2. Fragmento del Auto de los Reyes
Magos (anónimo, siglo XII)
BALTASAR:
Esta estrella non sé donde viene,
quien la trae o quien la tiene.
¿Por qué es aquesta señal?
En mis días non vi a tal.
Ciertas nacido es en tierras
aquel que en pace y en guerra
señor ha de ser de oriente,
de todos hasta en occidente.
Por tres noches me lo veré Adoración de los Reyes
y más de vero lo sabré. Beato de Manchester (siglo XII)
¿En todo, en todo es nacido?
Non sé si algo he veído;
iré, lo adoraré
y pregaré y rogaré.
3. LAS PAJAS DEL PESEBRE en corona crüel.
Lope de Vega (siglo XVII) Mas no quiero deciros,
aunque vos lo sabéis,
Las pajas del pesebre palabras de pesar
niño de Belén en días de placer;
hoy son flores y rosas, que aunque tan grandes deudas
mañana serán hiel. en pajas las cobréis,
Lloráis entre pajas, hoy son flores y rosas,
del frío que tenéis, mañana serán hiel.
hermoso niño mío, Dejad en tierno llanto,
y del calor también. divino Emmanüel;
Dormid, Cordero santo; que perlas entre pajas
mi vida, no lloréis; se pierden sin por qué.
que si os escucha el lobo, No piense vuestra Madre
vendrá por vos, mi bien. que ya Jerusalén
Dormid entre pajas previente sus dolores
que, aunque frías las veis, y llora con José;
hoy son flores y rosas, que aunque pajas no sean
mañana serán hiel. corona para rey,
Las que para abrigaros hoy son flores y rosas,
tan blandas hoy se ven, mañana serán hiel.
serán mañana espinas
4. Romance del Nacimiento
San Juan de la Cruz (siglo XVII)
Ya que era llegado el tiempo
en que de nacer había,
así como desposado
de su tálamo salía,
abrazado con su esposa,
que en sus brazos la traía,
al cual la graciosa Madre
en su pesebre ponía,
entre unos animales
que a la sazón allí había,
los hombres decían cantares,
los ángeles melodía,
festejando el desposorio
que entre tales dos había,
pero Dios en el pesebre
allí lloraba y gemía,
que eran joyas que la esposa
al desposorio traía,
y la Madre estaba en pasmo
de que tal trueque veía: Sandro Botticelli: La adoración de los Reyes Magos
el llanto del hombre en Dios,
y en el hombre la alegría,
lo cual del uno y del otro
tan ajeno ser solía.
5. NACIMIENTO DE CRISTO, EN QUE SE
DISCURRIÓ LA ABEJA
Sor Juana Inés de la Cruz (siglo XVII)
De la más fragante Rosa
nació la Abeja más bella, Mas ¡ay! que la Abeja tiene
a quien el limpio rocío tan íntima dependencia
dio purísima materia. siempre con la Rosa, que
depende su vida de ella;
Nace, pues, y apenas nace,
cuando en la misma moneda, pues dándole el néctar puro
lo que en perlas recibió, que sus fragancias engendran,
empieza a pagar en perlas. no sólo antes la concibe,
pero después la alimenta.
Que llore el Alba, no es mucho,
que es costumbre en su belleza; Hijo y madre, en tan divinas
mas quién hay que no se admire peregrinas competencias,
de que el Sol lágrimas vierta? ninguno queda deudor
y ambos obligados quedan.
Si es por fecundar la Rosa,
es ociosa diligencia, La Abeja paga el rocío
pues no es menester rocío de que la Rosa la engendra,
después de nacer la Abeja; y ella vuelve a retornarle
con lo mismo que la alienta.
y más, cuando en la clausura
de su virginal pureza, Ayudando el uno al otro
ni antecedente haber pudo con mutua correspondencia,
ni puede haber quien suceda. la Abeja a la Flor fecunda,
y ella a la Abeja sustenta.
Pues a ¿qué fin es el llanto
que dulcemente le riega? Pues si por eso es el llanto,
llore Jesús, norabuena,
Quien no puede dar más Fruto,
que lo que expende en rocío
Fray Juan Bautista Maino: La adoración
¿qué importa que estéril sea?
cobrará después en néctar. de los Reyes Magos
6. NACIMIENTO DE CRISTO
Federico García Lorca (Poeta en Nueva York)
Un pastor pide teta por la nieve que ondula
blancos perros tendidos entre linternas sordas.
El Cristito de barro se ha partido los dedos
en los tilos eternos de la madera rota.
¡Ya vienen las hormigas y los pies ateridos!
Dos hilillos de sangre quiebran el cielo duro.
Los vientres del demonio resuenan por los valles
golpes y resonancias de carne de molusco.
Lobos y sapos cantan en las hogueras verdes
coronadas por vivos hormigueros del alba.
La luna tiene un sueño de grandes abanicos
y el toro sueña un toro de agujeros y de agua.
El niño llora y mira con un tres en la frente,
San José ve en el heno tres espinas de bronce.
Los pañales exhalan un rumor de desierto
con cítaras sin cuerdas y degolladas voces.
La nieve de Manhattan empuja los anuncios Eugenio Orozco:
y lleva gracia pura por las falsas ojivas.
La adoración de los Reyes Magos (siglo XVII)
Sacerdotes idiotas y querubes de pluma
van detrás de Lutero por las altas esquinas.
7. JESÚS, EL DULCE, VIENE...
Juan Ramón Jiménez
Jesús, el dulce, viene...
Las noches huelen a romero...
¡Oh, qué pureza tiene
la luna en el sendero!
Palacios, catedrales,
tienden la luz de sus cristales
insomnes en la sombra dura y fría...
Mas la celeste melodía
suena fuera... Jean Beraud: Navidad en París
Celeste primavera
que la nieve, al pasar, blanda, deshace,
y deja atrás eterna calma...
¡Señor del cielo, nace
esta vez en mi alma!
8. Gerardo Diego
¿Quién ha entrado en el portal,
en el portal de Belén?
¿Quién ha entrado por la puerta?
¿quién ha entrado, quién?.
La noche, el frío, la escarcha
y la espada de una estrella.
Un varón -vara florida-
y una doncella.
¿Quién ha entrado en el portal
por el techo abierto y roto?
¿Quién ha entrado que así suena
celeste alboroto?
Una escala de oro y música,
sostenidos y bemoles
y ángeles con panderetas
dorremifasoles.
¿Quién ha entrado en el portal,
en el portal de Belén,
no por la puerta y el techo
ni el aire del aire, quién?.
Flor sobre impacto capullo,
rocío sobre la flor. Batolomé Esteban Murillo: La
Nadie sabe cómo vino adoración de los Magos
mi Niño, mi amor.
9. Luis Rosales
El sueño como un pájaro crecía
de luz a luz borrando la mirada;
tranquila y por los ángeles llevada,
la nieve entre las alas descendía.
El cielo deshojaba su alegría,
mira la luz el niño, ensimismada,
con la tímida sangre desatada
del corazón, la Virgen sonreía.
Cuando ven los pastores su ventura,
ya era un dosel el vuelo innumerable
sobre el testuz del toro soñoliento;
y perdieron sus ojos la hermosura,
sintiendo, entre lo cierto y lo inefable,
la luz del corazón sin movimiento.
10. Gloria Fuertes
La Virgen,
sonríe muy bella.
¡Ya brotó el Rosal,
que bajó a la tierra
para perfumar!
La Virgen María
canta nanas ya.
Y canta a una estrella
que supo bajar
a Belén volando
como un pastor más.
Tres Reyes llegaron;
cesa de nevar.
¡La luna le ha visto,
cesa de llorar!
Su llanto de nieve
cuajó en el pinar.
Mil ángeles cantan
canción de cristal
que un Clavel nació Diego Velázquez: La adoración
de un suave Rosal. de los Reyes Magos
11. Maternidad
Antonio A. Gómez Yebra
La Virgen está mirando
al Niño con embeleso,
y solo de vez en cuando
le da algún que otro beso.
La Virgen escucha absorta
el respirar del Bebé:
Él es lo que más le importa,
más, incluso, que José.
La Virgen, flojito, canta
una dulce cancioncilla,
sabe que al Niño le encanta:
arruga su naricilla.
La Virgen oye un ruido;
hasta el Niño se estremece,
Ella le habla al oído,
y, despacito, lo mece.
La Virgen deja escapar
un suspiro muy profundo...
¡Quién pudiera descifrar
los misterios de este mundo!
12. EN MITAD DEL CRUDO INVIERNO
Christina Rossetti
En mitad del crudo invierno
el viento silba como un lamento
el agua como una piedra y
la tierra como el hierro.
Nieve sobre nieve,
en mitad del crudo invierno.
Hace mucho tiempo.
Ángeles y arcángeles,
allí se reunieron...
Querubines y serafines
el aire cubrieron.
Pero solo una madre,
bienaventurada mujer...
adora a su recién nacido
con un beso.
Pobre como soy,
¿qué puedo ofrecer?
Si fuera un pastor
le daría un cordero.
Si fuera un rey mago
un cofre lleno.
Pero yo, ¿qué puedo ofrecer?
Mi corazón entero.
13. EXPLICANDO LA NAVIDAD A ANA
Pedro Sevilla
Ésta, Ana, es la Virgen, la que dijo:
“Hágase en mí, Señor...”, y este barbado
varón es San José, su desposado.
Son los padres del Niño-Dios, del Hijo
del Altísimo. No es un acertijo.
Lo que te cuento, Ana, es un sagrado
Nacimiento en diciembre celebrado
con ternura, turrón y regocijo.
Ésta es la mula, el buey éste. ¡Mira!
Estos son los pastores y este es el río,
plata azul, esto un puente y esto un pozo.
Y esta flor hecha de carne que suspira
y se estremece porque tiene frío,
es Jesús, que es Amor, y es cruz, y es gozo.