1. La or ación
cristiana
Cuando oréis decid Padre Nuestro.
Catequesis de confirmación de adultos. Diócesis de Palencia. José Alfredo Elía Marcos
2. ¿Qué es
orar?
“Orar es hablar con aquel que
sabemos que nos ama”.
Sta Teresa de Jesús
“Para mí, la oración es un impulso
del corazón, una sencilla mirada
lanzada hacia el cielo, un grito de
reconocimiento y de amor tanto
desde dentro de la prueba como
desde dentro de la alegría”. Sta. Teresa de Jesús.
José Ribera
Sta Teresita del Niño Jesús
3. Características de la oración
cristianaun don de Dios. La
1. La oración es
oración es la elevación del alma a Dios o
la petición a Dios de bienes
convenientes.
2. La oración es Alianza: ¿De dónde
viene la oración del hombre? Cualquiera
que sea el lenguaje de la oración (gestos y
palabras), el que ora es todo el hombre.
Sin embargo, para designar el lugar de
donde brota la oración las Sagradas
Escrituras suelen hablar del alma, del
espíritu o del corazón. Es el corazón el
que ora. Si éste está alejado de Dios, la
expresión de la oración es vana.
3. La oración es cristiana en tanto en cuanto
es comunión con Cristo y se extiende por la Isabel Guerra. Confío en
Iglesia que es su Cuerpo. Sus dimensiones tu palabra.
son las del Amor de Cristo.
4. Las formas de la
oración “Acudían asiduamente a las enseñanzas
de los apóstoles, a la convivencia, a la
fracción del pan y a las oraciones”.
Hch 2, 42
La tradición y los escritos de
los apóstoles nos ha revelado
las diferentes formas de orar.
1. La bendición y la adoración.
2. La oración de petición.
3. La oración de intercesión.
4. La oración de acción de
gracias.
Isabel Guerra. Esperanza
5. La oración de alabanza.
de mi juventud.
5. 1. Bendición y
adoración.
La bendición expresa el
movimiento de fondo de la
oración cristiana: es encuentro
de Dios con el hombre; en ella,
el don de Dios y la acogida del
hombre se convocan y se unen.
La oración de bendición es la
respuesta del hombre a los
dones de Dios.
La adoración es la primera
actitud del hombre que se
reconoce criatura ante su
Creador. Exalta la grandeza del
Señor que nos ha hecho y la
omnipotencia del Salvador que
nos libra del mal.
6. Señor, Dios nuestro,
¡qué admirable es tu Nombre
en toda la tierra!
Ensalzaste tu majestad sobre los cielos.
De la boca de los niños de pecho has sacado una alabanza
contra tus enemigos,
para reprimir al adversario y al rebelde.
Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos;
la luna y las estrellas que has creado,
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él;
el ser humano, para darle poder?
Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos,
todo lo sometiste bajo sus pies:
rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por el mar.
Salmo 8
7. 2. La oración de
petición. En el nuevo testamento
encontramos expresiones
sobre la oración de súplica
llenas de matices: pedir,
reclamar, llamar con
insistencia, invocar, clamar,
gritar, e incluso “luchar en la
oración”. Pero su forma más
habitual, por ser la más
espontánea, es la petición.
Mediante la oración de
petición mostramos la
conciencia de nuestra relación
con Dios.
8. La petición de perdón es
el primer movimiento de
la oración de petición.
Es el comienzo de una
oración justa y pura. La
humildad confiada nos
devuelve a la luz de la
comunión con el Padre y
su Hijo Jesucristo, y de
los unos con los otros:
entonces “cuánto
pidamos lo recibimos de
él” (1 Jn 3, 22).
9. 3. La oración de
intercesión.
Interceder es pedir a favor de
otro. En la intercesión, el que
ora busca “no su propio interés
sino el de los demás”, hasta
rogar por los que le hacen mal.
La intercesión de los cristianos
no conoce fronteras: “por
todos los hombres, por todos
los constituidos en autoridad”
(1 Tm 2,1), por los
perseguidores, por la salvación
de los que rechazan el
Evangelio.
La principal intercesora el la
Virgen María, quien en la
bodas de Caná, intercede a
favor de los novios.
10. 4. La acción de
gracias.
La acción de gracias
caracteriza la oración
de la Iglesia que, al
celebrar la Eucaristía,
manifiesta y se
convierte cada vez
más en lo que ella es.
11. Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario,
daré gracias a tu nombre:
por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera a tu fama;
cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma.
Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra,
al escuchar el oráculo de tu boca;
canten los caminos del Señor,
porque la gloria del Señor es grande.
El Señor es sublime, se fija en el humilde,
y de lejos conoce al soberbio.
Cuando camino entre peligros,
me conservas la vida;
extiendes tu brazo contra la ira de mi enemigo,
y tu derecha me salva.
El Señor completará sus favores conmigo:
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos.
12. 5. La oración de
alabanza.
La alabanza es la forma
de orar que reconoce de
la manera más directa que
Dios es Dios. Le canta por
El mismo, le da gloria no
por lo que hace, sino por
lo que Él es. Participa en
la bienaventuranza de los
corazones puros que le
aman en la fe antes de
verle en la Gloria.
13. Las expresiones de la
oración
La Tradición de la Iglesia propone a los
fieles unos ritmos de oración destinados
a alimentar la oración continua. Algunos
son diarios:
La oración de la mañana y la de la tarde.
Antes y después de comer.
La Liturgia de las Horas.
El domingo centrado en la Eucaristía, se
santifica principalmente por medio de la
oración.
El ciclo del año litúrgico y sus grandes fiestas
son los ritmos fundamentales de la vida de
oración de los cristianos.
14. La oración vocal
La oración vocal es un elemento
indispensable de la vida cristiana. A
los discípulos, traídos por la oración
silenciosa de su Maestro, éste les
enseña una oración vocal: el “Padre
Nuestro”.
Esta necesidad de asociar los
sentidos a la oración interior
responde a una exigencia de nuestra
naturaleza humana. Somos cuerpo y
espíritu, y experimentamos la
necesidad de traducir exteriormente
nuestros sentimientos. Es necesario
rezar con todo nuestro ser para dar
a nuestra súplica todo el poder
posible.
15. La meditación
La meditación es, sobre todo, una
búsqueda. El espíritu trata de
comprender el porqué y el cómo de la
vida cristiana para adherirse y responder
a lo que el Señor pide. Hace falta una
atención difícil de encauzar.
Habitualmente se hace con la ayuda de
algún libro, que a los cristianos no les
falta: las Sagradas Escrituras,
especialmente el Evangelio, las
imágenes sagradas, los textos litúrgicos
del día o del tiempo, los escritos de los
Padres espirituales, las obras de
espiritualidad, el gran libro de la creación La meditación hace intervenir
y el de la historia, la página del “hoy” de al pensamiento, la
Dios. imaginación, la emoción y el
deseo.
16. La contemplación
“No es otra cosa oración
mental, a mi parecer, sino
tratar de amistad, estando
muchas veces tratando a
solas con quien sabemos nos
ama”. Sta Teresa de Jesús.
La contemplación
busca al “amado
de mi alma”. En la
contemplación se
puede meditar,
pero la mirada
está centrada en
Como la madre contempla al Hijo y se deja llenar
el Señor. de la plenitud de este, la oración de
contemplación busca centrar la mirada en Dios.