1. Sàbado 16 de Mayo de 1998
Parque de los Alcornocales
Aquel sàbado salimos bien temprano. A las 6,30 de la mañana. Teniamos que ir
lejos, al Peñon del Berrueco que està a mas de 10 Kms. de Ubrique.
Paco Avila no pudo venir al final. Miranda tampoco. Asì que, una vez mas, el
duo calavera, dando buena prueba de incombustibilidad y pasion por la bici de montaña,
emprendiò una nueva jornada.
Llegamos a la estacion de Colmenar sobre las 9,00 horas. No habiamos
desayunado e intentamos hacerlo sin èxito. El pueblo dormitaba aùn:
- ¿es què aquì no ponen desayuno?...
- ...¡ah!..yo no sè los demas. Yo no pongo nunca...
- ¡vamonos de aquì Paco...!
Aquel “tio saborio” no me gustò. A Paco le sorprendiò mi reaccion tan
primaria. Terminamos en el bar de al lado tomando un cafe con tortas de “Ines
Rosales”. Al final llegò la mujer y nos pudo preparar unos bocatas para el camino.
Preparamos las bicicletas, compramos un carrete de fotos y un gorrito playero
azul celeste muy apropiado para mi calva y nos dispusimos hacer la ruta marcada.
Cuando empezamos a ascender por aquel bosque a mì se me fue pasando el mal
sabor que me dejò aquel “tio saborio” y el espìritu se me fue llenando de buenas
sensaciones. La sinfonia de los pàjaros, el contraste de la luz y las sombras por la
espesura del bosque, la temperatura tan suave......todo parecia estar preparado para
rendir un homenaje a nuestro tesòn y a nuestra locura....
- ¡Barba esto es una maravilla!....
- ....y que lo digas....
Estabamos subiendo al Puerto de la Hoya por una carreterita estrecha y
asfaltada muy sinuosa. Lo haciamos desde Colmenar que està escasamente a unos 300
mts de altitud. La cota de aquel Puerto era de 700 mts. es decir que en siete Kms
teniamos que salvar un desnivel de mas de 500 mts.
Cuando llevabamos 3 Kms nos paramos al ver un indicador: “Puerto Zurera”.
De allì sale un carril que tambien va a donde nosostros queremos llegar. Pero lo
desechamos.
- ¡ Barba, la ruta fijada...!
- ¡Vale...!
Sacamos unas fotos, bebemos un trago de agua y a seguir subiendo. Paco se
adelanta y lo puedo ver entre los alcornoques en sentido contrario y a mas altura
despues de una pronunciada curva a la izquierda. Miro para abajo y observo el zig-zag
de la carretera.
2. Todo està en silencio. No pasa nadie. Tan solo nos ha adelantado una
caravana de todo terreno cargados con mochilas. Por la matrìcula parecen de Gibraltar.
Habran venido la Garganta del Guadiaro. Nos saludan al pasar.....
- ¡ Goodbye....!
- ¡..aaaaayyyyyyy...!
Otra vez el silencio. Nada mas se oye el canto de los jilgueros o -segùn
Paco- de los “verdiales”. En este inmenso bosque de alcornoques se entremezclan los
pinos. Creo que tambien hay Robles y Quejigos. Los helechos abundan y cubren todo el
bosque sin dejar claros. La luz se refleja en ellos. Todo se llena de color.
Absorto en tanta belleza no me doy cuenta que ya està pròximo el carril que
nos conduce al Puerto de la Calderona. Hemos llegado al puerto de la Hoya aunque
ahora tenemos que seguir ascendiendo. Dejamos la carretera que se desvia a la derecha
y que - segùn el indicador- se dirige a Corte de la Frontera y a Ronda, el carril va a
Ubrique y Sevilla. En realidad ambos caminos van al mismo sitio, a la carretera
comarcal de Jimena de la Frontera- Corte. Nuestro carril desemboca frente al Peñon
del Berrueco y la carretera 8 Kms mas abajo.
Tenemos que subir a la cota mas alta de nuestro itinerario, 800 mts. La vista
es espectacular. Nos sorprende las formas que toman los alcornoques, algunos son
enormes. Me llama la atencion uno que tiene una inmensa berruga.
Llegamos a un rincòn completamente bucòlico. El sonido del agua lo delata.
Allì convergen varias torretenteras que bajan de lo alto. Es la Garganta del Palancar.
Supongo que la humedad ha conformado un microclima que permite crecer a sus anchas
al roble y al musgo que rodea su enorme tronco. Todo està cubierto de helechos y de
zarzas. Todo es muy umbrio, muy quieto, muy sensual porque en aquel rincon, tan
pequeño y perdido, se despiertan todos los sentidos: el oido con el canto de los pàjaros,
con el susurro del agua y con el silbido del aire; la vista se llena de color y de luz; el
tacto se estremece con la suave brisa que te palpa la cara; y el olfato se carga de olor a
pino y hierba buena.
Seguimos subiendo hasta el Puerto de la Calderona. Llegamos a una
encrucijada. por la izquierda aparece otro carril. Es el que desechamos en la Zurera. por
el viene otro ciclista en solitario. Lo saludamos y seguimos juntos hasta el Peñon del
Berrueco en suave descenso. Vamos a travesando lo que llaman el bosque de la fantasia.
El nombre le viene -segùn nos explica Francisco Moreno- de una finca a la que se
accede de un carril que nos indica y donde està ubicada la “cueva del agua”.
Yo me quedo rezagado en una pequeña subida y desde arriba Paco me hace
señales para que acelere y pueda ver un venao que por allì anda. Cuando subì ya no
pude verlo.
Llegamos a la carretera frente por frente de aquella inmensa mole de
piedra karstica que es el Peñon del Berrueco. Dicen que esta hueca, en su interior
alberga una profunda sima. Allì nos despedimos de nuestro eventual compañero,
llevamos direcciones diferentes. El se dirige a Ubrique, nosotros tenemos que volver a
Colmenar.
3. - Me llamo Francisco Moreno, mi direccion es esta....mandadme las fotos...
- Eso està hecho, gracias por tu compañia y hasta otra.
No sè que ocurre en estos sitios que cuando te encuentras a alguien parece
que lo conocieras de toda la vida. Se establece una especie de relacion de camaraderia
que quisiera conservar.
Despues de una tonta caida al querer salir en la foto con el automàtico y
despedirnos de Francisco seguimos nuestro itinerario bajando por la carretera.
Llevamos acumulado aproximadamente 20 Kms. Un poco mas abajo paramos para
comernos los bocatas. El dia empieza a cerrarse. Parece que va a llover. Los bocatas
estan deliciosos a decir por lo bien que entran.
Continuamos por la carretera y a unos 9 Kms llegamos al cruce de
Colmenar. Es la carreterita de antes que en una bajada de ensueño va atravesando todo
el bosque hasta llegar a la Garganta de la Pulga.
- ¡Joder què sitio..!
- ¡Pàrate que nos vamos a remojar...!
Allì el Puente de la Pulga para pasar el rio. Apoyadas en un alcornocal
quedan las bicicletas. Paco se descalza para remojarse las terminales nerviosas de sus
pinrreles y que segùn el Gran Sergio relaja todo el cuerpo. Yo mas atrevido hago un
“streeptes” y me quedo en calzoncillos blancos para darme un chapuzon de cuerpo
entero. Una maravilla.
Ahora toca subir nuevamente hasta el Puerto de la Hoya. Antes de
llegar a el una caudolosa fuente de agua nos refresca los gaznates. Paco vuelve a ver los
venaos, yo me quedo en vano. Buscandolos con la mirada, Paco no se percata que su
rueda delantera se va saliendo del asfalto hasta hacerle perder el equilibrio..
- ¡coño, que me caigo...!
Desde lo alto del Puerto todo es una pronunciada bajada de 7 Kms, la
que antes tuvimos que subir. Paco se adelanta. Yo pincho la rueda trasera. Tengo que
cambiar la càmara. Cuando llego al pueblo me encuentro a mi colega blanco, con cara
de susto. Resopla cuando me ve llegar....
- ¡Uffff....menos mal...creì que te habia comido un venao.....
Terminò aquella buena jornada con un homenaje en la Venta del
Berrueco....garbanzos con callos y carne de venao...que para eso Paco viò unos cuantos.