2. ¿De que vamos ha hablar?
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Mesías.
Hombre Nuevo.
Sumo sacerdote.
Señor.
Palabra de Dios encarnada.
Hijo de Dios.
3. Mesías
• La palabra “Mesías” proviene del término hebreo
mashiah, que significa “ungido”. Su equivalente en
griego es “Cristo” Es un título central. El más usado
por todos. Así lo proclaman ya con entusiasmo los
primeros predicadores. El Mesías al que tanto
esperaban en algunos ambientes ha sido crucificado.
Parece increíble, pero ha sido así. No hay que seguir
esperando a nadie. Jesús es el Mesías.
4. • La figura del Mesías se
había vuelto muy difusa y
hasta ambigua. La mayoría
veía en él un descendiente
de la familia real de David.
Algunos pensaban en un
personaje sacerdotal. En
cualquier caso, casi todos
lo imaginaban con rasgos
de un liberador guerrero: él
terminaría con la
dominación romana,
limpiaría Israel de la
presencia de paganos,
restauraría al pueblo
elegido y establecería la
paz.
5. Hombre Nuevo
• Al parecer, Jesús nunca se llamó “Mesías” o “Cristo”.
Por el contrario, al hablar de sí mismo y de su misión
empleó con frecuencia una expresión bastante
extraña, de sabor típicamente semita*: “Hijo del
hombre”.
6. • Los evangelios utilizan la expresión “huíos tou
anthropou”, que es la traducción literal del arameo
“bar enashá”. Es una manera muy semita de decir
“humano”. Esta expresión resultaba inteligible y
enigmática a los oídos griegos, pero, incluso para
quienes hablaban arameo, referirse a sí mismo en esos
términos no dejaba de tener un cierto aire misterioso.
7. Sumo sacerdote
• A pesar de su riqueza, el título de
“Hijo de hombre” cayó pronto en
el olvido. Apenas les decía nada a
los nuevos cristianos del Imperio.
Algo parecido sucedió con otro
hombre introducido por un escrito
que llama a Jesús “Sumo
Sacerdote”.No logró abrirse
camino. Sin embargo, este título
sorprendente y hasta escandaloso
ilumina de manera profunda la
actuación mediadora de Jesús
entre Dios y los hombres.
8. Señor
• Jesús fue llamado “Señor” desde el principio. No
es solo un tratamiento de honor. Este título
encierra un contenido más profundo. Según los
primeros predicadores, es Dios mismo quien “ha
constituido Señor y Mesías a este Jesús”. A partir
de la resurrección, “Jesús es el Señor”.
9. • Para Pablo, esta confesión es
toda una síntesis de la fe
cristiana: “Si proclamas con tu
boca que Jesús es el Señor y
crees con tu corazón que Dios
lo ha resucitado de entre los
muertos, te salvarás.”
10. Palabra de Dios encarnada
• Así se le llama a Jesús en una especie
de “prólogo” con el que arranca el
evangelio de Juan. Después la
expresión desaparece incluso en este
mismo evangelio, nadie vuelve a
hablar así en las primeras
generaciones cristianas. Sin embargo,
esta expresión servirá más tarde para
ahondar*, desde la fe cristiana, en el
núcleo mismo del misterio encerrado
en Jesús.
11. Hijo de Dios
• Hubo otro título que llevaría a los cristianos a profundizar de
manera decisiva en la relación de Jesús con Dios. No es una
expresión aislada utilizada en algún escrito. Prácticamente en
todas las comunidades y desde muy pronto Jesús comenzó a
ser llamado “Hijo de Dios”,era un título arraigado
seguramente en el recuerdo que se tenía de Jesús, un hombre
al que habían visto vivir en una actitud de obediencia,
fidelidad y confianza íntima en un Dios al que llamaba Abbá
(padre).