2. La lumbalgia es una afección caracterizada por
un conjunto de signos y síntomas localizado en
la zona lumbar, siendo el dolor la
manifestación de mayor relevancia.
La mayoría de estas lesiones se diagnóstica,
como desgarros y distensiones, Es la causa más
frecuente de incapacidad transitoria en
personas de más de 45 años.
3. Aproximadamente 80% de la población padece,
al menos, un episodio de dolor lumbar en su
vida. Dos de cada tres pacientes se recuperan
en un período de tiempo inferior a un mes y
aproximadamente un 5% sufre molestias
persistentes por mas de 6 meses.
4. Los factores de riesgo laborales asociados a
mayor riesgo de lumbago son: trabajo físico
pesado, posturas de trabajo estáticos, flexiones
y torsiones frecuentes, levantamiento de peso,
impulsiones y tracciones, trabajo repetitivo,
vibraciones, factores psicológicos y
psicosociales.
5. a. Lumbalgia no especifica, simple o mecánica:
aguda, < 6 semanas;
sub-aguda, de 6 a 12 semanas;
crónica > 3 meses.
b. Síndrome ciático/ radicular.
c. Lumbalgia especifica, grave secundaria a
tumores, infección o fractura (signos de
alarma).
6. Lumbalgia no específica, simple o mecánica:
• Se presenta entre los 20 y 55 años.
• Afecta la región lumbo-sacra, glúteos o muslos.
• Dolor de naturaleza mecánica, cambia con la
actividad física y con el tiempo.
• Pronóstico bueno el 90% se recupera del ataque
agudo en 6 semanas.
7. Síndrome ciático/radicular:
• Dolor unilateral de pierna de mayor magnitud que
la columna lumbar.
• Dolor que generalmente se irradia al pie o dedos.
• Disestesias y parestesias siguiendo un patrón
dermatomal.
• Signos de irritación nerviosa: pruebas de
neurotensión que reproducen el dolor (elevación
de la pierna en extensión).
• Alteraciones motoras, sensoriales o reflejos
limitados a una raíz nerviosa.
• Pronóstico moderado 50% se recuperan del ataque
agudo dentro de las 6 semanas.
8. Lumbalgia específica grave.
• Se presenta antes de los 20 años o después de
los 55 años.
• Trauma violento; ejemplo, caída de altura.
• Dolor no mecánico, constante y progresivo.
• Dolor torácico.
• Pérdida de peso.
• Restricción severa de la flexión lumbar.
• Signos y síntomas neurológicos extensos.
• Deformidad estructural.
9. Los estudios de imagen no se recomiendan
durante el primer mes de limitación de
actividades debido a síntomas doloroso
lumbar, excepto cuando se sospecha lumbalgia
especifica, grave o sintomatología lumbar que
no mejora después de las 4 semanas (síntomas
y signos de alarma).
10. Esperar cuatro semanas antes de considerar
pruebas especiales, 90% de los pacientes se
recuperan espontáneamente y se evitan
procedimientos innecesarios. Esto también
reduce el potencial de confusión de etiquetar
falsamente los cambios radiológicos
relacionados con la edad (comúnmente
observados en pacientes mayores de 30 años
con sintomatología dolorosa lumbar) como la
causa de síntomas agudos.
11. En ausencia de signos de alarma, o limitación
persistente de la actividad debido
sintomatología dolorosa lumbar solicitar
radiografías simples de columna lumbosacra.
12. Estudios especiales se indican cuando se
presentan signos y síntomas de alarma,
evidencia fisiológica de compromiso
neurológico.
La evidencia fisiológica puede ser en la forma
de daño nervioso definitivo, en el examen
clínico, estudios de electrodiagnóstico (cuando
se evalúa la lumbociatalgía) y prueba de
laboratorio y rastreo óseo (cuando se evalúan
síntomas lumbar no específico).
13. Están justificados los estudios de imagen (TAC
o RM) cuando existe evidencia clínica de
compromiso de la raíz nerviosa. Cuando el
examen neurológico sea dudoso y hay
evidencia fisiológica de compromiso de la raíz
nerviosa, antes de considerar el estudio de
imagen, solicitar electromiografía mayor de 3 a
4 semanas. Los potenciales evocados, pueden
ayudar a la evaluación en los casos de sospecha
de estenosis espinal o mielopatía.
14. El médico debe determinar si el dolor es de
origen músculo esquelético, neurológico o
visceral, el diagnóstico se basa en una
cuidadosa historia clínica y en el examen físico,
las técnicas de imagen, incluyendo radiografía
simple, gamamagrafía, tomografía axial
computarizada, mielografia, resonancia
magnética nuclear, y los estudios
electrofisiológicos pueden servir para identifica
el origen del dolor.
15. Medicamentos:
Primera elección: analgésicos a intervalos
regular, paracetamol.
Segunda elección AINES, ibuprofeno, o
diclofenaco.
Tercera elección relajantes musculares,
diazepan o tizanidina.
16. QUIRÚRGICO:
La cirugía se considera dentro de los 3
primeros meses de la sintomatología lumbar
aguda, cuando existe patología grave espinal o
alteración de la raíz nerviosa debido a hernia
discal, caracterizado por protrusión del núcleo
pulposo central, que pueda atrapar al nervio y
que cause irritación de la raíz nerviosa.
17. CRITERIOS PARA LA DESCOMPRESIÓN DE LA
RAÍZ NERVIOSA:
Ciática severa y discapacitante.
Síntomas de ciática persistente sin mejoría dentro
de las cuatro semanas o progresión extrema.
Evidencia fuerte de disfunción de una raíz
específica secundario a herniación intervertebral
confirmado por estudios de imagen.
Los pacientes con dolor lumbar agudo, sin
hallazgos de condiciones graves o significativa
compresión de la raíz nervioso raramente se
benefician con la cirugía.
Los métodos de descompresión incluyen:
laminotomia, laminectomia, microdisectomia.
18. ETAPA AGUDA:
Educación, información de su padecimiento e
higiene postural de columna
Evitar posiciones que incrementen el dolor
Reposo en cama no recomendable a menos que el
paciente manifieste dolor intenso que limite sus
actividades, se le indica de 1 a 2 días de reposo.
Métodos físicos: auto-aplicación de calor
superficial o frío.
Al disminuir el dolor dentro de las dos primeras
semanas iniciar ejercicios de condicionamiento
físico, como caminata, bicicleta fija, natación y trote
ligero, durante 20 a 30 minutos.
20. ETAPA SUBAGUDA:
Continuar con ejercicios de condicionamiento
(aeróbicos) incrementado la intensidad en
forma progresiva
Ejercicios de estiramiento y fortalecimiento de
tronco y extremidades a tolerancia
Ejercicios subacuáticos en el Tanque
terapéutico.
22. ETAPA CRÓNICA:
Continuar con ejercicios de condicionamiento
aeróbico
Ejercicios de fortalecimiento del tronco
Ejercicios específicos de columna ( Williams
Reagan )
23. Los ejercicios de Williams y Reagan consisten
en ejercicios de flexión para la corrección de la
hiperlordosis lumbar.
Se propone ejercicios de flexión desde la posición de
decúbito supino hasta la posición sedente. También
insiste en el estiramiento de los músculos lumbro-
sacros y en fortalecimiento de los músculos
abdominales para evitar el desplazamiento anterior de
la columna lumbar y lograr con esto evitar la
desestabilización de la región lumbro-sacra.
La secuencia de los ejercicios permite recuperar el
perfil fisiológico de la columna, evitando la vasculación
pelvica anterior y estirando los músculos posteriores.
Al realizar la flexión de tronco se amplian los agujeros
de conjunción aliviando así el dolor y la compresión.
24. Modalidad para pacientes agudos:
Movimientos de Pataleo en decúbito supino
Dorsi flexión y planti flexión en decúbito supino
Rotaciones internas y externas de cadera desde
decúbito supino
Flexión de rodilla desde decúbito supino
Vasculaciones pélvicas
Tomar la posición de rana en decúbito supino
Abdominales
25. Modalidad para pacientes crónicos:
Flexionar una pierna y mantener la otra en
extensión. Elevar el miembro inferior
extendido y mantener la posición.
Llevar las rodillas al pecho de forma alternada
Luego, flexionar ambas caderas, llevando
ambas rodillas al pecho al mismo tiempo.
Abdominales
La secuencia de ejercicios debe realizarse 2 o 3
veces por día, por un periodo de 30 minutos.