2. Estamos en el año de la fe. Quiere decir que
debemos comprender mejor nuestra fe y
aprovechar más las gracias de este año para
dar un gran salto en la fe.
3. La carta a los
hebreos nos
dice: "la Fe es
la certeza de lo
que se espera y
la evidencia de
lo que no se
ve“. (Heb 11:1).
¿Qué es la fe?
4. Aplicándolo a las cosas espirituales, es un don
divino que inspira la adhesión de nuestra
inteligencia, confianza y obediencia a la Palabra
de Dios.
Podemos decir
que la fe es la
adhesión de
nuestra
inteligencia,
confianza y
obediencia a la
palabra de
alguien.
5. Por eso nos interesa
conocer la palabra
de Dios, según está
en la Sagrada
Escritura. Y, como
no todo aparece
claro a primera vista,
debemos seguir las
enseñanzas y la
autoridad de la
Iglesia, que siga la
verdadera Tradición
desde los apóstoles.
6. Es lo que pedía Jesús cuando iba a hacer
algún milagro. Y Él nos decía cuántas
cosas podríamos hacer si tuviéramos un
poco de fe.
“Tener fe” en
el evangelio
viene a ser
sobre todo
confianza.
13. Eso es lo que viene a significar una palabra
griega antigua expresando la fe. Pero no es
sólo convicción del entendimiento, sino
adhesión de toda la persona.
La fe indica, en
primer lugar,
una parte de
esfuerzo
humano, algo
que se
consigue, hasta
llegar a ser una
“convicción”.
14. Esta fe debe
manifestarse en
las obras: “Sin
las obras, la fe
está muerta”.
(cfr. St 2, 20-26)
Toda la vida del cristiano debe ser manifestación
de su fe. No hay ningún aspecto que no pueda
ser iluminado por la fe. «El justo vive de la fe»
(Rm1, 17).
15. Decimos que todo es del color del cristal con que
se mira. Si todo lo miramos con ojos de tierra, de
hombre, lo veremos gris, pero si lo miramos con
ojos de Dios, CON OJOS DE FE , ¡Qué cambio
tan grande!
VIVIR LA FE, es
ver todo lo que
nos pasa en la
vida como si
Dios nuestro
Señor nos
hubiera prestado
sus lentes y
viéramos como
Él.
16. Esta fe, que va
unida con la
esperanza y el
amor, no es algo
que podamos
conseguir con
nuestras propias
fuerzas, aunque
podemos
disponernos a ella,
siempre ayudados
por el Señor.
17. La fe es, sobre todo,
un don de Dios. Y un
don precioso, más
que todas las cosas
terrestres. Por eso
debemos estar muy
contentos con este
tesoro que nos da
Dios. Y debemos
siempre darle gracias
por la fe.
25. Fe es creer. Creer en Dios
significa para el hombre
adherirse a Dios mismo,
confiando plenamente en
Él y dando pleno
asentimiento a todas las
verdades por Él
reveladas, porque Dios es
la Verdad.
La fe es un acto personal en cuanto es
respuesta libre del hombre a Dios que se revela.
26. El cristiano tiene el grave deber de conocer todas
las verdades reveladas por Cristo y propuestas
por la Iglesia; ésta, desde el principio, procuró
expresar en conceptos el contenido de la fe y así
surgieron los ”Símbolos de la Fe”.
27. El Símbolo de los Apóstoles, que es el que
comentaremos aquí, se llama así porque es
considerado como el resumen fiel de la fe de los
apóstoles.
Es el antiguo
símbolo
bautismal de la
Iglesia de Roma.
29. Dios es la plenitud del
Ser y de toda
perfección, sin origen
y sin fin. Mientras que
todas las criaturas
han recibido de él
todo su ser y su
poseer. Él solo es su
ser mismo y es por sí
mismo todo lo que es.
34. Las personas divinas no se
reparten la única divinidad,
sino que cada una de ellas
es enteramente Dios: "El
Padre es lo mismo que es el
Hijo, el Hijo lo mismo que es
el Padre, el Padre y el Hijo
lo mismo que el Espíritu
Santo, es decir, un solo
Dios por naturaleza" (Cc. de
Toledo XI, año 675).
No confesamos tres dioses sino un solo
Dios en tres personas.
40. Hay un misterio en la aparente impotencia de Dios. La fe
en Dios Padre Todopoderoso puede ser puesta a prueba
por la experiencia del mal y del sufrimiento.
A veces Dios puede
parecer ausente e
incapaz de impedir el
mal. Pero Dios Padre
reveló su omnipotencia,
de una manera
misteriosa, en el
anonadamiento
voluntario y en la
Resurrección de su Hijo,
por los cuales el mal ha
sido vencido.
41. Dios es la Verdad misma,
sus palabras no pueden
engañar. "Es verdad el
principio de tu palabra, por
siempre, todos tus justos
juicios" (Sal 119,160). Por
eso las promesas de Dios
se realizan siempre.
Dios es fiel. Por ello el
hombre se puede entregar
con toda confianza a la
verdad y a la fidelidad de la
palabra de Dios en todas las
cosas.
42. Creer en Dios, el Unico,
y amarlo con todo el ser
tiene consecuencias
inmensas para toda
nuestra vida:
Es vivir en acción de
gracias: Si Dios es el
Unico, todo lo que
somos y todo lo que
poseemos viene de él:
"¿Qué tienes que no
hayas recibido?" (1 Co
4,7).
43. Dios es espíritu, por eso
no se le ve ni puede ser
destruido. Muchos no lo
notan; pero otros sí,
porque Dios está aquí,
con nosotros. Como
alguno dice: es como el
azúcar en el café. No se
ve, pero se nota
agradablemente.
Esa es nuestra fe. Por eso podemos ir
por el mundo cantando: