La Ley de Delitos Informáticos sanciona con penas de hasta 10 años a personas que cometan actos ilícitos informáticos. Algunos opinan que las penas son adecuadas aunque deberían ser mayores, y que la ley permitirá castigar 12 modalidades de delitos que antes eran impunes. Sin embargo, otros argumentan que la ley se aleja del Convenio de Budapest y mescla delitos que no son necesariamente informáticos.