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EL DISCO MÁS FRONTAL DEL CUARTETO
1. EL DISCO
Habla tu espejo es el disco más frontal, directo y transparente del Cuarteto de Nos. Al Atrás
quedaron, al menos por este disco, el doble sentido, la desfachatez poética, el cinismo y la
anarquía. A simple oída, éste es el disco “optimista” o “iluminado” del Cuarteto, pero en el
mundo cuartetero lo pop viene de la mano de lo visceral. Si se escucha con atención, quedara
claro que, deep down, el Cuarteto sigue siendo el Cuarteto.
Se podrá decir que éste es un Cuarteto más “maduro” y “arriesgado”, pero con Habla tu espejo la
banda sigue siendo una máquina deliberada de hooks infartantes cuyo ingenio, precisamente,
radica en el hecho de que el Cuarteto logró ser igual y diferente al mismo tiempo (en la cultura
védica de la India eso se llama achintya-bhedabheda-tattva, pero eso ya sería meternos en
terrenos más sinuosos…). A los que se alarmen y rueguen al cielo que el Cuarteto vuelva a
escribir “Me agarré el pitito con el cierre” una y otra vez se les escapa algo: el Cuarteto nunca
fue una banda limitada por las modas ni “la segura” y, muchísimo menos, por su propio sonido.
Con Habla tu espejo, en definitiva, el Cuarteto hizo lo que siempre hizo: el mejor disco posible,
con las mejores canciones posibles y sin tenerle miedo al sentimiento. No es poca cosa.
Si es cierto eso de que “el camino es la recompensa”, el disco es perfecto: como bien dicen en
“Caminamos”, lo mejor del Cuarteto está por venir y nada los va a parar.
2. LAS CANCIONES
De entrada, nomás, “Cómo pasa el tiempo” es una bomba urgente que marca el tono de todo el
disco: “Antes de dormirme hoy quiero afirmar que éste fue un día más y no un día menos”, canta
Roberto Musso, quien confiesa ir “al mismo tiempo rápido y lento … mezcla de dualidad y
cinismo” y que, cuando mira el reloj, se dice “ahora mismo”. Un coro sólido se mezcla con un
puente aparentemente salido de otra canción (o de otro planeta), y todo funciona a la perfección:
el Cuarteto siempre cae parado.
“El aprendiz” es Musso hablando con sí mismo sin creerse nada del otro mundo, mientras que
en “Roberto” y “Habla tu espejo” (canciones hermanas) son su conciencia y un vidrio en la
pared lo que le muestran lo que no quiere o puede ver.
¿Qué más puede decirse de “No llora”, dedicada a Federica, la hijita del autor? Es la columna
vertebral del disco y la muestra más acabada de que, si en la trilogía Raro-Bipolar-Porfiado
Musso “rapeaba”, en éste escupe las líneas con la certeza de un tambor repique. Cuanto más se
escucha, más derrite. Y Musso nos agarra derretidos y pasa a derretirse él mismo en “De hielo”,
ese singlazo con olor a disco setentero.
3. “21 de setiembre” es una joya minimalista de piano, cuerdas y un poquito de percusión. A
diferencia del sarcasmo maldito en “Nada es gratis en la vida” (Raro), ésta es una mirada
honesta, sin vueltas, al drama del mal de Alzheimer’s, con Musso exhibiendo una sensibilidad
digna de una balada sinfónica de Cerati y con el violín de Javier Casalla (Bajofondo) dándole el
toque dramático exacto a la canción.
Sólo el Cuarteto podía saltar de una desgarradora balada sobre el Alzheimer’s a un tradicional de
la música popular irlandesa, y sólo Santiago Tavella podía convertir a “Whisky in the Jar” en
“Whisky en Uruguay”. Es poco lo que se sabe de la canción original, que según algunos nació
en el siglo 17, pero las versiones de Thin Lizzy, The Grateful Dead, The Dubliners/The Pogues y
Metallica la popularizaron en todo el mundo. Al Cuarteto, sin embargo, no le interesan los
covers: “Whisky en Uruguay” es 100% Tavella, el momento irresistiblemente absurdo de Habla
tu espejo. Clásico instantáneo con un pie en Dublín y otro en un narco spaghetti western de
Sergio Leone.
“Caminamos” es el nuevo himno cuartetero. Lo único que voy a decir de esta canción va
dirigido a los fanáticos: vayan preparándose para saltar en masa y ser parte del mar humano en
los conciertos.
El aterrizaje llega con “Un problema menos”, un emo-reggae para el estribo, pero esto no es
Jamaica. El Cuarteto le agregó belleza y dulzura a una canción sobre un tipo que considera
seriamente borrarse del mapa para dejar de ser la “piedra en el zapato” de nadie.
4. La solidez compositiva que le dio a Musso un Grammy Latino como Mejor Canción de Rock con
“Cuando sea grande” en 2012 sigue ahí, pese a que, a simple oída, esta colección descoloca y
suena a cosas que no hubiesen entrado en los tres (o cuatro) discos anteriores. Pero eso es,
quizás, lo mejor del disco; aunque Habla tu espejo es diferente, empezando por la tapa film noir
llena de contrastes (a diferencia del gran colorido de Raro-Bipolar-Porfiado), sigue siendo igual
a los discos anteriores porque hará bailar, pensar y, sobre todo, sentir lo que el Cuarteto siente:
“Vamos con paso firme/no nos quedamos/buscamos ser libres/y por eso caminamos”.
Enrique Lopetegui es un periodista musical uruguayo que vive en San Antonio, Texas. Su trabajo
ha sido publicado por Los Angeles Times, LA Weekly, The Guardian y Associated Press, entre
otras.