2. Oración :
Oh Virgen de Guadalupe,
Madre de Dios y Madre
nuestra, que te dignaste
hablar a tu siervo Juan
Diego con estas tiernas
palabras:
“Hijito mío, que no se
turbe tu corazón…no
temas…
¿No estoy aquí Yo que soy
tu Madre?
¿No estás acaso bajo mi
protección y amparo?”
3. Llenos, pues,
de confianza con estas
palabras venimos hoy a tus
plantas para pedirte que
nos concedas todas las
gracias que necesitamos y
que deseamos obtener de
tu bondad en esta novena.
Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
4. Reflexión:
El sábado 9 de diciembre
de 1531 iba Juan Diego,
como de costumbre,
desde Cauhtitlán a
Tlatelolco, cerca de la
ciudad de México, para
asistir a la misa sabatina
de la Inmaculada y
también a la doctrina que
se impartía en el templo
ahí establecido.
5. Al pasar muy de
madrugada por el cerrillo
llamado Tepeyac oyó de
pronto un coro de cantos
muy suaves y deleitosos,
como venidos de otro
mundo y, en seguida,
una voz meliodosa que le
llamaba afectuosamente:
“Juanito, Juan
Dieguito”…
6. Corrió inmediatamente
hacia el lugar de donde
parecía salir la voz. Y
allí estaba.
Era la Virgen María que
venía de parte de Dios
con un mensaje para
nuestro pueblo y de Juan
Diego fue el primero en
recibir con fe y amor.
Dios sigue llamándonos
también a nosotros por
medio de la Virgen
Guadalupe.
Respondamos con
7. Aclamaciones a la Virgen de Guadalupe
Aclamemos con amor a nuestra Madre de
Guadalupe pidiéndole también su ayuda:
8. Bendita seas,
oh Virgen de Guadalupe,
porque nos regalaste tu
propia imagen y quisiste
quedarte con nosotros
para ser nuestro modelo y
conducirnos a Cristo,
Camino, Verdad y Vida
para todos los hombres.
Rezar un Ave María.
9.
Bendita seas,
oh Virgen de Guadalupe,
porque quisiste quedarte
en medio de nosotros
para demostrarnos todo
tu amor y compasión y
ser nuestro auxilio y
defensa en todas nuestras
necesidades.
Rezar un Ave María.
10.
Bendita seas,
oh Virgen de Guadalupe,
porque quisiste quedarte
con nosotros para ser
nuestra piados Madre,
oír nuestros lamentos y
remediar todas nuestras
miserias, penas y dolores.
Rezar un Ave María.
11. Oración final para
todos los días:
Oh Virgen de
Guadalupe, “Madre
del verdadero Dios por
Quien se vive”,
aquí estamos a tus pies
para recordarte una
vez más la gran
promesa que hiciste a
tu siervo Juan Diego
de escuchar siempre
nuestras súplicas y
12.
Te rogamos pues,
Madre nuestra que
seamos fieles a nuestra fe
y la vivamos;
que en cada uno de
nosotros reine
siempre Cristo y le
sigamos;
que haya paz en nuestras
familias;
que puedan ver la
eficacia de tu
misericordia todos los
que,
13. que imitemos fielmente
todas tus virtudes;
que crezca
constantemente nuestro
amor y confianza en Ti;
y que, por fin, nos
alcances de Dios lo que
especialmente
queremos conseguir de
tu bondad en esta
novena.
Así sea.
14. Si deseas recibir mails, relacionados con la Iglesia:
que contienen diapositivas, vida de Santos,
Evangelio del Domingo, etc.
Escribe a: unidosenelamorajesus@gmail.com,
con el título suscripciones.
Que Dios te llene de bendiciones.
Y que permanezcamos unidos en el amor de Jesús.