Este documento contiene tres acrósticos que describen las cualidades de una persona justa, honorable y responsable. Una persona justa actúa de manera coherente siguiendo sus principios sin temor a las consecuencias. Una persona honorable realiza su trabajo para los demás sin mentir para su beneficio personal y actuando de acuerdo con la verdad. Una persona responsable asume las consecuencias de sus acciones con entusiasmo, sinceridad y tolerancia para solucionar problemas de manera consciente e incondicional.