1. Laura Padín Moreno
Marina J.A. y Mª de la Válgoma, Mª. (2006). La magia de leer. Barcelona. Plaza y
Janés: Editorial.
LA MAGIA DE LEER
Advierto al lector de esta magia por sus posibles consecuencias. La magia de este
hechizo es diferente a las que haya conocido anteriormente. Su utilidad así como su composición
y estructura, son muy diferentes a nada que haya podido aprender antes.
Esta magia llega a envolver al mago hasta tal punto que no puede dejar de usarla o dejar
de repetir la experiencia. Le transportará a otros mundos y universos jamás vistos. Hará que abra
su mente, que descubra pensamientos de otras personas, que conozca lugares y culturas sin
necesidad de moverse del sitio, y sobre todo hará del lector una persona nueva y diferente cada
vez que la conjure.
Advertido pues, comienzo con la descripción de dicha magia:
Esta magia no es blanca ni es negra, los que dividan la magia únicamente en estas dos
categorías se equivocan. Esta magia es la del “Negro sobre el Blanco”, es decir, la escritura y la
lectura. Estas dos palabras se repetirán a lo largo de este conjuro, ya que son la fuente para
crearlo.
La lectura y la escritura son dos mundos muy importantes para el ser humano donde están
guardadas las llaves que abren nuestro espíritu y nuestra mente. Somos seres lingüísticos, personas
que se comunican constantemente y necesitan la lengua para ello. Nuestra inteligencia es
lingüística, el fondo de nuestra cultura es lingüístico y nuestra convivencia también lo es. Sin la
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2. ayuda del lenguaje seríamos inarticulados e insociables, por lo que esta magia es eficaz para
dicha ayuda, y su práctica es la condición para solucionar el problema.
Un buen mago nunca debe olvidar que nuestra cultura, lo más antiguo que somos y que
sentimos, se basa en la escritura y en la lectura. Además un buen mago siempre mira dentro de sí
mismo, para recordar que somos seres humanos y que, para seguir siéndolo, jamás debemos olvidar
nuestra parte lingüística, la que nos da nuestra dignidad y nuestra particularidad como personas y
magos.
Con la práctica de esta magia se obtiene el medio más eficaz para adueñarse del
lenguaje, lo que, a su vez, desarrolla nuestra inteligencia. Por ello hay que tratarla con cuidado y
siempre utilizarla para buenas acciones que no perjudiquen a los demás.
Es el poder mágico de la lectura lo que hace posible que el pensamiento del lector se
ponga en contacto con otras formas de pensar, y que profundice en los mensajes.
Este tipo de magia viene dirigida a cualquier edad de magos que deseen utilizarla,
siempre adaptada a ese tipo de edad y a las características particulares de cada mago.
Es una magia con la que no pueden competir otras, tales como la magia de los medios
audiovisuales, a pesar de que ésta se está imponiendo entre los magos más jóvenes. La
competencia de este tipo de magia frente a la de la lectura es traidora, porque no sólo juega
con sus imágenes, información, o con la variedad de sus contenidos; sino que intoxica con su
facilidad y su rapidez. Es una magia con informaciones fáciles de descodificar, que permiten
descansar sin aburrir, lo que se ha convertido en un camino fácil hacia la felicidad. Comprándola
con la nuestra, es una magia inferior, ya que no eleva la mente hasta puntos tan altos.
Pero, ¿En qué consiste este hechizo realmente?
Pues en dos magias previas e imprescindibles: la del lenguaje y la de la escritura. Para
poder realizar este hechizo se deben poseer primero ambas, sino el dominio del conjuro y, sobre
todo, su finalidad, no se verán realizados.
La magia de la lectura se manifiesta cuando aprendemos a leer. Leer es conseguir subir a
la cima de una montaña para sentarte, respirar y observar tu poder y tu libertad.
También debemos conocer un poco del pasado de esta magia, donde antiguamente los
que la poseían eran considerados un peligro para las autoridades religiosas o dictatoriales, ya que
practicar esta magia era una actividad emancipadora, lo que resultaba siempre peligroso.
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3. Habiendo informado al lector sobre esta magia, paso a describir los seis conjuros a
practicar para despertar dentro de cada persona, este encantamiento:
1. Contagiar nuestros entusiasmos mediante una poética apasionada y tenaz.
2. Proporcionar adecuados ejemplos a los pequeños magos, aprovechando la tendencia que
tienen los seres humanos para imitar conductas.
3. Establecer metas y recompensas, ya que las personas tienden a repetir los
comportamientos que resultan premiados.
4. Gracias a que los hábitos son grandes productores de deseos, fomentar la adquisición de
los mismos.
5. Cambiar el sistema de creencias acerca de esta magia, ya que puede animar a realizarla
o al menos eliminar prejuicios en contra.
6. Allanar los caminos
Gracias a estos conjuros podremos crear nuestra propia congregación de magos lectores,
donde esta magia sea nuestro conjuro principal y deseemos practicarla una y otra vez. Pero para
poder acceder a esta congregación el mago debe demostrar que leer, es decir, practicar esta
magia, no es ni aburrido ni obsoleto, y que puede competir con la televisión, los videojuegos, el
cine o las imágenes, porque precisamente, nada tiene que ver con todo ello.
La magia de leer se apoya en El Libro, y un libro es siempre un tratado de magia que
está por abrir.
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