El documento describe las características del buen trato hacia los hijos, incluyendo compartir tiempo de calidad a través de la alegría, la disponibilidad, la conversación, los juegos y paseos; también enfatiza que las buenas cualidades y el comportamiento agradable definen el buen trato, mientras que los defectos y el mal comportamiento lo hacen desagradable. Además, explica que el buen trato se manifiesta a través del contacto físico como abrazos, miradas, gestos y conversaciones.