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REVISTA          LATINOAMERICANA   DE   LECTURA
ISSN 0325/8637                           CODEN LVIDDG




                       AÑO 24
                      junio 2003


                         2
BERTA BRASLAVSKY




     ¿Qué se entiende
     por alfabetización?



                                                   Se podría aceptar que la escritura culminó su
                                                   propia expansión –aunque siempre inacabada–,
                                                   en la cultura de la modernidad asociada a la re-
                                                   volución industrial, y que las nuevas tecnolo-
                                                   gías de la comunicación han conquistado su
                                                   hegemonía en la cultura globalizada de la “era
                                                   electrónica”, en la posmodernidad.
                                                       No es extraño que se ponga en tela de jui-
                                                   cio la hegemonía que ha tenido la alfabetiza-
                                                   ción por medio de la escritura impresa en la es-
                                                   cuela, que en épocas remotas nació para poner-
                                                   se al servicio de la cultura escrita. Las tecnolo-
                                                   gías y, en particular, la informática no sólo han
                                                   participado en los cambios geopolíticos y eco-
                                                   nómicos, sino que también han producido y
                                                   producen cambios culturales tan profundos que
                                                   ponen en duda el futuro de la escuela misma y
                                                   del maestro.
                                                      A este respecto, Leu y Kinzer (2000:111)
Profesora Honoraria de las universidades           consideran que
nacionales de Buenos Aires y La Plata. Asesora         “en el futuro, las fuerzas culturales van a se-
Pedagógica en el Programa de Acción Prioritaria        guir definiendo las formas y funciones de la al-
de la Secretaria de Educación del Gobierno de la       fabetización tanto como la naturaleza esencial
Ciudad de Buenos Aires.                                de su enseñanza”.
Y si bien resulta imposible predecir lo que     tización científica”, “ecológica’’, “informática,
sucederá dentro de 200 o de 600 años, sí se pue-     “tele-alfabetización”. Se generan confusiones
de prever que en el tiempo más inmediato pre-        que pueden deberse a la inmadurez de los con-
valecerá la convergencia entre la enseñanza de       ceptos o, simplemente, a malentendidos en la
la lectura y la escritura y las técnicas de la in-   equivalencia entre las lenguas, especialmente a
formación y la comunicación. Mientras tanto, la      partir de su uso como traducción del término in-
escuela sigue todavía sin resolver los problemas     glés “literacy”.
que siempre ha tenido con la alfabetización, y
                                                         Su definición no es una cuestión meramen-
surgen nuevas investigaciones y reflexiones so-
                                                     te académica sino que tiene otros alcances
bre esta última, cada vez más complicada ante
                                                     cuando se reconoce que la política afecta a la
los cambios acelerados de la informática.
                                                     definición de la alfabetización y que, a su vez,
     Por de pronto, se generaliza una nueva no-      la definición afecta a la política. Algunos auto-
ción del tiempo que ocupará la alfabetización        res creen que
en la vida humana. Antes se entendía que ese
                                                         “la definición de alfabetización determina el ni-
proceso debía iniciarse deliberadamente en de-           vel de involucramiento y, en consecuencia, el
terminado momento del desarrollo individual y            nivel de financiamiento de la educación básica”
los sistemas formales regularon normas para su           (Venezky, 1990: 2).
comienzo a los 6 ó 7 años con una duración va-
riable de 3, 4 ó 6 años de escolarización persi-         Si bien es cierto que ni la política ni la cu -
guiendo un modelo de alfabetización basado en        rricula del sistema formal se hallan general-
la escritura manuscrita e impresa al que se que-     mente orientadas por un concepto previo y for-
ría llegar.                                          mal de la alfabetización, este concepto está im-
                                                     plícito tanto en la enseñanza como en la evalua-
     No en vano la Década de la Alfabetización       ción y en la promoción de los alumnos. Si se lo-
(2003-2012), que se lanza por iniciativa de las      grara explicitarlo y reformularlo, tal vez se am-
Naciones Unidas, se presenta con “una visión         pliarían las políticas más generales de la alfabe-
renovada”. Ahora la alfabetización se entiende       tización para facilitar la elaboración y reelabo-
como un largo proceso que comprende todo el          ración de las orientaciones y adaptaciones curri-
desarrollo humano, que cambia en las culturas y      culares en todos los niveles, con sus consecuen-
en la historia; que, efectivamente, mucho tiene      cias para la alfabetización real.
que ver con la escuela, sobre todo si dicha alfa-
betización se contextualiza en el entorno esco-
lar; pero que también depende de la sociedad y       Definiciones
de la política. Surgen nuevos modelos que ex-
plican su naturaleza y ayudan a comprender las       Por motivos similares a los que ahora nos
discusiones sobre su desescolarización, hecho        preocupan, en el año 1987 tuvo lugar en la
que ha preocupado a los educadores desde hace        Universidad de Pennsylvania un simposio
algunas décadas y que tanto tiene que ver con la     donde Richard Venezky decía que el vocablo
validez de la educación formal en la sociedad        “literacy” (equivalente a “alfabetización’’ en
organizada.                                          castellano) es
                                                         “una de esas clases de términos autopositivos,
                                                         como ‘libertad’, ‘justicia’, ‘felicidad’, que asu-
¿Qué se entiende                                         mimos por su contenido y cualidades necesarias
por alfabetización?                                      y sus deseables atributos en nuestra cultura. Pe -
                                                         ro que bajo una indagación más profunda se ha-
La palabra “alfabetización”, que parece haberse          ce vastamente más compleja y a menudo elusi-
                                                         va sin producir una caracterización simple o una
formulado por primera vez a fines del siglo
                                                         definición” ( Venezky, 1990: 2).
XIX, se ha generalizado en los tiempos recien-
tes: se la utiliza en una acepción original gene-        Por su parte, en el Diccionario de Alfabeti-
ralmente ambigua y sin consenso, pero también        zación de la Asociación Internacional de Lectu-
se la emplea con un sentido metafórico en muy        ra (Harris y Hodges, 1995:140) donde se enu-
diversas expresiones tales como “alfabetización      meran treinta y ocho “tipos de alfabetización”,
tecnológica”, “alfabetización musical” “alfabe-      se dice que                                              3
“un consenso sobre una definición única de al-      embargo, a partir de la definición más general
        fabetización es casi imposible”.                    que se ha presentado en último término, convie-
        Prefiriendo el uso plural de “alfabetizacio-        ne despejar la noción de “metáfora de la alfa -
    nes”, enumera varias definiciones que se refie-         betización’’ para desglosarla de las que se re-
    ren a habilidades de leer, niveles de lectura y         fieren, en sentido directo, a la lectura y la escri-
    escritura, niveles de comprensión, dimensiones          tura.
    funcionales sociales y culturales, la extensión
    del término para nuevas competencias y más
    aún, como estrategia de liberación en la “capa-         Metáforas de la alfabetización
    cidad de leer el mundo’’, como lo propone Pau-
    lo Freire.                                              La explicación del sentido figurado de la alfa-
                                                            betización que se expresa en las metáforas pue-
         Advertida la ambigüedad del término “lite -        de encontrarse a partir del epígrafe del primer
    racy”, tanto o más ambigua resulta su traduc-           capítulo del importante ensayo sobre alfabeti-
    ción a nuestro idioma por el vocablo “alfabeti-         zación científica y tecnológica de Gérard Fou-
    zación”, que se encuentra en los diccionarios de        rez (1997), que dice:
    lengua castellana, incluido el de la Real Acade-
                                                                “Desde hace algunos años, sobre todo en los
    mia, como “acción y efecto de alfabetizar”, y               países anglosajones y en los países del norte de
    “alfabetizar”, como “poner por orden las le -               Europa, la expresión alfabetización científica y
    tras” o “enseñar a leer”, y “analfabeto” ( del              tecnológica (Scientific and Technological Lite -
    griego “an”: sin y “alphabetos”) como el que                racy) está de moda. Se trata de una metáfora
    “no sabe leer”. También se encuentra la díada               que alude a la importancia que ha tenido la
    “letrado/ iletrado”, equivalente al “literate/ illi -       alfabetización a fines del siglo pasado; la ex-
    terate”, más cercano al vocablo “literacy” que              presión designa un tipo de saberes, de capacida-
    se vincula al adjetivo “ilustrado”, derivado del            des o de competencias que, en nuestro mundo
    latín “litteratus” que significa sabio, docto,              técnico-científico, corresponderá a lo que fue la
    instruido.                                                  alfabetización en el siglo pasado’’ (Fourez,
                                                                1997: 15, el subrayado es nuestro).
        En el diccionario publicado por el diario
    Clarín (1997) y asesorado por la Academia Ar-                Con el propósito de cambiar esa perspecti-
    gentina de Letras se encuentra el sustantivo “al-       va, explica las razones del movimiento que se
    fabetización” con dos acepciones: 1) “enseñan-          titula “Ciencia, Tecnología y Sociedad’’ (CTS)
    za de las primeras letras”, 2) “acción para com-        con la tentativa de renovar la enseñanza de las
    batir el analfabetismo”.                                ciencias y relacionarlas con su contexto huma -
                                                            no a través de la combinación de tres ejes: eco-
        Son definiciones que podrían responder a la         nómico-político, social y humanista, siguiendo
    idea surgida empíricamente de la experiencia            la dirección de los movimientos emancipadores
    del siglo XX, que se expresaría desde el punto          del siglo XVIII.
    de vista de una práctica elemental de la lectu -
    ra y la escritura adquirida por las grandes ma -             Son señaladas sus diferencias con el con-
    yorías. Es la experiencia de la promoción de las        cepto original que tiene solamente sentido para
    “campañas de alfabetización” realizadas en al-          la lengua escrita. Por su parte, Oliveira y Valsi-
    gunos países en ocasión de revoluciones o               ner (1998) reconocen lo que todas tienen en co-
    grandes cambios sociales (URSS o Cuba) e                mún observando que, si bien se habla de “alfa-
    igualmente por agencias internacionales como            betización en computación’’, “alfabetización
    la UNESCO o la OEA. Y, también, del empeño-             matemática’’, “alfabetización científica’’, no se
    so esfuerzo de quienes, en las jóvenes naciones         habla de alfabetización en cocina, en manejo de
    de Latinoamérica, enseñaron la lectura y la es-         vehículos o en jardinería. En esas actividades
    critura a las generaciones que, desde los finales       cotidianas, la diferencia interindividual está re-
    del siglo XIX, se incorporaron al sistema for-          conocida por el lenguaje a través de expresio-
    mal naciente.                                           nes como “es una buena cocinera’’ o “un mejor
                                                            conductor que otro’’. Pero el reconocimiento de
        La precedente revisión confirma la opinión          esas cualidades y diferencias no conduce a una
    de los autores que consideran imposible emitir          construcción esencialmente alfabetizada. De
4   una definición única de la alfabetización. Sin          ese modo, consideran que la
“alfabetización es un concepto selectivamente      La dicotomía alfabetización/
    aplicado a los dominios de nuestra actividad so-   analfabetismo
    cio mental” (op.cit:1).
    Al mismo tiempo integran esta concepción           Para definir mejor la alfabetización conviene
individual a la dimensión más amplia de la mis-        analizar el término igualmente relativo de su
ma como                                                opuesto, el analfabetismo.
    “un fenómeno histórico, vinculado a la historia        Los términos asimétricos de “letrado/iletra-
    particular de las sociedades y a la transforma-    do’’ (o alfabetizado/analfabeto), que datan de la
    ción dentro de esas sociedades” (op.cit.:2).       segunda mitad del siglo XVI, se anticipan en
                                                       varios siglos al término “literacy’’ (alfabetiza-
     No se puede concluir el tratamiento de las
                                                       ción) aparecido en el léxico inglés casi al final
metáforas sin considerar el uso que suele hacer-
                                                       del siglo XIX.
se de ellas en la curricula escolar, especialmen-
te en el nivel inicial, donde a veces se encubren          En la Edad Media, ser letrado significaba sa-
inseguridades bajo la presión de antiguas con-         ber leer, mínimamente, latín. No comprendía la
cepciones sobre la maduración biológica, orien-        escritura, que entonces era una técnica compleja
tadas por el paradigma biológico del positivis-        y ardua reservada a los “copistas’’. Téngase en
mo.                                                    cuenta que esa técnica, que incluía el procesa-
                                                       miento del pergamino y las plumas, requería ins-
    Así, se manifiestan a favor de una defini-
                                                       trumentos especiales y esfuerzos corporales.
ción de la alfabetización como a la que alude
Joyce Manny (2000:65): “construcción del co-               A partir de los cambios tecnológicos que
nocimiento del mundo”, o bien como                     produjo el uso del papel y de los renovados ins-
                                                       trumentos de escritura y sus consiguientes cam-
    “el proceso cognitivo-creativo de comprensión
    y reelaboración del universo perceptivo simbó-     bios, pero sobre todo gracias a la introducción
    lico-lógico-imaginativo, producto de la cultura    de la lengua vernácula por la Reforma, se con-
    de una determinada etapa histórica’’;              sideraba letrada a una persona que podía leer –o
                                                       mejor dicho descifrar– la lengua nativa.
    tal como aparece en el Marco General del
Pre Diseño Curricular del Nivel Inicial de la              Se reconoce que el término moderno “alfa-
Ciudad de Buenos Aires (1999:23 ) porque, se           betizado” o “letrado” (“literate” en inglés) con-
dice,                                                  nota un nivel bajo del conocimiento y uso de la
                                                       lectura y la escritura. Cuando se hace referencia
    “es necesario hacer un uso no convencional y       a los que ponen en juego las habilidades supe-
    metafórico (del término alfabetización) de ma-     riores que intervienen en la lectura –por ejem-
    nera de iluminar más claramente un campo que
                                                       plo, para leer a los grandes autores de la litera-
    ha estado en penumbras durante demasiado
    tiempo” (Frabboni, 1985).                          tura–, se agrega modificadores como “alfabeti-
                                                       zados avanzados” o “altamente alfabetizados’’.
    En deliberada oposición a estas definicio-         Algunos diferenciaron la “alfabetización prag -
nes, la declaración conjunta de dos asociaciones       mática” de la “alfabetización cultural” (Ve-
científicas de gran trascendencia (IRA y NAE-          nezky, 1990: 3).
YC, 1998:11) propone
                                                            Nuevas investigaciones históricas, con en-
    “centrarse en la lectura y                         foques originales, sobre las “revoluciones de la
    la escritura más bien que                           lectura” (Cavallo y Chartier, 1998:52) conside-
    en una posible defini-                                ran la importancia de
    ción más amplia de
    alfabetización”.                                                “la identificación de las grandes dife-
                                                                       rencias que, a largo plazo, se fue-
     Despejado el con-                                                    ron ahondando entre los lecto-
cepto metafórico, para-                                                      res y las lectoras”.
sitario, de la alfabetización,
se puede volver al original, no                                                   Estas investigacio-
menos complejo.                                                              nes han reconocido las
                                                                             diferencias entre modelos
                                                                            como el cortesano, el mo-         5
nástico, el escolástico, el moderno y, aunque           Para ser “alfabetizado funcional” debía ser
    más preocupados por los usos y sus formas, no        capaz de
    deja de tener presencia la asimetría entre las dos
    tendencias de la alfabetización: una selectiva y         “intervenir en todas las actividades en las cuales
    otra popular.                                            la alfabetización es requerida para el efectivo
                                                             funcionamiento de su grupo en la comunidad y
        La diferencia se hace más explícita en los           también para capacitarlo en la continuidad del
    niveles de alfabetización del siglo XX cuando            uso de la lectura, la escritura y el cálculo para sí
    se define la alfabetización funcional.                   mismo y para el desarrollo de la comunidad”.

                                                             Era una definición esencialmente relativa,
    La alfabetización y sus niveles                      ya que depende del contexto social al incluir
                                                         dos condiciones: 1) la habilidad de la lectura
    Durante la primera guerra mundial, cuando se         y la escritura, y que 2) ese dominio permita
    comprueba que los reclutas podían leer y escribir    cumplir con las exigencias de la comunidad.
    pero en un nivel que no les permitía cumplir sus
    funciones como soldados efectivos, se origina en         No se trata de la importancia que tiene la al-
    Estados Unidos el concepto de alfabetización         fabetización en cuanto a la relación personal,
    funcional.                                           subjetiva, del alfabetizado con el texto, sino en
                                                         cuanto le sirve a la persona para ser eficaz en el
        Más tarde, con motivo del programa de la         trabajo, consciente en el voto, responsable en
    UNESCO para eliminar el analfabetismo en el          todos sus comportamientos y en las transaccio-
    mundo, con la colaboración de la OEA para            nes con su medio. Es decir, en todas las activi-
    América Latina, William Gray (1957) publicó          dades que se relacionan con la vida pública en
    una primera clasificación de los niveles de alfa-    la adultez. Por eso corresponde hacer algunas
    betización en su clásico libro “La enseñanza         reflexiones con respecto a la edad en que un in -
    de la lectura y de la escritura”.                    dividuo puede considerarse “alfabetizado” y
                                                         con respecto a la extensión que, para serlo, re -
    Normas mínimas y                                     quiere la educación.
    “alfabetización funcional”
                                                             Antes de determinada edad, una persona no
    En función de las campañas de alfabetización,        está en condiciones de demostrar su capacidad
    con recursos limitados, en regiones con grandes      de usar funcionalmente la lectura y la escritura.
    carencias económicas y atraso social, con ma-        A este respecto, se destaca que las agencias que
    yor frecuencia en zonas rurales, Gray diferen-       se ocupan de los censos han ido variando los lí-
    ciaba entre: 1) las normas mínimas de alfabe-        mites de edad para evaluar la alfabetización.
    tización y 2) la alfabetización funcional.           Así, en los Estados Unidos, desde 1870 hasta
                                                         1930 se registraban a partir de 10 años; en 1959
        Las normas mínimas comprendían técni-            y 1969, a los de 14 años y más. La UNESCO en
    cas rudimentarias para leer un pasaje fácil y fir-   1957 fijaba como límite los 15 años o más (Ve-
    mar con su propio nombre para resolver algunas       nezky, 1990: 5).
    necesidades de la vida cotidiana, ejercer los de-
    rechos cívicos y adquirir algún prestigio en las         En cuanto a la extensión de la educación
    comunidades con mayoría de iletrados. La alfa-       formal obligatoria –de “educación común” o,
    betización funcional se proponía que el alum-        más recientemente de ”Educación General Bá-
    no fuera capaz de leer y escribir un párrafo en      sica”–, históricamente, de hecho, ha variado de
    su lengua vernácula y escribir una carta con to-     acuerdo con las necesidades de la vida pública
    dos los requisitos formales. Para lograrla, se ne-   o, más concretamente, con las necesidades de
    cesitarían tres años de educación formal.            que el alumno estuviera preparado para el traba-
        Ese concepto evolucionó, y en el año 1978        jo. Así, por ejemplo, mientras que con tres años
    la UNESCO definió al “alfabetizado’’ como            de escolaridad una persona podía haber estado
                                                         alfabetizada para su desempeño en el área rural,
        “alguien que puede comprender o escribir un      no pudo haberlo estado después de la tecnifica-
        texto corto y breve de su vida diaria” (Ryan,    ción de la agricultura.
6       1995).
Nuevos niveles                                        des mayorías, que en un principio participó de
y “alfabetización avanzada”                           los proyectos emancipadores de la modernidad
                                                      y de las utopías igualitarias, en realidad, y espe-
En las cuatro décadas transcurridas desde esa         cialmente a partir de la segunda mitad del siglo
categorización se han producido cambios dra-          XX, se adaptó formalmente a las características
máticos en cuanto a las expectativas en la alfa-      heterogéneas de la sociedad que la construyó.
betización y han variado los criterios para defi-         En los sistemas formales, los grados termi-
nir los niveles, debido a la gran complejidad         nales de la educación básica se correspondieron
ocupacional en la sociedad post-industrial; los       con los niveles de la alfabetización funcional de
materiales ocupacionales (manuales, instructi-        acuerdo con las exigencias del trabajo. Su evo-
vos, memos, etc.), que están escritos en un nivel     lución, impulsada por las nuevas tecnologías,
más alto que el requerido por la alfabetización       implicaba la necesidad de tener nuevas habili-
funcional; la acumulación de información y la         dades para leer los materiales más complejos
dificultad para su procesamiento; la renovación       que se generaban. En efecto, la alfabetización
de información que requiere ese procesamiento;        “avanzada’’, tal como la define Chall, no deja
los cambios en los textos y su lecturabilidad ca-     de ser un grado más alto de la alfabetización
da vez más difícil.                                   funcional.
    Mientras aumentan las dificultades, se com-
prueban grandes falencias en la comprensión de
los textos escritos, aún entre los jóvenes que        Analfabetismo versus
han cursado el nivel medio. En los Estados Uni-       alfabetización
dos, por ejemplo, hace poco tiempo se ha com-
probado que el 70% no puede comprender un             En los países desarrollados se considera virtual-
editorial del New York Times. En nuestro país,        mente eliminado el analfabetismo, en los cua-
dos investigaciones dirigidas por la Dra. Ko-         les, según los datos de 1990 (Greaney, 1996), la
vacci demostraron que los alumnos que ingre-          tasa del analfabetismo era del 3.3 % con una
san a la carrera de Letras en la UBA muestran         proyección del 1.4% para el año 2000. Pero en
grandes falencias en la producción de textos es-      el mundo era del 26.5% (con una proyección
critos y en la comprensión de la lectura1.            del 21.8% para el 2000). Además, estaba distri-
                                                      buido del siguiente modo: 52.7% en el Sub-Sa-
    Ante estos hechos se propician cambios en         hara; 52.7% en África; 48.7% en los Estados
los alcances de la alfabetización y sus equiva-       Árabes; 53.9% en Sudáfrica; 23.8% en el Este
lencias escolares. La pregunta principal es ¿cuál     asiático; 15.3% en Latinoamérica y el Caribe.
es la alfabetización requerida para vivir en una
sociedad post-industrial compleja?, desde su la-
boratorio en la Universidad de Harvard, J. S.
Chall (1990) sugiere los siguientes niveles:          El analfabetismo en los países
                                                      “en desarrollo”
1) por debajo del nivel funcional, que com-
   prende desde el completamente iletrado             Las cifras ponen de manifiesto la heterogenei-
   hasta el que sólo lee etiquetas y signos;          dad que existe en el mundo globalizado con res-
2) nivel funcional, que permite leer textos           pecto al alcance de la alfabetización, teniendo
   simples, tales como artículos fáciles de re-       en cuenta que ésta se toma como uno de los in-
   vistas y el “periódico local”;                     dicadores del desarrollo de los países, junto con
                                                      el de la mortalidad infantil, la expectativa de vi-
3) lectura avanzada, que permite leer textos          da, el nivel de ingreso de la familia.
   escritos de manera abstracta, con capacidad
   de resolver problemas procesando una in-               En 1990, siguiendo a Greaney (1996), se
   formación compleja. Debería corresponder-          puede afirmar que la gran mayoría del total de
   se con diez años de escolarización.                los analfabetos por encima de los 15 años de
                                                      edad se encontraba en tres regiones: Sudasiáti-
   Se puede advertir que la alfabetización, re-       ca, Este asiática y Sub Sahara africana. Varios
conocida y virtualmente definida como práctica        de los países comprendidos alcanzaban entre el
elemental de la lectura y la escritura de las gran-   73% del analfabetismo (Gambia) y el 82%               7
(Burkina Faso). Sin embargo, las estadísticas             en el desarrollo de la alfabetización” (Lundberg
    demuestran que, cuando se compara el analfa-              y Linnakyla, 1993).
    betismo por grupos de edad, las tasas son mu-             La alfabetización femenina es especial-
    cho mayores para los que superan los 44 años.         mente relevante en este aspecto. Numerosos es-
    La diferencia con el grupo de 15-19 años es           tudios consideran que la alfabetización de la
    muy notable en todos los casos, especialmente         madre es, para estos efectos, más importante
    en el Este asiático, donde es más de ocho veces       que la del padre (Greaney, 1996).
    menor (grupo de 44 + años representa el 51.8%
    y el de 15 -19, el 6.3%).
        La diferencia entre esas franjas de edad de-      El analfabetismo en las sociedades
    muestra el éxito en la educación a pesar de la        letradas
    subsistencia del analfabetismo cuyos problemas
    son polifacéticos y comprenden dimensiones            Otros son los problemas que surgen cuando se
    culturales, económicas y políticas íntimamente        trata del analfabetismo en las sociedades letra-
    relacionadas con las condiciones de vida y el ni-     das, ya sea en los países desarrollados o en los
    vel de escolaridad de la mayoría de la pobla-         medios urbanos extensamente alfabetizados de
    ción.                                                 los países periféricos. En primer lugar, se trata
                                                          de resolver el problema de los límites entre el
         Antes de alfabetizarse, los niños y niñas de-    alfabetizado –o letrado– y el analfabeto.
    ben pasar por la prueba del hambre y la desnu-
    trición de los críticos primeros años y sobrevi-           Aunque comúnmente se reserva el término
    vir a las enfermedades que resultan de condicio-      de analfabetismo para la situación más extrema
    nes sanitarias deplorables, que determinan mi-        del analfabetismo absoluto, usado en las esta-
    llones de muertes antes de los cinco años de          dísticas, se considera que el concepto ya trata-
    edad. Se agrega a las dificultades, la escasez de     do de funcionalidad que introdujo la UNESCO
    escuelas para la educación básica, de personal        tuvo la intención de resolver las dificultades
    docente capacitado, de bibliotecas y materiales       que genera la posibilidad de establecer un cor-
    escritos en general.                                  te entre los términos de la dicotomía alfabetiza-
                                                          do/analfabeto. En las sociedades letradas, rara-
        Un dato muy importante, dada sus conse-           mente se aplica el concepto de analfabetismo y
    cuencias, es el de las diferencias de género en el    alfabetización en sus respectivos extremos, ya
    analfabetismo, tanto en los países centrales co-      que dependen del quantum que se define según
    mo en los periféricos. En los totales, en los paí-    los niveles en cada país y cada época. Es fre-
    ses desarrollados se enmascara esa diferencia,        cuente el uso de “lectores pobres” en oposición
    ya que la tasa promedio de los analfabetos de         a “buenos lectores”.
    género masculino y femenino es, respectiva-
    mente, del 19.4% y del 33.6%. Por su parte, en            Pero el concepto de funcionalidad cambia
    los países emergentes la diferencia promedio es       según la evolución de la cultura del trabajo. Se-
    del 25.1% para los hombres y 45% para las mu-         gún el concepto de alfabetización funcional del
    jeres, pero se distribuye de manera diferente se-     año 1978, los requerimientos para “intervenir
    gún las regiones. Con excepción de Latinoamé-         en todas las actividades en que la alfabetización
    rica y el Caribe, la tasa femenina de analfabetis-    es requerida’’, en la sociedad industrial y post-
    mo es más del 50% mayor que la masculina.             industrial, pueden ser inaccesibles para mu-
    Entre los países donde el analfabetismo femeni-       chos, aunque hubieran logrado la capacidad de
    no es el 80% más alto se cuentan: Afganistán,         interpretar el simbolismo de la lengua escrita y
    Benin, Burkina Faso, Chad, Gambia, Nepal, Ní-         producir escritura con significación.
    ger, Sierra Leona, Sudan (Greaney,1996: 9-10).            En la sociedad post-industrial muchos de
        Se destaca especialmente el estudio sobre la      los que estaban alfabetizados se transforman en
    alfabetización en países periféricos realizado en     analfabetos funcionales. Si consideramos más
    1992 por la Asociación para la Evaluación so-         profundamente esta cuestión, dice Ryan
    bre los Logros Educacionales, en el cual se           (1995), “nos damos cuenta de que todos somos
    identificó                                            analfabetos de una u otra manera’’, podemos
                                                          leer la página de un libro pero no podemos
8       “al entorno familiar como el factor más crítico   comprender una página con estadísticas; pode-
mos leer un mapa pero no comprender el dia-            origen orgánico (según las estadísticas en la re-
grama de un circuito de electricidad.                  lación de 1:10, en comparación con la ceguera
                                                       de 1:2500).
    “La dicotomía alfabetizado versus analfabeto
    no es suficiente para manejarnos con los niveles       Estos autores analizan objetivamente, en la
    de habilidades que van desde cero hasta Shakes-    sociedad letrada, cómo se manejan los adultos
    peare’’ (Ryan, 1995:90).                           analfabetos o los “lectores pobres”, que están
                                                       en el difuso límite de la alfabetización/ analfa-
Reacciones individuales de los                         betismo. Sus datos dan cuenta de diversas res-
analfabetos en la sociedad ilustrada                   puestas de evasión, negación, ocultamiento.
                                                       Eligen porciones de la cultura que ponen poco
Walter Ong (1993) ha sintetizado los métodos           énfasis en la lectura y se concentran en la prác-
utilizados en investigaciones cuyos resultados         tica de su funcionamiento; optimizan las activi-
conducen a la conclusión de que existe una             dades manuales más que el uso de papel y lápiz;
marcada diferencia entre las características del       explícitamente aceptan restricciones ocupacio-
pensamiento contextualizado en el ambiente in-         nales y se conforman con una menor movilidad
mediato con respuestas concretas en el caso de         social: ”yo sé que no soy muy inteligente, así
los analfabetos y las características abstractas,      que me limito a lo que puedo hacer para ganar -
generalizadoras, del pensamiento de los alfabe-        me la vida”. Otros opinan que “en nuestros
tizados.                                               días se puede obtener información sin tener que
    Son más recientes las publicaciones de es-         leer, gracias a la televisión y a la radio”, o que
tudios acerca de las consecuencias que tiene so-       no han aprendido su oficio por los libros sino
bre un individuo su condición de iletrado y sus        “a través del contacto y la interacción con per -
reacciones ante las actitudes que la sociedad le-      sonas experimentadas”.
trada asume ante los analfabetos (Hagell y Tud-
ge, 1998).
                                                       La “oralidad alfabetizada” en los
     Mientras la alfabetización ha sido conside-       grupos urbanos
rada como una necesidad para acelerar el pro-
greso, como un mérito y una virtud que le                   Más allá de los estudios que revelan las
confiere poder a quien la adquiere,                              reacciones individuales de los anal-
el analfabetismo ha sido con-                                        fabetos en la sociedad letrada, se
templado como un oprobio                                                dispone de informes sobre
social y como un estigma                                                  nuevos estudios que se rea-
individual. En esas con-                                                    lizan en Brasil sobre el
diciones, el analfabeto                                                       “letramento”, que enfo-
no sólo padece las con-                                                        can el impacto social de
secuencias de su inha-                                                          la escritura según la
bilidad para manejarse                                                          tradición que en ese
en el mundo letrado y                                                           país fue iniciada por
las consecuencias prác-                                                         Paulo Freire (A. B.
ticas de esa “minusva-                                                         Kleiman, 1998). Tén-
lía” social, sino que                                                         gase en cuenta que en
además recibe los efec-                                                      Brasil el 25% de la po-
tos del estigma de la rotu -                                               blación no puede leer y
lación. Se trata de averiguar                                            que en el Noreste llega al
de qué modo se internalizan                                            68%.
en el individuo rotulado las re-
                                                                        Ángela B. Kleiman se ocupa de
presentaciones sociales descalifican-
                                                              los grupos urbanos que, habiendo sido
tes del analfabetismo y cómo se hace conscien-
                                                       excluidos de la escuela, realizan una variedad
te de esa doble limitación.
                                                       de estrategias para desenvolverse en las institu-
    Hagell y Tudge (1998) consideran que es un         ciones que demandan el manejo de la lengua es-
estigma mucho más frecuente que los que se             crita. En ese contexto, los estudios se vinculan,
han generado históricamente por falencias de           en particular, a las necesidades prácticas de los    9
grupos comprometidos en la transformación de           ridad intelectual de los analfabetos”. Procura
     sus condiciones sociales.                              demostrar que en estos líderes sociales se ha
                                                            desarrollado una capacidad discursiva sin apo-
         Resulta sumamente interesante el análisis
                                                            yo del sistema alfabético que permite desmitifi-
     del discurso de los líderes de movimientos po-
                                                            car el extendido concepto de la relación de cau-
     pulares o sindicales que permite descubrir un
                                                            sa a efecto entre el dominio de la escritura, tal
     nuevo tipo de “oralidad alfabetizada”. Compa-
                                                            como se plantea en el sistema formal, y la capa-
     rada con la “segunda oralidad” que describió
                                                            cidad reflexiva de los individuos. Por lo que,
     Walter Ong (1993:133-136) en las sociedades
                                                            dice,
     tecnificadas –mediante el uso del teléfono, la
     radio, la televisión–, ésta es una oralidad secun-         “existe evidencia de que el uso y la adquisición
     daria de cuño popular.                                     formal del sistema de escritura no puede seguir
                                                                siendo el criterio que defina la inclusión o ex-
          “El concepto de oralidad aquí propuesto se vin-       clusión en una comunidad letrada” (Kleiman,
         cula fuertemente con la noción de popular ver-         1998:210).
         sus las formas académicas y culturales” (Klei-
         man, 1998: 210).
          El discurso alfabetizado, en ese caso, no es      Modelos de la naturaleza
     el producto del aprendizaje con los libros sino a      de la alfabetización
     través de la práctica discursiva, caracterizado
     por el poder creciente de verbalizar los temas         Con respecto a los enfoques que se aplican pa-
     que se relacionan con el mundo social. Su aná-         ra investigar e interpretar la alfabetización se
     lisis demuestra que existen diferencias entre          reconocen los modelos que Street (1984) iden-
     los aspectos estructurales y retóricos de su           tifica como “autónomo” e “ideológico”. Más
     discurso; que los primeros –fonológicos, mor-          recientemente, Hagell y Tudge (1998) han ela-
     fológicos, sintácticos– todavía pueden ser fuen-       borado el modelo: co-constructivo que, de ma-
     te de estigmatización aunque incorporan estra-         nera expresa, también incluye al analfabetismo,
     tegias –hesitaciones, muletillas, hipercorreccio-      como ya se ha visto.
     nes– como sistemáticos esfuerzos para reprodu-
     cir las formas “correctas del habla”. Pero que en
     el nivel retórico tienen un impacto equivalente        Modelo autónomo
     a los textos altamente alfabetizados por su con-
     sistencia interna, por la descentración y distan-      El modelo autónomo trata a la escritura como
     cia del sujeto inmediato (“los derechos de los         una variable independiente, y considera a la al-
     trabajadores”, en lugar de “mis derechos”) pro-        fabetización asociada al progreso, la civiliza-
     duciendo un efecto de objetividad y neutralidad        ción, la libertad individual, la movilidad social.
     típico de los discursos académicos.                    La analiza per se, ignorando el contexto e inte-
         Así se “constituyen en autores de textos           resándose solamente por los principios lógicos
     completos en toda su relevante intersubjetivi-         de su coherencia interna.
     dad” (Kleiman, 1998:212) con la misma efica-                Es el modelo comúnmente asociado a la
     cia de los discursos de quienes han adquirido          práctica escolar que, tradicionalmente, se ha
     una alfabetización académica de alto nivel.            ocupado con preferencia de los aspectos forma-
         Sin embargo, manifiestan su inhabilidad pa-        les, a veces mecánicos de la escritura y de los
     ra el uso del sistema alfabético, que cumplen a        métodos y que, en todo caso, ha cedido ante las
     través del uso de secretarias, es decir, adoptan-      influencias de una psicología y una lingüística
     do las prácticas del mundo de los negocios. Las        sin compromisos con los problemas sociales y
     secretarias registran los textos dictados de           culturales.
     acuerdo con las reglas de la escritura. Así se es-
     tablece una negociación entre ambas partes, pe-        Modelo ideológico
     ro quien produce los contenidos tiene el poder
     de las decisiones.                                     El modelo ideológico, por el contrario, recono-
        Con estos argumentos, Kleiman se rebela             ce explícitamente que la práctica de la alfabeti-
10   contra lo que considera “el mito de la inferio-        zación no es neutral sino que, en todos los ca-
sos, es producto de una cultura, de las estructu-            Esa ley, “de educación común”, obligatoria,
ras de poder de una sociedad y de las institucio-        gratuita, no confesional, estuvo formulada con
nes en que se adquiere: la familia, la escuela, la       tanta sencillez que a veces dificulta explicar por
iglesia, las organizaciones populares.                   qué fue tan atacada y a la vez tan defendida du-
                                                         rante todo el siglo XX. Su gran mérito consistió
    Este modelo se halla implícito en la apre-           en que su implementación dio como resultado
ciación de los historiadores que reconocen que           una alfabetización que ya alcanzó altos porcen-
    “cualquiera que sea la definición, la extensión      tajes en la década del 30.
    de la alfabetización y del analfabetismo refleja         Pero no pudo evitar el fracaso de numero-
    condiciones sociales, económicas y educaciona-
                                                         sos alumnos que repetían y/o desertaban. Las
    les” (E. Radwin, 1993).
                                                         relaciones de poder, basadas a la vez en causas
    Oliveira y Valsiner (1988) consideran tam-           económicas y sociales están, sin duda, en la ba-
bién que                                                 se de la explicación que puede ofrecer el mode-
                                                         lo ideológico. Sin embargo, también jugó su
    “al cubrir todo el desarrollo humano y no sola-      parte la limitación que se tenía en el conoci-
    mente la infancia, el desarrollo de la alfabetiza-
                                                         miento de los alumnos y sus relaciones e inte-
    ción (y el correspondiente discurso sobre letra-
    do/analfabeto) es tomado como un fenómeno
                                                         rrelaciones con la familia, la comunidad, la cul-
    histórico, vinculado a la historia particular de     tura y la escuela. Las ciencias humanas –la psi-
    las sociedades y a las transformaciones dentro       cología, la sociología, la antropología– recién
    de las sociedades” (1998: 2).                        comenzaban a esbozarse a comienzos del siglo
                                                         XX, y los científicos no podían dar el asesora-
    Sugieren, como ejemplo, entre otros, la al-          miento adecuado. Por el contrario, a veces sus
fabetización universal iniciada por la Reforma           recomendaciones, impensadamente, dieron lu-
Protestante en Europa en el siglo XVI a través           gar a discriminación y exclusiones como fue el
de la lectura personal de la Biblia, que en el fon-      caso de la aplicación de tests para diferenciar en
do respondía a los objetivos sociopolíticos de la        sistemas paralelos a los que supuestamente no
internalización de los mecanismos sociales de            podían aprender.
control político de la moral individual.
                                                             Ahora es el momento en que se plantea co-
     Este enfoque permitiría comprender cómo             mo responsabilidad del poder político, la obli-
han actuado universalmente, por lo menos en              gación de prestarle atención a los avances que
Occidente, las relaciones de poder en la alfa-           el conocimiento puede ejercer sobre la política
betización del sistema formal, a través de una           educacional, para impulsar la equidad de la
curricula destinada a la educación básica de las         educación.
grandes mayorías limitada a la alfabetización                 También aplica Kleiman (1998) el modelo
“funcional y pragmática”, con poco espacio pa-           ideológico en el ensayo que aquí se comenta,
ra la alfabetización “cultural”.                         confrontando la alfabetización que se adquiere
     Con este modelo también podrían explicar-           en los movimientos populares con la que ofrece
se las diferencias a favor de América Latina en          el sistema formal.
las tasas de la alfabetización (a la vez con gran-           Como se ha dicho, esta autora sigue la tra-
des distinciones entre sus países). Tomando en           dición brasileña iniciada por Paulo Freire en su
particular el caso argentino, su primera ley de          “pedagogía de la liberación” o “pedagogía del
educación, la ley 1420, surgió en 1884 como re-          oprimido” y su práctica con las poblaciones
sultado de tormentosas discusiones que culmi-            marginales de ese país y de América Latina.
naron en el Congreso Pedagógico más célebre              Considera que Freire
de la historia del país y quizás de América Lati-            “ya hace 30 años le dio un nuevo significado a
na. En dicho Congreso finalmente triunfó el                  la práctica de la alfabetización, acentuando la
modelo educacional de la modernidad ilustrada                necesidad de desarrollar los programas de alfa-
que había orientado a los mejores líderes de la              betización de adultos”
revolución por la independencia, quienes, desde
sus prolegómenos, habían luchado contra la po-           con el objeto de desarrollar
lítica educacional de la Colonia, que no era otra            “la conciencia crítica de los sujetos para su libe-
que la de la Europa feudal.                                  ración de los límites del confinamiento impues-       11
to por la sociedad letrada a sus miembros no le-           En el caso de los analfabetos, se considera
         trados” (Kleiman, 1998: 183).                         lo individual y lo social en la “representación
          Pero, además, adopta expresamente los en-            social” conjunta o ideas comunes sobre el anal -
     foques de Bourdieu y Passeron sobre la teoría             fabetismo que se traducen en la estigmatiza -
     de la reproducción para demostrar de qué ma-              ción. Como se ha visto en las descripciones an-
     nera la ideología dominante se reproduce en la            teriores, los individuos emplean estrategias al-
     ideología de la alfabetización, el conflicto que          ternativas. Algunas veces las consecuencias son
     se puede generar en las clases oprimidas cuan-            psicológicamente positivas como es el caso de
     do esas ideologías dominantes son trasladadas a           los que se sienten o dicen sentirse tan informa-
     las actitudes y a la práctica de los maestros y, fi-      dos como los letrados, gracias a la radio o la TV
     nalmente, cómo ese conflicto construye paso a             y que consiguen trabajo mediante sus contactos
     paso el fracaso escolar.                                  personales sin recurrir a los avisos ni al uso de
                                                               formularios. En otros casos, por el contrario, las
                                                               interacciones de los analfabetos con la sociedad
                                                               letrada tienen consecuencias negativas ya que
     Modelo co-constructivista                                 se sienten culpables al aceptar la propia respon-
                                                               sabilidad por su falencia. Los “lectores pobres”
     En relación con las nuevas investigaciones so-            suelen expresar que fueron “perezosos”, que no
     bre el analfabetismo, Hagell y Tudge sugieren             tuvieron voluntad para concentrarse y que, por
     “un modelo basado en el enfoque histórico cul-            eso, es mucho lo que han perdido.
     tural vigotskiano”. Al respecto, dicen:                       Después del análisis de esos modelos, se
         “El analfabetismo, tanto como la alfabetiza-          puede considerar como síntesis que la alfabeti -
         ción, es una co-construcción formada en el cur-       zación, originalmente referida a la adquisición
         so de las transacciones entre la cultura y el indi-   de la lectura y la escritura, es un proceso cam -
         viduo, a menudo mediada por aquellos (padres,         biante en la evolución cultural e histórica que
         maestros, medios) que ayudan a hacer la cultu-        se co-construye socialmente en el continuo de
         ra más comprensible” (1998:179).
                                                               la evolución individual del ser humano.
         A diferencia de otros modelos que conside-
     ran el desarrollo individual con independencia
     del contexto sociocultural, el modelo de desa-            Desescolarización y
     rrollo de Vigotsky explica el desarrollo indivi-          alfabetización crítica
     dual en términos complejos de interacción de
     factores individuales, culturales, sociales e his-        Volviendo al estudio de Kleiman, ella considera
     tóricos. A partir de su ley de internalización,           que las prácticas dominantes en la escuela
     Hagell y Tudge ensayan algunas hipótesis sobre
     la manera en que se internalizan las representa-              “pueden ser consideradas como prácticas cuyos
     ciones sociales del analfabetismo. A propósito                efectos contribuyen a la separación de dos dife-
     de los sentimientos de frustración o de vergüen-              rentes grupos sociales: los que han sido alfabe-
     za, el que es estigmatizado como “analfabeto”                 tizados y los que no lo han logrado” (Kleiman,
                                                                   1998:188).
     se contempla a sí mismo en el espejo de la vi-
     sión que tienen los demás sobre su persona. Al                 Y que la alfabetización tradicionalmente
     internalizar el punto de vista del “otro” puede           asociada con la escuela ha ayudado a perpetuar
     comprender cuáles son los valores dominantes              la línea indeleble de la sociedad dividida en cla-
     y puede responder a sus expectativas.                     ses. Pone en duda la hipótesis general de los
         Sin embargo, ni los factores puramente in-            efectos cognitivos de la alfabetización, espe-
     dividuales ni los puramente culturales pueden             cialmente cuando esa alfabetización ha sido ad-
     ejercer un rol independiente en las definiciones          quirida en la escuela. Sugiere rebelarse contra el
     o en las experiencias de la alfabetización y del          “mito de la alfabetización” que estigmatiza a los
     analfabetismo. Desde esa perspectiva, un logro            analfabetos.
     individual, tal como el de aprender a leer, es si -           Entre sus conclusiones, al identificar los
     multáneamente individual, cultural, social e              puntos críticos causantes de la violencia simbó-
12   histórico.                                                lica en la escuela, destaca su descontextualiza-
ción con respecto a la identidad de los partici-            su institucionalización en los sistemas formales
pantes en sus relaciones sociales. Y, les reco-             a partir de las leyes de educación pública de fi-
mienda a aquellos que enseñan a leer y escribir             nes del siglo XIX. Para su enseñanza estaban
pero que                                                    bien demarcados los límites entre la educación
                                                            informal –”difusa”, “cósmica”, “natural” “es-
   “no están comprometidos con los movimientos
   populares”, “crear contextos donde la escritura          pontánea”– y la educación formal –organizada,
   sea la respuesta a una necesidad práctica y ma-          graduada, sistemática, sometida a fines–. Su
   terial: en otras palabras, donde el aprendizaje de       aprendizaje empezaba y se perfeccionaba en la
   la lectura y la escritura no sea una cosa en sí”         escuela.
   (1988: 213-215).
                                                                Cuando aparecen las postulaciones de Frei-
     La contextualización de la escuela sería,              re sobre una “alfabetización concientizadora”
así, el complemento de la alfabetización deses-             para la liberación de los marginados en sus pro-
colarizada, como único medio de abandonar sus               pias organizaciones populares, fuera de las es-
objetivos estrechos y pasar al examen crítico de            cuelas sometidas al poder político, “los trabajos
las implicaciones sociales y de las necesidades             educativos“ que propone son considerados co-
y propósitos de los alumnos como miembros de                mo representativos del creciente movimiento de
una sociedad letrada.                                       la “desescolarización”, entendida como crítica
                                                            radical de la educación escolarizada. Eran cues-
                                                            tionamientos corrientes –de distinto signo– en
Nuevo sentido de la desescolarización                       la década del 70. Además de Freire, la “con -
                                                            traescolarización” tuvo como principal intér-
La alfabetización parecía ser patrimonio exclu-             prete a Ivan Illich en América Latina, que susti-
sivo de la escuela, dado que fue el motivo de su            tuía la escuela por una “convivialidad” más o
más remoto origen y, más específicamente, de                menos incidental.




                              Nov e d a d e s d e l Fo n d o

                                                        Lecturas pre c a r i a s
                                                   Estudio sociológico sobre los
                                                            “pocos lectores”
                                                             Joëlle Bahloul

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              Li b r os es co lare s                                          Enseñar hoy
   Una introducción a su análisis y evaluación            Una introducción a la educación tiempos de crisis
              Graciela Carbone                                Inés Dussel y Silvia Finocchio (comps.)

           Fondo de Cultura Ec o n ó m i c a                                     info@fce.com.ar
           El Sa l vador 5665 • (1414) • Te: (11)4771-8977                       w w w. f c e . c o m . a r
                                                                                                                13
Su crítica a la escuela fue mal recibida por      es la contribución del hogar para desarrollar las
     quienes –siempre en estado de alerta contra los       primeras etapas de la alfabetización (1996:13).
     enemigos en acecho–, la defendían como una
                                                               Más cercanos a nuestro trabajo, los estudios
     institución destinada a la “educación popular”,
                                                           de alfabetización temprana realizados a partir
     según su proyecto original definido por Sar-
                                                           de la década del ‘50 en hogares letrados y los
     miento, en su libro Educación Popular
                                                           que se extendieron en medios muy diversos a
     (1849)2.
                                                           partir de los ‘90, demuestran la importancia y la
         No se trata de remover los enfrentamientos        variabilidad del proceso de alfabetización fuera
     de los partidarios de la escuela pública con los      de la escuela. Son investigaciones que han su-
     que propiciaban la “desescolarización” a favor        gerido cambios en los criterios sobre el cuándo
     de una alfabetización en movimientos popula-          y el cómo de la iniciación en la lectura y la es-
     res o la posición aún más extrema de la “con-         critura (Braslavsky, 2000).
     traescolarización”. Tampoco de renovar las po-
                                                               Por otra parte, investigaciones de la Organi-
     lémicas acerca de la escuela como dominio de
                                                           zación para la Cooperación y el Desarrollo de
     la violencia simbólica. Grande y extendida ha
                                                           Europa (OCDE) comprueban una alta correla-
     sido la discusión a través de la cual se desple-
                                                           ción entre el nivel de escolaridad de los padres
     garon nuevas posiciones, a veces muy contra-
                                                           y el fracaso escolar. Son datos que pudieron co-
     puestas, que enriquecieron la teoría de la educa-
                                                           rroborarse en el estudio que se realizó en escue-
     ción.
                                                           las de la periferia de la ciudad de Buenos Aires
          Corresponde reconocer la importancia de la       que tienen las tasas más elevadas de repetición
     alfabetización que también se adquiere fuera de       en primer grado (GCBA, 2000). Esta correla-
     la institución escolar como un hecho de la rea -      ción permite suponer que el crecimiento de la
     lidad sociocultural, sin que se debilite la defen-    alfabetización en la sociedad tiene como valor
     sa de la escuela y de la educación sistemática        agregado una alfabetización más fácil de las
     como una necesidad de la cultura organizada,          nuevas generaciones y, con ello, los legítimos
     que ha persistido a través de la historia con ras-    avances de la educación informal como alivio
     gos que le son propios aunque se adaptan a las        para la escuela que por ahora asume toda la res-
     variaciones culturales que ocurren en el espacio      ponsabilidad.
     y en el tiempo. Y sin eludir, a la vez, las respon-
                                                                Nuevas reflexiones sobre los límites entre
     sabilidades del Estado a través de la instrucción
                                                           la educación, en su sentido amplio, y sus “for-
     pública en la alfabetización de las grandes ma-
                                                           mas escolares”, reconocen sus diferencias pero,
     yorías. En este caso, el término de “desescola -
                                                           al mismo tiempo, la comunicación entre “la ex-
     rización” no significa lo mismo.
                                                           traterritorialidad de la acción educativa” y la
                                                           “especificidad del territorio escolar” (G. Frige-
                                                           rio, 2001).
     Extraterritorialidad y especificidad
     de la alfabetización                                      El modelo co-constructivista, que interpreta
                                                           el aprendizaje individual como un fenómeno
                                                           que es a la vez individual, cultural, social e his-
     Anticipando sus hipótesis sobre la alfabetiza-
                                                           tórico permite comprender también el papel que
     ción de adultos –y sobre la oralidad alfabetiza-
                                                           juega la escuela en ese aprendizaje. Papel que
     da–, Kleiman destaca el mérito de algunas in-
                                                           fue destacado por Vigotsky al establecer los
     vestigaciones que han demostrado la diferencia
                                                           vínculos entre la prehistoria del lenguaje escri-
     que existe entre los niños que en su primera
                                                           to en el desarrollo cultural que recorre el niño
     edad han sido socializados solamente mediante
                                                           desde que inicia sus primeros aprendizajes en la
     el lenguaje oral, cuando los padres tienen un
                                                           familia, y la historia que se inicia en la escuela
     bajo nivel de escolaridad y los que, por el con-
                                                           como lugar privilegiado para la adquisición de
     trario, tuvieron la oportunidad de interactuar
                                                           los procesos psicológicos superiores. Fue un
     con el lenguaje escrito gracias a la mediación
                                                           ideal de escuela que encontró grandes obstácu-
     de los padres, ya fueran universitarios, maes-
                                                           los externos e internos en la realidad.
     tros o intelectuales en general. Por su parte, co-
     mo ya se ha dicho, Greaney menciona varias in-            Siguiendo las orientaciones del socio-cons-
14   vestigaciones que demuestran cuán importante          tructivismo o co-constructivismo se ensayan
múltiples estrategias para entretejer las                       de los Derechos Humanos y la conven-
experiencias del aprendizaje cotidiano en                         ción de los Derechos del Niño y en
el medio social con el aprendizaje siste-                           gran medida por los esfuerzos del
mático y organizado de la escuela don-                                Sistema de Naciones Unidas– se
de el maestro, en sus transacciones                                    inicia un importante decreci-
con el niño, participa activamente                                       miento del analfabetismo.
para co-construir su alfabetización
                                                                                En 1970 se registran me-
(Moll, 1995). Pero toda la historia
                                                                            jores cifras de matriculación
de la alfabetización y su varia-
                                                                             escolar, pero en la “Decla-
bilidad –por influencias his-
                                                                             ración Mundial de la Edu-
tóricas, de la evolución de
                                                                             cación para Todos” que tie-
la misma lengua escrita y
                                                                             ne lugar en 1990, en Jom-
de los actos de leer y escri-
                                                                             tiem, Tailandia, se mani-
bir–, permite suponer que
                                                                             fiesta que todavía existen
su co-construcción deberá
                                                                             más de 100 millones de ni-
sortear nuevas dificultades
                                                                             ños y niñas que no tienen
en la era electrónica.
                                                                             acceso a la enseñanza pri-
                                                                             maria; que más de 960 mi-
                                                                             llones de adultos –dos ter-
Alfabetización crítica y                                                     cios de ellos mujeres–, son
poder                                                   analfabetos y que el analfabetismo funcional es
                                                        un problema importante en todos los países,
Kleinman, cuya pertenencia a la pedagogía crí-
                                                        tanto industrializados como en desarrollo.
tica se anticipa en el título del ensayo que aquí
se comenta, es fiel a su antecesor, reconocido               En el Foro Mundial de Educación que tuvo
como uno de los más conspicuos fundadores de            lugar en Dakar, se elaboraron los lineamientos
ese movimiento y, más específicamente, de la            de la Década de Alfabetización de las Naciones
alfabetización crítica (Green, 2001:9). Pero al-        Unidas que fue aprobada en diciembre de 2001
gunos de los exegetas actuales de la obra de            y se desarrollará entre los años 2003 y 2012. Se
Freire comentan las relaciones entre la alfabeti-       basa en una “visión renovada de la alfabetiza -
zación y el poder que él formuló, diciendo que          ción” que comprende a Todos, gobiernos, co-
la alfabetización no ofrece ninguna garantía de         munidades, agencias internacionales; es para
poder:                                                  Todos y trasciende las edades; incluye a Todos,
    “Es una condición necesaria pero no suficiente.
                                                        niños, adultos; implica asegurar niveles efecti-
    Tenerla, no garantiza nada pero no tenerla signi-   vos y sustentables y oportunidades en la fami-
    fica estar sistemáticamente excluido del poder      lia, la comunidad, el lugar de trabajo, los me-
    económico y cultural”.                              dios de comunicación. La “Alfabetización para
                                                        Todos” implica políticas activas y esfuerzos co-
Se trata, entonces, de tenerla.                         lectivos para que las personas y grupos alfabe-
                                                        tizados hagan uso efectivo de ese conocimiento
                                                        (Naciones Unidas, 2000).
La Década de Alfabetización                                 Como se dice en el “Editorial” de Lectura
                                                        y Vida del año 24, 1, este lanzamiento, realiza-
Con una visión renovada                                 do por iniciativa de las Naciones Unidas –que
                                                        ha hecho tantos esfuerzos para impedir una gue-
Si bien es cierto que la “alfabetizacion” adqui-        rra de consecuencias imprevisibles para toda la
rió su identidad a fines del siglo XIX junto con        humanidad– “a pesar del clima altamente béli-
las primeras leyes de educación pública, en el          co en que nos hallamos”, “permite sustentar la
año 1950 se estimaba que la mitad o más de la           esperanza de que otro mundo es posible” (Ro-
mitad de la población mundial era analfabeta.           dríguez, 2003: 4). Ante los horrores de la guerra
Cuando, según los historiadores, se inicia la           ya desatada, es una perspectiva iluminada por el
“edad de oro” después de la segunda guerra              clamor universal que se eleva a favor de la paz
mundial –a partir de la Declaración Universal           y la legalidad en la convivencia internacional. 15
Notas                                                     Fourez, Gérard (1997) Alfabetización científica y
                                                                 tecnológica. Acerca de las finalidades de la
     1. Proyecto UBACyT F1-024/1991-1994, “Estudio               enseñanza de las ciencias. Buenos Aires,
        de la comprensión y producción lingüística de es-        Colihue.
        tudiantes que ingresan a la Universidad (Letras)”
        y Proyecto UBACyT F1-078/1997, “La comuni-             Frabboni, F. (1985) “Jardín de Infantes y
        cación académica en la Universidad”, bajo la di-          pedagogía. Este matrimonio no se ha hecho.”
        rección de la Dra. Ofelia Kovacci, y con la inter-        En Revista Infanzia, 8, Firenze, citado en el
        vención de las siguientes investigadoras: Isabel          “Marco General” del Pre- Diseño Curricular
        de Santa Catalina, Hilda Albano, Mabel Giam-              para la Educación Inicial, 1999, 23.
        matteo, Laura Ferrai y Dorotea Liberman.
                                                               Frigerio, Graciela (2001) “Los bordes de lo escolar.”
     2. Recuérdese lo que Sarmiento decía sobre la insti-         En S. Duschatzky y A. Birgin ¿Dónde está la
        tución de la instrucción pública en el año 1849:          escuela? Buenos Aires, Flacso-Manantial,
        “El lento progreso de las sociedades humanas ha           109-126.
        creado en estos últimos tiempos una instrucción
                                                               Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (1999) Pre
        desconocida en los siglos pasados: la instrucción
                                                                 Diseño Curricular para la Educación Inicial.
        pública. Tiene por objeto preparar las nuevas ge-
                                                                 Marco general. Secretaría de Educación,
        neraciones en masa para el uso de la inteligencia
                                                                 Dirección de Planeamiento, Dirección de
        individual, por el conocimiento, aunque rudimen-
                                                                 Curricula, Buenos Aires, Argentina.
        tario de las ciencias y hechos necesarios para for-
        mar la razón, es una institución puramente mo-         Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (2000)
        derna, nacida de las disensiones del cristianismo        Proyecto MAESTRO + MAESTRO. Programa
        y convertida en derecho por el espíritu democrá-         de la Zona de Acción Prioritaria (ZAP) de la
        tico de la asociación actual. Hasta ahora había          Secretaría de Educación de la Ciudad de Buenos
        educación para las clases gobernantes, para el sa-       Aires. Módulo de lectura y escritura. Informes
        cerdocio, para la aristocracia; pero el pueblo, la       de los años 1999 y 2000.
        plebe, no formaba, propiamente hablando, parte
        activa de las naciones... Cada proceso de las ins-     Gray, W. S. (1957) La enseñanza de la lectura y
        tituciones ha tenido ese objeto primordial y con-        la escritura, un estudio internacional.
        tribuido poderosamente a preparar a las naciones         “Monografías sobre Educación”, UNESCO.
        en masa para el uso de los derechos que hoy no         Greaney, V. (ed.) (1996) Promoting Reading in
        pertenecen ya a tal o cual clase de la sociedad, si-     Developing Countries. Newark, DE,
        no simplemente a la condición de hombre”.                International Reading Association.
                                                               Green P. (2001) “Critical Literacy Revisited.”
                                                                 En H. Fehring y P. Green, Critical Literacy.
     Referencias bibliográficas
                                                                 Norword- Australia, Australian Literacy
     Braslavsky, B. (2000) “Las nuevas perspectivas de           Educators Association y Newark, DE,
       la alfabetización temprana.” En Lectura y Vida,           International Reading Association, 7-14.
       Año 21, 4, 32-43.                                       Hagell, A. y J. Tudge (1998) “Illiterate Adults in
     Cavallo, G. y R. Chartier (1998) Historia de la             Literate Societies: Interactions with a Social
       Lectura en el Mundo Occidental. Madrid,                   World.” En M.K. Oliveira y J. Valsiner,
       Taurus.                                                   Literacy in Human Development. Londres,
                                                                 Ablex, 163-182.
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       Definitions.” En R. Venezky; D. Wagner y B.             Harris, Th. y R. Hodges (eds.) (1995) The
       Ciliberti, Toward Defining Literacy. Newark,              Literacy Dictionary: The Vocabulary of
       DE, International Reading Association, 54-62.             Reading and Writing. Newark, DE,
                                                                 International Reading Association.
     Clarín (1997) Diccionario Enciclopédico
       Ilustrado Clarín. Buenos Aires.                         International Reading Association y National
                                                                  Association for the Education of Young
     Naciones Unidas (1990) Declaración Mundial                   Children (1998) “Learning to Read and Write.
       sobre “Educación para Todos”. Jomtiem,                     Developmentally Appropriate Practices for
       Tailandia.                                                 Young Children.” En The Reading Teacher,
                                                                  Vol 52, 2, 193-216.
     Naciones Unidas (2000) Década de la
       Alfabetización. Documento base para la con-             Kleiman, A. B. (1998) “Schooling, Literacy and
16     sulta. “Alfabetización para Todos.” (Mimeo)               Social Change: Elements for a Critical Approach
to the Study of Literacy.” En M.K. Oliveira y J.   Ong, Walter (1993) Oralidad y escritura.
  Valsiner, Literacy in Human Development.             Tecnologías de la palabra. México, Fondo de
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  Networked Technologies for Information and
  Communication.” En Reading Research                Ryan, John (1995) “Functional Literacy.” En Th.
  Quarterly, Vol. 35, 1, International Reading         Harris y R. Hodges (eds.) (1995) The Literacy
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                                                       Writing. Newark, DE, International Reading
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  por V. Greaney (ed.) (1996) Promoting                Aires, Lautaro, 1ª ed.
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  DE, International Reading Association.                Practice. Cambridge, U.K. Cambridge
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  in the New Millenium?” En Reading Research            Tudge (1998) “Illiterate Adults in Literate
  Quarterly, Vol. 35, 1, International Reading          Societies: Interactions with a Social World.”
  Association, 65-67.                                   En M.K. Oliveira y J. Valsiner, Literacy in
                                                        Human Development. Londres, Ablex.
Rodríguez, María Elena (2003) “Editorial.”
  En Lectura y Vida, Año 23, 1, 4-5.                 Venezky, R. (1990) “Definitions of Literacy .” En
                                                       R. Venezky; D. Wagner y B. Ciliberti (1990)
Moll, L. C. (comp.) (1995) Vygotski y la               Toward Defining Literacy. Newark, DE,
 educación. Connotaciones y aplicaciones de            International Reading Association, 2-16.
  la psicología sociohistórica en la educación.
 Buenos Aires, Aique.
                                                     Este artículo fue presentado a la Redacción de
Oliveira M. K. y J. Valsiner (ed.) (1998) Literacy   LECTURA Y VIDA en octubre de 2002 y aceptado para
   in Human Development. Londres, Ablex.             su publicación en noviembre del mismo año.



                              CD-ROM con las ponencias del

           2o Simposio Internacional de “Lectura y Vida”
            “La escuela y la formación de lectores y escritores”


          Publicación reciente
    P EDIDOS     A:
    Asociación Internacional de Lectura
    Lavalle 2116, 8 o B
    C1051ABH Buenos Aires, Argentina
    Telefax: 4953-3211
    Fax: (54-11) 4951-7508
    E-mail: lecturayvida@ira.or g.ar

                                                                                                          17

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Alfabetizacion braslavsky

  • 1. REVISTA LATINOAMERICANA DE LECTURA ISSN 0325/8637 CODEN LVIDDG AÑO 24 junio 2003 2
  • 2. BERTA BRASLAVSKY ¿Qué se entiende por alfabetización? Se podría aceptar que la escritura culminó su propia expansión –aunque siempre inacabada–, en la cultura de la modernidad asociada a la re- volución industrial, y que las nuevas tecnolo- gías de la comunicación han conquistado su hegemonía en la cultura globalizada de la “era electrónica”, en la posmodernidad. No es extraño que se ponga en tela de jui- cio la hegemonía que ha tenido la alfabetiza- ción por medio de la escritura impresa en la es- cuela, que en épocas remotas nació para poner- se al servicio de la cultura escrita. Las tecnolo- gías y, en particular, la informática no sólo han participado en los cambios geopolíticos y eco- nómicos, sino que también han producido y producen cambios culturales tan profundos que ponen en duda el futuro de la escuela misma y del maestro. A este respecto, Leu y Kinzer (2000:111) Profesora Honoraria de las universidades consideran que nacionales de Buenos Aires y La Plata. Asesora “en el futuro, las fuerzas culturales van a se- Pedagógica en el Programa de Acción Prioritaria guir definiendo las formas y funciones de la al- de la Secretaria de Educación del Gobierno de la fabetización tanto como la naturaleza esencial Ciudad de Buenos Aires. de su enseñanza”.
  • 3. Y si bien resulta imposible predecir lo que tización científica”, “ecológica’’, “informática, sucederá dentro de 200 o de 600 años, sí se pue- “tele-alfabetización”. Se generan confusiones de prever que en el tiempo más inmediato pre- que pueden deberse a la inmadurez de los con- valecerá la convergencia entre la enseñanza de ceptos o, simplemente, a malentendidos en la la lectura y la escritura y las técnicas de la in- equivalencia entre las lenguas, especialmente a formación y la comunicación. Mientras tanto, la partir de su uso como traducción del término in- escuela sigue todavía sin resolver los problemas glés “literacy”. que siempre ha tenido con la alfabetización, y Su definición no es una cuestión meramen- surgen nuevas investigaciones y reflexiones so- te académica sino que tiene otros alcances bre esta última, cada vez más complicada ante cuando se reconoce que la política afecta a la los cambios acelerados de la informática. definición de la alfabetización y que, a su vez, Por de pronto, se generaliza una nueva no- la definición afecta a la política. Algunos auto- ción del tiempo que ocupará la alfabetización res creen que en la vida humana. Antes se entendía que ese “la definición de alfabetización determina el ni- proceso debía iniciarse deliberadamente en de- vel de involucramiento y, en consecuencia, el terminado momento del desarrollo individual y nivel de financiamiento de la educación básica” los sistemas formales regularon normas para su (Venezky, 1990: 2). comienzo a los 6 ó 7 años con una duración va- riable de 3, 4 ó 6 años de escolarización persi- Si bien es cierto que ni la política ni la cu - guiendo un modelo de alfabetización basado en rricula del sistema formal se hallan general- la escritura manuscrita e impresa al que se que- mente orientadas por un concepto previo y for- ría llegar. mal de la alfabetización, este concepto está im- plícito tanto en la enseñanza como en la evalua- No en vano la Década de la Alfabetización ción y en la promoción de los alumnos. Si se lo- (2003-2012), que se lanza por iniciativa de las grara explicitarlo y reformularlo, tal vez se am- Naciones Unidas, se presenta con “una visión pliarían las políticas más generales de la alfabe- renovada”. Ahora la alfabetización se entiende tización para facilitar la elaboración y reelabo- como un largo proceso que comprende todo el ración de las orientaciones y adaptaciones curri- desarrollo humano, que cambia en las culturas y culares en todos los niveles, con sus consecuen- en la historia; que, efectivamente, mucho tiene cias para la alfabetización real. que ver con la escuela, sobre todo si dicha alfa- betización se contextualiza en el entorno esco- lar; pero que también depende de la sociedad y Definiciones de la política. Surgen nuevos modelos que ex- plican su naturaleza y ayudan a comprender las Por motivos similares a los que ahora nos discusiones sobre su desescolarización, hecho preocupan, en el año 1987 tuvo lugar en la que ha preocupado a los educadores desde hace Universidad de Pennsylvania un simposio algunas décadas y que tanto tiene que ver con la donde Richard Venezky decía que el vocablo validez de la educación formal en la sociedad “literacy” (equivalente a “alfabetización’’ en organizada. castellano) es “una de esas clases de términos autopositivos, como ‘libertad’, ‘justicia’, ‘felicidad’, que asu- ¿Qué se entiende mimos por su contenido y cualidades necesarias por alfabetización? y sus deseables atributos en nuestra cultura. Pe - ro que bajo una indagación más profunda se ha- La palabra “alfabetización”, que parece haberse ce vastamente más compleja y a menudo elusi- va sin producir una caracterización simple o una formulado por primera vez a fines del siglo definición” ( Venezky, 1990: 2). XIX, se ha generalizado en los tiempos recien- tes: se la utiliza en una acepción original gene- Por su parte, en el Diccionario de Alfabeti- ralmente ambigua y sin consenso, pero también zación de la Asociación Internacional de Lectu- se la emplea con un sentido metafórico en muy ra (Harris y Hodges, 1995:140) donde se enu- diversas expresiones tales como “alfabetización meran treinta y ocho “tipos de alfabetización”, tecnológica”, “alfabetización musical” “alfabe- se dice que 3
  • 4. “un consenso sobre una definición única de al- embargo, a partir de la definición más general fabetización es casi imposible”. que se ha presentado en último término, convie- Prefiriendo el uso plural de “alfabetizacio- ne despejar la noción de “metáfora de la alfa - nes”, enumera varias definiciones que se refie- betización’’ para desglosarla de las que se re- ren a habilidades de leer, niveles de lectura y fieren, en sentido directo, a la lectura y la escri- escritura, niveles de comprensión, dimensiones tura. funcionales sociales y culturales, la extensión del término para nuevas competencias y más aún, como estrategia de liberación en la “capa- Metáforas de la alfabetización cidad de leer el mundo’’, como lo propone Pau- lo Freire. La explicación del sentido figurado de la alfa- betización que se expresa en las metáforas pue- Advertida la ambigüedad del término “lite - de encontrarse a partir del epígrafe del primer racy”, tanto o más ambigua resulta su traduc- capítulo del importante ensayo sobre alfabeti- ción a nuestro idioma por el vocablo “alfabeti- zación científica y tecnológica de Gérard Fou- zación”, que se encuentra en los diccionarios de rez (1997), que dice: lengua castellana, incluido el de la Real Acade- “Desde hace algunos años, sobre todo en los mia, como “acción y efecto de alfabetizar”, y países anglosajones y en los países del norte de “alfabetizar”, como “poner por orden las le - Europa, la expresión alfabetización científica y tras” o “enseñar a leer”, y “analfabeto” ( del tecnológica (Scientific and Technological Lite - griego “an”: sin y “alphabetos”) como el que racy) está de moda. Se trata de una metáfora “no sabe leer”. También se encuentra la díada que alude a la importancia que ha tenido la “letrado/ iletrado”, equivalente al “literate/ illi - alfabetización a fines del siglo pasado; la ex- terate”, más cercano al vocablo “literacy” que presión designa un tipo de saberes, de capacida- se vincula al adjetivo “ilustrado”, derivado del des o de competencias que, en nuestro mundo latín “litteratus” que significa sabio, docto, técnico-científico, corresponderá a lo que fue la instruido. alfabetización en el siglo pasado’’ (Fourez, 1997: 15, el subrayado es nuestro). En el diccionario publicado por el diario Clarín (1997) y asesorado por la Academia Ar- Con el propósito de cambiar esa perspecti- gentina de Letras se encuentra el sustantivo “al- va, explica las razones del movimiento que se fabetización” con dos acepciones: 1) “enseñan- titula “Ciencia, Tecnología y Sociedad’’ (CTS) za de las primeras letras”, 2) “acción para com- con la tentativa de renovar la enseñanza de las batir el analfabetismo”. ciencias y relacionarlas con su contexto huma - no a través de la combinación de tres ejes: eco- Son definiciones que podrían responder a la nómico-político, social y humanista, siguiendo idea surgida empíricamente de la experiencia la dirección de los movimientos emancipadores del siglo XX, que se expresaría desde el punto del siglo XVIII. de vista de una práctica elemental de la lectu - ra y la escritura adquirida por las grandes ma - Son señaladas sus diferencias con el con- yorías. Es la experiencia de la promoción de las cepto original que tiene solamente sentido para “campañas de alfabetización” realizadas en al- la lengua escrita. Por su parte, Oliveira y Valsi- gunos países en ocasión de revoluciones o ner (1998) reconocen lo que todas tienen en co- grandes cambios sociales (URSS o Cuba) e mún observando que, si bien se habla de “alfa- igualmente por agencias internacionales como betización en computación’’, “alfabetización la UNESCO o la OEA. Y, también, del empeño- matemática’’, “alfabetización científica’’, no se so esfuerzo de quienes, en las jóvenes naciones habla de alfabetización en cocina, en manejo de de Latinoamérica, enseñaron la lectura y la es- vehículos o en jardinería. En esas actividades critura a las generaciones que, desde los finales cotidianas, la diferencia interindividual está re- del siglo XIX, se incorporaron al sistema for- conocida por el lenguaje a través de expresio- mal naciente. nes como “es una buena cocinera’’ o “un mejor conductor que otro’’. Pero el reconocimiento de La precedente revisión confirma la opinión esas cualidades y diferencias no conduce a una de los autores que consideran imposible emitir construcción esencialmente alfabetizada. De 4 una definición única de la alfabetización. Sin ese modo, consideran que la
  • 5. “alfabetización es un concepto selectivamente La dicotomía alfabetización/ aplicado a los dominios de nuestra actividad so- analfabetismo cio mental” (op.cit:1). Al mismo tiempo integran esta concepción Para definir mejor la alfabetización conviene individual a la dimensión más amplia de la mis- analizar el término igualmente relativo de su ma como opuesto, el analfabetismo. “un fenómeno histórico, vinculado a la historia Los términos asimétricos de “letrado/iletra- particular de las sociedades y a la transforma- do’’ (o alfabetizado/analfabeto), que datan de la ción dentro de esas sociedades” (op.cit.:2). segunda mitad del siglo XVI, se anticipan en varios siglos al término “literacy’’ (alfabetiza- No se puede concluir el tratamiento de las ción) aparecido en el léxico inglés casi al final metáforas sin considerar el uso que suele hacer- del siglo XIX. se de ellas en la curricula escolar, especialmen- te en el nivel inicial, donde a veces se encubren En la Edad Media, ser letrado significaba sa- inseguridades bajo la presión de antiguas con- ber leer, mínimamente, latín. No comprendía la cepciones sobre la maduración biológica, orien- escritura, que entonces era una técnica compleja tadas por el paradigma biológico del positivis- y ardua reservada a los “copistas’’. Téngase en mo. cuenta que esa técnica, que incluía el procesa- miento del pergamino y las plumas, requería ins- Así, se manifiestan a favor de una defini- trumentos especiales y esfuerzos corporales. ción de la alfabetización como a la que alude Joyce Manny (2000:65): “construcción del co- A partir de los cambios tecnológicos que nocimiento del mundo”, o bien como produjo el uso del papel y de los renovados ins- trumentos de escritura y sus consiguientes cam- “el proceso cognitivo-creativo de comprensión y reelaboración del universo perceptivo simbó- bios, pero sobre todo gracias a la introducción lico-lógico-imaginativo, producto de la cultura de la lengua vernácula por la Reforma, se con- de una determinada etapa histórica’’; sideraba letrada a una persona que podía leer –o mejor dicho descifrar– la lengua nativa. tal como aparece en el Marco General del Pre Diseño Curricular del Nivel Inicial de la Se reconoce que el término moderno “alfa- Ciudad de Buenos Aires (1999:23 ) porque, se betizado” o “letrado” (“literate” en inglés) con- dice, nota un nivel bajo del conocimiento y uso de la lectura y la escritura. Cuando se hace referencia “es necesario hacer un uso no convencional y a los que ponen en juego las habilidades supe- metafórico (del término alfabetización) de ma- riores que intervienen en la lectura –por ejem- nera de iluminar más claramente un campo que plo, para leer a los grandes autores de la litera- ha estado en penumbras durante demasiado tiempo” (Frabboni, 1985). tura–, se agrega modificadores como “alfabeti- zados avanzados” o “altamente alfabetizados’’. En deliberada oposición a estas definicio- Algunos diferenciaron la “alfabetización prag - nes, la declaración conjunta de dos asociaciones mática” de la “alfabetización cultural” (Ve- científicas de gran trascendencia (IRA y NAE- nezky, 1990: 3). YC, 1998:11) propone Nuevas investigaciones históricas, con en- “centrarse en la lectura y foques originales, sobre las “revoluciones de la la escritura más bien que lectura” (Cavallo y Chartier, 1998:52) conside- en una posible defini- ran la importancia de ción más amplia de alfabetización”. “la identificación de las grandes dife- rencias que, a largo plazo, se fue- Despejado el con- ron ahondando entre los lecto- cepto metafórico, para- res y las lectoras”. sitario, de la alfabetización, se puede volver al original, no Estas investigacio- menos complejo. nes han reconocido las diferencias entre modelos como el cortesano, el mo- 5
  • 6. nástico, el escolástico, el moderno y, aunque Para ser “alfabetizado funcional” debía ser más preocupados por los usos y sus formas, no capaz de deja de tener presencia la asimetría entre las dos tendencias de la alfabetización: una selectiva y “intervenir en todas las actividades en las cuales otra popular. la alfabetización es requerida para el efectivo funcionamiento de su grupo en la comunidad y La diferencia se hace más explícita en los también para capacitarlo en la continuidad del niveles de alfabetización del siglo XX cuando uso de la lectura, la escritura y el cálculo para sí se define la alfabetización funcional. mismo y para el desarrollo de la comunidad”. Era una definición esencialmente relativa, La alfabetización y sus niveles ya que depende del contexto social al incluir dos condiciones: 1) la habilidad de la lectura Durante la primera guerra mundial, cuando se y la escritura, y que 2) ese dominio permita comprueba que los reclutas podían leer y escribir cumplir con las exigencias de la comunidad. pero en un nivel que no les permitía cumplir sus funciones como soldados efectivos, se origina en No se trata de la importancia que tiene la al- Estados Unidos el concepto de alfabetización fabetización en cuanto a la relación personal, funcional. subjetiva, del alfabetizado con el texto, sino en cuanto le sirve a la persona para ser eficaz en el Más tarde, con motivo del programa de la trabajo, consciente en el voto, responsable en UNESCO para eliminar el analfabetismo en el todos sus comportamientos y en las transaccio- mundo, con la colaboración de la OEA para nes con su medio. Es decir, en todas las activi- América Latina, William Gray (1957) publicó dades que se relacionan con la vida pública en una primera clasificación de los niveles de alfa- la adultez. Por eso corresponde hacer algunas betización en su clásico libro “La enseñanza reflexiones con respecto a la edad en que un in - de la lectura y de la escritura”. dividuo puede considerarse “alfabetizado” y con respecto a la extensión que, para serlo, re - Normas mínimas y quiere la educación. “alfabetización funcional” Antes de determinada edad, una persona no En función de las campañas de alfabetización, está en condiciones de demostrar su capacidad con recursos limitados, en regiones con grandes de usar funcionalmente la lectura y la escritura. carencias económicas y atraso social, con ma- A este respecto, se destaca que las agencias que yor frecuencia en zonas rurales, Gray diferen- se ocupan de los censos han ido variando los lí- ciaba entre: 1) las normas mínimas de alfabe- mites de edad para evaluar la alfabetización. tización y 2) la alfabetización funcional. Así, en los Estados Unidos, desde 1870 hasta 1930 se registraban a partir de 10 años; en 1959 Las normas mínimas comprendían técni- y 1969, a los de 14 años y más. La UNESCO en cas rudimentarias para leer un pasaje fácil y fir- 1957 fijaba como límite los 15 años o más (Ve- mar con su propio nombre para resolver algunas nezky, 1990: 5). necesidades de la vida cotidiana, ejercer los de- rechos cívicos y adquirir algún prestigio en las En cuanto a la extensión de la educación comunidades con mayoría de iletrados. La alfa- formal obligatoria –de “educación común” o, betización funcional se proponía que el alum- más recientemente de ”Educación General Bá- no fuera capaz de leer y escribir un párrafo en sica”–, históricamente, de hecho, ha variado de su lengua vernácula y escribir una carta con to- acuerdo con las necesidades de la vida pública dos los requisitos formales. Para lograrla, se ne- o, más concretamente, con las necesidades de cesitarían tres años de educación formal. que el alumno estuviera preparado para el traba- Ese concepto evolucionó, y en el año 1978 jo. Así, por ejemplo, mientras que con tres años la UNESCO definió al “alfabetizado’’ como de escolaridad una persona podía haber estado alfabetizada para su desempeño en el área rural, “alguien que puede comprender o escribir un no pudo haberlo estado después de la tecnifica- texto corto y breve de su vida diaria” (Ryan, ción de la agricultura. 6 1995).
  • 7. Nuevos niveles des mayorías, que en un principio participó de y “alfabetización avanzada” los proyectos emancipadores de la modernidad y de las utopías igualitarias, en realidad, y espe- En las cuatro décadas transcurridas desde esa cialmente a partir de la segunda mitad del siglo categorización se han producido cambios dra- XX, se adaptó formalmente a las características máticos en cuanto a las expectativas en la alfa- heterogéneas de la sociedad que la construyó. betización y han variado los criterios para defi- En los sistemas formales, los grados termi- nir los niveles, debido a la gran complejidad nales de la educación básica se correspondieron ocupacional en la sociedad post-industrial; los con los niveles de la alfabetización funcional de materiales ocupacionales (manuales, instructi- acuerdo con las exigencias del trabajo. Su evo- vos, memos, etc.), que están escritos en un nivel lución, impulsada por las nuevas tecnologías, más alto que el requerido por la alfabetización implicaba la necesidad de tener nuevas habili- funcional; la acumulación de información y la dades para leer los materiales más complejos dificultad para su procesamiento; la renovación que se generaban. En efecto, la alfabetización de información que requiere ese procesamiento; “avanzada’’, tal como la define Chall, no deja los cambios en los textos y su lecturabilidad ca- de ser un grado más alto de la alfabetización da vez más difícil. funcional. Mientras aumentan las dificultades, se com- prueban grandes falencias en la comprensión de los textos escritos, aún entre los jóvenes que Analfabetismo versus han cursado el nivel medio. En los Estados Uni- alfabetización dos, por ejemplo, hace poco tiempo se ha com- probado que el 70% no puede comprender un En los países desarrollados se considera virtual- editorial del New York Times. En nuestro país, mente eliminado el analfabetismo, en los cua- dos investigaciones dirigidas por la Dra. Ko- les, según los datos de 1990 (Greaney, 1996), la vacci demostraron que los alumnos que ingre- tasa del analfabetismo era del 3.3 % con una san a la carrera de Letras en la UBA muestran proyección del 1.4% para el año 2000. Pero en grandes falencias en la producción de textos es- el mundo era del 26.5% (con una proyección critos y en la comprensión de la lectura1. del 21.8% para el 2000). Además, estaba distri- buido del siguiente modo: 52.7% en el Sub-Sa- Ante estos hechos se propician cambios en hara; 52.7% en África; 48.7% en los Estados los alcances de la alfabetización y sus equiva- Árabes; 53.9% en Sudáfrica; 23.8% en el Este lencias escolares. La pregunta principal es ¿cuál asiático; 15.3% en Latinoamérica y el Caribe. es la alfabetización requerida para vivir en una sociedad post-industrial compleja?, desde su la- boratorio en la Universidad de Harvard, J. S. Chall (1990) sugiere los siguientes niveles: El analfabetismo en los países “en desarrollo” 1) por debajo del nivel funcional, que com- prende desde el completamente iletrado Las cifras ponen de manifiesto la heterogenei- hasta el que sólo lee etiquetas y signos; dad que existe en el mundo globalizado con res- 2) nivel funcional, que permite leer textos pecto al alcance de la alfabetización, teniendo simples, tales como artículos fáciles de re- en cuenta que ésta se toma como uno de los in- vistas y el “periódico local”; dicadores del desarrollo de los países, junto con el de la mortalidad infantil, la expectativa de vi- 3) lectura avanzada, que permite leer textos da, el nivel de ingreso de la familia. escritos de manera abstracta, con capacidad de resolver problemas procesando una in- En 1990, siguiendo a Greaney (1996), se formación compleja. Debería corresponder- puede afirmar que la gran mayoría del total de se con diez años de escolarización. los analfabetos por encima de los 15 años de edad se encontraba en tres regiones: Sudasiáti- Se puede advertir que la alfabetización, re- ca, Este asiática y Sub Sahara africana. Varios conocida y virtualmente definida como práctica de los países comprendidos alcanzaban entre el elemental de la lectura y la escritura de las gran- 73% del analfabetismo (Gambia) y el 82% 7
  • 8. (Burkina Faso). Sin embargo, las estadísticas en el desarrollo de la alfabetización” (Lundberg demuestran que, cuando se compara el analfa- y Linnakyla, 1993). betismo por grupos de edad, las tasas son mu- La alfabetización femenina es especial- cho mayores para los que superan los 44 años. mente relevante en este aspecto. Numerosos es- La diferencia con el grupo de 15-19 años es tudios consideran que la alfabetización de la muy notable en todos los casos, especialmente madre es, para estos efectos, más importante en el Este asiático, donde es más de ocho veces que la del padre (Greaney, 1996). menor (grupo de 44 + años representa el 51.8% y el de 15 -19, el 6.3%). La diferencia entre esas franjas de edad de- El analfabetismo en las sociedades muestra el éxito en la educación a pesar de la letradas subsistencia del analfabetismo cuyos problemas son polifacéticos y comprenden dimensiones Otros son los problemas que surgen cuando se culturales, económicas y políticas íntimamente trata del analfabetismo en las sociedades letra- relacionadas con las condiciones de vida y el ni- das, ya sea en los países desarrollados o en los vel de escolaridad de la mayoría de la pobla- medios urbanos extensamente alfabetizados de ción. los países periféricos. En primer lugar, se trata de resolver el problema de los límites entre el Antes de alfabetizarse, los niños y niñas de- alfabetizado –o letrado– y el analfabeto. ben pasar por la prueba del hambre y la desnu- trición de los críticos primeros años y sobrevi- Aunque comúnmente se reserva el término vir a las enfermedades que resultan de condicio- de analfabetismo para la situación más extrema nes sanitarias deplorables, que determinan mi- del analfabetismo absoluto, usado en las esta- llones de muertes antes de los cinco años de dísticas, se considera que el concepto ya trata- edad. Se agrega a las dificultades, la escasez de do de funcionalidad que introdujo la UNESCO escuelas para la educación básica, de personal tuvo la intención de resolver las dificultades docente capacitado, de bibliotecas y materiales que genera la posibilidad de establecer un cor- escritos en general. te entre los términos de la dicotomía alfabetiza- do/analfabeto. En las sociedades letradas, rara- Un dato muy importante, dada sus conse- mente se aplica el concepto de analfabetismo y cuencias, es el de las diferencias de género en el alfabetización en sus respectivos extremos, ya analfabetismo, tanto en los países centrales co- que dependen del quantum que se define según mo en los periféricos. En los totales, en los paí- los niveles en cada país y cada época. Es fre- ses desarrollados se enmascara esa diferencia, cuente el uso de “lectores pobres” en oposición ya que la tasa promedio de los analfabetos de a “buenos lectores”. género masculino y femenino es, respectiva- mente, del 19.4% y del 33.6%. Por su parte, en Pero el concepto de funcionalidad cambia los países emergentes la diferencia promedio es según la evolución de la cultura del trabajo. Se- del 25.1% para los hombres y 45% para las mu- gún el concepto de alfabetización funcional del jeres, pero se distribuye de manera diferente se- año 1978, los requerimientos para “intervenir gún las regiones. Con excepción de Latinoamé- en todas las actividades en que la alfabetización rica y el Caribe, la tasa femenina de analfabetis- es requerida’’, en la sociedad industrial y post- mo es más del 50% mayor que la masculina. industrial, pueden ser inaccesibles para mu- Entre los países donde el analfabetismo femeni- chos, aunque hubieran logrado la capacidad de no es el 80% más alto se cuentan: Afganistán, interpretar el simbolismo de la lengua escrita y Benin, Burkina Faso, Chad, Gambia, Nepal, Ní- producir escritura con significación. ger, Sierra Leona, Sudan (Greaney,1996: 9-10). En la sociedad post-industrial muchos de Se destaca especialmente el estudio sobre la los que estaban alfabetizados se transforman en alfabetización en países periféricos realizado en analfabetos funcionales. Si consideramos más 1992 por la Asociación para la Evaluación so- profundamente esta cuestión, dice Ryan bre los Logros Educacionales, en el cual se (1995), “nos damos cuenta de que todos somos identificó analfabetos de una u otra manera’’, podemos leer la página de un libro pero no podemos 8 “al entorno familiar como el factor más crítico comprender una página con estadísticas; pode-
  • 9. mos leer un mapa pero no comprender el dia- origen orgánico (según las estadísticas en la re- grama de un circuito de electricidad. lación de 1:10, en comparación con la ceguera de 1:2500). “La dicotomía alfabetizado versus analfabeto no es suficiente para manejarnos con los niveles Estos autores analizan objetivamente, en la de habilidades que van desde cero hasta Shakes- sociedad letrada, cómo se manejan los adultos peare’’ (Ryan, 1995:90). analfabetos o los “lectores pobres”, que están en el difuso límite de la alfabetización/ analfa- Reacciones individuales de los betismo. Sus datos dan cuenta de diversas res- analfabetos en la sociedad ilustrada puestas de evasión, negación, ocultamiento. Eligen porciones de la cultura que ponen poco Walter Ong (1993) ha sintetizado los métodos énfasis en la lectura y se concentran en la prác- utilizados en investigaciones cuyos resultados tica de su funcionamiento; optimizan las activi- conducen a la conclusión de que existe una dades manuales más que el uso de papel y lápiz; marcada diferencia entre las características del explícitamente aceptan restricciones ocupacio- pensamiento contextualizado en el ambiente in- nales y se conforman con una menor movilidad mediato con respuestas concretas en el caso de social: ”yo sé que no soy muy inteligente, así los analfabetos y las características abstractas, que me limito a lo que puedo hacer para ganar - generalizadoras, del pensamiento de los alfabe- me la vida”. Otros opinan que “en nuestros tizados. días se puede obtener información sin tener que Son más recientes las publicaciones de es- leer, gracias a la televisión y a la radio”, o que tudios acerca de las consecuencias que tiene so- no han aprendido su oficio por los libros sino bre un individuo su condición de iletrado y sus “a través del contacto y la interacción con per - reacciones ante las actitudes que la sociedad le- sonas experimentadas”. trada asume ante los analfabetos (Hagell y Tud- ge, 1998). La “oralidad alfabetizada” en los Mientras la alfabetización ha sido conside- grupos urbanos rada como una necesidad para acelerar el pro- greso, como un mérito y una virtud que le Más allá de los estudios que revelan las confiere poder a quien la adquiere, reacciones individuales de los anal- el analfabetismo ha sido con- fabetos en la sociedad letrada, se templado como un oprobio dispone de informes sobre social y como un estigma nuevos estudios que se rea- individual. En esas con- lizan en Brasil sobre el diciones, el analfabeto “letramento”, que enfo- no sólo padece las con- can el impacto social de secuencias de su inha- la escritura según la bilidad para manejarse tradición que en ese en el mundo letrado y país fue iniciada por las consecuencias prác- Paulo Freire (A. B. ticas de esa “minusva- Kleiman, 1998). Tén- lía” social, sino que gase en cuenta que en además recibe los efec- Brasil el 25% de la po- tos del estigma de la rotu - blación no puede leer y lación. Se trata de averiguar que en el Noreste llega al de qué modo se internalizan 68%. en el individuo rotulado las re- Ángela B. Kleiman se ocupa de presentaciones sociales descalifican- los grupos urbanos que, habiendo sido tes del analfabetismo y cómo se hace conscien- excluidos de la escuela, realizan una variedad te de esa doble limitación. de estrategias para desenvolverse en las institu- Hagell y Tudge (1998) consideran que es un ciones que demandan el manejo de la lengua es- estigma mucho más frecuente que los que se crita. En ese contexto, los estudios se vinculan, han generado históricamente por falencias de en particular, a las necesidades prácticas de los 9
  • 10. grupos comprometidos en la transformación de ridad intelectual de los analfabetos”. Procura sus condiciones sociales. demostrar que en estos líderes sociales se ha desarrollado una capacidad discursiva sin apo- Resulta sumamente interesante el análisis yo del sistema alfabético que permite desmitifi- del discurso de los líderes de movimientos po- car el extendido concepto de la relación de cau- pulares o sindicales que permite descubrir un sa a efecto entre el dominio de la escritura, tal nuevo tipo de “oralidad alfabetizada”. Compa- como se plantea en el sistema formal, y la capa- rada con la “segunda oralidad” que describió cidad reflexiva de los individuos. Por lo que, Walter Ong (1993:133-136) en las sociedades dice, tecnificadas –mediante el uso del teléfono, la radio, la televisión–, ésta es una oralidad secun- “existe evidencia de que el uso y la adquisición daria de cuño popular. formal del sistema de escritura no puede seguir siendo el criterio que defina la inclusión o ex- “El concepto de oralidad aquí propuesto se vin- clusión en una comunidad letrada” (Kleiman, cula fuertemente con la noción de popular ver- 1998:210). sus las formas académicas y culturales” (Klei- man, 1998: 210). El discurso alfabetizado, en ese caso, no es Modelos de la naturaleza el producto del aprendizaje con los libros sino a de la alfabetización través de la práctica discursiva, caracterizado por el poder creciente de verbalizar los temas Con respecto a los enfoques que se aplican pa- que se relacionan con el mundo social. Su aná- ra investigar e interpretar la alfabetización se lisis demuestra que existen diferencias entre reconocen los modelos que Street (1984) iden- los aspectos estructurales y retóricos de su tifica como “autónomo” e “ideológico”. Más discurso; que los primeros –fonológicos, mor- recientemente, Hagell y Tudge (1998) han ela- fológicos, sintácticos– todavía pueden ser fuen- borado el modelo: co-constructivo que, de ma- te de estigmatización aunque incorporan estra- nera expresa, también incluye al analfabetismo, tegias –hesitaciones, muletillas, hipercorreccio- como ya se ha visto. nes– como sistemáticos esfuerzos para reprodu- cir las formas “correctas del habla”. Pero que en el nivel retórico tienen un impacto equivalente Modelo autónomo a los textos altamente alfabetizados por su con- sistencia interna, por la descentración y distan- El modelo autónomo trata a la escritura como cia del sujeto inmediato (“los derechos de los una variable independiente, y considera a la al- trabajadores”, en lugar de “mis derechos”) pro- fabetización asociada al progreso, la civiliza- duciendo un efecto de objetividad y neutralidad ción, la libertad individual, la movilidad social. típico de los discursos académicos. La analiza per se, ignorando el contexto e inte- Así se “constituyen en autores de textos resándose solamente por los principios lógicos completos en toda su relevante intersubjetivi- de su coherencia interna. dad” (Kleiman, 1998:212) con la misma efica- Es el modelo comúnmente asociado a la cia de los discursos de quienes han adquirido práctica escolar que, tradicionalmente, se ha una alfabetización académica de alto nivel. ocupado con preferencia de los aspectos forma- Sin embargo, manifiestan su inhabilidad pa- les, a veces mecánicos de la escritura y de los ra el uso del sistema alfabético, que cumplen a métodos y que, en todo caso, ha cedido ante las través del uso de secretarias, es decir, adoptan- influencias de una psicología y una lingüística do las prácticas del mundo de los negocios. Las sin compromisos con los problemas sociales y secretarias registran los textos dictados de culturales. acuerdo con las reglas de la escritura. Así se es- tablece una negociación entre ambas partes, pe- Modelo ideológico ro quien produce los contenidos tiene el poder de las decisiones. El modelo ideológico, por el contrario, recono- Con estos argumentos, Kleiman se rebela ce explícitamente que la práctica de la alfabeti- 10 contra lo que considera “el mito de la inferio- zación no es neutral sino que, en todos los ca-
  • 11. sos, es producto de una cultura, de las estructu- Esa ley, “de educación común”, obligatoria, ras de poder de una sociedad y de las institucio- gratuita, no confesional, estuvo formulada con nes en que se adquiere: la familia, la escuela, la tanta sencillez que a veces dificulta explicar por iglesia, las organizaciones populares. qué fue tan atacada y a la vez tan defendida du- rante todo el siglo XX. Su gran mérito consistió Este modelo se halla implícito en la apre- en que su implementación dio como resultado ciación de los historiadores que reconocen que una alfabetización que ya alcanzó altos porcen- “cualquiera que sea la definición, la extensión tajes en la década del 30. de la alfabetización y del analfabetismo refleja Pero no pudo evitar el fracaso de numero- condiciones sociales, económicas y educaciona- sos alumnos que repetían y/o desertaban. Las les” (E. Radwin, 1993). relaciones de poder, basadas a la vez en causas Oliveira y Valsiner (1988) consideran tam- económicas y sociales están, sin duda, en la ba- bién que se de la explicación que puede ofrecer el mode- lo ideológico. Sin embargo, también jugó su “al cubrir todo el desarrollo humano y no sola- parte la limitación que se tenía en el conoci- mente la infancia, el desarrollo de la alfabetiza- miento de los alumnos y sus relaciones e inte- ción (y el correspondiente discurso sobre letra- do/analfabeto) es tomado como un fenómeno rrelaciones con la familia, la comunidad, la cul- histórico, vinculado a la historia particular de tura y la escuela. Las ciencias humanas –la psi- las sociedades y a las transformaciones dentro cología, la sociología, la antropología– recién de las sociedades” (1998: 2). comenzaban a esbozarse a comienzos del siglo XX, y los científicos no podían dar el asesora- Sugieren, como ejemplo, entre otros, la al- miento adecuado. Por el contrario, a veces sus fabetización universal iniciada por la Reforma recomendaciones, impensadamente, dieron lu- Protestante en Europa en el siglo XVI a través gar a discriminación y exclusiones como fue el de la lectura personal de la Biblia, que en el fon- caso de la aplicación de tests para diferenciar en do respondía a los objetivos sociopolíticos de la sistemas paralelos a los que supuestamente no internalización de los mecanismos sociales de podían aprender. control político de la moral individual. Ahora es el momento en que se plantea co- Este enfoque permitiría comprender cómo mo responsabilidad del poder político, la obli- han actuado universalmente, por lo menos en gación de prestarle atención a los avances que Occidente, las relaciones de poder en la alfa- el conocimiento puede ejercer sobre la política betización del sistema formal, a través de una educacional, para impulsar la equidad de la curricula destinada a la educación básica de las educación. grandes mayorías limitada a la alfabetización También aplica Kleiman (1998) el modelo “funcional y pragmática”, con poco espacio pa- ideológico en el ensayo que aquí se comenta, ra la alfabetización “cultural”. confrontando la alfabetización que se adquiere Con este modelo también podrían explicar- en los movimientos populares con la que ofrece se las diferencias a favor de América Latina en el sistema formal. las tasas de la alfabetización (a la vez con gran- Como se ha dicho, esta autora sigue la tra- des distinciones entre sus países). Tomando en dición brasileña iniciada por Paulo Freire en su particular el caso argentino, su primera ley de “pedagogía de la liberación” o “pedagogía del educación, la ley 1420, surgió en 1884 como re- oprimido” y su práctica con las poblaciones sultado de tormentosas discusiones que culmi- marginales de ese país y de América Latina. naron en el Congreso Pedagógico más célebre Considera que Freire de la historia del país y quizás de América Lati- “ya hace 30 años le dio un nuevo significado a na. En dicho Congreso finalmente triunfó el la práctica de la alfabetización, acentuando la modelo educacional de la modernidad ilustrada necesidad de desarrollar los programas de alfa- que había orientado a los mejores líderes de la betización de adultos” revolución por la independencia, quienes, desde sus prolegómenos, habían luchado contra la po- con el objeto de desarrollar lítica educacional de la Colonia, que no era otra “la conciencia crítica de los sujetos para su libe- que la de la Europa feudal. ración de los límites del confinamiento impues- 11
  • 12. to por la sociedad letrada a sus miembros no le- En el caso de los analfabetos, se considera trados” (Kleiman, 1998: 183). lo individual y lo social en la “representación Pero, además, adopta expresamente los en- social” conjunta o ideas comunes sobre el anal - foques de Bourdieu y Passeron sobre la teoría fabetismo que se traducen en la estigmatiza - de la reproducción para demostrar de qué ma- ción. Como se ha visto en las descripciones an- nera la ideología dominante se reproduce en la teriores, los individuos emplean estrategias al- ideología de la alfabetización, el conflicto que ternativas. Algunas veces las consecuencias son se puede generar en las clases oprimidas cuan- psicológicamente positivas como es el caso de do esas ideologías dominantes son trasladadas a los que se sienten o dicen sentirse tan informa- las actitudes y a la práctica de los maestros y, fi- dos como los letrados, gracias a la radio o la TV nalmente, cómo ese conflicto construye paso a y que consiguen trabajo mediante sus contactos paso el fracaso escolar. personales sin recurrir a los avisos ni al uso de formularios. En otros casos, por el contrario, las interacciones de los analfabetos con la sociedad letrada tienen consecuencias negativas ya que Modelo co-constructivista se sienten culpables al aceptar la propia respon- sabilidad por su falencia. Los “lectores pobres” En relación con las nuevas investigaciones so- suelen expresar que fueron “perezosos”, que no bre el analfabetismo, Hagell y Tudge sugieren tuvieron voluntad para concentrarse y que, por “un modelo basado en el enfoque histórico cul- eso, es mucho lo que han perdido. tural vigotskiano”. Al respecto, dicen: Después del análisis de esos modelos, se “El analfabetismo, tanto como la alfabetiza- puede considerar como síntesis que la alfabeti - ción, es una co-construcción formada en el cur- zación, originalmente referida a la adquisición so de las transacciones entre la cultura y el indi- de la lectura y la escritura, es un proceso cam - viduo, a menudo mediada por aquellos (padres, biante en la evolución cultural e histórica que maestros, medios) que ayudan a hacer la cultu- se co-construye socialmente en el continuo de ra más comprensible” (1998:179). la evolución individual del ser humano. A diferencia de otros modelos que conside- ran el desarrollo individual con independencia del contexto sociocultural, el modelo de desa- Desescolarización y rrollo de Vigotsky explica el desarrollo indivi- alfabetización crítica dual en términos complejos de interacción de factores individuales, culturales, sociales e his- Volviendo al estudio de Kleiman, ella considera tóricos. A partir de su ley de internalización, que las prácticas dominantes en la escuela Hagell y Tudge ensayan algunas hipótesis sobre la manera en que se internalizan las representa- “pueden ser consideradas como prácticas cuyos ciones sociales del analfabetismo. A propósito efectos contribuyen a la separación de dos dife- de los sentimientos de frustración o de vergüen- rentes grupos sociales: los que han sido alfabe- za, el que es estigmatizado como “analfabeto” tizados y los que no lo han logrado” (Kleiman, 1998:188). se contempla a sí mismo en el espejo de la vi- sión que tienen los demás sobre su persona. Al Y que la alfabetización tradicionalmente internalizar el punto de vista del “otro” puede asociada con la escuela ha ayudado a perpetuar comprender cuáles son los valores dominantes la línea indeleble de la sociedad dividida en cla- y puede responder a sus expectativas. ses. Pone en duda la hipótesis general de los Sin embargo, ni los factores puramente in- efectos cognitivos de la alfabetización, espe- dividuales ni los puramente culturales pueden cialmente cuando esa alfabetización ha sido ad- ejercer un rol independiente en las definiciones quirida en la escuela. Sugiere rebelarse contra el o en las experiencias de la alfabetización y del “mito de la alfabetización” que estigmatiza a los analfabetismo. Desde esa perspectiva, un logro analfabetos. individual, tal como el de aprender a leer, es si - Entre sus conclusiones, al identificar los multáneamente individual, cultural, social e puntos críticos causantes de la violencia simbó- 12 histórico. lica en la escuela, destaca su descontextualiza-
  • 13. ción con respecto a la identidad de los partici- su institucionalización en los sistemas formales pantes en sus relaciones sociales. Y, les reco- a partir de las leyes de educación pública de fi- mienda a aquellos que enseñan a leer y escribir nes del siglo XIX. Para su enseñanza estaban pero que bien demarcados los límites entre la educación informal –”difusa”, “cósmica”, “natural” “es- “no están comprometidos con los movimientos populares”, “crear contextos donde la escritura pontánea”– y la educación formal –organizada, sea la respuesta a una necesidad práctica y ma- graduada, sistemática, sometida a fines–. Su terial: en otras palabras, donde el aprendizaje de aprendizaje empezaba y se perfeccionaba en la la lectura y la escritura no sea una cosa en sí” escuela. (1988: 213-215). Cuando aparecen las postulaciones de Frei- La contextualización de la escuela sería, re sobre una “alfabetización concientizadora” así, el complemento de la alfabetización deses- para la liberación de los marginados en sus pro- colarizada, como único medio de abandonar sus pias organizaciones populares, fuera de las es- objetivos estrechos y pasar al examen crítico de cuelas sometidas al poder político, “los trabajos las implicaciones sociales y de las necesidades educativos“ que propone son considerados co- y propósitos de los alumnos como miembros de mo representativos del creciente movimiento de una sociedad letrada. la “desescolarización”, entendida como crítica radical de la educación escolarizada. Eran cues- tionamientos corrientes –de distinto signo– en Nuevo sentido de la desescolarización la década del 70. Además de Freire, la “con - traescolarización” tuvo como principal intér- La alfabetización parecía ser patrimonio exclu- prete a Ivan Illich en América Latina, que susti- sivo de la escuela, dado que fue el motivo de su tuía la escuela por una “convivialidad” más o más remoto origen y, más específicamente, de menos incidental. Nov e d a d e s d e l Fo n d o Lecturas pre c a r i a s Estudio sociológico sobre los “pocos lectores” Joëlle Bahloul 163 pp. $23 128 pp. $13 160 pp. $18 Li b r os es co lare s Enseñar hoy Una introducción a su análisis y evaluación Una introducción a la educación tiempos de crisis Graciela Carbone Inés Dussel y Silvia Finocchio (comps.) Fondo de Cultura Ec o n ó m i c a info@fce.com.ar El Sa l vador 5665 • (1414) • Te: (11)4771-8977 w w w. f c e . c o m . a r 13
  • 14. Su crítica a la escuela fue mal recibida por es la contribución del hogar para desarrollar las quienes –siempre en estado de alerta contra los primeras etapas de la alfabetización (1996:13). enemigos en acecho–, la defendían como una Más cercanos a nuestro trabajo, los estudios institución destinada a la “educación popular”, de alfabetización temprana realizados a partir según su proyecto original definido por Sar- de la década del ‘50 en hogares letrados y los miento, en su libro Educación Popular que se extendieron en medios muy diversos a (1849)2. partir de los ‘90, demuestran la importancia y la No se trata de remover los enfrentamientos variabilidad del proceso de alfabetización fuera de los partidarios de la escuela pública con los de la escuela. Son investigaciones que han su- que propiciaban la “desescolarización” a favor gerido cambios en los criterios sobre el cuándo de una alfabetización en movimientos popula- y el cómo de la iniciación en la lectura y la es- res o la posición aún más extrema de la “con- critura (Braslavsky, 2000). traescolarización”. Tampoco de renovar las po- Por otra parte, investigaciones de la Organi- lémicas acerca de la escuela como dominio de zación para la Cooperación y el Desarrollo de la violencia simbólica. Grande y extendida ha Europa (OCDE) comprueban una alta correla- sido la discusión a través de la cual se desple- ción entre el nivel de escolaridad de los padres garon nuevas posiciones, a veces muy contra- y el fracaso escolar. Son datos que pudieron co- puestas, que enriquecieron la teoría de la educa- rroborarse en el estudio que se realizó en escue- ción. las de la periferia de la ciudad de Buenos Aires Corresponde reconocer la importancia de la que tienen las tasas más elevadas de repetición alfabetización que también se adquiere fuera de en primer grado (GCBA, 2000). Esta correla- la institución escolar como un hecho de la rea - ción permite suponer que el crecimiento de la lidad sociocultural, sin que se debilite la defen- alfabetización en la sociedad tiene como valor sa de la escuela y de la educación sistemática agregado una alfabetización más fácil de las como una necesidad de la cultura organizada, nuevas generaciones y, con ello, los legítimos que ha persistido a través de la historia con ras- avances de la educación informal como alivio gos que le son propios aunque se adaptan a las para la escuela que por ahora asume toda la res- variaciones culturales que ocurren en el espacio ponsabilidad. y en el tiempo. Y sin eludir, a la vez, las respon- Nuevas reflexiones sobre los límites entre sabilidades del Estado a través de la instrucción la educación, en su sentido amplio, y sus “for- pública en la alfabetización de las grandes ma- mas escolares”, reconocen sus diferencias pero, yorías. En este caso, el término de “desescola - al mismo tiempo, la comunicación entre “la ex- rización” no significa lo mismo. traterritorialidad de la acción educativa” y la “especificidad del territorio escolar” (G. Frige- rio, 2001). Extraterritorialidad y especificidad de la alfabetización El modelo co-constructivista, que interpreta el aprendizaje individual como un fenómeno que es a la vez individual, cultural, social e his- Anticipando sus hipótesis sobre la alfabetiza- tórico permite comprender también el papel que ción de adultos –y sobre la oralidad alfabetiza- juega la escuela en ese aprendizaje. Papel que da–, Kleiman destaca el mérito de algunas in- fue destacado por Vigotsky al establecer los vestigaciones que han demostrado la diferencia vínculos entre la prehistoria del lenguaje escri- que existe entre los niños que en su primera to en el desarrollo cultural que recorre el niño edad han sido socializados solamente mediante desde que inicia sus primeros aprendizajes en la el lenguaje oral, cuando los padres tienen un familia, y la historia que se inicia en la escuela bajo nivel de escolaridad y los que, por el con- como lugar privilegiado para la adquisición de trario, tuvieron la oportunidad de interactuar los procesos psicológicos superiores. Fue un con el lenguaje escrito gracias a la mediación ideal de escuela que encontró grandes obstácu- de los padres, ya fueran universitarios, maes- los externos e internos en la realidad. tros o intelectuales en general. Por su parte, co- mo ya se ha dicho, Greaney menciona varias in- Siguiendo las orientaciones del socio-cons- 14 vestigaciones que demuestran cuán importante tructivismo o co-constructivismo se ensayan
  • 15. múltiples estrategias para entretejer las de los Derechos Humanos y la conven- experiencias del aprendizaje cotidiano en ción de los Derechos del Niño y en el medio social con el aprendizaje siste- gran medida por los esfuerzos del mático y organizado de la escuela don- Sistema de Naciones Unidas– se de el maestro, en sus transacciones inicia un importante decreci- con el niño, participa activamente miento del analfabetismo. para co-construir su alfabetización En 1970 se registran me- (Moll, 1995). Pero toda la historia jores cifras de matriculación de la alfabetización y su varia- escolar, pero en la “Decla- bilidad –por influencias his- ración Mundial de la Edu- tóricas, de la evolución de cación para Todos” que tie- la misma lengua escrita y ne lugar en 1990, en Jom- de los actos de leer y escri- tiem, Tailandia, se mani- bir–, permite suponer que fiesta que todavía existen su co-construcción deberá más de 100 millones de ni- sortear nuevas dificultades ños y niñas que no tienen en la era electrónica. acceso a la enseñanza pri- maria; que más de 960 mi- llones de adultos –dos ter- Alfabetización crítica y cios de ellos mujeres–, son poder analfabetos y que el analfabetismo funcional es un problema importante en todos los países, Kleinman, cuya pertenencia a la pedagogía crí- tanto industrializados como en desarrollo. tica se anticipa en el título del ensayo que aquí se comenta, es fiel a su antecesor, reconocido En el Foro Mundial de Educación que tuvo como uno de los más conspicuos fundadores de lugar en Dakar, se elaboraron los lineamientos ese movimiento y, más específicamente, de la de la Década de Alfabetización de las Naciones alfabetización crítica (Green, 2001:9). Pero al- Unidas que fue aprobada en diciembre de 2001 gunos de los exegetas actuales de la obra de y se desarrollará entre los años 2003 y 2012. Se Freire comentan las relaciones entre la alfabeti- basa en una “visión renovada de la alfabetiza - zación y el poder que él formuló, diciendo que ción” que comprende a Todos, gobiernos, co- la alfabetización no ofrece ninguna garantía de munidades, agencias internacionales; es para poder: Todos y trasciende las edades; incluye a Todos, “Es una condición necesaria pero no suficiente. niños, adultos; implica asegurar niveles efecti- Tenerla, no garantiza nada pero no tenerla signi- vos y sustentables y oportunidades en la fami- fica estar sistemáticamente excluido del poder lia, la comunidad, el lugar de trabajo, los me- económico y cultural”. dios de comunicación. La “Alfabetización para Todos” implica políticas activas y esfuerzos co- Se trata, entonces, de tenerla. lectivos para que las personas y grupos alfabe- tizados hagan uso efectivo de ese conocimiento (Naciones Unidas, 2000). La Década de Alfabetización Como se dice en el “Editorial” de Lectura y Vida del año 24, 1, este lanzamiento, realiza- Con una visión renovada do por iniciativa de las Naciones Unidas –que ha hecho tantos esfuerzos para impedir una gue- Si bien es cierto que la “alfabetizacion” adqui- rra de consecuencias imprevisibles para toda la rió su identidad a fines del siglo XIX junto con humanidad– “a pesar del clima altamente béli- las primeras leyes de educación pública, en el co en que nos hallamos”, “permite sustentar la año 1950 se estimaba que la mitad o más de la esperanza de que otro mundo es posible” (Ro- mitad de la población mundial era analfabeta. dríguez, 2003: 4). Ante los horrores de la guerra Cuando, según los historiadores, se inicia la ya desatada, es una perspectiva iluminada por el “edad de oro” después de la segunda guerra clamor universal que se eleva a favor de la paz mundial –a partir de la Declaración Universal y la legalidad en la convivencia internacional. 15
  • 16. Notas Fourez, Gérard (1997) Alfabetización científica y tecnológica. Acerca de las finalidades de la 1. Proyecto UBACyT F1-024/1991-1994, “Estudio enseñanza de las ciencias. Buenos Aires, de la comprensión y producción lingüística de es- Colihue. tudiantes que ingresan a la Universidad (Letras)” y Proyecto UBACyT F1-078/1997, “La comuni- Frabboni, F. (1985) “Jardín de Infantes y cación académica en la Universidad”, bajo la di- pedagogía. Este matrimonio no se ha hecho.” rección de la Dra. Ofelia Kovacci, y con la inter- En Revista Infanzia, 8, Firenze, citado en el vención de las siguientes investigadoras: Isabel “Marco General” del Pre- Diseño Curricular de Santa Catalina, Hilda Albano, Mabel Giam- para la Educación Inicial, 1999, 23. matteo, Laura Ferrai y Dorotea Liberman. Frigerio, Graciela (2001) “Los bordes de lo escolar.” 2. Recuérdese lo que Sarmiento decía sobre la insti- En S. Duschatzky y A. Birgin ¿Dónde está la tución de la instrucción pública en el año 1849: escuela? Buenos Aires, Flacso-Manantial, “El lento progreso de las sociedades humanas ha 109-126. creado en estos últimos tiempos una instrucción Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (1999) Pre desconocida en los siglos pasados: la instrucción Diseño Curricular para la Educación Inicial. pública. Tiene por objeto preparar las nuevas ge- Marco general. Secretaría de Educación, neraciones en masa para el uso de la inteligencia Dirección de Planeamiento, Dirección de individual, por el conocimiento, aunque rudimen- Curricula, Buenos Aires, Argentina. tario de las ciencias y hechos necesarios para for- mar la razón, es una institución puramente mo- Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (2000) derna, nacida de las disensiones del cristianismo Proyecto MAESTRO + MAESTRO. Programa y convertida en derecho por el espíritu democrá- de la Zona de Acción Prioritaria (ZAP) de la tico de la asociación actual. Hasta ahora había Secretaría de Educación de la Ciudad de Buenos educación para las clases gobernantes, para el sa- Aires. Módulo de lectura y escritura. Informes cerdocio, para la aristocracia; pero el pueblo, la de los años 1999 y 2000. plebe, no formaba, propiamente hablando, parte activa de las naciones... Cada proceso de las ins- Gray, W. S. (1957) La enseñanza de la lectura y tituciones ha tenido ese objeto primordial y con- la escritura, un estudio internacional. tribuido poderosamente a preparar a las naciones “Monografías sobre Educación”, UNESCO. en masa para el uso de los derechos que hoy no Greaney, V. (ed.) (1996) Promoting Reading in pertenecen ya a tal o cual clase de la sociedad, si- Developing Countries. Newark, DE, no simplemente a la condición de hombre”. International Reading Association. Green P. (2001) “Critical Literacy Revisited.” En H. Fehring y P. Green, Critical Literacy. Referencias bibliográficas Norword- Australia, Australian Literacy Braslavsky, B. (2000) “Las nuevas perspectivas de Educators Association y Newark, DE, la alfabetización temprana.” En Lectura y Vida, International Reading Association, 7-14. Año 21, 4, 32-43. Hagell, A. y J. Tudge (1998) “Illiterate Adults in Cavallo, G. y R. Chartier (1998) Historia de la Literate Societies: Interactions with a Social Lectura en el Mundo Occidental. Madrid, World.” En M.K. Oliveira y J. Valsiner, Taurus. Literacy in Human Development. Londres, Ablex, 163-182. Chall, J.S. (1990) “Policy Implications of Literacy Definitions.” En R. Venezky; D. Wagner y B. Harris, Th. y R. Hodges (eds.) (1995) The Ciliberti, Toward Defining Literacy. Newark, Literacy Dictionary: The Vocabulary of DE, International Reading Association, 54-62. Reading and Writing. Newark, DE, International Reading Association. Clarín (1997) Diccionario Enciclopédico Ilustrado Clarín. Buenos Aires. International Reading Association y National Association for the Education of Young Naciones Unidas (1990) Declaración Mundial Children (1998) “Learning to Read and Write. sobre “Educación para Todos”. Jomtiem, Developmentally Appropriate Practices for Tailandia. Young Children.” En The Reading Teacher, Vol 52, 2, 193-216. Naciones Unidas (2000) Década de la Alfabetización. Documento base para la con- Kleiman, A. B. (1998) “Schooling, Literacy and 16 sulta. “Alfabetización para Todos.” (Mimeo) Social Change: Elements for a Critical Approach
  • 17. to the Study of Literacy.” En M.K. Oliveira y J. Ong, Walter (1993) Oralidad y escritura. Valsiner, Literacy in Human Development. Tecnologías de la palabra. México, Fondo de Londres, Ablex, 183-217. Cultura Económica. Leu, D. J. y Ch. K. Kinzer (2000) “The Radwin, E. (1993) Literacy and Illiteracy. Grolier Convergence of Literacy Instruction with Electronic. Networked Technologies for Information and Communication.” En Reading Research Ryan, John (1995) “Functional Literacy.” En Th. Quarterly, Vol. 35, 1, International Reading Harris y R. Hodges (eds.) (1995) The Literacy Association, 108-127. Dictionary: The Vocabulary of Reading and Writing. Newark, DE, International Reading Lundberg, I. van y P. Linnakyla (1993) Teaching Association, 90. Reading Around the World. Hamburg, Alemania, International Association for the Sarmiento, D. F. (1948) Educación popular. Evaluation of Educational Achievement, citado Advertencia preliminar de G. Weimberg. Buenos por V. Greaney (ed.) (1996) Promoting Aires, Lautaro, 1ª ed. Reading in Developing Countries. Newark, Street, B.V. (1984) Literacy in Theory and DE, International Reading Association. Practice. Cambridge, U.K. Cambridge Many, Joyce (2000) “How will Literacy be define University Press, citado por A. Hagell y J. in the New Millenium?” En Reading Research Tudge (1998) “Illiterate Adults in Literate Quarterly, Vol. 35, 1, International Reading Societies: Interactions with a Social World.” Association, 65-67. En M.K. Oliveira y J. Valsiner, Literacy in Human Development. Londres, Ablex. Rodríguez, María Elena (2003) “Editorial.” En Lectura y Vida, Año 23, 1, 4-5. Venezky, R. (1990) “Definitions of Literacy .” En R. Venezky; D. Wagner y B. Ciliberti (1990) Moll, L. C. (comp.) (1995) Vygotski y la Toward Defining Literacy. Newark, DE, educación. Connotaciones y aplicaciones de International Reading Association, 2-16. la psicología sociohistórica en la educación. Buenos Aires, Aique. Este artículo fue presentado a la Redacción de Oliveira M. K. y J. Valsiner (ed.) (1998) Literacy LECTURA Y VIDA en octubre de 2002 y aceptado para in Human Development. Londres, Ablex. su publicación en noviembre del mismo año. CD-ROM con las ponencias del 2o Simposio Internacional de “Lectura y Vida” “La escuela y la formación de lectores y escritores” Publicación reciente P EDIDOS A: Asociación Internacional de Lectura Lavalle 2116, 8 o B C1051ABH Buenos Aires, Argentina Telefax: 4953-3211 Fax: (54-11) 4951-7508 E-mail: lecturayvida@ira.or g.ar 17