1. Triduo al Espíritu Santo
para pedir sus frutos
Oraciones tomadas del
libro Abiertos al Espíritu
de la Sierva de Dios
Concepción
Cabrera de Armida.

2. Oración para todos los días:
¡Oh Espíritu Santo, Luz de las almas,
Consolador supremo,
Fortaleza invencible que santificas todo lo que tocas!

3. ¡Ven a derramar sobre nuestros corazones el fuego del divino
amor para que consuma en ellos toda escoria de pecado y
queden limpios, capaces de reflejar tu imagen!

4. Danos también todas las gracias que necesitamos
para salvar nuestras almas y las de nuestros
hermanos.

5. Te consagramos con todo el
corazón
y para siempre nuestros
pensamientos, voluntad,
afectos y cuanto somos,
sin reserva alguna,
para que dispongas de
nosotros a tu mayor gloria
Te consagramos con todo el
corazón
y para siempre nuestros
pensamientos, voluntad,
afectos y cuanto somos,
sin reserva alguna,
para que dispongas de
nosotros a tu mayor gloria

6. Nada podemos;
muy pobres somos de virtudes;
pero Contigo y en Ti venceremos
a todos los enemigos para alabar
y bendecir a la Trinidad
Santísima por toda la eternidad.
Amén.
Nada podemos;
muy pobres somos de virtudes;
pero Contigo y en Ti venceremos
a todos los enemigos para alabar
y bendecir a la Trinidad
Santísima por toda la eternidad.
Amén.

7. Primer día:
Espíritu Santo,
tu Ser es darte y comunicarte:
aquí tienes, pues, un
corazón que te ama, en
donde derramar tus gracias.

8. ¡Te pido tu caridad,
que sana y limpia,
que enardece el corazón y
enciende la llama del
divino amor!
Con ese santo fuego
concédeme el gozo
espiritual, nacido del
amor y que produce la
paz que es la gracia de
gracias.

9. Con ella saludaba Jesús,
después de resucitado,
a sus Apóstoles y discípulos:
“La paz os dejo, mi paz os
doy” Jn 14, 27; 20, 19
Con ella saludaba Jesús,
después de resucitado,
a sus Apóstoles y discípulos:
“La paz os dejo, mi paz os
doy” Jn 14, 27; 20, 19

10. Una paz no como la que da el mundo,
sino que nace del Espíritu Santo
y tiene su asiento en los corazones puros.

11. “La caridad es paciente” 1 Co 13, 4,
todo lo tolera, todo lo disculpa y suaviza.

12. La caridad es por sí sola todas las
virtudes-decía San Agustín- ;
es fe, cuando creemos;
esperanza cuando confiamos;
fortaleza, cuando vencemos;
paciencia cuando sufrimos;
misericordia,
cuando nos compadecemos.

13. De las cosas fuertes,
la más fuerte es el amor…;
de las cosas suaves,
la más suave es el amor;
y pida quien quiera todas
las virtudes,
que yo sólo la caridad
pido,
Porque todas andan
a su servicio;

14. y aunque Dios me dé todo
lo que tenga,
si me niega la caridad,
a Sí mismo se me niega!”
¡Dame, Espíritu Santo,
el fruto de la caridad
con el gozo espiritual,
la paz y la paciencia!

15. Oración final:
¡Gracias, Espíritu Santo, de tu infinita misericordia esperamos
los frutos espirituales que te hemos pedido para nuestro bien.
Oración final:
¡Gracias, Espíritu Santo, de tu infinita misericordia esperamos
los frutos espirituales que te hemos pedido para nuestro bien.

16. Tú que lavas lo manchado,
que riegas con rocío del cielo la aridez de los corazones,
que sanas las enfermedades, que consejas,
que fortaleces, que enseñas,
ten compasión de nuestras miserias,
y con tu gracia renuévanos y comunícanos tu santidad!
Tú que lavas lo manchado,
que riegas con rocío del cielo la aridez de los corazones,
que sanas las enfermedades, que consejas,
que fortaleces, que enseñas,
ten compasión de nuestras miserias,
y con tu gracia renuévanos y comunícanos tu santidad!

17. María, la sin mancha,
la Hija del Padre,
Madre del Hijo,
y tu Esposa amadísima,
va a pedirte una bendición
que nos purifique
y nos haga santos,
para salvar muchas almas que
te den gloria,
que te conozcan y te amen.
María, la sin mancha,
la Hija del Padre,
Madre del Hijo,
y tu Esposa amadísima,
va a pedirte una bendición
que nos purifique
y nos haga santos,
para salvar muchas almas que
te den gloria,
que te conozcan y te amen.

18. Haznos verdaderos apóstoles para que,
después de trabajar por tu causa hasta la muerte,
vayamos a gozar de tus esplendores durante la
eternidad.

19. Amén.

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Y que permanezcamos unidos en el amor a
Jesús.