Jesús envió a dos discípulos a buscar un burro y su cría para que Jesús pudiera entrar en Jerusalén montado en el burro. Cuando Jesús entró en la ciudad, la multitud lo recibió con ramas y mantos en el camino y gritando "¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!".