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Guía de estudio
Educación Adultos 2000
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Programa Educación Adultos 2000
Coordinador pedagógico:
Lic. Roberto Marengo
Equipo técnico-pedagógico:
Lic. Valeria Cohen
Lic. Daniel López
Lic. Norma Merino
Lic. Noemí Scaletzky
Lic. Alicia Zamudio
Lengua C Guía de estudios Lengua C
Coordinador/a:
Prof. Beatriz Cassella Coordinación de la producción y edición:
Lic. Alicia Coquet Lic. Norma Merino
Lic. Noemí Scaletzky
Equipo docente:
Prof. Nina Bonardi Especialistas en contenidos:
Prof. Paula Finkel Prof. Beatriz Cassella
Prof. María Adela Gallo Lic. Alicia Coquet
Prof. Verónica Ganger
Prof. Adriana Gerestein Procesamiento didáctico:
Prof. Mónica Landro Lic. Elizabeth Gothelf
Asesor de alumnos: Supervisión legal:
Lic. Edith Benedetti Dra. Fabiana Leonardo
Diseño gráfico y diagramación:
Juan Carlos Badino
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Índice
LENGUA
PRESENTACIÓN DE LA MATERIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .5
Programa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .7
Bibliografía
Cómo estudiar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .9
UNIDAD 1
LA LITERATURA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .11
1.1. ¿Por qué el hombre produce arte y literatura? . . . . . . . . . .12
La literatura como extensión de la memoria y
de la imaginación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .14
El texto y su época:la literatura como intérprete de la realidad.
Manifestación de una cosmovisión. . . . . . . . . . . . . . . . . . .15
1.2. El caracter ficcional de lo literario y su función poética . . . .16
1.3. Análisis de las obras literarias. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .18
La importancia del paratexto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .18
Los recursos expresivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .20
1.4. Los géneros literarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .27
Sinopsis de los temas de la unidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . .29
Acerca de las actividades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .30
UNIDAD 2
LA NARRATIVA: CUENTO Y NOVELA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .33
2.1. La narrativa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .33
2.2. Componentes de una obra perteneciente al género narrativo
La superestructura narrativa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .34
Autor y narrador. Tipos de narrador . . . . . . . . . . . . . . . . . .35
2.3. Análisis de cuentos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .37
2.4. Guía de análisis de textos literarios narrativos . . . . . . . . . . .51
2.5. Análisis de novelas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .55
Introducción a la novela “Ardiente Paciencia” . . . . . . . . . . .58
A modo de cierre de esta unidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .63
UNIDAD 3
EL GÉNERO DRAMÁTICO: EL TEATRO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .65
3.1. El género dramático . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .65
3.2. La representación teatral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .70
3.3. La evolución histórica del teatro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .71
De los orígenes del teatro al siglo XX - breve síntesis . . . . . .71
3.4. El teatro en España . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .73
3.5. El teatro argentino contemporáneo . . . . . . . . . . . . . . . . . .78
El grotesco en el teatro argentino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .79
A modo de cierre de esta unidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .81
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Presentación de la materia
LENGUA
Uno de los motivos de la producción de las obras de arte es la evolución de las
sociedades humanas, que vuelve imprescindible la construcción de nuevos
modos de representación del mundo.
Las formas que tiene el hombre de representarse el mundo y a sí mismo están
íntimamente ligadas a los modos de organización social y a los avances cientí-
ficos y tecnológicos. Asimismo, la mirada que tiene del mundo depende de la
filosofía de la vida, de los valores que sustentan su época histórica.
En resumen, el arte se relaciona con la necesidad del artista de conocer y expli-
car la vida. Y de compartir ese descubrimiento.
Todas estas afirmaciones acerca del arte en general cobran una especial rele-
vancia en lo que respecta a la literatura: una de sus características fundamen-
tales es precisamente esa capacidad de “significar”, es decir, de volcar en signos
los pensamientos y las emociones que la realidad despierta en el ser humano.
El propósito de esta materia es impulsarlo a reflexionar sobre las particulari-
dades del lenguaje literario, centrado en la función estética, a partir del con-
cepto de “género literario”. Sin embargo, una obra literaria no satisface sola-
mente una necesidad estética, sino que también ofrece una particular infor-
mación sobre el mundo material y sobre nosotros mismos. Nuestra pro-
puesta de análisis de textos literarios de variado origen apunta precisamente a
estos dos ejes.
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6 EDUCACIÓN ADULTOS 2000 • Lengua
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Programa
LENGUA
UNIDAD 1
LA LITERATURA
1.1. ¿Por qué el hombre produce arte y literatura?
La literatura como extensión de la memoria y
de la imaginación
El texto y su época:la literatura como intérprete de la realidad.
Manifestación de una cosmovisión.
1.2. El caracter ficcional de lo literario y su función poética
1.3. Análisis de las obras literarias.
La importancia del paratexto
Los recursos expresivos
1.4. Los géneros literarios
Sinopsis de los temas de la unidad
UNIDAD 2
LA NARRATIVA: CUENTO Y NOVELA
2.1. La narrativa
2.2. Componentes de una obra perteneciente al género narrativo
La superestructura narrativa
Autor y narrador. Tipos de narrador
2.3. Análisis de cuentos
2.4. Guía de análisis de textos literarios narrativos
2.5. Análisis de novelas
Introducción a la novela “Ardiente Paciencia”
UNIDAD 3
EL GÉNERO DRAMÁTICO: EL TEATRO
3.1. El género dramático
3.2. La representación teatral
3.3. La evolución histórica del teatro
De los orígenes del teatro al siglo XX - breve síntesis
3.4. El teatro en España
3.5. El teatro argentino contemporáneo
El grotesco en el teatro argentino
UNIDAD 4
EL GÉNERO LÍRICO: LA POESÍA
4.1. El género lírico: la poesía
Estructura de la poesía
La rima
La métrica
4.2. Poetas de España
Gustavo Adolfo Bécquer
Poetas de los siglos XIX y XX
4.3. Los poetas de Latinoamérica
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Bibliografía
“Tomo la palabra 8", VV.AA., Buenos Aires, Colihue, 1999.
“Tomo la palabra 9", VV.AA., Buenos Aires, Colihue, 2000.
“Cómo se escribe 8", Alicia Coquet, Buenos Aires, Norma, varias ediciones.
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Cómo estudiar
En esta Guía de estudio se incluyen:
LENGUA
• Presentaciones de las unidades y temas que las conforman. En ellas encon-
trará las ideas fundamentales para abordar los textos y resolver las activida-
des propuestas. Recuerde que para cada unidad, luego de leer los textos
indicados, puede volver a consultar estas ideas en caso de que sea necesario.
• Indicaciones para leer la bibliografía.
• Fragmentos seleccionados de ciertos textos literarios o científicos con la
intención de presentar algunos conceptos que se trabajan en las unidades
de esta materia.
• Actividades que le indican el proceso que le proponemos realizar para tra-
bajar los contenidos de la materia.
• Acerca de las actividades: bajo este título encontrará la resolución de algu-
nas de las actividades. Le recomendamos consultarlas después de elaborar
sus propias respuestas. Nuestras respuestas le servirán como guía para
autocorregirse.
• Actividades de autoevaluación, que le brindarán la oportunidad de inte-
grar sus conocimientos y tomar decisiones acerca de su presentación a exa-
men, la asistencia a consultorías, la vuelta al estudio de algunos conteni-
dos, etc.
¿Cómo utilizar la Guía?
La Guía es la herramienta de estudio fundamental, por lo tanto un uso ade-
cuado favorecerá su proceso de aprendizaje.
Para ello tenga en cuenta las siguientes recomendaciones.
• Utilice la guía para estudiar los contenidos de la materia. También puede
consultar la bibliografía complementaria sugerida.
• Respete el orden de presentación de los temas. Recurra a la lectura de los
textos cada vez que la Guía lo señala.
Los textos destacados que irá encontrando en diversas partes de esta Guía
señalan que se trata de un concepto importante o una indicación que no debe
pasar por alto.
Si tuviera dificultad para entender algunos términos que aparecen en la Guía o
en los textos, recurra a un diccionario o a la bibliografía señalada para la unidad.
Realice las actividades que se le proponen en el momento en que se indican
como parte fundamental de su proceso de estudio. El proceso de comprensión
de los temas del programa requiere de la realización de esas actividades, ya que
le permiten relacionar la información, comparar ideas, analizar ejemplos, apli-
car conceptos a situaciones de la vida cotidiana, etc.
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Es muy importante que usted aprenda a escribir textos. Hay muchas activida-
des que le proponen hacerlo. Un consejo: una vez terminados, trate de leer
algunos de sus escritos a otra persona, para comprobar si pudo expresar correc-
tamente lo que intentaba comunicar. Preste especial atención a estas activida-
des de escritura, porque a escribir correctamente solo se aprende practicando
muchas veces y haciendo correcciones.
Las Respuestas a las Actividades de Autoevaluación le permitirán reflexionar
acerca de la actividad que realizó y analizar cuáles son las ideas que debieron
orientar la elaboración de las respuestas. A partir de esta lectura podrá saber
no solo si contestó correctamente, sino más bien, si pensó su respuesta desde
los conceptos e ideas adecuadas.
Además del diccionario le aconsejamos consultar periódicamente el libro
¿Cómo se escribe? 8, de Alicia Coquet, Kapelusz, Buenos Aires, 1999, para revi-
sar su ortografía. Escribir sin errores ortográficos es importante en cualquier
instancia de comunicación escrita y le recomendamos que lo tenga en cuenta.
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1
UNIDAD 1
UNIDAD
LA LITERATURA
Introducción
En la Guía de Lengua B explicamos los conceptos de discurso y género. Vamos
a recordarlos aquí porque serán útiles para comprender los contenidos que
desarrollaremos en Lengua C:
Los seres humanos usamos el lenguaje para comunicarnos. Lo hace-
mos en un momento y lugar determinado y en relación con otros.
El concepto de “discurso” se refiere al uso lingüístico contextuali-
zado, es decir, al uso de la lengua en una situación determinada de
la realidad.
Como hemos visto en las guías anteriores, las diferentes situaciones de la rea-
lidad exigen usos diferentes del lenguaje. Los distintos enunciados que las per-
sonas producen reflejan esferas distintas de actividad. Un conjunto de enun-
ciados relacionados con una actividad profesional particular, por ejemplo, el
ejercicio de la medicina, genera un discurso especializado: el discurso médico.
Así, podría hablarse de distintos géneros discursivos como por ejemplo el
género periodístico, científico, jurídico, etc.
En las unidades 3 y 4 de la guía de Lengua B nos hemos dedicado especial-
mente al tratamiento del género periodístico y del publicitario. Pero hay otra
esfera de la actividad humana que nos interesa especialmente y es la literaria.
En Lengua C, estudiaremos el discurso literario.
Quien ha experimentado placer al leer una obra literaria buscará sentir esa sen-
sación una y otra vez porque la literatura nos permite entender la propia vida
a través de lo escrito, vibrar con otras historias y, al mismo tiempo, recono-
cernos en ellas como individuos y como integrantes de una comunidad.
Para comenzar a caracterizar el género literario podemos decir que en él exis-
te un predominio de la función estética del lenguaje.
En esta primera unidad comenzaremos presentando las características del dis-
curso literario para que usted se familiarice con ellas antes de comenzar la lec-
tura de los textos que le propondremos en las siguientes unidades. Para ello
trataremos aquí los siguientes contenidos:
• ¿Por qué el hombre produce arte y literatura?
• La literatura como extensión de la memoria y de la imaginación.
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• El texto y su época: la literatura como intérprete de la realidad.
Manifestación de una cosmovisión.
• El carácter ficcional de lo literario y su función poética.
• Análisis de obras literarias. ¿Cómo y para qué abordar un texto literario?
• Los géneros literarios.
1.1. ¿Por qué el hombre produce arte y
literatura?
Para comenzar a hablar sobre la literatura, es conveniente recordar que el arte
(la pintura, la escultura, la música, la danza, la literatura, etc.) ha sido una
constante en la historia de la humanidad.
Desde siempre, el hombre ha estado ocupado en la obtención de alimentos, la
construcción de viviendas y de objetos que faciliten su existencia. Sin embar-
go, y a pesar del intenso esfuerzo que requiere la subsistencia, el hombre siem-
pre encontró y encuentra un espacio y un tiempo para dedicarse al arte. El arte
le permite comunicar su mundo interno y su percepción de lo que lo rodea.
Todas las artes se valen de un medio para expresarse, esto es, de una materia
en particular. El medio de que dispone la literatura es el lenguaje, la palabra.
Si se escribe porque hay una necesidad de crear, es conveniente decir que
crear es modificar lo existente en algún sentido. Algo que no estaba entre las
cosas de este mundo cobra existencia y la realidad se torna distinta de lo que
era antes de esa creación. Lo creado además expresa algo sobre la realidad
de la que ahora ya forma parte.
Toda obra literaria es un llamado al lector, con el fin de que cobre existencia
el des-cubrimiento o revelación de la realidad que el escritor ha producido.
Pues bien, el arte nos enseña a mirar “con otros ojos” las cosas del mundo. Lo
cotidiano, por lo tanto, se puede volver -gracias al arte- asombroso, nuevo,
diferente.
Actividad n° 1
a. Lea atentamente el siguiente poema:
Que el verso sea como una llave
que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
cuanto miren los ojos creado sea,
y el alma del oyente quede temblando.
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Levanta nuevos mundos y cuida tu palabra;
el adjetivo, cuando no da vida, mata.
Estamos en el ciclo de los nervios.
El músculo cuelga,
como recuerdo, por los museos;
mas no por eso tenemos menos fuerza:
el vigor verdadero reside en la cabeza.
Porque cantáis a la rosa, ¡oh, Poetas!
Hacedla florecer en el poema;
Sólo para nosotros
Viven todas las cosas bajo el sol.
El poeta es un pequeño Dios.
Arte Poética de Vicente Huidobro (chileno, 1893-1948)
La palabra virtual. Antología de poesía latinoamericana. ¿Qué es un movimiento literario?
En: http//lapalabravirtual.com Es una transformación en la forma de pro-
ducir arte, que se desarrolla en una deter-
El poeta Vicente Huidobro encabezó un movimiento minada época. Afecta al arte en general y
por ende a la literatura. Esta transforma-
literario vanguardista, al que denominó “Creacionismo”.
ción implica cambios estéticos e ideológi-
Su objetivo: encontrar un universo nuevo del lengua- cos en la manera de escribir y en los fun-
je a través de las relaciones distintas, imaginativas y damentos de la escritura. Algunos movi-
mientos literarios importantes son:
poco frecuentes que se establecen entre las palabras.
Renacimiento (siglo XVI), Barroco (siglo
De este modo, el creacionismo intenta dar nueva vida XVII), Romanticismo y Realismo (siglo XIX),
a las cosas viejas a través del lenguaje. Modernismo (fines del XIX y principios del
XX), Vanguardias.
b. ¿En cuál de los versos se hace totalmente explí-
cita esta intención?
c. Establezca relaciones entre los versos de la primera estrofa y lo que hemos plantea-
do acerca de la función del arte como instrumento de “descubrimiento” y “revela-
ción” frente al mundo. Escriba sus conclusiones sobre este tema.
Actividad n ° 2
a. Lea atentamente el poema de la escritora argentina contemporánea Irene Gruss, que
se transcribe a continuación:
Consecuentemente, ella empezó a lavar su ropa
puso agua en un balde
1º estrofa
y agitó el jabón con un sentimiento ambiguo:
era un olor nuevo y una nueva certeza para
contar el mundo.
'Mirar cómo se rompen las burbujas, dijo, 2º estrofa
no es más extraño que mirarse a un espejo'.
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Creía que hablaba para sus papeles
y se rió, mientras tocaba el agua.
La ropa se sumergía despacio, y 3º estrofa
la frotaba despacio, a medida que
iba conociendo el juego.
Decidida,
tomó cada burbuja de jabón
y le puso un nombre; era
4º estrofa
lo mejor que sabía hacer hasta ahora,
nombrar, y que las cosas
le estallaran en la mano.
b. ¿Por qué una actividad común y corriente, como es “lavar la ropa”, se transforma de
pronto en un descubrimiento? Establezca la relación (a partir de lo que se ha señala-
do con respecto a la función del arte) entre lo que dice el poema y el arte como ins-
trumento de “revelación” frente a las cosas cotidianas.
LA LITERATURA COMO EXTENSIÓN DE LA MEMORIA Y DE LA
IMAGINACIÓN
“De los diversos instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro.
Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensio-
nes de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada,
extensiones de su brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la
memoria y de la imaginación”.
Jorge Luis Borges
¿Alguna vez mientras leía un cuento o una novela, sintió pena o alegría por
alguno de los sucesos que se narraban allí? Quizá haya encontrado parecidos
entre la vida de alguno de los personajes de un cuento y su propia vida o la
vida de alguna persona conocida. Cuando lee un buen libro de literatura, el
lector se reconoce o se identifica con alguna de las figuras de ficción y hasta
puede imaginarse a sí mismo reflejado en sus comportamientos y acciones, en
sus modos de reflexionar, etc. Por eso Borges nos habla de la “extensión de la
memoria y de la imaginación” en la cita que transcribimos.
No solo la literatura, el arte en general se vincula con las profundas necesidades
e inquietudes del ser humano: el amor, el desamor, el deseo de trascendencia, la
tristeza, el honor, la muerte, el coraje, el dolor, la injusticia, el poder, Dios. Es
un producto -a la vez subjetivo y social- que habla de nosotros: de nuestras espe-
ranzas y de nuestros miedos, de nuestros afanes y de nuestras organizaciones e
instituciones sociales: la familia, la iglesia, la escuela y tantas otras.
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Los que crean, son hombres cuya función es justamente ver y hacernos ver
aquello que nosotros no percibimos naturalmente. Estos sujetos - decidida-
mente sociales ya que expresan los valores y las representaciones de una socie-
dad - a medida que nos “hablan”, provocan en nosotros la aparición de pen-
samientos que acaso estuvieran latentes en nuestras mentes, pero que se
encontraban invisibles (como una imagen fotográfica que aún no ha sido
sumergida en la sustancia que finalmente la revelará). Cada lector se identifi-
ca con determinados autores, personajes, situaciones, temas; unos prefieren el
cuento, otros la poesía. Cada lector cuando lee pone en juego su experiencia
personal, sus emociones, sus estados de ánimo y en virtud de ello otorga deter-
minados significados a lo que lee.
EL TEXTO Y SU ÉPOCA:
LA LITERATURA COMO INTÉRPRETE DE LA REALIDAD.
MANIFESTACIÓN DE UNA COSMOVISIÓN
Las formas que tiene el hombre de representarse el mundo y a sí mismo están
íntimamente ligadas a los modos de organización social y a los avances cientí-
ficos y tecnológicos de la sociedad en que vive. Asimismo, la mirada que tiene
del mundo depende de la filosofía de vida y de los valores que sustentan su
época histórica. Por dar un ejemplo actual y de nuestro país, la sociedad argen-
tina se preocupa por el problema de la recuperación de la identidad de los
hijos de desaparecidos durante la última dictadura militar. Esto se refleja, entre
otras manifestaciones artísticas, en el llamado “Teatro por la identidad”, al que
nos referimos en la Unidad 3.
El arte se relaciona con la necesidad del artista de conocer y explicar la vida y de
compartir ese descubrimiento. El lenguaje del arte cambia nuestra percepción de
las cosas cotidianas, les da otro sentido, las resignifica.
En síntesis, una obra literaria no satisface solamente una necesidad estética, sino
que también ofrece una particular información sobre el mundo y sobre nosotros
mismos.
Cada vez que le propongamos analizar un texto literario tendremos en
cuenta este aspecto: los múltiples sentidos y las informaciones que el arte
nos da sobre las personas, las cosas, los contextos socio - históricos, etc.
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1.2. El caracter ficcional de lo literario y su
función poética
Hasta aquí hemos hablado del discurso literario, pero ¿qué es literatura?,
¿cómo se define lo literario?
Muchos especialistas coinciden en afirmar los aspectos que definen lo litera-
rio son dos:
• su carácter ficcional
• el predominio de la función poética
Carácter ficcional
En efecto, la ficción caracteriza la obra literaria; todo en ella nos remite a un
mundo imaginario, ficticio, que es invención o recreación del autor. Sin
embargo, este carácter ficcional no implica que la literatura esté desvinculada
de la realidad y de los otros discursos sociales porque una obra literaria es pro-
ducto de su época y por eso es importante tener en cuenta el contexto histó-
rico en que fue creada. Del mismo modo, los lectores también somos influi-
dos por el contexto en que vivimos y los discursos sociales de nuestra época
pesan al momento de interpretar una obra literaria.
Denotación y connotación Predominio de la función poética
Las palabras tienen significados estableci- El otro aspecto que define la literatura es el predominio de
dos, los que figuran en el diccionario, que
pueden ser interpretados por todos los la función poética o estética. Esta función hace que la obra
hablantes de una misma manera. A esta se centre en su propio mensaje, es decir, que tanto la selec-
cualidad del lenguaje se la llama denota-
ción. La denotación está ligada a la fun-
ción como la combinación de las palabras cobran impor-
ción informativa o referencial de la lengua. tancia. Las palabras sugieren, connotan.
Cuando la función del lenguaje es infor-
mativa, los significados de las palabras La función poética persigue, entonces, como principal
deben ser precisos: es necesario que se finalidad producir un goce estético y para ello apela a una
entienda claramente qué se quiere decir.
serie de recursos del lenguaje. En efecto, el texto literario
Sin embargo, el lenguaje también tiene la
posibilidad de expresar más allá del signifi- se caracteriza por la presencia de figuras retóricas o recur-
cado literal de la palabra (es decir, de la sos expresivos (es decir, metáforas, personificaciones, antí-
definición que aporta el diccionario).
Cuando la palabra sugiere, cuando abre las
tesis, etc.; recursos que explicaremos más adelante, en esta
puertas de la imaginación, cuando provoca misma unidad) y una selección cuidadosa del vocabulario
recuerdos y asociaciones que tienen que y del estilo. Hay que decir que, si bien los mencionados
ver con la propia experiencia, decimos que
esa palabra connota. recursos pueden utilizarse en otros ámbitos (en la vida
La connotación es característica de las cotidiana y en la publicidad, por ejemplo), es en los tex-
funciones poética, emotiva y apelativa del tos literarios donde los recursos expresivos adquieren el
lenguaje.
valor de una mirada nueva y original sobre el mundo.
16 EDUCACIÓN ADULTOS 2000 • Lengua
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Como en el género literario el lenguaje se concentra más en cómo decir algo
(con qué formas, con qué figuras, con qué recursos, con qué estilo, etc.) que
en el qué decir sobre ese algo, se dice que la función estética es la que pre-
domina en los enunciados literarios. Más allá de que también coexistan
otras funciones como la referencial, la emotiva y la apelativa. En efecto, además
de provocar placer estético, el arte influye sobre la voluntad (incita a reflexionar,
a realizar acciones, mediatas o inmediatas, en alguna dirección en particular) y
apunta a la inteligencia y al conocimiento.
Si usted no tiene presente en este momento las funciones del lenguaje, podrá repa-
sarlas en la Unidad 1 de la Guía de Lengua B.
Actividad n° 3
Veamos como ejemplo este fragmento de una poesía del escritor español Antonio
Machado:
Amanecer de otoño
Está la tierra mojada
por las gotas del rocío.
Y la alameda dorada,
hacia la curva del río.
Antonio Machado, Obra poética, Pleamar, Buenos Aires, 1944.
Todos los hablantes de nuestra lengua sabemos qué significan tierra mojada, rocío, ala-
meda y río. Conocemos el valor denotativo de estas palabras. Si alguno no lo supiera, le
bastaría con buscar la palabra desconocida en un diccionario para comprenderlo.
Sin embargo, cada una de estas palabras tiene matices diferentes para cada individuo.
Seguramente producirán, en cada uno de los lectores del poema, diferentes emociones
y sensaciones, provocarán recuerdos, asociaciones e imágenes que tienen que ver con las
propias experiencias vividas. Es decir, las palabras también sugieren, evocan, abren las
puertas a otros significados, connotan.
a. Relea el fragmento del poema de Machado.
b. Piense en cada una de estas palabras: tierra mojada, rocío, alameda y río. ¿Qué le
sugieren? ¿Qué recuerdos le traen? ¿Qué olores, sonidos, imágenes, en fin, qué sen-
saciones convocan estos vocablos en usted? ¿Qué asociaciones le provocan?
Anote todas las ideas que acudan a su mente.
c. Si lo desea, intente escribir un texto poético (en verso o en prosa) para expresar algu-
nos de esos recuerdos o sensaciones.
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1.3. Análisis de las obras literarias
Cuando una persona aborda la lectura de una obra literaria, puede hacerlo de
distintas maneras. Una posibilidad consiste en recorrer las páginas como lec-
tores ingenuos, sin realizar ningún tipo de análisis. Este contacto inmediato
con el texto puede generar placer estético, así como apreciaciones valiosas
desde un punto de vista subjetivo.
Pero una cosa es sentir placer estético o presentir que se nos está mostrando el
mundo de una manera diferente a la del sentido común y la mirada cotidiana
y otra es valorar los elementos capaces de generar el placer y el conocimiento.
Para lo primero basta la espontaneidad; para lo segundo se requiere una serie
de conocimientos que se deben ir adquiriendo. A través de esos conocimien-
tos podremos apreciar no solo los recursos estrictamente poéticos de la obra,
sino también descubrir los valores que manifiesta en relación con su tiempo
histórico y social y de esta manera, comparar distintos enfoques del mundo.
El conocimiento de otras miradas nos hace “más sabios” porque la información
que obtenemos cuando nos contactamos con diferentes perspectivas, nos ayuda
a reflexionar sobre nuestro mundo y sobre nuestra sociedad en particular.
Para apreciar en forma completa una obra literaria y aprender a través de ella es
importante, en primer lugar, detectar algunos datos que nos permitan contex-
tualizarla y luego, durante la lectura, estar atentos a los recursos expresivos que
el autor ha utilizado.
A continuación nos detendremos en el paratexto que nos dará informa-
ción general sobre la obra que decidamos leer. Luego estudiaremos algu-
nos recursos expresivos que podemos encontrar en los textos literarios o
utilizar cuando queremos escribir un cuento, un poema, etc.
LA IMPORTANCIA DEL PARATEXTO
Algunas veces, no es muy fácil determinar a primera vista si una obra es o no
de ficción. Leer el paratexto será de gran ayuda para lograrlo.
Usted ya sabe qué es el paratexto de un artículo periodístico*, pero, ¿cuál es el
paratexto de un libro impreso? Pues bien, es el conjunto de todos los elemen-
tos que rodean al texto, por ejemplo: tapa, contratapa, índice, prólogo, foto-
grafías, gráficos, etc. Dichos elementos permiten clasificar al libro dentro de la
gran variedad de discursos existentes; de alguna manera lo definen.
* Si no recuerda el concepto de paratexto, consulte la Unidad 2 de la Guía de Lengua A.
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Actividad n° 4
a. Lea con atención la tapa, parte de la contratapa y de la solapa de Historias imagina-
rias de la Argentina, de Pedro Orgambide.
Pedro Orgambide, Historias imaginarias de la Argentina, Editorial Legasa, Buenos Aires, 1986.
b. Determine si se trata o no de un libro de ficción. Fundamente su respuesta indican-
do los elementos que le permitieron arribar a sus conclusiones.
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LOS RECURSOS EXPRESIVOS
Los escritores seleccionan meticulosamente el vocabulario de sus textos, com-
binan las palabras con esmero y utilizan variedad de recursos expresivos.
Los recursos expresivos de uso más frecuente son:
• comparación
• metáfora
• imágenes sensoriales y anímicas
• sinestesia
• antítesis
• personificación
• anáfora
• hipérbole
• hipérbaton
Reconocer estos recursos le permitirá comprender mejor la obra literaria.
Descubrir qué nos sugieren las palabras, cómo nos emocionan, qué evocan en
nosotros aumenta también nuestra capacidad de disfrute, nos proyecta, abre
las puertas de nuestra imaginación. Además, incorporar algunos de estos
recursos le será útil para enriquecer sus propios escritos.
Veamos en detalle uno por uno:
La comparación cosiste en comparar un elemento con otro, utili-
zando un nexo comparativo (como, cual).
Aquí presentamos un ejemplo extraído de la poesía Le digo a un sauce, de
Baldomero Fernández Moreno:
Cuando desciende el sol, ¡oh, sauce!, al iluminarte,
te atraviesa como un puñal de parte a parte;
En los versos anteriores, el poeta compara al sol, que atraviesa con sus rayos
el follaje, como un objeto punzante, el puñal.
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Lean este otro ejemplo:
Valparaíso es secreto, sinuoso, recodero. En los cerros se derrama la pobretería como
una cascada. Se sabe cuánto come, cómo viste (y también cuánto no come y cuán-
to no viste) el infinito pueblo de los cerros.
(Pablo Neruda, en“Confieso que he vivido”, Bs. As. Círculo de lectores, 1975).
La metáfora implica una comparación entre dos elementos, pero
abreviada, es decir, sin el nexo comparativo. La metáfora puede
definirse entonces como una analogía entre dos términos, uno real
y otro imaginario. Algunas veces el autor menciona los dos térmi-
nos de la comparación como por ejemplo: “ tus mejillas, dos rosas
de primavera”. Otras veces el autor elige expresar solo el término
imaginario que queda en lugar del término aludido, por ejemplo:
“dos lirios perforaron su vientre”.
Los siguientes versos pertenecen al poema Sonatina, en “Prosas profanas”, de
Rubén Darío (poeta nicaragüense). Contienen dos metáforas:
La princesa está triste… ¿qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
Que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
[…]
y están tristes las flores por la flor de la corte.
(fragmento)
En el segundo verso, el poeta compara el color y la forma de la boca de la prin-
cesa con el de una fresa; en el último, compara a la princesa con una flor: la
flor de la corte.
Otro ejemplo de metáfora:
Mi verso es un ciervo herido
que busca en el monte amparo.
(José Martí, en “Versos sencillos”, La Habana, Extramuros, 1991)
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El poeta utiliza las imágenes cuando quiere provocar en el receptor
una representación mental de lo que él piensa o siente. Las que
hacen referencia a los sentidos se llaman sensoriales. Pueden ser:
visuales, olfativas, auditivas, gustativas y táctiles. Las anímicas des-
criben estados de ánimo o sentimientos.
A continuación presentamos algunos ejemplos:
Yo adoro un pueblo lejano
con un caminito aldeano
fragante al atardecer à imagen olfativa
(Rafael de Diego, Sueño del atardecer, en “El libro de los mil sonetos”. Recopilación, selección
y clasificación de Héctor Mirri. Buenos Aires, Claridad, s/f ).
Ya nunca te he de olvidar...
en la arena me escribías.
El viento lo fue borrando,
y estoy tan solo mirando el mar. à imagen anímica
(Jaime Dávalos, Tonada del viejo amor. En “Introducción literaria II”, Editorial Estrada,
Buenos Aires, 1984).
La sinestesia consiste en asociar imágenes provenientes de diferen-
tes sentidos o de algún sentido y estados de ánimo.
En el siguiente ejemplo, Juan Ramón Jiménez (escritor español) logra en estos
versos una sinestesia, combinando una imagen visual y una gustativa:
...Yo voy muerto, por la luz
agria de las calles...
Aquí la palabra agria remite a una sensación gustativa, mientras que luz hace
referencia a una imagen visual. Ambas sensaciones combinadas producen una
impresión más rica que la de una única imagen. Este recurso se denomina
sinestesia.
Otro ejemplo:
El atajacaminos iba
dando su grito humedecido à Grito: imagen auditiva; humedecido, táctil
1 a la orilla de los cenotes1.
Cenote: depósito de
agua subterráneo. (Pablo Neruda, en “Selección de poemas 1925-1952”, Círculo de lectores, Barcelona, 1973).
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La antítesis contrapone expresiones o palabras de valor semántico
opuesto.
“No es para mal de ninguno
sino para bien de todos”
(José Hernández, en “Martín Fierro”, Colihue/ Hachette, Buenos Aires, 1978).
La personificación es un recurso expresivo que consiste en atribuir-
le características humanas a algo que no lo es.
Sirvan como ejemplo los dos primeros versos de la poesía La guitarra, del escri-
tor español Federico García Lorca:
Empieza el llanto
de la guitarra.
El llanto no es propio de los objetos (en este caso, la guitarra) sino de las per-
sonas. Con esta personificación, el poeta alude al sonido de ese instrumento.
Otro ejemplo:
“En aquel caserón de ocho ventanas enrejadas seguía trabajando la muerte.
Estaba en todas partes, diligente, solícita, ordenando sus pompas…”
(Alejo Carpentier, en “Los pasos perdidos”. Ediciones del 80, Buenos Aires, 1985).
La anáfora consiste en la repetición de una o más palabras, general-
mente al comienzo del verso, para dar mayor énfasis a lo que se dice.
Observe el siguiente ejemplo:
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada mal barbado.3
(Francisco de Quevedo, A una nariz. En “Obras Completas”, Editorial Rasco, Sevilla, 1897).
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La hipérbole es una expresión exagerada respecto de una circuns-
tancia, una propiedad de un objeto, una persona, etc.
Observe en el siguiente párrafo, la hipérbole subrayada
Mientras los pescadores bajaban por la cañada al Charco del limosnero, los del
grupo de la carpa, hombres y mujeres que fueron llegando, hombres picados de
viruela unos, otros con barbas, bigotes y cejas negras color azabache, y señoritas de
tacones del suelo al cielo o señoras con peinetas cuajadas de pedrería, fueron exten-
diendo la carpa por el suelo, sobre la grama…
(Miguel Ángel Asturias, El alhajadito, Losada, Buenos Aires, 1979).
El hipérbaton consiste en la alteración violenta del orden sintácti-
co de la oración (sujeto, verbo, modificadores), para enfatizar el
elemento que aparece en primer lugar.
Marchitará la rosa el viento helado,
Todo lo mudará la edad ligera,
Por no hacer mudanza en su costumbre
(Garcilaso de la Vega, Soneto XXIII, en “Obras completas”, Castalia, Madrid, 1968).
Actividad n° 5
Para que usted comience a disfrutar la lectura de excelentes autores, a
continuación transcribimos un poema del escritor uruguayo Mario
Benedetti. Además, con el objeto de que comience a interpretar el len-
guaje poético y los recursos expresivos, le proponemos algunas consignas
para analizar la poesía.
a. Lea la poesía y observe el libre uso que Benedetti hace de los signos de puntuación.
Estados de ánimo
Unas veces me siento
como pobre colina
y otras como montaña
de cumbres repetidas
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unas veces me siento
como un acantilado
y en otras como un cielo
azul pero lejano
A veces uno es
manantial entre rocas
y otras veces un árbol
con las últimas hojas
pero hoy me siento apenas
como laguna insomne
con un embarcadero
ya sin embarcaciones
una laguna verde
inmóvil y paciente
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces
sereno en mi confianza
confiado en que una tarde
te acerques y me mires
te mires al mirarme.
Mario Benedetti, en “El amor, las mujeres y la vida”,
Seix Barral, Buenos Aires, 1995.
b. Explique el título del poema.
c. En las dos primeras estrofas hay cuatro comparaciones. Encuéntrelas y explique su
significado.
d. Identifique en el texto al menos dos metáforas y explique lo que significan en rela-
ción con el resto de la poesía.
e. ¿Qué sentimientos expresa el poeta en las tres últimas estrofas? Ejemplifique sus afir-
maciones con elementos del texto.
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Actividad nº 6
a. Lea el siguiente poema del escritor argentino Fermín Estrella Gutiérrez.
Paisaje
Camino, camino blanco
sobre la verde gramilla,
nublado cielo a lo lejos,
y el aire, ceniza fría.
Junto al camino reseco,
aromos -flor amarilla-
y una carreta entoldada,
las dos varas para arriba.
Círculo de sombras pardas
que comen y se persignan.
En el centro, llama roja
que cruje, flamea y silba.
Lejos, las verdes colinas
y la tierra negra, ardida.
Y los palos del telégrafo
caminando en fila india.
El cielo gris se oscurece,
campos y árboles se enfrían;
las sombras, círculos negros,
y el fuego, llama blanquísima.
Fermín Estrella Gutiérrez, en "Destierro", Buenos Aires, El Ateneo, 1935.
b. En la poesía aparecen subrayadas algunas imágenes sensoriales. Señale en cada caso
de cuál se trata.
c. “Círculo de sombras pardas” es una metáfora. Explíquela teniendo en cuenta el resto
del poema.
d. En la cuarta estrofa aparece una personificación. Subráyela y explíquela.
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Actividad nº 7
a. Lea atentamente el siguiente fragmento del escritor argentino Ernesto Sábato:
“Un escritor verdaderamente revolucionario es el que nos ofrece una nueva visión de
la realidad o -lo que acaso sea lo mismo-, una visión de la nueva realidad, esa nueva
realidad que se ha ido gestando oscuramente en el seno de la anterior y que aún resul-
ta invisible para la mirada de los hombres corrientes...”
(en “El libro de los autores, antología de P. Lugones”, Ediciones de La Flor, 1967).
b. Ahora seleccione algún cuento, novela, poesía o película que le haya impresionado
especialmente. Justifique esa elección y reflexione acerca de la visión de la realidad
que le proporcionó esa obra. Escriba sus conclusiones.
Actividad n° 8
A escribir se aprende escribiendo. Por eso, para que usted ejercite la producción de tex-
tos, le proponemos algunas actividades. ¿Alguna vez escribió un texto literario? ¿Se
anima a escribir un poema sobre su infancia, que incluya, en cualquier orden, algunas
de estas palabras: “niñez”, “encuentro”, “perro”, “primer”, “esperanza”, “sueños” y
“libertad”? Si es así, hágalo tratando de utilizar conscientemente algunos de los recur-
sos expresivos tratados en esta unidad.
1.4. Los géneros literarios
Al comienzo de esta unidad definimos el discurso y el género literario.
Podemos distinguir el texto literario de otros géneros como el periodístico o el
científico. También es posible clasificar las distintas producciones literarias en
subclases según sus semejanzas y sus diferencias. Los estudiosos lo han inten-
tado desde la antigüedad. Así fue como se establecieron los que tradicional-
mente se conocen como géneros literarios:
• Narrativo
• Lírico
• Dramático
El cuento y la novela pertenecen al género narrativo; la poesía, al lírico; el tea-
tro, al dramático.
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En esta unidad hemos comenzado a analizar algunos textos literarios. A lo
largo de esta Guía, seguiremos leyendo y analizando obras pertenecientes
a los tres géneros. En adelante lo invitamos a centrar su atención sobre
cuentos y novelas, es decir, a aprender cómo se leen y analizan los textos
literarios narrativos.
Hay reglas que establecen qué y cómo es un cuento, qué y cómo es una nove-
la, qué y cómo es un poema, etc. Sin embargo, hay que aclarar que esas reglas
no son eternas, van cambiando como los hombres, como las sociedades, como
las ideas, como la vida misma.
Hemos seleccionado obras de algunos escritores de diversas nacionalidades
con el fin de acercarle un espectro amplio de textos. Así, usted podrá conocer
(si es que antes no han llegado a sus manos) y disfrutar de autores como Poe,
Stevenson o Bierce, junto con Neruda o Skármeta, por nombrar solo algunos
de ellos.
En esta unidad hemos intentado acercarle una visión general de la literatura
como manifestación de un arte que ha acompañado al hombre a través de los
tiempos. A lo largo de esta Guía iremos leyendo y disfrutando diferentes obras
literarias, tratando de realizar una interpretación meditada y cuidadosa que
contemple no solo el texto, sino al autor y su época. Las herramientas que le
hemos presentado en esta unidad le serán muy útiles en ese fascinante reco-
rrido que le proponemos.
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Sinopsis de los temas de la unidad
El discurso
literario
Función del El texto es producto de su
Carácter
lenguaje predominante: contexto. La obra literaria
ficcional
poética es intérprete de la realidad.
Posibilidades del lenguaje
Connotar: sugerir, provocar, abrir las
Denotar: expresar literalmente el signi-
puertas de la imaginación.
ficado de una palabra.
La connotación es característica de las
La denotación es propia de la
funciones poética, emotiva y apelativa
función referencial del lenguaje.
del lenguaje.
Comparación
Metáfora
Imágenes sensoriales y anímicas
Sinestesia
Recursos expresivos
Antítesis
Personificación
Anáfora
Hipérbole
Hipérbaton
Géneros literarios
Tradicionales
Narrativo Lírico Dramático
Cuento y Novela Poesia Obras de teatro
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Acerca de las actividades
LENGUA
Aquí encontrará una clave de respuestas para ciertas actividades de la Guía que pueden
ofrecer dificultades para su realización. Compare con las actividades ya realizadas por usted
y reflexione sobre los aciertos y los errores que encuentre.
Ac t i v i d a d n º 5
b. El poema se llama “Estados de ánimo” porque describe los estados de ánimo del poeta.
c. Comparaciones:
Unas veces me siento
como pobre colina à chato como una colina baja.
y otras como montaña à alto e imponente como una cordillera
de cumbres repetidas
unas veces me siento
como un acantilado à riesgoso y vertiginoso como un acantilado
y en otras como un cielo
azul pero lejano à calmo y tranquilo como el cielo azul
d. Metáforas:.
A veces uno es
manantial entre rocas à uno es joven, ágil y bullente como un manantial
y otras veces un árbol
con las últimas hojas à ya no es joven, se siente cerca de la muerte.
e. Se siente sereno, tranquilo, conforme con su destino, confiado, esperando el amor de su
amada.
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2
UNIDAD 2
UNIDAD
La narrativa: cuento y novela
Introducción
La narración está presente en la vida del hombre desde sus orígenes. Ya en las
pinturas del hombre prehistórico y en sus ritos religiosos estaban presentes los
relatos, la necesidad de contar y comunicar de alguna forma, una escena de
caza o la relación con los dioses. Las narraciones que aparecen desde los ini-
cios de la humanidad nos permiten pensar que el relato forma parte de la esen-
cia humana.
En nuestra sociedad actual, los cuentos y novelas entusiasman a los niños y
adultos. Además, la narración está presente en casi todas las actividades. ¿Qué
es una buena película sino una historia muy bien contada con recursos fun-
damentalmente visuales?
En esta unidad, entonces, nos dedicaremos a los textos narrativos de fic-
ción. Esperamos que disfrute de la selección que hemos realizado.
2.1. La narrativa
El cuento y la novela pertenecen al género narrativo. En ambos se narran las
acciones realizadas por los personajes en un tiempo y en un espacio. Estos tex-
tos se caracterizan por su carácter ficcional y por su finalidad estética, por lo que
pertenecen al discurso literario.
La diferencia entre cuento y novela radica fundamentalmente en su extensión.
El cuento es una narración ficcional relativamente breve, escrito para ser leído
de un tirón. En cambio, la mayor extensión de la novela exige al lector un mayor
tiempo de lectura y además permite al escritor presentar una multiplicidad de
conflictos: la historia de un personaje se relaciona con la de otros, se pueden rela-
tar historias que abarquen períodos prolonga-
dos y que se desarrollen en distintos escenarios, Poema de Mio Cid: estructura y argumento. Temas
etc. Sin embargo, muchas veces el límite entre El Cid Campeador, Rodrigo Díaz de Vivar, fue un perso-
naje histórico que luchó contra los moros durante el rei-
cuento y novela no es muy claro y puede hablar- nado de Alfonso VI, en plena Edad Media.
se de cuento largo o de novela corta. El “Poema de Mio Cid”- que es el cantar de gesta más
importante de la épica española- narra las luchas del Cid
Pero no siempre la literatura fue escrita; en sus contra los moros en su afán de recuperar la honra perdi-
orígenes, las narraciones se transmitían en da a partir de un destierro que padece injustamente.
forma oral. En la Guía de Lengua A hemos tra- Consta de tres cantares: Destierro del Cid, Boda de las
bajado distintos tipos de narraciones de ficción; hijas del Cid y La afrenta de Corpes.
algunas procedentes de la tradición oral de En el primer cantar se narra cómo el héroe debe dejar
sus tierras - víctima de una conspiración- por órdenes
diferentes pueblos, como las leyendas o los expresas de su rey, Alfonso VI, que lo ha desterrado.
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Se separa así de su mujer y sus hijas y comienza a luchar cuentos maravillosos. Los cantares de gesta, por
contra los moros con el objeto de lograr el perdón real. ejemplo, provienen de la tradición oral.
Perdón que consigue, después de muchas victorias con-
tra los árabes, en el segundo cantar, que culmina con el Estas narraciones fueron, en la Edad Media, las
casamiento de las hijas de Cid con los infantes de manifestaciones literarias más importantes.
Carrión.
En el tercer cantar, el Cid conquista nuevos territorios Eran poemas que en su mayoría narraban las
para su amado rey, en tanto que los infantes de Carrión hazañas de los héroes. Como se transmitían en
azotan y abandonan a sus esposas en el robledo de forma oral, son muy pocos los textos que se
Corpes. Por esta afrenta, el héroe de Vivar pide justicia al
rey Alfonso: necesita una reparación, una vez más está su conservan. Los encargados de recitar estos can-
honra en juego. Logra recuperarla pues los infantes son tares eran los juglares, que se ganaban la vida
vencidos en un duelo, se anula el matrimonio y el rey contando historias propias o ajenas. De esta
vuelve a casar a las jóvenes, ahora sí, con personajes dig-
nos de las hijas de un gran héroe: los infantes de Navarra manera, entretenían al pueblo, iban de aldea en
y Aragón. aldea, de castillo en castillo, alegrando a la
El Cid ha logrado por fin recuperar la honra perdida pri- gente, relatando lo que todo el mundo estaba
meramente con el destierro y luego, con la ofensa inferi-
da a sus hijas. Este tema, el de la honra, es el más impor-
ansioso por escuchar.
tante del poema: el Cid intenta recuperarla cada vez que
se siente afrentado, que siente que ha perdido la digni-
El cantar de gesta más importante, que ha lle-
dad. Cabe recordar que la honra era el más preciado atri- gado hasta nuestros días, es el “Poema de Mio
buto para todo hombre de su época. Cid”, obra escrita en el año 1140, algunos
Sin embargo, este tema no es el único que aparece en el
poema: otros que también reflejan valores significativos
años después de la muerte del famoso héroe
en ese contexto histórico son, por ejemplo: la fidelidad, castellano Rodrigo Díaz de Vivar.
la justicia, la solidaridad, la religiosidad.
En adelante expondremos algunos elementos que están presentes en el
género narrativo en general. Luego nos detendremos, en particular, en el
análisis de cuentos, primero y de novelas, luego.
2.2. Componentes de una obra perteneciente
al género narrativo
LA SUPERESTRUCTURA NARRATIVA
Llamamos superestructura narrativa a la forma en que se organizan las accio-
nes que conforman un relato, siguiendo un esquema. Así, un relato necesita
un marco en el que se presenta la situación (los personajes, el lugar y el tiem-
po en que ocurren los hechos) y uno o varios sucesos.
Cada suceso está formado, a su vez, por una complicación (que genera una
situación nueva que hay que resolver) y su consiguiente resolución (que
puede ser favorable o adversa). Marco y suceso forman un episodio.
Una narración puede estar formada por varios episodios que se suceden uno
detrás de otro hasta llegar al final. Además, muchas narraciones incluyen,
comentarios (opiniones) del autor.
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Veamos un ejemplo:
¿Recuerda el cuento España pequeña que leyó en la Guía de Lengua A?
Podemos decir que su superestructura narrativa presenta en el comienzo el marco de
la historia. En el marco se presentan los personajes, la situación, la relación que exis-
te entre ellos y dónde se encuentran.
Pero, como en todo relato, en cierto momento se produce una complicación. ¿Cuál
es la complicación en este cuento? Es decir, ¿qué produce la ruptura de la calma ini-
cial? El profesor “Gramaticus” ha encontrado, en un texto de un alumno, la palabra
“España” escrita con minúscula. Para él, esto no es solo una falta de ortografía, impli-
ca mucho más. Por eso amenaza con llamar a la guardia civil.
Y, como en los cuentos las complicaciones deben resolverse de una u otra manera, hay
una resolución que se produce hacia el final: la criada interviene para hacer reflexio-
nar al profesor y logra convencerlo con sus razonamientos.
AUTOR Y NARRADOR. TIPOS DE NARRADOR
En toda narración de ficción, es necesario diferenciar entre autor y narrador.
El autor es la persona - de existencia real - que imagina y escribe el relato. El
narrador es la voz construida por el autor para contar la historia.
Veamos un ejemplo. En el caso del cuento que mencionamos más arriba: “España
pequeña” - cuento que usted ya conoce - el autor es un prestigioso escritor italiano,
Gianni Rodari. Este escritor, persona de carne y hueso, elige contar la historia de
determinada manera y para eso crea un narrador omnisciente (distinto del escritor
real) que narra en tercera persona y conoce los sentimientos y pensamientos de los
personajes. Esto se advierte en este fragmento, en el que re refiere a la empleada: “Ella
conocía a todos los alumnos por su nombre y apellido, sabía cuáles eran los errores
preferidos de cada uno y no ignoraba que los errores de López eran siempre terribles.”
Según participe o no de la historia (es decir, según sea o no personaje del rela-
to), el narrador puede contar los hechos en primera o en tercera persona.
Los puntos de vista más frecuentes que puede adoptar el narrador son:
• Protagonista
• Testigo
• Omnisciente
• Objetivo
Si es el protagonista del relato el que narra su propia historia, lo hace en pri-
mera persona.
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Cuando un personaje de la narración cuenta lo que sucede al protagonista
estamos ante el narrador testigo.
Si el narrador no es parte de la historia, pero cuenta todo lo que ocurre y
además lo que sienten o piensan los personajes, es omnisciente.
Es objetivo, en cambio, el narrador que desde fuera del relato cuenta lo que
sucede pero no lo que piensan o sienten los personajes.
Realice la siguiente actividad para verificar si comprendió los puntos de
vista del narrador.
Actividad nº 9
a. Identifique el punto de vista del narrador en los siguientes fragmentos.
b. Fundamente sus respuestas.
1)
Aborrecía un conde a cierto barón alemán, forastero en Roma. Las razones de este
aborrecimiento no importan; como tenía el firme propósito de vengarse, las mantu-
vo secretas. En verdad, esa es la primera ley de la venganza, ya que el odio revelado
es odio impotente.
De La puerta y el pino, de Robert Louis Balfour Stevenson.
2)
Octubre se había instalado en el patio. Contemplando la vegetación que reventaba
en verdes intensos, las minúsculas tiendas de las lombrices en el barro, el coronel vol-
vió a sentir el mes aciago en los intestinos.
-Tengo los huesos húmedos -dijo.
Llovía despacio pero sin pausas. El coronel habría preferido envolverse en una manta
de lana y meterse otra vez en la hamaca. Pero la insistencia de los bronces rotos le
recordó el entierro.
Fragmento de El coronel no tiene quien le escriba, de Gabriel García Márquez.
3)
Yo enseguida me enamoré de él. Fue un amor a primera vista, sí, papá. Él estaba
chapoteando en el estanque lo más pancho, cuando yo sentí en mi corazón que él
sería el amor de mi vida.
Al principio, Francisquito me miraba feo, pero después empezó a amarme. Me pasa-
ba su manita viscosa y granulienta por el pelo, me llamaba cariñosamente “abejorro
de pozo negro”. Él era así.
Fragmento de Carta de una princesa, de Patricia Suárez (inédito).
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4)
Allí estaba ya el pueblo. Vio brillar los tejados bajo la luz de la luna. Tuvo la impre-
sión de que lo aplastaba el peso de su hijo al sentir que las corvas se le doblaban en
el último esfuerzo. (…)
Destrabó difícilmente los dedos con que su hijo había venido sosteniéndose de su cue-
llo y, al quedar libre, oyó cómo por todas partes ladraban los perros.
- ¿Y tú no los oías, Ignacio? -dijo-. No me ayudaste ni siquiera con esta esperanza.
Fragmento del cuento No oyes ladrar los perros, de Juan Rulfo.
5)
A mitad del largo zaguán del hotel pensó que debía ser tarde, y se apuró a salir a la
calle y sacar la motocicleta del rincón donde el portero de al lado le permitía guar-
darla. En la joyería de la esquina vio que eran las nueve menos diez; llegaría con
tiempo sobrado adonde iba. El sol se filtraba entre los altos edificios del centro, y él
-porque para sí mismo, para ir pensando, no tenía nombre- montó en la máquina
saboreando le paseo. La moto ronroneaba entre sus piernas; y un viento fresco le chi-
coteaba los pantalones.
Fragmento del cuento La noche boca arriba, de Julio Córtazar.
Utilice ahora la clave de corrección para autoevaluar sus respuestas. Puede
encontrarla en el apartado Acerca de las actividades, de esta unidad.
2.3. Análisis de cuentos
A continuación le presentamos algunos cuentos. Su lectura es de carácter obli-
gatorio. Usted encontrará algunos transcriptos en esta Guía y otros deberá
buscarlos en un dossier (selección de textos) que se encuentra en la Sede de
Adultos 2000 o en antologías y libros de autores que puede hallar en diferen-
tes bibliotecas y librerías. En cada caso le indicaremos dónde buscar los textos
que debe leer.
Hemos seleccionado cuidadosamente los cuentos, pensando en ofrecerle varie-
dad de autores y temas. Además, la variedad y cantidad de obras que presenta-
mos le permitirá identificar la mayoría de los recursos literarios, tipos de narra-
dores, diversos estilos, etc. Son cuentos que por uno u otro motivo nos han
atrapado. Es nuestro deseo que usted también los disfrute.
Le sugerimos que realice una primera lectura de cada cuento, se tome un tiempo
para disfrutarlo y después, una segunda lectura a partir de la cual podrá resolver
las actividades que le planteamos. Las actividades tienen por finalidad guiarlo en
la comprensión, interpretación y análisis de los cuentos; funcionarán a modo de
guía de análisis. Si concurre a las consultorías le recomendamos que compare sus
respuestas con las de otros alumnos.
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Actividad n° 10
a. Lea el cuento La puerta y el pino, de Robert Louis Balfour Stevenson (Escocia, 1850-
1894) que transcribimos a continuación.
La puerta y el pino
Aborrecía un conde a cierto barón alemán, forastero en Roma. Las razones de este
aborrecimiento no importan; como tenía el firme propósito de vengarse, las mantu-
vo secretas. En verdad, ésa es la primera ley de la venganza, ya que el odio revelado
es odio impotente.
El conde era curioso e inquisitivo; tenía algo de artista; todo lo ejecutaba con una
perfección exacta, que se extendía no sólo a los fines sino también a los medios e ins-
trumentos.
Cabalgaba un día por las afueras y llegó a un camino que se perdía en los pantanos
que circundan Roma. A la derecha había una antigua tumba romana; a la izquier-
da, una casa abandonada entre un jardín de siemprevivas. Ese camino lo condujo a
las ruinas, en cuyo centro, en el declive de una colina, vio una puerta abierta y, no lejos,
un solitario pino atrofiado, no mayor que un arbusto. El sitio estaba desierto y era secre-
to; ató el caballo al pino, encendió la luz con el yesquero y penetró en la colina.
La puerta daba a un corredor de construcción romana; este corredor, a unos veinte
pasos, se bifurcaba. El conde tomó por la derecha y llegó, tanteando en la oscuridad,
a una especie de barrera, que iba de un muro a otro. Adelantado el pie, encontró un
borde de piedra pulida, y luego el vacío. Interesado, juntó unas ramas secas y encen-
dió un fuego. Frente a él había un profundísimo pozo; sin duda, algún labriego que
lo había usado para sacar agua, puso la barrera. El conde se apoyó en la baranda y
miró el pozo largamente Era una obra romana y, como todas las de ese pueblo,
parecía construida para la eternidad. Sus paredes eran lisas y verticales; el desdicha-
do que cayera en el fondo no tendría salvación.
“Un impulso me trajo a este lugar”, pensaba el conde. “¿Con qué fin? ¿Qué he logra-
do? ¿Por qué he sido enviado a mirar este pozo?” La baranda cedió; el conde estu-
vo a punto de caer. Saltó hacia atrás, para salvarse, y apagó con el pie las últimas
brasas de fuego.” ¿He sido enviado aquí para morir?, dijo con temblor. Y tuvo una
inspiración.
Se arrastró hasta el borde del pozo y levantó el brazo, tanteando; dos postes habían
sostenido la baranda; ahora ésta pendía de uno de ellos. El conde la repuso de modo
que cediera al primer apoyo. Y salió a la luz del día como un enfermo.
Al otro día, mientras paseaba con el barón, el conde se mostró preocupado.
Interrogado por el barón, admitió finalmente que lo había deprimido un extraño
sueño. Quería interesar al barón -hombre supersticioso que fingía desdeñar las
supersticiones-, y le dijo bruscamente que se precaviera, porque había soñado con él.
Por supuesto, el barón no descansó hasta que el conde le contó el sueño.
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-Presiento- comenzó el conde con aparente desgano- que este relato será funesto, algo
me lo dice; pero, si para ninguno de los dos puede haber paz hasta que usted lo oiga,
cargue usted con la culpa. Este era el sueño: lo vi a usted cabalgando, no sé dónde,
pero debe haber sido cerca de Roma; de un lado había un antiguo sepulcro; del otro,
un jardín de siemprevivas. Yo le gritaba y le volvía a gritar que no prosiguiera, en
una suerte de éxtasis de terror. Ignoro si usted me oyó, porque siguió adelante. El sen-
dero lo llevó a un lugar desierto entre las ruinas, donde había una puerta en una
ladera y, cerca de la puerta, un pino deforme. Usted se apeó (a pesar de mis súpli-
cas), ató el caballo al pino, abrió la puerta y entró resueltamente. Adentro estaba
oscuro, pero en el sueño yo seguía viéndolo y rogándole que volviera. Usted siguió el
muro de la derecha y llegó a una cámara en la que había un pozo y una baranda.
Entonces, no sé por qué, mi alarma creció y volví a gritarle que aún tenía tiempo y
que abandonara ese vestíbulo. Ésa fue la palabra que usé en el sueño y entonces le
atribuí un sentido preciso; pero ahora despierto no sé lo que significa para mí. No
escuchó usted mi súplica: se apoyó en la baranda y miró largamente el agua del pozo.
Entonces le comunicaron algo. No creo haber sabido lo que era, pero el pavor me
arrancó el sueño y me desperté llorando y temblando. Y ahora le agradezco de
corazón haber insistido en que yo hablase. Este sueño estaba oprimiéndome y ahora
que lo he contado a la luz del día, me parece trivial.
- Quién sabe- dijo el barón -. Tiene algunos detalles extraños. ¿Me comunicaron
algo, usted dijo? Sí, es un sueño raro. Divertirá a nuestros amigos.
- No sé - dijo el conde -. Estoy casi arrepentido. Olvidémoslo.
- De acuerdo - dijo el barón.
No hablaron más del sueño. A los pocos días, el conde invitó al barón a salir a caba-
llo; el otro aceptó. Al regresar a Roma el conde sofrenó el caballo. Se tapó los ojos y
dio un grito.
-¿Qué pasa? - dijo el barón.
- Nada - gritó el conde -. No es nada. Volvamos pronto a Roma.
Pero el barón había mirado a su alrededor y, a mano izquierda. Vio un borroso
camino con una tumba y con jardín de siemprevivas.
- Sí - contestó con la voz cambiada -. Volvamos a Roma inmediatamente. Temo que
usted se halle indispuesto.
- Por favor- gritó el conde -. Volvamos a Roma, quiero acostarme.
Regresaron en silencio. El conde, que había sido invitado a una fiesta, se acostó ale-
gando que tenía fiebre. Al día siguiente había desaparecido el barón; alguien halló
su caballo atado al pino. ¿Fue éste un asesinato?
En “Los iniciadores del cuento moderno”, Aique, Buenos Aires, 1999.
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