2. Editorial
El Mal Menor N°2 - Julio de 2015 - Batuco - Chile - Correo electrónico: revistaelmalmenor@gmail.com
Editores: Jaime Núñez - Sergio Sarmiento - Emilio Serey - Melody Valenzuela
Diseño gráfico: Sergio Sarmiento - Fotogra a: Emilio Serey
Editorial
El neoliberalismo no es solo una corriente económica, sino también una corriente
cultural que impone sus códigos en los países que domina. Y Chile, que ha sido el
principallaboratoriodelasideasdeHayekyFriedman,esundominadoejemplar.Un
dominado bien peinadito. Sí, porque no solo nos hemos llenado de burgers, malls,
deliverys y huevadas similares, sino que también hemos internalizado la manera de
pensar de esta ideología -disfrazada de ciencia- fundada por Adam Smith hace más
de doscientos años. "No es por la benevolencia del carnicero, del cervecero y del
panadero que podemos contar con nuestra cena, sino por su propio interés",
escribió Smith en su momento, relevando la ambición y el egoísmo del individuo
como el motor de la economía. Según este criterio, el producto no se realiza por el
acto de crear, sino por el acto de lucrar. El producto no es una obra terminada, con
valor en sí misma, sino un medio para obtener ganancias, las que se transforman en
la verdadera obra creada. El espectador, en este contexto, se vuelve un cliente, es
decir, un conjunto de necesidades a las que se debe achuntar para que fluya la
belleza, el arte, el dinero. El mundo, en estas circunstancias, se vuelve un salón
inmenso de ro al blanco, donde todos disparan y todos reciben, donde todos
andan con el cuerpo lleno de dardos. Dardos que hacen que uno se sienta como
sa sfecho,comolaraja,mientrasesdespojadodesulibertad.Estemismocriteriose
ha ido traspasando a la literatura chilena, una literatura casi sin lectores que,
finalmente, terminó escribiendo para los académicos, estos son los clientes a los
que se debe achuntar para ganar (becas, concursos, estudios, traducciones),
transformando este oficio en una microempresa alejada de las realidades del
pueblo. Una microempresa, se podría decir, solo con clientes ins tucionales. Una
microempresa que, siguiendo la moda del momento, ha decidido mirarse en el
hegemónico y cabrón espejo gringo, nido del neoliberalismo, para completar, desde
la cultura, el círculo de dominación que se inició en 1973. Los escritores de lengua
inglesa son interesantes, eso es innegable, pero no son los únicos. Nosotros quere-
mos ir también por otros caminos. Existen alrededor de cinco mil idiomas vivos,
cada cual con su literatura. Queremos explorar esa infinidad. Y también nuestro
propio cosmos chileno, la noamericano, queremos bañarnos en las playas
prohibidas por el capital, queremos conocer otra belleza, dis nta a la del dólar, el
mercadoyloscursisanglófilosquehoycontrolannuestralengua.
4. A propósito de “Reinas de la Pampa”
Un teatro para Batuco
Por Justo Morales
In Situ
3
Asis a la función de la obra teatral
"Reinas de la Pampa" -de la compañía “La
Chusca- que el municipio presentó en la
plaza Tomás González. Fue un sábado de
abril. Un viento frío corría por entre las
sillas, distribuidas en ordenadas filas al
aire libre, mientras la noche planeaba
sobre el pueblo y sus casas endebles.
Llegué medio tarde, así que me senté al
final, cerca de unos volados que,
instalados en un escaño, fumaban un
pito.Mientrasesperabaelcomienzodela
función, y con el aroma de la prohibida
sustancia inundando el entorno, comen-
cé a sen rme helado. El teatro a la
intemperie,enunpuebloalaintemperie,
puede provocar un resfrío, incluso una
pulmonía, me dije. Y luego me acallé,
encontrándome demasiado cuá co.
Entoncesmepuseamiraramialrededor.
Entre el público que concurrió a la
presentación -unas cien personas-
además de los adictos al THC había un
Esto me hizo pensar en la necesidad de que el pueblo cuente con
un teatro. Un edificio digno, de diseño maravilloso, algo así como
“La Scala de Milán”, que además de dar iden dad a Batuco
permita presentar las diversas artes escénicas en buenas
condiciones. Un teatro que favorezca el desarrollo mental de
nuestros habitantes, aún esclavos del marke ng televisivo.
5. In Situ
4
montón de padres con sus hijos, niños
que no estaban ni ahí con la obra -no era
una obra infan l- que se dedicaban a
jugar y a correr entre los espectadores,
distrayendo a sus progenitores. Esto me
hizo pensar en la necesidad de que el
pueblo cuente con un teatro. Un edificio
digno, de diseño maravilloso, algo así
como “La Scala de Milán”, que además de
dar iden dad a Batuco permita presentar
las diversas artes escénicas en buenas
condiciones. Un teatro que favorezca el
desarrollo mental de nuestros habitan-
tes, aún esclavos del marke ng televisi-
vo. Y que cuente con guardería infan l. Y
una sala de juegos para los niños más
crecidos.Yconaireacondicionado.
La construcción del teatro permi ría,
además, promover la existencia de
grupos ar s cos entre los habitantes del
pueblo. Y la presentación constante de
diversas obras. Adicionalmente se podría
ahorrar el dinero que hoy se dedica a
arrendar equipos de sonido e ilumina-
ción, e incluso el mismo escenario, cada
vez que el municipio organiza algún
evento "cultural", lo que es altamente
an económico, salvo para el dueño de la
empresa que los arrienda. También la
señora alcaldesa se ahorraría los malicio-
sos comentarios que se escuchan por ahí,
y que señalan que alguien del municipio -
a veces ella misma- recibe "un es mulo
monetario" cada vez que se emite una
facturaporestosservicios.
Faltaría -también- para completar una
velada decente, una obra que nos haga
sen r que realmente asis mos al teatro.
No una obra breve y débil como "Reinas
de la Pampa", que pese al empeño de sus
protagonistas y el buen desempeño de
los músicos en vivo, carece de una
dramaturgia que otorgue sen do a la
tragedia de una de las víc mas del
psicópata de Alto Hospicio, así como al
tratamiento burocrá co que las
autoridades dan a su madre. Claro,
porque hacia el final de la obra, cuando
los niños gritaban más que nunca y el
vientofríotocabaloshuesosylosvolados
reían a des empo, la acción pasó,
misteriosamente, del eje poder-
individuo a una relación de género entre
la mujer del psicópata y la madre de la
joven asesinada, haciendo inú l gran
parte de la argumentación previa. Es
como haber preparado, durante toda la
obra,ellanzamientodeunanaveespacial
y,alfinal,lanzarunsubmarino.
La representación duró, más o menos,
treinta minutos. Tal vez cuarenta. Eso fue
todo. No había presupuesto para más. Tal
vez se trataba de una versión resumida
para pueblos resumidos. Y por eso
funcionaba mal. Quién sabe. Me re ré,
en todo caso, con la sensación de haber
par cipado en un mal simulacro. Y con la
idea, más firme que nunca, de lo
necesario que es contar con un teatro de
verdadenBatuco.
6. 5
Claudio Sánchez, activista ateo
“Yo sacaría a los
evangélicos de la calle”
Por Jaime Núñez y Sergio Sarmiento - Fotogra as: Emilio Serey
Entrevista
Nos juntamos temprano un día sábado,
poco a poco el frío es más evidente en las
mañanas, en algunas semanas más la
baja temperatura se tornará insoporta-
ble, principalmente en las tardes, cuando
Batuco, casi en la oscuridad, se perderá
en el humilde humo de salamandras o
braceros hechizos, localizados en el
centro de cada cocina. Brasas y cenizas
serán el centro de reunión invernal del
pueblo, que por las tardes colapsará por
estas emanaciones que, como una niebla
tóxica, han de desfigurar las vacías calles
de la población, intentando perderse o
desvanecerse entre la bruma. Cada pa o
se llenará de leña que en vano arderá y se
ex nguirá, tratando de calentar los fríos
hogares, resis endo al clima, al inevitable
frío que calará los huesos, mostrando la
caramáshos ldelaperiferia.
7. 6
Entrevista
Disfrutandodelosdiminutosrayosdelsol
que hieren el cielo, llegamos a la feria del
fin de semana, la cual recién instala sus
locales con una mala música que intenta
ser alegre. Puestos pequeños con ropa,
comida y cachureos, surgen en los
alrededores de la plaza, que parece una
lápida con tanto cemento. Seguimos
andando. Llegamos a la calle Almirante
Latorre. Allí nos recibe nuestro entrevis-
tado, Claudio Sánchez, más conocido
como el Ateo de Batuco, quien se hizo
conocidoanivelnacionalporsusdisputas
in situ con los evangélicos en la plaza de
Batuco, la misma que acabamos de pasar,
lugar donde daba a conocer las ideas
ateas, intentando desmen r y cues onar
a los ruidosos creyentes. Esta disputa fue
dada a conocer por algunos canales de
televisión, haciendo conocido a este
batucano de cuarenta y ocho años que
hoy, según propia confesión, se dedica al
ac vismo social. En específico, a
fomentarelateísmo.
Nos hace pasar a su casa pintada de
fuerte azul, dentro de ella nos encontra-
mos con dos personas más, Vicente
Pulgar y su pareja por más de quince
años, Araceli Prado. Ambos son sus
camaradas en el ateísmo. Amablemente
ella nos sirve café negro en extremo
cargado. En el centro del hogar, resaltan
nuestra atención unas finas y an guas
bandejas y copas de metal. Le pregunto a
Claudiosisondealgunaherenciafamiliar,
ante lo cual responde que no, que las
adquirió en la misma feria por la que
acabamos de pasar, añadiendo que las
encontró de ocasión, muy baratas,
comprando las copas de una en una, en
sucesivosfinesdesemana.
Tras beber el café le preguntamos si
podemos empezar la entrevista y nos
responde que mejor la realicemos en el
estudio. Enseguida nos lleva hacia el final
del pa o. Una vez allí entramos en una
casa con vidrios rotos, que se esparcen
por el suelo, una alfombra desgastada y
un estrepitoso agujero en la pared. Al
final del recorrido se halla el estudio, que
es más bien un set artesanal de televi-
sión, donde resalta una insignia colgada
del muro. Claudio nos dice que es el
símbolo de los ateos, además comenta
que en este lugar realiza, junto al grupo
de camaradas, su programa en You Tube.
El set, adornado con piedras talladas e
iluminado con minúsculas luces led,
pareciera estar fuera del empo, alejado
delfríoquecubrecadarincón.
Nos comenta que la realización del
programa es todo un logro, que solo tres
personas forman el equipo de los videos
(Araceli, Vicente y él mismo). Enseguida
agrega, con una seguridad que asusta,
que está estudiando cómo hacer mejor
los videos, en términos de edición y de
imagen, pero que sobretodo le interesan
los planos y ros de cámara. En sus
8. Entrevista
7
palabras, en esta técnica está el significa-
do de los videos, el “discurso” dirán los
siú cos. Luego señala que su programa
de Internet está hecho con dos cámaras,
una que se puede mover y otra está ca
en sepia (llamada viejo sapo), puesta en
un extremo superior del escenario. Nos
explicaelAteodeBatucoqueestacámara
fija representa la religión con una mirada
desde arriba inmovible, está ca, sin
color. En ella todo es pasado, es una
cámara que pesa como lastre, por ello en
su programa nunca se dirigen hacia ella,
ya que por su posición disminuye el
tamaño. Por el contrario, solo habla hacia
la cámara que se mueve y que está en
color. Una cámara que se asemeja al color
que tomó su vida luego de que, tras ser
católico de misa dominguera, hace más
de una década se cues onara las
verdades religiosas, así como el compor-
tamiento de los católicos, abriendo un
nuevocapítuloensuexistencia.
Orígenes
¿Dóndepasastetuinfancia?
Nosotros vivíamos en la comuna de lo
Espejo, en específico en Clara Estrella y
Santa Adriana. Bueno, mi infancia fue un
poco movida, deambulé por varios
sectores de San ago, como La Bandera y
San Joaquín, áreas súper complejas en la
época de la dictadura militar, puesto que
en estas poblaciones se generaban los
problemas.
¿Quérecuerdosguardasdetuinfancia?
Mira, recuerdo hartas reuniones familia-
res con primos, primos con los que ahora
estamos distanciados producto de
nuestra opción de ateos, ya que no les
gusta nuestra decisión. Yo, sin embargo,
igualrecuerdololindodeesosmomentos
y que las ma que por diferencias
ideológicas nos dividiéramos, que no nos
podamosreuniracomerdulcesyajugar.
Mi familia es súper católica,
bien católica y ellos no han
aceptado nuestro cambio. Solo
mi mamá cede un poco, puesto
que al principio tenía la idea de
que éramos demonios, que
somos liber nos, que nos
fuimos por otro lado...
9. 8
Entrevista
¿Cuál es la tendencia religiosa de tu
familia?
Mi familia es súper católica, bien católica
y ellos no han aceptado nuestro cambio.
Solo mi mamá cede un poco, puesto que
al principio tenía la idea de que éramos
demonios, que somos liber nos, que nos
fuimos por otro lado, gente mala, hasta
que ella misma fue al segundo asado
hereje en San ago -que, aunque suene
paradójico, se realiza en el parque
Hurtado-. En ese lugar conoció a las
personas que había en el evento y por
tantocomenzóasermástolerante.
Entuinfanciatambiénerascreyente...
Claro, dejaba todo en manos de dios,
como todos los religiosos y comentaba
“será de dios”, “dios quiso”. “dios quiere”,
“me perdonará”, no exis a de mi parte
responsabilidad,purainconciencia.
¿Ycómofuelarelacióncontupadre?
Conmipadresiempreexis óunarelación
lejana, resulta que mi papá era de Batuco
y yo vivía en San ago. Él vino a caer a este
pueblo a morir, solo, alcohólico y abando-
nado. Todavía no en endo su opción,
tenía apoyo de toda la familia, pero buscó
la soledad, me llama la atención que
siendo una persona inteligente y buena
para los negocios, no se acercara y cayera
en un abismo. De hecho, cuando llegaron
los televisores al país, él fue el primero
que diseñó una antena para estos
aparatos,éllasinventó.
¿Ycontumadrecómosediolarelación?
Fue di cil, porque ella intentaba unir una
familia disfuncional, fragmentada, por
ello quería ocultar todo tratando de
mostrase como un grupo familiar feliz,
cubriendo la realidad y actuando para los
demás. Pero ahora con nuestra postura
actual (atea) le digo a mi madre que se
preocupe de vivir y de pasarlo bien, vive
vieja,nohaynadadespués,pásalobien.
Háblanosdetusestudios.
Me formé como técnico industrial,
eléctrico de baja densidad, por ello mis
trabajos siempre estuvieron ligados a la
construcción. Hoy no realizo esos
trabajos, vivo de algunos arriendos y me
dedicoalac vismo.
¿PorquétevinisteaBatuco?
La muerte de mi padre nos dio la oportu-
nidaddecomprarenestelugar,elcualera
barato,yqueríamosformarfamilia.
Militanciaatea
Tú te hiciste conocido, a nivel comunal y
nacional, por realizar una cruzada atea
contra los evangélicos. Cuéntanos cómo
comenzóestaaventura.
Una vez, acostado en mi dormitorio,
escuché cómo en la plaza los evangélicos
atormentaban a la gente, la denigraban
por completo. No me gustó escuchar las
men ras, las amenazas, el temor que se
imparte hacia los niños, de perpetuar el
terror,deeternizarlatorturaquevivimos.
10. Entrevista
9
Una vez, acostado en mi
dormitorio, escuché cómo en la
plaza los evangélicos
atormentaban a la gente, la
denigraban por completo. No me
gustó escuchar las men ras, las
amenazas, el temor que se
imparte hacia los niños...
Y me pareció que estaban mal, que
tergiversaban la historia, que fragmenta-
ban todo. Entonces quise decirles paren,
digan lo que quieran, pero no en un lugar
público y a todo volumen. El punto de
quiebre fue la visita de una sobrina de
tres años y su familia, quienes vivían en
un lugar donde no era costumbre el
bochinche de los evangélicos ma né,
vermut y noche. En esa ocasión, la niña
consufamiliasalieronarecorrerlaplazay
en ese lugar la niña los escuchó y quedó
traumada, decía “mamá nos vamos a ir al
infiernotodosenlafamilia”.
Entonces te instalaste con un puesto
parapromovertusideasenlaplaza.
Claro. Era lo que había que hacer. En un
principio ellos fueron al choque (evangé-
licos), trataron de desmen rnos, pero
nosotros íbamos con historia, con hechos
comprobables y preguntábamos ¿es así o
no?
¿Ycómollegolatelevisiónaustedes?
Un día de navidad, junto con la naciente
sociedad atea, fuimos al centro para
entregar una carta de protesta al estado
por instalar un pesebre de catorce
millones de pesos en navidad en la
Moneda. No nos parecía correcto que
nuestros impuestos se botaran en algo
que solo representa a los católicos. Al
finalizar esa ac vidad nos encontramos
con un grupo de personas cercanas al
pastor Cid, que son una comunidad
evangélica reunida en torno a la congre-
gación nacida de los “pare de sufrir”.
Tuvimos problemas con ellos y, como
estábamos grabando, subimos el video a
Internet, entonces el canal 13 llegó a
nosotros. Lo mismo pasó con el canal 11.
Justo en esa época el pastor Cid estaba
siendo vinculado por fraude, robo y
estafa, y nosotros entramos en esa
coyuntura. Por tanto, los dos canales de
televisiónseinteresaronenlahistoria.
11. Entrevista
10
Espera un poco, ¿esa congregación atea
quemencionasexisteaún?
Sí, es una fundación que, según su propia
versión, agrupa a cientos de personas,
peroyonopar cipoenella,especialmen-
te porque enen lineamentos rígidos y
han codificado el ateísmo según sus
propias reglas, además de catalogarse a sí
mismos como los únicos representantes
validosdelosateosenChile.
¿Quélesmolestódeestafundación?
Reuniéndonos con ellos nos dimos
cuenta que enen vínculos con los
masones,poresonosdistanciamos.
¿EnChileserespetaalosateos?
No, pero en Batuco, al menos, se están
dando el empo de conocernos un poco.
Sin embargo, existe poca tolerancia. No
existen, además, lugares para hacer
ac vidades,parareunirnos.
¿Prohibiríaslareligión?
No, solo en los colegios, puesto que los
niños son muy suscep bles y la religión
distorsiona la realidad. Aceptar mitos y
rumores como una realidad perjudica sus
decisiones. No sirve la enseñanza para el
másallá,cuandovivimosenelacá.
¿Hoy en día hay una relación entre
polí cayreligión?
No muy clara. Los polí cos son poli que-
ros populistas, de hecho cuando Bachelet
-que es agnós ca- vino a Batuco, el
noventa por ciento de la gente que la
apoyaba era evangélica. La gente no
en endemucholacosa.
Nos comentaste que dedicas muchas
horasaleer,¿quétemasteinteresan?
Principalmente los radicales, los cuales se
preocupan de cortar todo lo que estorba
y es necesario reconocerte y construirte
de nuevo y vas cambiando. Por ello en la
historia del país hicieron grandes refor-
maslaicas.Esomegusta.
¿Quéopinasdelasdrogas?
Esunadecisiónpersonal.
¿Delaborto?
Eslamujerquedebedecidir.
¿Ysobrelosderechoshomosexuales?
Hayquerespetartodossusderechos.
Pasando a otro tema, coméntanos sobre
losvideosquedifundesenYouTube.
Al principio los videos eran sarcás cos,
pero nos dimos cuenta que nos faltaba
sustancia, por ello comencé a estudiar
para darles contenido, pero la respuesta
del público es demasiado lenta, sobre
todo con nuestra propuesta, que es
nueva,quepromueveelpensamiento.
Polí calocal
¿CreesqueBatucoestáprogresando?
Si, progresa porque estamos rodeados de
empresas, y la gente que llega acá ene
ganas de construir y el pueblo puede
subsis rconunmercadopropio.
12. 11
¿Tú crees que este desarrollo es fomen-
tadoporelmunicipio?
No,esunprocesonatural.
¿YquéteparecelaAlcaldesa?
Me parece populista, en el sen do que
ella es parte del estado y no es posible
que ponga en cada acceso, cada año,
lienzos de carácter religioso. Lo que me
preocupa son los intereses que ene el
municipio. Es decir, cuáles son sus focos
de atención. Por ejemplo, el humedal se
estáperdiendo,lomismopasaconlagran
instalación de casas que se nos aproxima,
nadie se preocupa del impacto que
produciráenelpueblo.
¿Qué opinas de la polí ca cultural del
municipio?
Falta difusión, puesto que estamos claros
que la cultura la hace la gente de la
comuna y no el municipio, que no hace
nada de nada y solo se limita a prestar
implementos a las organizaciones. A
nosotros nunca nos prestan. Saben que
estamosencontradelareligión.
¿Tegustaríatenerpoderpolí co?
No, soy muy ignorante para ello. Por eso
noaspiroalpoderynocreoque,contodo
lo que me gusta estudiar, algún día pueda
interesarmeenello.
No te gusta el poder, pero supone, por
un segundo, que eres alcalde de la
comuna,¿quémedidastomarías?
Yo sacaría a los evangélicos de la calle, les
daría todos los beneficios, pero en
privado. Por otro lado sacaría a toda la
comunidad a la calle a deba r. Otra cosa
que haría es habilitar un lugar para
entregarelconocimiento.Unlugardonde
los profesores de la comuna promovieran
sus inquietudes. Y para esto no se
necesitantantosrecursos.
¿CómoteimaginasBatucoenelfuturo?
Autónomo.
Entrevista
El grupo ateo en pleno: Vicente Pulgar, Claudio Sánchez, Araceli Prado.
Un día de navidad (...) fuimos al
centro para entregar una carta de
protesta al estado por instalar un
pesebre de catorce millones de
pesos en navidad en la Moneda. No
nos parecía correcto que nuestros
impuestos se botaran en algo que
solo representa a los católicos.
13. Emerge la sangre
de los espinos
12
Zona de Resistencia
Por Aylin Jiménez
En Batuco existen muchas zonas de niebla,
espacios alertados por carteles verdosos: el
bosque de espinos de Santa Sara, los terrenos
“yermos” circundantes a las fábricas de ladrillos,
el humedal fragmentado y secado año tras año,
las faldas de los cerros destruidas por motoristas,
explosivos y maquinaria pesada. Monos erguidos
y de corbata llenan sus bolsillos y violan todo el
territorio batucano cambiando el preciado uso
natural de sus espacios. Bloquear la zona húmeda
y fér l es su lucha para transformar los suelos en
amados subsidios habitacionales, o soluciones
parche, intensificación de potenciales campos de
concentración, pobreza, clase obrera, hambre,
tristeza, delincuencia, poca educación y un alto
gramajederesen miento.
Ahora le toca el penoso turno de morir al extenso
bosque de espinos de Santa Sara, que no será
transformadoenuncampodeconcentraciónpara
obreros, no será una lágrima gigante rodeada de
alambre de púas, sino una ciudadela para arribis-
tas emergentes. Algo así como un campo de
concentraciónconduchayTVcable.
Me duele el bosque de espinos, me quiebra el
alma el bosque de espinos, no nos despojen del
bosque, no lo arranquen, fusilen, quemen,
Me duele el bosque de
espinos, me quiebra el
alma el bosque de espinos,
no nos despojen del
bosque, no lo arranquen,
fusilen, quemen, deten-
gan, desaparezcan.
$
$
$
14. 13
Zona de Resistencia
detengan, desaparezcan. Grandes dioses
empresariales han iniciado una guerra
total contra él. Morbosos se masturban,
sudan, humedecen sus cabellos, con la
loca idea de la construcción de su
rentable ciudadela. Son dioses que
siempre ganan las batallas, que sos e-
nen sus armas y disparan sin piedad.
Somos todos negros y ellos viven como
policías norteamericanos. Lo más
terrible: no hay rostros pintados para la
resistencia,paraelalzamiento.
Detengan-porfavor-elruidosoasesinato
de los espinos y de todos los seres que
habitan en sus círculos ín mos: parási-
tos, insectos, aves en tránsito, hongos
temporales, conchuelas, arañas, polillo-
nes, man s religiosas, escarabajos,
especies microscópicas, intocados
paisajes vivientes, comunidad pura
originaria. ¿Qué va a ser de las hermosas
y amarillentas pomposas flores herma-
froditas que alumbran ese mundo? ¿Qué
vaaserdeesemundo?
Arrastramos una creciente decepción
que se inició cuando nos despojaron los
orígenes indígenas y nos forzaron a
mantener relaciones sexuales muy
violentas con la religión, la cultura y el
habla hispana, o la añoranza norteameri-
cana estúpida que sembraron con la
llegada del neoliberalismo a nuestros
sueños, haciéndonos olvidar nuestros
hermosos árboles enraizados siglos
antes de nuestra llegada, con programas
gringos,conpintosasmarcasgringas,con
burbujeantesfelicidadesgringas.
Ahora tendremos que comer, alimentar-
nos de la llegada de la ciudad a nuestro
pueblo rural, seco, descascarado,
tranquilo, lejano, con viajeros habitantes
de micros verdes azuladas, con napas
contaminadas de arsénico, con exagera-
ción de cables eléctricos, con especies
na vas e industrias que se despojan de
sus desechos arrojándolos bajo las
primerascapasde erra,envenenandola
base de nuestros espinos, quienes ya no
estarán más en nuestras postales,
desaparecerán junto a nuestros habitan-
tes, se esfumarán con las aves, la piscina
pública, el caolín, la estación de trenes,
la explanada fontecillana abierta para las
celebraciones de sep embre, el coro de
grillos,elbosquedenopales,elcemente-
rio de buses, las tomas de terrenos en la
isla, el agua del río que corría al revés, el
cuartel de carabineros en las afueras del
pueblo, el humedal, las misas domingue-
ras repletas de humanos perdidos
somnolientos, las minas de carbón
escondidas en el cordón de cerros, los
cisnes de cuello negro, los pozos navega-
bles, el tren a Valparaíso, el casino y su
orquesta de fin de semana, nuestros
peces, el nuboso y espeso aire, el aire
limpio,elairebatucano.
15. Batuco independiente
Por Rodrigo Loica
Bolso Negro
14
Cada cierto empo surgen voces
independen stas en Batuco. Voces que
hacen que muchos se ilusionen -y hasta
saliven- con esta vieja idea constante-
mente reflotada. Que seamos indepen-
dientes suena bonito, pienso, pero está
claro que en el mundo actual nadie
puede ser independiente. El mundo
actual es un mundo de interdependen-
cias:unaguerraenIrakpuedehacerque
suban los pasajes del bus Batuco
San ago, un enojo de Obama puede
hacer que un niño kurdo muera destro-
zado por un misil, una finta de Alexis
Sánchez puede hacer que un joven
l lano, engrupido con el fútbol, pierda
el cerebro para siempre. En fin, ser
independiente hoy en día es utópico.
Hoy el mundo es global y nosotros,
lamentablemente, somos la cola de ese
mundo. En este punto se me dirá que
exagero, que le pongo color, que Batuco
independiente no significa, de verdad,
Batuco independiente, sino la transfor-
mación de Batuco en una comuna del
estadodeChile,separándosedeLampa,
cuya administración únicamente
favorece el desarrollo propio y no el de
nuestra localidad. Que eso sería todo.
Pero no es todo: Batuco comuna
significa que tendremos que soportar a
un alcalde o a una alcaldesa -además de
un montón de concejales y burócratas
municipales- demasiado cerca, dema-
siado encima. Además todos serían
polí cos locales, es decir, polí cos
como de cuarta división. Polí cos con el
cerebro encogido, el bolsillo hambrien-
to, la lengua charlatana, el corazón
vulgar y una asombrosa capacidad de
cambiarse de par do como si se
cambiasen de marca de tallarines. La
Batuco comuna significa que tendremos que soportar a un
alcalde o a una alcaldesa -además de un montón de concejales y
burócratas municipales- demasiado cerca, demasiado encima.
Además todos serían polí cos locales, es decir, polí cos como de
cuarta división. Polí cos con el cerebro encogido, el bolsillo
hambriento, la lengua charlatana, el corazón vulgar y una
asombrosa capacidad de cambiarse de par do como si se
cambiasen de marca de tallarines.
16. 15
Bolso Negro
palabra "convicción" no aparece en los
enanitos diccionarios que u lizan. La
verdad, para ellos, se relaciona con el
tamaño del fajo de billetes que se le
ofrezca. Y como el bo n en Batuco es
escaso -aquí hay poca plata- si toman el
poder lo más seguro es que no dejen
nada, que en nombre del desarrollo se
lo embolsen todo, que vendan hasta los
cerros, y los cactus y los algarrobos,
puede que loteen y vendan el humedal,
puede que loteen y vendan hasta las
nubes. Y la anémica luna. Y la roja luz
furiosa de Marte. En consecuencia,
tendremos que soportarlos a cambio de
nada. O menos que nada. Además
seguiremos bajo la misma cons tución,
seguiremos viviendo en el fascinante
Chile del libre mercado. Ese país donde
ya nadie es persona sino una mezcla de
consumidor y factor produc vo. Ese
país donde los empresarios -como los
mafiosos de las películas de gangsters-
se apropian de todo, incluyendo a los
propios gobernantes, transformándo-
los en una mercancía, otro factor
produc vo, que se compra para
incrementarlassagradasu lidades.
Mejor, propongo, sigamos como
estamos. Con el poder lejano e indife-
rente, con el poder entusiasmado
arruinando Lampa, inundándolo de
proyectos habitacionales donde es
abandonadalamanodeobrabarata,sin
educación ni salud decente, sin espa-
cios de recreación, sin futuro, aunque
con una gran comisaria, recién estrena-
da, recién pintada. Todo a cambio de
una comisión, un incen vo que las
constructoras siempre saben entregar.
Sigamos solos, lo repito. Solos y con la
posibilidad de organizarnos y auto
gobernarnos lo más que se pueda. Lo
óp mo sería separarse del imperio
chileno. No crear una comuna indepen-
diente, sino un país libertario, el país
libertario más pequeño del mundo. Un
país lleno de cerros y de pájaros, de
chivos y de espinos, un país sin empre-
sarios voraces ni abusivas autoridades.
Yconlagunapropia.
17. La lectura y el viaje: Onetti
Por Barón Cósimo
Diario de la Furia
16
Su narra va construye
personajes confusos, sin
límites, perturbadores,
ansiosos seres cercenados por
la vida moderna, hambrientos
codiciando un escape de la
enajenación; la única salida de
estos derrotados es la fuga
hacia la ficción, la construcción
imaginaria del texto en el
texto, creando mundos con
pequeñas puertas hacia el
infinito, que permiten que cada
obra se expanda y nos muestre
la formación de pasadizos
hacia nuevos territorios
fantás cos.
25deabril
La semana inicia, comienza la ru na, debo
hacer trámites en San ago y tomo un libro
para evadir el tedioso viaje. Espero la micro
hacia el centro, hace frío, un frío que corta la
piel como el acero; en poco rato inicio el
trayecto, el bus es an guo, lento y sucio,
pero por sobre todo helado, se cala el frío
por todas partes. Me siento, corro la cor na
bloqueando el vidrio con energía, hace
empo que no me interesa el paisaje,
intento leer una novela, “La vida breve” del
escritor uruguayo Juan Carlos One (1950).
Contenido en un bello libro, cuyo tulo
asusta un poco, “Obras completas”, sus
cubiertas son de una especie de cuero
sinté co, desteñido por tantos ojos
anteriores, las hojas de papel de biblia, lo
cual resulta como una ironía creo, ene un
olorúnico.Enlasprimeraspáginas eneuna
foto del autor, inquietante, en una postura
rígida, con una mirada extraviada. Los
cristalesdesuslentesleretuercenlamirada,
en blanco y negro, formando un grabado,
una imagen fija sin vida, incómoda,
perturbadora, siento que su mirada atrave-
sarámicráneo.
Cuando el viaje termina, avanzo rápidamen-
te atravesando las pocas figuras oscuras
cubiertas por el frío. Mientras entro en un
18. Diario de la Furia
17
edificio, observando que no hay mucha
gente en la fila, todavía pienso en la
imagen de One . Me recuerda a un
funcionario viejo, que pasa su vida tras un
cristal donde hacer trámites, alcohólico,
solitario, misterioso, sin más que un traje
de mala calidad comprado a cinco cuotas,
de color café, manchado por comida
barata, un hombre corriente que evita el
contacto con otros, solitario. Miro el
reflejo distorsionado de mi propia vida,
poruncristalquedicecajatres.
30 deabril
Hoy debo viajar otra vez. En el bus todo es
calmado, lento como siempre, la gente
pareciera ser la misma, llevo el libro bajo
el brazo a manera de escudo, busco un
asiento con la cor na fija. Sentado
mientras leo, me desvanezco en la lectura
y el viaje recién comienza, el monótono
viaje de paisaje conocido, se trasforma en
una aventura que me gustaría que no
terminara nunca, eternamente leyendo,
desvanecido en una trama infinita. La
novela cuenta el argumento de José
María Brausen, un escritor encerrado en
su habitación, obsesionado con la
escrituradeunguión.Elpersonajecentral
comparte la habitación con su esposa
Gertrudis, ella recuperándose de una
operación, la cual tuvo como resultado la
mu lación de un seno por el cáncer,
dejándola debilitada, vulnerada por la
amputación y la profanación de su
cuerpo. Brausen, ante este despojo de la
sensualidad de su esposa, comienza un
espiral de decadencia, recluyéndose en la
soledad, abandonando el plano real para
fundar un herme smo, donde emanará
su propio mundo fantás co: un pueblo
imaginario donde él puede ser el doctor
Díaz Grey, un personaje que encarna el
lado más oscuro de una persona común,
en este caso de un simple publicista
marcado por el abandono, por la castra-
ción del deseo. En este mundo, el doctor
es cómplice del asesinato de la Queca,
una pros tuta que vive en el departa-
mento con guo y con la cual Arce
(Brausen) suele vincularse. Por ello, el
más profundo mal inundará la narración,
la distorsión de la ficción, la subversión de
la novela, toda una narración inquietan-
tementefantás ca.
1de junio
La trama me envuelve, considero mi vida
como una ficción, un texto escrito por
otro. Soy la sombra de alguien que me
piensa y determina, mi existencia
funciona como una sombra oscura, una
lectura de otro, donde no hay realidad,
todas las cosas son disposi vos de una
ficción tenebrosa, distorsionada, sin
empo, sin perspec va, escritura
distorsionando lo real en múl ples
dimensiones. “Todo fuera de la literatura
me aburre”. Pienso en la novela “La vida
breve”,enlosmecanismosdelaficción:lo
19. Diario de la Furia
18
subversivo de la narración de One
inserta un aire oscuro en sus escritos,
sombríos rastros retorcidos en persona-
jes complejos, con tramas múl ples,
creando mundos asediados por la
realidad; cada personaje representa
fragmentos diversos, manías, enferme-
dades,obsesiones,nadaesplano,todoes
retorcido por una realidad llena de
laberintos.
4 dejunio
Me impresiona mucho One y su ímpetu
vanguardista. Se trata, sin duda, de un
renovador de la narra va del con nente.
Su literatura inquieta la modernidad. Es
un lector exquisito de uno de los mejores
narradores del siglo XX, William Faulkner,
pero por sobre todo un subversivo, un
impaciente que bordeando el olvido,
alejado de toda fama, se desvanece en el
horizonte, permaneciendo oculto,
marginal, en una escritura silenciada,
pero la endo. Su narra va construye
personajes confusos, sin límites, pertur-
badores, ansiosos seres cercenados por
lavidamoderna,hambrientoscodiciando
un escape de la enajenación; la única
salidadeestosderrotadoseslafugahacia
la ficción, la construcción imaginaria del
texto en el texto, formando mundos con
pequeñas puertas hacia el infinito, que
permiten que cada obra se expanda y nos
muestre la formación de pasadizos hacia
nuevosterritoriosfantás cos.
7dejunio
En un nuevo viaje, estoy totalmente
unido a la novela “La vida breve”, la cual
será el comienzo de la arquitectura
narra va de Santa María, un pueblo
existente solo dentro de la ficción, paraje
mí codefugadelarealidad;lointeresan-
te es que este pueblo poco a poco
comienza a comerse la narración,
difuminando todos los límites entre
realidad y ficción. Hago una pausa en la
lectura, mientras el paisaje de ida hacia
San ago exhibe la peor cara de la
periferia: fabricas, suciedad, abandono;
la muestra ejemplar del fracaso de un
modelo económico desigual. Pienso en
una realidad fic cia, anhelo además que
el viaje fuera infinito y escapar de todo,
me gustaría viajar suspendido en el
empo, que no exis eran las distancias,
viajar eternamente y que la lectura fuera
infinita.
9dejunio
San ago me ata de nuevo, debo viajar
parado, mientras miro la cara de los
pasajeros,mepierdoenlalectura,elviaje
es igual, siempre es igual, ir y venir como
péndulo oxidado, la velocidad disminuye
poco a poco, un taco en la carretera hace
todo tedioso, mientras leo, todo avanza
demasiado pausado. La carretera se llena
de autos, todos de colores y tamaños
20. Diario de la Furia
19
diversos, rodean el bus, el avanzar es
lánguido, cada vez avanzamos en menor
medida, miro hacia fuera por el vidrio:
todo se hace aún más lento, observo un
accidente, dos autos nuevos chocaron, se
ven los fierros retorcidos con plás cos de
mala calidad china, en el suelo dos
frágiles y jóvenes cuerpos aumentan un
charco de sangre, la cual ñe el pavimen-
to. Desplazados por el impacto del
choque, como marionetas sin hilo, sin
voluntad, estampados en el asfalto como
en una escena policial yacen las víc mas.
No sé si el accidente es real o imaginario,
miro los muertos despedazados por la
violencia de la colisión, la frágil muerte se
muestra de manera cruel y yo solo pienso
enelviejoOne .
15dejunio
Pienso cuál es el significado de leer
viajando en mi vida, siempre leyendo en
el bus, incomodo, sin luz, sentado,
parado, colgando en la pisadera, con frío
o calor, con ruido, ventanas rotas,
goteras, con música despreciable. Pienso
en cuántos libros leí en esta situación,
viajando; cuántas caras que no quise ver
por las letras, cuántos libros han viajado
conmigo, en un tránsito pendular, ir y
venir, como una correa al cuello que no
me suelta, desplazarme hacia un lugar
ajeno, inconmensurable en palabras, la
ciudad, donde me siento anónimo, y
esquivo todo recuerdo, y me gustaría
diluirme bajo la sombra de edificios que
se difuminan. Pienso en el viaje hacia la
ciudad, la capital que cambia su significa-
do con cada viaje, que se oculta y desva-
nece, como las par culas de una
explosión, la capital y sus ves gios,
pequeños átomos en expansión chocan-
do, mul plicándose, derrumbándose y
desapareciendo; la ciudad no es más que
un material envejecido, mal habitado, al
igual que yo, vacío, muerto, equilibrándo-
se en la nada, esperando algo que nunca
pasará.
21. Juan Carlos Onetti
La Vida Breve
Extra toc
20
Hacía horas que un insecto zumbaba,
desconcertadoyfuriosoentreelaguadela
ducha y la úl ma claridad del ventanuco.
Me sacudí el agua como un perro, y miré
hacia la penumbra de la habitación, donde
el calor encerrado estaría la endo. No me
sería posible escribir el argumento para
cine de que me había hablado
Stein mientras no lograra
olvidar aquel pecho cortado,
sin forma ahora, aplastándose
sobre la mesa de operaciones
como una medusa, ofrecién-
dose como una copa. No era
posible olvidarlo, aunque me
empeñara en repe rme que
habíajugadoamamardeél,de
aquello. Estaba obligado a
esperar, y la pobreza conmigo.
Y todos, en el día de Santa
Rosa, la desconocida mujer-
zuela que acababa de mudarse
al departamento vecino, el insecto que
giraba en el aire perfumado por el jabón
de afeitar, todos los que vivían en Buenos
Aires estaban condenados a esperar
conmigo, sabiéndolo o no, boqueando
como idiotas en el calor amenazante y
agorero, a sbando la breve tormenta
grandilocuente y la inmediata primavera
que se abriría paso desde la costa para
transformarlaciudadenunterritorioferaz
donde la dicha podría surgir, repen na y
completa,comounactodelamemoria.
Cerré la ducha, esperé a que el insecto se
acercara para voltearlo con la toalla,
aplastarlo contra la rejilla del sumidero, y
entré desnudo y goteante en el dormito-
rio. A través de la persiana vi la noche que
comenzaba a ennegrecerse desde el
norte, calculé los segundos que separa-
ban los relámpagos. Me puse
dos pas llas de menta en la
boca y me ré en la cama.
...Ablación de mama. Una
cicatriz puede ser imaginada
como un corte irregular
prac cado en una copa de
goma, de paredes gruesas, que
contenga una materia inmóvil,
sonrosada, con burbujas en la
superficie, y que dé la
impresión de ser líquida si
hacemos oscilar la lámpara
que la ilumina. También puede
pensarse cómo será quince
días, un mes después de la intervención,
con una sombra de piel que se le es ra
encima, traslúcida, tan delgada que nadie
se atrevería a detener mucho empo sus
ojos en ella. Más adelante las arrugas
comienzan a insinuarse, se forman y se
alteran;ahorasíesposiblemirarlacicatriz
a escondidas, sorprenderla desnuda
alguna noche y pronos car cuál rugosi-
dad, cuáles dibujos, qué tonos sonrosa-
dos y blancos prevalecerán y se harán
defini vos...
22. Poemas de Jules Laforgue
Memento Mori
Retina
Por Sergio Sarmiento
21
El invierno llegó tarde. El verano, con sus
altas temperaturas, con su sequedad, con
sus negras hormigas blindadas, se arrastró
hasta el fin de mayo. Y volverá pronto.
Alguien dice por ahí que es para que nos
vayamos acostumbrando al infierno. Por eso
el cambio climá co -explica- viene de a
poco. Es uno de esos creyentes que asegu-
ran amar la vida -están incluso en contra del
aborto- pero en realidad parece que andan
buscando el fin del mundo. Como que se
calientan con el apocalipsis. Hay una
relación sexual entre ellos y la muerte,
entendida como cas go, en extremo
poderosa, digna de un masoquista. Otro
dice que el hombre es capaz de adaptarse a
todo. Aunque tengamos que vivir enterra-
dos cinco metros bajo el suelo, vamos a vivir
eternamente, en especial el chileno, que es
bacán, que es más pillo, señala este op mis-
ta hombre patrio, que después se dedica a
contar que hasta en pleno desierto de
Atacama los chilenos venden helados. Salen
de la nada, agrega. Y pone una cara de
orgullo, una cara de campeón de la copa
América, que da un montón de pena. Una
señora, con la que concuerdo ampliamente,
dice que no necesariamente el fin de la
humanidad le da lo mismo, pero que al final
da lo mismo, hay que reconocerlo, porque si
todo el mundo se muere nadie sen rá pena
El taxi con núa
avanzando. La muerte
está completamente
ac va. La muerte acelera.
La muerte maldice a los
cautos. Yo, entretanto
sigo recordando a
Laforgue, quien fue uno
de los herederos menos
conocidos de Charles
Baudelaire en Francia,
pero cuya poesía, de
manera paradójica,
influyó fuertemente en la
renovación de la poesía
inglesa, especialmente en
Pound y en Eliot.
23. Retina
22
ni nostalgia por nada. Aplaudo. Y
mientrasaplaudorecuerdounapartedel
gran soneto "Memento", del poeta
franco uruguayo Jules Laforgue (1860-
1887), referido al yermo fin de la erra:
"Ahora, en esta soledad, en esta sombría
nada, / sin ningún tes go que sueñe en
los azules abismos, / disuélvete, roca
sublime,encenizasanónimas".
Estoy en el paradero de los colec vos a
Lampa. Llevo más de quince minutos en
este lugar. Y aunque me gusta conversar
con los demás pasajeros, son muy
folclóricos y amables todos, quiero irme,
quiero llegar a casa y encender la
salamandrayprepararmeuntragoyleer.
Seguramente el escogido será Laforgue -
ya se me me ó en la cabeza- aunque
también se me ocurrió que podría
entretenerme buscando entre mis libros
otros poemas que hagan mención al
"memento mori" o "recuerda que vas a
morir", que es un tópico ar s co y
literario cuyos primeros brotes surgieron
en la época de los la nos (y que tuvo sus
"buenos años" en el barroco). Carpe
diem, vive el día, la existencia es fugaz,
nos sopla al oído la muerte. Fugaz, fugaz.
Deesosetratael"mementomori".
Van veinte minutos de espera. Mi vida es
breve y no es justo que tenga que
perderla en este inhóspito lugar, parado
en la calzada, bajo una malla rachel llena
de parches y anuncios de una señora que
lee el Tarot, aguardando la llegada de un
colec vo. En realidadmás de uno, ya que
me encuentro en la décima posición de
una fila que avanza lento. Una fila a la
que llegué ocupando el lugar vein algo.
El responsable de este desbarajuste, no
hay dudas, es el po que controla el
paradero, que es un corrupto. Su trabajo
oficial consiste en ordenar a los
pasajeros, cobrar, comunicarse con los
móviles e informarles de la demanda.
Pero además se hace un ingreso extra -
basta verlo- cobrando una comisión a los
automovilistas par culares que llevan
pasajeros de manera ilegal a Lampa, y un
billete a quienes quieren saltarse la fila y
tomar un colec vo media cuadra más
allá. Aparece un ilegal. Un pirata. Y sin
pensarlo me subo. El po corrupto me
increpa. Yo soy el encargado del lugar,
dice. Le respondo que solo de los autos
legales. Y me quedo esperando que el
vehículosecomplete.
Salimos. El chofer es un po que trabaja
de noche en una fábrica y de día se
dedica a taxear. Un po que se autoex-
plota. Y que está orgulloso de tal situa-
ción. No ha dormido nada, dice, y
maneja como loco, pegado a los autos
que van más despacio, tocándoles la
bocina, adelantando donde está prohibi-
do. Le pregunto por qué trabaja tanto. Es
para mis hijos, señala, para que no pasen
penurias. Si quieren pizza, pizza les
compro; si quieren comida china,
24. Retina
23
comida china les compro; si quieren sus
buenas zapa llas, sus buenas zapa llas
les compro. Sí, porque a mis hijos no me
los hueva nadie, dice. Y enseguida cae en
el mu smo, sin darme empo de
preguntarle si gasta algo de dinero en
educación, en libros, en cine indepen-
diente, en teatro, en pintura, o solo se
preocupa del estómago y de la pinta de
susherederos.
Ahora vamos por Lo Echevers a ciento
veinte kilómetros por hora. El po
maneja como demente. Ni siquiera ene
seguro, especulo, mientras el "memento
mori" viene a mi mente a cada rato. Voy a
morir, me digo, voy a morir ahora mismo.
Y más encima por culpa de un hijo
promedio de la educación, la economía y
la polí ca chilena, es decir, de un bruto
de diseño. Me pregunto si habrá una
razón para esto. ¿Se tratará de un
cas go? Y me digo que no, sería muy
ambicioso pensar que alguien, en alguna
parte, está preocupado de mi vida hasta
el punto de rar, constantemente, sumas
y restas para determinar en qué momen-
to debo moriro vivir. No, la cosa no es así,
pienso. A la luz del espacio y del empo,
aparentemente infinitos, nuestro
des no no ene nada de importante.
Viene a mi mente, entonces, otra vez la
poesía de Jules Laforgue. En este caso,
versos de su poema “Resignación”:
“¡Pobre corazón ingenuo! Rómpete, no
eres nada./ Muchos otros murieron con
ansias iguales / y la erra siguió en su
silencio. / Todo es duro, descorazonado,
superiora .”
El taxi con núa avanzando. La muerte
está completamente ac va. La muerte
acelera. La muerte maldice a los cautos.
Yo, entretanto sigo recordando a
Laforgue, quien fue uno de los herede-
ros menos conocidos de Charles
Baudelaire en Francia, pero cuya poesía,
de manera paradójica, influyó fuerte-
mente en la renovación de la poesía
inglesa, especialmente en Pound y en
Eliot. Este úl mo señaló: “He escrito, sí,
sobre Baudelaire, pero no sobre Jules
Laforgue, al que debo más que a ningún
otro poeta en cualquier idioma.” Pienso
también en la temprana muerte del
poeta, a los vein siete años, hecho que
podría inscribirlo en el "Club de los 27",
dado que murió a la misma edad que
Janis Joplin, Kurt Cobain, Jim Morrison y
otros rockeros, aunque no de una
sobredosis, sino a causa de la horrenda
tuberculosis. El vehículo sigue corriendo
por Lo Echevers. Ciento treinta, ciento
cuarenta kilómetros por hora. Cierro los
ojos. Lo mejor, concluyo, es anular todo
pensamiento, todo recuerdo, toda
emoción. Es decir, estar casi muerto al
momento de ingresar a la muerte. A la
ceniza, me digo, mientras prometo que,
en caso de salir vivo de esta situación,
dedicaré algunas notas a Laforgue y su
descorazonadapoesía.
25. 24
Extra toc
Memento (soneto triste)
De la Eternidad a la Eternidad,
el torbellino del mundo que enmaraña,
universal, callado, lo errante,
acribilla con oasis de oro la negrura infinita.
Por todas partes soles de bochorno, ceremoniosos
giran irradiando sus fér les efluvios
para volver luego, ex ntos, a la honda niebla.
Y una sonrisa materna preside esa calma.
Pero aquí... aquí... peregrino solitario
por ese vacío sin ecos siempre abierto,
un globo helado agoniza. ¡Eres tú, Tierra!
Ahora, en esta soledad, en esta sombría nada,
sin ningún tes go que sueñe en los azules abismos,
disuélvete, roca sublime, en cenizas anónimas.
Resignación
Como necio parásito de un planeta oscuro,
en la infinidad sonora de clamores eternos,
aquí, lugar cualquiera, he nacido y vivo,
y sólo es mi deseo que se sepa y se detenga todo.
Que por un grito perdido en la tormenta
los océanos callen de pronto el aullido de sus olas,
que por traer flores a mi tumbra
los soles en masa dejen su Verbena.
¡Pobre corazón ingenuo! Rómpete, no eres nada.
Muchos otros murieron con ansias iguales
y la erra siguió en su silencio.
Todo es duro, descorazonado, superior a .
Sufre, ama, espera siempre y baila
sin nunca exigir ese Porqué universal.
DosPoemasdeJulesLaforgue
TraduccióndeAdolfoGarcíaOrtega
26. Retratos
25
Se ennegreció el silencio quebrado,
en las calles sucias de aquel barro
an guo ymudo, donde insultasalque
cruzatodalarabiaderre daflorecida.
Algunos desde sus casas han escucha-
do las sinceras y dolientes palabras
que gritas al viento -baboso, animal -
sin que nadie devuelva aquella triste
ofensa, a excepción de algún descere-
brado y vacío infante, que te ha
insultado por tu borrachera infinita.
No te comprenden, porque insensi-
bles escupen al suelo y se les van las
horas quemándose las neuronas y las
ideas que nunca han tenido. No te
comprenden, porque no se han
inundado al mirar tus ojos de extraño
y perdido desconsolado. Pero tú, de
forma necia incomparable, regalas tu
insolencia como esperando calma en
tus manos nerviosas, arrugadas,
ennegrecidas, por un nto tembloro-
so, y te levantas y lloras por unas
monedas, ojos azules, que erguiste
tan temprano, de amanecida, las
copas alcohólicas y los grados que te
llenaron las manos y los dientes,
dejándote dormir bajo algún poste o
en algún escaño de aquella plaza
olvidadaydestrozada.Todaslascalles
Galindo
Por Melody Valenzuela
27. Retratos
26
sin veredas de este pequeño y empolvado pueblo
las has recorrido tú, con tu decepción eterna, caída
atoneladas,sobreelcuerpoyadelaterceraedad,y
a muchas de estas no las recuerdas, por las maña-
nas, cuando un sol entrome do te levanta sobre
esos zapatos gastados, embarrados, regresándote
de vuelta a la realidad, a la muerte de tu hijo y la ida
de tu esposa. Sé que mirabas con tus ojos canos la
esperanza en la lluvia amontonada y se acercaron
los gusanos oscuros, sinceros y silenciosos,
mirándote a los ojos, te susurraron que quizá no
sea este el momento en que tenga que llover, que
talvez no sea el día que esperas, y la muerte
enmascarada se volteaba a tus ojos, mientras
dudoso, intentabas descifrar signos que no
significaban mucho, en realidad nada, que no
tenían importancia para nadie, que nadie entende-
ría y encendiste un cigarrillo americano, para los
nerviosylostemblores,yfueasíqueelcuerposete
fue encogiendo entre gotas y tus ojos adormilados,
azulados, se fueron comprimiendo, para dentro,
con tu nostalgia, que este pueblo, descascarado y
humilde, ha desencadenado todas las tardes,
obligándote a caminar intranquilo, con los ladridos
de los perros quiltros, que te acechan, rabiosos,
queriendo ser el cuerpo que muerden, para no
sen rte más tan vacío y opaco, tan solo entre los
lentos cuerpos fúnebres del pueblo, para no
sen rtemástansolocontusensibilidad.
Hoy el polvo seco, de estas calles descoloradas
empobrecidas, ya no te baña más el cuerpo, con
unas lágrimas primerizas e incomprendidas y el
viento rabioso te encontré apenas ayer, sobre una
tumbasellada.Tú,quetambiénmedejaste.
28. Juan Águila
Poesía Local
27
Juan Águila (San ago, 1982) ha publicado los poemarios “Perverso
y delicado” (Bubok, 2010), “Pero nunca tuya” (Airelibro, 2012) y la
plaque e “Cuando te llueve por dentro” (Airelibro, 2014). Escribe
poesía,segúndice,paraengrupirminas.Nosabemossileresulta.
Valparaíso
La poesía nuevamente está perdida en
y yo la busco.
Parafraseando a Dalton, a Whitman,
a Benede incluso.
Y no me ayuda saber de memoria el canto II
y recordar a Cortázar
mientras subo/bajo escaleras.
A lo mejor está/estás en el collar de perlas an guo
de la señora que recorre lenta la avenida Pedro Mon ,
en el basurero donde ré esa nota que pensaba dejarte en la almohada,
o en todos los versos que he ido borrando mientras te busco/escribo/veo
el empo que llevo olvidándome entre tu galaxia de lunares.
Y sí, es verdad,
lo que sobran son poetas y lo que falta es poesía,
o lo que falta en realidad es naufragar sin sen do entre unas piernas,
morir,
morirse pequeñas veces,
ahogarse las ganas en un sudor ajeno.
29. Poesía Local
28
Y busco/busco/busco,
te juro que busco,
llevo ya muchas tardes buscando.
Entre piezas oscuras, humo de cigarros mal apagados,
unas tazas de café inex nguibles.
Y entonces, al final,
dejaré este poema un día cualquiera por debajo de tu puerta,
imaginando desde ya tu cara de sorpresa al abrir
y leerlo bajo el umbral
sin saber muy bien
de que se trata todo esto.
*
Te llamo y marco apurado el número de tu casa
y contestas o no
contestas.
Ojala que no sea la vieja de tu madre sino que seas tú quien contestas.
Me gustaría que lo hicieras
/solo para saberme de nuevo un poco más cerca de tu boca,
y que al otro lado
están las manos
que he tocado
(y me han tocado)
Que sepas
que al otro lado no hay una grabación bizarra
ofreciendo el pack promocional de cable,
más teléfono,
más internet.
30. Sino que estoy yo.
Aunque no te hable
ni te ofrezca
el pack promocional
de mi cuerpo,
más mis ganas,
más mi sexo.
¿Porque cresta no puedo marcarte
y hablarte de todas las cosas que te haría si te tuviera cerca?
¡Puta que es fálico el teléfono!
Es casi una felación el hecho de llamarte
y besarte/mordisquearte/acariciarte/lamerte de a poquito/
introducir la lengua
en los hoyitos del auricular.
¡Hasta el nombre es caliente por la mierda!
Te llamo y marco apurado el número de tu casa.
Pero no contestas.
29
Poesía Local
31. Duna
Narrativa
Por Enrique Atenas
30
La carpa del circo es pobre, el pueblo es
pobre, el cielo, además, está completa-
mente apolillado. Un niño que viste una
polera con el número sesenta y dos,
polera que dice “Alabama”, morenito
jugando a ser gringo como muchos here,
saluda a una mujer que lo mira con
ternura. Hay unas cincuenta personas en
las afueras de la carpa, haciendo fila para
pagar la entrada. Gran evento gran. El
circo ha llegado a Batuco y como aquí
nunca pasa nada -aquí el empo hace
una finta po Lionel Messi y sigue de
largo- un montón de gente acude a ver la
novedad. Ese es el atrac vo. Lo supues-
tamente nuevo, lo inusual, lo diferente.
Algo que rompa la agotadora ru na
pueblerina, algo que inyecte un poco de
electricidad en las cansadas conexiones
locales. Mis mo vaciones, en todo caso,
son dis ntas, casi opuestas: no me
interesa la novedad, no creo en la
novedad, para mí lo único que cambia es
el disfraz, la cáscara, el maquillaje, para
mí el fondo siempre es el mismo: un
par do entre lo claro y lo oscuro que
inevitablemente termina en empate. En
consecuencia, si acudo al circo es porque
el espectáculo que ofrece es casi tan
an guo como ese experimento fallido
que llamamos civilización, es decir,
vengo porque no se trata de una nove-
dad sino de una tradición. Una tradición,
debo añadir, que, como todas, me
permi rá indagar en algo que hace
empo ronda mi cabeza: mi origen, mi
sen do, mi iden dad, mi propio
claroscuro.
Pago la entrada. Y mientras camino hacia
las graderías veo las extenuadas casas
rodantes donde vive el personal del
circo, veo las deterioradas jaulas de los
animales, veo a una enana vieja que
barre el erral inmenso donde se ha
instalado la carpa. La visión es decadente
Aparece una mujer que tal vez no sea hermosa, una mujer
morena que seguramente es más bien feucha y con unos
buenos años a cuestas, pero que se ve hermosa y hasta joven,
extremadamente hermosa, dadas las luces y su vestuario:
ajustada malla fucsia, medias de punto, plumas sobre la
cabeza y un par de magníficas alas en la espalda.
32. Narrativa
31
y eso me alegra, puesto que en el éxito no he visto
más que una perfección de látex y vacío, y aquí, en
el abismo, por entre los trajes raídos del fracaso,
veo asomar trozos de humanidad, veo vida. Llego
a las graderías. Adentro el espectáculo da pena. Y
eso me provoca una nueva alegría. Los payasos no
enen más gracia que un mar llo golpeando una
pared. El malabarista parece una de esas hienas
que Disney Corpora on inventa para extraer
dinero de los padres de los niños que visten
poleras que dicen “Alabama”. Es una especie de
hiena humanizada, o más bien un humano
hienizado, en versión fracaso, haciendo volar
desteñidas clavas de colores. Los niños observan
el espectáculo ultra concentrados, las guaguas
lloran, los adultos acallan a las guaguas, los
adolescentes planifican meterse a Internet y
guglear el tema buscando tutoriales para apren-
der el oficio y ganar unas monedas en los
semáforos de San ago. Un señor Corales,
chaqueta roja, botones de oro, sombrero de copa,
anuncia al domador de leones. Felinos cansados
aparecen en una jaula cansada, huesudos, tristes,
sin colmillos ni energía. Luego es el turno del
domador. Se trata de un po teñido de rubio, con
traje verde y hombreras anaranjadas, que lleva un
lá goenlamano.Entraenlajaula.
Yo, entretanto, me pregunto quién soy. Y como no
puedo responder, parece que es imposible
responder, me preguntó qué he sido, y cómo no
me puedo responder, se me hace imposible
responder, me pregunto qué seré, ¿qué seré? Y
me quedo pegado en esa pregunta, mientras el
domador enfrenta su misión más compleja: hacer
33. Narrativa
32
que los leones desnutridos se muevan,
que vayan de un lugar a otro, que salten
unarodefuegoocabeceenunapelota.
¿Qué seré?, me sigo preguntando de
manera obsesiva. Y como mi esfuerzo es
infructuoso miro otra vez el espectáculo.
El charlatán, ahora, anuncia a Duna, la
mujer del trapecio. Y aparece una mujer
que tal vez no sea hermosa, una mujer
morena que seguramente es más bien
feuchayconunosbuenosañosacuestas,
pero que se ve hermosa y hasta joven,
extremadamente hermosa, dadas las
luces y su vestuario: ajustada malla
fucsia,mediasdepunto, plumassobrela
cabeza y un par de magníficas alas en la
espalda. Duna saluda. Duna trepa una
escalera. Duna se sube al trapecio. Y
comienza a volar de lado a lado. Un
ayudante, ves do de negro, hombre
incógnito, recibe el trapecio cuando ella
lo suelta. Enseguida lo deja ir para que
Duna lo alcance justo cuando se halla
suspendida en el aire, alarmando a los
espectadores. Redoble de tambores.
Ahoravieneelsaltodoble,sinred.
Duna toma el trapecio. Duna hace una
reverenciaalpúblico.Dunaseconcentra.
Y salta. Y hace la pirueta de manera
magistral. Pero cuando es ra sus brazos
para tomar el trapecio se da cuenta que
el adminículo no ha llegado, el hombre
de negro tardó un segundo en su tarea y
un segundo fue suficiente para que todo
fracasara. Duna mueve los brazos
aleteando como un pájaro. Duna intenta
aferrarse a un trapecio invisible. Duna
caealapista.
Vuelvo a casa cerca de las once la noche.
A lo lejos se escuchan los aullidos de las
ambulancias. Antes de entrar me siento
en una silla de playa que está en el pa o.
Mirando unas polillas que revolotean
junto al farol, pienso que la decadencia,
esta noche, ha sido completa. Pero no
estoy contento. Vi caer a Duna sobre el
piso de erra, vi su cráneo sangrando, vi
su traje y su cuerpo desar culados. El
público, al principio, se mostró horroriza-
do, luego se alejó comentando los
detalles morbosos de la caída. Los niños
estaban impactados, las guaguas
seguían llorando. Esto ha ocurrido
muchas veces, esto no es novedoso, me
digo.Losacróbatasterminancayendo.Es
su des no, lo mismo que el nuestro.
¿Qué seré?, me pregunto. Un acróbata
por caer, ¿qué más?, me repregunto. Y
no tengo respuesta. Después recuerdo
los ojos de Duna al momento de perder
el equilibrio. Parecían arañas rociadas
con insec cida. Enseguida miro al cielo y
la veo saltando entre las estrellas, cerca
de Venus, con su traje fucsia, con sus
plumas sobre la cabeza, con sus alas
inú les en la espalda, más bella que
nunca, más bella que siempre, más bella
yjovenqueayeryanteayer.
37. 36
Vestón para concejales
Nuestros ilustres concejales y concejalas, se
sabe, no son las personas más elegantes del
mundo. Tampoco están en el promedio de
este ranking, sino bastante más abajo. Se
hallan, más bien, en el culo del buen gusto. Tal
vez por eso huelen como huelen. En fin,
dejando a un lado el pelambreo y la chimuchi-
na, debo decir que en el breve espacio que me
concede esta revista, recomendaré una
prenda para que ellos -ellas quedarán para
otro número- no solo vistan con un mínimo de
decencia, sino también para que puedan
realizar de mejor forma su abnegado trabajo,
mejorando, de paso, la deteriorada imagen de
nuestracomuna.
Se trata de un fino vestón confeccionado con
el nuevo algodón stretch, una tela delicada y
flexible que facilita la chuecura, la traición y las
vueltas de carnero sin arrugarse. La prenda,
además, cuenta con un detalle maravilloso:
bolsillos extra grandes donde caben hasta
treinta millones de pesos (en billetes de veinte
mil), hechos especialmente para poner a buen
recaudo (y de manera muy discreta) esos
emolumentorecibidosacambiodeundecreto
votado posi va o nega vamente, un cambio
en el plan regulador, la aprobación de una
patente que no cumple con todas las ridicule-
ces que exige la ley o cualquier billete que cae
porahí,cuandonollueveperogotea.
Se trata de un fino vestón
confeccionado con el nuevo
algodón stretch, una tela
delicada y flexible que facilita
la chuecura, la traición y las
vueltas de carnero sin
arrugarse.
Por Monona Fontecilla
Moda