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5486400-457200Clase 500Clase 5Desadaptaciones orgánicas: Trastornos del Sueño y Psicofisiológicos (Capítulo 6b) Trastornos del sueño El sueño Los trastornos del sueño son un problema muy común, y por eso el consejero debe entender la importancia del sueño y los factores que lo afectan. Al dormir, el cuerpo está inactivo pero el cerebro se mantiene muy activo. El sueño es el medio de Dios para proveer la restauración psicológica a nuestras mentes. Funciona como un alivio de tensiones. Un aumento de ejercicio mental resulta en un aumento de sueño MOR. Al soñar nuestras mentes se recuperan de la fatiga mental. Disomnias - anomalías en la cantidad, calidad y horario de sueño. La hipersomnia: sueño excesivo durante la noche y/o largos periodos de sueño durante el día. La apnea del sueño: sueño interrumpido por causa de los ruidos de los ronquidos o la cesación momentánea de la respiración. Síndrome de las piernas inquietas: es una sensación desagradable de quot;
hormigueoquot;
asociada con dolores por toda la pierna que impide concebir el sueño. La narcolepsia: sueño excesivo durante el día acompañado con debilidad muscular repentina; a los episodios de narcolepsia se los llama quot;
ataques de sueñoquot;
y son poco comunes. El insomnio: dificultad para iniciar o mantener el sueño que puede causar incapacidad funcional durante el día. El Insomnio mayormente resulta de un cambio en la temperatura interior del cuerpo. Insomnio al inicio resulta de una demora en la etapa de sueño. Insomnio del término resulta de un avance de la etapa de sueño. El ciclo de ansiedad del insomnio Algunos consejos sencillos para la higiene del sueño: Mantén un horario regular. Ve a la cama a la misma hora todas las noches y levántate a la misma hora todas las mañanas. Duerme en un ambiente tranquilo, oscuro y relajante y que no sea ni muy caluroso ni muy frío. Asegúrate de que tu cama sea cómoda y úsala solo para dormir y no para actividades como leer o escuchar música. Saca de la habitación televisores, computadoras y otros aparatos. Ejercitarse a diario pero evita hacer ejercicio horas antes de acostarse. Evita las comidas abundantes antes de acostarse. No acostarse con hambre o lleno. No tomar siesta. No fumar ni beber alcohol. No beber bebidas con cafeína tarde. Relajarse por las noches. Desarrollar un ritual antes de dormir. Recordar que la calidad de sueño importa más que la cantidad. Las Etapas del Sueño Etapa 1 – Somnolencia Etapa 2 – Sueño ligero Etapa 3 – Sueño profundo Etapa 4 – Sueño profundo de ondas lentas MOR – Movimientos Oculares Rápidos Parasomnias Las pesadillas: Sueños aterradores que tienden a ocurrir durante el sueño REM y despiertan a la persona, (Eclesiastés 5:3). Los terrores nocturnos: Tienden a ocurrir durante las primeras etapas del sueño y produce despertar parcial, confusión, desorientación y bajo nivel de activación del sistema nervioso autónomo, (Salmo 91:5). El sonambulismo – levantarse de la cama y caminar durante la cuarta etapa del sueño. Trastornos psicofisicológicos y principios bíblicos acerca de enfermedad Tres razones bíblicos porque las personas se enferman. La muerte, (Hebreos 9:27; I Samuel 26:10). El pecado, (Deuteronomio 28:15, 22, 27; I Corintios 11:29; Santiago 5:13-16; Proverbios 5:11). La gloria de Dios, (Lucas 7:11-16; Juan 9:1-3; 2 Corintios 12:7-10). Principios bíblicos de salud La salud física es importante, (3 Juan 2). Debemos ser buenos mayordomos del cuerpo que Dios nos ha dado, (1 Corintios 6:19-20). La falta de salud física no implica una falta de espiritualidad necesariamente, (Job 1:1). La condición espiritual puede afectar la salud física. Positivamente, (Proverbios 14:30; Proverbios 3:7-8; Proverbios 4: 21-22). Negativamente, (Proverbios 5:11; Salmo 32:3-4; Salmo 31:10). El ministerio espiritual a otros puede impactar su salud física, (Proverbios 16:24; Proverbios 17:22; Santiago 5:13-15). Los médicos y los medicamentos son fuentes legítimas de sanación física. Lucas era un médico, (Colosenses 4:4). Jesús reconoció que los enfermos necesitan el médico, (Mateo 9:12). La Biblia menciona el uso de remedios, (Isaías 38:21). No debe poner toda su confianza en los médicos y los medicamentos porque la sanación viene del Señor, (2 Crónicas16:12; Marcos 5:26; Salmo 103:2-3). El don espiritual de sanación ha cesado durante la etapa del Nuevo Testamento y no es practicado bíblicamente hoy. Dios todavía interviene sobrenaturalmente en ciertas ocasiones según su voluntad, (I Corintios 13:8-10; Santiago 5:13-16). Dios nunca promete la salud física a personas durante la dispensación de la iglesia. No estamos bajo la ley. Dios hizo promesas de salud a los israelitas en el Antiguo Testamento, que eran condicionales a su obediencia a la ley, que incluía leyes de dieta, higiene y control de enfermedades, (Deuteronomio 7:15; Éxodo 23:25). Condiciones físicas en las cuales los sucesos que tienen una importancia psicológica se relacionan en forma estrecha con los síntomas corporales. Síndrome de fatiga crónica Dolores de cabeza Síndrome de intestino irritable Trastornos cardiovasculares Personalidad Tipo A - Alto riesgo. ,[object Object],Acelerada, apresurada. Camina, habla y come rápidamente. Termina las oraciones dichas por otras personas. Logra terminar las cosas siempre más rápido que otros. Competitiva. Normas muy altas para sí mismo y para otros. Se mantiene bajo una presión continua. ,[object Object],Ambiente Estrés laboral Fumador Obesidad Dieta alta en sal Alto colesterol Hipertensión Inactividad Edad Género ,[object Object],Hostilidad Enojo Agresividad Impaciencia Frustración Nerviosismo Irritabilidad Cinismo Desconfianza Tensión Consejería Bíblica para reducir la susceptibilidad a la EC Cambiar el estilo de vida, (I Corintios 6:19, 20). Mejorar la dieta para controlar la presión arterial y los niveles de colesterol. No fumar. Hacer ejercicio más seguido. Tener un chequeo médico regular. Educarse - Mejor nivel de educación se relaciona con vivir más. Aprender a controlar las reacciones emocionales – Una respuesta bíblica siempre. Es posible aprender a tener paciencia, (Proverbios 16; especialmente 22-24; 32). Es posible controlar el enojo, (Salmo 37:7-8; 31:9-10; 14-16). Es posible ser controlado por el Espíritu Santo, (Gálatas 5:22, 23). Aprender formas menos estresantes de afrontar las situaciones. Confiar en la soberanía de Dios, (Romanos 8:28). No preocuparse ni estar ansioso, (Filipenses 4:6,7). Aprender a estar contento en cualquier situación y a descansar en el Señor, (Filipenses 4:11; Isaías 30:15). Evitar situaciones potencialmente estresantes, (Proverbios 4:10-15). Evitar aislamiento social, (Mateo 22:39; Gálatas 6:2; Juan 13:34,35). Mantener contactos con amigos y parientes. Ser miembro de una iglesia y otras organizaciones. Seguimiento después del primer ataque cardiaco por chequeos médicos regulares. Cáncer Consejería bíblica para una persona con cáncer. A continuación se encuentran pautas que servirán como herramientas para aconsejar a una persona que padece de cáncer. Se debe tomar conciencia de la relevancia de poder lograr transmitir esperanza en medio del sufrimiento, y sobre todo de tener presente el gran amor de Dios en medio de la difícil prueba. Aconsejando: Desperdiciarás tu cáncer si no crees que fue diseñado por Dios con un propósito para ti, (Job 2:10; 42:11). Desperdiciarás tu cáncer si lo percibes como una condena y no como un regalo, (Romanos 8:1; Números 23:23). Desperdiciarás tu cáncer si buscas alivio en tus probabilidades en vez de buscarlo en Dios, (Salmo 20:7; 2 Corintios 1:9). Desperdiciarás tu cáncer si te niegas a pensar en la muerte, (Salmo 90:12). Desperdiciarás tu cáncer si “luchas” contra él solo para estar vivo y no para anhelar más a Cristo, (Filipenses 1:21; 3:8). Desperdiciarás tu cáncer si dedicas más tiempo leyendo acerca de tu enfermedad y menos tiempo leyendo acerca de Dios, (Oseas 6:3; Salmo 1:2-3). Desperdiciarás tu cáncer si dejas que te conduzca a la soledad en vez de profundizar en tus relaciones, (Filipenses 2:26-27). Desperdiciarás tu cáncer si te entristeces como quienes no tienen esperanza, (I Tesalonicenses 4:13). Desperdiciarás tu cáncer si continúas pecando igual que antes, (Lucas 9:25). Desperdiciarás tu cáncer si no lo usas como un medio para testificar la verdad y la gloria de Dios, (Lucas 21:12-13). Consejos personales y espirituales para enfrentar cancer o enfermedad: Vive cada día al máximo, agradeciendo a Dios y disfrutando cada pequeña bendición y placer como un regalo, (I Tesalonicenses 5:16-18). Pide la ayuda y fortaleza de Dios para el día de hoy, no preocupándote de las semanas y meses que vienen, (Deuteronomio 33:25). Sirve a Dios hoy, mientras haya tiempo, (Juan 9:4). No temas de compartir tus pensamientos y miedos con Dios y con un amigo, (Salmo 18:1-6). Llora cuando te sientas mal, pero no desconsoladamente. Las lágrimas son de Dios para expresar las emociones y calmarnos, sin hacer daño a otra persona como lo hace el perder el control y gritar o tirar cosas, (Job 16:19-22). Sonríe; te hace bien física y anímicamente. La sonrisa trae paz y descanso emocional, (Proverbios 17:22). Analiza bien las prioridades en tu vida. Pon a Dios primero. Da más prioridad a personas y relaciones interpersonales que al trabajo, ambiciones, metas, y cosas materiales, (Mateo 6:33). Ama a otros: abraza a un niño, besa a un ser querido, visita a un viejo amigo, reconcíliate con un enemigo, (Juan 13:34-35). Lee buenos libros y revistas, es una manera de conocer nuevos horizontes. No temas expresar tu amor sexualmente a tu cónyuge, si ello no está prohibido médicamente. De todos modos, los dos necesitan expresarse su amor y cariño, (I Corintios 7:3). Prepara regalos, recuerdos, álbum de fotos, cartas o videos para compartir tus ideas y bendiciones con las generaciones venideras. Sé creativo. Deja una huella, (Deuteronomio 6:6-9, 20). Participa en un grupo de apoyo y estudio bíblico. Pasa un buen tiempo de cada día a solas con Dios leyendo la Biblia y orando, (Salmo 55:17). Cuida tu salud con una dieta saludable, descanso y ejercicio. Ayudará a tu cuerpo a resistir el cáncer y a tu espíritu a resistir el desánimo, (I Corintios 6:19, 20). Arréglate bien siempre. Un buen corte o una nueva prenda de vestir trae ánimo. Debes siempre hacer el esfuerzo de estar lo más presentable posible. No aceptes el diagnóstico pesimista. Los médicos no son “dioses” y pueden equivocarse en sus análisis. La vida y la muerte están en las manos de Dios, (Deuteronomio 30:19-20). Disfruta de las flores, las plantas, el jardín o un animal doméstico. Son pequeñas cosas que traen alegría y vida aun cuando llegas al punto de no poder salir de la cama. Planifica paseos y tiempos especiales con la familia y amigos, nadie sabe cuánto tiempo más pueden pasar juntos. Cada momento es una experiencia preciosa que no se va a repetir. ¡Aprovecha al máximo tus días! Da gracias a Dios en toda situación, (I Tesalonicenses 5:14-24, esp. 18) Recuerda que el cáncer es sólo una enfermedad. No es una sentencia de muerte. No amenaza el plan de Dios para ti. Es una oportunidad de conocer a Dios en una forma más profunda que nunca. Puede ser que se vaya o que se quede, todo depende de Dios.

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