2. Síntesis de las homilías del Papa Francisco en las Misas
que celebra en la Capilla de la Casa de Santa Marta,
semana del 7 al 13 de septiembre 2015.
3. El 7 de septiembre dijo en parte de su homilía:
“Queridos hermanos y hermanas,
¡no hay cristianismo sin persecución! Recuerden la
última de las Bienaventuranzas: cuando los llevarán a
las sinagogas, los perseguirán, los insultarán: éste es el
destino del cristiano.
4. Y hoy, ante este hecho que sucede en el mundo,
con el silencio cómplice de tantas potencias que podían
detenerlo, estamos ante este destino cristiano. Ir por el
mismo camino de Jesús”.
5. ...Nosotros hoy, en los periódicos, sentimos horror por lo que
han hecho algunos grupos terroristas, que degüellan a la gente
sólo por ser cristianos… Pensemos en estos mártires egipcios,
últimamente, en las costas libias, que fueron degollados
mientras pronunciaban el nombre de Jesús”.
6. “el pueblo armenio ha sido perseguido, expulsado de su
patria,
sin ayuda, en el desierto”. Esta historia comenzó con Jesús:
aquello que han hecho “con Jesús, durante la historia
ha sido hecho con su Cuerpo que es la Iglesia”.
7. “Hoy quisiera...abrazarlos y recordar esta persecución
que han sufrido y recordar sus santos, ¡tantos santos
muertos de hambre, de frío, en la tortura, en el
desierto, por ser cristianos!”
8. Que Dios “nos dé una plena
inteligencia para conocer el
Misterio de Dios que está en
Cristo”
que “lleva la Cruz, la Cruz de
la persecución,
la Cruz del odio, la Cruz de
aquello que viene de la cólera”
de los perseguidores que es
suscitada por el “padre del
mal”.
9. “Que el Señor hoy nos haga sentir en el Cuerpo de la Iglesia el
amor por nuestros mártires y también nuestra vocación
martirial.
Nosotros no sabemos qué sucederá aquí. ¡No lo sabemos!
Pero si un día sucediera esta persecución aquí, que el Señor nos
dé la gracia del coraje y del testimonio que tuvieron estos
cristianos mártires...
10. El 8 de septiembre dijo en parte de su homilía en la fiesta
de la Natividad de la Virgen María:
...Dios es omnipotente y grande pero nos “enseña a
hacer la gran obra de la pacificación y de la
reconciliación en lo pequeño,
en el camino, en el no perder la esperanza con aquella
capacidad de soñar de los grandes sueños, de los grandes
horizontes”.
11. Hoy “en la conmemoración
de una etapa determinante de
la historia de la salvación,
el nacimiento de la Virgen,
pidamos la gracia de la
unidad,
de la reconciliación y de la
paz”
12. “¿cómo reconcilia Dios?”, el Señor lo hace en el camino y en
lo pequeño. El Señor elige “las pequeñas cosas, las cosas
humildes para hacer las grandes obras”. Y también aconseja
hacerse pequeños como niños para poder entrar en el Reino
de los Cielos”. Dios,
“reconcilia y pacifica en lo pequeño”.
13. “Pero también en el camino: caminando.
El Señor no ha querido pacificar y reconciliar con la varita
mágica:
hoy ¡pum! ¡Todo hecho! No. Se puso a caminar con su pueblo...
14. En este “hace crecer la esperanza de su pueblo,
la esperanza en el Mesías”. El nuestro, “Dios cercano”.
Camina con su pueblo.
“Este caminar con buenos y malos nos da nuestro estilo de
vida”.
15. “¿Cómo debemos caminar como
cristianos
para pacificar como lo hizo
Jesús?”.
Poniendo en práctica el
protocolo del amor por el
prójimo,
es su respuesta, el capítulo 25
del Evangelio de Mateo
en el que están las
Bienaventuranzas.
16. “El pueblo soñaba la liberación. El pueblo de Israel tenía este
sueño
porque le había sido prometido, que iba a ser liberado,
que iba a ser pacificado y reconciliado.
17. José sueña: el sueño de José es un poco como el resumen del
sueño de toda esta historia de camino de Dios con su pueblo.
Pero no sólo José tiene sueños: Dios sueña.
Nuestro Padre Dios tiene sueños, y sueña cosas bellas para su
pueblo,
para cada uno de nosotros porque es Padre
y siendo Padre piensa y sueña lo mejor para sus hijos”.
18. El camino del Señor siempre está con “cercanía a los otros,
como nos enseñan las Bienaventuranzas y Mateo 25 y también,
con los grandes sueños.
Y continuamos la celebración ahora de la memoria del Señor en
lo ‘pequeño’: un pequeño pedazo de pan, un poco de vino…en
lo ‘pequeño’.
19. Pero en este ‘pequeño’ está todo. Está el sueño de Dios, está
su amor, está su paz, está su reconciliación, está Jesús: Él es
todo esto”.
20. El 10 de septiembre dijo en parte homilía:
...“Si no eres misericordioso te arriesgas a que el Señor no
sea misericordioso contigo, porque seremos juzgados con la
misma
medida con la cual nosotros juzgamos a los otros”.
21. …Cantidad de “guerras, destrucciones, odio, enemistad”
que existen en el mundo y recordó que
“también hay hombres y mujeres que trabajan mucho para
fabricar armas que matan, armas que al final se bañan en
la sangre de muchos inocentes, de mucha gente”. “¡Hay
guerras!”.
22. “Hay guerras y existe esa maldad de preparar la guerra,
de hacer levantar las armas contra el otro para matar”.
Sin embargo, “la paz salva, la paz te hace vivir, te hace
crecer”
y “la guerra te destruye, te lleva hacia abajo”.
23. Pero la guerra también se da “en nuestras comunidades
cristianas,
entre nosotros”: “Hagan la paz entre ustedes”
usemos el perdón, que es “la palabra clave”.
24. “Si no sabes perdonar, no eres cristiano.
Serás un buen hombre, una buena mujer…
porque no haces aquello que ha hecho el Señor.
Y cada día, cuando rezamos el Padre Nuestro:
‘Perdónanos como nosotros perdonamos…’
25. Es un condicional. Buscamos convencer a Dios de ser
buenos,
cómo somos buenos perdonando: a la inversa. Palabras,
¿no? Como se cantaba en esa bonita canción: ‘Parole,
parole, parole’ (palabras, palabras, palabras), ¿no?”.
“¡Perdonen!, como el Señor les ha perdonado, así hagan
ustedes”.
26. Se necesita “paciencia cristiana” mujeres “que soportan por
el bien de la familia de los hijos, tanta brutalidad, tantas
injusticias:
soportan y van adelante con la familia”.
27. También los hombres “heroicos están en nuestro pueblo
cristiano que soportan levantarse temprano por la mañana e
ir al trabajo –muchas veces un trabajo injusto, mal pagado–
para volver por la noche,
para mantener a la mujer y a los hijos. Estos son los justos”.
28. En contraposición, están los que
“hacen trabajar la lengua y hacen la guerra” porque
“la lengua destruye, ¡hace la guerra!”.
También existe otra palabra clave, “misericordia”
porque es importante “entender a los otros, no
condenarles”.
29. Dios “siempre nos perdona,
siempre quiere hacer las paces
con nosotros”.
30. Para los sacerdotes les dijo: “Si no sientes ser misericordioso,
di a tu obispo que te de un trabajo administrativo, pero no
vayas al confesionario, ¡por favor!”, puesto que “un
sacerdote que no es misericordioso hace mucho mal en el
confesionario”.
31. También “entre nosotros debemos ser
misericordiosos” y nunca debemos pensar que “el
otro es más pecador que yo”, porque eso “sólo lo
sabe el Señor”.
32. En definitiva, es necesario revestirse de “sentimientos de
ternura,
de bondad, de humildad, de mansedumbre, de
magnanimidad”.
Este “es el estilo cristiano”, “el estilo con el que Jesús hizo la
paz
y la reconciliación”. “No es la soberbia, no es la condena,
no es hablar de los otros”.
33. El 11 de septiembre dijo: El Señor habla de una
"recompensa“
si no se actúa de esa manera:
"'No juzguen y no serán juzgados.
No condenen y no serán condenados'".
"Pero nosotros podemos decir: esto es bonito, ¿eh? Y cada
uno de ustedes puede decir: 'Pero Padre, es bonito, pero
¿cómo se hace eso?,
¿Y cuál es el primer paso para ir en este camino?'".
34. "El primer paso es acusarse a sí mismo.
La valentía de acusarse a uno mismo antes que acusar a
los otros".
San Pablo, "alaba al Señor porque le ha elegido y le da
gracias porque 'me ha dado confianza poniéndome a su
servicio', porque yo era 'un blasfemo, un perseguidor y
un violento'. Pero tuvo misericordia".
35. Jesús alude a "la paja en el ojo ajeno del hermano
y la viga que está en el tuyo".
"Primero es necesario quitar la viga del propio ojo,
acusarse a sí mismo" y no sentirse
"el juez para quitar la paja de los ojos de los demás".
36. "Y Jesús usa esa palabra que solamente usa con aquellos
que tienen una doble cara, doble alma: '¡hipócrita!,
¡hipócrita!'.
El hombre y la mujer que no aprenden a acusarse a sí
mismo se convierten en unos hipócritas"
37. ..."Si uno de nosotros no tiene la capacidad de acusarse a
sí mismo y después dice, si es necesario, a quien se deban
decir las cosas de los otros, no es cristiano, no entra en
esta obra tan bella de la reconciliación, de la
pacificación, de la ternura, de la bondad,
del perdón, de la magnanimidad, de la misericordia que
nos ha llevado Jesucristo".
38. Lo primero es pedir "la gracia al Señor de una
conversión"
y "cuando me viene a la mente pensar en los defectos de
los otros, detenerse". Pero también
"tener la valentía que tiene Pablo" de decirse las cosas.
39. "Ahorremos los comentarios sobre los otros
y hagamos comentarios sobre nosotros mismos.
Y este es el primer paso de este camino de la
magnanimidad.
Porque aquel que sabe mirar solamente la paja en el ojo
del otro termina en la mezquindad, un alma mezquina,
llena de pequeñeces, llena de murmuraciones".
40. Pidamos esta gracia "de seguir el consejo de Jesús:
generosos en el perdón, ser generosos en la
misericordia".
41. Para canonizar "a una persona existe todo un proceso,
se necesita un milagro, y después la Iglesia" la proclama
santa.
Pero "si se encontrara alguna persona que nunca, nunca,
nunca hubiese hablado mal del otro",
"se la podría canonizar rápidamente".
42. Si deseas recibir mails,
relacionados con la Iglesia: que
contienen diapositivas,
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Domingo, etc.
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con el título suscripciones.
Servicio Gratuito.
Que Dios te llene de bendiciones.
Y que permanezcamos unidos en el
amor a Jesús.