2. ¿Qué es el comportamiento
disruptivo?
Reciben tal nombre debido a que su presencia implica la
interrupción
o
desajuste
en
el
desarrollo evolutivo del niño imposibilitándolo para crear
y mantener relaciones sociales saludables, tanto con
adultos como con sus pares. Conglomerado de conductas
inapropiadas
o
“enojosas” de alumnos que
“obstaculizan” la “marcha normal” de la clase: Falta de
cooperación, mala educación, insolencia, desobediencia,
provocación, agresividad, etc. Se muestran en estrategias
verbales o en estrategias no verbales (Quintana, 2011).
3. ¿Qué es el comportamiento
disruptivo?
La disrupción dificulta el aprendizaje y las relaciones
interpersonales. Suelen ser producidas principalmente
por niños/as que quieren llamar la atención de sus
compañeros/as o del adulto y que tienen problemas de
carencia de normas/afecto, muy impulsivos/as, etc. Son
tácticas para probar al adulto y tener protagonismo entre
los demás niños. (Quintana, 2011)
5. Características de las Conductas
Disruptivas
Mala educación.
Insolencia.
Falta de cooperación.
Desobediencia.
Provocación.
Agresividad.
puede notar en estrategias verbales y no verbales.
Se
Dificulta el aprendizaje y las relaciones interpersonales.
Causa gran estrés en el profesor.
Suele ser producida principalmente por alumnos que quieren llamar
la atención.
Impulsivos.
6. Comportamiento disruptivo en
el aula.
La disrupción e indisciplina escolar es uno de los problemas
que más preocupan al profesorado.
El análisis de las causas que provocan comportamientos
indisciplinados en el alumnado puede hacerse desde dos
perspectivas: por un lado desde los que localizan las causas
en las características o circunstancias individuales del
alumno/a concreto; y por otro lado, los que atribuyen las
causas a la compleja dinámica de relaciones y actitudes de
todos los miembros de la comunidad educativa (IES, 2010).
7. DISRUPCIÓN EN EL
AULA
Cuando hablamos de disrupción, que
puede considerarse parte de la
indisciplina, nos referimos a los
comportamientos que impiden llevar el
ritmo de la clase, que obstaculizan la
labor docente del profesorado y
pueden llegar a interferir en el proceso
de aprendizaje del alumnado.
Sin embargo, en el problema de la
disrupción,
existe
una
gran
subjetividad, algunos comportamientos
que son considerados disruptivos para
algunos profesores, no lo son para
otros.
8. Factores que influyen en los
comportamientos disruptivos
ACTITUD DEL DOCENTE
Parece existir el acuerdo en los expertos de que la clave para abordar la disrupción
está en la consistencia del profesorado en el establecimiento de normas y la
administración de las consecuencias o castigos.
La mejor respuesta a la disrupción parece ser que es la que dan aquellos
profesores/as que no muestran sobreenfado ni confusión, pero que tampoco
ignoran la prueba a la que están siendo sometidos, y saben responder de forma
serena y asertiva a la misma.
Ante la disrupción, es aconsejable no centrarse en ella, sino PLANTEAR
ALTERNATIVAS CENTRANDO LA ATENCIÓN EN LA TAREA. El profesor/a eficaz, ante
la disrupción, la atiende (no la soslaya), pero no reacciona de forma
desproporcionada. Evita que el conflicto “escale” y se agrande (IES, 2010).
9. Factores que influyen en los
comportamientos disruptivos
NORMATIVIDAD
Es importante que las normas básicas de comportamiento estén claras.
Lo más adecuado es que al alumnado se le expliquen de forma que
pueda comprenderlas y que en lo posible las normas del aula estén
elaboradas y aceptadas por el grupo. Se debe establecer un sistema de
sanciones y de recompensas coherente con las normas.
La normativa debe trabajarse de forma periódica y hacerse explicita y
presente en las aulas. Es importante también revisar las normas, su
utilidad y su cumplimiento.
Dar participación y responsabilidades al alumnado en el control y
seguimiento de las normas y en las actividades y tareas de
mantenimiento del aula (encargado de borrar la pizarra, de cerrar y abrir
ventanas, de repartir libros, de limpieza, de decoración...) (IES, 2010)
10. Trastornos de la conducta disruptiva
en la infancia y la adolescencia:
diagnóstico y tratamiento
Los Trastornos de la Conducta Disruptiva (TCD) en la infancia y la
adolescencia constituyen uno de los motivos más frecuente de
consulta.
El Trastorno Disocial (TD) es un fenómeno que por su naturaleza
mixta, biológica, psicológica y social, requiere de una intervención
terapéutica integral. La magnitud del efecto global de los fármacos en
el tratamiento de la agresión es de 0.56. Actualmente sólo tres
tratamientos psicosociales han sido adecuadamente evaluados: a) El
entrenamiento para padres, b) el entrenamiento cognitivo en
habilidades para resolver problemas y c) la terapia multisistémica.
11. Trastornos de la conducta disruptiva
en la infancia y la adolescencia:
diagnóstico y tratamiento
En el Trastorno Negativista y Desafiante (TND) el tratamiento psicosocial
es la intervención terapéutica de primera elección. Los programas de
intervención desde una perspectiva conductual abarcan todos los
contextos: familiar, escolar y del propio niño o adolescente. El clínico
debe considerar importante cualquier información obtenida de otros
informantes, maestros, para realizar un plan de tratamiento
individualizado. Las intervenciones sugeridas a los padres deben basarse
en las de mayor evidencia científica. El uso de medicamentos puede ser
útil como tratamiento adjunto a las intervenciones psicosociales, para el
tratamiento sintomático y el de las comorbilidades. Cuando el TND es
intenso y persistente se pueden requerir tratamientos prolongados e
intensivos. Las intervenciones cortas usualmente son inefectivas.
12. TRASTORNO
NEGATIVISTA DESAFIANTE
TND
El TND se define por un patrón recurrente,
que causa un deterioro clínicamente
significativo, de conducta negativista,
desafiante, desobediente y hostil dirigido a
las figuras de autoridad, que debe
manifestarse de forma más o menos
continua y en el que están presentes
algunos de los siguientes comportamientos:
Encolerizarse y prorrumpir en pataletas
(berrinches),
discutir
con
adultos,
desafiarlos activamente o rehusarse a
cumplir
sus
demandas,
molestar
deliberadamente a otras personas, acusar a
otros de sus errores o mal comportamiento,
ser susceptible o fácilmente molestado por
otros, mostrarse enojado y resentido,
rencoroso y vengativo. (De la Peña, 2011)
14. TRASTORNO DISOCIAL
T.D.
El TD es el trastorno externalizado
más grave y está caracterizado por
un patrón repetitivo y persistente de
conducta que incluye la violación de
los derechos básicos de los demás, de
las normas sociales o de las leyes. El
TD es uno de los trastornos
psiquiátricos más comunes en
muestras clínicas y comunitarias de
población adolescente. (De la Peña,
2011)
15. TRASTORNO DISOCIAL
El TD se caracteriza por cuatro áreas de
manifestación: Agresión a personas y
animales, destrucción de la propiedad,
fraudulencia/robo y violaciones graves a
las normas. Esta categoría incluye una
serie
de
manifestaciones
muy
heterogéneas que se han descrito como:
Fanfarroneo, amenaza o intimidación a
otros, peleas físicas, uso de armas que
puede causar un daño físico grave a otras
personas (palo, botella, navaja, pistola),
manifestación de crueldad física con
personas o con animales; robo, forzar a
alguien a mantener una actividad sexual,
provocar deliberadamente incendios con
la intención de causar daños graves,
destrucción deliberada de propiedades
de otras personas, irrupción violenta a la
casa o el automóvil de otra persona.
Expresión de mentiras para obtener
beneficios,
favores
o
evitar
obligaciones, robo de objetos de cierto
valor sin enfrentar a la víctima,
permanecer fuera de casa de noche a
pesar de las prohibiciones paternas,
iniciando este comportamiento antes
de los 13 años de edad; se presentan
fugas nocturnas de casa por lo menos
en dos ocasiones e «irse de pinta»
escapando de la escuela. El DSM
especifica el tipo, de inicio en la infancia
o en la adolescencia y la intensidad en
leve, moderada o grave, por el número
de síntomas presentes. El diagnóstico
del TD es clínico y no se requieren de
exámenes de laboratorio o gabinete.
(De la Peña, 2011)
17. ALGUNAS RESPUESTAS AL
COMPORTAMIENTO DISRUPTIVO
•
•
•
Ignorar en la medida de lo posible los comportamientos poco
problemáticos
(efecto
“extinción”),
para
no
interrumpir
continuamente el ritmo de la clase. Mejor volver a centrar la atención
enseguida en la tarea, en lo que se está haciendo, y/o en las normas (en
los derechos), no en los individuos.
Si hay que llamar al orden, utilizar tanto recursos no verbales (mirar al
que interrumpe, acercarse y tocarle la mesa, tomar nota mirando al
que habla...), como verbales (citar el nombre del que está hablando o
distraído/a...).
Tener en cuenta la hipotética causa que motiva el comportamiento del
alumno/a disruptivo/a. Muchos de los alumnos/as disruptivos/as sólo
quieren atención. La atención al alumno/a disruptivo/a no se le debe
dar cuando está “disruptivo” sino cuando está “bien”. (IES, 2010)
18. BIBLIOGRAFÍA
•
•
•
De la Peña, O. F. (2011). Trastornos de la conducta disruptiva en la infancia y la
adolescencia: diagnóstico y tratamiento. Salud mental, 5-10.
IES, A. G. (2010). multiblog.educacion.navarra.es. Recuperado el 15 de 11 de
2013,
de
multiblog.educacion.navarra.es:
multiblog.educacion.navarra.es/.../Conducta-disruptiva-en-el-aula.doc
Quintana,
I.
(03
de
Agosto
de
2011).
http://es.scribd.com/doc/61525415/Conductas-disruptivas. Recuperado el 15 de 11
de
2013,
de
http://es.scribd.com/doc/61525415/Conductas-disruptivas:
http://es.scribd.com/doc/61525415/Conductas-disruptivas