Jesús enseñaba a sus discípulos y seguidores las bienaventuranzas sentado en una gran piedra cuando Pedro, Andrés, Santiago, Felipe, Bartolomé y Juan lo interrumpieron con preguntas sobre si debían aprenderse el material, copiarlo o examinarse sobre él. Un fariseo también interrogó a Jesús sobre su nivel de competencia curricular, atención a la diversidad y significatividad del material de aprendizaje, llenando a Jesús de lágrimas y haciéndolo pedir la jubilación anticipada.