1. Yo en verdad me sentiré
feliz con verte cara a
cara, con verme ante ti
cuando despierte.
2. -Dice el salmista-
Su felicidad es mirar cara
a cara, no a “través de”,
sino “cara a cara”.
En la vida ocultamos
aquello que no acabamos
de aceptar. Con una
cierta inconsciencia
buscamos recubrir,
tapar...
3. Nuestra felicidad no está en tapar, sino en vernos cara a
cara, tal cual somos, en nuestra verdad.
Encontrarnos es vernos cara a cara.
4. De alguna manera orar es ver, es mirar a
Dios cara a cara.
Despertar significa no descansar en lo que
es irreal.
5. Quién sabe si la máxima felicidad de la vida
consiste en no huir, en no escapar uno de sí
mismo.
6. El gesto más humano, el gesto más limpio es saber
quedarte en silencio, quedarte en tu propia verdad, en
tu propia condición:
“Me sentiré feliz
con verte cara a
cara”.
7. Que sea así tu silencio
como un sendero,
como un camino de la
felicidad.