El grupo salió de Antoñana en un día fresco pero bueno y caminaron bordeando el Cortado del Monte Sabando hasta llegar a la planicie. Se adentraron en el bosque hasta llegar a Peña Rebita, donde no había buzón sino solo rocas, así que colocaron piedras para marcar la cima y sacaron fotos. Después bajaron hacia el molino donde almorzaron y luego regresaron a los coches, completando una ruta de tres horas y 8 km.