1. EL SENTIDO DE UN SI-MISMO
SUBJETIVO:
BOSQUEJO GENERAL
Melany Guajardo
2. El infante descubre que tiene una mente, y que las otras
personas también. Esto ocurre entre los 7 y 9 meses de
edad.
El infante ya llegando gradualmente a la comprensión
trascendental de que las experiencias subjetivas interiores,
“los contenidos de la mente”, pueden potencialmente
compartirse con otros.
3. Teoría de las mente separadas
Intención de actuar
Estado emocional
Foco de atención
4. A partir de cierto momento el infante es capaz de sentir que
otros distintos de el mismo pueden tener o albergar un
estado mental similar al suyo ;sólo entonces resulta posible
compartir las experiencia subjetivas, sólo entonces hay
intersubjetividad ( Thevarthan y Hubley 1978).
El infante tiene que llegar no solo a una teoría de las mentes
separadas, sino de “mentes separadas conectadas a una
interface” (Bretherton y Bates 1979 y otros 1981)
5. Intersubjetividad
Lo que esta sucediendo en mi mente puede
ser lo bastante similar a lo que esta sucediendo
en la tuya como para que de algún modo
podamos comunicarnos
6. La acción interpersonal ha pasado, en parte, de las
acciones y respuestas abiertas a los estados subjetivos
internos que están detrás del comportamiento
manifiesto.
Este cambio le otorga al infante una distinta “presencia”
y otro modo de “ser sentido” en el nivel social.
Este sentido del si-mismo y el otro es enteramente
distinto del posible en el dominio del relacionamiento
nuclear.
Ahora el infante tiene una nueva perspectiva
organizadora de su vida social.
7. El si-mismo y los otros pasan a incluir estados subjetivos
o interiores de experiencia, además de las conductas
abiertas y sensaciones directas que significaban al si-
mismo y el otro nucleares.
Con esta expansión de la naturaleza del si-mismo
sentido, la capacidad de relacionamiento, y los
contenidos con los que este tiene que ver, catapultan al
infante a un nuevo
“Dominio de relacionamiento intersubjetivo”
8. El relacionamiento intersubjetivo se erige sobre los
cimientos del relacionamiento nuclear.
El relacionamiento intersubjetivo transforma el mundo
interpersonal, pero el relacionamiento nuclear continua.
El relacionamiento intersubjetivo no lo desplaza; nada lo
desplazara nunca.
Cuando se agrega el dominio del relacionamiento
intersubjetivo, el relacionamiento nuclear y el
relacionamiento intersubjetivo coexisten e interactúan
Cada dominio afecta la experiencia del otro
9. Una cosa es que el infante pequeño responda a la conducta
abierta que refleja la empatía de la madre, y otra cosa
totalmente distinta que sienta que se ha creado un proceso
empático como puente entre dos mentes.
Para el bebe el proceso empático para inadvertido, y solo se
registra la respuesta empática.
La empatía del cuidador, ese proceso crucial para el desarrollo
del infante, se convierte en contenido directo de la experiencia
del niño.
En esta etapa por primera vez se le puede atribuir el infante
una capacidad para la intimidad psíquica – la revelación
recíproca, la permeabilidad o interpenetrabilidad que se
produce entre dos personas
10. Lo que en la ultima instancia esta en juego no es nada
menos que descubrir que parte del mundo privado de la
experiencia interior es compartible, y que parte cae fuera
de los limites de las experiencias humanas reconocidas
en común.
En un extremo esta la pertenencia psíquica al grupo
humano; en el otro, el aislamiento mental.
11. ¿Que pruebas, entonces, pueden aducirse a favor de la
emergencia de un relacionamiento intersubjetivo a la
edad de los siete a los nueve meses?
Theverthan y Hubley (1978) han proporcionado una
definicion de la intersubjetividad susceptible de
operacionalizarse. “ compartir deliberadamente
experiencias sobre los acontecimientos y las cosas”
¿Qué experiencias subjetivas le dan pruebas al infante
de que comparte, o, por lo menos , de que puede
esperar compartir con la madre?
Recuérdese que el bebe, es este punto del desarrollo,
todavía es preverbal
12. Las experiencias subjetivas que puede compartir deben
ser de un tipo que no requiera su traduccion al lenguaje.
Hay tres estados mentales que tienen gran importancia
para el mundo interpersonal, y no exigen que el lenguaje
se haga presente en la mente.
Ellos son:
Compartir la atención
Compartir intenciones
Compartir estados afectivos
13. El gesto de señalar y el acto de seguir la línea de la
visión de otro se cuentan entre los primeros actos
abiertos que permiten inferencias sobre el compartir la
atención o establecer una atención conjunta.
Para que la madre que señale tenga éxito, el infante
tiene que saber dejar de mirar la mano que apunta, y
mirar en la dirección que ella indica, mirar el blanco.
Lo que se ha dominado en esta etapa es un
procedimiento para introducirse en el foco atencional de
otro.
14. Pues en la medida en que el puede apreciar la línea de la
mirada de otro y descifrar sus intenciones señaladores ,
sencillamente ha logrado una base para lo que Piaget
denomino descentralización, utilizando un sistema de
coordenadas del mundo que no es aquel del que el es el
centro.
Pero los infantes de nueve meses hacen mas que esto.
No solo siguen visualmente la dirección señalada por la
madre sino que, después de alcanzar el blanco, vuelven a
mirar a la madre, y parecen utilizar la retroalimentación
del rostro de esta para confirmar que han dado con lo
que se señalaba.
15. Esto es ya mas que un procedimiento de descubrimiento.
Es un intento deliberado tendiente a validar el hecho de
que se ha logrado la atención conjunta, esto es, que el
foco de atención se esta compartiendo, aunque el bebe
no se percate de estas operaciones.
Parece razonable suponer que, incluso antes de señalar,
la capacidad del infante para desplazarse, para
arrastrarse, resulta esencial e el descubrimiento de las
perspectivas alternativas, descubrimiento que es
necesario para la atención conjunta.
16. Estas observaciones llevan a inferir que hacia los nueve
meses hay en los infantes algún sentido de que pueden
tener un foco atencional particular, de que la madre
puede tener también un foco atencional particular, de
que esos dos estados mentales pueden ser similares o
no, y de que si no lo son pueden ser alineados y
compartidos.
La interatencionalidad se convierte en realidad.
La intención de comunicarse es diferente de la intención
simple de influir en otra persona.
17. La comunicación intencional es una conducta señaladora
en la que el emisor se da cuenta, a priori, del efecto que
la señal tendrá en quien la escucha, y persiste en esa
conducta hasta que obtiene el efecto, o el fracaso queda
claramente indicado. La prueba conductual que nos
permite inferir la presencia de intenciones comunicativas
incluye:
a) Alternancias del contacto visual, entre la meta y los
escuchas destinatarios.
b) Aumentos, adiciones y sustitución de señales hasta que
se ha alcanzado la meta
c) Cambios en la forma de la señal, hacia pautas abreviadas
y/o exageradas, apropiadas solo para lograr una meta
comunicativa.
18. La interafectividad podría ser la forma inicial, más
generalizada e inmediatamente importante del proceso
de compartir experiencias subjetivas.
Así como los psicoanalistas, postulan que desde
temprano en la vida los afectos son el medio y el
contenido primarios de la comunicación.
El compartir estados afectivos merece un énfasis
primordial en nuestra concepción de los infantes de esas
edades.
La mayoría de los intercambios protolingüisticos que
involucran intenciones y objetos son al mismo tiempo
intercambios afectivos.
19. Piaget (1954), Bruner (1975,1977) Bates (1976, 1979), y
otros cuyo enfoque es primordialmente cognitivo o
lingüístico, consideran este logro principalmente en los
términos de una aptitud social adquirida; el infante
descubre reglas y procedimientos generativos para las
interacciones que en ultima instancia conducen al
descubrimiento de la intersubjetividad. Thevarthan
(1978) llama a este enfoque “construccionista”
20. Los significados de la madre reflejan no solo lo que ella
observa sino también sus fantasías sobre lo que el niño
es y llegara a ser. Para ellos, en ultima instancia la
intersubjetividad involucra la interfantasía .
Se han preguntado de que modo las fantasías parentales
vienen a influir la conducta del infante, y finalmente
conforman las propias fantasías del niño..
Esta acción reciproca de la fantasía es una forma de
significado interpersonal creado en el nivel encubierto o
latente.
La creación de tales significados ha sido denominada
“interacción fantasmática”
21. Thevarthan (1974,1978) esta relativamente solo en su
concepción de la intersubjetividad como una capacidad
humana innata emergente.
Para el, este salto en el desarrollo es la “diferenciación
de un campo coherente de intencionalidad”.
La intersubjetividad como una capacidad humana
presente en forma primaria desde los primeros meses de
vida.
22. Thevarthan tiene razón en cuanto a que alguna forma
especial de percatación consciente tiene que entrar en
juego en este punto, y a que la capacidad para ella debe
desplegarse madurativamente. (Perspectiva subjetiva
organizadora). Esta capacidad necesita algunas
herramientas que el enfoque los constructivista se las
proporciona en la forma de estructuras de reglas,
esquemas de acciones y procedimientos para el
descubrimiento.
Finalmente, la capacidad sumada a las herramientas
operaria en un vacío sin la adicción de los significados
interpersonales creados mutuamente.
23. no podemos hacer crecer desenvueltamente las listas de
las necesidades psicológicas básicas cada vez que
tropezamos con una nueva capacidad i necesidad
potencialmente autónoma.
Solución psicoanalítica consiste en denominar a esas
capacidades de funcionamiento autónomo estado de
necesidad “Funciones yoicas autonomas” y no instintos o
sistemas motivacionales.
El interrogante es cuando una función yoica autónoma
adquiere tal magnitud que resulta preferible concebirla
como una “ necesidad básica o un sistema motivacional”
24. Los éxitos intersubjetivos pueden resultar sentimientos de
seguridad realzada. De modo analogo, los fracasos menores
de la intersubjetividad pueden ser interpretados,
experimentados y llegados ala conducta como rupturas totales
de una relación, lo cual suele verse en terapia.
Los polos opuestos de esta dimensión única de la experiencia
psíquica definen diferentes estados psicóticos. En un extremo
esta el sentido de aislamiento psíquico cósmico, la alienación,
la soledad y en el otro esta el sentimiento de total trasparencia
psíquica, en el cual no puede conservarse la privacidad del
menor recoveco de experiencia potencialmente compartible.
25. Es presumible que el infante descubre esta dimensión de
la experiencia psíquica en algún punto intermedio, entre
los polos extremos, que es donde la mayoría de nosotros
seguimos encontrándola.
Examinemos mas acabadamente de que modo las
experiencias afectivas pueden entrar en el dominio
intersubjetivo, un fenómeno a que Stern llama
“Entonamiento afectivo “.
26. Tienen que producirse otros procesos incluidos en lo que Stern
denomina entonamiento de los afectos:
1. El adulto tiene que poder leer el estado afectivo del infante en su
conducta abierta.
2. El adulto debe poner en ejecución alguna conducta que no sea
una imitación estricta, pero que sin embargo corresponda de algún
modo a la conducta abierta del bebé.
3. El infante debe poder leer esa respuesta parental correspondiente
como teniendo que ver con su propia experiencia emocional original,
y no como una mera imitación. La imitación no permite a los
miembros de la interacción tomar como referente el estado interior.
Stern da como pruebas del entonamiento afectivo tres rasgos clínicos
sin producir una imitación: la intensidad y el perfil de intensidad, la
pauta temporal -la pulsación y el ritmo- y la pauta espacial, la
duración.