2. La batería de arranque es un acumulador y proporciona la energía eléctrica para el
motor de arranque de un motor de combustión, como por ejemplo de un
automóvil, de un alternador del motor o de la turbina de gas de un avión. Las
baterías que se usan como fuente de energía para la tracción de un vehículo
eléctrico se les denomina baterías de tracción. Los vehículos híbridos pueden
utilizar cualquiera de los dos tipos de baterías.
3. El arranque de un motor de combustión por medio del motor de arranque requiere
durante un breve espacio de tiempo corrientes muy elevadas de entre cientos y
miles de amperios. La batería de arranque ha de cumplir este requisito también
en invierno a bajas temperaturas. Además el voltaje eléctrico no puede
reducirse considerablemente durante el proceso de arranque. Es por ello que
las baterías de arranque disponen de una resistencia interior pequeña.
4. ÁCIDOS
Los electrodos se componen de plomo y son por ello tóxicos. El contenido
de ácido sulfúrico es muy corrosivo. Por ello se recomienda mucha
precaución a la hora de manipular baterías. Una batería rota (por
ejemplo tras un accidente) sólo debería de ser manipulada por personal
calificado. El electrolito (ácido sulfúrico) es altamente tóxico para el
medio ambiente.
5. Solamente en un taller mecánico, o concesionario de automóviles, se
puede desechar una batería (intacta o dañada). En caso de contacto con
el ácido u otros productos químicos de las baterías se debe ir a un
servicio de urgencias médicas de inmediato.