Mientras estaba en el baño en su trabajo, una persona comenzó una conversación con él preguntándole cómo estaba y qué estaba haciendo. Aunque las preguntas le parecieron tontas, respondió cortésmente. Sin embargo, cuando la persona preguntó si podía unirsele, respondió que no porque estaba ocupado en el baño y no era un buen momento para conversar.

1. Una vez, estando en mi trabajo, tuve una necesidad imperiosa de ir a hacer algo que nadie podía hacer por mí, por lo que tuve que ir al servicio.

2. Estando en plena faena, oigo que dicen: ¡Hola! ¿Cómo estás?

3. Hombre… no es que este sea mi mejor momento para conversaciones, pero para no parecer maleducado contesté. Bien, gracias. ¿Qué estás haciendo? Y el otro dice:

4. Esta pregunta me pareció muy tonta, pero aún así respondí: Supongo que lo mismo que tú. ¿Puedo ir a donde estás? Para colmo oigo:

5. Esto ya me pareció demasiado, y le dije: Pues va a ser que no. Ahora estoy muy ocupado. Oye, que te llamo más tarde, porque tengo a un gilipollas sentado aquí al lado y cada vez que te hablo contesta él. Y oigo que dice el otro: