El documento argumenta que el verdadero valor de una persona no se mide por sus logros o reconocimientos, sino por cómo cuida y apoya a los demás. Aunque es difícil recordar a los ganadores de premios u otras personas famosas, uno siempre recuerda a quienes estuvieron a su lado para apoyarlo y enseñarle. El documento luego elogia a un tutor en particular por haber guiado a sus estudiantes con profesionalidad y haberlos ayudado a crecer como personas.