2. “De cardinales”
Aquellos que hemos vivido el viaje constante, el anhelo de llegada, la
espera incesante, sabemos bien que el mundo por fuera de la
ventana se hace cada vez más estéril.
Sin embargo, a veces, los viajeros se encuentran con las instantáneas
no capturadas por los que frecuentan estas artificiales carreteras, y
las plasman me pequeños pensamientos; no nos daría jamás para la
absoluta inspiración benevolente.
Creo que a esta altura, puedo decir con propiedad, que conozco el
camino, conozco sus imágenes, su neutralidad apestosa y su falta de
colorido, quien haya hecho el trayecto Santiago-Talca alguna vez
sabrá de lo que hablo.
“Centro-Sur” es como una película cuadro por cuadro, donde se
proyecta un viaje más dentro el universo de travesías predecibles
propias de los vicios de la modernidad y de la lejanía del hogar.
La diferencia radica en decidirse a ver, no solo mirar. Por respeto a
las instantáneas, y al momento, no he modificado en lo más mínimo
la redacción de las escenas.
3. I
Todo el extenso verde saboteado por el cableado de una
conspiración eléctrica ensimismada en la artesanía y el
intento de aparentar lo que no se Es.
II
Un intento de empañadura clasista visión de cascada juicio a
media tinta sujeto al escrutinio de la repetición de los verdes
y el caudal de las hojas marchitas propias de estos tiempos
III
"Almendrita" se sirve jugosa y desalmada al angustiado
camionero, entre la vulva una cazuela a la que solo falta un
trozo de carne para darle algo de sabor, lujos de los tiempos
insípidos del Centrosur
IV
La casona se roba el cuadro, pero ni evoca así que
continuemos
V
Un control taxativo relaja los impulsos de la psique, o al
menos en un afán por ilusionarme en el desgaste de la
condenada gripe, o todo aquello que tenga que ver con la
vejez
4. VI
Ups! No doble a media caminata al descanso sanitario, las
Tuareg casi desploman la Babel misma de sus senos
avejentados, pornográficos impuros de carretera
VII
¿Unifrutti? Y los esclavos y las niñas con la pura básica y con
la inocencia sobre los hombros, los sueños a un costado del
camino y las piernas impropias del patrón y del hombre al
que aman. Desconocen todos ellos el fulgor de un suspiro
rebelde, menos ahora que Monsanto juega en la misma mesa
que nosotros... y a ganar.
VIII
Tengo que volver ante tú, niñamujer, propia gentileza del
Centrosur, con tu cuerpo alejado del estándar de retail y
televisión, sonrisa natural, senos firmes a la espera del cobijo
de mi cabeza cansada y una vulva, un refugio húmedo y
cálido ante mis temores del mundo exterior. No me cierres
las puertas, que quiero ser tuyo.
IX
No habitable, al menos me hace despreciar la tenue
posibilidad de permanecer. Sin poblado identificado, parezco
añorar la ciudadela, pero sé que solo es un reflejo instalado
por algún publicista impertinente.
5. X
Agrozzi inventa nubes para nublarnos el pensamiento, todo
más allá es claridad.
XI
Me encontró "La Fama", lástima que solo esperaba que
parase a comer unos 30 minutos como máximo, con tal de
no quedarme a ver el triste espectáculo de la sequía. Otra vez
la casona, y de nuevo nada evoca, salvo que en ella debe vivir
alguien asesinable (Crímenes de Pueblo).
XII
Le lavaron la inocencia a la niña, junto a los viejos peluches,
colgadas recién lavadas un par de sábanas y unos lunares
rojos para culminar el escenario de un incestuoso pasar
desapercibido.
XIII
Inventaron un paraíso de blanco platinado el horizonte
carretero, se apoderaron del orden y el caos con tal de
producir un par de gotas de aneurisma orgásmico sináptico y
pretencioso
XIV
"Mister Burger", ¿Tomará mis tierras? ¿Hará de sus errores
los míos? “Mister Burger”… ¿Por qué esta tan serio?
6. XV
Y todos los perros devienen en sí mismos, comemos de
nuestra misma costilla para no desaparecer.
XVI
Aquí, arriba del metálico ataúd, nos quedamos mudos, solo
por el gusto de vernos callar.
XVII
"Patagonia Fresh", prueba de que hace rato que nos están
diciendo que cortemos el hueveo y nos larguemos colina
abajo en busca de alguna idea moderna con la cual
aparearnos.
XVIII
Hijos de la muerte, olvidamos al seno traidor cuando
convalecemos en la angustiosa felicidad del no retorno.
XIX
El tren se olvidó de Itahue se olvidó del tren se olvidó de
todos nosotros nos olvidamos de los demás se olvidaron del
tren. Sin escalas, como debe ser ahora ser.
XX
El mecano se impone al azaroso comentario sin caso alguno
omiso. Cuando el rio Claro era reflejo de las fantasías
infantiles despiadadas de toda culpa
7. XXI
El mecano esta en llamas, cercenado del retorno, mis últimas
palabras no vienen al caso, de hecho, el desecho promiscuo
remanente ha aumentado las entrañas de lo inconcebible. Ni
la Biblia tiene tantos lectores ni dios ha visto tantas veces
hacer el amor a sus hijos, rameras de fe. Al carajo.