1. Diferencias entre el Pensamiento y el Lenguaje.
Del Pensamiento sale el lenguaje, para así expresar esas ideas, esos hechos que
están grabados en la memoria de los seres humanos, las relaciones entre el
pensamiento y el lenguaje son estrechísimas, hasta llegar al punto de que el uno
sin el otro no pueden llevarse a cabo. El pensamiento influye sobre el lenguaje
porque este es el signo del lenguaje; no hay lenguaje sin pensamiento como no hay
verdadera palabra si carece de sentido, es decir, de pensamiento. En cambio,
muchas veces nos hayamos la palabra que exprese nuestras ideas. El pensamiento
preside la formación del lenguaje, no solo en cuanto al vocabulario, sino también en
cuanto a la sintaxis, cuyas leyes son expresión de leyes del pensamiento.
En cuanto a las diferencias entre Pensamiento y Lenguaje:
• PENSAMIENTO: Fenómeno psíquico racional objetivo y externo derivado del
pensar para la solución de problemas viene de la mente, de la creación de la
mente.
• LENGUAJE: Es la función de expresión del pensamiento en forma oral y escrita
para la comunicación y el entendimiento de los seres humanos.
Nada ganamos con pensar y no decirlo o expresarlo de alguna forma, para nosotras
el lenguaje y el pensamiento tiene su diferencia en que el pensamiento es el que
maquina, hace y opera alguna acción o algo que queramos hacer o decir, sepamos
o lleguemos a dar, y el lenguaje hace entenderlo, lo dice, lo da a conocer ya sea
hablado, escrito, dibujado o mediante señas.
A un pensamiento rico en ideas y en matices, corresponde un lenguaje rico y
preciso.
Relación Lenguaje Sociedad
El leguaje es la facultad humana de intercambiar ideas y sentimientos, a través de una lengua, por medio
del habla. Entonces, el ser humano comunica, primero, por la necesidad innata de socializar y, segundo,
por la capacidad que éste tiene de formular pensamientos. Todo ser humano nace con la facultad de
adquirir un lenguaje, pero lo desarrollamos por que vivimos en sociedad. Roger Fowler nos dice que el
lenguaje es un aspecto intrínseco de nuestra herencia humana, y es natural porque es general a la
especie; además es el atributo más típicamente humano y universalmente reconocido como único en el
hombre.
El lenguaje es parte del carácter esencial del hombre; éste es un animal especializado en el lenguaje.
Todos los aspectos del sistema de comunicación que emplea naturalmente están determinados por su
tipo de organismo. Después de todo, esto es lo natural: que el hombre, como cualquier otra criatura, se
comporte comunicativamente de la manera en que se lo ordena su naturaleza.
El mundo del lenguaje es mucho más vasto y más complejo de lo que los gramáticos han llegado a
demostrar. Dentro de la lingüística existen algunas disciplinas de reciente creación, que nos están
permitiendo vislumbrar cuál es su verdadera extensión y complejidad, tales son la sociolingüística y la
etnología. Uno de los aspectos que más se está tratando son las relaciones que se establecen entre
lenguaje y la sociedad.
El aspecto esencial del lenguaje es el de ser un sistema de comunicación inserto en una situación social;
por lo tanto, no solo es un proceso cognoscitivo, sino también un comportamiento simbólico, actividad
esencial y genuinamente social.
2. Como dije, la relación Lenguaje-Sociedad es estudiada por la sociolingüística y es abordado casi siempre,
desde el punto de vista de “el lenguaje como comportamiento social”. Pero recordemos además, que el
lenguaje es el instrumento fundamental por el que le son transmitidos los modelos de vida, cultura,
manera de pensar y actuar, normas y valores de la sociedad.
Ricci Briti describe a la sociolingüística o sociología de lenguaje como la ciencia que estudia las
relaciones entre lenguaje y sociedad, entendiendo al lenguaje no tanto como código o sistema abstracto,
sino como instrumento fundamentadle comunicación que se usa dentro de una comunicación social.
Podemos hablar ahora, sobre la relación entre lenguaje, cultura y pensamiento: la cultura es la clase de
conocimiento que aprendemos de los demás, bien mediante la instrucción directa, bien mediante la
observación del comportamiento de los demás. La mayor parte del lenguaje está comprendida en la
cultura, de modo que podemos afirmar que “la lengua de una sociedad es un aspecto de su cultura.” Al
desarrollar el lenguaje, paralelamente se desarrolla la capacidad del pensamiento. De este modo, el
sistema lingüístico condiciona nuestra percepción del universo y, por consiguiente, nuestra manera de
pensar.
Vivimos, por tanto, en una comunidad lingüística que modela una lengua a su antojo y que ve, piensa y
siente en función de su lengua.
Cada comunidad selecciona una parte de la realidad, le da nombre y la introduce de este modo en su
sistema lingüístico; a medida que las necesidades cambian, se modifica la lengua, ya sea que se
agreguen nuevos elementos o cambie el sentido y significante-significado de un símbolo.
Así pues, la lengua no es un conjunto de signos verbales y no verbales que hayan surgido de forma
aleatoria y fortuita, si no que responden a la voluntad de los hablantes, y, para poder valorar en su justa
medida la naturaleza de los elementos que la integran e interactúan en su estructura interna, conviene
tener en cuenta las características de la comunidad que la ha creado. (El lenguaje), como toda obra
humana, tiene la huella de su creador (en la lengua) y de sus usuarios (en la forma de hablar). Estudiar
los signos lingüísticos nos permitirá, por tanto, conocer y reconocer al grupo humano que ha dado forma y
la utiliza.
Ante esta cuestión, no podemos dejar de lado el hecho de que existen lenguas que han sido impuestas de
un grupo social a otro. Tal es el caso de la lengua española, que fue impuesta por los españoles a los
nativos mesoamericanos. ¿Entonces el idioma (lengua) que usamos hoy en día no aplica en este caso?
¿Acaso los mexicanos no hemos aportado características internas a nuestro lenguaje? La profesora
María Ángeles Calero responde con gran certeza a estas interrogantes en su libro Sexismo lingüístico:
Cuando se trata de una lengua impuesta, podríamos argumentar que los que la han recibido no tienen
ninguna relación de filiación con ella y que, por ende, no son responsables de su forma interna y que ésta
no los refleja; pero lo habitual es que se produzca un proceso de adaptación con vistas a que esa lengua
que ha venido de fuera les sirva a lo que necesitan o desean decir, y en este proceso sí participan los que
han sufrido la imposición. Lo conservado es porque les es útil, lo transformado es porque no se ajusta a
las pretensiones comunicativas.
La sociolingüística distingue entre grupo de pertenencia y grupo de referencia. Los individuos podemos no
sentirnos identificados con el colectivo al que pertenecemos de manera natural (esto es por nuestras
características biológicas, por el lugar - geográfico y/o social - en el que hemos nacido) en este caso, “la
persona se proyecta en otro colectivo del que desearía formar parte e imita en lo que puede a quienes sí
lo integran, a veces sufriendo problemas de adaptación.”
El lenguaje es una institución cultural de un grupo social, pero las lenguas no son sólo un medio que
utiliza el ser humano para comunicar sus ideas y sus sentimientos a aquellos que comparten el mismo
sistema lingüístico, sino que ellas mismas transmiten en su seno, un modo determinado de pensar y de
sentir que se perpetúa de generación en generación en tanto ellas subsistan.
La fisonomía y evolución del sistema lingüístico se ven condicionadas por la cultura, la cual impone todo
el conjunto de experiencias pasadas que han quedado fosilizadas en su estructura gramatical y en si
léxico. A esto se refiere la teoría de Roger Fowler acerca de que todo ser humano nace con la facultad de
adquirir un lenguaje, pero dependerá del grupo social en que se desarrolle, qué tipo de lengua
desarrollará y de qué manera la usará. Lo único natural - es decir con lo que nace el ser humano sin su
mediación, lo biológico e intrínseco - es la capacidad que éste tiene para crear y utilizar signos que le
permitan comunicarse; el modo en que lo haga en la práctica es obra suya, no de la naturaleza, por
consiguiente es un producto cultural de la misma índole que os objetos que construye para diversos fines.
3. Por ejemplo, un grupo social que ha tenido el destino de existir a las orillas del mar, seguramente habrá
desarrollado signos lingüísticos (asignados por la colectividad) que tienen que ver con este entorno
natural, es decir, habrá la necesidad de llamar aves a los animales con plumas que vuelan por los cielos,
mar a la masa de agua que hay en la costa, palmera a la planta que da cocos, peces a los animales que
viven en el mar, y así con todo lo que forma su ecosistema. Por otro lado, el grupo social que haya corrido
con la suerte de habitar en el desierto, los signos lingüísticos que asigne a su ecosistema serán muy
pobres, al contrario del grupo social que vive a orillas del mar, o de una selva. Por ello no habamos en el
planeta una lengua, sino miles.
De cualquier forma, existen elementos naturales afines a todos las regiones del planeta, como el agua, el
cielo, la tierra, las estrellas, las nubes, el viento, las montañas, etc., y no obstante, los diferentes grupos
humanos perciben esos aspectos idénticos de manera distinta, en función de lo importante que sea para
la comunidad y para su subsistencia.
Las personas limitadas a una cultura única suelen encontrar muy difícil conceptualizar otras culturas, de
hecho se les puede ver como desviaciones incorrectas de la suya. Por eso, si alguna vez necesita comer
<<granos de maíz que al tostarse se abren en forma de flor>> pida rosetas en España, cotufas en
Venezuela, cocaletas en Santo Domingo, goyorí en Cuba, canguil en Ecuador, ancuas en Argentina,
cabritos o flores en Chile, canchas en Perú, pororó en Paraguay, punches en Honduras, y por supuesto,
palomitas, aquí en México.
Bibliografía:
• Ávila, Raúl. “El idioma español y sus modalidades”.La Lengua y los hablantes. Trillas, México,
1994.
• Fowler, Royer. Para comprender el lenguaje. Una introducción a la lingüística. Nueva imagen,
México, 1978.
• Calero Fernández, María Ángeles. Sexismo lingüístico. Análisis y propuestas ante la
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• Varios. Cultura, la. En: Culturas. Enciclopedia Oceano. Santiago, Océano grupo editorial, 2000.
V.7 pp.234-287.
• Ricci, Pio E. Y Zani, Bruna. La comunicación como procesos social, Grijalbo/CNCA, México,
1992.
• W. P. Robinson. “Qué es un sistema de lenguaje” en Lenguaje y conducta social. Ediciones
Nueva visión, Argentina, 1984.