2. Mi nombre es Nohemí y
nací en la Paz, Baja
California Sur, el lunes
veintisietede junio de
1994. Soy la hija menor
de Víctor Medina e
Iracema Zazueta. Tengo
dos hermanos mayores,
Víctor y Paul.
3. Era una niña muy risueña, llena de vida y
con una facilidad para socializar increíble. Y
aunque de aspecto de ángel era toda una
diablilla.
4. Mi papá nunca quiso
una, una que otra vez mi
madre lo descubrió
espiando desde el marco
de la puerta cuando ella
estaba bañándome o
alimentándome. Quizás
no hubiera pedido una
niña, pero una vez aquí,
me amo mucho, claro, a
su manera.
6. En una ocasión presentamos
una obra en el preescolar, el
cascanueces, yo estaba
molesta porque me habían
dado el papel de la bruja.
Cuando fue mi turno de
salir, me encerré en una
casita que era parte de la
escenografía. Patalee y
aruñe a todo el que intento
sacarme. Al final tuvieron
que ir mis hermanos por mi.
8. La vida en la colonia en la que me crié fue muy divertida.
Es una colonia muy unida, y éramos muchos niños y
jóvenes de las mismas edades. En las navidades solíamos
pedir un permiso, el papá de una amiga era policía, y
cerrábamos la calle.
O en el verano salíamos
todos con botes de
refrescos o de shampoo
llenos de agua a jugar
guerritas. O solía ir a casa
de una de mis amigas a
jugar a las barbies.
9. Mis amigas en ese entonces eran Carla y
Adriana quienes ellas eran mayores que yo por
dos años, después llego Alexia cuando yo tenía
ocho, ella es menor que yo por dos años y es
hasta la fecha como una hermana para mí. Mi
mejor amiga, mi confidente.
10. Cuando tenía nueve conocí a Cynthia una
hermana de la iglesia joven, que tenía una
hermosa bebé blanca como la nieve, con una
cabecita llena de rizos cafés claros como sus ojos.
Era bellísima, y muy pronto mi mamá y ella se
hicieron amigas.
11. En ocasiones Cynthia solía dejarnos a Annette y
nosotras nos la llevábamos al Centro o a
comprar el mandado. La gente creía que Annette
era hija de mi mamá y es que si daba la pinta, las
tres chinas, con el pelo color castaño claro y los
ojos del mismo color y piel blanca.
Prácticamente crecí con Annette, yo
rápidamente le agarre cariño pues siempre había
querido tener una hermana. Y luego la relación
con Cynthia se dio de tal forma que se volvió una
segunda mamá para mí y una gran amiga para
mi mamá.
12. Annette pasaba mucho tiempo en mi casa. Y luego
nació Pablo cuando Annette tenía dos años y luego
nació Camila cuando faltando poco para que cumpliera
siete. La relación con ellos cambió pero siempre para
bien, de cuidarlos
pase a ir a su casa
simplemente porque
estar con ellos me
hacia feliz, son como
mis hermanos, son
mis bebés y los amo.
13. La secundaria fue una época que me marcó
mucho, ya no era una niña, así que no podía
comportarme como tal, pero tampoco tenía la
capacidad de ser una adulta. Adolecente tenía
que ser.
14. Además aquí fue dónde conocí a mis mejores amigos,
amigos que aun hoy en día conservo. Nadia y Leslye
fueron las primeras. Lo cierto es que Nadia es por
mucho una de mis mejores amigas, y con Leslye
siempre me he sentido a gusto, es como una hermana
para mí.
15. Y también están Magnolia, Nelly, Laura y Andrea quienes
junto con Nadia y yo somos un desastre. Pero somos muy
buenas amigas. Un chistosito por ahí nos llamo un día “las
chicas anime” y resulto darle al clavo. A Nelly, Laura, Andrea
y a mí nos gustaba mucho y el nombre quedaba. ANNIME,
cada letra es la inicial de nuestros nombres, y desde
entonces cada año celebramos en noviembre nuestro
cumpleaños como amigas.
16. Luego llego Dinorah, Luis, Mauro, Delia, Shamir, etc.
Éramos un grupo bastante grande y en el receso éramos
todo un caos.
17. Recuerdo que en una ocasión compramos globos en la
papelería de la escuela, los llenamos de agua y comenzó
una guerra. Las risas y uno que otro globo volando por los
aires o estrellándose en el piso no faltaron ese día, y un
buen sermón por parte de la subdirectora. Yo era tan feliz.
Cuando salíamos
temprano nos íbamos a
la plaza que estaba
enfrente de la escuela o
íbamos al CREA, un
centro de deportes que
quedaba al costado de la
escuela.
18. Un día me invitaron a ser maestra de Jardín en la iglesia
central, yo acepte encantada pues siempre me ha
gustado mucho trabajar con niños.
Un día Cynthia, me pregunto que si podía ayudarles con
el cuartito de primarios, pues eran pocos hermanos en
la filial y necesitaban a alguien que les ayudara. Yo le
comente que ya era
maestra de jardín, pero ella
me dijo que en la iglesia
central había suficientes
personas como para que
alguien se hiciera cargo
pero la filial necesitaba
manos y yo era miembro
de la iglesia de Los Olivos.
19. En agosto del 2009 ingrese a la preparatoria Mtro. Marcelo
Rubio Ruiz. Fue una época maravillosa para mí.
20. Al fin encontré mi nombre en la lista del salón numero 4,
era el primero del edificio central, en la planta baja. Me
senté al frente y espere como todos los demás a que el
primer profesor llegara, a mi lado se sentó Lupita, en ese
momento no la conocía
pero a partir de ese día nos
haríamos inseparables hasta
el día en que se regreso a su
pueblo, cerca de Ciudad
constitución. Formamos
equipo ese primer día y
después de eso lo
seguiríamos haciendo por
los siguientes dos años.
21. Esa primera semana se formaron los grupitos en el salón
y se forjaron nuevas amistades, Lupita y yo conocimos a
Cristhian, él venía de Santa Rosalía. Al principio tanto a
Lupita como a mi nos gusto, ya saben cosa de chicas.
Pero con el tiempo se volvió nuestro mejor amigo.
22. En ese año comencé a volverme más independiente, y me salte
algunas cuantas reglas, nada grave. Cuando salíamos temprano
de clases Lupita, Cristhian y yo nos íbamos a casa de la hermana
de Lupita, donde ella vivía. Ella y yo solíamos cocinar mientras
Cristhian rebuscaba entre las películas alguna que no nos
hubiéramos visto ya y la ponía en el DVD. A veces solo éramos
lupita y yo.
23. Lo que me recuerda una ocasión muy chistosa. Cierto día
salimos dos horas antes, así que le hable a mi mamá y le
pedí permiso para ir a casa de Lupita. Cuando llegamos
teníamos mucha, pero mucha hambre. Pero decidimos
aguantarnos un poco para prepararnos una comida
decente. Espagueti, mmmmm…. Una vez que todo estuvo
listo apagamos la flama y probamos la pasta por ultima
vez, no estaba mal pero le faltaba algo de pimienta, grave
error. Resulta ser que la pimienta tenía huevecillos de
cucaracha. ASCO. Ya había pasado una hora desde que
salimos de la escuela, teníamos hambre, ya no había
pasta y teníamos hambre. Hubo que improvisar.
Sándwich de pollo con mucho queso y jamón. Al final no
estuvo tan mal, dos sándwiches y una hoya de pasta en la
basura después estábamos más que satisfechas.
24. En mi segundo año tenia que elegir una materia extra ya fuera
contabilidad o informática. Lupita, Cristhian y yo elegimos
contabilidad. Al principio a todos aquellos que eligieron contabilidad
se les hiso el pero error de su vida.
Pero a mí nunca me gusto mucho la informática y las matemáticas
me gustaban así que aunque la materia era dura y la profesora
estricta, le agarre gusto.
25. Ese año también conocí a nuevas personas pues los salones se
acomodaban ahora dependiendo de la capacitación que elegiste.
Contabilidad en unos, informática en otros. Conocí a Ceceña,
Quintana, Will y Estivaliz, nos hicimos muy buenos amigos, también
me rencontré con Patito, una amiga de la secundaria. Junto con
Cristhian y Lupita siempre hacíamos equipo.
26. Este fue el ultimo año que estuve con Lupita, aun mantenemos
comunicación. Es solo que ella era una de mis mejores amigas, cuando
se fue yo me sentí un poco solo, pero no era la única al principio
Cristhian también lo resintió, pero él es hombre y pronto se contento,
solo en ciertos momento como cuando comíamos bajo nuestro árbol
se daba cuenta de que falta alguien.
Supongo que a él le sirvió el
tener experiencia previa con
relaciones a distancia, y
bueno esas a mi nunca se me
han dado bien.
27. Mi segundo año también fue clave para aumentar mi
gusto por la lectura, entre este y el año que vendría fue la
temporada en la que más libros leí.
Este también me vi
muy involucrada en
la sociedad de
jóvenes y en las
fesjas.
Principalmente
sociedad de jóvenes
pues mi compañera
María ya no asistía
a la iglesia.
28. Los últimos meses del cuarto
semestre nos enviaron
orientadores para que nos
ayudaran a saber nuestro perfil y
cuál era la carrera que queríamos
estudiar. Para esto yo sabía que
quería ser maestra pero no sabía
de qué. De primaria… no se me
antojaba tanto. De preparatoria
como que no era lo mío.
Quedaban secundaria y
preescolar, me inclinaba más por
preescolar, pero también las
clases de español y literatura que
curse en primer y segundo año de
preparatoria me habían
planteado la Lic. en Lengua y
Literatura española.
29. Fue cuando hablando con
Chibi, una hermana de la
iglesia que me conoce desde
pequeña y que ha sido
maestra de cuna y jardín
desde que entro a la iglesia
ya hace mucho tiempo, que
ella me dijo que yo debía
elegir una carrera donde
pudiera servir a Dios y que,
¿Qué mejor que inculcarle a
un niño desde pequeño a
amar a Dios? Lo que yo les
enseñara a ellos a esa edad,
ellos jamás lo iban a olvidar.
Decidí que quería ser maestra
de preescolar.
30. Un día llegaron unos colpoltores a La Paz, que eran amigos
nuestros, venían de Navojoa. Hablando con ellos me
invitaron a ir a estudiaren Navojoa, y yo me emocione.
Pero cuando me puse a investigar me di cuenta que no
había carrera para educadora, ni de preescolar ni de
primaria.
31. Pero surgió otro problema, la
universidad era muy cara, pero eso
no fue un obstáculo y con ayuda de
un pastor, esposo de una
amiga, me prepare para colportar.
Él me ayudo mucho, me explico
todo, me dio técnicas de colportaje
y me levo a practicar. El colportaje
resulto ser pesado, pero cada vez
que salía a colportar oraba
pidiéndole a Dios que tomara mi
mano y no me soltara. Mientras
caminaba llevaba mi mano
izquierda en puño, segura de que
Dios la sujetaba.
32. Mi tercer año de preparatoria llego y yo estaba muy feliz,
tenia buenos amigos, una buena relación con Dios, mi
familia estaba bien. Todo parecía ir marchando
correctamente.
33. Este año también cambiamos de salones porque cada
uno debía elegir un paquete de materias. Yo elegí el
paquete cuatro, ciencias sociales y humanidades.
Principalmente porque era el paquete que más se
relacionaba con la carrera que yo quería estudiar,
educadora.
34. Pasaba mucho tiempo en casa de Cynthia con los niños,
especialmente porque yo sabía que me iba ir y quería
aprovecharlos al máximo. Cynthia solía bromear que solo
me faltaba mi propio cuarto en su casa.
35. Mi felicidad llego a su
punto máximo cuando
supe que mi hermano iba a
ser papá. Toda mi vida
había querido una
hermanita o hermanito.
Y aunque la novia de mi
hermano no era de mi
especial agrado al
principio, ella me hiso muy
feliz sin saberlo. Así que le
di una oportunidad. Se
casaron y el 5 de mayo
nació mi hermoso bebe.
Víctor Alejandro, idéntico a
mi hermano pero con los
ojos de su mamá.
36. En ese tiempo mi mamá y yo ya estábamos viendo lo de la
universidad, yo todavía seguía con la idea de irme a estudiar a la
Universidad de Montemorelos. Mi papá estaba firme con que no
iba ir, y en una que otra ocasión tuvimos problemas por eso, pero
yo tampoco cedía, sabía que eso era lo que Dios quería para mí y
yo también lo quería. Él quería que me quedara a estudiar en La
Paz, allí hay una normal, pero el examen era en sábado y yo ya
había puesto mis ojos en Montemorelos. Al final termino
apoyándome, supongo que se dio cuenta cuan en serio iba
cuando no presente el examen en la Normal.
37. Nery, una amiga esposa de un pastor, que trabaja en las oficinas
de la región estaba organizando todo para un viaje que iban a
tener los pastores a la Universidad de Montemorelos para un
simposio de teología. Ella nos comento que yo podía irme con
ellos y mi mamá y yo estuvimos de acuerdo.
Nos dimos a la tarea de alistar todo y de despedirme de mi familia y
amigos. Paul comenzó a portarse más cariñoso y sobreprotector que
nunca. Y yo disfrute lo más que pude de mis niños y mi sobrino.
38. Hasta ese momento me
había mostrado muy
emocionada con todo lo
de irme a la universidad.
No me molestaba la
distancia ni nada, pero
el día que Nery me dio
el boleto de avión me
solté a llorar, no quería
irme y a la vez si. ¡Ojala
pudiera traer a
Montemorelos a la Paz!
39. El día antes de venirme mis
amigos de la iglesia se
juntaron con mis amigos de la
escuela y me hicieron una
fiesta de despedida sorpresa.
Comimos pizza, vimos
películas y nos despedimos. A
la mañana siguiente me
despedi de Paul y mi papá y
mi mamá me llevo al
aeropuerto. No habíamos
avanzado ni tres cuadras
cuando abrazo a mi mamá y
me suelto a llorar. No pare de
llorar en todo el camino.
40. Al llegar al aeropuerto mientras avanzaba alguien me llamo.
Cuando logre encontrar a la persona que me llamaba me
encontré a nada menos que Luis y Leslye que habían ido a
despedirme al aeropuerto.
Conversamos un poco y me acompañaron hasta que llego el
momento de subir al avión. En todo ese tiempo no había
soltado la mano de Leslye.
Cuando me despedí de mi mamá comencé a llorar de nuevo.
No puedo evitarlo, la amo demasiado y nunca me había
separado de ella tanto tiempo. No al menos desde los cuatro
años.
41. Lo más chistoso es que tuve que pasar dos veces por el
proceso, pues traía unas cosas liquidas en mi maleta de mano
y ya no lo permitían. Así que salí de nuevo donde mi mamá y
mis amigos se habían despedido de mi y le explique a mi
mama lo que pasaba.
Ella empezó a sacar las
cosas y guardarlas en su
bolsa. Tendría que
comprarlas llegando a
Monterrey. Mientras ella
hacia eso yo seguía llorando.
Aun después de que el avión
despego yo seguía llorando
y no pare hasta pasados
unos minutos más.
42. El viaje fue muy tranquilo, los pastores que venían eran
en total ocho y conmigo éramos nueve. A todos los
conocía y ellos trataron de hacerme sonreír.
43. El simposio fue el 4 de julio, la matricula daba
inicio hasta el 20 de agosto, me había venido con
mucho tiempo de anticipación.
Tenía la intención de trabajar en la universidad
durante el mes que faltaba pero no había trabajo,
así que me quede con mis tías. Fuero una
vacaciones maravillosas, me reencontré con
familia a la que yo no veía desde hacía más de 14
años.
44. Disfrute mucho de ellas, el esposo de mi tía me llevo a mí y a mi
primo aun viaje que iba a hacer con su familia, iban a ir a
Matacanes un rio con una cascada, fue una experiencia tan
gratificante, aunque la mayor parte del viaje me llevaron
arrastrando, pues había partes donde había que meternos al agua
y la corriente me llevaba.
45. Después de eso me fui
lo que restaba del mes
a casa de una tía
hermana de mi mama.
No los había visto
desde hacía tres
años, fue bonito estar
con ellos. Ella me
apoyo mucho y cuando
llego la hora de venir a
la universidad me
acompaño en
todo, ella había
estudiado allí, así que
supo orientarme.
46. Han pasado muchas cosas desde que entre a la universidad, nuevos
amigos, el estar lejos de casa, trabajar y estudiar, tantas personas de
tantos lugares que comparten mí fe.
Pero si de algo estoy segura es que Dios me trajo aquí por algo. Dios
me trajo aquí porque él tiene una misión para mi, aun no se cual es,
pero tengo cuatro años para descubrirlo, o quien sabe a la mejor aun
más, digo también hay maestría y doctorado.