SlideShare une entreprise Scribd logo
1  sur  35
Télécharger pour lire hors ligne
^^0 LXIV. NUIWS. XVllI Y XIX )Kic.NAs: SAGASTA. 17.—MAUKID AÑOf 
KKVISTA UNIVKKSAI. 1X( lí 1 Mrh.[>l< A W:- UI-IXAS AKfK--. LIKXCIAS. LITERATURA, ACTUALIDADES Y TURISMO 
SEGÓ VI A 
^ 
l l T T 
SP^. 
A I- C A Z A R (Torres del homeínaje). 
(Fortísimo castillo de origen romano, con adiciones árabes y con transíormacione» gotico-mu-déjares 
del XV y herrerianas del XVI. Elévase majestuoso 3- altivo, asentando los cimientos de 
su gallarda mole en alta y caliza roca, y presentando una fantástica perspectiva de ¡encantador 
efecto. El Gobierno de la Regencia le declaró monumento nacional en el año de 1773.) 
N'úd inero extraordinario. Precio: 2,50 pesetas.
oc 
GRAN FÁBRICA DE CURTIDOS Y LAVADERO DE LANAS 
D E ; 
HIJOS DE ENRIQUE REDONDO. - SEGOVIA 
C>tVS A . F ' U f S l D A D A EPM l e SO 
Los ;ittualcs dueños de esta importante fáltrica, coiincidisima en el mercado 
catftlán, especialmente, y en el extranjero, han procurado, sin escatimar gasto 
alguno, que sus talleres sean lioy unos de los mejores en su clase. 
A este efecto, poseen lavadcrob mecánicos modernísimos que les permiten-exportar, 
por término medio, la cantidad de 60.000 arrobas de lana. 
. Como las compnis, por lo ¡rcDcral, las efectúan en píeles, la fabricación de éstas 
es también de mucha importancia, y lo revela el hecho de sus grandes almacenes 
y existencias. 
)< 
•> — ¡ 
» t, '::^í^^^^^^BIM ^^^^ d e . c l a s l f i c a c i ón y d i s t r i b u c i ó n d e l a lana. tt 
Es, realmente, la fábrica que hace honor a la histórica industria ^^^"^^g-aús |( 
seguramente, dentro de muy poco tiempo será una de las principales de ^^^^^ ^ 
toda vez que sus diferentes dependencias han de ser ampliadas, en bre-v , 
con arreglo a las mayores exigencias (|ue fábricas de esta índole requieren^ ^^^^ n 
para la mayor facilidad en la distribución de los pedidos, además de ° ^3^3, Q 
^^^„ •..:,^^.^^ammmmm^^^^^mmm desalmacenes que poseen en Segovia. tienen r-stablecidos depósitos en ^.^^^ J 
Poseen igualmente en Segovia un almacén de paños: elaborados con ^ 
Lavaderos mecánicos. lanas de su fabricación. Jj 
ier iÉiio de UÉIÉ I ¡I0^  
F» R o F=l E X A R I O : j 
i mili iiKiiiKiiiK iiiiiiniiKf i.uiiv j 
Almacenesy despacho: Plaza Mayor, H- )¡ 
Talleres: Jardines de San Roque.-Sego^'^'jj 
Uno de los talleres. 
WF'-' 
• ^ 
' '^í^jrv» 
Ifc-í^' , ^^^ 
p ^•-••- 
s 
IE construyen toda clase de muebles de 
I lujo y económicos y se hacen obras de 
i carpintería en general. 
i Se sirven en condiciones ventajosas 
I toda clase de pedidos para fuera de la 
' capital. 
Dirección técnica a cargo del aparejador 
DON ECEQUIEL RAMOS VILLARREAL 
^ a 
Detalle del despacho de muebles.
~- MAvq I9¿t) LA ILUSTRACIÓN HSi'AíJUi.A  A-Mh-KlL-A-^A MiMS. iM V M;.—27j 
LJ rwl A R I O 
vi: I)i; Ila;, qqnu¡i„nLc-ecnnaa.. CCrrtt''miicc;;!!..-—De España para 
rtmérica. Sesovia, por Antonio Valdés. —Arte c 
'*'toria, por Carlos de I.ecea y García (cronista de 
^govia)._poemas de piedra. La .Casa de la Tie-noi* 
^''^ S'^R'^via, por Pedro de Répide.—Algunas 
2QV^^ '^'^'^''íi''"'te segoviano, por el marqués de Lo-g 
í'^'~"''^í*gov!anerías. por José Rodao.—Lo que 
p 'fiamos qiif: Sea la urbe segoviana, por Pascual 
-; 'ijardo (alcalde de Segovia).—Rttrizontes seijo-laiios, 
p,,,- Emulo Masera (gobernador civil de Se- 
HaV "^ los Si-ñores siiScriptores. —Esta ciu- 
^""-•Pí>rM. AlvarezCerrtn.—Kl alma de Segovia, 
por ..,icc-sla() Delgado.—La industria de a y e r y l.l 
• I ^^y ^» -Segovia. por Aíari.ino f 1, B.irtolonié (prc- 
Kiente de la Dijjutüción Provincia!).- -Actividades 
> ' ptitudes, por Luis Carretero. —Etnografía e liis- 
^^','a segovianris, por Gabriel María Vergara.—Se- 
» ^'<' y LA IUISTRACI(5W 'EÜPAÍSOLA V AMKKICANA, por 
' niarqu¿.s de Santa Cruz.—Monumentos, artes y 
1 "nramas de Segovia y su provincia. Fotografías 
^ Z"'^'''*'-'* anotaciones, por Benito de í'^utos Gó- 
•^- Industria pinariega de la provincia de .Segó- 
^•a, pn,. Octavio EIorrieta.—Gratitud. por A. V . - 
cnllc de Segovia en Madrid. Levenda de !a dama 
uiO y"*^^'^^^ por Luis de Aibar. -Él ceramista Da- 
. -íuloaga, por J. Oyarzun.—Arte v artistas con- 
^'-niporán.eos, por V. Fernándes Berzal.—La vida 
sid .'^""'*-''*^'" "^^^ Segovia, por Claudio Moreno (pre-ente 
de la ('.-ímara de Comercio).—Lo quo nos 
T)(^^!¡'' ^^ América y lo que a ella nos debería unir, 
Lj 'j^EUStín Moreno.—Hermoseaniiento de ciuda- 
•"• Lnsayo de |j5Ícolügía nmnicipíd, por Ignacio 
arral.~--ijj^.p^(.jjp., y literatos del día, por Mariano 
«••iiitanilla,—Crónica. Las afueras de Segovia. por 
__ pnzaio España.—Juan 11, el emplazado. Tradición 
so^^V^'-"' ^^'^' ^'^''•'"'•*'" Navarro Cámara.—Labor 
eiaj. Una interviú, por Hispano.—.'X.gricuitura y 
sj^^^dería, por José Ramírez Ramos. 
C>E: LA QUINCENA 
.,,„„„„ C R ó ÍVJ I C A 
i l^fAs pasados se inauguró solemnemen­te 
la Exposición del Abanico en el 
^ local de la Biblioteca Nacional, asis- 
S " ? " " tiendo al acto la real familia, auto- 
/•aesygran nimiero de aristócratas, 
al ^ "^^'Posición del Abanico en España es un 
i^at; de riqueza, de arte y de buen gusto. 
-1 la sala quinta, Isabelina v Alftnsina, se 
«arri]- 
tün 
"•a el abanico pintado en París por For-y~~- 
únicü del inmortal artista—, represcn-na 
dama con traje Luis XV y un per­ista 
°Ne de la comedia italiana. 
Xlv" '^ ^-^'^ primera, decorada al estilo Luis 
Cti r^^ ^'"íponen veintiún cuadros de la Reina 
(i , '"^con abanicos que se suponen fueron 
'^s esposas de Felipe iV y Carlos 11, 
ssta'^P P''*^ciosidades que se han reunido en 
noc '^P^^'ción, y el valor histórico de algu- 
^ abanit 
ICOS, hacen sumamente interesaníes 
ejihibi 
Clones. 
El 
'iialestai 
Dre "^'Jndo entero. Aqui en España hemos 
ci^j^^^Jíido estos días los mítines y constitu- 
Por f^ ^^ í-^gas para cambiar el calzado usual 
* * 
cunde de manera formidable 
^ •democrática alpargata. 
(JQ g. ^." ' °^ Estados Unidos, a fines del pasa- 
" ' . en varias de sus principales ciuda­des— 
Nueva York a la 
cabeza—iniciaron esta 
protesta contra ia ca­restía 
del calzado, del 
vestido, subsistencias, 
etcétera. 
En Inj^iaterra fan:- 
bién nos dicen los tele-grainas 
de la Prensa 
diaria que se extiende el 
movimientode protesta. 
Y es que la vida la 
están poniendo impo­sible 
los acaparadores, 
logreros y demás gente 
del vivir de ocasión y 
de ganga. 
No vamos a discutir 
si está bien o mal pen­sado 
la tácita constitu­ción 
de la ya célebre 
Liga de la Alpargata. 
jPara qué? Nos basta 
con saber que ello pro­viene 
DE LA i-lliSXA UE ACRlCULTUItA: Lüi ASiSTENTK.S AL iXSTlVAL VlENtJ£> FUNCIONAR 
de una angustiosa lucha por el vivir; 
que es no un desahogó de buen humor como 
alguien lo ha calificado, sino una protesta 
contra lo inaguantable de la carestía absurda, 
y hasta temeraria, que el calzado ba tenido en 
España. 
Ojalá se proponga el pueblo español sacu­dir 
el yugo de los explotadores y arrecie en 
sus protestas hasta conseguir quii.el ccmercio 
sea un negocio licito y lucrativo—como debe 
ser—pero no una especie de bandidaje sordo 
y a mansalva como lo estarnos padeciendo. 
¡Un puco de decoro, señores comerciantes, 
altos y bajos, que e! sufrido, apacible, bona­chón 
y un poco candido pueblo español pue­de 
cansarse! 
Y cuando los pueblos se cansan de sufrir, 
sobrevienen las catástrofes... 
1^ más palpitante actualidad en estos días 
que corren del florido mes de mayo la compo­nen 
dos sucedidos, tristísimo el uno, no me­nos 
triste el otro. 
Un hombre pleno de vida, a los veinticinco 
años, ha muerto en el circo taurino. 
El pueblo de Madrid está sin pan. 
Hay que ir, una vez más, dándole golpes a 
nuestra excelsa fiesta nacional{). 
Es vergonzoso, enormemente vergonzoso, 
el auge que todo lo toreril ha tomado: parece 
como que se vive por y para los toros. En el 
extranjero nos miran a través de una lente que 
da visiones falsas y nos creen señores ex­clusivamente 
de pandereta, Claro, que son 
los señores extranjeros que solamente por ser 
europeos o norteamericanos se creen super-civilizados. 
Los verdaderos hombres civiliza 
dos y cultos son aquellos que constan te i nen­ie 
estudian e investi­gan, 
y éstos saben có-moesEspaña 
aforíuna-damente. 
Peí o nosotros—¡bue­no! 
diremos nosotros 
para no lastimar—nos 
enipeñamos en que se 
nos conceptúe mal. 
Una Prensa diaiia y 
giáfica, que dedica casi 
todas sus planas a lese-ñar 
la muerte y actos 
en vida de Joselito, nos 
parece lamentabilísima, 
y ella culpable de que 
el pueblo entero se ape­ne 
por la mueite de un 
torero. ¡Por Dios, seño­res, 
que pretender ha­cer 
duelo nacional la 
UN TRACTOR (j^of. Enn'í/ue.) 
qué bienes ha reportado a la Humanidad Jose-lito 
el torero? 
La muerte de un hombre a ios veinticinco 
años es espantoso, y apena a todo corazón no­ble 
y bueno. La muerte de un torero nos debe 
tener completamente sin cuidado. 
Nosotros desligamos por completo a José 
Gómez Ortega, que üios le dé gloria, con Jo-selito 
el toreío. 
Recordamos que cuando se recibió en Ma­drid 
el cablegrama del desastre de Cavite era 
domingo y había tiesta de toros: jla plaza de 
Madiid, se llenó por completo! Al día siguien­te 
de la muerte de Joselito se suspendió la co­rrida 
que habla anunciada: ¡bien hecho! y 
aunque se suspendieran todas nada perde­ríamos. 
Una pregunta: ¿Qué fué más pérdida y más 
dolor nacional, la derrota y muerte de nues­tros 
hombres allá y la separación, por ende, 
de nuestras tierras coloniales o la muerte, 
siempre lamentabilísima, de un torero? 
Pero Madrid está sin pan, y esto también es 
una tragedla, aunque nuestr-as autoridades y 
el supremo Gobierno no lo crean. 
En la Plaza de Talavera corrió Ui sangre de 
un hombre que no debió morir, que no hubie­ra 
muerto si no hubiese sido torero: y el pue­blo 
se consternó. El pueblo español padece 
necesidad, hambre en una palabra, y nuestros 
Gobiernos no se consternan. 
¡Ah! Pero se preocupa—éste como todos—. 
de que no se altere el orden público. ¡Como 
que gobernar es eso: que no haya alteración 
de orden público, aunque todos nos muramos 
de asco...! 
Nuestro ministro de Estado, y con él el res­to 
del Gobierno, y con el Gobierno todos los 
políticos, deben fijar su atención muy deteni­damente 
en io que está pasando en Méjico. 
Habla la Prensa de preparativos de inter­vención 
yanqui en la nación mejicana. Nos-otios 
creemos que la guerra pasada, con to­dos 
sus fracasos, terminada oficialmente por 
el Tratado de Versalles había hecho la afirma­ción 
de las nacionalidades, y había proclama­do 
la plena libertad de los pueblos. La Liga 
de las Naciones parecía ser una salvaguardia 
del Derecho, de la Justicia y dé la Libertad: 
en ella, la nación española tiene un puesto, y 
nuestro representante debe reclamar con clari­dad 
meridiana y con energía el respeto debi­do 
a cada país. 
Y en este caso especial de Méjico, como 
cuando se trate de cualquier otra nación his­panoamericana, 
tenemos el deber de interve­nir 
a tiempo para que no surja el atropello. 
Son aquellos hombres de nuestra misma 
*"AMiLi REAL EN LA INAUGUttAClÓN DE LA KXPOSICIÓN DE ADANICOS 
(fol. hnrique-} 
pérdida de Joselito, de 
un tíirero,es el acabóse! 
¿Quéera Josenio,qué hombros en estos críticos momentos^ por que 
representaba Joselito y atraviesa la nación centroamericana. 
raza, nos unen aún vínculos de sangre, y es 
responsabilidad histórica el encogerse de
NÚMS. tS V 19.—274 LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA 35 y 22 MAYO 19-* 
De España tara América 
S^oLfia. 
ON la satisfacción de ver por los ca­niles 
de la realidad un pensamiento 
noble, patriótico y práctico nos po­nemos 
a escribir este articulo. 
La veneiable Revista que cuenta sus anos 
por más de sesenta; la que ha sido madre de 
todas las revistas actuales; la que en sus pá­ginas 
acogió a la flor y nata de los escritos de 
los grandes literatos de varias generaciones; !a 
que st; fundó con el ánimo de estrechar amo­rosa, 
íntimamente, las relaciones üntie las na­ciones 
del Muevo Continente con la quijotesca 
y desinteresada madre la vieja España, surge 
otra vez potente y altruista dispuesta a una 
labor de amor y desinterés para echar sobre 
sus canas más laureles, para hacer el bien que 
pueda por los españoles y los hispanoameri­canos. 
España, con el descubrimiento de América 
por Colón, engendró a veinte naciones. 
Ha cien años empezó la emancipación de 
las hijas, ha más de veinte terminó definiti­vamente. 
Kubo luchas y dolores para esas se­paraciones, 
que son ley de vida. Después, 
frialdad en el hogar materno, en los nuevos 
hogares. 
Corrieron los años. La madre ha visto que 
sus hijos emancipados son fuertes, robustos y 
dignos de ella. Los hijos poco á poco han vis­to 
también, desoyendo las malas consejas de 
los intrusos y perturbadores de otras razas, 
que es un orgullo ser descendientes de Hís­panla. 
Desaparecidos de la tierra descubridores y 
colonizadores; acabada definitivamente ia do­minación, 
nos encontramos los españoles de 
ahora y los americanos actuales, que somos 
hijos legítimbs de aquellos que—llenos de de­fectos 
y llenos de virtudes—fueron nuestros 
padres. Los corazones en ia hora presente la­ten 
con fuerza, por las venas rápidamente cir­cula 
la sangre hispana aquí y allá, y cayendo 
de los ojos de la razón la venda que los cega­ra, 
fijamos un instante nuestro pensai, nos 
reconocemos y nos damos pecho con pecho 
el abrazo fraterno más cordial y más apretado 
que nunca... jSomos hermanos! 
Acabó la ceguera; terminaron las pasiones; 
la ecuanimidad y la razón nos guia; el cariño 
nos atrae. Demos un viva a España y a la Amé­rica 
española! 
Desde que se íirmaron el armisticio y la paz 
entre los beligerantes de la gran guerra pasa­da 
empezamos a observar que las naciones 
como Inglaterra. Erancia. Italia, etc., y sobre 
todas ios Estados Unidos fijaron ansiosamen­te 
su mirada en la América española del Cen­tro 
V Sur. Pueblos vírgenes, pletóricos de 
riqueza y vida, son estos de América el por­venir 
del mundo. No les conviene a las nacio­nes 
europeas ni a la norteamericana que Es­paña 
se acerque aún más de lo que está con 
aquellas sus hermanas. 
Pretenden, como siempre, que para nos­otros 
llegar hasta los americanos y los ameri­canos 
hasta nosotro.s pasemos por el tamiz 
de sus conveniencias o egoísmos. No debe 
ser y no será. 
LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICA-NA e s tá 
di!ipuesta a trabajar sin reposo para dar a co­nocer 
la España actual, con sus riquezas aríis-ticas 
y monumentales de antiguo, con su co­mercio 
e industria actuales. 
Es preciso, y lucharemos hasta conseguir­lo, 
que en las repúblicas hispanoamericanas 
sepan cómo es la España de ahora, y procu­raremos 
que los españoles sepan también 
cómo es la América actual. 
Una nueva era va a empezar en el conoci­miento 
y en el intercambio general entre las 
naciones hispanoamericanas y España. Nues­tro 
augusto Soberano va allá. Cuando don 
Alfonso KIU pise tierra americana será el 
principio de esta era. ¡Momento solemne, 
grandioso, que tendrá por si solo la vii tud de 
la'aproximación más pura y real! 
El descendiente en el trono de Isabel la Ca­tólica 
irá como nuevo Colón a hacer un des­cubrimiento 
definitivo; el descubrimiento del 
amor, de la fusión, de la indisolubilidad de la 
raza. [Acto romántico, acto espiritual! El otro, 
el material, obra tiene que ser de los Gobier­nos 
de aqui y de allá, de los americanos y de 
los españoles que con la luz de la razón vean 
cuan grandes y poderosos podemos ser los 
cien millones de hombres de raza hispana 
con sólo unirnos y mutuamente protegernos. 
¡Acaben de una vez y para siempre, la fal­sía 
y el egoísmo extranjero, que siempre fué 
en perjuicio y desdoro de nuestros intereses 
y reputaciónl ¡Huya la leyenda y deje paso 
franco a la historia real! 
El león de la raza, bramando e impotente a 
las injusticias del Destino, reculó hacia la 
Cueva inmortal, y sufrió un letargo de años de 
rabia y de dolor. La sangre de este rey corre 
pura por nuestras venas: alienta en nuestrospe-chos 
bizarra y pujante la nobleza y la hidalguía; 
pueblií de conquistadores y de héroes, de sa­bios 
y de santos, de mártires y de románticos, 
tiene vida imperecedera. 
Las generaciones del día no tienen prejui­cios; 
extintos los dolores no quedan sedimen­tos 
de odio. Todo es amor y todo es alegría. 
Con infantil ingenuidad, con retozona alegría 
vienen los americanos a España y... cómo 
van a ser extranjeros si están en la casa de 
su madre!!! 
Acuden los españoles a América y ven el 
hogar filial lleno de luz y de pujanza, grandes 
y nobles, aptos para todas las empresas; y 
también la alegría rebosa en nuestros pechos 
^Podremos ser los españoles extranjeros en 
América, estando en la casa del hermano...? 
Hemos tenido un pensamiento, y la idea 
cuajada hoy en realidad la damos a los cuatro 
vientos con la fe del convencido. 
Para que en América sepan la verdad de 
cómo es la España de ahora. LA iLusrnAcióN 
Esi'AiíOLA Y .'VMEKÍC.^NA, va a dar periódicamen­te 
en números extraordinarios, las provincias 
españolas. (Cómo? Como da hoy a Segovia. 
Hecho el número intei^ramente por los sego-vianos. 
En él. los escritores y poetas, los hombres 
de ciencia, los de las prolesiones liberales, las 
autoiidades y los que ejercen cargos represen­tativos, 
los" industriales y comerciantes, etcé­tera, 
compenetrados perfectamente de nuestro 
pensamiento han hecho la exposición de la 
vida actual sejíoviana. 
Estos castellanos—naciones americanas^ 
os dicen cómo es la Segovia del año 1920; y 
os lo dicen sin lalsía y sin engaño, os lo dicen 
noblemente. 
Y en esta forma daremos a conocer las cua­renta 
y nueve provincias de la nación. 
Labor ardua, cansina, abrumadora, hemos 
tenido todos los colaboradores de esta magna 
empresa. El pago lo recibimos con creces, en 
la intima satistacción de ver hecho realidad 
nuestro pensamiento. 
Seguiremos este trabajo patriótico que nos 
hemos impuesto, sin desmayo en' la lucha, 
ofrendándolo todo a la Patria y a la Raza. 
Antonio VALDES 
ñne e Historia. 
¡fíj de tan alta estima la labor que, des- 
M de mediados del .pasado siglo. '•e^^.'^_ 
jl zan sabios arqueólogos y .^^P^'^^^L,! 
.,oo=>,oj| nístas eruditos, con el notii''^.''"*' ^^ 
de dar a conocer al mundo culto las ril^^^'. 
inapreciables que constituyen el patrinion 
artístico de España, que no hay Palabras su^^ 
cientemente expresivas en el hermoso i"'"' 
castellano para ensalzarla cual es debido- 
Revistas ilustradas, guias de viajeros, 
bums fotográficos, cartillas de eíí'^"''^'?"!f[¡¿ 
manuales, libros valiosos y obras espléi"J'° . 
de científica enseñanza, difunden por ^°^^ ¿. 
lo que son y lo que valen las bellezas sm n^^ 
mero que atesora nuestra patria, lo cnisnio 
monumentos arquitectónicos civiles <l^^ 
templos, alcázares, mansiones señoriales, af 
plásticas y toda clase de objetos ornsni 
tale.s. .5 
Fielmente reflejadas en semejantes estu 
las impresiones que esas y otras varias o ^^ 
artísticas inspiran a los que las *^^^'^''^'^.^^;o 
afición que despiertan sus escritos y el m ^j^ 
que producen en la cultura general aunifí ^ 
de tal suerte, que vienen a constituir un 
dadero timbre de honor para la genera 
presente. . ¡^, 
La parte destinada en lan notables P^^.^^Q, 
clones a delinear el rico tesoro de maraví 
grandeza que aún conservan cuidadosain^^^^ 
algunas regiones ee Sspp aa iñioulmaas s.71uUeWlIeV s.-'—er• i'"'^^'^n rfi-chable. 
no sólo por la exactitud con q.ue ^P 
cía la importancia cierta de algunas cons ^^^ 
clones geniales, el gusto estético, el s^" ' y-detalles 
y los primores de los grandes "} ,^ 
mentos. sino también por lo que recor»' ^.^^ 
la consideración y el aprecio a los de "^ j. 
relativo.-salvo opiniones discutibles, en ^^, 
y otros, sobre la integridad actual de ^^* ¡g, 
junto, sobre los nombres de los autoies a 4 ^^^_ 
nes se atribuyan, o por su mayor o '^^"""'jy^tos 
ligLieddd, ante la carencia absoluta de 
positivos. ^igu- 
No suele brillar tanta certidumbre e" ^,5 
no o algunos de los relatos históricos'^O'^ ^g 
los escritores adornan a veces tales °^^^^^» 
por falta de conipettincia literaria, sino P^^^, 
premura con que realizan sus visitad '^'^•eiri-siohes, 
o, más bien, porque en ahorro'de ^^^^ 
po parrt comprobar sucesos poco esolaie'' „ 
se valen de los primero.s textos que a su , 
llegan y los siguen, de buena fe a no .jjio 
lo. aunque no sean fuentes seguras de^ 
fidedigno. nlu^^'* 
Aqui, en Segovia, se ofrece un ejenip -. 
confirma este juicio. Un escritor t^"'"^ ^,511 
uio (omite.se su nombre en Justo rtspe •]o' 
bueíia y honrada memoria), literato, '^'^'^.jgraf" 
go, poeta, historiador de alto vuelo. P" pii-insígne, 
de celebridad por nadie '^*^^''-'',pre' 
blicó, hace más de cincuenta años, sus 
siones de viaje a esta tierra, pt>'' '"" 
ta'* 
s^oIle^ uc Viaje a esla tierra, poi "-^ .¡uilü^ 
ameno e instructivo que ninguno de '^ ^_^ |^¡i 
se han ocupado después en parecida ^^ 
logrado igualarle. u-.ne'^^^^ 
Admirable su libro bajo todos los "^íJ^^^U' 
del arte, cayó inadvertidamente su ^''"1;. ^p r 
tor (aiiquando houns dormitat Hotnerns) ^^^^^Q 
mentables errores por haber acogido ^ jg 
buenas dos equivocadas afirmacione-- ^^e 
tanto bulto fueron aquellos errores, coni ^^ ^^, 
llegaron a calificar áe fantástica ^^"^"^^K^ piáS 
yenda siti apoyo uno de los sucesos ^^VÍ»' 
gloria para este antiquísimo pueblo ^.^^¿rico 
no., a pesar de ser verdadero hecho i ^^^p-plenamente 
comprobado, a la vez *^ gj^, a'' 
sidera con tal carácter una vulgar con .J^-pof 
tamente ofensiva para ese mismo pue
' 5 V22 MAVO J,Q30 LA ILUSTRACIÓN' E.-PAÁOLA V AMER!CA'..A NL'.MS. :H V 1 9 . — 2 7 : 
iberia leído en rancios anales, inexactos en 
"luchas de sus anónimas referencias. 
'^|ás aún. A los dos grandes hombres que 
jsaliZaron aquel hecho de gloria inmarcesible 
^s retrata el ilustre sabio como caudillos ri- 
'ale^, y los supone empeñados en fuertes con-lendas 
y tumultos populares, a! frente de 
gestes enemigas, con fines de ambición pu- 
Jiible, siendo así que las contiendas y revuel-asi 
en que los incluye ocurrieron un par de 
^iglos después de la muerte de ambos caba- 
_ ^"""^s. Lastimosa en demasía la tremenda equi- 
•^ocación aquella, resulta más grave aún si se 
lene en cuenta que los dos valerosos guerre- 
•^os vivieron siempre unidos en la más íntima 
^^oniunidad de afectos e intereses, hasta el 
punto de que, por falta de sucesores directos, 
S'ii'on (JQ mutuo acuerdo su inmenso patri- 
"ifniü al pueblo de Segovía y a sus nobles 
'majes. 
. ^^ la inadvertencia casual del gran publi- 
^•sta referido, cobijada a la sombra de la au-ondad 
de su nombre celebérrimo, ha prove­cido 
alguna otra sensible caída en igual trtf- 
P ^'¿0. Por eso apuntamos la necesidad de 
^C'inprobar discretamente los sucesos antes de 
Y'os el calificativo de realidades históricas, 
y 'a conveniencia de leer con previsora caute- 
[^í^ Hileras reseñas de que suelen ir acom- 
P^nadas algunas de las publicaciones escritas, 
P'mcipaimente para uso de touristas y aficio­nados. 
";-& iiistoria no se escribe por impresiones 
"^ .leiivas, cual la descripción de las obras mo- 
|^"¡neníales, sino con el prudente y sano cri- 
^^'0 que aconseja la critica racional, cuando 
^° hay a la vista documentos o testimonios 
^ autenticidad positiva que sirvan de base y 
^Poyo a los hechos historiablss. 
Carlos de LECEA Y GARCÍA 
(Cronista de Segovia.) 
Poemas de fiiedm. 
£(1 * Casa de ía Tiefra > de Segouia. 
NTRE el Azoguejo y San Millán, al co­mienzo 
dtíl picaresco y misterioso 
barrio de las Brujas, álzase un case-y 
^_=^ ion de piedra con ancho balconaje y 
^" blasón singularísimo sobre la puerta de su 
''«da. Llámase, ¡oh prestigio de un bello 
""I^^^'I^Ma Casa de la Tierra. 
ecir la Casa de la Tierra es un enorme 
tarft-^.'^'^ todos los tiempos, y en ese lugar 
Se P'*^*^ ^*^^ viejo arrabal segoviano, donde 
extiende un barrio medroso y de misterio, 
1^ T^onibre suena a mayor maravilla aún que 
lad^ ^^ raigambre terrena y ciudadana. A un 
^^0, la muralla, y al otro, efcerro del Calvario, 
ce^ ^ ^^^ montaña de oro. que aiza sus cru-bra'^*^ 
^^ el campo de un viejo cementerio he-da^*^*^' 
''"litan ese caserío, donde la vulgari- 
«diticj, 
'as casas plebeyas está rota poi' dos 
t^j -'*^s típicos y admirables. La ^iglesia ve- 
^ • a sorprende por su arte remoto, cuya'rraza 
órri ^^^ se nos representan, propicios al des-yenrT 
^^^'^^ií^t»- Y ese ininenso palacio con le-cuv 
^'nifistra que nos recuerda ei crimen 
yo relato nos asustaba cuando niños, y 
'«eslía (tif^U.-^^v..^A,. .. ^..^^...:.A^A ^„,-t^Ll^ 
'}^ de las 
^•enecií construcciones, esa galería de traza 
g,.g . ^^i^> con el prim'or de .sus arcos j la 
baj-.^ "^^ ^^ balaustrada elegante, como el 
Y^" de los Dux sobre el Adriático. 
ber. ^^S*^'' coino una afirmación de la sola so-de 
a 1^ ^*^nfi'sible y de un envidiable régimen 
la T" ^^"^^ democracia, aparece esta Casa de 
rned'^''^^' '^^^ " ° ^ recuerda una institución 
flue ^^^'- ^^^^'^^ y ejemplar. Este era el palacio 
la o^^''^''a de aposento a los procuradores de 
si(Jaj'^^""dad y Tierra de Segoviao IJniver-blas 
¿ '^ Tierra. Y es curioso, en verdad, el 
cJiJQ j". ^"^ ostenta sobre su entrada. Un amor- 
Un '^"diendo el arco y teniendo al otro lado 
de] ig '^5°- ^^ interesante la interpretación 
''ogiífico, que establece una armonía en­tre 
el amoroso emblema y el símbolo hermé­tico, 
que igual puede estar relacionado con los 
comerciantes, con los médicos o con los la­drones. 
Eran frecuentes en el viejo régimen caste­llano 
estas Comunidades de la Tierra que se 
anticipaban a las teorías georgístas, como los 
sistemas políticos de Castilla y de Aragón die­ron 
a sus Estados lo que después, y conside­rándolo 
como un progreso, habían de instau­rar 
para su gobierno los países de Europa, te­nidos 
por modelos de democracia. Estas Co­munidades, 
cuyo principal objeto era el dis­frute 
y aprovechamiento en común de los te­rritorios 
que pertenecían a los pueblos que la 
formaban, llegaban a la defensa pública de sus 
deiecliüs, y harto memorable es en la historia 
el momento en que sus voceros lucharon en 
nom'bre de las libertades, cruelmente abatidas 
en la jornada de 'illalar. 
Días tíñ que los Quiñones, que eran la mi­licia 
de la Comunidad recién constituida en 
medio de las contiendas de la reconquista, vi­gilaban 
los desfiladeros de la sierra para im­pedir 
las rachas de los moros que,desp(iseído5 
de sus dominios en tierra segovíana, y arro­jados 
hacia Madrid, hacían, volviendo en rá­pida 
incursión a los dominios que fueron su­yos. 
La Comunidad, fortalecida con sus dere­chos 
y sus armaSi no supo, sin embargo, al 
correr de los tiempos, resistir a las peticiones 
de Jos Príncipes, que desde plena Edad Media 
hasta ya comenzada la Moderna, arrancaron a 
ios fieros comunales para su satisfacción es­piritual 
o corporal. 
Paraje propio de esta Comunidad era ese 
valle de Lozoya, de tan magnífica belleza. De 
allí separóse el Real de Manzanares, que de 
sitio de placer de los Monarcas de Castilla 
pasó a ser propiedad de la casa del Infantazgo, 
y de allí también el incomparable del Paular, 
para cuya fundación inovió quizá al fraticida 
Tr-íistaniara, el recuerdo de su crimen, ya que 
en aquellos días legendarios bastaba, por lo 
visto, para espiar e! más h-jrrible delito, el le­vantar 
una espléndida residencia destinada a 
una Orden religiosa que allí entretuviera su 
buen vivir impetrando la misericordia divina 
para el delincuente arrepentido. 
Y esa cartuja gloriosa en nuestro arte, en 
nuestra historia y en nuestras tierras, no es la 
única residencia maravillosa alzada en tierra 
de esta Comunidad. Balsain y El Pardo, pri­mitivamente 
modestos cobijos para el descan­so 
en cacerías reales, fueron transformándose, 
hasta adquirir, sobre todo el segundo, la gran­deza 
de una suntuosa mansión, entre palacio 
y fortaleza, de esta tierra, y con análogo ori­gen 
convirtióse la Granja de los Jerónimos, 
aposento dé descanso regio, en posesión fas­tuosa, 
hasta llegar a ser el Real Sitio de San 
Ildefonso. Así también el de Riofrío, aunqué-la 
dehesa y soto en que fué construido perte­necían 
al marqués de Paredes, en 1751, cuan­do 
lo adquirió dona Isabel de FfiT-nesin, pro­cedían 
del mismo terreno comunero. Y el de 
Aranjuez, cuyo primitivo palacio, edificado por 
la Orden militar de Santiago para recreo de su 
GranMaestre, Suárez de l^gueroa, estaba en­clavado 
en lo mejor del sesmo de Valdemoro, 
que pertenecía a la Comunidad de ja Tierra de 
Segovia, hasta que Isabel !a Católica, tan poco 
agradecida a los segiwianos, le segregó de la 
Corporación para cttncedérselo como regalo a 
los marqueses de Moya. 
Y c u a p ' " '•'•^'•ne el Prudente quiere imitar 
los días -1^' su padre, y dar en otro 
Yuste un _ lU y postrero refugio a su espí­ritu, 
elige también asiento para ello en la mis­ma 
Comunidad y Tierra, porque primero in­tenta 
levñiitar el monasterio y panteón en San 
Cristóbal, a media legua de Segovia, y des­pués, 
porque exisHendo ya el Parral, conven­to 
de .Ierónim^. stinado a esta Orden el 
nuevo edifici'",. lía que hubiese tan pró­ximas 
dos casas u- la misma religión, decidió­se, 
después de recorrer por sí mi.'smo la cordi­llera 
carpetana, erigirle en la dehesa de las 
Herrerías, donde ha perpetuado su fama en 
ese monumento, que es el relrato de su alma 
*y la más firme y fiel representación de la Es­paña 
de su tiempo. 
Por cierto que cuando determinóse el sitio 
más a propósito, y en la reunión celebrada el 
30 de noviembre en Guadarrama, para recibir-el 
juez de bosques informaciones a los veci­nos 
de las aldeas de las cercanías sobre la 
fundación del gran edificio, levantóse el alcal­de 
de Galapagar, protestando contra la conti­nua 
expoliación que de las tierras comunales 
se venía haciendo, y acabó diciendo así: 
«Asentad que tengo noventa años; que he sido 
veinte veces alcalde, y otras tantas regidor, y 
que el Rey ha.'ú ahí un nido de orugas que se 
com'a toda esta tierra». Que así en aquella épo-cadel 
deZalamea hablaban los alcaldes frente a 
toda otra potestad cuando se intentaba algo 
que fuese en contra del bien y de la soberanía 
del pueblo. 
Y de este modo, sufriendo tales mermas en 
su territorio y derechos, y después de haber 
padecido en sus fueros y en sus armas la de­rrota 
de Villalar, ha seguido, sin embargo, su 
existencia la Comunidad de la Tierra de Se­govia, 
como sus otras Corporaciones herma­nas, 
hasta 1837, en que las alcanzaron las le­yes 
desamortizadoras, n • en todos los casos 
loables, y motivaron su transforniación en la 
Junta que actualmente existe, porque no es 
posible la radical desaparición de organizacio­nes 
de tan recia y tan honda raigambre. 
Pero ya no son los procuradores de la Tie­rra, 
nombrados en la víspera de la Santísima 
Trinidad, y uno por cada sesmo, reunidos una 
vez ai año en el convento de San Francisco, 
hasta que, más modernamenle, edificaron esta 
ca-^a en el barrio de San Millán, donde sus Jun­tas, 
más frecuentes, seguían lleva.ndo a la ciu­dad 
las necesidades comuneras y alzando sus 
peticiones aseguradas con la más noble y 
fuerte protección y defensa. 
Pero esta Casa de la Tierra, cenotafio de tan 
insigne Cuerpo perdido, ostenta todavia su 
traza de palacio de recia deinociacia, v el niís-teiioso 
emblema del ainoi' que hiande su iirco 
y tiene a su otro lado el hermético caduceo. 
Pedro de R E P Í D E 
ñigunas notas sobre arte 
segouíano-ii 
LGUiEN ha dado la característica de la ar-i 
queologia e.spañola medioeval afírman- 
• do que toda la arquitectura de España 
> en la Eílad i^ledia es mudejar, esto es, 
que nn hay en ella sino monumentos en que el 
arte cristiano y el arte musulmán se influyen mu­tuamente 
en mayor o menor grado, según la po-sicióii 
que cada ejemplar ocupa en tiempo y lu­gar; 
resultado de las continuas relaciones de di­versa 
especie que durante muchos siglos hubie­ron 
r'c mantener las dos ci^ilizacitmes que en 
nuestra tierra |uijaron en constante alarde de 
energía. • 
I^s esta frase demasiado amplia para coiíicidir 
en absoluto con la verdad, pero circunscribiéndo­la 
a Segovia resulta sumamente exacta y precisa; 
OÍOS sabe cuáles, serán las causas históricas de 
ese mudejarismo que aparece en nuestra ciudad 
con más intensidad que en ninguna otra de Cas­tilla; 
quizá moros y judíos figuraron en la pobla­ción 
de Segovia en mayor proporción que en 
otras ciudades (la judería y la aljama de moros 
eran en ella populosas y ricas, y muchos de lo.s 
habitantes de esta última dedicábanse a las artes 
de construir); tal vez la gran riqueza existente en 
la ciudad permitía traer las cuadrillas de los más 
hábiles alarifes de otros aljamas. Esta influencia 
musulmana p-, rmanece casi oculta en ciertos mo­numentos, 
pero aun en aquellos []ue parecen 
•guardar mejor 
renta en ciertOí 
muchos de los constr- ie basílicas y tem­plos 
la unidad de su estilo se transpa- 
)s''vLslumb- lue nos indican que 
no llevaban en j ; ; '••••¿i„on a Cristo. 
El arte románico tieu- ;n Segovia una impor-tanr- 
--^'«pcional por el número, calidad y va-riedáu 
de SI "cios; la Catedral antigua, más 
de treinta ig!i .las y un numeroso caserío forma­ban 
un maravilloso conjunto, del cual aún no..
NÚMS. iS Y ig.—276 LA ILU5TRACÍ0N' ESPAÑOLA Y AMERICANA 15 y 22 MAVO 1920 
quedan una veintena de templos conservados 
gracias a la añeja institución de la Catorcena y 
algunas casas, especialmente tas que fiierun mu­radas 
de canónicos en el barrio de las Canongías. 
Las iglesias románicas seguvianas son, en ge­neral, 
más suntuosas que en el interii.r en el t-x-ter¡ 
r}r, donde el cincel de los imagineros ntedioe-vales 
se complacían en iidornar las cornisas, los 
ábsides y los pói ticos; ti atrio, cuyas arqneri.is, 
que se apoyan en columnas pareadíts de his'.oria-dos 
capiteles, rodean a la iglesia por el lado del 
mediodía, y a veces por el poniente, y aun por 
el norte, es el detalle más característico del romá­nico 
segovianís debemos buscar su origen en la 
recia vida corpurativa de la ciudad medioeval, 
que precisaba en cada parroquia un. lugar en dun-de 
se reuniesen las Juntas de feligreses que enten­dían 
en ciertos asuntos parroquiales, las cofradías 
de operarios y aun el Cabildo del Concejo, que 
celebraba sus sesiones en el atrio de una de ellas. 
Son estos pórticos muy apropiados para conver­sar 
al sol de esas claras mañanas que son tan fre­cuentes 
en el invierno segoviano. 
El mudejarismo aparece en las iglesias románi­cas 
de Segovia en numerosos detalles de cons­trucción 
y de ornameiitación; la cubierta de las 
naves suele ser armadura de madera en vez de 
la bóveda de niedi' cañón tan [lecuUar del estilo; 
los arcos de puertas y ventanas snn a veces reen­trantes 
y frecuentemente cibijadis por un alfiz. 
En la iglesia de lus Templaiius fLa Vera Criu), 
es más marcada ¡a inñupncia oriental, sin duda 
por el PS|iíritu de la orden que la hizo cirristrviir; 
en ella se ven arcos decnraiivos completamente 
en herrduura. 
El románico segdviano no es de aparición tan 
tardía como se lia pretendido demostrar, pues 
muchos de sus edificios pueden fecharse sin difi­cultad 
en el promeJíu del siglo xii y alguno pu­diera 
ser aún mas antiguo, pero su viíalídud es 
tanta que sigue prodominando durante iodo el 
siglo Xiit y probablemente en el xiv. 
No hay en Segovia ningiin templo en estilo gó­tico 
con las características del siglo xiv, quizá fué 
construida en él alguna de las parroquias de los 
arrabales (El Salvador, Santa Eulalia), pero con­forme 
al estilo románico, que triunfaba todaví? 
eti aquella centuria. En la provincia quedan igle­sias 
que claramente se pueden atribuir a ella. 
Üurante todo el siglo xv, y particularmente en 
el reinado de Enrique IV,se elevan muchos edifi­cios; 
su construcción es notoriamente morisca y 
en su decorado, áe una suntuosidad incompara­ble 
» entran motivos del gótico flamígero, con dis­tribución 
y ritmi:i mahometanos; los muros son de 
mamposteiia con cadenas y arcos de descarga de 
ladrillo y cornisas de ladrillo y teja hábilmente 
dispuestas; las arquerías, puertas y ventanas sue­len 
ser de ladrillo labrado con maravillosa habili­dad 
y llevan generalmente baquetones en los per-filejí; 
frisos y sobrepuertas se adornan frecuente­mente 
con afi igranadas yeserías y los techos son 
de alfargería vistosísima pintada de lojo, de azul, 
de blanco y de oro; ejemplares de ese estilo son 
li'S monasterios de! Parral y de San Antonio el 
Rea!, el Palacio de San Martín y las salas de la 
crujía norte del Alcázar, de las cuales, la del Pa­bellón 
está firmada por el tiiaestro Xadel, alcalde 
(probablemente mahometano) en 1456. 
El caserío segoviano, que conserva maravillo­samente 
su carácter, rodea todos estos monu-mentus 
y hace que se presenten a los ojos en un 
ambiente apropiado, que le.s da todo su valor; se 
ven en la ciudad casas fuertes defendidas por re­cios 
torreon*^s, casas hidalgas con palio portica-do, 
casitas de canónigos de portadita ntmánica y, 
en los arrabales, las muradas que fueron de aque­llos 
tejedores, tundidores y pelaires que hicieron 
fuerte y rica a la ciudad con el (jbraje de los pa-ñ..' 
S; suelen ser estas casas populares, de ladrillo 
con entramado de madera, visible al exterior y 
su crujía alta «vanza sobre la calle, bien sobre ca­nes 
de madera, bien sobre columnas de piedra 
que forman ".órtico; por remate, llevan una gale­na 
de madi^cA. 'ííspuesta para secadero de lana, 
•>i-ialle qni n^ducido en piedra o ladrillo se ve 
' imhién Ín '«i'; de noble aspecto. A parti-- del 
i,;;'; XV r.:- ; ¡i.caba para cubrir ja mampostería 
>e las fac.had ^ un típico revoque con motivos 
irtidos i< -I amenté por medio de plantillas, 
!'• conirii uv ,M0 poco a acentuar el mudeja- 
. - ' 1 1 if '• id. 
i.n lie '•)& r'í.?ycs Católicos se recons­truye 
el »• - n de Santa Cruz y se edifican 
muchas casas, ci^n ios caracteres propius de la 
época; en ellas la maznneria, generalmente de 
granito, sustituyo en parte n la castiza mampos­tería; 
años más tarde la opulencia de los sego-vianos, 
enriquecidos por su industria, hace surgir 
la nueva Catedral, inmensa mole de sillería que 
es una tardía manifestación de un estilo que has­ta 
entonces nunca se había ostentado en Sego­via 
en toda su pureza; más adelante se constru­yen 
conventos y palacios en las diversas modali­dades 
del RenacimiL-ntc; pero toda esta invasión 
exótica no consigue borrar el verdadero carácter 
de la ciudad, producto maravillu.S'i de la recia y 
Compleja vida meilioeval. 
El marqués de LOZOYA 
£0 que anhetamos 
Que sea ía urbe segauiami 
Segouíaneñas. 
• [Mientes túU—gritó altanero 
el valiente comunero 
Juan Bravo, cuando marchaba 
al cadalso y le culpaba 
de traidor el pregonero. 
Y ese «¡Mientes tú!» ¿quién duda 
que era allí la expresión cruda, 
pero altiva y elocuente, 
de la hermosa, noble y ruda 
bravura de aquella gente? 
Hoy, ante el mismo pregón, 
cualquier sufrido varón 
diría con humildad: 
— «Falta usted a la verdad». 
Y eso.., ¡no es inciignaciónl . 
En la Casa de los Picos, 
recordé el pico que tienes, 
los picos de tus enaguas 
¡y el pico aquel que me debes! 
Censuran de Segovia la apatía, 
y eso es lina solemne tontería. 
Aquí de actividad se hace derroche. 
El Acueducto se hizo en una noche 
¡y estamos descansando t'jdavia! 
Como en otras poblaciones 
que en días de fiesta vi, 
también tenemos aquí 
los famosos gigantones. 
Su cabeza coronada 
entre las gentes descuella, 
pero no tienen en ella 
absolutamente nada; 
pues aunque grande la vemos 
no piensa, ni por asomo. 
¡Es una cabeza como 
otras mil que conocemos! 
Por su colosal figura 
chocan a los que los ven, 
sin recordar que fambién 
es un mito su estatura; 
pues es su facha mezquina 
y su as[iecto ruin y pobre 
cuando no se elevan sobre 
el mozo que los empina. 
En Segovia, sólo son 
por los chicos admirados, 
¡y es que estamos ya cansados 
de ver tanto gigantón! 
Las hijas de las madres que adoré... 
lya empiezan a llamarme don Josél 
A Perogordo te fuste 
una tarde con tu novio. 
[Ojalá que no te traiga 
un disgusto, J>cro gordo! 
I-Vente a nuestra Catedral 
—que la opinión general 
llama,'en crónicas y anales 
dama de las catedrales 
por su esbeltez sin igual— 
cuando yo era pollo, había 
• un taller de costureras, 
frente al que estarme solía, 
a pie firme horas enteras 
por la noche y por í:l día. 
Y enamorado y contento 
contemplaba, entre otras cosas, 
al mirar al firmamento, 
las agujas primorosas 
del gótico monumento. 
¡Dama de las catedrales 
que en el fondo azul dibujas 
tus agujas colosales, 
¡ayl, mirando tus agujas' 
conquisté muchos dedales! 
José RODAO 
• ^ A ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA V AM^KICAN* 
1 ( 1 ; 'lí'i pi^*= tiutí en [¡d calidad de HMI-m 
¿X ^^ "^^ Segovia le remita unas cuarti- 
^ ^ j | lias referentes a lo que fué Segovia y 
a io que puede ser en el porvenir. 
Dil'icil es hablar de esta capital en los tiem­pos 
pretéritos, pues pai-a ello habría necesidad 
de dedicar mucho espacio; pero condensándo­lo 
en unas cuantas lineas, me limitaré a ex­presar 
que Segovia alcanzó en un tiempo 
gran importancia, merced al ñorecimiento de 
sus industrias, ya que sus paños y otros pio-ductos 
eran universalmente conocidos y m'^-^ 
apreciados. 
Desgr^^ciadainente, y debido a varias causas 
que no es del caso señalar, sobrevino la decB-dencia 
de esas industrias y con ella 'a de la 
ciudad segoviana. . 
En cuanto a lo que Segovia puede ser en et 
porvenir, es tema que se presia a la fantasía. 
Pero desechando ésta y ateniéndonos a la rea­lidad, 
puede asegurarse que si se llevan a le-liz 
término mis propósitos, que ya tiene hecho 
suyos el Ayuntamiento, de realizar una opera­ción 
de crédito, a fin de poner en perfectas 
condiciones servicios urbanos tan importante 
como los de abastecimiento y distribución de 
aguas, mercados de abastos, pavimentos y f^' 
gulaiización de algunas vías públicas, la *-' 
dad del Acueducto, cuyas condiciones topo­gráficas 
y climalológicas son excelentes, se 
conveitirá en LÍ la concurridísima estación ve­raniega. 
Además, la gran riqueza monumental que 
posee la dan derecho a figurar entre las pobla­ciones 
más visitadas por los turistas. 
.El veraneo y el turismo, cuyo fomento hay 
que procurar insisientemente, unido al resur­gimiento 
industrial, que ya felizmente se ob­serva, 
pueden ser, y de hecho lo serán, lo^ 
principales factores que harán de Segovia una 
población digna de figurar a la cabeza Je la? 
de su clase. 
Ese es mi vehemente deseo, y para logf^'^r 
lo pondré a contribución todas mis energía 
y todos mis entusiasmos. 
P a s c u a l 
GUAJARDO 
(Alcalde de Segovia-) 
Horizontes segomano^- 
E toda la región castellana, es tal ve^ 
Segovia !a provincia que ofrece un m»^ 
intenso y vario contenido histórico. ^^^ 
»<,===oo==»¿ tenso, porque en los anales píií"*^^ j ' " ^ 
guna efeméride puede parangonarse cotí el de 
cubrimiento del Nuevo Mundo, v de ese '"^^'^ 
episodio bien puede afirmarse que es en Seg^í'' 
donde su gestación tuvo lugar, pues si An)er"j^ 
nació a la civilización al sentir en sus arenas 
planta hispana y despertó a la Religión al ^^'~- 
el saludo generoso de la Cruz, fué p"fn"*^.^j'^j 
tiempo antes había ceñido en esta invicta ciu"í* 
la Corona de Castilla una Reina aninH'sa Qi' ' 
puesta su fe en Dios y su amor en su puebl»*- P 
germinar la semilla que en su frente de ilunn" 
do encerraba el inmortal Colón, glorioso pereg 
no de los mares. 
Varia, además de intensa, es la historia de es 
provincia, y huella? bien características de las 
vilizaciones que la fueron nutriendo ostenta 
el.relicario artístico de sus ciudades, en eí l 
panorama de sus tierras, en la potencialida'^^ 
su ganadería, en los vestigios seculares de sa= 
dusrrias. 
No es, sin embargo, sólo de su historia g'^'^^i^ 
sa y pródiga de lo que Segovia ha de vivir- ^^ 
los tiempos actuales un pasado brillante eS sie ^^ 
pre galardón preciado; pero debe ser algo n'^^ 
que eso; debe ostentarse como prenda que ^^ 
la conducta presente y futura. 1 Nobleza obhg ' 
reza un adagio castellano. «Historia exig^*'.' ig 
dría glosarse a ese adagio, y así, pues, '^^ '^ j¡a 
ctmsecuencia de que Segovia, en la lucha del ' 
tiene que excederse a si misma para llenar c 
pii lamente su cometido.
S V 22 M^YO 1920 LA ILUSTRACIÓN LSPAIÍJOLA V AMERICANA .IOMS. 18 V ig.^277 
dez T ' ° ^ para lugrarlof Los posee con esplendi- 
• J ierra de gran riqueza agrícola, de fortísi-to*^/'^'""^^"'^ 
ganadero, de piódiyo rendímien-ind 
^^^i^^^'' f^^*^ necesitabü que estas ramas de la 
p¡ ^'^'•'i* primitiva y funüamentai alcanzasen en 
f '^.'^"'^'^^ste económico situación aventajada; y 
J'zaesreconocer quese balogrado con largueza. 
der'^V^'^^^'^^ han duplicado su valor; la gana-en 
1'^, , í^ beneficios en las carnes, en los cueros, 
ras ^^ "^^' superiores a todo cálculo; las made-cin 
^^ ^^"(íen con formidable aumento de pre- 
3 .^'" "liedu a la competencia de los hierros, hoy 
san'^*^^ '"abordables; las resinas que los pinos 
Doc^n^" ^^uecan en plata el cobre que antes cada 
did h ''^P^'^sentaba. Labrador hay que ha ven-las 
"^l '^^ ^' ^"g'^ <íe 'res cosechas, y ganadero 
arr ^í^^^ ^^ cuatro esquileos. Municipios que 
de ^?, "^V ^"^ pinares en cincuenta,obtienen hoy 
brar '"'*' ^' " ^ ^ riqueza, que sólo podría que­de 
r^^ ^"^^ ^' ^'^^ '^^ '**^ precios de los artículos 
«mb'^"^'^"''^'' sufre aquí en grado muy pequeño los 
j_^ ates de esa carestía, por(|ue la sobriedad de 
oi-j.'^^^ L-astellana da margen a un ahorro que 
•js pueblos, pletóricos también de ingresos, 
nn . P'"'^eí(ífs de la fiebre de ostentación y lujo. 
"" sabrán formar. / ^ 
ficie^^'^^'^' "^ ^'bstante, no ha encauzado aún su-sg 
"^^"'^""te sus energías para que el mañana 
p^^ tan próspero cual corresponde a su vitalidad 
just^^"*^^' "' ^^ adoptado de una manera eficaz 
pre^-^ y/eparadoras medidas que a l a vez sean 
POr^*'^*^''^" para que en los hogares, en los que 
de n?^ '^^t)er antes nada hoy no pueda pasarse 
Pnviír^ I*"c*J' na se sienta la mordedura de una 
sab ^"^ pueda ser el germen de futuros sin-cuei 
^.^^-^^ *"*y ^" ^^^^^ ^ realizar, para lo cual 
sin;"^'^ ^^g'-^^ia no sólo con medios materiales, 
lett' ''"^ ^-t'nibres de Inteligencia y voluntad per-plan^ 
H*^"^^ "P^citados para desarrollar un vasto 
biig^, /'^'-'^"stitiición provincial; plan en el que, 
ción^" ^^ Pn un movimiento de sana emancipa-pj., 
^^ií"Jnal una mayor actividad y eficacia, 
Csta ciudad... 
Esta ciiid.id .'ircíiica df f.-tsiillíi !a Vicj;i, 
medula de granito y ánima di; conseja, 
es oración monumental, 
E] Ensueño la mece, la Leyendü la ¡imparn. 
Por aiisttrra y por mística la vida n depara 
unaS sandalias y un H;tyal. 
Sabe el hondo secreto de las piedras antiguas, 
las tristezas que lloran las gárg(Oas ambiguas, 
el buen cantar del esquilón... 
Sabe las letanías solemnes de los siglos, 
conoce los sepulcros, conoce los vestiglos 
de la divina Evocación,.. 
¡Oh formidables ruinas! ¡Oh dor;idos sillares, 
crónicas indelebles de dniínas seculnres...! 
¡Sordo zumbido de oijuedad—I 
Calle silente, calle sonora... Canipíinarin 
ingrávido en la noche de jjaz y de; rosario, 
y, en el üar, fuego de bondad... 
Una luz inquietante, lontano; un can medroso; 
la sombra encapuchada de un sereno premioso; 
trémula voz, de vez en vez, 
Extrañks perspectivas de casonas; el viento 
que ulula en los desvanes lo mismo que un lamento. 
La catedril suena las diez... 
En los templos se enmusgan -A^ estatuas j'acentés. 
Hay cerúleos ex votos de ingenuos penitentes. 
Hay ecos de la tradición. 
¡Y el espíritu esclavo de las cosas senectas 
triunfador de ios años, triuniador de las sectas, 
que late igual que un corazór..,.! 
jCiudad de jos crepúsculos....' Es la Bella Dur- 
(miente, 
es la amiga entrañable del áureo sol poniente, 
es un pelásgico menhir... 
¡Alma aligera y noble, de vieja aristocracia, 
asida a la roi|ueda con densa contumacia, 
y no se sabe desasir...! 
M. ALVAREZ CERÓN 
^«rase desenvolverse con el concurso de los ^ f /~tPtri/~l W/? C / ? / ^ / ^ / li/~S 
P'''S medios económicos de la provincia. ¡Es ^^VLIUIILI LVC Q)K^^^Í/lLt» 
Prt, 
que 
rro ['^"^ ésta emplear en nada mejor su aho- 
•^iem ^ ^" Cubrir un empréstito para su mejora- 
(;¡¿ '^' ^T^préstito qué permitiera a su Diputa-cojj 
f""'^vincial, que tan rectamente regida está y 
tijdap^i" ^^''osos elementos cuenta, auxiliada de 
•'me'"''^^ personalidades, organismos y entidades 
{.( „ '."Í^^Sran la vida segovíana, dar a sus tierras 
Igj. I '^" máximo que consientan, mejorar y se-lag 
i '^j''"" -''US ganados, montar en su propio solar 
que 1 "^^"^'^'^ que se nutren de primeras materias 
Via i ^^'^'^^''^cla da, rehacer, en fin, aquella Sego-cog 
"^-''trial que sirvió de orgullo a los históri-todosf"^'*^^' 
^ ^"^ ^^^ ^^ ofrecería servida por 
it](.p ^^ recursos científicos que cinco siglos de 
ni^„. "'^ estudio han ido acumulandoi' Ciertu- 
Y^^ 'íue para que esas industrias puedan com-ante 
/^"''J'^^aniente en los tnercados es preciso 
^'Cac ' "-"jue se intensifiquen las vías de comu- 
Caso h"' ^^ulro de la provincia, que n.> se dé el 
Se eñf"^ frecuente, de que productos segovianos 
crjuj '^'^^'^can Con un transporte inicial, hasta eti-tros 
n'^ '^'"'•ocarril, de setenta u ochenta kilóme-de 
i^,^"""^ ^'STetera o mal camino; pero he ahí uno 
findria^^^^^'^*^^^ en donde ese esfuerzo provincial 
enir,r¿ f'^P'^rtar mayor beneficio, donde aquel 
Y ^ "^"^ podría encentrar preferente colocación, 
'^^''sidarf^''^ f*^rma, multiplicando por la maynr in- ' 
ía dg y niás lucrativo.« rendimientos ia rique- 
^1 tra-k ^^ "hermosa tierra, abiertos nuevos cauces 
des co^'''^' 'SUalándose en lo posible las facilida-do 
los p^'^'^'^'^s ^^ t^odos su.s p- V derivan-ecrierQ 
^''^'"idos arrendamientt colonia 
^•'ítimuf^ lut- infiltre en el es -c, ...Jariado 
'íiaftyj,.*^^ ^e propietario, poi..^ la Segovia del 
gali-' ?'^ .'^ ^^u nuevos y prestigiosos cuarteles 
* Iravée 1 ^''"eta de su .Acueducto, que campea 
de los siglus en su legendario Escudo. 
E m i l i o LLASERA 
iGobernador civil de Segovia.) 
^^ los señores suscriptores 
Papeí ^ *^' día s del actual estamos .^iii eJ 
ñamáis -•"•'•"'^""iciii.c t;sLc ULTO papiji qui; 
Uo PÜ ^' ' í " ^ hasta hace dos días nohemos 
n l'J^ " " e s t r o poder. 
i-"" -yo '^^""ílíííí* las dos fechas de 15 y 22 
^ '^eUic- H^""^ hacer cual se merecía el núme-clk^ 
las cn -^ S^^eo^'i^illeva eldobíedeplanas 
d "' _ ^'•"ínles V nuestros suscriptores rc-ü 
• a ñ o e J ^^"siguiente, los números 18 v 19 
•^a Sola wÍ^ *°^** volumen sin mermarles ni 
fisiTAK una población artií-tica, pero 
|; siiigLilannente algunas de tan mar­cado 
sabor históiico Cüinu Segovia, 
pioduce ¡inptesiÓJi gratísima y da al 
aítna exquisita.s sensaciones. La contempla­ción 
de un monumento arlistico, el examen 
de un resto glorioso de algo que l'ué grande, 
la vista de una 1 tiina que fué teatro de algún 
hecho memorable, recogen nuastio espíritu, si 
se halla con la preparación cultural necesa­ria 
para saborear la emoción, y parece como 
que nos invitan a penetrar en la añeja vida 
que recuerdan los restos que contemplamos. 
Ello no es sino un fervoroso deseo de todo es­píritu 
culto de adentrarse en lo espiritual de 
las cosas, de percibir e! aliento que dio vida a 
escenas de emoción, de conocer, en suma, el 
alma que inspiró en remotas edades la vida 
de que son famoso recuerdo los lestos que a 
nuestra admiración se ofrecen. 
En pocas partes pueden, como en Segovia, 
experimentarse sensaciones de esta naturaleza. 
Sus grandiosos monumentos, sus exquisitas 
bellezas artísticas, sus jo^^as admirables de 
poesía y de arte hablan elocuentemente al ob­servador 
y le muestran a las claras lo esclare­cido 
y grande de su vida pretérita. 
Pero aun siendo muy viva y muy intensa 
la impresión que ofrece Segovia y aun siendo 
finas y delicadas ias dotes de percepción del 
que contempla, todavía, para conocer y apre-preciar" 
el alma de Segovia, hay que penetrar 
en la entraña de su pasado. 
Sobre las enseñanzas que ofrece su maies-tuoso 
Acueducto, la esbeltez de líneas de su 
hermosa Catedral, las almenadas y gallardas 
turres de su soberbio Alcázar, el arte purísi­mo 
de ia Vera Cruz, del Parral y de sus igle­sias 
roniánicas, el alma de Segovia, la Guar-díscí, 
guardesa del honor y del poder, como 
la llamó Quintanüla y recordó no ha mucho 
el maestro de cronistas, Oitega Munilla, en 
uno de sus vigorosos Rasgo.^ de España^ hay 
que buscarla en las heroicas acciones que es­maltan 
su historia benemérita y en el positivo 
v'aler de los segovianos que escribier^vu pági­nas 
de honor inmarcesible en todas las mani­festaciones 
de la actividad humana. 
Kay que buscar el alma de Segovia en e' 
patriótico ardor de los que en Villalar ofren­daron 
su vida gloriosa a ia dignidad y a las 
liheitadtís de Castilla; eíi el valor de ios que 
en Sierra Elvira integraron Jos tercios sego­vianos, 
apoyo y descanso de Juan JI, y de los 
que al mando de Pedro Arias tomaron parte 
en la conquista de Oran; en el ardimiento y 
acometividíid de los conquistadores de Ma­drid 
y en otros mil culminantes hechos cuyo 
brillo centellea en numerosas páginas de la 
historia de España. 
Kn otros aspectos, hay que buscar el espíri­tu 
segoviano en el afán industrioso de los 
que en tiempos prósperos acertaron a produ­cir 
los afamados paños que surtían los mer­cados 
de Europa y América, utilizando en la 
fabricación el esfuerzo de 34.000 obreros, y 
en el esnieio con que se cuidaban las gana­derías 
segíívianas, que fueron admiración del 
mundo por la finura de las lanas. 
Hay que buscar el altna de Segovia en la 
sabiduría del exquisito Colmenares, de León 
Corone!, del erudito jestiíta l'ranciscü de Ri­bera, 
de Núñez Coronel y de Eray Andrés de 
Vega; en la inspiración y la elegancia de Alon­so 
de Ledesma, el poeta divino; en el arte de 
Alonso de Barros y de Antonio Balbás, elo­giados 
por Lope de Vega; en la ciencia de La­guna; 
en el cultivado espíritu de mil y mil es­clarecidos 
segovianos que en todas las épocas 
aumentaron el caudal de la patria cultura. 
No importa que los dolores y las amargu­ras 
tengan como abatido y postrado, al decir 
de los pesimistas, el espíritu segoviano. En él 
campean y laten ias recias virtudes de la raza 
castellana inteligente y valerosa, noble y su­frida, 
laboiiosa y perseverante, y no lardará 
en mostrar en toda su pujanza el esplendor 
de sus excelsas condiciones... 
El alma de Segovia es puta y fina como las 
brisas dei Guadarraiira que ia orean y la vivi­fican; 
e.s limpia y transparente, como las cía-ias 
linfas de la sieria que bajan Oiiiitando para 
bañarla }'' murmuran amoiosiis !a tierna can­ción 
del índusuioso EresTna; es sencilla y 
fuerte, como el Acuedt'cto; es lecia y vigoro­sa, 
porque Segovia, al recoger el suspiro final 
de «La mujer muerta», recogió tnnbién para 
su espíritu toda la fortaleza de «quella matro­na 
de piedra inconniovible y eteina; es sufri­da 
y honrada, con lodas bis virtudes y todo 
el temple de la mujer castellana, laboriosa y ' 
humilde; es noble y es aitiva, con todas las 
gallardías, que resplandecen en la briosa ré­plica 
con que Juan Bravo respondió en Villa-lar 
al pregón con que se anunciaba la ejecu­ción 
de los intrépidos comuneros; es, en fin, 
el alma de España, valerosa hasta.el sacrificio 
y resignada con los .sufrimientos nacior.ales, 
sin que jamás ponga én sus labios otras pala­bras 
que ias que reflejan el más acendrado 
patriotisrno. 
Así es el alma de Segovia. 
W e n c e s l a o DELGADO 
£a tndustña de aye/< 
U la de hoy en S^gouia. 
r?JEcoiiDAKií que en tiempos relativamente 
F M antiguos, durante los siglos xv, xvi y 
g i S l parte dei xvii, Segovia fué una pobla­ción 
indu.strial de primer orden, pues la in­dustria 
segovíana alcanzó gran desarrollo e 
importancia merced a la apropiada organiza­ción 
de los gremios, a la protección del poder 
público y al espíritu emprendedor, que por 
aquella época predominaba tanto en la ciudad 
como en los pueblos comarcanos. 
Sucedió luego, por espacio de dos siglos 
una tan acentuada decadencia, que aun la in­dustria 
de ios paños segovianos, ia más re­nombrada 
en tiempos anterores, llegó al 
extremo de la mayor insignificancia y aban-dono. 
Ahora, resurge el espí-itu industria! de la 
región buscando en la hulia blanca y en las
NL'MS. I 8 Y IQ. -2yH LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA V AMLKICANA 1-5 iz «Avo 19'*'^ 
entidades bancarías, que representan la ener­gía 
y el capital en nuestros dias, los elemen­tos 
indispensables para la producción manu­facturera 
en cúndioiones que hagan posible 
sostener las luchas a que la competencia ha 
de llevarnos en este período de transición, 
casi do revolución, que atravesamos. 
Contando ya Segovia con fuerza motriz 
eléctrica, proporcionada por una cooperativa 
que debía servir de modelo para acometer 
otras análogas empresas, cuando entre nos­otros 
arraiguen instituciones de crédito que 
auxilien y fomenten las iniciativas de quienes 
demuestren poseer condiciones de hoinadez y 
aptitudes industriales, no sólo volverán a flo­recer 
en nuestro territorio el lavado de lanas, 
la fabricación de tejidos y sombreros, tos cur­tidos, 
la cerámica, las manufacturas de la resi­na, 
del vidrio y cristal, de losalñieres, de las 
harinas, del papel, ett;., algunas en apogeo y 
tan afamadas en toda Europa durante: varios 
siglos, sino que veremos surgir y progresar 
la fabricación de paños, la de gomas y la de 
productos refractarios, ya iniciadas; debiendo 
encaminar.se los esfuerzos de la generación 
actual a perfeccionar las fábricas existent^is, y 
de manera muy especial a crear las industrias 
derivadas de la iigricultura y de la ganadería, 
asi como de los productos forestales, riquezas 
éstas que nos corresponden por ley de natu­raleza 
y que son susceptibles de producir, en 
unión de ia cultura, el general bienestar y la 
base y fundamentó de la prosperidad pública. 
La industria no es atributo de ninguna re­gión, 
ni está limitada por ley natural a pue-l)! 
us o localidades determinadas. 
Segovia fué industrial y volverá a serlo ya 
que a ello la invitan las actuales circunstan­cias. 
Para conseguirlo necesita instrucción téc­nica, 
que a todo trance debemos instaurar; rá­pidos 
y económicos medios de comunicación, 
entre ellos el ferrocarril de Segovia a Burgos 
y el secundario por Sepúlveda y Riaza a San 
Esteban de Gormáz; espíritu emprendedor, que 
surge y se multiplica a compás de los éxitos 
que se van alcanzando; energía motriz y capi­tal, 
que ya existen y se aumentarán organizán­dose 
en forma cooperativa o al menos medían­te 
Sociedades de todas clases; sin olvidar que 
pueden y deben crearse en nuestra Segovia 
pequeñas industrias que multipliquen la rique­za 
particular, y a la vez. por natural conse­cuencia, 
aseguren y afirmen el orden social. 
Que existen grandes riquezas en nuestro 
suelo, es indudable; que para explotarlas no 
ha de faltar el genio industrial, Jamás extin­guido 
en la provincia, también—en mi crite­rio— 
lo es: sólo falta desenvolver el espíritu de 
asociación y establecer la industria en bene­ficio 
de todos cuanto? en ella intervengan, 
sin explotaciones, sin violencias, pensando 
siempre en armonizar los intereses, al parecer 
contrapuestos, y en realizar la más perfecta 
convivencia de las diversas clases sociales. 
Mariano G. BARTOLOMÉ 
(Presidente de ia Diputación Provincial.) 
ñcüüidades y aptitudes, 
Eooviíi, arrinconando durante varios 
lustros su tradición, ha descuidado 
sus actividades industria.es, se ha 
dejado dominar por un pesimismo 
suicida y se ha resignado pacientemente, so 
pretexto de que el florecimiento de la produc­ción 
fabril es don reservado, por inapelables 
decisiones de los altos poderes, a más favore­cidas 
regiones, llegando los segovianos a con­vencerse 
firmemente de que su riqueza no 
podía tener otro manantial mas que el de la 
agricultura, a todas horas mencionada, pero, 
desgraciadamente, incapa¿ de emular a la de 
otras regiones españolas más venturosas por 
las dulzuras de su clima o por el esfuerzo de 
sus hombres. Durante muchísimos años, esta 
creencia, esta fe ciega en la eficacia y feraci­dad 
de nuestro suelo, ha sido dogma sacratí­simo 
sustentado por nuestro pueblo, en el que 
todavía tiene irreductibles adictos. 
Al analizar la actividad industrial del país 
arévaco, nos encontramos, lector, con un he­cho 
positivo: el desaliento de nuestra gente, y 
cúmplenos determinar qué causas produjeron 
esta situación depresiva de su ánimo. l3esde 
luego, que ha habido una serie compleja de 
motivos que acarrearon el presente estado de 
cosas y, sin entrar a desenmarañar todos 
ellos, podemos, sin embargo, señalar tres ca­minos 
por donde llegar a las causas sobresa­lientes; 
la evolución progresiva mundial, que 
no fué debidamente asimilada y comprendida, 
la psicología actual de los segovianos y la ac­ción 
de influjos forasteros que han perturba­do, 
sobre todo en recientes épocas, la vida de 
ésta y de otras comarcas de Castilla la Vieja.. 
No vaya a creerse que entramos en esta cues­tión 
con ánimo pesimista, pues, aun cuando 
reconozcamos las tristes leali-iades del piesen-te, 
damos mucho más valor al porvenir,, a lo 
que puede ser, a lo que seguramente seiá 
esta tierra, a lo que serán sus homologas de 
Soria y de Burgos, de esa ciudad de Burgos 
que al fin parece decidirse a desempeñar su. 
misión iniransferible de cabeza de Castilla la 
Vieja. Triunfarán estas comarcas del alto Due­lo 
como va triunfando Logroño, más metida 
en faena. 
El desalojamiento de la industria manual 
por la maquinal, la intensificación de los me­dios 
de exportación y la aplicación de las 
fuerzas naturales en sustitución de las corpo­rales 
del obrero, desconcertaron las industrias 
clásicas segovianas en un terremoto qué mis 
paisanos no pudieron evitar. Aun cuando los 
industriales segovianos se hubiesen decidido 
resueltamente a acomodarse a las nuevas ñor* 
mas, sus esfuerzos hubieran sido demasiado 
débiles para vencer el obstáculo de una situa­ción 
geográfica contraria, complicada con la 
ausencia absoluta de combustible mineral y 
de fuerza barata y constante. Antes de rene­gar 
de arbitrarias protecciones a otras regio­nes 
de Jispaña, que son el señuelo de ciertas 
banderías más afanadas en imponer su in­transigencia 
que en procurar una saludable 
cordialidad entre todos los españoles, proce­dería 
averiguar si la industria segoviana an­tes 
de caer procuró adaptar recursos propios 
y los del país a las nuevas normas y métodos 
de la producción y a las nuevas condiciones 
económicas. Como entendemos que no hubo 
el debido acomodamiento de las oportunida­des 
naturales ^el territorio y de la raza a las 
modernas circunstancias, creemos sincera­mente 
que, tan pronto como este acomodo se 
haya establecido, Segovia podía nuevamente 
ocupar un lugar digno en la producción na­cional. 
Hay una serie de oportunidades naturales 
en el territorio de Segovia que están dem: n-dando 
útil aplicación. Hay entre los segovia­nos 
la necesidad sentida de que su país deje 
de abandonarse al azar. Falta tan sólo la coor­dinación 
de esas oportunidades y de esa ne­cesidad 
para que, agrupándose, la prosperi­dad 
brinde sus fi utos. 
El modo actual de sentir de nuestra gente y 
sus opiniones más generales han producido 
una manera de ser, han originado un carácter, 
una psicología y unos ideales que son los me­nos 
favorables a una amplia renovación de la 
vida económica. Confiesan que el estado ac­tual 
en que nos hallamos no tiene nada de en­vidiable 
y reconocen que otras regiones orien­tadas 
en distinto sentido son más felices, pero 
nada hacen por indicar nuevos derroteros. Su 
actitud no es más que la de una dulce resig­nación 
y sus aspiraciones no serían otras 
sino las de invertir la marcha de los tiempos y 
lograr que el mundo se rigiese por normas y 
por ideales que no volverán jamás.Apenashay 
en nuestra tierra quienes interroguen al por­venir 
y acierten a trazar un camino de recons­titución 
de nuestra vida en una interpretación 
materialista y económica que permita, después 
de resolver el problema déla twanutención de! 
pueblo en todas su& necesidades, abordar 
idfiales abstiactos de alucinadora belleza, que 
seducen al espíritu pero que carecen de base, 
de materia tangible, compacta y tcu-at. N " 
faltan quienes hayan señalado a Segovia la 
necesidad de estudiar la Naturaleza de su pue­blo 
y de su territorio, el medio material en q^^ 
su vida se desarrolla-y las condiciones positi­vas 
e innegables, buenas o malas, de sus honi' 
bres, nu hay quien se haya lanzado resuelta­mente 
a este empeño en labor colectiva, n^^" 
distinta de unos cuantos esfuerzos individua­les. 
En cambio hay quienes a todas horas sue - 
tan el torrente de calenturientas inspiración^ 
poéticas, de fantásticas quimeras incubadas 
en la leyenda, de construcciones arbitrarias 
impropias de tiempos en, que el mayor ^'^'° 
es el de la cosa más verdadera. Si apenas na. 
quienes investiguen el modo cómo Segovia > 
Castilla la Vieja podrían tomar un puesto en 
las avanzadas del trabajo productivo, en caiHj 
bio no faltan los que se desvelan buscando^ 
modo cómo Castilla habría de regir a España, 
cual si la dirección nacional pudiese dejar 
ser patrimonio y obligación común de ^^°^ 
los españoles, en la que nad-e, absolutamen 
nadie, pueda atribuirse lugar distinguido- 
El influjo extraño ha contribuido mucho ^ 
esa tiranía de la leyenda sobre las gentes s 
govianas desviándolas de la corriente 'l^^ f 
hieran seguir. El prurito de algunas comaic 
vecinas a la nuestra, empeñadas en interve 
constantemente nuestra vida y endiosad _ 
por creerse Üivestidas de misiones disting 
dísimas dentro de España, sostiene este mü^^ 
do de ficciones ayudando a los que ^P^''*'^", g 
mirada de nuestro pueblo del mundo ^'^..^ 
realidadespara alucinarleconla contempla'^' . 
de oti'o imag-nario en un misticismo inagn 
co para recreo de poetas y soñadores. P 
morboso y desolador para la salud de nueS 
pueblo. . .g 
Ahora, que esto cambiará; forzosame 
cambiará, y Segovia será lo que sea otra ^ 
quier tierra, porque hay cantera de donde ^^ 
materiales. 
Luis CARRETEI^^ 
Etnogmlia e histoñú 
segouianas-i 
ÍAS investigaciones que hizo a tneu 
I del siglo pasado en el territorio s g^^ 
i viano el ilustre geólogo Casian "^^ 
UocoóñíSíi Prado le permitieron ''ecogt'r en ^^^^ 
verna que visitó al pie de los muros de t'^ ^g 
lueso5 humanos y de animales y fragn'en'^''^^j¡, 
vasijas de barro negro de fabricación niuy ^^ 
mentaría; en otras cavernas de la P'^'^*y'"'"je la 
han hallado, entre otros objetos, propios . 
edad protohistórica, cuchillos y hachas *^^ Lg-dra 
pulimentada y esqueletos humanos, ^ 
cialmente en la de la Solana de la Angostu '^^ 
Vilanova, y Rada y Delgado, que examina^ ^ ^jj^ 
enterramientos de esta cueva^ afirman qu^ ^ ¡^(y, 
se habían colocado los cadáveres en forma ^.^jj^g 
ga a la que empleaban loi guanches en -'^^ ,g- 
Canarias para conservar los restos de sus ^^^, 
pasados, pudiendo asegurarse que la raza o ^^^^¡, 
fooz, que se había extendido, por la P^'^*g^,i¡ti' 
dental de Europa ai finalizar la edad ^"¡'^"penín' 
ca, llegó a establecerse en el centro de '^ j^^y 
sula Ibérica, entre otras comarcas, en la 1*^ 
ocupa la provincia de Segovia. ^¿ e^ 
De la fusión de lus iberus y los celtas, '^g^pg-sucesivas 
emigraciones habían arribado a ^^¡ 
ña, se formó el pueblo celtíbero, que ^^^?L¿os^ 
tiei ras del centro del solar patrio,'dividí ^^^^^ 
en varias tribus, una de las cuales, lus ^^^ .^ gj-habitaban 
parte de las actuales provincias ^^^g 
lamanca y Avila, el sur de 'la de Burgos y i' ^^^^ 
hoy es provincia de Segovia, teniendo^.^^^^^o 
los vacceos y al sur los pelendones, nin ^^^j.^^ 
también los arevacos con los cerindones - ,j.¡¡je' 
tribus, que entraron en la confederación ,^peii-ra 
animados del deseo de defender su "i 
dencía. • reva*^'^' 
yno de los centros principales de l-'^s ^ g¿¡fi' 
fué Segoubia, hoy Segovia, cuya P''''^'"^fr^g aH' 
cación remontan algunos hacia el año ^ J"
AÑO LXIV. NUMS. XVUI Y XIX :OF[CINAS: SAGASTA. 17.—MADKID AÑO64.—NUMS. iSy 10 
REVJSTA UNIVERSAL ENCICLOPÉDICA DE] BELLAS AKTES. CIENCIAS, LITERATURA, ACTUALIDADES Y TURISMO 
Di "T/osc la correspondencia ai D l r « C t o r . 
t^'REOoiÓN 
S s e a A t A , 
ADMINISTRACIÓN 
I ? 
D o c t o r O. F - i - » n c l » o o C o t a o w , c o n t l n u « c Í o r . 
rrtadPíd l^ M 22 de ma^o de 1920 
Se publica los días S, 15, 22 y 30 de cada mts. 
Paca anuncios y suecvipcíoñes: 
Arona!. 6. Apartado 322. Madrid- 
LA COIHOeSA De SeQODIA 
S. A R. LA SERMA. SEÑORA INFANTA DOÑA ISABEL DE BORBON. 
que veranea en La Granja y tiene una especial predilección por la provincia 
de Seífovia.
NÚMS. | 8 Y iO. — 2 8 0 i.A ILUSTRACIÓN ESl'AÑOCÍ ^ ASfÉfaCAPTA I ; Y 22 MAVa l o i* 
D 0 N [ E S [ I L I O LLASERA, GOBERNADOR CIVIL 
DE S"EGOVrA 
UOM MARIANO O. HARTOLOMIÍ, pRESIDEN'J^- 
nE LA DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE SEGO^ 
noN :'A5CL;AL I U A J A H D O , A L C A Í D E D E SEGOVIA 
•J^U' t 
iíXCMO, s u . IJ. l'fO LÓPEZ POXAS, GOBlíRNAíKlEÍ 
• MILITAR DESWiOVIA lixc.MO. aii. M..nj;ncs UK S W I A (.'.•I :/, 
|iM- ii.li'!0[.OMl-' SOBRTXl ARGULLOS, DEI-E 
DK HACIENDA l>K SEGOVIA 
pO-Segouia 
¡j "ta Itastración 
€5i2añaía g ñmericancí 
i !L proponerse tan admirable piiblica- 
1 ción dedicar uno de sus niínieíos a 
• la provincia de Segovia. se hace 
j acreedora a la gratitud de aquella 
castellana comarca y a la de cuantos por ella 
sentimos antiguos amores. 
Pocas veces tan bien empleada'? las iniciati­vas 
de los que dirigen esa culta Revista. 
Rn Segovia tienen brillantes destellos la 
Historia y el Arte, y en tan grande número se 
presentan ¡iquéiliKs qut; poi doquiera que se 
extienda la conteinplacíón, se encuentran á- 
• quisiinas páginas escritas en piedra, que nos 
hablan de grandezas de nuestra Historia y de 
exuberancias del arte arquitectónico, que es el 
arte suhUnie de los pueblos. 
¿Para qué señajai testimonios.- Desde la 
simpática capital de la provincia, hasta aque­lla 
píiia mi inoK'idable comarca de Cuéllar, 
pasando por In nohie Seoülvcd^ y Ui'í villa^í y 
campos de Santa María de"N"ieva y líiHza^ 
piertan al recorrerlos el sentimiento de 'O 
Hoy las esperanzas de cercanas prosperid;* 
L A iLUsrKACiÓN- KSI-AXOLA Y A M E B I C A > ' - ^ ' '^ 
jará en sus planas !a demostración "*= 
real es el sentimiento que dejo expue^*^^* 
Mil y mil plácemes por ello. 
El marqués de SANTA CR^^
l iJ V^ 22 MAYO I02O LA ILUSTRACiON ESPAÑOLA Y AMERICANA NÚMS. I 8 Y IC) .—28r 
«NINFA», ESCULTURA DEL GRAN ARnSTA SEGOVIANO ANICETO MARINAS, COLOCA­DA 
EN EL PARANINFO DEL INSTITUTO GF.NERAL Y TiiCNICO DE SEGOVIA 
^CMO. SH. D. CARLOS DE LECEA,.CRONISTA DE SEGOVIA Y 5U PROVINCIA PLAZA SEGOVIANA (SAN LORENZO)- DIBUJO A I'LUMA, POR JESÚS 
UfíTORBE 
RETRATO, POl! EL ESCULTOR EMIUANÜ 
ÜAKRAL 
H0K2A ESMALTADA, CON TIPOS SALAMANQUINOS. 
«LA VUELTA DKL MERCAUO», POR EL EMINENTE 
CERAMISTA DANIEL ZULOAGA
NÚMS. l 8 Y 1 9 . — 2 82 LA ILü5TRAaON ESPAÑOLA Y AMERICANA 15 Y22MAVOI920 
Monumentos, artes g fianoramas de ^Segai^í^ 
y su i^rouinda, 
Toitogmlias y bf^eues anotaciones, fion Benito de Tmtos Gómez- 
Número f. Ábsides de I 
la catedral.—Se colocó la 
primera piedra para la 
edificación de la catedral 
en 8 de junio de 1525. 
según los planos del ar­quitecto 
D. Juan Gil de 
Honiañón. En 5 de agosto 
de 1563 empezó la cons­t 
r u c c i ó n del grandioso 
ábside que ideara el maes­tro 
Rodrigo Gil de Honta-ñón, 
con tres órdenes de 
altura, sembrado de ma­chones, 
arbotantes, bota-r 
e l e s , lumbreras, creste­rías 
de festoneadas agujas 
y calados antepechos, ha­biéndose 
concluido tuda 
la obra en 1591. 
Número 2. Claustro de 
la catedral.—Es un cua­drado 
de 43 varas y un 
cuarto de largo por seis y 
medio de ancho. Le for­man 
cuatro galerías, y en 
cada galería hay cinco ar­cos 
ojivales, divididos por 
delgados pilares, de don­de 
arrancan arabescos trebolados y cruzados, 
perteneció a la antigua catedral y fué tras-teriordeltemplo, 
quecons-ttt 
de cinco naves, y q^® 
ha recibido de los trata­distas 
el título de *Joya 
de Castilla» V también ei 
de «Dama de las catedra­les 
», es majestuoso y e*;- 
gante, peifectamenle w-miiiado 
y alegre, con pa-vimentodemánnol 
blanco, 
íizul-negro y rosado, ae 
105'SS metros de longi­tud, 
50'14 en su mayor 
anchura, 3S de altura para 
la nave principal, 23 pa^' 
las laterales y ói'S? P^^^ 
la cúpula o media na­ranja. 
Número 5. Sillería 
coro de la catedral-compuesta 
por 117 
KCM. r.—ÁBSIDES DE LA CATEDRAL 
ladado, piedra por piedra, a la nueva por 
el maestro Juan Campero. Tiene la entrada por 
una portada de arco peraltado con ojiva cono-pial, 
guarnecida de íiguras de santos, dosele-tes, 
elegantes cardinas y ñanqueada por agu­jas 
afiligranadas, rematando con un bajorre­lieve 
de la Piedad. 
del 
Está 
sillas 
de'no¿¡l"'m'acizo y todas 
con labores distintas, pre' 
sentando una magninc^ 
arquería conopiai que 10 
ma las sillas altas. arcO^ 
rebajados, complic^t'^'í' 
arabescos al interior v es 
beltas columnillas en e^ 
cuerpo superior, destacándose por la nn 
del tallado y por su hermosura la silla centr > 
NÚM. 2.—CLAUSTRO DE I.A CATEDRAL 
NÚH. 3 .— CRISTO YACIiNTE UE LA CARTEDAL 
Número 3. Cristo yacente da la catedral.— 
Obra notable del famoso escultor gallego Gre­gorio 
Hernández o Fernández, realista en la 
expresión de la forma y muy bella en la sen­cillez 
de la actitud y en la perfección de los 
detalles y perfiles. 
Número 4. Interior de la catedral.—El in-m 
• 
v * 
r 
lii ' 
El, i- 
Í 3 • |l; 
I 
' i . i ' 
•iiiy 
'^} 
1 
i i • 
1. 
1 
i ; 
i ?. 
NÚM. 4.—INTERIOR DE LA CATlínR^I-NÚM. 
5.—SILLERÍA DEL CORO DE LA CATEDR.-^L NÚM. 6.—RETABLO DEL DESCENDIMIENTO EN LA CAPIELA DE LA PlE'' 
AD
^5 Y 22 MAYO I 920 LA ILUSTRAaON ESPAÑOLA Y AMERICANA NOMS. 18 Y 1 9 . — 2 83 
que lleva las armas de! obispo donante de la F-Sillería, 
D. Juan Aris Dávila, y las más inme- !' 
blatas a la verja de los dos lados del coro, que  
NÚM. 7.—RETABLO PLATERESCO DE LA IGLB-SIA 
DE SAN ANDR^lS 
^"•an ocupadas en la antigua catedral por los 
^^yes Don Enrique IV y Doña Juana cuando 
^^v*)^" a los oficios divinos. 
Número 6. Retablo del descendimiento en 
^ capilla de la Piedad de la catedral.—Fué 
Onación del canónigo fabriquero de la iglesia, 
• -Juan Rodríguez. Es la mejor obra que salió 
^ Jas manos del inmortal escultor Juan de 
V"'' tanto si se considera la maestría de la 
Jecuciün como si se atiende a la admirable 
P*^¡]Cromia de los tonos metálicos. 
/Simboliza el momento preciso en que la 
^'•gen contempla, tendido sobre una sábana, 
j cadáver de su divino Hijo, y dos de las san- 
^s mujeres, acompañadas de San Juan y de 
'codemus, se disponen a ungir el cuerpo del 
^a Vado,-. Todas las figuras son del tamaño 
^ t ^ ' a l , con grande expresión de dolor en los 
ostros y en las actitudes. Dos centinelas, co­scados, 
acaso anacrónicamente, a los lados 
^^' retablo, completan el cuadro, verdadera- 
•^ grandio.so. 
Nú 
siad 
go 
lie 
. mero 7. Retablo plateresco de la igle- 
^^ de San Andrés.—Notables pinturas del se-jí'^ 
viíino Alonso Herrera, y finas esculturas po- 
/^•"Omadas a los lado.s del sagrario, sobre el 
^üe descansa una Piedad de buena ejecución, 
stilo de Miguel Ángel. 
^ 'húmero 8. Atrio de la iglesia de San Mar- 
••~-espléndido conjunto de arcos de niedío 
^..^ y de variados capiteles románicos de la 
P'imera mitad del siglo xn, a excepción de la 
Puerta exterior de entrada, que pertenece al 
5-^" ^'^'"aza por el Sur y Poniente a la igle-p 
^^ ^^ nombre, digna de especial mención 
^ "" su planta prenomática, por sus dos monu- 
•^tales portadas, por la disposición de su 
fj(5j(_ a.—ATRIO DB LA IGLESJA DE SAN MARTÍN 
esbelta torre, apoyada sobre la novena de sus 
bóvedas, por la colección de sepulcros seño­riales 
que encierra y por la cripta, que aún no 
NÚM. 10.—SANTO CRISTO DE LA CASA LOZOYA 
ha sido explorada. Tiene también arqueria al 
lado del Norte, pero en la actualidad se halla 
tapiada. 
Número 9. Portada exterior de la iglesia 
de San Juan de los Caballeros.—Es ojival, del 
tipo clunicense y única en su género en Sego-v 
« Se compone de arcos concéntricos, cua-dijaos 
de hermosos adornos y se corona por 
fp 
NÚM. g.—PORTADA EXI'ERIOR DE LA IGLESIA 
DE SAN JUAN DE LOS CABALLEROS 
una cornisa de gran riqueza decorativa, igual 
a la que corre todo a lo largo del tejaroz de la 
iglesia, que fué pritnitivamente visigoda. Pro­bablemente 
seria labrada en el siglo xm y 
añadida ai que ha sido poi espacio de mucho 
tiempo grandioso templo románico, de la pri­mera 
época, y panteón de los nobles Linajes 
de la ciudad. En el interior del edificio hay 
enormes arcos que dividen las tres naves y se 
apoyan en columnas monocilíndricas sin ca­pitel. 
Número 10. Santo Cristo de la casa Lozo-ya.— 
Perteneció al marquesado de Lozoya y le 
donó a la catedral la que fué piadosísima viu­da 
de este titulo, doña Asunción Mascaró y 
del Hierro. Es una obra admirable del si­glo 
XVII, en la que su autor, el escultor Perye-ra, 
quiso representar a Jesús en el instante en 
que el Crucificado levantó sus ojos al cielo 
para decir al Eterno Padre: «En tus manos en­comiendo 
mi espíritu; perdónalos: no saben lo 
que se hacen.» 
Número 11. Pórtico de la iglesia de San 
Lorenzo.—De riquísima decoración arquitec­tónica 
en canecillos, sofitos y dovelas, ador­nados 
con representaciones, muy curiosas y 
exirañas; rodea por el Sur y Poniente a la igle­sia 
de tres ábsides, con arco de herradura en 
la portad > principal, acusando su origen visi­godo, 
y con torre románica de ladrillo, dis­puesta 
en cuatro cuerpos y con cuatro órde­nes 
de ventanas de medio punto. 
Número 12. Interior de la iglesia de San 
Millán.—Beilísitna perspectiva del gran tem­plo 
románico, siglo xi, de tres bóvedas, sepa­radas 
por pilaies compuestos y por columnas 
monocilíndricas; cuatro á b s i d e s ; cornisas. 
NÚM. 11.—PÓRTICO DE LA IGLESIA DE SAN LORENZO NÚM. 12.—INTERIOR DE LA líJLESlA DE SAN MILLÓN
NÚMS. l8 Y 19.—2ÍS4 LA ILUSTRAaÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA 15.Y 22 MAYO 19^*^ 
S!£í":Sterc^ 
NÜM- 13.—PÓRTICO DE'LA IGLESIA DE'SAN ESIERAN NÚM. 14.—IGLKSIA UE LA VEHACRUZ 
abundantes en decoración del xiii; tres porta­das 
de revelante inéiito y caprichosos capiles 
de admirable ejecución. 
Número 13. Pórtico de la iglesia de San 
Esteban.—Ocupa, juntamente con la torre, el 
flanco del Sur y, mediante un primoroso án­gulo, 
se continúa hasta los pies de la iglesia, 
que tiene la portada principal del Re­nacimiento. 
Sus capiteles, dobles y va­riados, 
están llenos de representacio­nes 
simbólicas de fina y delicada es­cultura. 
Número 14. Iglesia de la Vera-cruz.— 
Erigida por los caballeros del 
Temple y dedicada en 13 de abril de 
120S. Ofrece la originalidad de ser en 
Europa el ejemplar máis perfecto y el 
mejor conservado de las iglesias que 
los Templarios construyeron, a imita­ción 
del primitivo templo de Jerusalén. 
Tiene platita dodecagonal, cuatro áb­sides, 
cúpula mahometana y dos por­tadas 
de arco abocinado con ornamen­tación, 
propia de la segunda época, en 
sus lindos canecillos. Efi la portada 
del Sur parece haber existido la repre­sentación 
de los pecadas Capitales,' en 
un relieve que está sobré la clave del 
arco y cuyas figuras se hallan y'¿. dete­rioradas 
SUM. I 5.-^VISrA PANORÁMICA DEL MONASTERIO t)E LA IGLESIA 
por los agentes atmosféricos. Monu­mento 
nacional por Real orden de 4 de julio 
de 1919. 
Número 15. Vista panorámica del monas­terio 
e iglesia del Parral.—Fundación del se­ñor 
de Segovia, que luego reinó en España 
con el nombre de Enrique IV, es un conjunto 
de los órdenes ojival y plateresco con portada 
gótica, sin concluir, numerosos artesonados 
del mismo estilo, multitud de mudejares deta­lles 
y una interesantísima colección de sepul­cros, 
pertenecientes a las familias nobies de 
la ciudad. Tuvo el patronato de la capilla ma- cis. Es una cruz patriarcal o de doble traver-llena, 
yor ei poderoso y turbulento marqués de Vi- sa, de estilo gótico, en la que han sido co 
al que también se atribuye la fábrica de 
la iglesia. 
Número 16. Interior de la Veracruz.—Le 
constituyen dos recintos concéntricos, alum­brados 
por pequeñas ventanas con caracteres 
cadas dos ciucecitas, formadas con el pedaz 
del Lignum Crucis que el pontífice " ° " ^¡ 
rio 111 tomó del bra7j> derecho de la Cruz de 
Saiv.idor y donó a los Templarios en ^5 •: 
mayo de 1224. Ante ella prestaban juramen 
y hacían sus votos los profesos de 
Orden, Hoy se conserva en la ig'^^' 
u'e Zamarramala. 
de 
Número iS. Sepulcro de la condesa 
Medellin.—En su factura imita ei 
estilo de Juan Güas, el arquitecto d^ 
San Juan de los Reyes de Toledo. J ^^ 
doctores de la Iglesia, sentados en no"^] 
Hacinas de trepada arquería, apa'^" 
tan velar la estatua yacente, hermosa­mente 
tallada en alabastro, de la con 
desa doña Beatriz, que se cobija baj 
un arco apuntado con decoracione 
del periodo gótico florido. j. 
Número 19. El Acueducto de se­govia. 
—Llámasele encaje depu'draj 
toncado; es una fábrica de tal •^""'"CMS 
dad que no tiene cotejo en el mufiao. 
ciento sesenta y dos arcos, ^'^'^'''^^^ jg, 
en cinco segmentos, revelan marca 
mente elorigen romano de su ^^^ Q,$ 
ción, que abarca una longitud de o 
tros y 'se compone de grandes ^^'^^'^ffj.f, 
^__nito, cuadrados para los pilares y cunei 
mes para las dovelas de los arcos, los ^^^ 
tienen su mayor elevación, de 28,50 '^^ . J 
en la plazuela del Azoguejo. El coleccion'^^ 
segoviano don Eugenio Nonine posee 
moneda inédita y conmemorativa, tal ^'^^'.^ 
la fecha en que se construyó el monume ' 
puesto que lleva en el reverso el Acueduc 
en e! anverso tiene el busto, al pareceri , 
Aususto. Fué declarado monumento nacio 
nict, PARH Al-de 
aspillertis. En el central, que es de dos pi­sos, 
se figura el edículo del santo sepulcro, al 
que se puede entrar por cuatro puertas, de 
arco apuntado y de poca elevación, que sos­tienen 
un segundo cuerpo o compartimiento 
con un ara de forma cuadrilonga, en la que 
depositaiían los caballeros sus armas duran­te 
el acto de la vela. A los lados del Evangtí-lio 
y de la Epistola existen dos pequeñas ca­pillas, 
símbolo, quizá, de los sepulcros de Ni-metros 
gra 
codétnus y de José de Amaríiea. 
Número 17. La Veracruz o Lignum Cru- por Real orden de  de octubre de i884- 
NÚM. 16.—INTERIOR DE l.A VI¡KACttUZ• 
' • • r . i 
NÚM. 17.- LA VERACaUZ 
,sx-i-í>'' 
O l.IGMCM CRUCIS NÚM, r8l.í-.^ ST;rui.CRO DE LA CONDESA DE MED
'5 V 22 MAYO iq2n LÁ ILUSTEÁGION ESPACIÓLA Y AMERICANA íJÚHs. iS Y i g . — 2 ^ 5 
Número 20. Sepulcro del 
"¡arques de Villeiiíi.—Ocupa 
^1 lado del evangelio en elpres-biteiio 
y está iVontero con el 
J^s igual clase, perteneciente a 
¡a condesa de ViUena, düñ¡- 
•alaria Portocairero, ronnando 
'^'^ do?, con el altar niayur a 
"li'nera de un inmenso trípti­co- 
Ha sido construido por 
Jasco de la Zarza y por su 
^'scípulo Juan Rodríguez; tie- 
^^ ties cuerpos y pertenece al 
^stilü plateresco. Son de jaspe 
1^' na^amento, adornado con 
3s imágenes que representan 
^ las virtudes teologales y car- 
'^'na'-es; lu estatua orante del 
¡Jj^'qués, armado de punta en 
^'^n :o; la del paje, arrodillado, 
llevando el morrión y el escu­pí 
y el hermoso bajorrelieve 
^a4;1^-Í 
L^J*f-m 
qtie representa la escena de la 
P'tiparación para la sepultura 
•^e Jesucristo. Las pilastras laterales, las,cabe 
^^^ de ángeles, el arco-solio y las demás es 
• ^^i- 20.—SKfULCiiO DKL MAHyníS DE VILLENA 
j^l^^^s, llorones, escudos, etc.. son de piedra 
'""lea, muy dura, abundando en todo una 
^•"ouisa decoración del Keníiciniienlo. 
^^^úiiiero 21. Cueva de Santo Domingo de 
•J^mán.—A la parte dei Norte, y junto al áh- 
NIJM. 19.—EL ACrKDUCrO DE SECOVIA 
side del templo, existe la famosa y veneranda 
C/ievti donde es tradición que, esbindo en ora­ción, 
a los pies de unCrucifijo, el santoFunda-dor, 
derramó paite de su sangre, la cual se vio 
fresca v coagulada después de trescientos diez 
y ocho años. Da ycceso a la cueva una por­tada 
gótica, construida en la misma época que 
laiglesia de Sania Cruz. ^ 
Número 22. Sarcófagos de los Espinar y 
de los de la Hoz.—Labrados en pizarra negra, 
superpuestos unos a otros y ornamentados 
con blasones, frondas y epitafios del gusto 
ojival. 
^ ^ « - . . - 
PORTADA SEXRtIGtESlA- DE Si'NTA CRUZ 
NÚM. 21.—CUEVA DE SANTO DOMINGO DÉGUZMAN 
Número 23. Portada de la iglesif^ de San­ta 
Cruz, pertenece al primer convento que 
fundó en España Santo Domingo de Guzmán, 
cuyos descendientes tuvieron el patronato del 
mismo hasta que restauraron y agrandaron su 
fábrica los Reyes Católicos. Está formado por 
un arco trebolado que sostiene un hermoso re­lieve 
de la Piedad, en el que aparecen Isabel y 
Fernando, acompañados de santos de laOrden 
Dominicana. ííepisas, doseletes, guirnaldas y 
cardinas, escudos reales, sostenidos por águi­las, 
y los de la Orden por ángeles, el Crucifi­cado 
y dos religiosos en ademán de adoración 
completan la interesante y hermosa composi­ción. 
Número 24. Puerta de San Andrés.—Una 
de las cuatro del circuitD cenado o muralla 
que se desarrolla en una extensión de 2.250 
metros, con 9 de altura y 2,50 de espesor. Tie­ne 
arco peraltado, morisco, galería de ventanas 
irregulares, cornisas de bolas, saeteras en cruz, 
almenas piramidales y un escudo heráldico. 
A uno y otro lado está flanqueda por dos to­rres; 
una poligonal y la otra cuadrada, de la­drillo, 
con sabor mudejar. Pertenece al siglo 
XV y resulta muy beHa en su conjunto. 
Número 25. Torreón de 
Arias Dáviia.—De estilo góti­co, 
siglo XV. Consta de dos 
cuerpos de mampostería, re­forzada 
con sillería en sus cua­tro 
ángulos y ornamentada 
con alicatados arabescos. Los 
matacanes son de mucho vue­lo, 
y las almenas rematadas 
en pirámide, ostentando algu­nas 
de ellas los escudos seño-liales. 
Número 2Ó. El Alcázar.— 
Crujía del Norte.—Compren­de 
el espacio donde se halla­ban 
instaladas las suntuosas 
cuadras o estancias, adorna-Í 
dñs, en otro tiempo, con mag­nificas 
estatuas de todos ios 
reyes de España y con admi- 
% 
^ rabies artesonados gótico-mudejares, 
en púipura y oro. 
Número 27. Casa de Al-puente.— 
La más bella de las 
casas fuertes torieadas de Segovia. En ella se 
pueden admirar ios hermosos ventanales mu- 
••^k 
NLM. 22.—SASCÓFAGOS DB LOS ESPINAR 
• Y DE LOS IJIÍ LA HOZ 
dejares que hay en la fachada principal, y 
los aitesonados que existen en algunas habi­taciones 
del interior. 
Número 28. Casa denominada de Juan 
Bravo. — Tiene galería de arcos alcobados, 
guarnecidos de gruesos boceles, sartas de bo-r 
NÜM. 24,—PUERTA "DE -SAN ANI'RÉS
NÚüis. i 8 Y ig.—286 LA ;LU'5TR ^ C I G N ESPAÑOLA  AMERICANA 15 Y 22 MAYO 1920 
NÚM. 25,—TORREÓN DE ARIAS DÁVII;A 
las y escudo señorial, que no es el del insigne 
comunero. Es del estilo gótico. 
Número 29. Casa de los Picos.—Torreada, 
gótica, del xv, y notable por las piedras 
de la fachada, labradas en formal de punta 
de diamante. Ames de su restauración tenía 
Número 32. La antigua sinagoga o iglesia 
del Corpus. 
Números 33 y 34. San Antonio el Real.— 
Artesonados mudejares. Sala del Capítulo y 
Claustro. 
Número 35. Sobrepuerta del antiguo pala­cio 
de Enrique IV.—Es de yesería mudejar 
con detalles góticos, casi idénticos a los de 
las salas del Alcázar. 
Número 36, Fachada principal del real pa­lacio 
de San Ildefonso.—Consta de grandes 
pilastras y columnas, estriadas, algunas pa­readas, 
con capiteles ricamente esculpidos en 
riiárinol. Sobre las cuatro columnas centrales 
se apoya un ático rectangular, formado por 
cariátides que representan las estaciones del 
año, y coronado por una balaustrada de igual 
carácter que la que corre a lo largo del enta­blamento 
principal. Es de estilo compuesto, 
siglo xvín, y su traza y ejecución son debidas 
a los arquitectos Jubara y Saqueti. 
Números 37, 38 y 39. Monumentales fuen­tes 
de la Granja.—La carrera de caballos. Se 
compone de 114 surtidores y de diversas 
fuentes, entre ellas la de Andrómeda y la de 
Las Tres Gracias. Situada enfrente de la facha­da 
principal del palacio, lorma, ai correr el 
agua, un bellísimo panorama. Las estatuas son 
del siglo xvm y de tradición berniniana, deca­dente, 
obra del escultor Dumandre. 
Número 40. Cruz procesional. Siglo xvi.— 
Pertenece a la iglesia de San Miguel. Es góti- 
NÚM. 28.—CASA DKNOMINADA U K J U A N BRAVO 
Es del siglo XV, y fué fabricado por el 0^ ^ 
brs Juan Pérez. p 
NTúmero 43. Custodia de la Granja.-- 
obra primorosa del siglo xvii, con una altu • 
de un metro próximamente; pesa 27 li''^^ f 
está adornada con esmeraldas de gran ^^' 
NOM, 26.—EL ALCÁZAR. CUUJIA DEL NORTE 
artesonados mudejares y era la que delendia 
la puerta de la muralla llamada de San Martin. 
Número 30. Casa del marqués del Arco.— 
Patio estilo plateresco. Consta de tres lados en 
pórtico y de otro cerrado. Los bustos de empe­radores 
romanos y de reyes españoles, reparti-ca, 
de mucho peso y está llena de figuras y 
^NÜM. 27.—CAKA UE ALPUÉNTB 
capiteles. 
Número 41. Retablo gótico, bruselés, en 
la iglesia de San Antonio el Real.—Se compo­ne 
de más de sesenta figuras, talladas por 
completo. Representa la crucifixión en el Cal- 
La Virgen y el templete del cuerpo centra' 
de oro macizo con esmaltes. t^. 
Números 44, 54 y 55. Casulla, ^apa P ,^ 
vial y paño de pulpito, góticos, de la Ca's 
de San Andrés y San Miguel. . _^ 
Número 45. Cruz gótica de la *^'''^"ig(,ta 
Perteneció a la antigua parroquia de 
Columba, de Segovia. Es del siglo xvi. 
NÚM. 29.—CASA DE LOS FlCOS 
dos por el arquitrabe, son de buena factura, y 
muy gentil la galería con una balaustrada pre­ciosa. 
Número 31. Casa deGarci-Sánchez.—Es­tilo 
barroco. Tiene portada con columnas ter­minadas 
en candelabros, y una bonita galería 
de arcos rebajados. Toda ella es de granito. 
vario,yencierra tanta importancia que no exis­te 
otro que se le iguale en España. 
Número 42. Cáliz gótico de la Catedral.— 
Regalado por D. Beltrán de la Cueva, marqués 
de Cuéllar, en memoria de la toma de pose­sión 
del maestrazgo de Santiago en la Cate­dral 
antigua. NÚM. 30.—CASA DEL MARQUÉS DE * "
15 1: 22 MAYO I 920 LA ILUSTRACIÓN E ¿ r , , . LLA Y AMERICANA NÚMS. T 8 Y 1 9 . — 2 87 
N I ' M . 31.—CASA DE GARCI-SÁIÍCHEZ 
pado de Segovia, habiéndole transformado 
después el prelado D. Juan Arrias Dáviia, 
quien puso a la enü^da de la iglesia dos to­rres, 
poligonales en el piimer cuerpo y ciicu-lares 
en el segundo. 
Número 5S. Vista general de la villa de 
Cuéllar.—Se halla edificada la antigua Colen-da 
de los romanos tn una prominencia o co­llado, 
adoptando su caserío la forma de anfi­teatro. 
Tiene soberbio castillo, que fué pose­sión 
real y después pasó a ser del señorío de 
D. Beltrán de la Cueva; doble cerca: una para 
la ciudadela, que forma el barrio de San Mar­tín, 
y otra para la ciudad, que integran ios ba­rrios 
que no rebosan fuera del recinto exte­rior; 
espléndidas edificaciones eclesiásticas del 
estilo románico,de ladrillo,y muchas casas bla­sonadas 
que revelan, en conjunto, la antigua 
piedad y la fortaleza de la villa. 
Números 59 y 60. Palacio-castillo de Cué­llar.— 
Fábrica levantada a poco de la restau­ración 
de la villa por Alfonso VI y reconstruida 
en el xv por el duque de Alhurquerque, don 
Beltrán de la Cueva. Adopta en planta la for­ma 
cuadrilonga con gruesos cubos en los án­gulos. 
Posee alta y robusta torre del homena­je; 
su puerta principal tiene los escudos de los 
reyes de Castilla y de León, el de D. Beltrán y 
el de su primera esposa, doria Mencía de Men­doza; 
Número 46. Escultura románica en piedra, 
^focede de la antigua iglesia de San Miguel, 
^igloxii. 
hay patio central con galería majestuo- 
_ Número 47. Imagen bizantina de la igle- sa del xvi; e! lienzo oriental está defendido por 
^ de San Millán, siglo xu¡. una gran barbacanajy todo el edificio se ador- 
NLM. 32.—LA ANTIGUA SINAGOGA O IGLESIA 
DEL CORPUS 
corte árabe y está flanqueada por un robusto 
cubo y por una tone cuadrada. Encima de la 
clave del arco exterior, que tiene hiladas de 
ladrillo, campea el escudo del Concejo y en el 
lienzo central los de los Cuevas, 
Número 62. Puerta de San Martín (Cué­llar).— 
Una de las cuatro de la ciudadela. 
NÚM. 33.—SAN ANTONIO EL REAL NUM. 34.—SAN ANTONIO EL HKAL 
_, l^íúmero 48. Capiteles de la iglesia de la 
t. e' ^ 'ni i*i a^d^. -—~ í•^Ronin"•lá^nln¡;c/'oí^sc , dHe^ll sciiog-llori -XxIiIi , ePxviisftiet enn-- 
^ en la portada interior del templo, que tie- 
^ también el monograma de Cristo. 
^ ^limeros 49, 50 y 51. Tapices de la Cate- 
^ral.-~-pug,.(jj^ regalados a la Catedral por el 
gC^diano de la misma, D. Antonio de Ayala 
^^fganza, en el año de 1697. Todos ellos han 
'lo fabricados en Bruselas. 
^Número 52. Cristo de los Gascones, en la 
^'esia de San Justo.—Procede de Alemania. 
travT^^ 'a tradición que llegó a esta ciudad 
"do por unos gascones y por unos alemanes, 
^^'^"es, habida disputa entre sí acerca de su 
flenencia, le cargaron sobre una muía, a la 
g^e Sacaron los ojos, llegando a ia iglesia de 
gl " Justo, en cuya puerta de entrada .-evento 
g] g"['»ial, teniendo esto como prueba de que 
(jg ^"*^'' quería quedarse en Segovia, en don-j 
^ 5e establecieron los que tanto se disputaron 
K-P^-'^e^iün de la veneranda etigie. Es bizan- 
''"'^' del siglo xi. 
^^iNumeros 53, 56 y 57. Castillo de Turéga-que 
'^'^ y gentil mole, de estilo gótico, 
la Q ^^ ^^'^"ta en una pequeña cuesta, desde 
denL^ domina a loda la población. Encierra 
bac '^ '^^ ^^^ muros, a los que ciñe una bar-si„¡^^^ 
^hnenada, una iglesia románica del 
rgg J^"> ^^ tres naves y ábsides semicírcula-e( 
¿¡k ,"tre las numerosas torres que tiene el 
cojí ?'^ descuella la torre central de piedra 
cn^- ' ^^ torreones en cada uno de sus lados y 
•"^in^n^ ?^ saeteras, almenas y matacanes. La 
^ iJoña Urraca hizo donación de él al Obis-na 
con saeteras, matacanes y almenas. Su 
construcción es del estilo gótico. 
Número 61. Puerta de San Basilio (Cué­llar).— 
Se halla situada junto al Castillo, y es 
la única puei ta que tienen común la ciudade­la 
y la villa. La forman cuatro arcos unidos de 
%-r~.^>- 
..«^y 
NI':M. 33.—SOBREPUERTA DEL ANTIGUO PALACIO 
DE ENRIQUE IV 
Está constituida por fortísimo arco de piedra 
con grandes dovelas y defendida por dos ro­bustas 
torres cuadradas que flanquean su en­trada. 
Sobre la clave del arco, lo mismo que 
en las otras puertas, se halla el escudo de la 
villa, y en lo alto de las torres, así como en los 
remates de los lienzos de la muralla, los de los 
poderosos magnates del castillo. 
Número 63. Sepulcros de la iglesia de San 
Esteban (Cuéllar).- Lado del Evangelio. Gó-tico- 
mudéiares con admirables calados, ence­rrados 
dentro de un recuadro con inscripcio­nes 
de los Salmos. Sobre las urnas funerarias 
descansan dos estatuas yacentes de alabastro 
primorosamente ejecutadas: una de mujer y la 
otra del caballero, cuyos son los sepulcros, 
Doña Isabel de Zuazo y su esposo D. Martín 
López de Córdoba e Inestrosa. 
Número 64. Puerta de San Andrés (Cué­llar).— 
Solamente se conserva ella de las cua­tro 
del 1 ecinto de la villa. Tiene arco de hei ra-dura 
con ojiva apuntada, sobre la que está es­culpido 
el blasón del pueblo; indicio, tal vez, 
de que los señores del castillo y de la ciuda­dela 
nunca dominaron en la villa. 
Número 65. Ábside de la iglesia de San 
Esteban (Cuéllar).—Elegantísimo tipo del 
estilo románico,de ladrillo, situado en el ángu­lo 
que forma el recinto murado de la ciudade­la 
y formado por arquerías ciegas superpues­tas, 
dobles recuadros y fajas en espina de pez, 
admirabiementecombinados. En esta iglesia se 
conservaba el archivo de los nobles linajes, 
pertenecientes a la cofradía de la Visandína.
Segovia.  "La Ilustración Española y Americana", 15 de mayo de 1920
Segovia.  "La Ilustración Española y Americana", 15 de mayo de 1920
Segovia.  "La Ilustración Española y Americana", 15 de mayo de 1920
Segovia.  "La Ilustración Española y Americana", 15 de mayo de 1920
Segovia.  "La Ilustración Española y Americana", 15 de mayo de 1920
Segovia.  "La Ilustración Española y Americana", 15 de mayo de 1920
Segovia.  "La Ilustración Española y Americana", 15 de mayo de 1920
Segovia.  "La Ilustración Española y Americana", 15 de mayo de 1920
Segovia.  "La Ilustración Española y Americana", 15 de mayo de 1920
Segovia.  "La Ilustración Española y Americana", 15 de mayo de 1920
Segovia.  "La Ilustración Española y Americana", 15 de mayo de 1920
Segovia.  "La Ilustración Española y Americana", 15 de mayo de 1920
Segovia.  "La Ilustración Española y Americana", 15 de mayo de 1920
Segovia.  "La Ilustración Española y Americana", 15 de mayo de 1920
Segovia.  "La Ilustración Española y Americana", 15 de mayo de 1920
Segovia.  "La Ilustración Española y Americana", 15 de mayo de 1920
Segovia.  "La Ilustración Española y Americana", 15 de mayo de 1920
Segovia.  "La Ilustración Española y Americana", 15 de mayo de 1920

Contenu connexe

Tendances

La soledad de américa latina gabriel garcía márquez
La soledad de américa latina   gabriel garcía márquezLa soledad de américa latina   gabriel garcía márquez
La soledad de américa latina gabriel garcía márquezjackeline gomez caballero
 
Catalolablanquita
CatalolablanquitaCatalolablanquita
Catalolablanquitachongale
 
ABC 21-06-2014-Página 1-PRIMERA
ABC 21-06-2014-Página 1-PRIMERAABC 21-06-2014-Página 1-PRIMERA
ABC 21-06-2014-Página 1-PRIMERAAntonio Alcaraz
 
Ejemplar ilustración española y americana madrid 30-05-1902 - juramento de ...
Ejemplar ilustración española y americana   madrid 30-05-1902 - juramento de ...Ejemplar ilustración española y americana   madrid 30-05-1902 - juramento de ...
Ejemplar ilustración española y americana madrid 30-05-1902 - juramento de ...María Rubio
 
Las venas abiertas de america latina
Las venas abiertas de america latinaLas venas abiertas de america latina
Las venas abiertas de america latinaRafael Verde)
 
500 ENGAÑOS Otra cara de la historia - REFLEXION.
500 ENGAÑOS Otra cara de la historia -  REFLEXION.500 ENGAÑOS Otra cara de la historia -  REFLEXION.
500 ENGAÑOS Otra cara de la historia - REFLEXION.Nilton Porras Puchoc
 
Un opositor de 25 años gana el concurso de Madrid 2020
Un opositor de 25 años gana el concurso de Madrid 2020Un opositor de 25 años gana el concurso de Madrid 2020
Un opositor de 25 años gana el concurso de Madrid 2020Víctor Manuel Almeida Tielve
 
23032012 1332507398 balancepatriotico
23032012 1332507398 balancepatriotico23032012 1332507398 balancepatriotico
23032012 1332507398 balancepatrioticoangie_angie
 
Las Guerras Cántabras
Las Guerras CántabrasLas Guerras Cántabras
Las Guerras Cántabrassarasrivas
 
Entrevista al historiador Richard Kaganen ABC sobre 'Biografías e Historia'
Entrevista al historiador Richard Kaganen ABC sobre 'Biografías e Historia'Entrevista al historiador Richard Kaganen ABC sobre 'Biografías e Historia'
Entrevista al historiador Richard Kaganen ABC sobre 'Biografías e Historia'Fundación Banco Santander
 
Las Venas Abiertas De AmçRica Latina Eduardo Galeano
Las Venas Abiertas De AmçRica Latina   Eduardo GaleanoLas Venas Abiertas De AmçRica Latina   Eduardo Galeano
Las Venas Abiertas De AmçRica Latina Eduardo GaleanoYazmin Reyes Del Moral
 
El madrid de alatriste
El madrid de alatristeEl madrid de alatriste
El madrid de alatristeprofevio
 

Tendances (18)

Ajedrez en mexico a finales siglo xix
Ajedrez en mexico a finales siglo xixAjedrez en mexico a finales siglo xix
Ajedrez en mexico a finales siglo xix
 
El llanto de cortes
El llanto de cortesEl llanto de cortes
El llanto de cortes
 
La soledad de américa latina gabriel garcía márquez
La soledad de américa latina   gabriel garcía márquezLa soledad de américa latina   gabriel garcía márquez
La soledad de américa latina gabriel garcía márquez
 
Catalolablanquita
CatalolablanquitaCatalolablanquita
Catalolablanquita
 
Carta el mundo
Carta el mundoCarta el mundo
Carta el mundo
 
ABC 21-06-2014-Página 1-PRIMERA
ABC 21-06-2014-Página 1-PRIMERAABC 21-06-2014-Página 1-PRIMERA
ABC 21-06-2014-Página 1-PRIMERA
 
Ejemplar ilustración española y americana madrid 30-05-1902 - juramento de ...
Ejemplar ilustración española y americana   madrid 30-05-1902 - juramento de ...Ejemplar ilustración española y americana   madrid 30-05-1902 - juramento de ...
Ejemplar ilustración española y americana madrid 30-05-1902 - juramento de ...
 
Las venas abiertas de america latina
Las venas abiertas de america latinaLas venas abiertas de america latina
Las venas abiertas de america latina
 
Revista chillico
Revista chillicoRevista chillico
Revista chillico
 
500 ENGAÑOS Otra cara de la historia - REFLEXION.
500 ENGAÑOS Otra cara de la historia -  REFLEXION.500 ENGAÑOS Otra cara de la historia -  REFLEXION.
500 ENGAÑOS Otra cara de la historia - REFLEXION.
 
¿Quiénes fueron los hidalgos
¿Quiénes fueron los hidalgos ¿Quiénes fueron los hidalgos
¿Quiénes fueron los hidalgos
 
Un opositor de 25 años gana el concurso de Madrid 2020
Un opositor de 25 años gana el concurso de Madrid 2020Un opositor de 25 años gana el concurso de Madrid 2020
Un opositor de 25 años gana el concurso de Madrid 2020
 
23032012 1332507398 balancepatriotico
23032012 1332507398 balancepatriotico23032012 1332507398 balancepatriotico
23032012 1332507398 balancepatriotico
 
Las Guerras Cántabras
Las Guerras CántabrasLas Guerras Cántabras
Las Guerras Cántabras
 
Entrevista al historiador Richard Kaganen ABC sobre 'Biografías e Historia'
Entrevista al historiador Richard Kaganen ABC sobre 'Biografías e Historia'Entrevista al historiador Richard Kaganen ABC sobre 'Biografías e Historia'
Entrevista al historiador Richard Kaganen ABC sobre 'Biografías e Historia'
 
Accion española antología
Accion española   antologíaAccion española   antología
Accion española antología
 
Las Venas Abiertas De AmçRica Latina Eduardo Galeano
Las Venas Abiertas De AmçRica Latina   Eduardo GaleanoLas Venas Abiertas De AmçRica Latina   Eduardo Galeano
Las Venas Abiertas De AmçRica Latina Eduardo Galeano
 
El madrid de alatriste
El madrid de alatristeEl madrid de alatriste
El madrid de alatriste
 

Similaire à Segovia. "La Ilustración Española y Americana", 15 de mayo de 1920

Los aztecas antes de la conquista
Los aztecas antes de la conquistaLos aztecas antes de la conquista
Los aztecas antes de la conquistaSusana Gallardo
 
Fuentes_historicas__CCSS.pdf
Fuentes_historicas__CCSS.pdfFuentes_historicas__CCSS.pdf
Fuentes_historicas__CCSS.pdfSCMU AQP
 
Modelo agro exportador
Modelo agro exportadorModelo agro exportador
Modelo agro exportadoragustinc3333
 
La gatera de_la_villa_La Gatera de la Villa nº 5
La gatera de_la_villa_La Gatera de la Villa nº 5La gatera de_la_villa_La Gatera de la Villa nº 5
La gatera de_la_villa_La Gatera de la Villa nº 5La Gatera de la Villa
 
Año 2008 nº 01
Año 2008   nº 01Año 2008   nº 01
Año 2008 nº 01fjgn1972
 
El uruguay comercial, pastoril y caudillesco
El uruguay comercial, pastoril y caudillescoEl uruguay comercial, pastoril y caudillesco
El uruguay comercial, pastoril y caudillescoFernando de los Ángeles
 

Similaire à Segovia. "La Ilustración Española y Americana", 15 de mayo de 1920 (20)

La Gatera de la Villa nº 13
La Gatera de la Villa nº 13La Gatera de la Villa nº 13
La Gatera de la Villa nº 13
 
La Gatera de la Villa nº 40
La Gatera de la Villa nº 40La Gatera de la Villa nº 40
La Gatera de la Villa nº 40
 
Comentarios sobre la obra de Fernand Braudel titulada "Civilización material,...
Comentarios sobre la obra de Fernand Braudel titulada "Civilización material,...Comentarios sobre la obra de Fernand Braudel titulada "Civilización material,...
Comentarios sobre la obra de Fernand Braudel titulada "Civilización material,...
 
María Victoria Menéndez Jiménez
María Victoria Menéndez JiménezMaría Victoria Menéndez Jiménez
María Victoria Menéndez Jiménez
 
La Gatera de la Villa nº 39
La Gatera de la Villa nº 39La Gatera de la Villa nº 39
La Gatera de la Villa nº 39
 
Los aztecas antes de la conquista
Los aztecas antes de la conquistaLos aztecas antes de la conquista
Los aztecas antes de la conquista
 
La Gatera de la Villa nº 47
La Gatera de la Villa nº 47La Gatera de la Villa nº 47
La Gatera de la Villa nº 47
 
LA CRÓNICA 994
LA CRÓNICA 994LA CRÓNICA 994
LA CRÓNICA 994
 
La Gatera de la Villa nº 16
La Gatera de la Villa nº 16La Gatera de la Villa nº 16
La Gatera de la Villa nº 16
 
La Gatera de la Villa nº 19
La Gatera de la Villa nº 19La Gatera de la Villa nº 19
La Gatera de la Villa nº 19
 
Fuentes_historicas__CCSS.pdf
Fuentes_historicas__CCSS.pdfFuentes_historicas__CCSS.pdf
Fuentes_historicas__CCSS.pdf
 
Modelo agro exportador
Modelo agro exportadorModelo agro exportador
Modelo agro exportador
 
La acción 1907 enero 2015
La acción 1907 enero 2015La acción 1907 enero 2015
La acción 1907 enero 2015
 
La acción 1907 enero 2015
La acción 1907 enero 2015La acción 1907 enero 2015
La acción 1907 enero 2015
 
La Gatera de la Villa nº 48
La Gatera de la Villa nº 48La Gatera de la Villa nº 48
La Gatera de la Villa nº 48
 
La Gatera de la Villa nº 34
La Gatera de la Villa nº 34La Gatera de la Villa nº 34
La Gatera de la Villa nº 34
 
La gatera de_la_villa_La Gatera de la Villa nº 5
La gatera de_la_villa_La Gatera de la Villa nº 5La gatera de_la_villa_La Gatera de la Villa nº 5
La gatera de_la_villa_La Gatera de la Villa nº 5
 
Año 2008 nº 01
Año 2008   nº 01Año 2008   nº 01
Año 2008 nº 01
 
El uruguay comercial, pastoril y caudillesco
El uruguay comercial, pastoril y caudillescoEl uruguay comercial, pastoril y caudillesco
El uruguay comercial, pastoril y caudillesco
 
Todo Jaen 78 verano 2018
Todo Jaen 78 verano 2018Todo Jaen 78 verano 2018
Todo Jaen 78 verano 2018
 

Plus de Pablo Aguilera

Billetes de España (1925-1992)
Billetes de España (1925-1992)Billetes de España (1925-1992)
Billetes de España (1925-1992)Pablo Aguilera
 
Revista La Gatera de la Villa, nº 3
Revista La Gatera de la Villa, nº 3Revista La Gatera de la Villa, nº 3
Revista La Gatera de la Villa, nº 3Pablo Aguilera
 
Revista La Gatera de la Villa, nº 2
Revista La Gatera de la Villa, nº 2Revista La Gatera de la Villa, nº 2
Revista La Gatera de la Villa, nº 2Pablo Aguilera
 
Primeros pasos con Backbone js, por Xavier Aznar
Primeros pasos con Backbone js, por Xavier AznarPrimeros pasos con Backbone js, por Xavier Aznar
Primeros pasos con Backbone js, por Xavier AznarPablo Aguilera
 
Secuencias de Sigüenza
Secuencias de SigüenzaSecuencias de Sigüenza
Secuencias de SigüenzaPablo Aguilera
 
Revista "El estornino de Mozart", marzo 2013
Revista "El estornino de Mozart", marzo 2013Revista "El estornino de Mozart", marzo 2013
Revista "El estornino de Mozart", marzo 2013Pablo Aguilera
 
Revista "El estornino de Mozart", febrero 2013
Revista "El estornino de Mozart", febrero 2013Revista "El estornino de Mozart", febrero 2013
Revista "El estornino de Mozart", febrero 2013Pablo Aguilera
 
Revista "El estornino de Mozart", enero 2013
Revista "El estornino de Mozart", enero 2013Revista "El estornino de Mozart", enero 2013
Revista "El estornino de Mozart", enero 2013Pablo Aguilera
 
Primeras jornadas madrileñas de novela historica
Primeras jornadas madrileñas de novela historicaPrimeras jornadas madrileñas de novela historica
Primeras jornadas madrileñas de novela historicaPablo Aguilera
 
25 trucos caseros que te van a hacer la vida más simple
25 trucos caseros que te van a hacer la vida más simple25 trucos caseros que te van a hacer la vida más simple
25 trucos caseros que te van a hacer la vida más simplePablo Aguilera
 
Aquellos que fuimos niños en los 60, 70 u 80
Aquellos que fuimos niños en los 60, 70 u 80Aquellos que fuimos niños en los 60, 70 u 80
Aquellos que fuimos niños en los 60, 70 u 80Pablo Aguilera
 
A lapiz. Dirk Dzimirsky
A lapiz. Dirk DzimirskyA lapiz. Dirk Dzimirsky
A lapiz. Dirk DzimirskyPablo Aguilera
 
Mucho más que imágenes
Mucho más que imágenesMucho más que imágenes
Mucho más que imágenesPablo Aguilera
 
Me gustan estas frases, ¿y a ti?
Me gustan estas frases, ¿y a ti?Me gustan estas frases, ¿y a ti?
Me gustan estas frases, ¿y a ti?Pablo Aguilera
 
Crea tu propio zoo sin salir de casa
Crea  tu propio zoo sin salir de casaCrea  tu propio zoo sin salir de casa
Crea tu propio zoo sin salir de casaPablo Aguilera
 
Revista Proiectus nº 3
Revista Proiectus nº 3Revista Proiectus nº 3
Revista Proiectus nº 3Pablo Aguilera
 
Manual del pintor de historia, ó sea recopilación de las principales reglas, ...
Manual del pintor de historia, ó sea recopilación de las principales reglas, ...Manual del pintor de historia, ó sea recopilación de las principales reglas, ...
Manual del pintor de historia, ó sea recopilación de las principales reglas, ...Pablo Aguilera
 
Rincones curiosos de España
Rincones curiosos de EspañaRincones curiosos de España
Rincones curiosos de EspañaPablo Aguilera
 

Plus de Pablo Aguilera (20)

Billetes de España (1925-1992)
Billetes de España (1925-1992)Billetes de España (1925-1992)
Billetes de España (1925-1992)
 
Revista La Gatera de la Villa, nº 3
Revista La Gatera de la Villa, nº 3Revista La Gatera de la Villa, nº 3
Revista La Gatera de la Villa, nº 3
 
Revista La Gatera de la Villa, nº 2
Revista La Gatera de la Villa, nº 2Revista La Gatera de la Villa, nº 2
Revista La Gatera de la Villa, nº 2
 
Primeros pasos con Backbone js, por Xavier Aznar
Primeros pasos con Backbone js, por Xavier AznarPrimeros pasos con Backbone js, por Xavier Aznar
Primeros pasos con Backbone js, por Xavier Aznar
 
Frutos en flor
Frutos en florFrutos en flor
Frutos en flor
 
Secuencias de Sigüenza
Secuencias de SigüenzaSecuencias de Sigüenza
Secuencias de Sigüenza
 
Revista "El estornino de Mozart", marzo 2013
Revista "El estornino de Mozart", marzo 2013Revista "El estornino de Mozart", marzo 2013
Revista "El estornino de Mozart", marzo 2013
 
Revista "El estornino de Mozart", febrero 2013
Revista "El estornino de Mozart", febrero 2013Revista "El estornino de Mozart", febrero 2013
Revista "El estornino de Mozart", febrero 2013
 
Revista "El estornino de Mozart", enero 2013
Revista "El estornino de Mozart", enero 2013Revista "El estornino de Mozart", enero 2013
Revista "El estornino de Mozart", enero 2013
 
Primeras jornadas madrileñas de novela historica
Primeras jornadas madrileñas de novela historicaPrimeras jornadas madrileñas de novela historica
Primeras jornadas madrileñas de novela historica
 
25 trucos caseros que te van a hacer la vida más simple
25 trucos caseros que te van a hacer la vida más simple25 trucos caseros que te van a hacer la vida más simple
25 trucos caseros que te van a hacer la vida más simple
 
Aquellos que fuimos niños en los 60, 70 u 80
Aquellos que fuimos niños en los 60, 70 u 80Aquellos que fuimos niños en los 60, 70 u 80
Aquellos que fuimos niños en los 60, 70 u 80
 
A lapiz. Dirk Dzimirsky
A lapiz. Dirk DzimirskyA lapiz. Dirk Dzimirsky
A lapiz. Dirk Dzimirsky
 
Mucho más que imágenes
Mucho más que imágenesMucho más que imágenes
Mucho más que imágenes
 
Praga nevada de noche
Praga nevada de nochePraga nevada de noche
Praga nevada de noche
 
Me gustan estas frases, ¿y a ti?
Me gustan estas frases, ¿y a ti?Me gustan estas frases, ¿y a ti?
Me gustan estas frases, ¿y a ti?
 
Crea tu propio zoo sin salir de casa
Crea  tu propio zoo sin salir de casaCrea  tu propio zoo sin salir de casa
Crea tu propio zoo sin salir de casa
 
Revista Proiectus nº 3
Revista Proiectus nº 3Revista Proiectus nº 3
Revista Proiectus nº 3
 
Manual del pintor de historia, ó sea recopilación de las principales reglas, ...
Manual del pintor de historia, ó sea recopilación de las principales reglas, ...Manual del pintor de historia, ó sea recopilación de las principales reglas, ...
Manual del pintor de historia, ó sea recopilación de las principales reglas, ...
 
Rincones curiosos de España
Rincones curiosos de EspañaRincones curiosos de España
Rincones curiosos de España
 

Dernier

Línea de tiempo de la arquitectura.pptxd
Línea de tiempo de la arquitectura.pptxdLínea de tiempo de la arquitectura.pptxd
Línea de tiempo de la arquitectura.pptxdmvalderrama2024
 
DPCC DENGUEweqe236rtu657u5y5rty4w65etgdrtgrtgryty.docx
DPCC DENGUEweqe236rtu657u5y5rty4w65etgdrtgrtgryty.docxDPCC DENGUEweqe236rtu657u5y5rty4w65etgdrtgrtgryty.docx
DPCC DENGUEweqe236rtu657u5y5rty4w65etgdrtgrtgryty.docxSusanaDistancia
 
Pintor Dominicano, Eusebio Vidal pintura en acuarela 2
Pintor Dominicano, Eusebio Vidal pintura en acuarela 2Pintor Dominicano, Eusebio Vidal pintura en acuarela 2
Pintor Dominicano, Eusebio Vidal pintura en acuarela 2EusebioVidal1
 
Uasd centro Barahona.pptx bruneleski lebron bido
Uasd centro Barahona.pptx bruneleski lebron bidoUasd centro Barahona.pptx bruneleski lebron bido
Uasd centro Barahona.pptx bruneleski lebron bidobrunolebronbido0880
 
EXPOSICION MANUELA DIAPOSITIVA GRUPO.pptx
EXPOSICION MANUELA DIAPOSITIVA GRUPO.pptxEXPOSICION MANUELA DIAPOSITIVA GRUPO.pptx
EXPOSICION MANUELA DIAPOSITIVA GRUPO.pptxmarilinperez13
 
5° PROGRAMACION CURRICULAR ANUAL ARTE Y CULTURA 2024.docx
5° PROGRAMACION CURRICULAR ANUAL ARTE Y CULTURA 2024.docx5° PROGRAMACION CURRICULAR ANUAL ARTE Y CULTURA 2024.docx
5° PROGRAMACION CURRICULAR ANUAL ARTE Y CULTURA 2024.docxlunadara25
 
la infancia y a la adolescencia dentro de los microsistemas.docx
la infancia y a la adolescencia dentro de los microsistemas.docxla infancia y a la adolescencia dentro de los microsistemas.docx
la infancia y a la adolescencia dentro de los microsistemas.docxNorbelisSuarez
 

Dernier (8)

Línea de tiempo de la arquitectura.pptxd
Línea de tiempo de la arquitectura.pptxdLínea de tiempo de la arquitectura.pptxd
Línea de tiempo de la arquitectura.pptxd
 
Tras Bambalinas, el equipo del museo.pdf
Tras Bambalinas, el equipo del museo.pdfTras Bambalinas, el equipo del museo.pdf
Tras Bambalinas, el equipo del museo.pdf
 
DPCC DENGUEweqe236rtu657u5y5rty4w65etgdrtgrtgryty.docx
DPCC DENGUEweqe236rtu657u5y5rty4w65etgdrtgrtgryty.docxDPCC DENGUEweqe236rtu657u5y5rty4w65etgdrtgrtgryty.docx
DPCC DENGUEweqe236rtu657u5y5rty4w65etgdrtgrtgryty.docx
 
Pintor Dominicano, Eusebio Vidal pintura en acuarela 2
Pintor Dominicano, Eusebio Vidal pintura en acuarela 2Pintor Dominicano, Eusebio Vidal pintura en acuarela 2
Pintor Dominicano, Eusebio Vidal pintura en acuarela 2
 
Uasd centro Barahona.pptx bruneleski lebron bido
Uasd centro Barahona.pptx bruneleski lebron bidoUasd centro Barahona.pptx bruneleski lebron bido
Uasd centro Barahona.pptx bruneleski lebron bido
 
EXPOSICION MANUELA DIAPOSITIVA GRUPO.pptx
EXPOSICION MANUELA DIAPOSITIVA GRUPO.pptxEXPOSICION MANUELA DIAPOSITIVA GRUPO.pptx
EXPOSICION MANUELA DIAPOSITIVA GRUPO.pptx
 
5° PROGRAMACION CURRICULAR ANUAL ARTE Y CULTURA 2024.docx
5° PROGRAMACION CURRICULAR ANUAL ARTE Y CULTURA 2024.docx5° PROGRAMACION CURRICULAR ANUAL ARTE Y CULTURA 2024.docx
5° PROGRAMACION CURRICULAR ANUAL ARTE Y CULTURA 2024.docx
 
la infancia y a la adolescencia dentro de los microsistemas.docx
la infancia y a la adolescencia dentro de los microsistemas.docxla infancia y a la adolescencia dentro de los microsistemas.docx
la infancia y a la adolescencia dentro de los microsistemas.docx
 

Segovia. "La Ilustración Española y Americana", 15 de mayo de 1920

  • 1. ^^0 LXIV. NUIWS. XVllI Y XIX )Kic.NAs: SAGASTA. 17.—MAUKID AÑOf KKVISTA UNIVKKSAI. 1X( lí 1 Mrh.[>l< A W:- UI-IXAS AKfK--. LIKXCIAS. LITERATURA, ACTUALIDADES Y TURISMO SEGÓ VI A ^ l l T T SP^. A I- C A Z A R (Torres del homeínaje). (Fortísimo castillo de origen romano, con adiciones árabes y con transíormacione» gotico-mu-déjares del XV y herrerianas del XVI. Elévase majestuoso 3- altivo, asentando los cimientos de su gallarda mole en alta y caliza roca, y presentando una fantástica perspectiva de ¡encantador efecto. El Gobierno de la Regencia le declaró monumento nacional en el año de 1773.) N'úd inero extraordinario. Precio: 2,50 pesetas.
  • 2. oc GRAN FÁBRICA DE CURTIDOS Y LAVADERO DE LANAS D E ; HIJOS DE ENRIQUE REDONDO. - SEGOVIA C>tVS A . F ' U f S l D A D A EPM l e SO Los ;ittualcs dueños de esta importante fáltrica, coiincidisima en el mercado catftlán, especialmente, y en el extranjero, han procurado, sin escatimar gasto alguno, que sus talleres sean lioy unos de los mejores en su clase. A este efecto, poseen lavadcrob mecánicos modernísimos que les permiten-exportar, por término medio, la cantidad de 60.000 arrobas de lana. . Como las compnis, por lo ¡rcDcral, las efectúan en píeles, la fabricación de éstas es también de mucha importancia, y lo revela el hecho de sus grandes almacenes y existencias. )< •> — ¡ » t, '::^í^^^^^^BIM ^^^^ d e . c l a s l f i c a c i ón y d i s t r i b u c i ó n d e l a lana. tt Es, realmente, la fábrica que hace honor a la histórica industria ^^^"^^g-aús |( seguramente, dentro de muy poco tiempo será una de las principales de ^^^^^ ^ toda vez que sus diferentes dependencias han de ser ampliadas, en bre-v , con arreglo a las mayores exigencias (|ue fábricas de esta índole requieren^ ^^^^ n para la mayor facilidad en la distribución de los pedidos, además de ° ^3^3, Q ^^^„ •..:,^^.^^ammmmm^^^^^mmm desalmacenes que poseen en Segovia. tienen r-stablecidos depósitos en ^.^^^ J Poseen igualmente en Segovia un almacén de paños: elaborados con ^ Lavaderos mecánicos. lanas de su fabricación. Jj ier iÉiio de UÉIÉ I ¡I0^ F» R o F=l E X A R I O : j i mili iiKiiiKiiiK iiiiiiniiKf i.uiiv j Almacenesy despacho: Plaza Mayor, H- )¡ Talleres: Jardines de San Roque.-Sego^'^'jj Uno de los talleres. WF'-' • ^ ' '^í^jrv» Ifc-í^' , ^^^ p ^•-••- s IE construyen toda clase de muebles de I lujo y económicos y se hacen obras de i carpintería en general. i Se sirven en condiciones ventajosas I toda clase de pedidos para fuera de la ' capital. Dirección técnica a cargo del aparejador DON ECEQUIEL RAMOS VILLARREAL ^ a Detalle del despacho de muebles.
  • 3. ~- MAvq I9¿t) LA ILUSTRACIÓN HSi'AíJUi.A A-Mh-KlL-A-^A MiMS. iM V M;.—27j LJ rwl A R I O vi: I)i; Ila;, qqnu¡i„nLc-ecnnaa.. CCrrtt''miicc;;!!..-—De España para rtmérica. Sesovia, por Antonio Valdés. —Arte c '*'toria, por Carlos de I.ecea y García (cronista de ^govia)._poemas de piedra. La .Casa de la Tie-noi* ^''^ S'^R'^via, por Pedro de Répide.—Algunas 2QV^^ '^'^'^''íi''"'te segoviano, por el marqués de Lo-g í'^'~"''^í*gov!anerías. por José Rodao.—Lo que p 'fiamos qiif: Sea la urbe segoviana, por Pascual -; 'ijardo (alcalde de Segovia).—Rttrizontes seijo-laiios, p,,,- Emulo Masera (gobernador civil de Se- HaV "^ los Si-ñores siiScriptores. —Esta ciu- ^""-•Pí>rM. AlvarezCerrtn.—Kl alma de Segovia, por ..,icc-sla() Delgado.—La industria de a y e r y l.l • I ^^y ^» -Segovia. por Aíari.ino f 1, B.irtolonié (prc- Kiente de la Dijjutüción Provincia!).- -Actividades > ' ptitudes, por Luis Carretero. —Etnografía e liis- ^^','a segovianris, por Gabriel María Vergara.—Se- » ^'<' y LA IUISTRACI(5W 'EÜPAÍSOLA V AMKKICANA, por ' niarqu¿.s de Santa Cruz.—Monumentos, artes y 1 "nramas de Segovia y su provincia. Fotografías ^ Z"'^'''*'-'* anotaciones, por Benito de í'^utos Gó- •^- Industria pinariega de la provincia de .Segó- ^•a, pn,. Octavio EIorrieta.—Gratitud. por A. V . - cnllc de Segovia en Madrid. Levenda de !a dama uiO y"*^^'^^^ por Luis de Aibar. -Él ceramista Da- . -íuloaga, por J. Oyarzun.—Arte v artistas con- ^'-niporán.eos, por V. Fernándes Berzal.—La vida sid .'^""'*-''*^'" "^^^ Segovia, por Claudio Moreno (pre-ente de la ('.-ímara de Comercio).—Lo quo nos T)(^^!¡'' ^^ América y lo que a ella nos debería unir, Lj 'j^EUStín Moreno.—Hermoseaniiento de ciuda- •"• Lnsayo de |j5Ícolügía nmnicipíd, por Ignacio arral.~--ijj^.p^(.jjp., y literatos del día, por Mariano «••iiitanilla,—Crónica. Las afueras de Segovia. por __ pnzaio España.—Juan 11, el emplazado. Tradición so^^V^'-"' ^^'^' ^'^''•'"'•*'" Navarro Cámara.—Labor eiaj. Una interviú, por Hispano.—.'X.gricuitura y sj^^^dería, por José Ramírez Ramos. C>E: LA QUINCENA .,,„„„„ C R ó ÍVJ I C A i l^fAs pasados se inauguró solemnemen­te la Exposición del Abanico en el ^ local de la Biblioteca Nacional, asis- S " ? " " tiendo al acto la real familia, auto- /•aesygran nimiero de aristócratas, al ^ "^^'Posición del Abanico en España es un i^at; de riqueza, de arte y de buen gusto. -1 la sala quinta, Isabelina v Alftnsina, se «arri]- tün "•a el abanico pintado en París por For-y~~- únicü del inmortal artista—, represcn-na dama con traje Luis XV y un per­ista °Ne de la comedia italiana. Xlv" '^ ^-^'^ primera, decorada al estilo Luis Cti r^^ ^'"íponen veintiún cuadros de la Reina (i , '"^con abanicos que se suponen fueron '^s esposas de Felipe iV y Carlos 11, ssta'^P P''*^ciosidades que se han reunido en noc '^P^^'ción, y el valor histórico de algu- ^ abanit ICOS, hacen sumamente interesaníes ejihibi Clones. El 'iialestai Dre "^'Jndo entero. Aqui en España hemos ci^j^^^Jíido estos días los mítines y constitu- Por f^ ^^ í-^gas para cambiar el calzado usual * * cunde de manera formidable ^ •democrática alpargata. (JQ g. ^." ' °^ Estados Unidos, a fines del pasa- " ' . en varias de sus principales ciuda­des— Nueva York a la cabeza—iniciaron esta protesta contra ia ca­restía del calzado, del vestido, subsistencias, etcétera. En Inj^iaterra fan:- bién nos dicen los tele-grainas de la Prensa diaria que se extiende el movimientode protesta. Y es que la vida la están poniendo impo­sible los acaparadores, logreros y demás gente del vivir de ocasión y de ganga. No vamos a discutir si está bien o mal pen­sado la tácita constitu­ción de la ya célebre Liga de la Alpargata. jPara qué? Nos basta con saber que ello pro­viene DE LA i-lliSXA UE ACRlCULTUItA: Lüi ASiSTENTK.S AL iXSTlVAL VlENtJ£> FUNCIONAR de una angustiosa lucha por el vivir; que es no un desahogó de buen humor como alguien lo ha calificado, sino una protesta contra lo inaguantable de la carestía absurda, y hasta temeraria, que el calzado ba tenido en España. Ojalá se proponga el pueblo español sacu­dir el yugo de los explotadores y arrecie en sus protestas hasta conseguir quii.el ccmercio sea un negocio licito y lucrativo—como debe ser—pero no una especie de bandidaje sordo y a mansalva como lo estarnos padeciendo. ¡Un puco de decoro, señores comerciantes, altos y bajos, que e! sufrido, apacible, bona­chón y un poco candido pueblo español pue­de cansarse! Y cuando los pueblos se cansan de sufrir, sobrevienen las catástrofes... 1^ más palpitante actualidad en estos días que corren del florido mes de mayo la compo­nen dos sucedidos, tristísimo el uno, no me­nos triste el otro. Un hombre pleno de vida, a los veinticinco años, ha muerto en el circo taurino. El pueblo de Madrid está sin pan. Hay que ir, una vez más, dándole golpes a nuestra excelsa fiesta nacional{). Es vergonzoso, enormemente vergonzoso, el auge que todo lo toreril ha tomado: parece como que se vive por y para los toros. En el extranjero nos miran a través de una lente que da visiones falsas y nos creen señores ex­clusivamente de pandereta, Claro, que son los señores extranjeros que solamente por ser europeos o norteamericanos se creen super-civilizados. Los verdaderos hombres civiliza dos y cultos son aquellos que constan te i nen­ie estudian e investi­gan, y éstos saben có-moesEspaña aforíuna-damente. Peí o nosotros—¡bue­no! diremos nosotros para no lastimar—nos enipeñamos en que se nos conceptúe mal. Una Prensa diaiia y giáfica, que dedica casi todas sus planas a lese-ñar la muerte y actos en vida de Joselito, nos parece lamentabilísima, y ella culpable de que el pueblo entero se ape­ne por la mueite de un torero. ¡Por Dios, seño­res, que pretender ha­cer duelo nacional la UN TRACTOR (j^of. Enn'í/ue.) qué bienes ha reportado a la Humanidad Jose-lito el torero? La muerte de un hombre a ios veinticinco años es espantoso, y apena a todo corazón no­ble y bueno. La muerte de un torero nos debe tener completamente sin cuidado. Nosotros desligamos por completo a José Gómez Ortega, que üios le dé gloria, con Jo-selito el toreío. Recordamos que cuando se recibió en Ma­drid el cablegrama del desastre de Cavite era domingo y había tiesta de toros: jla plaza de Madiid, se llenó por completo! Al día siguien­te de la muerte de Joselito se suspendió la co­rrida que habla anunciada: ¡bien hecho! y aunque se suspendieran todas nada perde­ríamos. Una pregunta: ¿Qué fué más pérdida y más dolor nacional, la derrota y muerte de nues­tros hombres allá y la separación, por ende, de nuestras tierras coloniales o la muerte, siempre lamentabilísima, de un torero? Pero Madrid está sin pan, y esto también es una tragedla, aunque nuestr-as autoridades y el supremo Gobierno no lo crean. En la Plaza de Talavera corrió Ui sangre de un hombre que no debió morir, que no hubie­ra muerto si no hubiese sido torero: y el pue­blo se consternó. El pueblo español padece necesidad, hambre en una palabra, y nuestros Gobiernos no se consternan. ¡Ah! Pero se preocupa—éste como todos—. de que no se altere el orden público. ¡Como que gobernar es eso: que no haya alteración de orden público, aunque todos nos muramos de asco...! Nuestro ministro de Estado, y con él el res­to del Gobierno, y con el Gobierno todos los políticos, deben fijar su atención muy deteni­damente en io que está pasando en Méjico. Habla la Prensa de preparativos de inter­vención yanqui en la nación mejicana. Nos-otios creemos que la guerra pasada, con to­dos sus fracasos, terminada oficialmente por el Tratado de Versalles había hecho la afirma­ción de las nacionalidades, y había proclama­do la plena libertad de los pueblos. La Liga de las Naciones parecía ser una salvaguardia del Derecho, de la Justicia y dé la Libertad: en ella, la nación española tiene un puesto, y nuestro representante debe reclamar con clari­dad meridiana y con energía el respeto debi­do a cada país. Y en este caso especial de Méjico, como cuando se trate de cualquier otra nación his­panoamericana, tenemos el deber de interve­nir a tiempo para que no surja el atropello. Son aquellos hombres de nuestra misma *"AMiLi REAL EN LA INAUGUttAClÓN DE LA KXPOSICIÓN DE ADANICOS (fol. hnrique-} pérdida de Joselito, de un tíirero,es el acabóse! ¿Quéera Josenio,qué hombros en estos críticos momentos^ por que representaba Joselito y atraviesa la nación centroamericana. raza, nos unen aún vínculos de sangre, y es responsabilidad histórica el encogerse de
  • 4. NÚMS. tS V 19.—274 LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA 35 y 22 MAYO 19-* De España tara América S^oLfia. ON la satisfacción de ver por los ca­niles de la realidad un pensamiento noble, patriótico y práctico nos po­nemos a escribir este articulo. La veneiable Revista que cuenta sus anos por más de sesenta; la que ha sido madre de todas las revistas actuales; la que en sus pá­ginas acogió a la flor y nata de los escritos de los grandes literatos de varias generaciones; !a que st; fundó con el ánimo de estrechar amo­rosa, íntimamente, las relaciones üntie las na­ciones del Muevo Continente con la quijotesca y desinteresada madre la vieja España, surge otra vez potente y altruista dispuesta a una labor de amor y desinterés para echar sobre sus canas más laureles, para hacer el bien que pueda por los españoles y los hispanoameri­canos. España, con el descubrimiento de América por Colón, engendró a veinte naciones. Ha cien años empezó la emancipación de las hijas, ha más de veinte terminó definiti­vamente. Kubo luchas y dolores para esas se­paraciones, que son ley de vida. Después, frialdad en el hogar materno, en los nuevos hogares. Corrieron los años. La madre ha visto que sus hijos emancipados son fuertes, robustos y dignos de ella. Los hijos poco á poco han vis­to también, desoyendo las malas consejas de los intrusos y perturbadores de otras razas, que es un orgullo ser descendientes de Hís­panla. Desaparecidos de la tierra descubridores y colonizadores; acabada definitivamente ia do­minación, nos encontramos los españoles de ahora y los americanos actuales, que somos hijos legítimbs de aquellos que—llenos de de­fectos y llenos de virtudes—fueron nuestros padres. Los corazones en ia hora presente la­ten con fuerza, por las venas rápidamente cir­cula la sangre hispana aquí y allá, y cayendo de los ojos de la razón la venda que los cega­ra, fijamos un instante nuestro pensai, nos reconocemos y nos damos pecho con pecho el abrazo fraterno más cordial y más apretado que nunca... jSomos hermanos! Acabó la ceguera; terminaron las pasiones; la ecuanimidad y la razón nos guia; el cariño nos atrae. Demos un viva a España y a la Amé­rica española! Desde que se íirmaron el armisticio y la paz entre los beligerantes de la gran guerra pasa­da empezamos a observar que las naciones como Inglaterra. Erancia. Italia, etc., y sobre todas ios Estados Unidos fijaron ansiosamen­te su mirada en la América española del Cen­tro V Sur. Pueblos vírgenes, pletóricos de riqueza y vida, son estos de América el por­venir del mundo. No les conviene a las nacio­nes europeas ni a la norteamericana que Es­paña se acerque aún más de lo que está con aquellas sus hermanas. Pretenden, como siempre, que para nos­otros llegar hasta los americanos y los ameri­canos hasta nosotro.s pasemos por el tamiz de sus conveniencias o egoísmos. No debe ser y no será. LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICA-NA e s tá di!ipuesta a trabajar sin reposo para dar a co­nocer la España actual, con sus riquezas aríis-ticas y monumentales de antiguo, con su co­mercio e industria actuales. Es preciso, y lucharemos hasta conseguir­lo, que en las repúblicas hispanoamericanas sepan cómo es la España de ahora, y procu­raremos que los españoles sepan también cómo es la América actual. Una nueva era va a empezar en el conoci­miento y en el intercambio general entre las naciones hispanoamericanas y España. Nues­tro augusto Soberano va allá. Cuando don Alfonso KIU pise tierra americana será el principio de esta era. ¡Momento solemne, grandioso, que tendrá por si solo la vii tud de la'aproximación más pura y real! El descendiente en el trono de Isabel la Ca­tólica irá como nuevo Colón a hacer un des­cubrimiento definitivo; el descubrimiento del amor, de la fusión, de la indisolubilidad de la raza. [Acto romántico, acto espiritual! El otro, el material, obra tiene que ser de los Gobier­nos de aqui y de allá, de los americanos y de los españoles que con la luz de la razón vean cuan grandes y poderosos podemos ser los cien millones de hombres de raza hispana con sólo unirnos y mutuamente protegernos. ¡Acaben de una vez y para siempre, la fal­sía y el egoísmo extranjero, que siempre fué en perjuicio y desdoro de nuestros intereses y reputaciónl ¡Huya la leyenda y deje paso franco a la historia real! El león de la raza, bramando e impotente a las injusticias del Destino, reculó hacia la Cueva inmortal, y sufrió un letargo de años de rabia y de dolor. La sangre de este rey corre pura por nuestras venas: alienta en nuestrospe-chos bizarra y pujante la nobleza y la hidalguía; pueblií de conquistadores y de héroes, de sa­bios y de santos, de mártires y de románticos, tiene vida imperecedera. Las generaciones del día no tienen prejui­cios; extintos los dolores no quedan sedimen­tos de odio. Todo es amor y todo es alegría. Con infantil ingenuidad, con retozona alegría vienen los americanos a España y... cómo van a ser extranjeros si están en la casa de su madre!!! Acuden los españoles a América y ven el hogar filial lleno de luz y de pujanza, grandes y nobles, aptos para todas las empresas; y también la alegría rebosa en nuestros pechos ^Podremos ser los españoles extranjeros en América, estando en la casa del hermano...? Hemos tenido un pensamiento, y la idea cuajada hoy en realidad la damos a los cuatro vientos con la fe del convencido. Para que en América sepan la verdad de cómo es la España de ahora. LA iLusrnAcióN Esi'AiíOLA Y .'VMEKÍC.^NA, va a dar periódicamen­te en números extraordinarios, las provincias españolas. (Cómo? Como da hoy a Segovia. Hecho el número intei^ramente por los sego-vianos. En él. los escritores y poetas, los hombres de ciencia, los de las prolesiones liberales, las autoiidades y los que ejercen cargos represen­tativos, los" industriales y comerciantes, etcé­tera, compenetrados perfectamente de nuestro pensamiento han hecho la exposición de la vida actual sejíoviana. Estos castellanos—naciones americanas^ os dicen cómo es la Segovia del año 1920; y os lo dicen sin lalsía y sin engaño, os lo dicen noblemente. Y en esta forma daremos a conocer las cua­renta y nueve provincias de la nación. Labor ardua, cansina, abrumadora, hemos tenido todos los colaboradores de esta magna empresa. El pago lo recibimos con creces, en la intima satistacción de ver hecho realidad nuestro pensamiento. Seguiremos este trabajo patriótico que nos hemos impuesto, sin desmayo en' la lucha, ofrendándolo todo a la Patria y a la Raza. Antonio VALDES ñne e Historia. ¡fíj de tan alta estima la labor que, des- M de mediados del .pasado siglo. '•e^^.'^_ jl zan sabios arqueólogos y .^^P^'^^^L,! .,oo=>,oj| nístas eruditos, con el notii''^.''"*' ^^ de dar a conocer al mundo culto las ril^^^'. inapreciables que constituyen el patrinion artístico de España, que no hay Palabras su^^ cientemente expresivas en el hermoso i"'"' castellano para ensalzarla cual es debido- Revistas ilustradas, guias de viajeros, bums fotográficos, cartillas de eíí'^"''^'?"!f[¡¿ manuales, libros valiosos y obras espléi"J'° . de científica enseñanza, difunden por ^°^^ ¿. lo que son y lo que valen las bellezas sm n^^ mero que atesora nuestra patria, lo cnisnio monumentos arquitectónicos civiles <l^^ templos, alcázares, mansiones señoriales, af plásticas y toda clase de objetos ornsni tale.s. .5 Fielmente reflejadas en semejantes estu las impresiones que esas y otras varias o ^^ artísticas inspiran a los que las *^^^'^''^'^.^^;o afición que despiertan sus escritos y el m ^j^ que producen en la cultura general aunifí ^ de tal suerte, que vienen a constituir un dadero timbre de honor para la genera presente. . ¡^, La parte destinada en lan notables P^^.^^Q, clones a delinear el rico tesoro de maraví grandeza que aún conservan cuidadosain^^^^ algunas regiones ee Sspp aa iñioulmaas s.71uUeWlIeV s.-'—er• i'"'^^'^n rfi-chable. no sólo por la exactitud con q.ue ^P cía la importancia cierta de algunas cons ^^^ clones geniales, el gusto estético, el s^" ' y-detalles y los primores de los grandes "} ,^ mentos. sino también por lo que recor»' ^.^^ la consideración y el aprecio a los de "^ j. relativo.-salvo opiniones discutibles, en ^^, y otros, sobre la integridad actual de ^^* ¡g, junto, sobre los nombres de los autoies a 4 ^^^_ nes se atribuyan, o por su mayor o '^^"""'jy^tos ligLieddd, ante la carencia absoluta de positivos. ^igu- No suele brillar tanta certidumbre e" ^,5 no o algunos de los relatos históricos'^O'^ ^g los escritores adornan a veces tales °^^^^^» por falta de conipettincia literaria, sino P^^^, premura con que realizan sus visitad '^'^•eiri-siohes, o, más bien, porque en ahorro'de ^^^^ po parrt comprobar sucesos poco esolaie'' „ se valen de los primero.s textos que a su , llegan y los siguen, de buena fe a no .jjio lo. aunque no sean fuentes seguras de^ fidedigno. nlu^^'* Aqui, en Segovia, se ofrece un ejenip -. confirma este juicio. Un escritor t^"'"^ ^,511 uio (omite.se su nombre en Justo rtspe •]o' bueíia y honrada memoria), literato, '^'^'^.jgraf" go, poeta, historiador de alto vuelo. P" pii-insígne, de celebridad por nadie '^*^^''-'',pre' blicó, hace más de cincuenta años, sus siones de viaje a esta tierra, pt>'' '"" ta'* s^oIle^ uc Viaje a esla tierra, poi "-^ .¡uilü^ ameno e instructivo que ninguno de '^ ^_^ |^¡i se han ocupado después en parecida ^^ logrado igualarle. u-.ne'^^^^ Admirable su libro bajo todos los "^íJ^^^U' del arte, cayó inadvertidamente su ^''"1;. ^p r tor (aiiquando houns dormitat Hotnerns) ^^^^^Q mentables errores por haber acogido ^ jg buenas dos equivocadas afirmacione-- ^^e tanto bulto fueron aquellos errores, coni ^^ ^^, llegaron a calificar áe fantástica ^^"^"^^K^ piáS yenda siti apoyo uno de los sucesos ^^VÍ»' gloria para este antiquísimo pueblo ^.^^¿rico no., a pesar de ser verdadero hecho i ^^^p-plenamente comprobado, a la vez *^ gj^, a'' sidera con tal carácter una vulgar con .J^-pof tamente ofensiva para ese mismo pue
  • 5. ' 5 V22 MAVO J,Q30 LA ILUSTRACIÓN' E.-PAÁOLA V AMER!CA'..A NL'.MS. :H V 1 9 . — 2 7 : iberia leído en rancios anales, inexactos en "luchas de sus anónimas referencias. '^|ás aún. A los dos grandes hombres que jsaliZaron aquel hecho de gloria inmarcesible ^s retrata el ilustre sabio como caudillos ri- 'ale^, y los supone empeñados en fuertes con-lendas y tumultos populares, a! frente de gestes enemigas, con fines de ambición pu- Jiible, siendo así que las contiendas y revuel-asi en que los incluye ocurrieron un par de ^iglos después de la muerte de ambos caba- _ ^"""^s. Lastimosa en demasía la tremenda equi- •^ocación aquella, resulta más grave aún si se lene en cuenta que los dos valerosos guerre- •^os vivieron siempre unidos en la más íntima ^^oniunidad de afectos e intereses, hasta el punto de que, por falta de sucesores directos, S'ii'on (JQ mutuo acuerdo su inmenso patri- "ifniü al pueblo de Segovía y a sus nobles 'majes. . ^^ la inadvertencia casual del gran publi- ^•sta referido, cobijada a la sombra de la au-ondad de su nombre celebérrimo, ha prove­cido alguna otra sensible caída en igual trtf- P ^'¿0. Por eso apuntamos la necesidad de ^C'inprobar discretamente los sucesos antes de Y'os el calificativo de realidades históricas, y 'a conveniencia de leer con previsora caute- [^í^ Hileras reseñas de que suelen ir acom- P^nadas algunas de las publicaciones escritas, P'mcipaimente para uso de touristas y aficio­nados. ";-& iiistoria no se escribe por impresiones "^ .leiivas, cual la descripción de las obras mo- |^"¡neníales, sino con el prudente y sano cri- ^^'0 que aconseja la critica racional, cuando ^° hay a la vista documentos o testimonios ^ autenticidad positiva que sirvan de base y ^Poyo a los hechos historiablss. Carlos de LECEA Y GARCÍA (Cronista de Segovia.) Poemas de fiiedm. £(1 * Casa de ía Tiefra > de Segouia. NTRE el Azoguejo y San Millán, al co­mienzo dtíl picaresco y misterioso barrio de las Brujas, álzase un case-y ^_=^ ion de piedra con ancho balconaje y ^" blasón singularísimo sobre la puerta de su ''«da. Llámase, ¡oh prestigio de un bello ""I^^^'I^Ma Casa de la Tierra. ecir la Casa de la Tierra es un enorme tarft-^.'^'^ todos los tiempos, y en ese lugar Se P'*^*^ ^*^^ viejo arrabal segoviano, donde extiende un barrio medroso y de misterio, 1^ T^onibre suena a mayor maravilla aún que lad^ ^^ raigambre terrena y ciudadana. A un ^^0, la muralla, y al otro, efcerro del Calvario, ce^ ^ ^^^ montaña de oro. que aiza sus cru-bra'^*^ ^^ el campo de un viejo cementerio he-da^*^*^' ''"litan ese caserío, donde la vulgari- «diticj, 'as casas plebeyas está rota poi' dos t^j -'*^s típicos y admirables. La ^iglesia ve- ^ • a sorprende por su arte remoto, cuya'rraza órri ^^^ se nos representan, propicios al des-yenrT ^^^'^^ií^t»- Y ese ininenso palacio con le-cuv ^'nifistra que nos recuerda ei crimen yo relato nos asustaba cuando niños, y '«eslía (tif^U.-^^v..^A,. .. ^..^^...:.A^A ^„,-t^Ll^ '}^ de las ^•enecií construcciones, esa galería de traza g,.g . ^^i^> con el prim'or de .sus arcos j la baj-.^ "^^ ^^ balaustrada elegante, como el Y^" de los Dux sobre el Adriático. ber. ^^S*^'' coino una afirmación de la sola so-de a 1^ ^*^nfi'sible y de un envidiable régimen la T" ^^"^^ democracia, aparece esta Casa de rned'^''^^' '^^^ " ° ^ recuerda una institución flue ^^^'- ^^^^'^^ y ejemplar. Este era el palacio la o^^''^''a de aposento a los procuradores de si(Jaj'^^""dad y Tierra de Segoviao IJniver-blas ¿ '^ Tierra. Y es curioso, en verdad, el cJiJQ j". ^"^ ostenta sobre su entrada. Un amor- Un '^"diendo el arco y teniendo al otro lado de] ig '^5°- ^^ interesante la interpretación ''ogiífico, que establece una armonía en­tre el amoroso emblema y el símbolo hermé­tico, que igual puede estar relacionado con los comerciantes, con los médicos o con los la­drones. Eran frecuentes en el viejo régimen caste­llano estas Comunidades de la Tierra que se anticipaban a las teorías georgístas, como los sistemas políticos de Castilla y de Aragón die­ron a sus Estados lo que después, y conside­rándolo como un progreso, habían de instau­rar para su gobierno los países de Europa, te­nidos por modelos de democracia. Estas Co­munidades, cuyo principal objeto era el dis­frute y aprovechamiento en común de los te­rritorios que pertenecían a los pueblos que la formaban, llegaban a la defensa pública de sus deiecliüs, y harto memorable es en la historia el momento en que sus voceros lucharon en nom'bre de las libertades, cruelmente abatidas en la jornada de 'illalar. Días tíñ que los Quiñones, que eran la mi­licia de la Comunidad recién constituida en medio de las contiendas de la reconquista, vi­gilaban los desfiladeros de la sierra para im­pedir las rachas de los moros que,desp(iseído5 de sus dominios en tierra segovíana, y arro­jados hacia Madrid, hacían, volviendo en rá­pida incursión a los dominios que fueron su­yos. La Comunidad, fortalecida con sus dere­chos y sus armaSi no supo, sin embargo, al correr de los tiempos, resistir a las peticiones de Jos Príncipes, que desde plena Edad Media hasta ya comenzada la Moderna, arrancaron a ios fieros comunales para su satisfacción es­piritual o corporal. Paraje propio de esta Comunidad era ese valle de Lozoya, de tan magnífica belleza. De allí separóse el Real de Manzanares, que de sitio de placer de los Monarcas de Castilla pasó a ser propiedad de la casa del Infantazgo, y de allí también el incomparable del Paular, para cuya fundación inovió quizá al fraticida Tr-íistaniara, el recuerdo de su crimen, ya que en aquellos días legendarios bastaba, por lo visto, para espiar e! más h-jrrible delito, el le­vantar una espléndida residencia destinada a una Orden religiosa que allí entretuviera su buen vivir impetrando la misericordia divina para el delincuente arrepentido. Y esa cartuja gloriosa en nuestro arte, en nuestra historia y en nuestras tierras, no es la única residencia maravillosa alzada en tierra de esta Comunidad. Balsain y El Pardo, pri­mitivamente modestos cobijos para el descan­so en cacerías reales, fueron transformándose, hasta adquirir, sobre todo el segundo, la gran­deza de una suntuosa mansión, entre palacio y fortaleza, de esta tierra, y con análogo ori­gen convirtióse la Granja de los Jerónimos, aposento dé descanso regio, en posesión fas­tuosa, hasta llegar a ser el Real Sitio de San Ildefonso. Así también el de Riofrío, aunqué-la dehesa y soto en que fué construido perte­necían al marqués de Paredes, en 1751, cuan­do lo adquirió dona Isabel de FfiT-nesin, pro­cedían del mismo terreno comunero. Y el de Aranjuez, cuyo primitivo palacio, edificado por la Orden militar de Santiago para recreo de su GranMaestre, Suárez de l^gueroa, estaba en­clavado en lo mejor del sesmo de Valdemoro, que pertenecía a la Comunidad de ja Tierra de Segovia, hasta que Isabel !a Católica, tan poco agradecida a los segiwianos, le segregó de la Corporación para cttncedérselo como regalo a los marqueses de Moya. Y c u a p ' " '•'•^'•ne el Prudente quiere imitar los días -1^' su padre, y dar en otro Yuste un _ lU y postrero refugio a su espí­ritu, elige también asiento para ello en la mis­ma Comunidad y Tierra, porque primero in­tenta levñiitar el monasterio y panteón en San Cristóbal, a media legua de Segovia, y des­pués, porque exisHendo ya el Parral, conven­to de .Ierónim^. stinado a esta Orden el nuevo edifici'",. lía que hubiese tan pró­ximas dos casas u- la misma religión, decidió­se, después de recorrer por sí mi.'smo la cordi­llera carpetana, erigirle en la dehesa de las Herrerías, donde ha perpetuado su fama en ese monumento, que es el relrato de su alma *y la más firme y fiel representación de la Es­paña de su tiempo. Por cierto que cuando determinóse el sitio más a propósito, y en la reunión celebrada el 30 de noviembre en Guadarrama, para recibir-el juez de bosques informaciones a los veci­nos de las aldeas de las cercanías sobre la fundación del gran edificio, levantóse el alcal­de de Galapagar, protestando contra la conti­nua expoliación que de las tierras comunales se venía haciendo, y acabó diciendo así: «Asentad que tengo noventa años; que he sido veinte veces alcalde, y otras tantas regidor, y que el Rey ha.'ú ahí un nido de orugas que se com'a toda esta tierra». Que así en aquella épo-cadel deZalamea hablaban los alcaldes frente a toda otra potestad cuando se intentaba algo que fuese en contra del bien y de la soberanía del pueblo. Y de este modo, sufriendo tales mermas en su territorio y derechos, y después de haber padecido en sus fueros y en sus armas la de­rrota de Villalar, ha seguido, sin embargo, su existencia la Comunidad de la Tierra de Se­govia, como sus otras Corporaciones herma­nas, hasta 1837, en que las alcanzaron las le­yes desamortizadoras, n • en todos los casos loables, y motivaron su transforniación en la Junta que actualmente existe, porque no es posible la radical desaparición de organizacio­nes de tan recia y tan honda raigambre. Pero ya no son los procuradores de la Tie­rra, nombrados en la víspera de la Santísima Trinidad, y uno por cada sesmo, reunidos una vez ai año en el convento de San Francisco, hasta que, más modernamenle, edificaron esta ca-^a en el barrio de San Millán, donde sus Jun­tas, más frecuentes, seguían lleva.ndo a la ciu­dad las necesidades comuneras y alzando sus peticiones aseguradas con la más noble y fuerte protección y defensa. Pero esta Casa de la Tierra, cenotafio de tan insigne Cuerpo perdido, ostenta todavia su traza de palacio de recia deinociacia, v el niís-teiioso emblema del ainoi' que hiande su iirco y tiene a su otro lado el hermético caduceo. Pedro de R E P Í D E ñigunas notas sobre arte segouíano-ii LGUiEN ha dado la característica de la ar-i queologia e.spañola medioeval afírman- • do que toda la arquitectura de España > en la Eílad i^ledia es mudejar, esto es, que nn hay en ella sino monumentos en que el arte cristiano y el arte musulmán se influyen mu­tuamente en mayor o menor grado, según la po-sicióii que cada ejemplar ocupa en tiempo y lu­gar; resultado de las continuas relaciones de di­versa especie que durante muchos siglos hubie­ron r'c mantener las dos ci^ilizacitmes que en nuestra tierra |uijaron en constante alarde de energía. • I^s esta frase demasiado amplia para coiíicidir en absoluto con la verdad, pero circunscribiéndo­la a Segovia resulta sumamente exacta y precisa; OÍOS sabe cuáles, serán las causas históricas de ese mudejarismo que aparece en nuestra ciudad con más intensidad que en ninguna otra de Cas­tilla; quizá moros y judíos figuraron en la pobla­ción de Segovia en mayor proporción que en otras ciudades (la judería y la aljama de moros eran en ella populosas y ricas, y muchos de lo.s habitantes de esta última dedicábanse a las artes de construir); tal vez la gran riqueza existente en la ciudad permitía traer las cuadrillas de los más hábiles alarifes de otros aljamas. Esta influencia musulmana p-, rmanece casi oculta en ciertos mo­numentos, pero aun en aquellos []ue parecen •guardar mejor renta en ciertOí muchos de los constr- ie basílicas y tem­plos la unidad de su estilo se transpa- )s''vLslumb- lue nos indican que no llevaban en j ; ; '••••¿i„on a Cristo. El arte románico tieu- ;n Segovia una impor-tanr- --^'«pcional por el número, calidad y va-riedáu de SI "cios; la Catedral antigua, más de treinta ig!i .las y un numeroso caserío forma­ban un maravilloso conjunto, del cual aún no..
  • 6. NÚMS. iS Y ig.—276 LA ILU5TRACÍ0N' ESPAÑOLA Y AMERICANA 15 y 22 MAVO 1920 quedan una veintena de templos conservados gracias a la añeja institución de la Catorcena y algunas casas, especialmente tas que fiierun mu­radas de canónicos en el barrio de las Canongías. Las iglesias románicas seguvianas son, en ge­neral, más suntuosas que en el interii.r en el t-x-ter¡ r}r, donde el cincel de los imagineros ntedioe-vales se complacían en iidornar las cornisas, los ábsides y los pói ticos; ti atrio, cuyas arqneri.is, que se apoyan en columnas pareadíts de his'.oria-dos capiteles, rodean a la iglesia por el lado del mediodía, y a veces por el poniente, y aun por el norte, es el detalle más característico del romá­nico segovianís debemos buscar su origen en la recia vida corpurativa de la ciudad medioeval, que precisaba en cada parroquia un. lugar en dun-de se reuniesen las Juntas de feligreses que enten­dían en ciertos asuntos parroquiales, las cofradías de operarios y aun el Cabildo del Concejo, que celebraba sus sesiones en el atrio de una de ellas. Son estos pórticos muy apropiados para conver­sar al sol de esas claras mañanas que son tan fre­cuentes en el invierno segoviano. El mudejarismo aparece en las iglesias románi­cas de Segovia en numerosos detalles de cons­trucción y de ornameiitación; la cubierta de las naves suele ser armadura de madera en vez de la bóveda de niedi' cañón tan [lecuUar del estilo; los arcos de puertas y ventanas snn a veces reen­trantes y frecuentemente cibijadis por un alfiz. En la iglesia de lus Templaiius fLa Vera Criu), es más marcada ¡a inñupncia oriental, sin duda por el PS|iíritu de la orden que la hizo cirristrviir; en ella se ven arcos decnraiivos completamente en herrduura. El románico segdviano no es de aparición tan tardía como se lia pretendido demostrar, pues muchos de sus edificios pueden fecharse sin difi­cultad en el promeJíu del siglo xii y alguno pu­diera ser aún mas antiguo, pero su viíalídud es tanta que sigue prodominando durante iodo el siglo Xiit y probablemente en el xiv. No hay en Segovia ningiin templo en estilo gó­tico con las características del siglo xiv, quizá fué construida en él alguna de las parroquias de los arrabales (El Salvador, Santa Eulalia), pero con­forme al estilo románico, que triunfaba todaví? eti aquella centuria. En la provincia quedan igle­sias que claramente se pueden atribuir a ella. Üurante todo el siglo xv, y particularmente en el reinado de Enrique IV,se elevan muchos edifi­cios; su construcción es notoriamente morisca y en su decorado, áe una suntuosidad incompara­ble » entran motivos del gótico flamígero, con dis­tribución y ritmi:i mahometanos; los muros son de mamposteiia con cadenas y arcos de descarga de ladrillo y cornisas de ladrillo y teja hábilmente dispuestas; las arquerías, puertas y ventanas sue­len ser de ladrillo labrado con maravillosa habili­dad y llevan generalmente baquetones en los per-filejí; frisos y sobrepuertas se adornan frecuente­mente con afi igranadas yeserías y los techos son de alfargería vistosísima pintada de lojo, de azul, de blanco y de oro; ejemplares de ese estilo son li'S monasterios de! Parral y de San Antonio el Rea!, el Palacio de San Martín y las salas de la crujía norte del Alcázar, de las cuales, la del Pa­bellón está firmada por el tiiaestro Xadel, alcalde (probablemente mahometano) en 1456. El caserío segoviano, que conserva maravillo­samente su carácter, rodea todos estos monu-mentus y hace que se presenten a los ojos en un ambiente apropiado, que le.s da todo su valor; se ven en la ciudad casas fuertes defendidas por re­cios torreon*^s, casas hidalgas con palio portica-do, casitas de canónigos de portadita ntmánica y, en los arrabales, las muradas que fueron de aque­llos tejedores, tundidores y pelaires que hicieron fuerte y rica a la ciudad con el (jbraje de los pa-ñ..' S; suelen ser estas casas populares, de ladrillo con entramado de madera, visible al exterior y su crujía alta «vanza sobre la calle, bien sobre ca­nes de madera, bien sobre columnas de piedra que forman ".órtico; por remate, llevan una gale­na de madi^cA. 'ííspuesta para secadero de lana, •>i-ialle qni n^ducido en piedra o ladrillo se ve ' imhién Ín '«i'; de noble aspecto. A parti-- del i,;;'; XV r.:- ; ¡i.caba para cubrir ja mampostería >e las fac.had ^ un típico revoque con motivos irtidos i< -I amenté por medio de plantillas, !'• conirii uv ,M0 poco a acentuar el mudeja- . - ' 1 1 if '• id. i.n lie '•)& r'í.?ycs Católicos se recons­truye el »• - n de Santa Cruz y se edifican muchas casas, ci^n ios caracteres propius de la época; en ellas la maznneria, generalmente de granito, sustituyo en parte n la castiza mampos­tería; años más tarde la opulencia de los sego-vianos, enriquecidos por su industria, hace surgir la nueva Catedral, inmensa mole de sillería que es una tardía manifestación de un estilo que has­ta entonces nunca se había ostentado en Sego­via en toda su pureza; más adelante se constru­yen conventos y palacios en las diversas modali­dades del RenacimiL-ntc; pero toda esta invasión exótica no consigue borrar el verdadero carácter de la ciudad, producto maravillu.S'i de la recia y Compleja vida meilioeval. El marqués de LOZOYA £0 que anhetamos Que sea ía urbe segauiami Segouíaneñas. • [Mientes túU—gritó altanero el valiente comunero Juan Bravo, cuando marchaba al cadalso y le culpaba de traidor el pregonero. Y ese «¡Mientes tú!» ¿quién duda que era allí la expresión cruda, pero altiva y elocuente, de la hermosa, noble y ruda bravura de aquella gente? Hoy, ante el mismo pregón, cualquier sufrido varón diría con humildad: — «Falta usted a la verdad». Y eso.., ¡no es inciignaciónl . En la Casa de los Picos, recordé el pico que tienes, los picos de tus enaguas ¡y el pico aquel que me debes! Censuran de Segovia la apatía, y eso es lina solemne tontería. Aquí de actividad se hace derroche. El Acueducto se hizo en una noche ¡y estamos descansando t'jdavia! Como en otras poblaciones que en días de fiesta vi, también tenemos aquí los famosos gigantones. Su cabeza coronada entre las gentes descuella, pero no tienen en ella absolutamente nada; pues aunque grande la vemos no piensa, ni por asomo. ¡Es una cabeza como otras mil que conocemos! Por su colosal figura chocan a los que los ven, sin recordar que fambién es un mito su estatura; pues es su facha mezquina y su as[iecto ruin y pobre cuando no se elevan sobre el mozo que los empina. En Segovia, sólo son por los chicos admirados, ¡y es que estamos ya cansados de ver tanto gigantón! Las hijas de las madres que adoré... lya empiezan a llamarme don Josél A Perogordo te fuste una tarde con tu novio. [Ojalá que no te traiga un disgusto, J>cro gordo! I-Vente a nuestra Catedral —que la opinión general llama,'en crónicas y anales dama de las catedrales por su esbeltez sin igual— cuando yo era pollo, había • un taller de costureras, frente al que estarme solía, a pie firme horas enteras por la noche y por í:l día. Y enamorado y contento contemplaba, entre otras cosas, al mirar al firmamento, las agujas primorosas del gótico monumento. ¡Dama de las catedrales que en el fondo azul dibujas tus agujas colosales, ¡ayl, mirando tus agujas' conquisté muchos dedales! José RODAO • ^ A ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA V AM^KICAN* 1 ( 1 ; 'lí'i pi^*= tiutí en [¡d calidad de HMI-m ¿X ^^ "^^ Segovia le remita unas cuarti- ^ ^ j | lias referentes a lo que fué Segovia y a io que puede ser en el porvenir. Dil'icil es hablar de esta capital en los tiem­pos pretéritos, pues pai-a ello habría necesidad de dedicar mucho espacio; pero condensándo­lo en unas cuantas lineas, me limitaré a ex­presar que Segovia alcanzó en un tiempo gran importancia, merced al ñorecimiento de sus industrias, ya que sus paños y otros pio-ductos eran universalmente conocidos y m'^-^ apreciados. Desgr^^ciadainente, y debido a varias causas que no es del caso señalar, sobrevino la decB-dencia de esas industrias y con ella 'a de la ciudad segoviana. . En cuanto a lo que Segovia puede ser en et porvenir, es tema que se presia a la fantasía. Pero desechando ésta y ateniéndonos a la rea­lidad, puede asegurarse que si se llevan a le-liz término mis propósitos, que ya tiene hecho suyos el Ayuntamiento, de realizar una opera­ción de crédito, a fin de poner en perfectas condiciones servicios urbanos tan importante como los de abastecimiento y distribución de aguas, mercados de abastos, pavimentos y f^' gulaiización de algunas vías públicas, la *-' dad del Acueducto, cuyas condiciones topo­gráficas y climalológicas son excelentes, se conveitirá en LÍ la concurridísima estación ve­raniega. Además, la gran riqueza monumental que posee la dan derecho a figurar entre las pobla­ciones más visitadas por los turistas. .El veraneo y el turismo, cuyo fomento hay que procurar insisientemente, unido al resur­gimiento industrial, que ya felizmente se ob­serva, pueden ser, y de hecho lo serán, lo^ principales factores que harán de Segovia una población digna de figurar a la cabeza Je la? de su clase. Ese es mi vehemente deseo, y para logf^'^r lo pondré a contribución todas mis energía y todos mis entusiasmos. P a s c u a l GUAJARDO (Alcalde de Segovia-) Horizontes segomano^- E toda la región castellana, es tal ve^ Segovia !a provincia que ofrece un m»^ intenso y vario contenido histórico. ^^^ »<,===oo==»¿ tenso, porque en los anales píií"*^^ j ' " ^ guna efeméride puede parangonarse cotí el de cubrimiento del Nuevo Mundo, v de ese '"^^'^ episodio bien puede afirmarse que es en Seg^í'' donde su gestación tuvo lugar, pues si An)er"j^ nació a la civilización al sentir en sus arenas planta hispana y despertó a la Religión al ^^'~- el saludo generoso de la Cruz, fué p"fn"*^.^j'^j tiempo antes había ceñido en esta invicta ciu"í* la Corona de Castilla una Reina aninH'sa Qi' ' puesta su fe en Dios y su amor en su puebl»*- P germinar la semilla que en su frente de ilunn" do encerraba el inmortal Colón, glorioso pereg no de los mares. Varia, además de intensa, es la historia de es provincia, y huella? bien características de las vilizaciones que la fueron nutriendo ostenta el.relicario artístico de sus ciudades, en eí l panorama de sus tierras, en la potencialida'^^ su ganadería, en los vestigios seculares de sa= dusrrias. No es, sin embargo, sólo de su historia g'^'^^i^ sa y pródiga de lo que Segovia ha de vivir- ^^ los tiempos actuales un pasado brillante eS sie ^^ pre galardón preciado; pero debe ser algo n'^^ que eso; debe ostentarse como prenda que ^^ la conducta presente y futura. 1 Nobleza obhg ' reza un adagio castellano. «Historia exig^*'.' ig dría glosarse a ese adagio, y así, pues, '^^ '^ j¡a ctmsecuencia de que Segovia, en la lucha del ' tiene que excederse a si misma para llenar c pii lamente su cometido.
  • 7. S V 22 M^YO 1920 LA ILUSTRACIÓN LSPAIÍJOLA V AMERICANA .IOMS. 18 V ig.^277 dez T ' ° ^ para lugrarlof Los posee con esplendi- • J ierra de gran riqueza agrícola, de fortísi-to*^/'^'""^^"'^ ganadero, de piódiyo rendímien-ind ^^^i^^^'' f^^*^ necesitabü que estas ramas de la p¡ ^'^'•'i* primitiva y funüamentai alcanzasen en f '^.'^"'^'^^ste económico situación aventajada; y J'zaesreconocer quese balogrado con largueza. der'^V^'^^^'^^ han duplicado su valor; la gana-en 1'^, , í^ beneficios en las carnes, en los cueros, ras ^^ "^^' superiores a todo cálculo; las made-cin ^^ ^^"(íen con formidable aumento de pre- 3 .^'" "liedu a la competencia de los hierros, hoy san'^*^^ '"abordables; las resinas que los pinos Doc^n^" ^^uecan en plata el cobre que antes cada did h ''^P^'^sentaba. Labrador hay que ha ven-las "^l '^^ ^' ^"g'^ <íe 'res cosechas, y ganadero arr ^í^^^ ^^ cuatro esquileos. Municipios que de ^?, "^V ^"^ pinares en cincuenta,obtienen hoy brar '"'*' ^' " ^ ^ riqueza, que sólo podría que­de r^^ ^"^^ ^' ^'^^ '^^ '**^ precios de los artículos «mb'^"^'^"''^'' sufre aquí en grado muy pequeño los j_^ ates de esa carestía, por(|ue la sobriedad de oi-j.'^^^ L-astellana da margen a un ahorro que •js pueblos, pletóricos también de ingresos, nn . P'"'^eí(ífs de la fiebre de ostentación y lujo. "" sabrán formar. / ^ ficie^^'^^'^' "^ ^'bstante, no ha encauzado aún su-sg "^^"'^""te sus energías para que el mañana p^^ tan próspero cual corresponde a su vitalidad just^^"*^^' "' ^^ adoptado de una manera eficaz pre^-^ y/eparadoras medidas que a l a vez sean POr^*'^*^''^" para que en los hogares, en los que de n?^ '^^t)er antes nada hoy no pueda pasarse Pnviír^ I*"c*J' na se sienta la mordedura de una sab ^"^ pueda ser el germen de futuros sin-cuei ^.^^-^^ *"*y ^" ^^^^^ ^ realizar, para lo cual sin;"^'^ ^^g'-^^ia no sólo con medios materiales, lett' ''"^ ^-t'nibres de Inteligencia y voluntad per-plan^ H*^"^^ "P^citados para desarrollar un vasto biig^, /'^'-'^"stitiición provincial; plan en el que, ción^" ^^ Pn un movimiento de sana emancipa-pj., ^^ií"Jnal una mayor actividad y eficacia, Csta ciudad... Esta ciiid.id .'ircíiica df f.-tsiillíi !a Vicj;i, medula de granito y ánima di; conseja, es oración monumental, E] Ensueño la mece, la Leyendü la ¡imparn. Por aiisttrra y por mística la vida n depara unaS sandalias y un H;tyal. Sabe el hondo secreto de las piedras antiguas, las tristezas que lloran las gárg(Oas ambiguas, el buen cantar del esquilón... Sabe las letanías solemnes de los siglos, conoce los sepulcros, conoce los vestiglos de la divina Evocación,.. ¡Oh formidables ruinas! ¡Oh dor;idos sillares, crónicas indelebles de dniínas seculnres...! ¡Sordo zumbido de oijuedad—I Calle silente, calle sonora... Canipíinarin ingrávido en la noche de jjaz y de; rosario, y, en el üar, fuego de bondad... Una luz inquietante, lontano; un can medroso; la sombra encapuchada de un sereno premioso; trémula voz, de vez en vez, Extrañks perspectivas de casonas; el viento que ulula en los desvanes lo mismo que un lamento. La catedril suena las diez... En los templos se enmusgan -A^ estatuas j'acentés. Hay cerúleos ex votos de ingenuos penitentes. Hay ecos de la tradición. ¡Y el espíritu esclavo de las cosas senectas triunfador de ios años, triuniador de las sectas, que late igual que un corazór..,.! jCiudad de jos crepúsculos....' Es la Bella Dur- (miente, es la amiga entrañable del áureo sol poniente, es un pelásgico menhir... ¡Alma aligera y noble, de vieja aristocracia, asida a la roi|ueda con densa contumacia, y no se sabe desasir...! M. ALVAREZ CERÓN ^«rase desenvolverse con el concurso de los ^ f /~tPtri/~l W/? C / ? / ^ / ^ / li/~S P'''S medios económicos de la provincia. ¡Es ^^VLIUIILI LVC Q)K^^^Í/lLt» Prt, que rro ['^"^ ésta emplear en nada mejor su aho- •^iem ^ ^" Cubrir un empréstito para su mejora- (;¡¿ '^' ^T^préstito qué permitiera a su Diputa-cojj f""'^vincial, que tan rectamente regida está y tijdap^i" ^^''osos elementos cuenta, auxiliada de •'me'"''^^ personalidades, organismos y entidades {.( „ '."Í^^Sran la vida segovíana, dar a sus tierras Igj. I '^" máximo que consientan, mejorar y se-lag i '^j''"" -''US ganados, montar en su propio solar que 1 "^^"^'^'^ que se nutren de primeras materias Via i ^^'^'^^''^cla da, rehacer, en fin, aquella Sego-cog "^-''trial que sirvió de orgullo a los históri-todosf"^'*^^' ^ ^"^ ^^^ ^^ ofrecería servida por it](.p ^^ recursos científicos que cinco siglos de ni^„. "'^ estudio han ido acumulandoi' Ciertu- Y^^ 'íue para que esas industrias puedan com-ante /^"''J'^^aniente en los tnercados es preciso ^'Cac ' "-"jue se intensifiquen las vías de comu- Caso h"' ^^ulro de la provincia, que n.> se dé el Se eñf"^ frecuente, de que productos segovianos crjuj '^'^^'^can Con un transporte inicial, hasta eti-tros n'^ '^'"'•ocarril, de setenta u ochenta kilóme-de i^,^"""^ ^'STetera o mal camino; pero he ahí uno findria^^^^^'^*^^^ en donde ese esfuerzo provincial enir,r¿ f'^P'^rtar mayor beneficio, donde aquel Y ^ "^"^ podría encentrar preferente colocación, '^^''sidarf^''^ f*^rma, multiplicando por la maynr in- ' ía dg y niás lucrativo.« rendimientos ia rique- ^1 tra-k ^^ "hermosa tierra, abiertos nuevos cauces des co^'''^' 'SUalándose en lo posible las facilida-do los p^'^'^'^'^s ^^ t^odos su.s p- V derivan-ecrierQ ^''^'"idos arrendamientt colonia ^•'ítimuf^ lut- infiltre en el es -c, ...Jariado 'íiaftyj,.*^^ ^e propietario, poi..^ la Segovia del gali-' ?'^ .'^ ^^u nuevos y prestigiosos cuarteles * Iravée 1 ^''"eta de su .Acueducto, que campea de los siglus en su legendario Escudo. E m i l i o LLASERA iGobernador civil de Segovia.) ^^ los señores suscriptores Papeí ^ *^' día s del actual estamos .^iii eJ ñamáis -•"•'•"'^""iciii.c t;sLc ULTO papiji qui; Uo PÜ ^' ' í " ^ hasta hace dos días nohemos n l'J^ " " e s t r o poder. i-"" -yo '^^""ílíííí* las dos fechas de 15 y 22 ^ '^eUic- H^""^ hacer cual se merecía el núme-clk^ las cn -^ S^^eo^'i^illeva eldobíedeplanas d "' _ ^'•"ínles V nuestros suscriptores rc-ü • a ñ o e J ^^"siguiente, los números 18 v 19 •^a Sola wÍ^ *°^** volumen sin mermarles ni fisiTAK una población artií-tica, pero |; siiigLilannente algunas de tan mar­cado sabor históiico Cüinu Segovia, pioduce ¡inptesiÓJi gratísima y da al aítna exquisita.s sensaciones. La contempla­ción de un monumento arlistico, el examen de un resto glorioso de algo que l'ué grande, la vista de una 1 tiina que fué teatro de algún hecho memorable, recogen nuastio espíritu, si se halla con la preparación cultural necesa­ria para saborear la emoción, y parece como que nos invitan a penetrar en la añeja vida que recuerdan los restos que contemplamos. Ello no es sino un fervoroso deseo de todo es­píritu culto de adentrarse en lo espiritual de las cosas, de percibir e! aliento que dio vida a escenas de emoción, de conocer, en suma, el alma que inspiró en remotas edades la vida de que son famoso recuerdo los lestos que a nuestra admiración se ofrecen. En pocas partes pueden, como en Segovia, experimentarse sensaciones de esta naturaleza. Sus grandiosos monumentos, sus exquisitas bellezas artísticas, sus jo^^as admirables de poesía y de arte hablan elocuentemente al ob­servador y le muestran a las claras lo esclare­cido y grande de su vida pretérita. Pero aun siendo muy viva y muy intensa la impresión que ofrece Segovia y aun siendo finas y delicadas ias dotes de percepción del que contempla, todavía, para conocer y apre-preciar" el alma de Segovia, hay que penetrar en la entraña de su pasado. Sobre las enseñanzas que ofrece su maies-tuoso Acueducto, la esbeltez de líneas de su hermosa Catedral, las almenadas y gallardas turres de su soberbio Alcázar, el arte purísi­mo de ia Vera Cruz, del Parral y de sus igle­sias roniánicas, el alma de Segovia, la Guar-díscí, guardesa del honor y del poder, como la llamó Quintanüla y recordó no ha mucho el maestro de cronistas, Oitega Munilla, en uno de sus vigorosos Rasgo.^ de España^ hay que buscarla en las heroicas acciones que es­maltan su historia benemérita y en el positivo v'aler de los segovianos que escribier^vu pági­nas de honor inmarcesible en todas las mani­festaciones de la actividad humana. Kay que buscar el alma de Segovia en e' patriótico ardor de los que en Villalar ofren­daron su vida gloriosa a ia dignidad y a las liheitadtís de Castilla; eíi el valor de ios que en Sierra Elvira integraron Jos tercios sego­vianos, apoyo y descanso de Juan JI, y de los que al mando de Pedro Arias tomaron parte en la conquista de Oran; en el ardimiento y acometividíid de los conquistadores de Ma­drid y en otros mil culminantes hechos cuyo brillo centellea en numerosas páginas de la historia de España. Kn otros aspectos, hay que buscar el espíri­tu segoviano en el afán industrioso de los que en tiempos prósperos acertaron a produ­cir los afamados paños que surtían los mer­cados de Europa y América, utilizando en la fabricación el esfuerzo de 34.000 obreros, y en el esnieio con que se cuidaban las gana­derías segíívianas, que fueron admiración del mundo por la finura de las lanas. Hay que buscar el altna de Segovia en la sabiduría del exquisito Colmenares, de León Corone!, del erudito jestiíta l'ranciscü de Ri­bera, de Núñez Coronel y de Eray Andrés de Vega; en la inspiración y la elegancia de Alon­so de Ledesma, el poeta divino; en el arte de Alonso de Barros y de Antonio Balbás, elo­giados por Lope de Vega; en la ciencia de La­guna; en el cultivado espíritu de mil y mil es­clarecidos segovianos que en todas las épocas aumentaron el caudal de la patria cultura. No importa que los dolores y las amargu­ras tengan como abatido y postrado, al decir de los pesimistas, el espíritu segoviano. En él campean y laten ias recias virtudes de la raza castellana inteligente y valerosa, noble y su­frida, laboiiosa y perseverante, y no lardará en mostrar en toda su pujanza el esplendor de sus excelsas condiciones... El alma de Segovia es puta y fina como las brisas dei Guadarraiira que ia orean y la vivi­fican; e.s limpia y transparente, como las cía-ias linfas de la sieria que bajan Oiiiitando para bañarla }'' murmuran amoiosiis !a tierna can­ción del índusuioso EresTna; es sencilla y fuerte, como el Acuedt'cto; es lecia y vigoro­sa, porque Segovia, al recoger el suspiro final de «La mujer muerta», recogió tnnbién para su espíritu toda la fortaleza de «quella matro­na de piedra inconniovible y eteina; es sufri­da y honrada, con lodas bis virtudes y todo el temple de la mujer castellana, laboriosa y ' humilde; es noble y es aitiva, con todas las gallardías, que resplandecen en la briosa ré­plica con que Juan Bravo respondió en Villa-lar al pregón con que se anunciaba la ejecu­ción de los intrépidos comuneros; es, en fin, el alma de España, valerosa hasta.el sacrificio y resignada con los .sufrimientos nacior.ales, sin que jamás ponga én sus labios otras pala­bras que ias que reflejan el más acendrado patriotisrno. Así es el alma de Segovia. W e n c e s l a o DELGADO £a tndustña de aye/< U la de hoy en S^gouia. r?JEcoiiDAKií que en tiempos relativamente F M antiguos, durante los siglos xv, xvi y g i S l parte dei xvii, Segovia fué una pobla­ción indu.strial de primer orden, pues la in­dustria segovíana alcanzó gran desarrollo e importancia merced a la apropiada organiza­ción de los gremios, a la protección del poder público y al espíritu emprendedor, que por aquella época predominaba tanto en la ciudad como en los pueblos comarcanos. Sucedió luego, por espacio de dos siglos una tan acentuada decadencia, que aun la in­dustria de ios paños segovianos, ia más re­nombrada en tiempos anterores, llegó al extremo de la mayor insignificancia y aban-dono. Ahora, resurge el espí-itu industria! de la región buscando en la hulia blanca y en las
  • 8. NL'MS. I 8 Y IQ. -2yH LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA V AMLKICANA 1-5 iz «Avo 19'*'^ entidades bancarías, que representan la ener­gía y el capital en nuestros dias, los elemen­tos indispensables para la producción manu­facturera en cúndioiones que hagan posible sostener las luchas a que la competencia ha de llevarnos en este período de transición, casi do revolución, que atravesamos. Contando ya Segovia con fuerza motriz eléctrica, proporcionada por una cooperativa que debía servir de modelo para acometer otras análogas empresas, cuando entre nos­otros arraiguen instituciones de crédito que auxilien y fomenten las iniciativas de quienes demuestren poseer condiciones de hoinadez y aptitudes industriales, no sólo volverán a flo­recer en nuestro territorio el lavado de lanas, la fabricación de tejidos y sombreros, tos cur­tidos, la cerámica, las manufacturas de la resi­na, del vidrio y cristal, de losalñieres, de las harinas, del papel, ett;., algunas en apogeo y tan afamadas en toda Europa durante: varios siglos, sino que veremos surgir y progresar la fabricación de paños, la de gomas y la de productos refractarios, ya iniciadas; debiendo encaminar.se los esfuerzos de la generación actual a perfeccionar las fábricas existent^is, y de manera muy especial a crear las industrias derivadas de la iigricultura y de la ganadería, asi como de los productos forestales, riquezas éstas que nos corresponden por ley de natu­raleza y que son susceptibles de producir, en unión de ia cultura, el general bienestar y la base y fundamentó de la prosperidad pública. La industria no es atributo de ninguna re­gión, ni está limitada por ley natural a pue-l)! us o localidades determinadas. Segovia fué industrial y volverá a serlo ya que a ello la invitan las actuales circunstan­cias. Para conseguirlo necesita instrucción téc­nica, que a todo trance debemos instaurar; rá­pidos y económicos medios de comunicación, entre ellos el ferrocarril de Segovia a Burgos y el secundario por Sepúlveda y Riaza a San Esteban de Gormáz; espíritu emprendedor, que surge y se multiplica a compás de los éxitos que se van alcanzando; energía motriz y capi­tal, que ya existen y se aumentarán organizán­dose en forma cooperativa o al menos medían­te Sociedades de todas clases; sin olvidar que pueden y deben crearse en nuestra Segovia pequeñas industrias que multipliquen la rique­za particular, y a la vez. por natural conse­cuencia, aseguren y afirmen el orden social. Que existen grandes riquezas en nuestro suelo, es indudable; que para explotarlas no ha de faltar el genio industrial, Jamás extin­guido en la provincia, también—en mi crite­rio— lo es: sólo falta desenvolver el espíritu de asociación y establecer la industria en bene­ficio de todos cuanto? en ella intervengan, sin explotaciones, sin violencias, pensando siempre en armonizar los intereses, al parecer contrapuestos, y en realizar la más perfecta convivencia de las diversas clases sociales. Mariano G. BARTOLOMÉ (Presidente de ia Diputación Provincial.) ñcüüidades y aptitudes, Eooviíi, arrinconando durante varios lustros su tradición, ha descuidado sus actividades industria.es, se ha dejado dominar por un pesimismo suicida y se ha resignado pacientemente, so pretexto de que el florecimiento de la produc­ción fabril es don reservado, por inapelables decisiones de los altos poderes, a más favore­cidas regiones, llegando los segovianos a con­vencerse firmemente de que su riqueza no podía tener otro manantial mas que el de la agricultura, a todas horas mencionada, pero, desgraciadamente, incapa¿ de emular a la de otras regiones españolas más venturosas por las dulzuras de su clima o por el esfuerzo de sus hombres. Durante muchísimos años, esta creencia, esta fe ciega en la eficacia y feraci­dad de nuestro suelo, ha sido dogma sacratí­simo sustentado por nuestro pueblo, en el que todavía tiene irreductibles adictos. Al analizar la actividad industrial del país arévaco, nos encontramos, lector, con un he­cho positivo: el desaliento de nuestra gente, y cúmplenos determinar qué causas produjeron esta situación depresiva de su ánimo. l3esde luego, que ha habido una serie compleja de motivos que acarrearon el presente estado de cosas y, sin entrar a desenmarañar todos ellos, podemos, sin embargo, señalar tres ca­minos por donde llegar a las causas sobresa­lientes; la evolución progresiva mundial, que no fué debidamente asimilada y comprendida, la psicología actual de los segovianos y la ac­ción de influjos forasteros que han perturba­do, sobre todo en recientes épocas, la vida de ésta y de otras comarcas de Castilla la Vieja.. No vaya a creerse que entramos en esta cues­tión con ánimo pesimista, pues, aun cuando reconozcamos las tristes leali-iades del piesen-te, damos mucho más valor al porvenir,, a lo que puede ser, a lo que seguramente seiá esta tierra, a lo que serán sus homologas de Soria y de Burgos, de esa ciudad de Burgos que al fin parece decidirse a desempeñar su. misión iniransferible de cabeza de Castilla la Vieja. Triunfarán estas comarcas del alto Due­lo como va triunfando Logroño, más metida en faena. El desalojamiento de la industria manual por la maquinal, la intensificación de los me­dios de exportación y la aplicación de las fuerzas naturales en sustitución de las corpo­rales del obrero, desconcertaron las industrias clásicas segovianas en un terremoto qué mis paisanos no pudieron evitar. Aun cuando los industriales segovianos se hubiesen decidido resueltamente a acomodarse a las nuevas ñor* mas, sus esfuerzos hubieran sido demasiado débiles para vencer el obstáculo de una situa­ción geográfica contraria, complicada con la ausencia absoluta de combustible mineral y de fuerza barata y constante. Antes de rene­gar de arbitrarias protecciones a otras regio­nes de Jispaña, que son el señuelo de ciertas banderías más afanadas en imponer su in­transigencia que en procurar una saludable cordialidad entre todos los españoles, proce­dería averiguar si la industria segoviana an­tes de caer procuró adaptar recursos propios y los del país a las nuevas normas y métodos de la producción y a las nuevas condiciones económicas. Como entendemos que no hubo el debido acomodamiento de las oportunida­des naturales ^el territorio y de la raza a las modernas circunstancias, creemos sincera­mente que, tan pronto como este acomodo se haya establecido, Segovia podía nuevamente ocupar un lugar digno en la producción na­cional. Hay una serie de oportunidades naturales en el territorio de Segovia que están dem: n-dando útil aplicación. Hay entre los segovia­nos la necesidad sentida de que su país deje de abandonarse al azar. Falta tan sólo la coor­dinación de esas oportunidades y de esa ne­cesidad para que, agrupándose, la prosperi­dad brinde sus fi utos. El modo actual de sentir de nuestra gente y sus opiniones más generales han producido una manera de ser, han originado un carácter, una psicología y unos ideales que son los me­nos favorables a una amplia renovación de la vida económica. Confiesan que el estado ac­tual en que nos hallamos no tiene nada de en­vidiable y reconocen que otras regiones orien­tadas en distinto sentido son más felices, pero nada hacen por indicar nuevos derroteros. Su actitud no es más que la de una dulce resig­nación y sus aspiraciones no serían otras sino las de invertir la marcha de los tiempos y lograr que el mundo se rigiese por normas y por ideales que no volverán jamás.Apenashay en nuestra tierra quienes interroguen al por­venir y acierten a trazar un camino de recons­titución de nuestra vida en una interpretación materialista y económica que permita, después de resolver el problema déla twanutención de! pueblo en todas su& necesidades, abordar idfiales abstiactos de alucinadora belleza, que seducen al espíritu pero que carecen de base, de materia tangible, compacta y tcu-at. N " faltan quienes hayan señalado a Segovia la necesidad de estudiar la Naturaleza de su pue­blo y de su territorio, el medio material en q^^ su vida se desarrolla-y las condiciones positi­vas e innegables, buenas o malas, de sus honi' bres, nu hay quien se haya lanzado resuelta­mente a este empeño en labor colectiva, n^^" distinta de unos cuantos esfuerzos individua­les. En cambio hay quienes a todas horas sue - tan el torrente de calenturientas inspiración^ poéticas, de fantásticas quimeras incubadas en la leyenda, de construcciones arbitrarias impropias de tiempos en, que el mayor ^'^'° es el de la cosa más verdadera. Si apenas na. quienes investiguen el modo cómo Segovia > Castilla la Vieja podrían tomar un puesto en las avanzadas del trabajo productivo, en caiHj bio no faltan los que se desvelan buscando^ modo cómo Castilla habría de regir a España, cual si la dirección nacional pudiese dejar ser patrimonio y obligación común de ^^°^ los españoles, en la que nad-e, absolutamen nadie, pueda atribuirse lugar distinguido- El influjo extraño ha contribuido mucho ^ esa tiranía de la leyenda sobre las gentes s govianas desviándolas de la corriente 'l^^ f hieran seguir. El prurito de algunas comaic vecinas a la nuestra, empeñadas en interve constantemente nuestra vida y endiosad _ por creerse Üivestidas de misiones disting dísimas dentro de España, sostiene este mü^^ do de ficciones ayudando a los que ^P^''*'^", g mirada de nuestro pueblo del mundo ^'^..^ realidadespara alucinarleconla contempla'^' . de oti'o imag-nario en un misticismo inagn co para recreo de poetas y soñadores. P morboso y desolador para la salud de nueS pueblo. . .g Ahora, que esto cambiará; forzosame cambiará, y Segovia será lo que sea otra ^ quier tierra, porque hay cantera de donde ^^ materiales. Luis CARRETEI^^ Etnogmlia e histoñú segouianas-i ÍAS investigaciones que hizo a tneu I del siglo pasado en el territorio s g^^ i viano el ilustre geólogo Casian "^^ UocoóñíSíi Prado le permitieron ''ecogt'r en ^^^^ verna que visitó al pie de los muros de t'^ ^g lueso5 humanos y de animales y fragn'en'^''^^j¡, vasijas de barro negro de fabricación niuy ^^ mentaría; en otras cavernas de la P'^'^*y'"'"je la han hallado, entre otros objetos, propios . edad protohistórica, cuchillos y hachas *^^ Lg-dra pulimentada y esqueletos humanos, ^ cialmente en la de la Solana de la Angostu '^^ Vilanova, y Rada y Delgado, que examina^ ^ ^jj^ enterramientos de esta cueva^ afirman qu^ ^ ¡^(y, se habían colocado los cadáveres en forma ^.^jj^g ga a la que empleaban loi guanches en -'^^ ,g- Canarias para conservar los restos de sus ^^^, pasados, pudiendo asegurarse que la raza o ^^^^¡, fooz, que se había extendido, por la P^'^*g^,i¡ti' dental de Europa ai finalizar la edad ^"¡'^"penín' ca, llegó a establecerse en el centro de '^ j^^y sula Ibérica, entre otras comarcas, en la 1*^ ocupa la provincia de Segovia. ^¿ e^ De la fusión de lus iberus y los celtas, '^g^pg-sucesivas emigraciones habían arribado a ^^¡ ña, se formó el pueblo celtíbero, que ^^^?L¿os^ tiei ras del centro del solar patrio,'dividí ^^^^^ en varias tribus, una de las cuales, lus ^^^ .^ gj-habitaban parte de las actuales provincias ^^^g lamanca y Avila, el sur de 'la de Burgos y i' ^^^^ hoy es provincia de Segovia, teniendo^.^^^^^o los vacceos y al sur los pelendones, nin ^^^j.^^ también los arevacos con los cerindones - ,j.¡¡je' tribus, que entraron en la confederación ,^peii-ra animados del deseo de defender su "i dencía. • reva*^'^' yno de los centros principales de l-'^s ^ g¿¡fi' fué Segoubia, hoy Segovia, cuya P''''^'"^fr^g aH' cación remontan algunos hacia el año ^ J"
  • 9. AÑO LXIV. NUMS. XVUI Y XIX :OF[CINAS: SAGASTA. 17.—MADKID AÑO64.—NUMS. iSy 10 REVJSTA UNIVERSAL ENCICLOPÉDICA DE] BELLAS AKTES. CIENCIAS, LITERATURA, ACTUALIDADES Y TURISMO Di "T/osc la correspondencia ai D l r « C t o r . t^'REOoiÓN S s e a A t A , ADMINISTRACIÓN I ? D o c t o r O. F - i - » n c l » o o C o t a o w , c o n t l n u « c Í o r . rrtadPíd l^ M 22 de ma^o de 1920 Se publica los días S, 15, 22 y 30 de cada mts. Paca anuncios y suecvipcíoñes: Arona!. 6. Apartado 322. Madrid- LA COIHOeSA De SeQODIA S. A R. LA SERMA. SEÑORA INFANTA DOÑA ISABEL DE BORBON. que veranea en La Granja y tiene una especial predilección por la provincia de Seífovia.
  • 10. NÚMS. | 8 Y iO. — 2 8 0 i.A ILUSTRACIÓN ESl'AÑOCÍ ^ ASfÉfaCAPTA I ; Y 22 MAVa l o i* D 0 N [ E S [ I L I O LLASERA, GOBERNADOR CIVIL DE S"EGOVrA UOM MARIANO O. HARTOLOMIÍ, pRESIDEN'J^- nE LA DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE SEGO^ noN :'A5CL;AL I U A J A H D O , A L C A Í D E D E SEGOVIA •J^U' t iíXCMO, s u . IJ. l'fO LÓPEZ POXAS, GOBlíRNAíKlEÍ • MILITAR DESWiOVIA lixc.MO. aii. M..nj;ncs UK S W I A (.'.•I :/, |iM- ii.li'!0[.OMl-' SOBRTXl ARGULLOS, DEI-E DK HACIENDA l>K SEGOVIA pO-Segouia ¡j "ta Itastración €5i2añaía g ñmericancí i !L proponerse tan admirable piiblica- 1 ción dedicar uno de sus niínieíos a • la provincia de Segovia. se hace j acreedora a la gratitud de aquella castellana comarca y a la de cuantos por ella sentimos antiguos amores. Pocas veces tan bien empleada'? las iniciati­vas de los que dirigen esa culta Revista. Rn Segovia tienen brillantes destellos la Historia y el Arte, y en tan grande número se presentan ¡iquéiliKs qut; poi doquiera que se extienda la conteinplacíón, se encuentran á- • quisiinas páginas escritas en piedra, que nos hablan de grandezas de nuestra Historia y de exuberancias del arte arquitectónico, que es el arte suhUnie de los pueblos. ¿Para qué señajai testimonios.- Desde la simpática capital de la provincia, hasta aque­lla píiia mi inoK'idable comarca de Cuéllar, pasando por In nohie Seoülvcd^ y Ui'í villa^í y campos de Santa María de"N"ieva y líiHza^ piertan al recorrerlos el sentimiento de 'O Hoy las esperanzas de cercanas prosperid;* L A iLUsrKACiÓN- KSI-AXOLA Y A M E B I C A > ' - ^ ' '^ jará en sus planas !a demostración "*= real es el sentimiento que dejo expue^*^^* Mil y mil plácemes por ello. El marqués de SANTA CR^^
  • 11. l iJ V^ 22 MAYO I02O LA ILUSTRACiON ESPAÑOLA Y AMERICANA NÚMS. I 8 Y IC) .—28r «NINFA», ESCULTURA DEL GRAN ARnSTA SEGOVIANO ANICETO MARINAS, COLOCA­DA EN EL PARANINFO DEL INSTITUTO GF.NERAL Y TiiCNICO DE SEGOVIA ^CMO. SH. D. CARLOS DE LECEA,.CRONISTA DE SEGOVIA Y 5U PROVINCIA PLAZA SEGOVIANA (SAN LORENZO)- DIBUJO A I'LUMA, POR JESÚS UfíTORBE RETRATO, POl! EL ESCULTOR EMIUANÜ ÜAKRAL H0K2A ESMALTADA, CON TIPOS SALAMANQUINOS. «LA VUELTA DKL MERCAUO», POR EL EMINENTE CERAMISTA DANIEL ZULOAGA
  • 12. NÚMS. l 8 Y 1 9 . — 2 82 LA ILü5TRAaON ESPAÑOLA Y AMERICANA 15 Y22MAVOI920 Monumentos, artes g fianoramas de ^Segai^í^ y su i^rouinda, Toitogmlias y bf^eues anotaciones, fion Benito de Tmtos Gómez- Número f. Ábsides de I la catedral.—Se colocó la primera piedra para la edificación de la catedral en 8 de junio de 1525. según los planos del ar­quitecto D. Juan Gil de Honiañón. En 5 de agosto de 1563 empezó la cons­t r u c c i ó n del grandioso ábside que ideara el maes­tro Rodrigo Gil de Honta-ñón, con tres órdenes de altura, sembrado de ma­chones, arbotantes, bota-r e l e s , lumbreras, creste­rías de festoneadas agujas y calados antepechos, ha­biéndose concluido tuda la obra en 1591. Número 2. Claustro de la catedral.—Es un cua­drado de 43 varas y un cuarto de largo por seis y medio de ancho. Le for­man cuatro galerías, y en cada galería hay cinco ar­cos ojivales, divididos por delgados pilares, de don­de arrancan arabescos trebolados y cruzados, perteneció a la antigua catedral y fué tras-teriordeltemplo, quecons-ttt de cinco naves, y q^® ha recibido de los trata­distas el título de *Joya de Castilla» V también ei de «Dama de las catedra­les », es majestuoso y e*;- gante, peifectamenle w-miiiado y alegre, con pa-vimentodemánnol blanco, íizul-negro y rosado, ae 105'SS metros de longi­tud, 50'14 en su mayor anchura, 3S de altura para la nave principal, 23 pa^' las laterales y ói'S? P^^^ la cúpula o media na­ranja. Número 5. Sillería coro de la catedral-compuesta por 117 KCM. r.—ÁBSIDES DE LA CATEDRAL ladado, piedra por piedra, a la nueva por el maestro Juan Campero. Tiene la entrada por una portada de arco peraltado con ojiva cono-pial, guarnecida de íiguras de santos, dosele-tes, elegantes cardinas y ñanqueada por agu­jas afiligranadas, rematando con un bajorre­lieve de la Piedad. del Está sillas de'no¿¡l"'m'acizo y todas con labores distintas, pre' sentando una magninc^ arquería conopiai que 10 ma las sillas altas. arcO^ rebajados, complic^t'^'í' arabescos al interior v es beltas columnillas en e^ cuerpo superior, destacándose por la nn del tallado y por su hermosura la silla centr > NÚM. 2.—CLAUSTRO DE I.A CATEDRAL NÚH. 3 .— CRISTO YACIiNTE UE LA CARTEDAL Número 3. Cristo yacente da la catedral.— Obra notable del famoso escultor gallego Gre­gorio Hernández o Fernández, realista en la expresión de la forma y muy bella en la sen­cillez de la actitud y en la perfección de los detalles y perfiles. Número 4. Interior de la catedral.—El in-m • v * r lii ' El, i- Í 3 • |l; I ' i . i ' •iiiy '^} 1 i i • 1. 1 i ; i ?. NÚM. 4.—INTERIOR DE LA CATlínR^I-NÚM. 5.—SILLERÍA DEL CORO DE LA CATEDR.-^L NÚM. 6.—RETABLO DEL DESCENDIMIENTO EN LA CAPIELA DE LA PlE'' AD
  • 13. ^5 Y 22 MAYO I 920 LA ILUSTRAaON ESPAÑOLA Y AMERICANA NOMS. 18 Y 1 9 . — 2 83 que lleva las armas de! obispo donante de la F-Sillería, D. Juan Aris Dávila, y las más inme- !' blatas a la verja de los dos lados del coro, que NÚM. 7.—RETABLO PLATERESCO DE LA IGLB-SIA DE SAN ANDR^lS ^"•an ocupadas en la antigua catedral por los ^^yes Don Enrique IV y Doña Juana cuando ^^v*)^" a los oficios divinos. Número 6. Retablo del descendimiento en ^ capilla de la Piedad de la catedral.—Fué Onación del canónigo fabriquero de la iglesia, • -Juan Rodríguez. Es la mejor obra que salió ^ Jas manos del inmortal escultor Juan de V"'' tanto si se considera la maestría de la Jecuciün como si se atiende a la admirable P*^¡]Cromia de los tonos metálicos. /Simboliza el momento preciso en que la ^'•gen contempla, tendido sobre una sábana, j cadáver de su divino Hijo, y dos de las san- ^s mujeres, acompañadas de San Juan y de 'codemus, se disponen a ungir el cuerpo del ^a Vado,-. Todas las figuras son del tamaño ^ t ^ ' a l , con grande expresión de dolor en los ostros y en las actitudes. Dos centinelas, co­scados, acaso anacrónicamente, a los lados ^^' retablo, completan el cuadro, verdadera- •^ grandio.so. Nú siad go lie . mero 7. Retablo plateresco de la igle- ^^ de San Andrés.—Notables pinturas del se-jí'^ viíino Alonso Herrera, y finas esculturas po- /^•"Omadas a los lado.s del sagrario, sobre el ^üe descansa una Piedad de buena ejecución, stilo de Miguel Ángel. ^ 'húmero 8. Atrio de la iglesia de San Mar- ••~-espléndido conjunto de arcos de niedío ^..^ y de variados capiteles románicos de la P'imera mitad del siglo xn, a excepción de la Puerta exterior de entrada, que pertenece al 5-^" ^'^'"aza por el Sur y Poniente a la igle-p ^^ ^^ nombre, digna de especial mención ^ "" su planta prenomática, por sus dos monu- •^tales portadas, por la disposición de su fj(5j(_ a.—ATRIO DB LA IGLESJA DE SAN MARTÍN esbelta torre, apoyada sobre la novena de sus bóvedas, por la colección de sepulcros seño­riales que encierra y por la cripta, que aún no NÚM. 10.—SANTO CRISTO DE LA CASA LOZOYA ha sido explorada. Tiene también arqueria al lado del Norte, pero en la actualidad se halla tapiada. Número 9. Portada exterior de la iglesia de San Juan de los Caballeros.—Es ojival, del tipo clunicense y única en su género en Sego-v « Se compone de arcos concéntricos, cua-dijaos de hermosos adornos y se corona por fp NÚM. g.—PORTADA EXI'ERIOR DE LA IGLESIA DE SAN JUAN DE LOS CABALLEROS una cornisa de gran riqueza decorativa, igual a la que corre todo a lo largo del tejaroz de la iglesia, que fué pritnitivamente visigoda. Pro­bablemente seria labrada en el siglo xm y añadida ai que ha sido poi espacio de mucho tiempo grandioso templo románico, de la pri­mera época, y panteón de los nobles Linajes de la ciudad. En el interior del edificio hay enormes arcos que dividen las tres naves y se apoyan en columnas monocilíndricas sin ca­pitel. Número 10. Santo Cristo de la casa Lozo-ya.— Perteneció al marquesado de Lozoya y le donó a la catedral la que fué piadosísima viu­da de este titulo, doña Asunción Mascaró y del Hierro. Es una obra admirable del si­glo XVII, en la que su autor, el escultor Perye-ra, quiso representar a Jesús en el instante en que el Crucificado levantó sus ojos al cielo para decir al Eterno Padre: «En tus manos en­comiendo mi espíritu; perdónalos: no saben lo que se hacen.» Número 11. Pórtico de la iglesia de San Lorenzo.—De riquísima decoración arquitec­tónica en canecillos, sofitos y dovelas, ador­nados con representaciones, muy curiosas y exirañas; rodea por el Sur y Poniente a la igle­sia de tres ábsides, con arco de herradura en la portad > principal, acusando su origen visi­godo, y con torre románica de ladrillo, dis­puesta en cuatro cuerpos y con cuatro órde­nes de ventanas de medio punto. Número 12. Interior de la iglesia de San Millán.—Beilísitna perspectiva del gran tem­plo románico, siglo xi, de tres bóvedas, sepa­radas por pilaies compuestos y por columnas monocilíndricas; cuatro á b s i d e s ; cornisas. NÚM. 11.—PÓRTICO DE LA IGLESIA DE SAN LORENZO NÚM. 12.—INTERIOR DE LA líJLESlA DE SAN MILLÓN
  • 14. NÚMS. l8 Y 19.—2ÍS4 LA ILUSTRAaÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA 15.Y 22 MAYO 19^*^ S!£í":Sterc^ NÜM- 13.—PÓRTICO DE'LA IGLESIA DE'SAN ESIERAN NÚM. 14.—IGLKSIA UE LA VEHACRUZ abundantes en decoración del xiii; tres porta­das de revelante inéiito y caprichosos capiles de admirable ejecución. Número 13. Pórtico de la iglesia de San Esteban.—Ocupa, juntamente con la torre, el flanco del Sur y, mediante un primoroso án­gulo, se continúa hasta los pies de la iglesia, que tiene la portada principal del Re­nacimiento. Sus capiteles, dobles y va­riados, están llenos de representacio­nes simbólicas de fina y delicada es­cultura. Número 14. Iglesia de la Vera-cruz.— Erigida por los caballeros del Temple y dedicada en 13 de abril de 120S. Ofrece la originalidad de ser en Europa el ejemplar máis perfecto y el mejor conservado de las iglesias que los Templarios construyeron, a imita­ción del primitivo templo de Jerusalén. Tiene platita dodecagonal, cuatro áb­sides, cúpula mahometana y dos por­tadas de arco abocinado con ornamen­tación, propia de la segunda época, en sus lindos canecillos. Efi la portada del Sur parece haber existido la repre­sentación de los pecadas Capitales,' en un relieve que está sobré la clave del arco y cuyas figuras se hallan y'¿. dete­rioradas SUM. I 5.-^VISrA PANORÁMICA DEL MONASTERIO t)E LA IGLESIA por los agentes atmosféricos. Monu­mento nacional por Real orden de 4 de julio de 1919. Número 15. Vista panorámica del monas­terio e iglesia del Parral.—Fundación del se­ñor de Segovia, que luego reinó en España con el nombre de Enrique IV, es un conjunto de los órdenes ojival y plateresco con portada gótica, sin concluir, numerosos artesonados del mismo estilo, multitud de mudejares deta­lles y una interesantísima colección de sepul­cros, pertenecientes a las familias nobies de la ciudad. Tuvo el patronato de la capilla ma- cis. Es una cruz patriarcal o de doble traver-llena, yor ei poderoso y turbulento marqués de Vi- sa, de estilo gótico, en la que han sido co al que también se atribuye la fábrica de la iglesia. Número 16. Interior de la Veracruz.—Le constituyen dos recintos concéntricos, alum­brados por pequeñas ventanas con caracteres cadas dos ciucecitas, formadas con el pedaz del Lignum Crucis que el pontífice " ° " ^¡ rio 111 tomó del bra7j> derecho de la Cruz de Saiv.idor y donó a los Templarios en ^5 •: mayo de 1224. Ante ella prestaban juramen y hacían sus votos los profesos de Orden, Hoy se conserva en la ig'^^' u'e Zamarramala. de Número iS. Sepulcro de la condesa Medellin.—En su factura imita ei estilo de Juan Güas, el arquitecto d^ San Juan de los Reyes de Toledo. J ^^ doctores de la Iglesia, sentados en no"^] Hacinas de trepada arquería, apa'^" tan velar la estatua yacente, hermosa­mente tallada en alabastro, de la con desa doña Beatriz, que se cobija baj un arco apuntado con decoracione del periodo gótico florido. j. Número 19. El Acueducto de se­govia. —Llámasele encaje depu'draj toncado; es una fábrica de tal •^""'"CMS dad que no tiene cotejo en el mufiao. ciento sesenta y dos arcos, ^'^'^'''^^^ jg, en cinco segmentos, revelan marca mente elorigen romano de su ^^^ Q,$ ción, que abarca una longitud de o tros y 'se compone de grandes ^^'^^'^ffj.f, ^__nito, cuadrados para los pilares y cunei mes para las dovelas de los arcos, los ^^^ tienen su mayor elevación, de 28,50 '^^ . J en la plazuela del Azoguejo. El coleccion'^^ segoviano don Eugenio Nonine posee moneda inédita y conmemorativa, tal ^'^^'.^ la fecha en que se construyó el monume ' puesto que lleva en el reverso el Acueduc en e! anverso tiene el busto, al pareceri , Aususto. Fué declarado monumento nacio nict, PARH Al-de aspillertis. En el central, que es de dos pi­sos, se figura el edículo del santo sepulcro, al que se puede entrar por cuatro puertas, de arco apuntado y de poca elevación, que sos­tienen un segundo cuerpo o compartimiento con un ara de forma cuadrilonga, en la que depositaiían los caballeros sus armas duran­te el acto de la vela. A los lados del Evangtí-lio y de la Epistola existen dos pequeñas ca­pillas, símbolo, quizá, de los sepulcros de Ni-metros gra codétnus y de José de Amaríiea. Número 17. La Veracruz o Lignum Cru- por Real orden de de octubre de i884- NÚM. 16.—INTERIOR DE l.A VI¡KACttUZ• ' • • r . i NÚM. 17.- LA VERACaUZ ,sx-i-í>'' O l.IGMCM CRUCIS NÚM, r8l.í-.^ ST;rui.CRO DE LA CONDESA DE MED
  • 15. '5 V 22 MAYO iq2n LÁ ILUSTEÁGION ESPACIÓLA Y AMERICANA íJÚHs. iS Y i g . — 2 ^ 5 Número 20. Sepulcro del "¡arques de Villeiiíi.—Ocupa ^1 lado del evangelio en elpres-biteiio y está iVontero con el J^s igual clase, perteneciente a ¡a condesa de ViUena, düñ¡- •alaria Portocairero, ronnando '^'^ do?, con el altar niayur a "li'nera de un inmenso trípti­co- Ha sido construido por Jasco de la Zarza y por su ^'scípulo Juan Rodríguez; tie- ^^ ties cuerpos y pertenece al ^stilü plateresco. Son de jaspe 1^' na^amento, adornado con 3s imágenes que representan ^ las virtudes teologales y car- '^'na'-es; lu estatua orante del ¡Jj^'qués, armado de punta en ^'^n :o; la del paje, arrodillado, llevando el morrión y el escu­pí y el hermoso bajorrelieve ^a4;1^-Í L^J*f-m qtie representa la escena de la P'tiparación para la sepultura •^e Jesucristo. Las pilastras laterales, las,cabe ^^^ de ángeles, el arco-solio y las demás es • ^^i- 20.—SKfULCiiO DKL MAHyníS DE VILLENA j^l^^^s, llorones, escudos, etc.. son de piedra '""lea, muy dura, abundando en todo una ^•"ouisa decoración del Keníiciniienlo. ^^^úiiiero 21. Cueva de Santo Domingo de •J^mán.—A la parte dei Norte, y junto al áh- NIJM. 19.—EL ACrKDUCrO DE SECOVIA side del templo, existe la famosa y veneranda C/ievti donde es tradición que, esbindo en ora­ción, a los pies de unCrucifijo, el santoFunda-dor, derramó paite de su sangre, la cual se vio fresca v coagulada después de trescientos diez y ocho años. Da ycceso a la cueva una por­tada gótica, construida en la misma época que laiglesia de Sania Cruz. ^ Número 22. Sarcófagos de los Espinar y de los de la Hoz.—Labrados en pizarra negra, superpuestos unos a otros y ornamentados con blasones, frondas y epitafios del gusto ojival. ^ ^ « - . . - PORTADA SEXRtIGtESlA- DE Si'NTA CRUZ NÚM. 21.—CUEVA DE SANTO DOMINGO DÉGUZMAN Número 23. Portada de la iglesif^ de San­ta Cruz, pertenece al primer convento que fundó en España Santo Domingo de Guzmán, cuyos descendientes tuvieron el patronato del mismo hasta que restauraron y agrandaron su fábrica los Reyes Católicos. Está formado por un arco trebolado que sostiene un hermoso re­lieve de la Piedad, en el que aparecen Isabel y Fernando, acompañados de santos de laOrden Dominicana. ííepisas, doseletes, guirnaldas y cardinas, escudos reales, sostenidos por águi­las, y los de la Orden por ángeles, el Crucifi­cado y dos religiosos en ademán de adoración completan la interesante y hermosa composi­ción. Número 24. Puerta de San Andrés.—Una de las cuatro del circuitD cenado o muralla que se desarrolla en una extensión de 2.250 metros, con 9 de altura y 2,50 de espesor. Tie­ne arco peraltado, morisco, galería de ventanas irregulares, cornisas de bolas, saeteras en cruz, almenas piramidales y un escudo heráldico. A uno y otro lado está flanqueda por dos to­rres; una poligonal y la otra cuadrada, de la­drillo, con sabor mudejar. Pertenece al siglo XV y resulta muy beHa en su conjunto. Número 25. Torreón de Arias Dáviia.—De estilo góti­co, siglo XV. Consta de dos cuerpos de mampostería, re­forzada con sillería en sus cua­tro ángulos y ornamentada con alicatados arabescos. Los matacanes son de mucho vue­lo, y las almenas rematadas en pirámide, ostentando algu­nas de ellas los escudos seño-liales. Número 2Ó. El Alcázar.— Crujía del Norte.—Compren­de el espacio donde se halla­ban instaladas las suntuosas cuadras o estancias, adorna-Í dñs, en otro tiempo, con mag­nificas estatuas de todos ios reyes de España y con admi- % ^ rabies artesonados gótico-mudejares, en púipura y oro. Número 27. Casa de Al-puente.— La más bella de las casas fuertes torieadas de Segovia. En ella se pueden admirar ios hermosos ventanales mu- ••^k NLM. 22.—SASCÓFAGOS DB LOS ESPINAR • Y DE LOS IJIÍ LA HOZ dejares que hay en la fachada principal, y los aitesonados que existen en algunas habi­taciones del interior. Número 28. Casa denominada de Juan Bravo. — Tiene galería de arcos alcobados, guarnecidos de gruesos boceles, sartas de bo-r NÜM. 24,—PUERTA "DE -SAN ANI'RÉS
  • 16. NÚüis. i 8 Y ig.—286 LA ;LU'5TR ^ C I G N ESPAÑOLA AMERICANA 15 Y 22 MAYO 1920 NÚM. 25,—TORREÓN DE ARIAS DÁVII;A las y escudo señorial, que no es el del insigne comunero. Es del estilo gótico. Número 29. Casa de los Picos.—Torreada, gótica, del xv, y notable por las piedras de la fachada, labradas en formal de punta de diamante. Ames de su restauración tenía Número 32. La antigua sinagoga o iglesia del Corpus. Números 33 y 34. San Antonio el Real.— Artesonados mudejares. Sala del Capítulo y Claustro. Número 35. Sobrepuerta del antiguo pala­cio de Enrique IV.—Es de yesería mudejar con detalles góticos, casi idénticos a los de las salas del Alcázar. Número 36, Fachada principal del real pa­lacio de San Ildefonso.—Consta de grandes pilastras y columnas, estriadas, algunas pa­readas, con capiteles ricamente esculpidos en riiárinol. Sobre las cuatro columnas centrales se apoya un ático rectangular, formado por cariátides que representan las estaciones del año, y coronado por una balaustrada de igual carácter que la que corre a lo largo del enta­blamento principal. Es de estilo compuesto, siglo xvín, y su traza y ejecución son debidas a los arquitectos Jubara y Saqueti. Números 37, 38 y 39. Monumentales fuen­tes de la Granja.—La carrera de caballos. Se compone de 114 surtidores y de diversas fuentes, entre ellas la de Andrómeda y la de Las Tres Gracias. Situada enfrente de la facha­da principal del palacio, lorma, ai correr el agua, un bellísimo panorama. Las estatuas son del siglo xvm y de tradición berniniana, deca­dente, obra del escultor Dumandre. Número 40. Cruz procesional. Siglo xvi.— Pertenece a la iglesia de San Miguel. Es góti- NÚM. 28.—CASA DKNOMINADA U K J U A N BRAVO Es del siglo XV, y fué fabricado por el 0^ ^ brs Juan Pérez. p NTúmero 43. Custodia de la Granja.-- obra primorosa del siglo xvii, con una altu • de un metro próximamente; pesa 27 li''^^ f está adornada con esmeraldas de gran ^^' NOM, 26.—EL ALCÁZAR. CUUJIA DEL NORTE artesonados mudejares y era la que delendia la puerta de la muralla llamada de San Martin. Número 30. Casa del marqués del Arco.— Patio estilo plateresco. Consta de tres lados en pórtico y de otro cerrado. Los bustos de empe­radores romanos y de reyes españoles, reparti-ca, de mucho peso y está llena de figuras y ^NÜM. 27.—CAKA UE ALPUÉNTB capiteles. Número 41. Retablo gótico, bruselés, en la iglesia de San Antonio el Real.—Se compo­ne de más de sesenta figuras, talladas por completo. Representa la crucifixión en el Cal- La Virgen y el templete del cuerpo centra' de oro macizo con esmaltes. t^. Números 44, 54 y 55. Casulla, ^apa P ,^ vial y paño de pulpito, góticos, de la Ca's de San Andrés y San Miguel. . _^ Número 45. Cruz gótica de la *^'''^"ig(,ta Perteneció a la antigua parroquia de Columba, de Segovia. Es del siglo xvi. NÚM. 29.—CASA DE LOS FlCOS dos por el arquitrabe, son de buena factura, y muy gentil la galería con una balaustrada pre­ciosa. Número 31. Casa deGarci-Sánchez.—Es­tilo barroco. Tiene portada con columnas ter­minadas en candelabros, y una bonita galería de arcos rebajados. Toda ella es de granito. vario,yencierra tanta importancia que no exis­te otro que se le iguale en España. Número 42. Cáliz gótico de la Catedral.— Regalado por D. Beltrán de la Cueva, marqués de Cuéllar, en memoria de la toma de pose­sión del maestrazgo de Santiago en la Cate­dral antigua. NÚM. 30.—CASA DEL MARQUÉS DE * "
  • 17. 15 1: 22 MAYO I 920 LA ILUSTRACIÓN E ¿ r , , . LLA Y AMERICANA NÚMS. T 8 Y 1 9 . — 2 87 N I ' M . 31.—CASA DE GARCI-SÁIÍCHEZ pado de Segovia, habiéndole transformado después el prelado D. Juan Arrias Dáviia, quien puso a la enü^da de la iglesia dos to­rres, poligonales en el piimer cuerpo y ciicu-lares en el segundo. Número 5S. Vista general de la villa de Cuéllar.—Se halla edificada la antigua Colen-da de los romanos tn una prominencia o co­llado, adoptando su caserío la forma de anfi­teatro. Tiene soberbio castillo, que fué pose­sión real y después pasó a ser del señorío de D. Beltrán de la Cueva; doble cerca: una para la ciudadela, que forma el barrio de San Mar­tín, y otra para la ciudad, que integran ios ba­rrios que no rebosan fuera del recinto exte­rior; espléndidas edificaciones eclesiásticas del estilo románico,de ladrillo,y muchas casas bla­sonadas que revelan, en conjunto, la antigua piedad y la fortaleza de la villa. Números 59 y 60. Palacio-castillo de Cué­llar.— Fábrica levantada a poco de la restau­ración de la villa por Alfonso VI y reconstruida en el xv por el duque de Alhurquerque, don Beltrán de la Cueva. Adopta en planta la for­ma cuadrilonga con gruesos cubos en los án­gulos. Posee alta y robusta torre del homena­je; su puerta principal tiene los escudos de los reyes de Castilla y de León, el de D. Beltrán y el de su primera esposa, doria Mencía de Men­doza; Número 46. Escultura románica en piedra, ^focede de la antigua iglesia de San Miguel, ^igloxii. hay patio central con galería majestuo- _ Número 47. Imagen bizantina de la igle- sa del xvi; e! lienzo oriental está defendido por ^ de San Millán, siglo xu¡. una gran barbacanajy todo el edificio se ador- NLM. 32.—LA ANTIGUA SINAGOGA O IGLESIA DEL CORPUS corte árabe y está flanqueada por un robusto cubo y por una tone cuadrada. Encima de la clave del arco exterior, que tiene hiladas de ladrillo, campea el escudo del Concejo y en el lienzo central los de los Cuevas, Número 62. Puerta de San Martín (Cué­llar).— Una de las cuatro de la ciudadela. NÚM. 33.—SAN ANTONIO EL REAL NUM. 34.—SAN ANTONIO EL HKAL _, l^íúmero 48. Capiteles de la iglesia de la t. e' ^ 'ni i*i a^d^. -—~ í•^Ronin"•lá^nln¡;c/'oí^sc , dHe^ll sciiog-llori -XxIiIi , ePxviisftiet enn-- ^ en la portada interior del templo, que tie- ^ también el monograma de Cristo. ^ ^limeros 49, 50 y 51. Tapices de la Cate- ^ral.-~-pug,.(jj^ regalados a la Catedral por el gC^diano de la misma, D. Antonio de Ayala ^^fganza, en el año de 1697. Todos ellos han 'lo fabricados en Bruselas. ^Número 52. Cristo de los Gascones, en la ^'esia de San Justo.—Procede de Alemania. travT^^ 'a tradición que llegó a esta ciudad "do por unos gascones y por unos alemanes, ^^'^"es, habida disputa entre sí acerca de su flenencia, le cargaron sobre una muía, a la g^e Sacaron los ojos, llegando a ia iglesia de gl " Justo, en cuya puerta de entrada .-evento g] g"['»ial, teniendo esto como prueba de que (jg ^"*^'' quería quedarse en Segovia, en don-j ^ 5e establecieron los que tanto se disputaron K-P^-'^e^iün de la veneranda etigie. Es bizan- ''"'^' del siglo xi. ^^iNumeros 53, 56 y 57. Castillo de Turéga-que '^'^ y gentil mole, de estilo gótico, la Q ^^ ^^'^"ta en una pequeña cuesta, desde denL^ domina a loda la población. Encierra bac '^ '^^ ^^^ muros, a los que ciñe una bar-si„¡^^^ ^hnenada, una iglesia románica del rgg J^"> ^^ tres naves y ábsides semicírcula-e( ¿¡k ,"tre las numerosas torres que tiene el cojí ?'^ descuella la torre central de piedra cn^- ' ^^ torreones en cada uno de sus lados y •"^in^n^ ?^ saeteras, almenas y matacanes. La ^ iJoña Urraca hizo donación de él al Obis-na con saeteras, matacanes y almenas. Su construcción es del estilo gótico. Número 61. Puerta de San Basilio (Cué­llar).— Se halla situada junto al Castillo, y es la única puei ta que tienen común la ciudade­la y la villa. La forman cuatro arcos unidos de %-r~.^>- ..«^y NI':M. 33.—SOBREPUERTA DEL ANTIGUO PALACIO DE ENRIQUE IV Está constituida por fortísimo arco de piedra con grandes dovelas y defendida por dos ro­bustas torres cuadradas que flanquean su en­trada. Sobre la clave del arco, lo mismo que en las otras puertas, se halla el escudo de la villa, y en lo alto de las torres, así como en los remates de los lienzos de la muralla, los de los poderosos magnates del castillo. Número 63. Sepulcros de la iglesia de San Esteban (Cuéllar).- Lado del Evangelio. Gó-tico- mudéiares con admirables calados, ence­rrados dentro de un recuadro con inscripcio­nes de los Salmos. Sobre las urnas funerarias descansan dos estatuas yacentes de alabastro primorosamente ejecutadas: una de mujer y la otra del caballero, cuyos son los sepulcros, Doña Isabel de Zuazo y su esposo D. Martín López de Córdoba e Inestrosa. Número 64. Puerta de San Andrés (Cué­llar).— Solamente se conserva ella de las cua­tro del 1 ecinto de la villa. Tiene arco de hei ra-dura con ojiva apuntada, sobre la que está es­culpido el blasón del pueblo; indicio, tal vez, de que los señores del castillo y de la ciuda­dela nunca dominaron en la villa. Número 65. Ábside de la iglesia de San Esteban (Cuéllar).—Elegantísimo tipo del estilo románico,de ladrillo, situado en el ángu­lo que forma el recinto murado de la ciudade­la y formado por arquerías ciegas superpues­tas, dobles recuadros y fajas en espina de pez, admirabiementecombinados. En esta iglesia se conservaba el archivo de los nobles linajes, pertenecientes a la cofradía de la Visandína.