Este documento resume y analiza la película Valor de Ley de los hermanos Coen. Resalta la magnífica fotografía, música e interpretaciones de Jeff Bridges, Matt Damon y Hailee Steinfeld. Sin embargo, también señala que la película es afectada por las comparaciones con la versión original de 1969 protagonizada por John Wayne. Aunque los Coen crean una gran película, la sombra de John Wayne como el pistolero definitivo es difícil de superar.
2. En general, cuando hablamos de los Coen, siempre hacemos referencia a los tópicos
más característicos del "director bicéfalo", como son la fotografía de sus película, su
música, sus pintorescos personajes... Con Valor de Ley, ese canon establecido por dos
de los mejores directores de finales de siglo sigue sin romperse. Nos abren un mundo
ante nuestros ojos con una película que, como poco, resulta sorprendente, y por
apuntar a lo más alto, una grandiosa película. Si es cierto que la sombra del filme de
1969 de Henry Hathaway del mismo título pese bastante sobre este incalificable
western que, aunque pretenda no serlo, acaba por firmar una serie de elementos
propios que tenían las famosas películas de John Wayne. Reivindicable resulta la
manera de presentar a los personajes en un ambiente en el cada cual puede esperar
una evolución del desarrollo del mismo de maneras muy distintas. Como siempre, el
toque de humor de los Coen permanece intacto, aunque las semejanzas cómicas con
la novela son más abundantes que los guiños del guión. El reparto, pudiendo ser
calificado como magistral, formado por Jeff Bridges, quien ya colaboró con el dúo en
El Gran Lebowsky, donde interpretaba al peculiar Nota, uno de sus personajes más
memorables. Junto a él, Matt Damon realiza una interpretación bastante digna de
mención, realizando una metamorfosis del personaje a medida que la acción
transcurre. Hailee Steinfeld co-protagoniza de manera brillante, haciendo frente a la
inolvidable Kim Darby de la película original. Josh Brolin tiene un papel de
referencia bastante importante, pero cuya aparición resulta algo decepcionante, no
por su interpretación, que es toda una labor interpretativa, sino que el tiempo en el
que aparece resulta escaso, pues en la película original, el personaje de Tom Chaney,
era presentado en el planteamiento del filme, mientras que en VALOR DE LEY
(2011), se presenta a base de especulaciones sobre el mismo, por parte de los
personajes de Damon (Labeuf), y Steifeld (Matie). La música corre a cargo del
magnífico Carter Burwell, compositor de la banda sonora de películas de los Coen
como Barton Fink y Fargo. En cuanto a fotografía, que será analizada más en
adelante, se sitúa a medio camino entre un No es país para viejos nevado, o entre un
Fargo desértico. La iluminación y las sombras son puntos clave en la película, cabe
destacar la mención de las escenas nocturnas, que tenían menos repercusión en la
película protagonizada por John Wayne. Todo en un conglomerado muy típico de los
Coen, donde destaca una fuerte unión entre estos elementos, que muy pocos
directores saben hacer funcionar correctamente.
3. REVIVIENDO A LOS COEN
Desde su ópera prima, Sangre Fácil, con una jovencísima Frances Macdormand como
protagonista, vimos claramente que esas imágenes tan intensas llegarían a convertirse
en un hito del cine, tarde o temprano. Claro, que ante todo, el cine “Coeniano”
destaca por una originalidad sólo propia de algunos directores como Woody Allen,
Stanley Kubrick, o Martin Scorsese. Ahora, trataremos de analizar los elementos más
destacados de esta particular visión del mundo.
Joel Coen, quien antes de final de siglo se solía encargar de la labor de dirección, casi
siempre ha contado con un despliegue fotográfico impresionante en sus obras. Si
tuviéramos que empezar cronológicamente, Muerte entre las flores (Miller's
Crossing), sería la primera muestra del carácter
artístico de los Coen. Aquel paseo entre los
árboles otoñales, como telón de fondo para una
historia particularmente compleja, con varias
sub-tramas que se relacionaban directamente,
sobre el crimen organizado durante los años
20. En aquella película, pudimos comprender
que el desarrollo de los personajes podía llegar
a ser tan importante como la labor fotográfica,
la banda sonora... Los personajes,
como los interpretados por Gabriel
Byrne (Sospechosos Habituales) y
John Turturro, uno de los actores
fetiche de los Coen, eran retratados
como seres humanos complejos, pero
que aún así, cometían errores que no
pensaban poder cometer.
Aunque Miller's Crossing fuese todo
un éxito de crítica y público, el
esplendor paisajístico llegaría con la
inigualable, y probablemente su mejor película, Fargo.
El paisaje que intimidaba por su tamaño eran las llanuras heladas de Minnesotta de
Brainerd en la cinta más dura de los hermanos Coen. El paisaje era tal, que producía
una sensación de inferioridad al espectador. Sus personajes, atípicos y extraños, como
la famosa Marge Gunderson (Frances Macdormand), una mujer embarazada y algo
despistada, que representaba la ley en Brainerd. Después, podemos encontrar al pobre
Jerry Lundegard, un hombre lleno de presión y estrés, que toma sus decisiones al
igual que los personajes de Byrne y Turturro en Miller's Crossing, pensando que
serán fructuosas e inequívocas. La cinta obtuvo diversas nominaciones a los Oscar, de
las que obtuvo dos estatuillas, al guión original y a la interpretación de Macdormand.
4. Pese a que Fargo fuese la más abundante en cuanto a elementos artísticos y técnicos,
el desierto ensangrentado correspondería a su película más galardonada, No es País
Para viejos. La película fue toda una genialidad, caracterizada por su gran argumento,
guión, fotografía y labor interpretativo. Se hizo notar la ausencia de música alguna,
pero el aspecto artístico siguió la regla establecida por sus antecesoras.
5. “EL PISTOLERO” BRIDGES Y “LA SOMBRA” DE WAYNE
En 1969, John Wayne ganaba su único Oscar por la interpretación más ruda de su
filmografía, la del marshall federal Rooster Cogburn. “True Grit” marcó al público
del momento, con ese western atípico en el que una niña quería vengar la muerte de
su padre, junto a un borracho pistolero de gatillo fácil y un Ranger de Texas marcado
por una obsesión llevada por el dinero y la fama. A la hora de realizar un remake, y
pese a que Ethan y Joel no quieran que su “Valor de Ley” se considere como tal, hay
que tener en cuenta que las comparaciones no se podrán evitar. Y es que, aunque
estando muy por encima del listón que marcó la película de Hathaway, Valor de Ley,
de los Coen se presenta dificultosa respecto al protagonista, Rooster. John Wayne era
el pistolero por defecto de la época, y pese a que la interpretación de Bridges sea
soberbia e incluso magnífica, la sombra del viejo Wayne es demasiado grande. La
película queda bastante acomplejada por este hecho. Y además, se tiene que tener en
cuenta el momento en el que se rodó el film de 1969, el presupuesto sería mucho
menor, pero esto no justifica nada en absoluto, pues Hathaway no sabría recrear la
fotografía al igual que los Coen. Wayne interpretaba de manera sobresaliente, aunque
algunos detalles quedaban algo por debajo de la nueva versión coeniana, mientras que
otros quedaban por debajo en la nueva versión. Bridges, rotundo en su labor
interpretativa, muestra un Rooster Cogburn mucho más frío y oscuro que el de
Wayne, como se muestra en diversas escenas. Ambas interpretaciones rondan un
límite que borda la credibilidad, y por supuesto, dignas de estos dos actores.
6. MATT DAMON Y HAILEE STEINFELD
Jeff Bridges brilla como lo mejor
del reparto, pero las
interpretaciones de Hailee Steinfeld
y Matt Damon son dignas de
mención. La química entre ambos
actores resulta bastante curiosa, ya
que el desarrollo de los personajes
resulta muy complejo de realizar,
pero ambos lo llevan de manera
muy bien trabajada. Hailee
sorprende en su primera película,
con una expresividad poco corriente en una actriz de 13 años, mientras que Damon
complementa su filmografía con uno de los mejores títulos que ha co-protagonizado.
La pareja del film de Hathaway, Glenn Campbell y Kim Darby no llegaban a conectar
tanto, pues su química era buena, pero no lo suficiente como para superar la de Hailee
y Matt. Aún así, cabe destacar que el personaje de Matie Ross está mucho mejor
caracterizado en el film de 1969, aparte de
que atraía mucho más al espectador, pues
estaba lleno de valentía y firmeza, y puede
que el personaje de Hailee sea un poco menos
importante en la nueva versión, y se le de más
importancia a la historia y al desarrollo de los
personajes principales como el de Rooster y
Labeuf. Ambas interpretaciones (Kirby y
Steifeld) son muy buenas, y no hay ninguna
razón para desacreditarlas. Ambas son
grandes actrices. En cuanto al personaje de
Labeuf, el Ranger de Texas, queda algo más
presentado en la versión original, pero mejor interpretado por Matt Damon. Como se
ha mencionado, el desarrollo del personajes es mucho más predominante la película
de los Coen. Damon transmite la
prepotencia de su personaje de manera
sorprendente. Pese a todo, el reparto en
conjunto resulta, por poco, mejor que el
de la película de 1969, pero cabe
destacar que en este reparto, pesa la
ausencia de un John Wayne como
pistolero más reconocido, pues Bridges
lo puede hacer tan bien como el mejor
actor de todos los tiempos, pero se trata
del golpe del viejo John en su contra.
7. HISTORIA Y ATMÓSFERA
Al referirnos a Valor de Ley (2011) estamos hablando de un espectáculo de inmensas
proporciones. Hemos visto muchos westerns a
lo largo de este siglo, como el remake de El
Tren de las 3:10, pero ahora no estamos
hablando de un western, sino casi de la historia
de un “cuento” del oeste. Los paisajes, como
siempre, son algo que los Coen no pueden
obviar, y podemos apreciar una fotografía
deslumbrante, a medio camino entre la de Fargo
y No es país para viejos. Nos deja atónito ese
impresionante despliegue fotográfico, lleno de vida y frialdad al mismo tiempo. El
cine de los Coen nunca deja indiferente. La fotografía era mucho menos destacable
en la película de 1969, al igual que la ambientación, como es la recreación de las
escenas nocturnas.
Como suele ser típico de
las películas de los
hermanos Coen, la
violencia está presente en
algunas partes del
largometraje, como la
escena de la cabaña, pero,
que sorprende, pues es
bastante inferior a la que
estamos acostumbrados en
sus películas.
Algunas escenas, como el
enfrentamiento de la banda a la que pertenece Chaney contra Rooster, tienen
diferentes. La escena en la película de Hathaway se lleva a cabo con algunas cámaras,
mientras que en la de los Coen, esa indeterminada proporción se multiplica. Sin
embargo, la cámara situada en la cima de la colina donde está Labeuf, resta emoción
a la escena. El comienzo de la
película queda presentado de
manera mucho más
convincente en la película
original. La música es un
elemento clave en la película.
Nos hace olvidar su falta en No
es país para viejos, y nos
recuerda a la apabullante banda
sonora de Fargo, compuesta por
Carter Burwell, el elegido para
componer la de esta película.
8. “TRUE GRIT” 1969
Valor de Ley, puede que la mejor película del oeste del siglo XXI, tiene un único
defecto, la inevitable comparación con su antecesora, y esa es True Grit, mismo título
en inglés. Hall B. Wallis, un famoso productor caracterizado por producir la mayoría
de las películas de John Wayne, fue el que llevo al cine la novela homónima de
Charles Portis al cine. Por aquel entonces, John Wayne era el nombre que sonaba por
defecto a la hora de preguntar por un pistolero. Era un papel muy característico, la de
un alguacil borracho y cruel, que no toma ninguna decisión basada en algo más que
no sea el dinero. Sin duda alguna, John Wayne interpretaba de una manera magistral e
inigualable. La película en si, consistía en una mezcla de western convencional con
una historia atípica, una niña que quería vengar la muerte de su padre. Una joven sin
experiencia, dura e independiente, acompañando a un ranger de texas y a un marshall
despiadado. La fotografía, pese a ser simple y directa, resplandecía ante los ojos del
espectador, y la recreación era fiel a su historia. Puede que uno de sus fallos fuese el
desarrollo de los personajes; este era fugaz, y cambiaba de un paso a otro sin razón
alguna, como la química entre Labeuf y Matie. Los detalles son fieles a una historia
que pretende entretener y entusiasmar, puede que incluso emocionar, y sin duda,
supone una muestra del mejor cine del oeste que pudimos encontrar en el siglo XX.
9. CONCLUSIÓN
Los Coen son lo que son, dos directores con un talento de nacimiento, con unos
recursos imaginativos al alcance de muy pocos y una increíble mano para la labor
artística. Si Fargo era su mejor película, esta no se queda lejos. Cumple lo que
promete ser, un western atípico, bien interpretado, bien recreado y magníficamente
dirigido. No tiene porque compararse con su antecesora, pues su enfoque es
relativamente distinto, la atmósfera es más fría que en la original, y el reparto la
supera con creces salvo por el detalle de John Wayne. Aconsejable, recomendable...
Es una película que hay que ver y retener en la memoria, cada fotograma debe quedar
plasmado en nuestras retinas, y debemos darnos cuenta de que el cine actual puede
depararnos sopresas como esa grandiosa película.
Fotografía de la apertura de la Berlinale, de izquierda a derecha, Jeff Bridges, Hailee
Steinfeld, Joel Coen y Ethan Coen.