Nuestra época se caracteriza por una proliferación de las tecnologías de la información, un incremento en el número y capacidad de los equipos informáticos y la existencia de un gran desarrollo en las telecomunicaciones. De igual manera, la economía de la sociedad actual transita de una basada en la industria a otra basada en la información y el conocimiento. En este nuevo entorno, las capacidades humanas para obtener información y transformarla en conocimiento constituyen ahora un recurso importante. Sin lugar a dudas, todos somos testigos de una evolución de la sociedad industrial, donde la producción de bienes era su eje central, a una sociedad dominada por la información en todas las esferas de la vida humana. Esto de alguna manera, ha dado margen para que nuestra sociedad haya empezado a ser denominada como la sociedad de la información (S.I.) o la sociedad del conocimiento. En esta nueva sociedad, la información y el conocimiento constituyen los elementos primordiales para el desarrollo social, educativo y cultural de sus integrantes, lo que justifica; de algún modo y no quedemos excluidos de este análisis, el papel y desarrollo de los profesionales y especialistas de la información.

1. Pablo Ant. Brito A.
Pasante Maestro Bibliotecario
Universidad de Puerto Rico, Recinto Río Piedras
Escuela Graduada de Ciencias y Tecnologías de la Información
2006
Ensayo:
La sociedad de la información (S.I): concepto, características, impacto en nuestras vidas y sus
limitaciones en un contexto latinoamericano.
Introducción
Nuestra época se caracteriza por una proliferación de las tecnologías de la información, un incremento en el
número y capacidad de los equipos informáticos y la existencia de un gran desarrollo en las telecomunicaciones.
De igual manera, la economía de la sociedad actual transita de una basada en la industria a otra basada en la
información y el conocimiento. En este nuevo entorno, las capacidades humanas para obtener información y
transformarla en conocimiento constituyen ahora un recurso importante.
Sin lugar a dudas, todos somos testigos de una evolución de la sociedad industrial, donde la producción de bienes
era su eje central, a una sociedad dominada por la información en todas las esferas de la vida humana. Esto de
alguna manera, ha dado margen para que nuestra sociedad haya empezado a ser denominada como la sociedad de la
información (S.I.) o la sociedad del conocimiento. En esta nueva sociedad, la información y el conocimiento constituyen
los elementos primordiales para el desarrollo social, educativo y cultural de sus integrantes, lo que justifica; de
algún modo y no quedemos excluidos de este análisis, el papel y desarrollo de los profesionales y especialistas de
la información.
Conceptualicion de Sociedad de la Información (S.I.)
El problema viene cuando queremos definir o conceptualizar de qué debemos entender y qué implica el concepto
de S.I. No existe un consenso absoluto en cuanto a una definición que satisfaga a todos. Algunos distinguen entre
sociedad del conocimiento y sociedad de la información. Pineda, 2002 por ejemplo, define la S.I. como ”una
sociedad en que la información se una intensivamente en la vida social, cultural, económica y política”. Señala que
“la S.I. no es algo del futuro, sino del presente, la sociedad ha sido definida como una sociedad en la que el
desarrollo de los servicios, de la educación, de la cultura y de todas las esferas de las actividades de la vida humana,
dependerán de la información que se tenga y una sociedad que necesita que la mita de la fuerza laboral este
dedicada directamente a la gestión de la información. Esa es la sociedad de hoy y aún más es la sociedad de
siempre…”
Concebir la S.I. de este modo, implica la creación de nuevos paradigmas en los que se acentúa el “proceso de
transformación de las anteriores relaciones sociales” y deja entrever en el horizonte “el surgimiento de una nueva
forma de organización social, a la que todos coinciden en bautizar con el nombre de sociedad de la información”.
Este concepto de la S.I. involucra diversos enfoques y concepciones, dentro de las cuales se acentúan las
siguientes características. Según Trejo Delarbre 2001, la S.I. posee diez (10) rasgos o características que la
distinguen, son ellas: exuberancia, entendiendo con ello lo apabullante, diversidad y cantidad de información
existen, la omnipresencia, atributo que años atrás sólo era aplicable a la divinidad, hoy los instrumentos de
información permiten encontrar por doquier información de todo tipo, la irradiación, donde las distancias físicas y
geográficas son relativas, la velocidad, donde la comunicación es inmediata, instantánea y la espera no se concibe, la
multilateralidad, la información nos llega de todas partes y aunque muchas veces no sabemos de dónde, sí sabemos
que el mundo parece sercada vez más pequeño, la interactividad, no sólo somos consumidores, sino también
productores de nuestros propios mensajes, la desigualdad, la abundancia puede resolver la carencia de necesidad de
información, pero no todos tenemos las mismas posibilidades de acceso, existen desigualdades notables entre
países, la heterogeneidad, la diversidad de pensamientos y opiniones son de alguna características de la S.I., la

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desorientación, al mismo tiempo que la cantidad y diversidad de información disponible es oportunidad de desarrollo
social y personal, también es un desafío cotidiano y motivo de agobio para sus usuarios: vivimos aturdido
constantemente, y por último, la ciudadanía pasiva, el predominio de contenidos digitales y la ausencia de capacidad
de reflexión, suelen aunarse para que la en la S.I. el consumo prevalezca sobre la creatividad y lo mercantil sobre
el intercambio de conocimiento, convirtiéndola de este modo en una sociedad pasiva.
Ahora bien, si la S.I. es expresión de las realidades y capacidades de los medios de comunicación, las
características que Trejo señala, son aplicables casi indistintamente a uno de los artífices contemporáneo más
sobresaliente de la S.I., que es la intenet. Por lo tanto, difiero en gran medida de Trejo, respetando su autoridad, ya
que las características tienen que ser más abarcadoras y globalizantes y no aplicable perfectamente a un elemento,
aunque sea constitutivo y el de mayor desarrollo contemporáneo.
Martin y Webster; por ejemplo, coinciden en señalan que concebir la S.I. como la describimos anteriormente se
acentúan seis (6) características, entre otras: las tecnológicas, las económicas, las sociales, las laborales, el tiempoespacio y culturales. Desde el punto de vista tecnológico, las tecnologías de información son una de las fuerzas
clave que motivan este intercambio debido a sus existencia cada vez mayor y “han hecho posible el
procesamiento, almacenamiento, recuperación y transmisión de información”. Cuando lo económico es tomado
en cuenta, “el conocimiento se convierte en una pieza fundamental de la economía moderna en la medida en que
se de un cambio de una economía de bienes a una economía de información”. Así la información es vista como
un recurso, un servicio y como fuente de valor agregado. Desde el aspecto social, “la información es un elemento
para enriquecer la calidad de vida” y desarrollo, pues existe la conciencia cada vez más amplia sobre la posibilidad
de acceso a la información que puede ser de utilidad para diversos fines. En el aspecto ocupacional, señala que
“una medida del surgimiento de la S.I. es aquella que enfoca el cambio ocupacional y encuentra que el predominio
del empleo yace en el sector de la información”. Es decir, cuando el número de oficinistas, abogados, profesores y
otros, sobrepasa el de obreros y trabajadores manuales. Si el enfoque espacio-tiempo toma un lugar primordial,
“el enfoque principal está en las redes de información que conectan localidades y en consecuencia, tienen efectos
dramáticos en la organización del tiempo y el espacio”. Finalmente, cuando hace referencia al elemento cultural,
señala “todos sabemos que en la trayectoria de nuestra vida diaria existe un extraordinario incremento de la
información que circula socialmente; esto es, más información que nunca antes”. Significa, que desde el aspecto
cultual, a la información se le reconoce la posibilidad de promover valores para el desarrollo de los individuos y de
las naciones.
En conclusión, tomando como base lo ante expuesto, puede señalarse que la S.I. está caracterizada por gran
cambio tecnológico, el cual influye en la producción de una gran cantidad de información que puede ser accezada
por cualquier individuo, sin importar la distancia y el tiempo, modificando con ello las actividades de esos
individuos y en consecuencia, la economía. De alguna manera, esto es lo que estamos viviendo.
Como la S.I. Modifica Nuestras Vidas y Limitaciones en un Contexto Latinoamericano
Otros dos aspectos que debemos puntualizar para que de alguna manera tengamos una idea acabada o no de lo
que es la S.I., es lo referente a cómo ésta ha modificado y está cambiando nuestra forma de vivir y sus limitaciones
o desigualdades para los países de nuestra región.
El primero; a decir verdad es como se planteó en clase: vivimos o llegamos a la S.I. sin proponérnoslos y Trejo
Delabre afirma, la S.I. “no sólo ha cambiado la percepción de nosotros mismos, sino que se ha modificado la
apreciación de nuestro entorno”. Ahora bien, lo que si demuestra que estamos viviendo en la S.I., según Moore,
1997, es que “las organizaciones dependen cada vez más del uso inteligente de la información y de las tecnologías
de la información para ser más competitivas, que cada día utilizamos más las tecnologías de la información en
muchos actos de su vida diaria, y que está emergiendo un sector de la información, hoy disimulado dentro de la

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diversidad del sector servicios, pero con una entidad suficiente para convertirse en uno de los grandes
hipersectores de la economía”. O sea, como analizábamos en clase, cada vez más se comprende que la
información es un recurso que se posee, se controla y se intercambia como un valor de mercado; convirtiendo de
forma, en materia prima del acto de toma de decisiones. De manera, pues, la S.I. cambia y está cambiando nuestra
forma propia de vivir, ya que la información es un elemento omnipresencial y forma parte de todas nuestras
actividades, y quizás, muchas veces no somos conscientes de su presencia ni de su importancia
El segundo, está claro que no todos tenemos igual acceso a la información, ni a los medios que proporcionan la
información ni tampoco todas las personas tienen las habilidades necesarias para localizar e interpretar la
información que recuperan y América Latina no es la excepción.
Actualmente, coincidiendo con Trejo Delarbre, la globalización ha intensificado el intercambio desigual, pero al
mismo tiempo habre nuevas opiniones superar la pasividad que han definidos a los mal llamados países
periféricos en materia de mensajes culturales. Las semejanzas que permite la globalización como proceso
mediático, no invalida las desigualdades y diferencias que distinguen a nuestras sociedades.
“Las fronteras no se encuentran en el mundo virtual, sino el mundo real”. El ejemplo más notable, como
afirmábamos anteriormente, lo constituye la desigualdad en el acceso a los recursos informáticos y de
información, que no es más como afirma Trejo, “la expresión de las dificultades para extender la cultura y los
medios para aprehenderla entre las grandes mayorías en los países de menor desarrollo”.
En conclusión, a pesar de que la brecha entre los que tienen acceso a la información y los que no lo tienen (brecha
digital), cobra hoy singular importancia, la S.I. es una de las expresiones más promisoria -al igual que la
globalización- de la humanidad junto a todas sus contradicciones. Cuanto mayor sea la cantidad de información
que produzca una sociedad, mayor será nuestra necesidad de convertirla en conocimiento. Por lo tanto, la S.I. es
una realidad y una posibilidad. Habrá que concebirla como un proceso que vivimos ya y el final aún distante. Las
políticas publicas están claras (Libro verde de la UE), “la S.I. no es una sociedad de un futuro lejano, sino una
realidad de la vida diaria”.