El documento presenta el concepto de Prevención Cuaternaria (P4), el cual desafía la idea de que el progreso científico siempre es positivo. La P4 busca prevenir los daños causados por excesos de la propia medicina, como el sobrediagnóstico. También critica la influencia económica y política en la medicina basada en evidencia. Los médicos generales son importantes para la P4 debido a que enfrentan estos problemas directamente y buscan una medicina más humana.
1. De ciencia también se muere…
Bernstein J, La Valle R
Marc Jamoulle nos propone un concepto desafiante, la Prevención Cuaternaria (P4)1,2,3,4
. Este
concepto desafía los ideales positivistas de la modernidad que sostienen que la ciencia y el progreso
de la sociedad son constantes y siempre para bien. Esta concepción nos remite a la idea de
iatrogenia positiva de Michael Foucault al recordarnos que la medicina ha adquirido la capacidad de
dañar por su correcto ejercicio y no solamente por impericia o ignorancia5
. Alejarnos de la
concepción de ciencia de la modernidad nos permite separarnos de la idea de que la ciencia es algo
que únicamente se ocupa del conocimiento y está divorciada de la ética y de las influencias de la
política y de la economía.
La medicalización de la vida, el sobrediagnóstico6
y aún la medicina basada en la evidencia han
traído los aspectos económicos y políticos a la vida diaria de la práctica de la medicina. Estos
“excesos” de la propia medicina causan daños y muertes innecesarias y el despilfarro de los nunca
abundantes recursos que los países destinan a la salud.
Tal como dice Jamoulle, la Prevención Cuaternaria se ha difundido en el mundo pero especialmente
en Sudamérica, Asia y, en menor medida, Europa y América del Norte. Esto no es casual, es en los
márgenes de la centralidad del pensamiento hegemónico de la modernidad (Europa y Estados
Unidos de América), que se notan más su insuficiencia y donde más se sufren las consecuencias de
la pobreza, la exclusión, la desigualdad y todo ello impacta directamente en la salud y se generan
mejores espacios para las soluciones creativas.
Coincidiendo con Jamoulle, destacamos que la Medicina Basada en la Evidencia (MBE) es uno de
los vehículos de penetración más potentes del sobrediagnóstico ya que la solidez de los Ensayos
Clínicos Controlados y Aleatorizados, quintaesencia de la MBE, está amenazada por la escandalosa
la relación entre las Compañías Farmacéuticas y los Editores de las publicaciones científicas de más
impacto7
,8
.
Tal es esta influencia que un importante editor de la BMJ, Richard Smith9
, ha llegado a afirmar que
“lo que está sucediendo es que la mayor invención científica, el trabajo aleatorizado, está siendo
degradado por razones de mercado”. Tal es el grado de infiltración y corrupción que provoca esta
situación que algunos editores anglosajones se preguntan: “¿Quién paga por la pizza?”10
Esto los
lleva a plantearse que “no hay más almuerzos gratis”11
y piensan seriamente en que todos los
médicos deberíamos renunciar a todo financiamiento proveniente de los laboratorios farmacéuticos.
Los médicos de familia o médicos generalistas han surgido también como respuesta a las
insuficiencias del Modelo Médico Hegemónico, descripto por Eduardo Menéndez12
, que lo
caracteriza como biologista, despersonalizado, ahistórico, asocial, de atención fragmentada y
mercantilista. La medicina familiar o general está llamada a recuperar los valores éticos y el
ejercicio de una profesión que proponga una relación médico paciente al servicio de la humanidad
de las personas y en defensa de los pacientes en su condición de dolientes y en situación de
debilidad sin hacer abuso del poder que la sociedad nos otorga a los médicos.
La P4 se juega en cada consulta y el médico de familia o generalista debe estar especialmente
formado para abordar la complejidad de esta situación con sus componentes sociales y psicológicos.
Estos aspectos son esenciales para lograr una comunicación humana que permita mejorar la
adherencia a tratamientos, cambio de hábitos y, sobre todo, la continencia que busca cualquier
persona en una entrevista con su médico al poder reconocer que estamos ante una persona con
deseos, miedos, angustias y poder adecuar nuestro discurso a las necesidades del otro.
En cada consulta también se refleja el imaginario social vigente producto de los valores y visiones
del mundo de cada sociedad. Los médicos contribuimos a su formación por lo que no debemos
abandonar nuestra capacidad de reflexión y de diálogo con la sociedad acerca de lo que creemos
2. que constituye la salud aportando nuestra mirada particular al respecto13
. En las recientes Jornadas
de Prevención Cuaternaria dentro del Programa del 4° Congreso Iberoamericano de Medicina
Familiar y Comunitaria, realizadas en Montevideo, Uruguay, donde se constituyó el Grupo de
Trabajo de P4 de WONCA-CIMF, se incluyeron las herramientas de la comunicación como parte
constitutiva de la P4. Y se señaló que debemos estar precavidos a intentos de desnaturalizar la
prevención cuaternaria, restándole jerarquía a sus aspectos éticos y limitarla a un fundamento para
control de gastos.
Tenemos la obligación de reflexionar acerca de la forma actual de ser médico14
ya que otra
medicina más humana es posible. Este es el gran aporte de Jamoulle. Gracias Marc.
2
3. 1
Jamoulle M. Information et informatisation en médecine générale [Computer and computerisation in general practice].
Dans: Les informa-g-iciens. Namur, Belgium: Press Univ Namur; 1986. p. 193–209. Available from:
http://hdl.handle.net/2268/170822.
2
Jamoulle M, Roland M. Quaternary prevention. WICC annual workshop: Hongkong, Wonca congress proceedings;
1995. Available from: http://hdl.handle.net/2268/173994.
3
Jamoulle M. The four duties of family doctors: quaternary prevention - first, do no harm. Hong Kong Pract 2014; 36:
72-7.
4
Jamoulle M. Quaternary prevention, an answer of family doctors to overmedicalization. Int J Health Policy Manag
2015;4(x):1-4.
5
Foucault M. La crisis de la medicina o la crisis de la antimedicina. Educ Med Salud197
6;10(2):156.
6
Moynihan R, Heath I, Henry D. Selling sickness: the pharmaceutical industry and disease mongering. BMJ 2002; 324:
886-91.doi: 10.1136/bmj.324.7342.886
7
Angell M. The Truth About the Drug Companies: How They Deceive Us and What to Do About It. Random. 2004.
ISBN 9780375508462.
8
Smith R. Medical Journals are an extension of the marketing arm of pharmaceutical companies. PloS Med 2005; 2 (5):
364-366.
9
Smith R. Medical journals and pharmaceutical companies: uneasy bedfellows. BMJ 2003; 326: 1202-1205.
10
Moynihan R. Who pays for the pizza? Redefining the relationships between doctors and drug companies. 1:
Entanglement. BMJ 2003; 326: 1189-1192.
11
Abbasi K, Smith R. No more free luches. BMJ 2003; 326: 1155-1156.
12
Menéndez E. El modelo médico y la salud de los trabajadores. Salud Colectiva 2005;1(1):9-32.
13
La Valle R. Sobre ciencia, epistemología y medicina. Revista del Hospital Italiano 201
2;32(2):
51-52.
14
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