocer y tratar la
realidad. Experimenta el sufrimiento del otro y verás
la vida de modo diferente.
No te quedes en la teoría, en las buenas intenciones pasa a
la práctica deja la compasión pasa a la Misericordia.
Haz lo mismo que hizo el samaritano frente a la indigencia del prójimo
87. Y NOSOTROS
1. Lo central para nosotros son nuestros
muchachos y muchachas, nos hacemos
prójimos y próximos de ellas y de ellos?
2. Nos acercamos a su estilo de vida, a sus
paradigmas, a sus búsquedas, a sus
equivocaciones y aciertos?
3. Trabajamos para que tengan vida plena y
abundante en Justicia, dignidad y paz?
Trabajamos para para que al seguir a
Jesús y su Proyecto de vida nuestras
comunidades educativas construyan Reino
de Dios?
4. Tenemos en cuenta sus preguntas, sus
dudas, sus temores, o simplemente a su
lenguaje post-moderno respondemos con
un corazón pre-moderno?
88. Dos Preguntas Decisivas a partir de la Parábola
“El amor de Dios por nosotros es una cuestión fundamental para la vida y
plantea preguntas decisivas sobre ¿quién es Nuestro Dios y
quiénes somos nosotros?” Benedicto XVI.
Resulta imposible la aproximación a la problemática sobre el misterio de
Dios si previamente, de manera explícita o implícita, no se ha considerado la
problemática inherente a la condición humana. Es incontestable que
cuando decimos algo sobre Dios, estamos afirmando algo sobre nosotros
mismos. La remisión a lo lejano y desconocido siempre sucede a partir de lo
cercano y familiar.
89. Todas los seres humanos pero más un
profesor@ maestr@ siempre se
encuentran, como lo recuerda el gran
teólogo Karl Barth, ante el dilema de no
poder hablar de Dios y de tener
que hablar de Él.
90. Dios no es un dato metafísico conocido a
priori, sino que es presencia y
ausencia es “Deus - absconditus” el
Dios escondido y “Deus revelatus” El
Dios revelado en la persona de Jesús de
Nazareth. Esta tensión es constitutiva del
cristianismo.
Dios no es una idea sino alguien que me
descubre y a quien yo descubro en mi
cotidianidad.
91. Dios se sitúa más bien en el nivel
de los interrogantes y no de las
certezas. El deseo y la búsqueda de
Dios son ya de alguna manera tal vez
la única respuesta posible en clave
provisional y transitoria a ese
Dios que es siempre, lo sepan o no
nuestro contemporáneo.
El conflicto de las imágenes
de Dios, no es sino otra manera de
expresar el conflicto de
interpretaciones con el que el ser
humano ha de enfrentarse siempre,
sin poder alcanzar nunca.
“Una solución definitiva”
92. Toda imagen de Dios,
para que no se convierta en
idolátrica, ha de someterse
sin cesar a la crítica –
discernimiento de los
espíritus – que nace del
convencimiento de que es
totalmente imposible el
empalabramiento
definitivo y exhaustivo
de la inefabilidad de lo
divino. No conocemos a
Dios, solo encarnaciones de
Dios.
93. El problema de fondo está en que no nos cabe en la cabeza que a partir de la
encarnación de Dios, el cristianismo modificó radicalmente nuestra
manera de entender la trascendencia de Dios.
Resulta comprensible que a las
instituciones religiosas les viene
mejor el Omnipotente de la
Filosofía que el Misericordioso del
Evangelio.
El Omnipotente diviniza el poder y
nos empuja a desear ser poderosos,
para ser imagen suya. Es el Dios que
cuadra divinamente y paradójicamente
con la tentación satánica: “seréis como
dioses” – Gen 3,5 -.
El Misericordioso no empuja a nadie
a desear poderes, por muy divinos que
sean. Porque es el Dios que no
“legitima” nada más que la identificación
y hasta la fusión con el destino de todos
los que se ven machacados por el dolor
y la injusticia del “orden” presente.
94. Todo esto significa que el cristianismo, no sólo cambió el concepto de Dios,
sino igualmente el modo de encontrar a Dios. El modo de encontrar a
Dios no va por el camino ascendente de la perfección y la divinización,
sino por el camino descendente de la humanización y la
Misericordia. Es decir, encontramos a Dios en la medida, y sólo en la
medida, en que - como lo hizo Dios mismo - nos fundimos con lo
humano, precisamente para liberar a los seres humanos, y a la sociedad
en que vivimos los seres humanos, de la deshumanización que a todos nos
amenaza y a todos nos domina, causando tanta inhumanidad y tanto
sufrimiento.
95. LA PARÁBOLA NOS ACERCA A UNA IMAGEN
MAS CREIBLE DE NUESTRO DIOS
Tito 3,4
Con la llegada de Jesús, la relación de la persona humana con Dios sufre un
cambio radical: El Dios de Jesús rescata la profunda imperfección del
hombre e intensifica su relación con ella.
La inconsistencia se vuelve la
nueva versión de Dios, del mimo
modo que la Misericordia viene a
ser su contenido. El Dios de
Jesús es definido a partir de su
sensibilidad por todo cuanto el ser
humano tiene de frágil, finito, limitado,
humano. Pensar algo respecto de
Dios significa pensar en su
Misericordia.
96. Jesús hace varias revelaciones a partir de su experiencia de Dios:
• Un Dios desprovisto de dogmatismos
• Un Dios desprovisto de control y poder.
En resumen un Dios al que le basta la Misericordia para correr al encuentro
del hombre, abrazarlo y cubrirlo de besos.
97. Hacer lo mismo que hizo el samaritano, implicaba corregir totalmente una
concepción de Nuestro Dios centrada en el culto, en el olvido de la persona
humana, de la subordinación a la ley. Para Jesús es claro que hay que dejar a un
lado las reglas y ayudar al que sufre. En la parábola Jesús revela el “genuino
rostro de Nuestro Dios” – Padre – Madre “Clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en amor” Jonás 4,2. Ex 34,6.
98. La parábola del Buen Samaritano, leída en el contexto de la crítica al
compromiso de Jesús con los cobradores de impuestos y los pecadores, es la
revelación de una imagen de Dios que invita a la persona creyente a una
entrega incondicional a favor del que sufre. Refleja las tensiones que
rodean el Misterio de Jesús y cómo los fariseos entienden muy bien que Jesús
rechaza la caricatura que encierra a Dios en el marco de unos preceptos
vacíos del amor y de la Misericordia de Dios.
La conducta del Buen Samaritano es
el mejor retrato de Jesús: EL
SAMARITANO es el único que
encuentra a Dios en el dolor del
herido, el único que se
compromete con él y hace verdad la
unidad del amor a Dios y el prójimo
como a uno mismo. Es el camino a
transitar para conseguir la plenitud
de la vida.
99. La parábola del Buen
Samaritano nos recuerda que
“Ahora le toca al ser humano
darle lo suyo a Dios que
ha renunciado a su poder
para que la creación se
hubiera podido dar”.
En este caso el samaritano
comprende que no es Dios
quien puede ayudarnos, sino
él es quien debe ayudar a
Dios. SI el no socorre al
herido, Dios “no puede “hacer
nada”
100. En la parábola del Buen Samaritano se nos
muestra que no es Dios el llamado a evitar el
sufrimiento del hombre, sin que el hombre es el
llamado a evitar el dolor de Dios en la
historia
101. Dios respeta las leyes de la naturaleza y de la libertad humana. Entonces la
oración no debe ir tanto dirigida al Señor para que arregle las cosas “sino
para que nos cambie a nosotros, nos asista y nos ayude a arreglarlos; para
que asumamos nuestras responsabilidades”.
102. No se trata de pedirle a Dios que resuelva el hambre de los pobres sino de
pedirle que nos haga más sensibles a la miseria y responsables para ayudar
con nuestros bienes y talentos a calmar su hambre. Lo que no hagamos
nosotros no suele hacerlo Dios. Lo que no hubiera hecho el
samaritano se hubiera quedado para siempre sin ser hecho. Lo
que dejemos de hacer nosotros, por egoísmo, lo deja de hacer Dios! Así de
serio.
103. Lo decía la judía Etty Hillesum asesinada en Auschwitz en 1943 “solo una
cosa me parece cada vez más clara: no eres tu quien puede ayudarnos, sino
nosotros somos los que podemos ayudarte, y haciéndolo, nos ayudamos a
nosotros mismos”
104. En la parábola del Buen Samaritano se revela la
calidad humana de Jesús y la grandeza del Dios
en quien creía. En Jesús Dios se revela como
aquel que está a merced del hombre en
la historia supuesto que ni siquiera “intervino” en
la muerte de su Hijo
105. De Jesús impactaba la Misericordia y la gran importancia que le
otorgaba: nada hay más acá ni más allá de ella, y desde ella defina la
verdad de Dios y del Ser Humano.
106. La Misericordia constituye la respuesta a la indigencia humana no el juicio
y la condenación. La Misericordia es la respuesta de Dios al delirio de
la persona humana de querer ser perfecta. Jesús da a entender que el
elemento central de su proyecto no es la contabilidad sino la
COMPASÍÓN – MISERICORDIA
107. Esta parábola nos hace presente el fascinante
misterio de Nuestro Dios. Un Dios “semper
maior et semper novus”. Nos ayuda a comenzar
a experimentar la innegable incomprensibilidad
de Dios la sorprendente libertad que le
caracteriza de un modo cada vez más intenso y
más puro.
Nos comunica algo acerca de Nuestro Dios y de
su gracia, de Jesucristo crucificado y resucitado.
NOS LLEVA A EXPERIMENTAR A NUESTRO
DIOS: COMPASIVO Y MISERICORDIOSO,
SILENCIOSO Y CERCANISIMO,
INEFABLE Y SORPRENDENTE.
Nos conduce a encontrar realmente a Nuestro
Dios, al Dios Vivo y Verdadero, al Dios que
merece ese nombre superior a cualquier nombre.
En el Samaritano está Nuestro Dios a
quien tenemos que “contemplar” y
“practicar” en nosotros, en nuestros colegios.
108. La perenne actualidad de Dios, nos exige la perenne actualidad de sus imágenes
… Más que de respuestas, lo importante, el meollo de la cuestión es la
pregunta acerca de Dios: viviente por antonomasia, fuente, a la vez de
inquietudes y de alegría, de zozobra y de esperanza, de interrogantes
angustiosos y de confianza que vence todo desaliento.
109. LA PARÁBOLA NOS MUESTRA UNA IMAGEN
AUTÉNTICA DE LA PERSONA HUMANA
En la Parábola Jesús descubre al hombre concreto por
excelencia: el que al VER un Herido en el camino, le funciona el
corazón, se le mueven las entrañas, atiende y cura sus heridas y
lo acompaña hasta la sanación total. No se trata de “obras de
misericordia” sino de la estructura fundamental que nos hace
humanos: re-accionar ante las víctimas de este mundo.
110. La Parábola nos manifiesta, pues, quién es el auténtico ser
humano:
El que vio al herido en el camino, escuchó sus gritos de auxilio,
reaccionó y lo ayudó a curarse.
El que interioriza las necesidades ajenas, las hace parte de sí
mismo y las vuelve motor de su existencia.
111. Cuando Jesús quiere enseñarnos la verdad
del ser humano, narra la Parábola del Buen
Samaritano.
El ser humano cabal es aquel que vio a un
herido en el camino, re-accionó y le
ayudó todo lo que pudo.Movido a
Misericordia.
El ser humano cabal es el que interioriza en sus entrañas el sufrimiento
injustamente infligido, lo hace a parte de si y lo convierte en principio interno y
ultimo de su actuación. Pues la misericordia como re-acción se
convierte en su acción fundamental.
El Evangelio de Lucas nos muestra que Jesús encantó al Pueblo – 4,14 – 15,
23.27; 5,15; 6,17-19 – por ser compasivo y misericordioso.
112. En definitiva, el ser cristiano no consiste solo en creer en Dios, sino en
creer en el hombre, no porque este se muestre digno y merecedor de esta
fe, sino por algo más radical: porque primero Dios ha creído en él, por
que Dios tuvo esa audacia de apostar primero por el hombre, y en esa apuesta,
lo ha salvado.
113. LO CENTRAL DEL PROYECTO DE NUESTRO DIOS
“No endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano a tu hermano”.
Tener corazón es lo que define la humanidad. La falta de
corazón nos deshumaniza, nos endurece. Nuestro Dios no
comparte este punto de vista “Bien vista tengo la aflicción de mi
pueblo he visto la opresión con que los egipcios los oprimen, y he
escuchado su clamor... Ya conozco sus sufrimientos. He bajado
para liberarle... El clamor de los Israelitas ha llegado hasta mi”.
Ex 3, 7 –9. “Yo los oiré porque soy compasivo” Ex 22,
20-26. “Todo lo contrario que le sucede al Faraón cuyo
corazón “se endureció”. Ex. 7,13.22;8,15
“Nuestro Dios no nos trata según nuestros pecados, ni
nos da lo que merecemos por nuestras culpas” Salmo
103,10
114. Jeremías pone en boca de Nuestro Dios las siguientes Palabras conmovedoras que lo
muestran como es: Movido por Misericordia: “Mis entrañas, mis entrañas! Me
duelen las fibras de mi corazón; mi corazón se agita dentro de mí…” Jeremías 4,19. “No es
Efraím para mí un hijo predilecto, o un niño mimado, para que después de cada amenaza deba
siempre pensar en él, y por él se conmuevan mis entrañas y se desborde mi ternura?”
Jeremías 31,20
“Mi corazón se conmueve y a la vez se
estremecen mis entrañas. No
puedo dejarme llevar por mi
indignación …Porque soy Dios y no
hombre y no me gusta destruir”
Oseas 11,8-9.
“Les daré un corazón nuevo, infundiré en
ustedes un Espíritu nuevo, quitaré de su carne
el corazón de piedra y les daré UN
CORAZÓN DE CARNE” Ez 36, 26 –27.
115. LO CENTRAL DEL PROGRAMA DE JESÚS: El
Reino de Dios “Sed Misericordiosos, como vuestro
Padre es Misericordioso”
“Dios es Misericordioso con todos” Rom
11,32
“La Misericordia no tiene porque temer
el juicio” Sant 2,13.
el Tener capacidad de asombrarse, de
enternecerse y estremecerse con
el dolor ajeno. Salir de nosotros
mismos es decir no pasar de
largo ante el dolor humano.
“Sentimos el dolor del otro, luego existimos”
Es el camino de la humanización que pasa necesariamente por
la espiritualidad de la Compasión – Misericordia.
116. “El programa del Cristiano – el programa del Buen
Samaritano, el programa de Jesús – es un Corazón
que ve donde se necesita amor y actúa en consecuencia”
“Cerrar los ojos ante el prójimo nos convierte también en ciegos
ante Dios” Benedicto XVI – Carta Dios es Amor
– No. 31 y No. 16 -.
117. Lo captó profundamente Paulo VI en la Evangelii Nuntiandi “Lo único absoluto
es el Reino, todo lo demás es relativo” yo me atrevería a traducirlo así: “Lo
absoluto es la misericordia, todo lo demás es relativo”, “La primacía
la tiene el sufrimiento, no la ley. La experiencia de la misericordia – corazón
con entrañas de misericordia que no pasa de largo – como experiencia de
conocimiento de Dios, Mt 9, 13; 12, 7 Luc 1. 51-54. El seguimiento, o
acontece aquí, o no acontece en absoluto. Lo que está en juego no es la soteriología sino
la Teodicea.
118. Que significa para nosotros que Reine Dios? Según el Salmo 145: Justicia
para los oprimidos, libertad para los cautivos, pan para los hambrientos,
vista para los ciegos, sostener al que cae, acoger al de afuera … El
Reino, por tanto, es pura humanidad, pura misericordia, es pura
gratuidad, pura vida plena y abundante …!
119. No hay nada más sagrado que el hecho de que deje de sufrir la persona
humana. Cuando una persona sufre, según el Evangelio, a Nuestro Dios se le
conmueven las entrañas Luc 10, 25-37.
120. Se ve que el proyecto del Reino de Dios, es un proyecto de
humanización de las personas, un proyecto de vida plena y
abundante y por ende de felicidad para todos los que sufren. Y así es el
proyecto básico de la espiritualidad de los cristianos. El centro de la
espiritualidad cristiana es LA VIDA PLENA no solo la divina, sino esta vida, la
vida diaria, la vida de lo cotidiano, de lo rutinario. La vida normal de una
persona normal.
121. Con su mística de la misericordia, de la compasión, la Iglesia no se halla
por encima, sino bajo la autoridad de los que sufren. No es sobre todo
la misericordia lo que constituye el objeto de la revelación, “el amor de Dios
revelado?…” Una misericordia que es desconcertante; que desborda, que no la
podemos entender ni mucho menos comprender. – Salmos 50, 102, 129; Oseas
2 – Jeremias 2; Ezequiel 16; Luc 15; Encíclicas “Dives in Misericordia”, “Dios es
amor”-.
122. En el principio era la
Misericordia y la Misericordia era
Dios y Dios era Misericordia …
El dolor del mundo es lo que
preocupa a la revelación de
Nuestro Dios desde el mensaje
del amor y de la misericordia
que presenta el Evangelio. El
único sufrimiento que Dios
acepta es el que brota de la
lucha contra las causas del
sufrimiento, contra el sufrimiento
de las víctimas de este mundo,
contra el dolor, la desgracia y la
humillación de los más pobres
de la tierra …
123. Esto nos hace cada día más libres, más
disponibles, en definitiva más humanos.
Por eso sufrió Jesús. Se puso
absolutamente de parte de todas las
víctimas del sufrimiento humano. Se
comprende que quien causa sufrimiento no
puede encontrar a Dios, Dios no puede
habitar en un corazón de piedra.
124. Nos dice la Palabra del Señor que Jesús se dejó
llevar por su Espíritu. ¿Para qué? En
resumidas cuentas, para una cosa: aliviar el
sufrimiento humano: dar la Buena Noticia a
los pobres, la vista a los ciegos, la libertad a los
cautivos, la salud a los enfermos – Lucas 4, 16-20
– Mt 4,23 – Mt 10,7 –.
125. Jesús fundió la causa de Dios con la causa de la vida plena y abundante – Jn
10,10 -. La defensa de la vida plena, el respeto de la vida y la lucha por la
dignidad de la vida. Los que se afanan por la vida digna de los demás, esos son
los que encuentran a Dios. Esos son los misericordiosos – Mt 25, 31-46 –
ya que la mediación esencial entre los seres humanos y Dios es la VIDA PLENA
Y ABUNDANTE no la religión que tiene que estar siempre al servicio de la vida.
126. No podemos olvidar que lo que Jesús cuestionó fue el modo de
relacionarnos con su Dios. Para la religión, la relación con Dios se realiza
mediante la aceptación de verdades absolutas, de normas intocables y de
observancias y prácticas rituales. Para Jesús lo fundamental y
determinante no fueron ni las verdades, ni las normas, ni las observancias sino las
PERSONAS: su vida, su dignidad y sobre todo la liberación del sufrimiento de los más
desgraciados, los pobres, los enfermos, los excluidos de la sociedad – Sant 1,27.
127. Hablar de la vida humana es hablar de la dignidad de las personas, de sus
derechos, del respeto que merecen, de la libertad a la que tienen derecho, de la
seguridad y la felicidad a la que aspira cualquier persona normal.
128. La utopía del Reino no consiste en que nos divinicemos, sino en que nos
humanicemos tanto y de tal manera, que nos resulte insoportable el
sufrimiento, la humillación, la falta de seguridad y de libertad o cualquier forma
de agresión que sufra cualquier ser humano.
129. Me suena que “el entre vosotros no
debe ser así”, va en esa dirección
son las “entrañas de misericordia” de
la parábola del Buen Samaritano.
Acaso no es la misericordia de
Nuestro Dios la que nos transforma en
testigos de su misericordia, la
que nos convierte en mediación para
encarar la dureza del mundo. Una
dureza que empieza en la debilidad,
pasa a la mezquindad y la ceguera y
muchas, muchísimas veces termina
en la maldad.
130. El proyecto central de la fe cristiana se tiene que centrar en la lucha
contra la inhumanidad que todos llevamos dentro ya que no
puede haber vida divina donde la vida humana se ve amenazada, limitada,
humillada o deteriorada de la manera que sea.
131. “La necesidad de dejar que el sufrimiento hable con elocuencia, es
condición de toda verdad” Adorno. La teología actual, encabezada por Karl
Rahner se opone a todo intento por reconciliarse con Dios a espaldas de la
historia del sufrimiento humano. San Juan de Ávila decía que lo que nos pasa
es que “desnatamos la misericordia” y nos quedamos con la justicia a
secas que corre el peligro de volverse venganza.
132. Para nosotros los cristianos la pregunta clave debe ser QUIÉN SUFRE? Mt
25, 31-46. Es la “memoria passionis” como rememoración cristiana de Nuestro
Dios. Si no nos queda en el alma sitio privilegiado y claro para los que
sufren para los que cada noche se acuestan sin comer, para los que se
pudren en los hospitales, en las cárceles, en los barrios de la periferia es porque
estamos satisfechos, porque tenemos cubiertas todas nuestras aspiraciones y
no podemos olvidar que ni el Evangelio, ni la espiritualidad son para gentes
satisfechas, mucho menospara gentes arrogantes.
133. Cuidemos para no caer en “el auto-
atrofiamiento del corazón”.
San Agustín
134. LO CENTRAL DEL PROYECTO DE NUESTRO DIOS, DEL
PROGRAMA DE JESÚS ES LO CENTRAL DE NUESTROS
COLEGIOS?
Evangelizar en nuestros colegios, es anunciar, al Dios Padre- Madre con
entrañas de misericordia, que se indigna, que es cercano y compasión, que es
acogedor y tierno, que es solidario, que es VIDA. Es transmitir la alegría de
sentirnos amados por nuestro Padre- Madre Dios. Es compartir con otros la
experiencia de la gratuidad del amor. Es servir a nuestros estudiantes en el
camino para que se curen, se sanen, se liberen, se salven. Es dialogar, entrar
en comunión con todos ellos.
Evangelizar es la Buena Noticia de que algo
fundamental va a cambiar para nuestro bien, pues
Jesús viene a rehacer la creación, a ofrecernos el
Reino de Vida de su Padre - Madre y a
transformar nuestra existencia al estilo del Buen
Samaritano.
Evangelizar en Nuestros Colegios implica poner a dialogar la ciencia
con el Proyecto de Vida que Dios tiene sobre ella para Construir la Bogotá sin
indiferencia, la ciudad de la Misericordia
135. NUESTROS COLEGIOS CÓMO ESTÁN?
Nuestro trabajo educativo es para nuestras muchachas
y muchachos una Buena Noticia?
Somos conscientes del horizonte, de la meta que
exige; “Qué tengan vida y la tengan en abundancia”?
Partimos de la realidad que viven nuestr@s
muchach@s, por la cotidianidad que los rodea, por el
sufrimiento que experimentan, por el mal que los aqueja?
Conocemos verdaderamente a nuestros estudiantes?
Nuestro trabajo educativo está centrado en la persona
de ellas y de ellos. Es para nosotros lo absoluto o más
bien estamos preocupados por doctrinas, contenidos, que
muchas veces nos desvían de lo esencial, como desviaron al
sacerdote y al levita?
Los escuchamos, los contextualizamos, los
acompañamos como el Pastor acompaña a las ovejas,
caminamos con ellos camino del Reino definitivo?
136. “NUESTRA META Y OBJETIVO EDUCATIVO ES FORMAR
PERSONAS QUE NO VIVAN PARA SÍ; SINO PARA NUESTRO
DIOS Y SU PROYECTO DE VIDA, PERSONAS PARA LOS
DEMÁS y CON LOS DEMÁS, ES DECIR, QUE NO
CONCIBAN EL AMOR A NUESTRO DIOS , SIN EL AMOR A LA
PERSONA HUMANA; UN AMOR EFICAZ QUE TIENE POR
PRIMER POSTULADO LA JUSTICIA MISERICORDIOSA”
P. Arrupe
137. Son nuestros colegios Practicamos el
santuarios de misericordia, “Bienaventurados los
de compasión, de ternura, de misericordiosos porque ellos
perdón? alcanzarán Misericordia”?
138. Fernando Quiroz
Me cuesta trabajo creer lo que leo en una página
perdida de un diario: que un obispo italiano se negó a
casar a una pareja, porque el novio sufrió un accidente
unas semanas antes de la boda y, entre otros muchos
males, quedó impotente.
El argumento del obispo fue simple: no puede casar a
alguien que está impedido para procrear.
Me pregunto si es ésta la misma iglesia de un hombre
llamado Jesús, que buscaba a los pobres, a los
desvalidos, a los perseguidos y a los enfermos para
llevarles un mensaje de amor. Para tenderles la mano.
Para compartirles el pan. Para sanarles las heridas.
Quizá no sea la misma. La de este obispo italiano, de
nombre Lorenzo Chiarinelli, se parece más a la iglesia
de los que torturaban y mataban en los palacios de la
inquisición a quienes no compartían sus creencias, a
quienes se atrevían a dudar aunque fuera como mero
ejercicio filosófico –, a quienes buscaban en la ciencia
respuestas para ese mundo que se estaba
descubriendo, a quienes se amaban sin su bendición.
139. Se parece a la iglesia de los jerarcas que se visten con
paños de Inglaterra y sedas de Oriente y dedican sus horas
a atender en los palacios del Vaticano a los mandatarios del
planeta, a los miembros de la realeza, a los industriales
millonarios y a los banqueros poderosos. Y les tienden la
mano para que besen sus anillos de brillantes. Y miran al
pueblo desde los balcones, detrás de las cintas de
seguridad, lejos, cada vez más lejos.
Se parece a la iglesia de esas señoras que entregan las
migajas a los pobres que se agolpan a la entrada de los
templos, que buscan en la cartera la moneda más pequeña
y la sueltan antes de que sus manos corran el riesgo de
tocar las manos de los enfermos, de los pordioseros. Y
hacen fila para comulgar y se sientan en la primera fila para
rogar a Dios que les siga llenando las arcas.
¿Acaso no les habían prometido el reino de los cielos a los
que sufrían, a los que pasaban hambre, a los que padecían
enfermedades? O tal vez sea eso precisamente: que les
tienen reservado un reino del que no se tienen noticias
ciertas a cambio de que los dejen en paz mientras pasan
por esta vida. Al fin y al cabo es corta, muy corta,
comparada con la eternidad de la que hablan.
140. ¿Acaso no habían dicho que había que dar de comer al
hambriento, de beber al sediento, vestir al desnudo y visitar
al enfermo? Tal vez sea eso lo que pretende monseñor
Chiarinelli: que los enfermos estén recluidos donde no
molesten, donde no incomoden, donde no conmuevan… ya
habrá alguna señora bondadosa que quiera ir a visitarlos.
Mientras tanto, le niega a este joven la posibilidad de que
una mujer lo ame y de que él ame a una mujer. Porque
también se puede amar con el corazón y con las palabras,
no sólo con los órganos que ya no le funcionan a aquel
hombre: y eso debería saberlo el obispo.
Con actitudes como la de Chiarinelli, la iglesia católica se
aleja cada día más de ese pueblo al que le habla desde el
púlpito con discursos adornados y promesas del más allá,
pero al que rara vez visita en las calles para untarse de él,
para conocer sus problemas, para llevarle, como ese Jesús
al que cada día se parecen menos los curas y los obispos,
un mensaje de amor, un trozo de su propio pan.
Que no se quejen de que a los templos cada día les sobran
más bancas, de que muchos de sus feligreses han ido a
buscar el mensaje de Dios en otras iglesias o,
sencillamente, han dejado de creer en los hombres que
dicen ser sus representantes en la tierra. Porque lo cierto es
que cada vez lo representan peor.
141. Leonardo Boff
Andando por las comunidades eclesiales de base del Norte
amazónico, allí donde crece una Iglesia pobre y liberadora, oí de un
líder comunitario, buen conocedor de la lectura popular de la Biblia, la
siguiente visión, que él aseguraba era verdadera.
Iba un día camino del centro comunitario cuando se vio trasportado,
no sé si en sueño o en espíritu, a los jardines del Vaticano. De
repente vio a un papa -no era ninguno de los conocidos- todo de
blanco, rodeado por sus principales cardenales consejeros. Hacían el
habitual paseo después del almuerzo, caminando por los jardines en
flor del Vaticano. De pronto, el Papa vislumbró, a unos pocos metros
de distancia, la figura del Maestro. Éste siempre aparece disfrazado,
unas veces como jardinero, otras como caminante que va hacia
Emaús. Pero el sucesor de Pedro, apartándose del grupo de
cardenales, con fino tacto, identificó al instante al Resucitado. Se
arrodilló y quiso pronunciar la profesión que hizo a Pedro ser la piedra
sobre la cual se construye la Iglesia ("Tú eres el Cristo, el Hijo de
Dios vivo") cuando fue atajado por Jesús. Mirando el palacio del
Vaticano a lo lejos y la silueta de los edificios de la Santa Sede, Jesús
con voz entristecida dijo: «No te bendigo, Simón, hijo de Jonás y
sucesor de Pedro, porque todo esto no fue inspirado por mi Padre
que está en los cielos sino por la carne y por la sangre. A ti te digo
que no fue sobre estas piedras que edifiqué mi Iglesia, porque temía
que así las puertas del infierno pudiesen prevalecer contra ella».
142. El Papa se quedó perplejo y dirigió su mirada al rostro de Jesús. Vio que caían furtivamente dos
lágrimas de sus ojos. Se acordó de Pedro que lo había traicionado tres veces y que, arrepentido, lloró
amargamente. Quiso articular alguna palabra, pero ésta murió en su garganta. Él también empezó a
llorar. En esto el Señor desapareció.
Los cardenales oyeron las palabras del Maestro y se apresuraron a asistir al Papa. Entonces éste les
dijo con gran severidad: «Hermanos, el Señor me abrió los ojos. Por eso, las cosas no pueden quedar
así. Ayúdenme a realizar la voluntad del Señor».
El Cardenal Camarlengo, el más anciano de todos, afirmó: «Santidad, sí, vamos a hacer algo para
seguir a Jesús y la tradición de los Apóstoles. Mañana reuniremos a todo el colegio cardenalicio
presente en Roma e, invocando al Espíritu Santo, decidiremos cómo proceder, conforme a las
palabras del Señor».
143. Todos se alejaron pesarosos, mientras les venían a la memoria
aquellas escenas del Nuevo Testamento que se refieren a Jesús
llorando sobre la ciudad santa que mataba a sus profetas y
apedreaba a los enviados de Dios, y que se negaba a reunir a sus
hijos e hijas como la gallina recoge a sus polluelos bajo sus alas.
Algunos, sin embargo, comentaban: «hermanos, seamos realistas y
prudentes, pues nos toca vivir en este mundo que ayudamos a
construir. ¿Podemos negar nuestra historia? Pero veamos lo que el
Espíritu nos inspira».
Al día siguiente, cuando los cardenales se dirigían a la sala del
consistorio, graves y cabizbajos, el secretario del Papa vino corriendo
y les comunicó casi a gritos: «El Papa ha muerto».
Se celebraron los funerales con la pompa que acostumbran los
cardenales, con sus vestimentas brillantes y llenas de color, venidos
de todas partes del mundo. Una semana después sepultaron al Papa.
Y nadie se acordó nunca más de las palabras que el Señor había
dicho.
144. Jn 20, 24 – 29
REFLEXIÓN SOBRE LA ARROGANCIA
LA ARROGANCIA UN TERRIBLE VENENO
La arrogancia es uno de los grandes males en el sistema de funcionamiento
del mundo contemporáneo. En verdad, la arrogancia ha sido siempre un
terrible veneno generador de muerte en todos los tiempos.
Un elemento nocivo que destruye las relaciones desde lo más recóndito de las
familias, incluyendo el deterioro de las mismas en las comunidades de fe, hasta
los absurdos de todo lo que se realiza en las instituciones sociales y políticas
de una sociedad.
145. EN LA ARROGANCIA ESTÁ LA RAÍZ DE LA VIOLENCIA Y LA INDIFERENCIA
No es otra la raíz de tanta violencia y de tanta indiferencia que
impide el desarrollo de compromisos solidarios y altruistas en la reconstrucción y
promoción de la vida.
La arrogancia acaba con el sentido del límite, reduce y destruye la verdad del
amor y vuelve incomprensible el respeto que se debe al otro. En la
arrogancia está la misma raíz de los crímenes repugnantes de los criminales
posesivos, así como de aquellos pandilleros desorientados y sin rumbo, bien
como los absurdos realizados en la manipulación de informaciones generando la
corrupción y justificando la toma arbitraria de prioridades, con un congruente daño
para el bien común. La arrogancia es el reverso de la fe y el
verdadero amor.
146. JESÚS NO QUIERE DISCÍPULOS
ARROGANTES:
La Pasión y Muerte de Jesús desarticularon el
camino de sus discípulos. No fueron capaces
por sí mismos, de descubrir el sentido de
aquella oferta. Después del acontecimiento
trágico de la muerte del Maestro, se encerraron
en una casa llenos de miedo. El miedo,
mezclado con la arrogancia presente en
el tejido de la sociedad, puede arrastrar las
irracionalidades de palabras y de
procedimientos comprometedores en la vida de
todos.
147. EL CASO DEL APÓSTOL TOMÁS
Tomás, uno de los doce, no estaba con el grupo cuando
Jesús, resucitado, vivo y vencedor de la muerte, entró para
estar con ellos, que estaban reunidos con las puertas cerradas
por miedo. Jesús entró, y se colocó en medio de ellos
diciendo: “La paz sea con vosotros” soplando sobre ellos, les
entregó su Espíritu. Ellos se alegraron por ver al Señor – Jn
24, 24-29 -. Una alegría nacida de la experiencia de un
encuentro personal con la comunidad reunida por la fuerza
amorosa del Espíritu recibido.
Ausente de la comunidad por esto mismo no-destinatario del
Espíritu de Amor, que nos hace comprender todo y romper el
miedo que incapacita para la generosidad del Amor. Tomás
revela su arrogancia: cuando oye el testimonio de sus
compañeros discípulos que testimonian que han visto al
Señor. Una experiencia de amor en un encuentro fecundado
por la fuerza de una presencia.
Tomás no titubea para decir lo que dijo. Solo la
arrogancia oscurece tanto la mente y sitúa en la oscuridad
el corazón confundiendo la inteligencia en la consideración de
los datos, en la credibilidad a ser dada a la palabra del otro y
en el sentido de respeto a la realidad.
Tomás dice: “si no veo las señales de los clavos en sus
manos, si no meto mis dedos en el lugar de estos clavos, no
creeré”.