1. Resumen Padre del Liberalismo Económico Ideología
Ideas Adam Smith
Adam Smith, escocés nacido en 1723 y profesor de lógica y moral de la Universidad de
Glasgow, estudió el funcionamiento del mercado y la división del trabajo. Smith se trasladó a
París para entrevistarse con algunos de los filósofos mencionados antes, que estaban
transformando el pensamiento político francés, y allí entró en resonancia con las ideas de
Francois Quesnay, quien se oponía a la reglamentación de tarifas y, en general, a la
intervención del gobierno en el comercio internacional. El pensamiento de Smith se ajustaba
a la noción de los enciclopedistas franceses de la existencia de un orden social inmanente y
justo.
Smith creía que si el gobierno no intervenía en el mercado, la
búsqueda individual de los propios fines económicos beneficiaría al
conjunto de la sociedad, como si existiera una mano invisible. Claro
está que el asunto no siempre funciona de tal manera, en particular
si tenemos en cuenta la suciedad y pobreza producidas por la
Revolución Industrial.
Sin embargo, y a largo plazo, las ideas de Smith sobre la libertad económica, formuladas en
su libro de 1776 titulado Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las
naciones, tuvieron enorme influjo en el desarrollo de la moderna teoría económica y
continúan vigentes hoy. Las ideas de Smith propugnaban por un capitalismo de libre
mercado, aunque su autor nunca usó esta expresión. Otro economista clásico (la economía,
como disciplina de estudio, fue establecida por Smith), que consideraba opresores a los
capitalistas, es decir, a los dueños de los medios de producción, acuñó el término
capitalismo.
2. Con una frase que se ha hecho famosa, Smith decía que la combinación del interés personal,
la propiedad y la competencia entre vendedores en el mercado llevaría a los productores,
“gracias a una mano invisible”, a alcanzar un objetivo que no habían buscado de manera
consciente: el bienestar de la sociedad.
Su Ideología: Para el autor escocés, el egoísmo es una característica psicológica del ser
humano que tiene que ser contemplada desde una óptica positiva. Merced a su egoísmo y al
incesante afán de mejorar su situación económica y social, los hombres tienden a maximizar
su bienestar. Pero, al tiempo que acrecientan con el esfuerzo y el trabajo su riqueza
personal, contribuyen al aumento de la riqueza del país.
El egoísmo es así elevado a la categoría de virtud. La sociedad y el estado deben liberar las
iniciativas individuales para que, sin trabas ni reglamentaciones y gracias a la suma de las
energías y los afanes de los hombres, pueda prosperar el bienestar general y la riqueza de
las naciones; todo ello regulado por las leyes naturales de la vida económica basadas en los
principios del libre mercado y de la beneficiosa competencia.
El análisis de los mecanismos que regulan la actividad económica en todas sus facetas está
contenido en su obra Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las
naciones, que representa un grandioso esfuerzo por estudiar en un solo texto todas las
cuestiones que abarcan los modernos tratados de economía política y que, aún hoy en día,
constituye un hito en la historia de las doctrinas económicas.
A. Smith considera el trabajo como la verdadera fuente de riqueza, ya que, sin la intervención
de la actividad humana, las fuerzas naturales no proporcionarían al hombre los elementos
para la satisfacción de las necesidades. La totalidad del trabajo de una nación es lo que crea
todos los bienes y servicios útiles.
3. El principio de la división del trabajo facilitado por los adelantos técnicos permite, según el
autor escocés, considerables beneficios económicos al multiplicar la productividad de los
operarios y economizar el tiempo empleado en la fabricación de un producto. Asimismo
provoca la interdependencia entre los factores económicos y favorece, a través del
intercambio, la cooperación productiva de todos ellos.
Valor de uso y valor de cambio
El trabajo empleado para producir un bien determina su valor. Distingue A. Smith entre
valor de uso y valor de cambio. Entiende por valor de uso la utilidad que reporta al individuo
un artículo determinado en orden a la satisfacción de sus necesidades; mientras que el valor
de cambio de una mercancía es el significado que poseen los bienes desde el punto de vista
del cambio. Dicho en otras palabras: el valor de cambio de una mercancía equivale a la
cantidad de trabajo que se puede cambiar por ella.
El mismo Smith proporciona un ejemplo esclarecedor: «Nada hay en el mundo tan útil como
el agua; sin embargo, con el agua podemos adquirir muy pocas cosas; nadie nos dará por
ella ni una pequeñísima parte de un bien que escasea. Por el contrario, si tenemos un
brillante, objeto que escasea y no tiene ningún valor de uso, nos será fácil encontrar quien
nos ofrezca gran cantidad de otros bienes a cambio de él .» «El valor de cualquier mercancía
es igual a la cantidad de trabajo que se puede adquirir a cambio de ella. El trabajo es, por
tanto, la medida del valor de cambio de todas las mercancías.»
Abordó también el tema de los salarios, que vendrán fijados por contrato entre patronos y
obreros, según la ley de la oferta y la demanda; éste es el salario corriente o de mercado que
tenderá a equipararse con el salario natural que corresponde al coste de producción del
trabajo obrero, es decir al mantenimiento del obrero y su familia a nivel de subsistencia. Ello
4. será así porque, generalmente, la oferta de mano de obra es superior a la demanda de
puestos de trabajo.
El estado tiene el deber ineludible de acabar con los antinaturales obstáculos que se oponen
al libre comercio y a la libre iniciativa de los hombres. Cualquier intervención del estado en la
vida económica es rechazable y su papel debe reducirse al mantenimiento orden interno, la
defensa de las fronteras y el financiamiento de obras públicas no lucrativas para la iniciativa
privada (caminos, puertos, etcétera).
Estos principios sobre el liberalismo económico fueron los que mayor resonancia tuvieron en
la opinión pública de su época. Los hombres de negocios y comerciantes de su tiempo
recibieron con especial simpatía estas teorías, que refrendaban teóricamente unas
necesidades largamente sentidas por ellos.
A partir de la publicación, en 1776, de la obra más importante de Smith, Investigación sobre
la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones, la Economía política surge como una
ciencia sistemática y coherente.
En esta obra, el autor se propone investigar las causas del desarrollo de las fuerzas
productivas del trabajo, así como también la forma en que su producto era distribuido en la
sociedad capitalista.
Entre los principales aportes de Smith podemos mencionar los siguientes:
» estableció el concepto de la libre competencia como única vía para asegurar el máximo
bienestar de la sociedad;
5. » definió la importancia de la división del trabajo como causa principal de la creciente
productividad;
» planteó una nueva división de la sociedad en clases;
» desarrolló la teoría del trabajo como fuente del valor de los bienes
LA LEY DE OFERTA Y DE LA DEMANDA:
¿Cómo se determina el precio de mercado? Según Smith, cuando la cantidad de una
mercancía que se lleva al mercado, es decir, la oferta, es insuficiente para suministrar la
cantidad requerida o demandada por todos aquellos que están dispuestos a pagar el valor o
precio natural, algunos de ellos, con tal de no renunciar a la mercancía, estarán dispuestos a
pagar más por ella. Entonces, la competencia que surge entre los compradores hará subir el
precio de mercado por sobre el precio natural.
Aclaración: Precio natural es el precio de un bien o de una mercancía que alcanza para
pagarle el salario al obrero y los beneficios al capitalista o empresario, en cambio precio de
mercado, es aquel que se paga efectivamente en el mercado, que a veces por faltante, el
mismo crece, y supera al natural.
En cambio, cuando en el mercado la cantidad de una mercancía excede la demanda,
entonces no puede venderse toda esa cantidad entre quienes estarían dispuestos a pagar su
valor o precio natural. En este caso, la competencia entre los vendedores, según éstos se
muestren más o menos propensos a desprenderse de inmediato de la mercancía, hará bajar
el precio de mercado respecto del precio natural.
6. Ahora bien, cuando la cantidad de una mercancía llevada al mercado es justamente
suficiente para cubrir la demanda, entonces, el precio de mercado coincidirá exactamente
con el precio natural. La oferta coincide con la demanda, y toda la cantidad se vende a este
precio que se denomina precio de equilibrio del mercado.
Por lo tanto, el precio natural es el precio de referencia alrededor del cual fluctuarán los
precios de mercado de todas las mercancías. Esta forma en que actúan la oferta y la
demanda, que se conoce como ley de la oferta y la demanda, regulará el precio de equilibrio
del mercado por arriba o por debajo del precio natural de la mercancía, haciéndolos coincidir
en determinadas casos.
La acumulación de capital
¿Cuáles son los factores que aceleran el crecimiento de la riqueza de la sociedad y cuáles lo
retrasan? Smith distingue, en principio, entre trabajo productivo y trabajo improductivo:
“Existe una especie de trabajo que añade valor al objeto a que se incorpora, y otra que no
produce aquel efecto”. Entonces, el trabajo productivo es aquel que crea valor.
Dice Smith: “El soberano, con todos los funcionarios que le sirven, tanto judiciales como
militares, todo el ejército y toda la marina, son trabajadores improductivos […] En la misma
clase hay que incluir algunas de las profesiones más graves y más importantes y algunas de
las más frívolas: sacerdotes, abogados, médicos, hombres de letras de todas clases,
cómicos, bufones, músicos, cantantes y danzantes de ópera, etc.”.
De esta manera, Smith deja bien claro que el fundamento del progreso de la sociedad es la
producción industrial, pues sólo el trabajo del obrero y de los comerciantes e industriales
capitalistas son productivos, todos los demás descansan sobre aquélla.
7. Por lo tanto, únicamente se puede aumentar el producto anual de un país aumentando la
cantidad de trabajadores productivos o la productividad de los trabajadores. Y esto requiere
de un capital adicional, ya sea para contratar más trabajadores, para comprar las nuevas
maquinarias, etcétera.
PENSAMIENTO DE ADAM SMITH
Cada individuo intenta encontrar el medio más adecuado para invertir el capital del que
puede disponer. Lo que, sin ningún tipo de duda, se propone todo el mundo, es su propio
interés, […].
Generalmente nadie se interesa a priori por promover el interés público. Cuando se elige la
industria doméstica extranjera sólo se piensa en la seguridad personal, y sobre todo se
desea que el producto que se pone a la venta tenga un valor superior a todos los otros.
Ciertamente, sólo se piensa en los beneficios propios, pero a menudo estos negocios
comportan mejoras sociales que el individuo no había previsto.
Todo hombre, siempre que no viole las leyes de la justicia, tiene que ser perfectamente libre
para elegir el medio que le parezca mejor para conseguir el ideal de vida que quiere y sus
intereses. Los productos que crea tienen que poder salir a competir con los de cualquier otro
individuo del género humano […].
Según el sistema de la libertad de negocio, el soberano sólo tiene tres obligaciones
principales por las cuales se debe preocupar: la primera es la de proteger a la sociedad de la
violencia y de la invasión por parte de otras sociedades independientes; la segunda, proteger
de la injusticia y de la opresión a un miembro de la República ante cualquier otro que también
sea ciudadano, y establecer una justicia exacta entre sus pueblos; y la tercera, crear y
8. mantener ciertas obras y establecimientos públicos, no para el interés de un particular, o de
unos cuantos, sino que tiene que ser en interés de toda la sociedad; y aunque las utilidades
recompensen sobradamente los gastos del organismo general de la nación, no llegarían a
satisfacer nunca esta recompensa si las hubiera hecho un particular.
SMITH, A.: La riqueza de las naciones, 1776.
PARA SABER MAS….
La ley de la oferta y la demanda no es una ley escrita sino que se da naturalmente en el
mercado, si nadie interviene para impedir su funcionamiento. Los siguientes casos
demuestran teóricamente su funcionamiento:.
Caso 1: la oferta es mayor que la demanda (es decir, la cantidad que se vende de un
producto es mayor que la cantidad de compradores). En este caso, el productor deberá bajar
los precios a fin de que más gente le compre (es decir, para aumentar la demanda). Pero
como algunos productores no podrán competir (por falta de compradores y porque sus
ganancias serán menores), dejarán de producir el producto.
Caso 2: la oferta es menor que la demanda (es decir, la cantidad que se vende de un
producto es menor que la cantidad de compradores que lo desean). En este caso, los
compradores compiten por conseguir el producto, por lo que están dispuestos a pagar más.
Por lo tanto, el precio de un bien escaso sube. Si el precio sube, quien lo produce gana más,
y habrá más personas interesadas en producir ese producto. Y como el precio será alto,
menos personas podrán pagarlo. Es decir, se podrá volver al caso 1.
9. De esta manera, la oferta y la demanda regulan el precio y la producción de determinados
bienes, hasta llegar un equilibrio entre ambas fuerzas, sin necesidad de la intervención del
Estado. La función de éste sería sólo garantizar la libertad de los productores y de los
compradores. Esta “no intervención” del Estado podría resumirse en la fórmula francesa ”
Laissez-faire, laissez-passer” (“dejar hacer, dejar pasar”). Así, la economía se regularía sola.
Las transformaciones económicas y sociales de la revolución ndustrial fueron objeto de
análisis de importantes economistas cuyas teorías influyeron en la economía de las épocas
posteriores. Presentamos aquí dos breves fragmentos de Adam Smith y Karl Marx y un
reglamento al que debían ajustarse los trabajadores de una industria francesa, que
testimonia las duras condiciones de los trabajadores de la época.
Adam Smith (1723-1790) fue un economista británico, fundador dé la economía política
clásica. Este fragmento es de su libro La riqueza de las naciones de 1776.
“De la manera como se dirige en la actualidad esta industria [la fabricación de alfileres], no
sólo el trabajo entero forma un oficio particular, sino que incluso este trabajo está dividido en
un gran número de ramas, la mayoría de las cuales constituyen otros tantos oficios
particulares. Un obrero desenrolla el alambre de la bobina, otro lo endereza, un tercero corta
la punta, mientras otro se ocupa de limar la punta que debe recibir la cabeza.
Esta cabeza es asimismo objeto de dos o tres operaciones separadas; colocarla es una labor
particular; blanquear los alfileres es otra; incluso es un oficio particular y separado el pinchar
los papeles y colocar los alfileres; finalmente, el importante trabajo de fabricar un alfiler está
dividido en dieciocho operaciones distintas, que en determinadas fábricas las llevan a cabo
manos diferentes, aunque en otras el obrero realice dos o tres. Tuve ocasión de ver una de
10. esas manufacturas que sólo empleaba diez obreros y donde, por consiguiente, algunos de
ellos estaban encargados de dos o tres operaciones.
Aunque la fábrica era muy pobre y debido a ello mal equipada, sin embargo cuando se
ponían a trabajar llegaban a fabricar entre ellos unas diez libras de alfileres por día: ahora
bien, cada libra se compone de más de cuatro mil alfileres de tamaño mediano, así, pues,
aquellos diez obreros podían hacer más de cuarenta y ocho mil alfileres en una jornada, y
por tanto, como cada obrero hacía la décima parte, puede calcularse que hacía cuatro mil
ochocientos alfileres diarios. Pero si hubieran trabajado todos aparte, y si no se les hubiera
formado para esta labor particular, seguramente que cada uno de ellos no hubiera hecho
veinte alfileres y quizás ni uno solo durante su jornada.”
La división del trabajo según Adam Smith
“La división del trabajo, por la que cada individuo se restringe a sí mismo a una rama
particular cíe actividad, puede sola explicar la opulencia superior que tiene lugar en las
sociedades civilizadas, la cual, a pesar de la desigualdad en la propiedad, se extiende hasta
el miembro más bajo de la sociedad.
(…) El inmenso incremento de la cantidad de trabajo realizado, como consecuencia de la
división del trabajo, se debe a tres circunstancias diferentes. Primero al incremento de
destreza de cada trabajador particular; segunda, al ahorro de tiempo que se pierde al pasar
de una especie de trabajo a otra; y último de todas a la invención de numerosas máquinas,
que facilitan el trabajo y permiten a un trabajador hacer el trabajo de muchos.
(…) Todos se percatarán de cuánto trabajo se abrevia y facilita por la aplicación de
maquinaria adecuada. Por medio del arado, dos hombres, con ayuda de tres caballos,
11. cultivan más tierra que veinte con pala. (…) Fue la división del trabajo la que probablemente
dio ocasión a la invención de la mayor parte de esas máquinas mediante las cuales el trabajo
se ve tan facilitado y abreviado. Cuantíe? toda la fuerza de la mente está dirigida a un objeto
particular, como consecuencia de la división del trabajo, es más probable que la mente
descubra métodos más fáciles para alcanzar ese objetivo que cuando la atención está
dispersa entre una gran variedad de cosas. (…) Esta división del trabajo, de la que resultan
tantas ventajas, no es originalmente el efecto de alguna sabiduría humana que prevea y
procure la opulencia general a que da ocasión.
Es la consecuencia necesaria, aunque muy lenta y gradual, de cierto principio o propensión
de la naturaleza humana, que no tiene en vista tan extensa utilidad. Es una propensión
común a todos los hombres y que no puede hallarse en ninguna otra raza de animales, una
propensión al trocar, permutar e intercambiar una cosa por otra.”
Fuente Consultada: Economía Las Ideas y los Grandes Procesos Económicos Rofman-
Aronskind-Kulfas-Wainer